Вы находитесь на странице: 1из 8

Un teorema de punto fijo, un teorema de valor intermedio y

una propiedad de intervalo anidada

Para una función continua f: [a, b] → R, probamos que f tiene un punto fijo si y solo

si los intervalos [a0, b0]: = [a, b] y [an, bn]: = [an-1, bn-1] ∩ f ([an-1, bn-1]) (n = 1, 2, · · ·)

son todos no vacíos. También se han obtenido y utilizado declaraciones más

equivalentes para la existencia de puntos fijos de f para derivar el teorema del valor

intermedio y la propiedad de intervalo anidado.

La versión del teorema de punto fijo de Brouwer [1,2] para una función continua de

valores reales f en un intervalo cerrado acotado [a, b] indica que, si f ([a, b]) ⊆ [a, b],

entonces f tiene un punto fijo en [a, b], es decir, existe x ∈ [a, b] tal que f (x) = x.

También se sabe que f tiene un punto fijo en [a, b] si f satisface [a, b] ⊆ f ([a, b])

A pesar de que estos resultados existentes juegan un papel importante en el análisis

matemático, sus condiciones son suficientes, pero no necesarias. Para caracterizar la

existencia de un punto fijo, tiene sentido investigar las condiciones que no solo son

suficientes sino también necesarias.

El propósito principal de esta nota es presentar tales condiciones.

Nuestro primer resultado sobre la existencia de puntos fijos para una función continua

f se establece fácilmente mediante una desigualdad relevante para f en [a, b].

Proposición 1. Sea f: [a, b] → R continua. Entonces las siguientes afirmaciones son

equivalentes:

(i) Existe x ∈ [a, b] tal que f (x) = x.


(ii) Existe x ∈ [a, b] tal que [f (x) - x] [f (a) - a] ≤ 0.

(iii) Existe a1, b1 ∈ [a,b] de manera tal que [f (a1) – a1] [f (b1) – b1] ≤ 0.

Prueba. Las implicaciones (i) ⇒ (ii) ⇒ (iii) son inmediatas, por lo que es suficiente

para mostrar la implicación (iii) ⇒ (i). Supongamos que (iii) es verdadero con a1 ≤ b1.

Afirmamos que existe x ∈ [a1, b1] de manera que f (x) = x. De lo contrario,

supongamos que

f (x) ≠ x para todas las x ∈ [a1, b1].

Luego, por (iii), tenemos [f (a1) – a1] [f (b1) – b1] <0. Aplicando el teorema del valor

intermedio (TVI) a la función g (x) = f (x) - x en [a1, b1] obtenemos un punto c ∈ (a1,

b1) tal que g (c) = 0, es decir, f (c) = c. Esto es una contradicción.

Observación 2. Para una función continua f en [a, b], si f ([a, b]) ⊆ [a, b],

a ≤ f(a) and f(b) ≤ b.

Esto implica que (ii) de la Proposición 1 se cumple para x = b. Así, f tiene un

punto fijo en [a, b]. De manera similar, si [a, b] ⊆ f ([a, b]), entonces existe c, d ∈

[a, b] tal que

a = f(c) ≤ c and d ≤ b = f(d).


Tomando a1 = c y b1 = d en (iii) de la Proposición 1, obtenemos un punto x ∈ [a, b]

que satisface f (x) = x basado en (i) de la Proposición 1.

A continuación, para una función continua de valores reales f definida en un

intervalo cerrado acotado [a, b], denotamos

f[a, b] := f([a, b]),

[a1, b1] := [a, b]∩f[a, b],

[an+1, bn+1] := [an, bn]∩f[an, bn]

siempre que [an, bn] ∩f [an, bn] = ∅ para n ∈ N. Es fácil ver que no hay puntos fijos

para f en [a, b] si [an, bn] ∩ f [ an, bn] es vacío para algún n ∈ N.

Sin embargo, si la función f tiene un punto fijo en [a, b], entonces cada [an, bn] es no

vacío y {[an,bn]} es una sucesión de conjuntos cerrados anidados determinados por f

en [a, b]. De hecho, es la falta de vacío de todos los conjuntos [an, bn] lo que

caracteriza exactamente la existencia de un punto fijo de f como nuestro principal

resultado.

Teorema 3. Sea f: [a, b] → R continua. Entonces las siguientes afirmaciones

son equivalentes

(i) Existe x ∈ [a, b] tal que f (x) = x.

(ii) [an, bn] = ∅ para todos los n ∈ N.


(iii) Existe un intervalo cerrado no vacío [c, d] ⊆ [a, b] tal que

⋂ [𝑎𝑛 , 𝑏𝑛 ] = [𝑐, 𝑑]
𝑛∈𝑁

iv) Existe un intervalo cerrado no vacío [c, d] ⊆ [a, b] tal que

[c, d] ⊆ f [c, d].

Prueba. La implicación (i) ⇒ (ii) es inmediata ya que la relación

f (x) = x ∈ [a, b] implica que x ∈ [an, bn] para todos n ∈ N. Lo que debemos hacer es

probar (ii) ⇒ (iii) ⇒ (iv) ⇒ (i).

(ii) ⇒ (iii). Por la continuidad de f en [a, b] y (ii), cada [an, bn] es un intervalo cerrado

∅ ≠ [an+1, bn+1] ⊆ [an, bn] para todo n ∈ N.

De la propiedad de intervalo anidado (PIA) se deduce que n∈N [an, bn] = ∅.

Sea c = sup {an: n ∈ N} y d = inf {bn: n ∈ N}. Entonces c ≤ d y

∅ ≠ [𝑐, 𝑑] = ⋂ [𝑎𝑛 , 𝑏𝑛 ]
𝑛∈𝑁

(iii) ⇒ (iv). Ahora para cada n ∈ N tenemos

∅ ≠ [c, d] ⊆ [an+1, bn+1] = [an, bn] ∩ f[an, bn] ⊆ f[an, bn].


Para obtener [c, d] ⊆ f [c, d], vamos a y ∈ [c, d]. Entonces para cada n ∈ N existe xn

∈ [an,bn] tal que y = f (xn). La sucesión {xn} es acotada, por lo que tiene una

subsucesión {𝑥𝑛𝑘 } que converge a algún punto x en [an, bn] para todos n∈N y, por lo

tanto, en [c, d]. De la continuidad de f se desprende que

𝑦 = 𝑙𝑖𝑚 𝑓(𝑥𝑛𝑘 ) = 𝑓(𝑥̅ ) ∈ [𝑐, 𝑑]


𝑘→+∞

Así, [c, d] ⊆ f [c, d] sigue

(iv) ⇒ (i). Sea [c, d] = [f (p), f (q)], donde p, q ∈ [c, d]. Entonces la función f satisface

f(p) − p = c − p ≤0 y f(q) − q = d − q ≥ 0.

Por la Proposición 1, existe x entre p y q (y, por lo tanto, x ∈ [c, d] ⊆ [a, b]) tal que f

(x) = x. Entonces (i) sigue.

Observación 4. (1) Como en la prueba de (iii) ⇒ (i) en la Proposición 1, podemos

también aplique IVT para obtener (iv) ⇒ (i) en el Teorema 3. A la inversa, TVI se

puede derivar aplicando la Proposición 1 o Teorema 3 a la función continua g1 (x): =

x + f (x) o

g2 (x): = x - f (x).

(2) El teorema 3 es una extensión de los resultados existentes para los casos.

f [a, b] ⊆ [a, b] y [a, b] ⊆ f [a, b] indicados anteriormente. De hecho, para el primer

caso, ya que

f[an, bn] ⊆ [an, bn] y [an+1, bn+1] = f[an, bn] ≠∅ para todo n ∈ N,

por la implicación (ii) ⇒ (i) en el teorema 3 existe x ∈ [a, b] tal que f (x) = x. Para el

segundo caso, (iv) se satisface con [c, d] = [a, b], entonces f tiene un
punto fijo en [a, b].

Dado que el teorema 3 caracteriza la existencia de un punto fijo de una función

continua, es aplicable a más casos que a los casos para los resultados existentes

mencionados anteriormente.
2
Por ejemplo, aplicando el Teorema 3 a la función simple f (x) = 1 - x en [0, 3], vemos

2
que f tiene un punto fijo en [0, 3] ya que

1 2
[an+1, bn+1] = [an, bn] ∩ f[an, bn] = [3 , 3] para todo n ∈ N.

Sin embargo, los teoremas de punto fijo referidos no son aplicables debido a

2 1 2 2 1 2
𝑓 ([0, ]) = [ , 1] ⊈ [0, ] 𝑦 [0, ] ⊈ [ , 1] = 𝑓 [0, ]
3 3 3 3 3 3

como establece el Teorema 3, la existencia de un punto fijo de una función continua

f en [a, b] implica que {[an, bn]} es una sucesión de intervalos anidados cerrados no

vacíos.

A la inversa, para una sucesión dada {[an, bn]} de intervalos cerrados anidados como

en la propiedad de intervalo anidado [3], es fácil mostrar que existe una función

continua f en [a1, b1] tal que

f[an, bn] = [an+1, bn+1] = [an, bn] ∩ f[an, bn] para todo n ∈ N.

De hecho, sea c = 𝑙𝑖𝑚 an y d= 𝑙𝑖𝑚 bn y defina f como sigue:


𝑛→+∞ 𝑛→+∞
an+2 −an+1
an+1 + (x − an ) para x ∈ [an , an+1 ] (n = 1,2, … … . . )
an+1 −an

f(x):= x para x ∈ [c, d];

bn+1 −bn+2
bn+1 + (x − an ) para x ∈ [bn , bn+1 ] (n1,2, … … . . )
bn −bn+1

Entonces la función f es continua en [a1, b1] y satisface f [an, bn] = [an+1, bn+1] para

todos n ∈ N. Por lo tanto, la siguiente propiedad equivalente de {[an, bn]} es

Proposición 5. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:

(i) {[an, bn]} es una sucesion de intervalos anidados cerrados no vacíos .

(ii) Existe una función continua de valores reales f en [a1, b1] tal que

f[an, bn] = [an+1, bn+1] = [an, bn] ∩ f[an, bn] para todo n ∈ N.

Observación 6. Recordamos que el teorema 3 usó PIA para probar la implicación (ii)

⇒ (iii). Ahora, el PIA puede verse a su vez como una consecuencia del Teorema 3, ya

que las implicaciones (i) ⇒ (ii) en la Proposición 5 y (i) ⇐ (ii) en el Teorema 3

muestran que la función continua f en la Proposición 5 tiene un punto fijo que

obviamente se encuentra en cada intervalo anidado en la Proposición 5.

Вам также может понравиться