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EL EPISODIO DE
PALERMO.
Política, economía,
estructura y
coyuntura
Horacio Giberti*
Un gobierno democrat1co puede toma1· resolu t
~ ·1ones s1n consultar a las entidades rep1·esentat1-
vas de Jos distintos intereses, pero s1 prefiere
consulta1. no debe limitarse a Jos empresarios ar+
v1dando a los obreros.
Los hechos de Palermo. sus prolegómenos y se1
cuelas. revelan incons1stenc1as en el gobiern tj
que debilitan sus acciones y la confiab1lidad qu~
d eben merecer. 1

Por tales inconsistencias. o por falta de dec1s1on:

polít1ca. el gobierno no clarifica Jos fundamentos,
v ob¡et1 vos de sus actos. pe1judicando Ja coro-,
prensión de éstos.

* Presidente del JADE. Profesor de la UBA. Ex secretario de Agricultura y Gana-

dería de la Nación.
 7

.,
Política
4 k[
~'e..~
t· ' Antes y después del lanzamien-
_· ../.'-·;·.· T. · to del llamado " plan Primavera " ,
l • el presidente, sus ministros y
,. : otros altos funcionarios mantu-
. . vieron reiteradas reuniones con
· , , 1 muchos dirigentes empresarios,
1 pero no con representantes obre-
ros. Por fin, sólo hubo acuerdo
explícito de la Unión Industrial
Argentina. Las cuatro principales
entidades agropecuarias (CONl-
NAGRO, CRA, Federación Agra-
ria Argentina y Sociedad Rural Ar-
gentina) se opusieron rotunda-
mente al plan, declararon el "es-
tado de alerta" y no asistieron a
la reunión final convocada por el
presidente en Olivos. Como
cierre del debate, en documento
conjunto proclamaron que con
las nuevas medidas " quedó
concretado también un despojo a
dos grandes sectores del pueblo
argentino: los productores y los
consumidores'' .
El punto culminante , ya por
cuenta exclusiva de la Sociedad
Rural Argentina, ocurrió durante
la inauguración de la muestra pa-
lermitana. El grueso del público
propinó una constante y estruen-
dosa silbatina al secretario de
Agricultura, Ganaderia y Pesca y
al presidente de la Nación . Con
improvisadas palabras éste res-
pondió recordando a quienes
quedaban en silencio cuando
hablaban allí representantes de
las dictaduras y aplaudían a los
destructores de la producc ión
agropecuaria; señaló también
que la agraviada no era su perso-
na sino su investidura.1 Contra
Vlcto r Rebuffo . Lam en to. x ilogra(l'a , todo protocolo, el presidente de
1973. la entidad retomó inesper~da-
8
mente la palabra, no para conde-
nar la agresión sino para amena-
zar -confusamente- con no ce-
jar en los reclamos.2
También contra lo que parecía
lógico, el doctor Alfonsín y sus
acompañantes continuaron en el
palco oficial durante el posterior
desfile de campeones. No para-
ron ahí las sorpresas; mientras
casi de inmediato se conocieron
unánimes y generalizadas expre-
siones adversas al episodio3
-encabezadas por los doctores
Menem y Cafiero-, al día si-
guiente el vicepresidente Víctor
Martínez acudía a la exposición,
la recorría acompañado por sus
máximas autoridades y almorza-
ba con ellas. Tardíamente (tres
días después) el secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca,
definió posiciones: el gobierno
"no va a actuar bajo presión ni a
dialogar con patoteros"; para re-
anudar el diálogo, la S.R.A. debía
antes pedir disculpas al presiden-
te "por los agravios a su investí·
dura". Mientras el Dr. Alchouron
-presidente de la entidad aludi-
da- contestaba con soberbia
("pide disculpas quien fue ofen-
sor y nosotros no ofendimos a na-
da ni a nadie) y culpaba de los
hechos a radicales, peronistas,
ucedeistas y al MAS, el candidato
radical a presi.dente, Dr. Angeloz,
con llamativa demora abría opi-
nión, acusando de los hechos al
país entero, sin condenarlos,4 y
no asistían funcionarios oficiales
al remate de los campeones.
En ese contexto sorprendieron
los agresivos términos con que el
ministro de Relaciones Exte·
riores, Dr. Caputo -habitualmen-
te tan medido-, salía también
tardíamente a la palestra para ca-
lificar duramente sucesos muy
alejados de su ámbito oficial.5
Para avivar el fuego, la Socieda¡d
Rural Argentina y sus aliados ha·
bituales, presentaron las p*·
labras del ministro como referi·
das a todos los productores agro-
pecuarios y no a los autores de J:a
agresión.
Muy representativo de un pecl;J·
liar enfoque de los acontecimielfl·
tos resultan dos editoriales de La
Nación. El titulado eufelTiistic~­
mente "Conflictiva inauguraciqn
de la muestra rural" (16/8/88, pág .
8), se dedicaba a criticar extensa-
mente a la política oficial. Menos
de la cuarta parte tocaba ti-
biamente la cuestión de fondo.
Unas pocas líneas aseveraban:
"Fue lamentable que las palabras
del secretario de Ganadería [sic],
Agricultura y Pesca (... ) no hayan
podido escucharse prácticamen-
te, a raíz de las manifestaciones
de rechazo que la acompañaron
casi permanentemente". Al agr*·
viado presidente Alfonsin le
reprochaba "no haber encontra-
do en su exposición la serenidad
adecuada a su alta investidura" ...
Pero a los ataques a esa alta in·
vestidura los presenta como me-
ros "contrapuntos de silbidos y
aplausos en medio de manifest~­
ciones irreverentes similares ~
los ataques de las barras bravas
de algunos encuentros futbolísti-
cos".
En cambio, otro editorial enca-
bezado rotundamente como "E~­
cesos verbales del canciller' '
(20/8/88, pág. 6), reincidía en pr~­
sentar los hechos de Palermo con
la consabida alusión a lab
"barras bravas", pero extendien-
do falsamente las palabras del
Dr. Caputo a todo el sector agro·
 El episodio de Palermo 9

pecuario, concluía categórica- sustento de la posición esgrimi-

mente: "Lo menos que puede de- da por los dirigentes agrope-
cirse de esta actitud del ministro cuarios. Lamentablemente las
de Relaciones Exteriores es que actitudes de ciertos funcionarios
no ha guardado el estilo que la y correligionarios del presidente
democracia exige como contra- no parecen animadas por un
partida de la libertad que auténtico interés en defender la
impone". Parecería que disentir investidura oficial. Tampoco ro-
agresivamente con la S.R.A. me- bustece la posición del gobierno
rece mayor rechazo que ofender la escasa congruencia demostra-
al presidente de la Nación y a su da por un secretario de Agricultu-
ministro. ra, Ganadería y Pesca que, aun
Por fin , transcurridos ya cinco cuando se declara insatisfecho
ajetreados días del hecho, la So- por las medidas oficiales, no re-
ciedad Rural Argentina emitió nuncia, "para pelear desde
una declaración oficial. Su largo adentro" .
texto6 sólo tangencialmente afir-
ma: "censuramos que grupos po- Economía
líticos antagónicos (... ) comenza-
ron con abucheos, insultos y for- La ambigüedad e inconsisten·
cejeos (.. .). Estos condenables ex- cia gubernamental se manifestó
cesos crearon un clima de violen- también en lo doctrinario. Ante el
c ia (...) tales actitudes no fueron rudo y reiterativo embate contra
animadas ni compartidas" por la la política cambiaría contenido
entidad. No existe , para ella, en el discurso del Dr. Alchouron ,
agravio al presidente. el secretario Figueras, lejos de
Como si apoyara tan suave explicar las razones de la medida
condena y para balancear las y la injusticia del pedido ruralista,
declaraciones del canciller, el se empeñó en demostrar que el
mismo dIB el Dr. Angeloz presen- gobierno había favorecido al sec-
taba los hechos como un resurgi - tor agropecuario y que pronto se
miento del "viejo discurso" que iría hacia el famoso tipo de cam-
opone el campo a la ciudad y bio único; parecía pedir disculpas
también ignoraba que hubiera allí por no aplicarlo de inmed iato . Si
agravios al presidente. bien la mayoría del público se in·
Quienes estamos lejos de com - teresó sólo en silbarlo y vociferar,
partir la política económica del la masa de televidentes -y el
gobierno pero por sobre todas las país entero- merecían conocer
cosas defendemos la democracia los fundamentos de la política
-y por ende la investidura de las oficial. No hacerlo y no poner las
autoridades constitucionales- , cosas en su lugar también atenta
consideramos que el legítimo de- contra la democracia.
recho a disentir no autoriza faltas Como la disidencia fundamen-
de respeto, sobre todo cuando tal se refiere al tipo de cambio_,
los gritos hostiles se mezclan conviene aclarar la cuestión . De
con vítores a Videla y a Rico. acuerdo con las medidas de go-
A más de condenar tales exce- . bierno , para las exportaciones
sos, conviene señalar el escaso agropecuarias tradicionales se
10
aplicará el tipo comercial; las in-
dustriales y no tradicionales se li-
quidarán mediante una combina-
ción del tipo comercial (fijo) y el
financiero (flotante). Cuando se
desarrolló el episodio comenta·
do, el tipo de cambio para las ex-
portaciones agropecuarias esta-
ba algo menos de 7 % por debajo
del correspondiente a las in-
dustriales, con eliminación de las
retenciones. A partir de abril veni-
dero se reducirá paulatinamente
la diferencia hasta llegar a un ti-
po único. Abrir juicio sobre estas
medidas requiere considerar dos
cuestiones: 1) conveniencia de
cambios diferenciales; 2) si -
tuación actual del sector agrope-
cuario.
Reintegros, retenciones, exen-
ciones impositivas, subsidios,
créditos preferenciales, etc., para
fomentar las exportaciones pro·
vocan en rigor diferentes tipos re-
ales de cambio, aunque haya un
tipo nominal único. Si existen
además tipos nominales distin-
tos , aumenta la disparidad entre
ellos. Con independencia del re-
sultado que los distintos instru-
mentos puedan tener sobre la Te·
soreria o sobre el Banco Central
-con efectos que no viene al ca-
so estudiar- , cumplen el mismo
efecto final de estimular exporta·
cienes que no podrían realizarse
sin ese fomento. En el presente
trabajo , la expresión " tipo de
cambio" debe entenderse en su
más lato sentido, no restringida
al cambio nominal.
Por un verdadero privilegio eco-
lógico, nuestra región pampeana
goza de grandes ventajas para
producciones agropecuarias de
clima templado; sus costos resul-
tan internacionalmente muy com-
petitivos. El resto del país no
comparte iguales ventajas com-
parativas; por ello, unido a proble-
mas estructurales, carece de la
misma competitividad externa.
Salvo unos pocos rubros -como
la lana-, las producciones no
pampeanas se ven constreñidas
al mercado interno, con precios
que dependen sustancialmente
del poder adquisitivo de la pobia-
ción. Cuando, por fluctuaciones
propias de la producción agrope-
cuaria -o porque así lo exigen
las maltrechas economías re-
gionales- se impone exportar
excedentes, resultan ineludibles
tipos de cambio más altos que
los adecuados para la región
pampeana. Como altos tipos de
cambio importan menor salario
real, se justifica que ellos se apli-
quen a la menor cantidad posible
de rubros.
Estructura
Tipos diferenciales de cambio
no constituyen objetivos finales
deseables, sino procesos im-
puestos por c ircunstancias que
deben corregirse. Un deseable ti-
po único de cambio requiere una
economía nacional sin fuertes
desequilibrios regionales ni sec-
toriales, sólo alcanzable en el lar-
go plazo, bajo determinadas con-
diciones internas y externas. Res-
pecto al sector agropecuario,
existen profundas brechas entre
la región pampeana y el muy rele-
gado resto del país. En éste pre-
dominan abrumadoramente los
minifundios; mercados muy poco
transparentes quitan al productor
buena parte de sus ingresos, y
 El episodio de Palermo
ambas cosas provocan conside-
rable atraso tecnológico, traduci-
do en altos costos.?
Con una flotación verdadera-
mente libre, el tipo de cambio ten-
derá a establecerse en nivel con-
veniente para los productos pam-
peanos exportables (el grueso de
las exportaciones argentinas y
buena parte de la producción
pampeana). Ese nivel no resultará
satisfactorio para las escasas ex-
portaciones no pampeanas o pa-
ra las insuficientes exporta-
ciones industriales. Si se impu-
siera un tipo único de cambio
adecuado para estas dos últimas
exportac·iones, se encarecerían
demasiado los precios internos y
. se otorgarfan beneficios exagera-
dos a los productos pampeanos.
Sólo mejorando las serias defi-
ciencias estructurales antes
apuntadas (tarea indispensable
pero de largo plazo), las áreas
extrapampeanas podrán alcanzar
eficiencia similar a las pampe-
anas y llegar a no necesitar tipos
de cambio diferenciales.
En esencia, implantar ahora un
tipo único de cambio, como una
irrestricta libertad de comercio
-verdaderamente irrestricta pa-
ra unos pocos-, agudizaría la ya
injusta distribución del ingreso.
Repasando, por ejemplo, el dis-
curso del presidente de la So·
ciedad Rural Argentina, se en-
contrarán reiteradas menciones a
"la Argentina exportadora" y a
las exportaciones, pero ninguna
referencia a la política de ingre-
sos.a Para colmo, el único desti·
no destacable de las exporta-
ciones seria el pago irrestricto de
la deuda externa. Incrementando
sustancialmente las exporta·
11
cienes "nuestros acreedores nos
respetarán más", porque "adver-
tirán que podremos satisfacer
sus créditos con más facilidad" .
A más de ignorar la inmoralidad
de la improductiva deuda exter-
na, tal posición colisiona con la
pretensión ruralista de disminuir
impuestos. Cuantos más dólares
deba adquirir el gobierno para pa-
gar la deuda externa, más dinero
necesitará la Tesorería. Recorde-
mos que sólo pagar la mitad de
los intereses exigidos por dicha
deuda representa al estado una
suma igual a su déficit presu-
puestario.
Inconsistencia ideológica
En el mismo discurso.
Alchouron dice: "Siempre la So-
ciedad Rural Argentina defendió
con claridad y firmeza los princi·
pios de la libertad de comercio y
de empresa y de la limitación de
la injerencia del estado, especial-
mente como agente económico" .
La realidad no confirma tan ro-
tundo aserto; veamos algunos
ejemplos de épocas diversas.
En 1888 la Sociedad pedía que
el Ferrocarril Oeste (propiedad
del gobierno bonaerense) conti-
nuara su expansión para que
otras "empresas particulares no
ocupen la zona natural de su
ferrocarril , por su paralización'' ;
además quería que "se conserve
siempre en manos del gobierno y
se prohíba su enajenación o
arrendamiento" .9 Ya en nuestros
tiempos no solo aplaudió un plan
de apoyo a la ganadería patagón¡:
ca basado sobre subsidios a la
producción, sino que recomenda-
ba intensificarlo pues " constituía
12
una sensible ayuda" (La Nación,
23/1/81, pág. 10). En brusco retor-
no a la ortodoxia, poco después
alertaba sobre los perjuicios que
provocan "subsidios milagro-
sos", manifiestos o encubiertos,
que demostraron su poder
aberrante sobre la economía y la
producción argentinas (La Na-
ción, 31/7/81, pág. 4).
Con análoga ortodoxia, una
declaración sobre política leche-
ra pedía que el estado fomentara
una auténtica libertad de precios
(La Nación, 30/12/80, pág. 18). Pe-
ro un par de años antes el actuál
presidente, Dr. Alchouron -en-
tonces director-, destacaba la
oligopolización del mercado lác-
teo, nada excepcional pues "en
todos los países del mundo la
libre competencia en materia de
leche perjudica al productor" ...
Por ello "hasta las naciones más
liberales del mundo tienen nor-
mas reguladoras severlsimas".
(Dinámica Rural, abril 1978, pág.
27). Tiempo después, ya vicepre-
sidente, el mismo Dr. Alchouron
insistía en la oligopolización del
mercado lácteo (La Nación,
30/12/80, pág. 18). En definitiva
¿cuál es la posición institu-
cional?
Análoga inconsistencia se ad-
vierte al comparar la defensa a
ultranza de un mayor tipo de cam-
bio para incrementar el precio de
los granos, con olvido del eviden-
te escamoteo de divisas por parte
de los exportadores, que signifi-
ca un permanente y mayor despo-
jo para los agricultores. Se pide a
gritos -y con silbidos- un tipo
único de cambio que a mediados
de agosto implicaba encarecer el
dólar alrededor del 16 %. En el
supuesto de que tal incremento
fuera íntegramente transferido al
precio interno, no alcanzaría la
magnitud de las efectivas quitas
de precios reiteradamente denun-
ciadas por distintos medios, nun-
ca recogidas ni desmentidas por
la Sociedad Rural Argentina.
En 1984 la Junta Nacional de
Granos señaló -sin que nadie lo
negara- que el comercio privado
exportaba a precios siempre infe-
riores a los obtenidos por ella; las
diferencias oscilaban entre 6, 17
dól/ton (sorgo) hasta nada menos
que 132,42 dól/ton (arroz). En tér-
minos porcentuales los extremos
oscilaban entre 5 % y 47 % (soli-
citada en Clarín, 13/9/84, pág. 39).
Mientras la Federación Agraria
Argentina comentó y ratificó el
hecho (La Tierra, 27/9/84, pág. 12),
las demás entidades ignoraron
tan serio y flagrante despojo al
país y a los productores agrope-
cuarios. A la XVII Reunión Anual
de la Asociación Argentina de
Economla Agraria se presentó un
documentado estudio según el
cual las apropiaciones indebidas
de divisas por parte de los expor-
tadores de trigo -reales despo-
jos a la economla nacional- cre-
cieron desde 5, 1 % del precio en
1983 hasta 27,8 % en 1986.10
También en este caso solo hubo
silencio por parte de la ahora in-
dignada denunciante del "despo-
jo" estatal. ·
Las incongruencias no se limi-
tan a la Sociedad Rural Argenti-
na. Resulta contradictorio que
entidades representativas de pe-
queños y medianos productores
acompañen a otras cuyos intere-
ses son muy distintos y, por tan-
to, poco proclives a una más jus-
 El episodio de Palermo 13

ta distribución del ingreso. Des- debe a la recesión que disminuye

concierta, por ejemplo, que el fuertemente la demanda interna.
Frente Agrario Nacional, tras se- Dicha demanda marca ahora el
ñalar acertadamente que "a la compás de los precios, pues las
euforia de los productores de gra- exportaciones de carne vacuna
nos se contrapone la desazón de representan apenas el 10 % de la
los demás componentes del producción. Distinto resulta el ca-
agro", sume su voz a quienes pi- so de los granos, cuyo 60 % se
den tipo de cambio único, preci- exporta (como tales o como
samente el instrumento que exa- aceite).
cerbó -y exacerbará- esa de- Las producciones no pampe-
sarmonía. anas -excepto lana y algunas
frutas- se orientan fundamen-
Coyuntura talmente hacia el mercado inter-
no. Aunque una parte se exporte,
La situación actual del sector se lo hace para aliviar la oferta y
agropecuario refleja las dispari- requiere fomento especial por ca-
dades estructurales reseñadas: recer de precios internacional-
la región pampeana con un ingre- mente competitivos.
so medio global poco inferior al El cuadro adjunto muestra una
promedio decena! , y el resto del buena situación actual de los gra-
país con muy serio y prolongado nos. Durante el último año agríco-
deterioro.11 Entre los productos la su valor bruto real de produc-
pampeanos los granos resultaron ción por hectárea fue muy alto
muy favorecidos, mientras la ga- (casi igual al máximo de las últi-
nadería vacuna -si bien recupe- mas tres décadas) y compensó el
rada frente a ínfimos niveles pre- pobre resultado de las dos cam-
cedentes- no alcanza retribu - pañas anteriores. Cosechada
ci ón adec.uada . Tal disparidad se buena parte de los cultivos.

Valor bruto real de la producción de granos•

(m$n de 1960)

Años agricolas Total Por hectarea

(millones m$n) sembrada (m$n)

Prr;med 10 197516 1979i80 76.93 1 ') . 102

Promedio 198018 1·1984185 t.1~ . d06 "i. 264
Pro• neo 10 1985186· 1981!88 65 .050 5.072
1976; 77 (max 1mo en 30 ano::. • 106 505 o i ¿2
1985186 8.472 4.324
1986187 ' 4.256 4 60.)
1987 b8 · 02 421 6 'j 9 1

· Triqo . 11110. ma 1z. sorgo. so¡a y ·; 1raso1 Para caua ario y p roduc to ::, e te.m e, ia produ c
L•o n . 1a :o. uperf 1c 1e sembra d a y e1 precio du rante el mes prin c i p al d ,. cosecha 1d e flactado
po• e1 1nd1ce de precios mayori s tas no a grop e cuarios 1
1 uen te : Elabor aci ones pr o p ias . c o n .J ato s d f· ia S A .G y P y d e la Bol" a c1e Cer ea1e s de

fü, As
14

ocurrió el gran incremento de pre- No corresponde hablar de de-

cios provocado por la sequía nor- fensa del agro entero. La petición
teamericana. Ya no quedaban no mejorará la situación de los
granos finos (de cosecha estival) ganaderos dedicados a la produc-
en poder de los agricultores; po- ción de carne vacuna (con pre-
dían conservar granos gruesos cios que dependen del mercado
(de cosecha otoñal) quienes no interno) ni a los laneros (con zafra
tuvieran apremios financieros y ya vendida) y perjudicará sen-
contaran con capacidad de alma- siblemente a productores de
cenamiento. aves, huevos, cerdos y leche, que
Hubo aumentos verdaderamen- alimentan total o parcialmente
te espectaculares. Desde los res- sus animales con raciones in-
pectivos meses principales de tegradas por granos. Este último
cosecha hasta mediados de grupo, como el resto de los pro-
agosto, los precios reales (des- ductores agropecuarios -esen-
contada la inflación) subieror:i cialmente no pampeanos-, por
entre 34 % (soja) y 85 % (gira- depender del mercado interno no
sol). A más del comentado alto sólo no recibirán beneficios por
ingreso inicial, quienes pudieron un mayor tipo de cambio sino que
retener sus granos vieron inespe- sufrirán la menor demanda que la
rada y gratuitamente incrementa- disminución del salario real pro-
dos sus ya altos ingresos netos vocará.
en formidable proporción; mucho Se olvida la triste experiencia
más elevada que los incrementos del gobierno militar, cuya política
de precios , pues no existieron económica apuntó esencialmen-
costos adicionales. te a un tipo de cambio único. Sin
Pretender todavía más no pare- lograrlo totalmente, alcanzó para
ce razonable. La obstinada peti - provocar la extraordinaria crisis
ción de mayor precio por vía de de las áreas agropecuarias no
un cambio único sólo favorece en pampeanas, cuya producción
la actualidad a una reducida par- retrocedió a niweles de varios
te de fuertes agricultores capa- lustros atrás, con fortísimo en-
ces de retener la cosecha y a un deudamiento y alta desocupa-
sector del comercio de granos, ción.
aquél cuya posición como Para la próxima campaña la si-
comprador supere a sus compro- tuación no variará sustancial-
misos de venta. Tales inespera- mente, a menos que continuara
dos beneficios a una minoría no en forma más burda y exagerada
guardan relación con el sacrificio el encarecimiento de insumos
que se impone al grueso de la agropecuarios, provocados -co-
población, sometida a ínfimos sa- mo en la generalidad de los
larios que una depreciación mo- bienes- inmediatamente antes y
netaria rebajará más. Para ubicar después del denominado "plan
posiciones bastará señalar que el Primavera", en cuyo caso el
salario real del obrero industrial aumento de costos podría anular
cayó a casi la mitad del prome- el efecto de los mayores precios.
diado en 1973-75. La solución no residirá entonces
 El episodio de Palermo
en devaluar más, sino en frenar
ya la inflación y la especulación.
Se impone aquí la misma medici-
na que la Sociedad Rural preconi-
za cuando los asalariados piden
mayores retribuciones.
Conclusiones
• Un gobierno democrático
puede tomar resoluciones sin
consultar a las entidades repre-
sentativas de los distintos intere-
ses, pero si prefieré consultar, no
debe limitarse a los empresarios
olvidando a los obreros.
• Los hechos de Palermo, sus
prolegómenos y secuelas revelan
inconsistencias en el gobierno
que debilitan sus acciones y la
confiabilidad que deben merecer.
• Por tales inconsistencias, o
por falta de decisión política, el
gobierno no clarifica los funda-
mentos y objetivos de sus actos,
perjudicando la comprensión de
éstos.
• La generalidad de las institu-
ciones y. medios de comunica-
ción reaccionaron adecuadamen-
te frente a los antidemocráticos
hechos producidos durante el ac-
to inaugural de Palermo, y los
condenaron sin ambages.
• Ciertas instituciones y me-
dios intentaron disimular el agra-
vio a las autoridades constitu-
cionales e ignorar su esencia an-
tidemocrática, presentándolo co-
mo un simple enfrentamiento
entre grupos de espectadores.
• Las demandas de tipo de
cambio único no constituyen una
heroica defensa de la producción
agropecuaria y de la economía
nacional. Solo benefician ahora a
una parte de quienes produce·n o
15
comercializan granos. En el futu·
ro podrían beneficiarse los pro·
ductores de granos y lanas,
siempre y cuando no aumenten
abusivamente los precios de los
insumos. Ahora y después se per-
judicarán sensiblemente los con-
sumidores y el resto de la produc·
ción agropecuaria. Si fuera cierto
que las medidas oficiales impli-
can "un despojo a los producto-
res y a los consumidores", la pro-
puesta de las entidades aumenta·
ría el despojo a los consumidores
e incluiría en él a una buena parte
de los productores agrope·
cuarios.
• Lo antedicho no significa
apoyar las medidas del gobierno,
a las que no corresponde denomi-
nar "plan " . Por el contrario, se
pretende señalar una peligrosa
senda que al gobierno parece em·
peñado en labrar al desatender
los reclamos populares , y que
ciertos sectores se apresuran a
recorrer, a sabiendas o no de sus
efectos , pero con igualmente ne-
fasto resultado.
• No basta que instituciones y
técnicos definan posiciones fren-
te a este aspecto parcial de la
economía. El país exige progra-
mas agropecuarios integrales (no
exclusivamente pampeanos ni re-
feridos a unos pocos rubros), in·
sertos en un auténtico plan na·
cional de desarrollo. Ignorarlo
atenta contra la democracia en la
medida que mantiene o aumenta
una desigual distribución de
ingresos. Intentarlo abrirá un
amplio y fructlfero campo de ac:
ción para todas las entidades
representativas de la econom fa
nac ional.
16
Notas
1 I Extractado textualmente de La Na-
ción, 14/8/88, p. 18:
"Yo quiero comenzar por poner de re-
lieve esto que está sucediendo esta tarde
en la Sociedad Rural Argentina . Estas ma-
nifestaciones no se producen en tiempos
de dictadura, aunque parece que algunos
comportamientos no se consustancian
con la democracia porque es una actitud
fascista no escuchar al orador.
"No creo realmente que sean producto-
res agropecuarios los que tienen este
comportamiento, son los que muertos de
miedo se han quedado en silencio cuando
han venido acá a hablar en representa -
ción de la dictadura.
"Y son también los que se han equivo·
cado y han aplaudido a quienes han veni-
do a destruir la producción agraria argen-
tina, no son los productores agrope-
cuarios .
" Es la solución lo que queremos. Quere-
mos encontrarnos entre todos para termi-
nar con esos espectáculos que me aver-
güenzan, no como radical o como Raúl Al-
tonsín, sino como presidente de la Nación
Argentina."
2 1 Copia textual de La Nación , 1418188,
p. 1:
En una actitud inesperada, al concluir
la exposici ón presidencial, Alchouron to-
mó el micrófono nuevamente y dijo: " Se-
ñor Presidente, señores concurrentes, les
pido un minuto de silencio . Estoy orgullo-
so como argentino de haber podido discu-
tir en esta tribuna qué piensa cada argen-
tino, el que representa a la producción y el
presidente de la República. Esto, señores ,
es democracia . Estamos de acuerdo en
seguir el diálogo , pero no vamos jamás a
bajar la bandera de la producción. En eso
vamos a negociar cualquier cosa ".
Tomada al pie de la letra, la últ ima frase
contradice a la anterior. Debe interpretar-
se como un lapsus.
31 Tanto por las respectivas posiciones
como por las presencias y ausencias , re-
sulta muy jugoso el listado de entidades o
personas que opinaron . El listado siguien-
te fue extractado de La Naci ón, dlas 15 a
18 de agosto; el orden de las enumeración
corresponde a la fuente . Se omitieron las
personas o entidades cuya opinión se co-
menta en el articulo.
Opiniones condenatorias: Luis Brunati
(m inistro de Gobierno Bs . As .), Carlos Me-
nem (candidato presidencial PJ), Leopol-
do Moreau (Dip. Nac. UCR), UCR Comité
de la Cap. Fed ., Lucía Alberti (Dip . Nac.
UCR), Patric io Echegaray (secretario ad-
junto PC), Enrique Inda (secretario general
PSA), Ariel Dulevich Uzal (pres idente Parti-
do Federal , Bs. As .), Antonio Cafiero (go-
bernador Bs. As.), Juan Cavalieri (Dip.
Nac. UCR), Oraldo Britos (Sen . Nac. PJ ),
Jorge Altamira (dirigente PO), Carlos Fon-
te (presidente Movimiento de Unidad Ra-
dical), Guillermo Estévez Boero (Dip. Nac.
PSP) , José Domato (gobernador
Tucumán), UCEDE (firmado por su presi-
dente Alvaro Alsogaray), Rogelio Frigerio
(presidente MIO), Antonio Berhongaray y
Héctor Velázquez (senadores Nac . UCR),
CONINAGRO, Juan C. Lightowler Stahl·
berg (presidente Coordinadora de Activi -
dades Mercantiles), Cámara de Diputados
de la Nación , Sergio Montiel (presidente
UCR Entre Rlos), Mario Brodersohn (secre-
tario de Hacienda), dirigentes metropoli -
tanos UCR (Héctor Lapadú, José Luis Ca-
puto, Horacio Tolosa , Ricardo Marcos),
Confraternidad Socialista Argentina (li-
nea interna del PSD), Rafael Kohanoff
(presidente CGI), UCR de Avellaneda, Blo-
que de Concejales Metropolitanos UCR,
Juventud Radical Cap. Fed., David Expósi-
to (presidente Movimiento Unidad Centris-
ta, UCEDE).
Opiniones sin repudio: Benito Legeren
(presidente de CRA), Arturo Navarro (pre-
sidente CARBAP), Maria Julia Alsogaray y
Francisco Durañona y Vedia (diputados
nacionales UCEDE), Alvaro Alsogaray
(presidente UCEDE y Dip. Nac.), Movi-
miento Renovación Liberal (Adelina Dale·
sio de Viola, concejala ciudad Bs.As.), Fe-
deración Agraria Argentina , Concentra-
ción Demócrata, Héctor Siracusano (Dip.
Nac . UCEDE), Alberto Albamonte (Dip.
Nac. UCEDE), y Concejo Deliberante de la
Ciudad de Bs. As .
4 I Copia textual de La Naci ón , 1718188,
p. 22:
CORDOBA .· El gobernador de la provin-
cia y candidato presidencial del radicalis-
mo, Eduardo Angeloz, dijo al ser consulta-
do sobre el episodio ocurrido el sábado en
Palermo que "el país ofrece al mundo un
espectáculo que no merecían ni el propio
 El episodio de Palermo
país ni fundamentalmente las institu-
ciones que tanto costó recuperar " .
Recordó tambíén que "cuando alguna
vez nos equivocamos en la consideración
tributaria del agro, como en 1985, frente a
los reclamos del sector, dejamos sin efec-
to la primera cuota del impuesto inmobi-
liario rural ".
El mandatario cordobés agregó que
"además fuimos el primer gobierno de la
República que pudimos llegar a estable-
cer los créditos a valor producto ''.
(Nota : el subrayado no pertenece al ori-
ginal.)
5 I Extractado textualmente de La Na-
ción , 1818188, p. 24:
El ministro de Relaéiones Exteriores y
Culto calificó la silbatina como " una acti-
tud grotesca y grosera, tipica de una
chusma inaceptable para los argentinos,
que expresa la angustia de un sector inca -
paz, especulativo, inútil, adulador de dic-
tadores e inspirador de la tortura ".
Lo definió como " un sector que produjo
las desgracias de la Argentina, pero que
nunca tuvo prisiones, y ahora sabe que
está perdiendo y que, sin lugar a dudas,
se deberá retirar del poder. Se enojan por-
que le estamos sacando el poder a los que
en gran parte son responsables del atraso
nacional y estamos "luchando contra los
agentes de la dependencia " , expresó el
ministro al efectuar un análisis de estos
años de gestión radical en el Gobierno.
" Tan mal no debe estar la cosa -preci-
só- para que se pongan nerviosos los
que aplaudieron a Vide/a ."
Tras calificar de irracional la silbatina
de Pa/ermo, dijo que " estamos producien-
do grandes y profundas transformaciones
en la sociedad, y llegamos a un punto en
el cual luchamos en serio por la indepen-
dencia nacional, y eso es lo que molestó a
la Rural " .
En sus nuevas declaraciones (por Radio
El Mundo), Caputo reiteró la dureza de sus
manifestaciones al decir que "hay una
chusma privilegiada que tiene terror a tra-
bajar y producir " .
Pero luego afirmó que " sería un grave
error creer por hechos como los del.sába-
do que el agro no representa un sector
transformador de la Argentina ".
" Sucede, en cambio -dijo después-
que hay un grupo que nada tiene que ver
17
con el agro que, como dice Raúl Alfonsln,
tiene su casco de estancia en Avenida del
Libertador.
" Mí crítica -aclaró- va dirigida a ese
grupo , que no tiene nada que ver con la
producción, pero si con la especulación."
También afirmó que " son incapaces de
producir, le temen brutalmente al capita-
lismo y no tienen la audacia que significa
la producción y la eficiencia".
Al volver sobre los sucesos de Palermo,
expresó que fue "un hecho polftico, mino-
ritario, grave, que debe ser denunciado
como un peligro en el pals, pero que al
mismo tiempo hay que separarlo clara-
mente de ese dilema falso de campo-in-
dustria .
6 I Copia textual de La Nación, 1918/88,
p. 15:
" Hace veinte dias se abrieron esas mis-
mas puertas al señor intendente de la
ciudad de Buenos Aires, a los presidentes
de las máximas organizaciones empresa -
rias representativas del comercio y la in-
dustria y al titular de nuestra entidad. Se
quiso de esa manera conjugar simbólica-
mente la producción del campo con las de
la industria , el comercio y los servicios .
" La muestra fue visitada por dos millo-
nes de personas , que se compenetraron
de los adelantos obtenidos en la produc-
ción agropecuaria, gracias al trabajo fe-
cundo de los hombres de campo y de los
progresos alcanzados por la agroin-
dustria y /os nuevos sistemas producti-
vos, de comunicaciones y comercializa-
ción , también expuestos .
" Concurrieron y transitaron las calles y
locales del predio palermitano, los tres
candidatos a presidente de la República,
recientemente proclamados, embajado-
res, delegaciones de países extranjeros ,
gobernadores, ministros, secretarios y de-
más funcionarios nacionales , provin-
ciales y municipales; empresarios, artesa-
nos y obreros; representantes de la cu/tu·
ra y las universidades, docentes y estu-
diantes de todos los niveles; jubilados;
amas de casa; representantes del clero y
de las Fuerzas Armadas; magistrados· le-
gisladores y, por cierto, niños , mujer~s y
hombres del interior y de nuestro campo.
" Como es tradicional en el ámbito de la
Sociedad Rural Argentina, estas personas
integrantes del país total se congregaron
en el predio sin que se registraran inciden-
tes ni desmanes de ningún tipo .
" Sin embargo, el sábado 13, durante el
18
acto inaugural, colmadas por ese mismo
público las tribunas del predio ferial, al
cual se accede sin reservas, ocurrieron
los hechos no habituales que registran las
crónicas periodfsticas de estos dfas.
Concretamente, censuramos que grupos
políticos antagónicos ubicados estratégi-
camente, comenzaron con abucheos, in-
sultos y forcejeos que se produjeron an-
tes y durante el ingreso def señor Presi-
dente de la Nación y del Secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca.
"Estos condenables excesos crearon
un clima de violencia que es totalmente
ajeno e inédito en las centenarias exposi-
ciones de nuestra entidad. Va de suyo que
tales actitudes no fueron animadas ni
compartidas por la Sociedad Rural Argen·
tina. Es obvia también la imposibilidad de
identificar a los autores materiales y me·
nos á ún, si los hubo, a los instigadores 'de
lo ocurrido.
Advertimos, como todos los presentes
en aquel acto, que, desde la tribuna de
nuestros socios, personas que evidente-
mPnte por sus gritos y actitudes no se
identificaron como tales, profirieron una
serie de improperios al presidente de
nuestra entidad en el preciso momento en
que con su discurso iniciaba el acto.
"Esta actitud agraviante generó reac-
ciones imprevistas de parte del público.
"Repudiamos estos excesos que no de-
ben confundirse con el legítimo derecho
que tienen los distintos sectores de mani-
festar su apoyo o sus críticas a medidas
de gobierno.
"Debemos lamentar que la confusión
creada por tales hechos dificultó poste-
riormente a la crftica detenerse en el aná-
lisis de los discursos pronunciados y en
sus propuestas ansiosamente esperadas.
"Para no contribuir a dicha confusión
preferimos no salir al cruce de manifesta-
ciones de todo tipo con declaraciones, a
la espera de que el sólo transcurso del
tiempo prudencial, que estimamos
cumplido, impusiera la ponderación y ob-
jetividad en la evaluación de todo lo
ocurrido y de las actitudes por cada uno
asumidas en el transcurso del acto de re-
ferencia .
"Nos brindamos a ese propósito."
7 I Una exposición más detallada y fun-
damentada puede verse en: H. Giberti:
"Las dos argentinas agropecuarias, en
Realidad Económica nº 60-61 , 5° y 6° bi-
mestre de 1984, p. 29-48.
8 I Exactamente: 7 referencias directas
y 7 ind irectas a las exportaciones, y nin-
guna referencia a política df! ingresos, sa-
larios o temas afines.
9 I Anales de la Sociedad Rural Argenti-
na, año 1888, p. 489 (citado según J. Sch-
varzer: Empresas públicas y desarrollo in-
dustrial en Argentina, CISEA, Bs. As .,
1979, p. 7).
10 I Carlos A. Rossi, Carlos A. León y
Horacio Cocchi: " Subvaluación de los gra-
nos argentinos", en: Realidad Económica,
n ° 76, 3er. bimestre de 1987, p. 32-53.
11 I ldem nota 7.