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¡SÍ SE PUDO!

: CAJAMARCA LE DIJO NO A LA
MINERÍA EN SU TERRITORIO
26 mar. 2017Con
esta frase y luego de una jornada pasada por lluvia y varios contratiempos,
los cajamarcunos celebran a esta hora haber ganado la Consulta Popular, con un
rotundo no de 6165 votos y con 100% de las mesas escrutadas, este municipio del
Tolima dice no a la mineria.
En medio de gritos y aplausos el pueblo de Cajamarca se reúne a esta hora en la sede del
Comité promotor de la Consulta Popular para escuchar de manera conjunta los resultados
de las mesas escrutadas por la Registraduría. Le puede interesar: Consulta Popular en
Cajamarca pondría fin a La Colosa

En comunicación con Contagio Radio y en medio de una desbordante alegría, integrantes


del Comité promotor manifestaron “el no ha ganado”. En contexto: Así va la Consulta
Popular en Cajamarca

Esta era la pregunta por la que debían votar sí o no los pobladores de Cajamarca: ¿Está
de acuerdo sí o no con que en el municipio de Cajamarca se ejecuten proyectos y

actividades mineras?
La Colosa, proyecto de minería a cielo abierto de lixiviación con
cianuro

Renzo García Parra, ragarcia@ut.edu.co, Enero 24 de 2011, Este artículo ha sido consultado 5239 veces

La Colosa es el proyecto de minería a cielo abierto de lixiviación con cianuro que la multinacional
sudafricana AngloGold Ashanti propone explotar en las estribaciones de la cordillera Central de
Colombia. Se encuentra ubicado en el municipio de Cajamarca-Tolima, Veredas La Luisa y La
Paloma. En la parte alta de la cuenca mayor del río Coello. En áreas de la reserva central forestal de
Colombia, región geográfica destinada exclusivamente al establecimiento o mantenimiento y
utilización racional de áreas forestales productoras, protectoras o productoras-protectoras. Esta es
una zona de alto valor ambiental para el sostenimiento de procesos naturales, sociales, económicos,
ecológicos y culturales.<br />

Realidad del proyecto en su fase de explotación

La cantidad de oro presente en La Colosa es alrededor de 1 gramo por tonelada de roca. Para su
explotación habrá que construir canteras a cielo abierto que pueden tener 1 km de diámetro y 600m
de profundidad, hacer tala rasa del bosque, remover el suelo en sus tres horizontes fundamentales
(A, B y C), fracturar-pulverizar la roca a través de sistemáticas explosiones y utilizar grandes
cantidades de agua con cianuro para poder extraer el oro diseminado de la roca.
Con este tipo de acciones se acaba para siempre la riqueza biodiversa de flora y fauna del sitio de
explotación y se altera significativamente la de zonas cercanas. No sólo se contamina el agua con
cianuro y metales pesados, sino que se destruye su ciclo, la capacidad de acumulación, todo el
proceso de infiltración de aguas subterráneas y escorrentía, dado que se acaba con los bosques y se
plastifican miles de hectáreas. Los aspectos más graves de la degradación ambiental de este tipo de
proyectos son: pérdida de biodiversidad y coberturas vegetales (destrucción de nichos ecológicos);
contaminación de suelos, agua y aire; daños a la calidad y disponibilidad del agua y calentamiento
del planeta.
El cianuro utilizado para la extracción del oro y el drenaje ácido de la mina que se genera en estos
megaproyectos pueden terminar contaminando las fuentes hídricas de la región, específicamente los
ríos Bermellón y Coello, afectando con ello, los acueductos de Cajamarca, Ibagué, Coello, Espinal,
San Luís, Chicoral y el Sistema de Riego de Usocoello, el cual cuenta con una extensión total de
63.200 hectáreas y una estructura de riego para 25.624 hectáreas, servidas por una red de 388
kilómetros de canales que beneficia a más de 2.400 familias, y también a la infraestructura
productiva indispensable para las labores agrícolas del Plan del Tolima y la Seguridad Alimentaría de
todos los colombianos. Según informe técnico de la Procuraduría General de Nación, 161 fuentes
hídricas corren riesgo de desaparecer por la actividad minera.

El marco geográfico de la Colosa es la llamada estrella hídrica del


Tolima, una zona de 160 nacientes de agua, y la cuenca del río
Coello, así como los ecosistemas que los sustentan: páramos,
bosques de niebla y zonas forestales protectoras y productoras
Irregularidades

El día 29 de abril del año 2009, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, profirió la
Resolución 0785 de 2009, por medio de la cual formula pliego de cargos a la empresa por la
presunta infracción de la normatividad ambiental vigente, en el sentido de haber realizado
actividades en la Reserva Central Forestal, según lo declara la Ley 2ª de 1959, sin que se realizara
la correspondiente sustracción del área, conforme a lo ordenado en el artículo 210 del Decreto 2811
de diciembre 18 de 1974. Ya han pasado más de 15 meses y el Ministerio no ha definido nada al
respecto. Sin embargo, el 4 de mayo de 2009 (2 días hábiles después de emitir la resolución 0785 de
2009), expidió la Resolución Nº 0814 de 2009, en la que ordena efectuar la sustracción parcial y
temporal de 6.39 hectáreas de la Reserva para adelantar los estudios y demás actividades
relacionadas con la fase de exploración minera, de acuerdo con lo definido en el Código de Minas
Ley 685 de 2001. Es decir, el Ministerio legaliza la ilegalidad.
Otra de las razones por las cuales la multinacional sudafricana no podía haber adelantado obras de
exploración minera en esta región se sustenta en el hecho que el Plan de Ordenamiento de la
Cuenca Mayor del Río Coello (POMCA) y el Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) del
Municipio de Cajamarca, no contemplan la vocación minera dentro de los usos del suelo.
La Procuraduría General de Nación, en comunicación directa a la Directora de Ecosistemas del
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 21 de noviembre de 2008, hace petición de
negar la solicitud de sustracción del área de reserva forestal, dado que los problemas ambientales
serán de gran magnitud y en algunos casos irreversibles. Igualmente, la Contraloría Departamental
del Tolima, la Personería Municipal de Ibagué y la Corporación Autónoma Regional del Tolima, han
emitido conceptos negativos a este proyecto.

¿Por qué adoptar lo que otros rechazan?

Mientras en muchas partes del mundo se prohíbe la minería de lixiviación con cianuro, algunos
dirigentes gremiales, políticos y sociales del Tolima nos llaman a que aceptemos semejante
esperpento. Una cosa es que semejante locura la propongan los funcionarios de la empresa, por eso
les pagan, así digan mentiras, ese es su trabajo. Lo inverosímil es que existan líderes regionales que
quieran conducirnos a semejante adefesio. A estos “amigos” hay que recordarles que el cianuro se
encuentra prohibido en muchos lugares del mundo. Seguramente si lo prohíben es porque no es muy
bueno. Es más, el Banco Mundial, en octubre del 2002, cuestionó el uso del cianuro para la
actividad minera, dada la gran cantidad de accidentes ambientales desastrosos producidos en
menos de una década.
Para no dejar campo a las especulaciones, es importante señalar algunos lugares del mundo en
donde actualmente se encuentra prohibida y regulada la minería de lixiviación con cianuro:

país minas
Colorado, está prohibido su uso en los condados de
Estados Unidos Summit, Conejos, Costilla, Gilpin y Gunnison

Montana Por intermedio de una iniciativa ciudadana,


Canadá en 1998, se prohibió el uso de cianuro en minas de
oro y plata a cielo abierto

A través de la Decisión 1997/2311, el Consejo de


Turquía Estado de Turquía decidió no permitir la producción
de oro a través del proceso de lixiviación de cianuro

El senado checo y su parlamento prohibieron la


República Checa producción de oro mediante el proceso de lixiviación
con cianuro (Ley Minera de 1991, artículo 30

En el año 2002 se emitió un decreto que prohíbe la


Alemania
minería de lixiviación con cianuro

En las provincias: Chubut, Río Negro, Tucumán ,


Mendoza, La Pampa, Córdoba y San Luis se ha
Argentina
prohibido la utilización de cianuro en los procesos de
recuperación de metales

En el año 2002 este país centroamericano dictó una


Costa Rica moratoria con relación a minas a cielo abierto que
utilizan cianuro

A través de la Directiva 2006/21/EC estableció una


Unión Europea serie de requisitos para los procesos extractivos que
limitan el uso del cianuro.

La pregunta es ¿Por qué lo que es bueno, legal, técnica, ambiental y económicamente para estos
países, es malo para nosotros? El gobierno y nuestros dirigentes nos podrán pedir que hagamos
muchas cosas, menos que dejemos a un lado el sentido de realidad y el sentido común.

Promedios estimados de agua, cianuro y


Promedios mundiales utilización agua,
explosivos en La Colosa, por 50.000
cianuro y explosivos en la minería
toneladas de roca

Agua promedio por Tn de roca en lixiviación = Agua: 50.000 m3 diarios. (2.083.333 litros de
1 m3/seg agua/hora)

Explosivos Promedio por Tn de roca en


Explosivos: 20.000 Tn diarias.
fragmentación = 2.5 Kg.

Cianuro de sodio = 50 ppm / m3 agua Cianuro de Sodio: 2.5 Tn diarias.

Finalmente hay que plantear que la crisis ecológica no nos permite demasiadas alternativas en
relación sobre que cosas hay que escoger. Aunque hay tecnologías modernas que pueden mitigar el
impacto, no hay manera de hacer minería limpia, verde, sostenible. Según la Agencia de Protección
Ambiental del gobierno norteamericano, EPA, por sus siglas en inglés, “la industria minera es una de
las primeras causas de contaminación de cursos de agua en Estados Unidos”. El Informe sobre el
Estado del Mundo del Instituto World Watch (2004) plantea que la minería es responsable del 40%
de las emisiones de gases tóxicos a la atmósfera (142 millones de toneladas de dióxido de
sulfuro/año. La Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, FAO, con
ocasión al Año Internacional de las Montañas plantea que: “la minería y el tratamiento de los
minerales y los metales pueden producir desastrosas consecuencias ambientales tanto en las zonas
montañosas como en las tierras bajas. Es más, como los ecosistemas montañosos son tan frágiles,
su degradación puede ser difícil y a menudo imposible de corregir.

Acciones logradas hasta el momento: Si a la


Vida, no a la mina

El inconformismo frente al proyecto minero de La Colosa y contra todos los proyectos de minería a
cielo abierto de lixiviación con cianuro que se proponen implementar en el país, ha venido tomando
cuerpo de diferente manera. Al comienzo de este proceso, ECOTIERRA era la única organización
social del departamento del Tolima que lideraba esta resistencia. Sin embargo, al día de hoy ya
encontramos diferentes agrupaciones sociales comprometidas con la defensa de la vida en todas
sus manifestaciones, entre ellas: el Observatorio Social y Ambiental, Conciencia Campesina,
Conciencia Ambiental y La Red Ambiental y Cultural “La Reversa”. En el nivel Nacional, algunas de
estas organizaciones se encuentran articuladas a la Red nacional contra la megamineria
trasnacional. En el escenario del ciberespacio, en especial, el de las redes sociales, encontramos
más de 7 grupos de facebook en contra de este tipo de proyectos, entre los que se encuentran:
“Todos en contra de la explotación minera en Salento”, con 11.000 miembros; “Por la defensa de la
vida, no a la mina de oro Cajamarca-Tolima”, con 9.500 miembros y “20.000 firmas contra Anglo
Gold Ashanti y su proyecto minero de La Colosa”, con 7.200 miembros.
Para poder avanzar en la tarea de detener este tipo de proyectos cultores de muerte y
desigualdades, las diferentes organizaciones sociales que promueven este tipo de iniciativas han
desarrollado jornadas de movilización, marchas de resistencia, tomas culturales, barriadas
informativas puerta a puerta, visitas a los colegios, foros académicos, asambleas, conversatorios
ciudadanos, etc. Las acciones son estructuradas desde la perspectiva de motivar u sensibilizar al
mayor número de personas, sin importar sus convicciones políticas-partidarias u religiosas. La idea
es integrar la mayor cantidad de ciudadanos en esta lucha por la defensa de nuestro patrimonio
natural y cultural, en jornadas de trabajo que se encuentren mediadas por la creatividad, alegría,
dinamismo, a través del arte, cultura y recreación. Hemos aprendido que la única posibilidad que
tenemos para detener La Colosa, se encuentra en la capacidad que tengamos para superar las
visiones sectarias, dogmáticas y excluyentes. Entendimos que el reto es aprender a trabajar en
colectivo y superar de la mejor manera (positivamente) las diferencias que vayamos encontrando en
el camino, desde el principio de generar unidad en medio de la diversidad.

Pensar y actuar distinto

En la idea de superar las acciones-mentalidades reactivas y de oposición, hemos comenzado a


proponer alternativas de cambio sobre las problemáticas que nos aquejan, en especial, la del
barbarismo ecológico y social que impone la minería a cielo abierto. Es desde este marco de ideas
que tratamos de aprovechar al máximo las ventajas comparativas y proponemos aprovechar el
mayor número de potencialidades-oportunidades que podamos tener en nuestros territorios. Para
citar un ejemplo del potencial que tenemos, es importante reconocer que Colombia, en términos
biológicos, es uno de los países más ricos del planeta, somos una región que en términos
ecoturísticos puede tener un alto potencial económico-social. Un artículo de primera página del diario
The Wall Street Journal, 25 de junio de 2009, resalta la importancia del incremento del turismo de
avistamiento de aves en Colombia. ¿Qué tal que en lugar de pensar en acabar con nuestros
ecosistemas y por ende con su biodiversidad asociada, aprovechamos el alto endemismo y
concentración de especies de aves que tenemos?. Cajamarca-Tolima es despensa agrícola para
Colombia, ¿por qué en lugar de resquebrajar este importante capital social y cultural, lo potenciamos
y ponemos en función de fortalecer la soberanía, seguridad y autonomía alimentaria de todos los
colombianos, con el objetivo de superar el hambre y desnutrición que padecen millones de
personas?. Estas son algunas ideas de lo que podemos realizar a partir de pensar por cuenta
propia, aprovechando todas nuestras potencialidades sociales, territoriales y naturales.
Pedimos-Exigimos al Estado Colombiano: Garantizar la efectividad de los principios y fines
previstos en la Constitución, la Ley y los Tratados Internacionales. Prevenir, impedir o evitar
la ocurrencia de hechos que atenten contra la diversidad humana y natural. Proteger y
conservar las áreas de especial importancia ecológica para los colombianos y el mundo
entero.
Publicado en Enero 24 de 2011

Cajamarca, el pueblo de Colombia que le dijo


no a la explotación minera
RedacciónBBC Mundo

 27 marzo 2017
 De las 6.241 personas que votaron para decidir si aceptaban o no el desarrollo de un proyecto minero en su municipio,
sólo 76 dijeron que sí. Un abrumador 97,92%, -6.165 habitantes de Cajamarca, en el central departamento colombiano
del Tolima-, dijeron que no.
Fue así como este domingo rechazaron, mediante consulta popular, que la minera global de origen sudafricano AngloGold
Ashanti (AGA) lleve adelante su proyecto de extracción de oro a cielo abierto llamado La Colosa.
El pueblo, según los reportes de prensa, estalló en celebraciones al conocer los resultados.

Volvió a hablarse del triunfo de David contra Goliat, como BBC Mundo había señalado en 2013, cuando otro municipio del
Tolima, Piedras (vecino de Cajamarca), también le dijo que no al proyecto minero de AGA.
 Piedras: el pueblo colombiano que no quiere oro
Sin embargo, hay una diferencia importante: en 2013, las ciudades y los municipios no podían prohibir la minería en sus
territorios, pues la regulación del uso del subsuelo era considerado de competencia del gobierno central.

Vinculante

Ahora, según una ley de 2015, las consultas populares son vinculantes y sus resultados deben implementarse.
En un comunicado publicado en el sitio web de su filial en Colombia, AGA reconoció la derrota, que da por tierra con el
proyecto de la que podría haber sido la más grande mina de oro de Sudamérica.

Dijo que es respetuosa de los mecanismos de participación ciudadana y de sus resultados y que ahora analizará las
consecuencias y el impacto que tiene el voto popular del domingo sobre el proyecto.

La compañía agregó: "Lamentamos que por cuenta de un debate mal planteado sobre la minería en Colombia, se ponga en
riesgo que el país y la región reciban los beneficios de la minería bien hecha y responsable".
Para los cerca de 20.000 habitantes de Cajamarca la decisión está tomada: no quieren minería en su territorio, en el que optaron
por privilegiar la vocación agrícola del municipio, al que llaman "la despensa agrícola de Colombia".
El asunto es que mientras el nivel local tiene poder decisión sobre el suelo, en Colombia el subsuelo está bajo competencia del
gobierno.
Por lo tanto, dijo el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, en diálogo con la emisora RCN La Radio, en caso de que
procedimientos administrativos como el otorgamiento de una licencia ambiental le den el visto bueno a AGA, la tensión entre
las competencias local y nacional deba ser resulta por las cortes o el Congreso.

El 26 de febrero pasado el municipio de Cabrera, en el departamento de Cundinamarca, rechazó en consulta popular las
actividades mineras e hidroeléctricas. Y se espera para este año una consulta en el municipio de Cumaral (departamento oriental
del Meta), sobre explotación petrolera.
Para Colombia sigue abierto el debate, que seguramente se repetirá en otros municipios del país, frente a otros
casos: ¿privilegiar la conservación o privilegiar el incentivo económico de proyectos de minería y energía fósil?

Cajamarca: ¿el punto de quiebre para la


minería?
El veto de este municipio del Tolima a la extracción de oro por parte de Anglo Gold Ashanti tiene
felices a los ambientalistas y a muchos colombianos, pero con los pelos de punta al gobierno y a las
demás empresas. SEMANA explica qué puede pasar.

La minería a nivel mundial tiene adeptos y detractores. Los primeros señalan que ésta crea empleo,
trae inversión al país y, en el caso colombiano, protege los terriotios de la ilegalidad, mientras que los
segundos afirman que se crean daños irreparables a los recursos naturales. Sin embargo, los
resultados a favor del No a la extracción de oro en Cajamarca fueron tan avasalladores (con más del
97 por ciento de la votación), y las celebraciones de líderes políticos, ambientalistas y muchos
colombianos fueron tan entusiastas que hoy muchos se preguntan no sólo que motivó tal movimiento
sino si este será un punto de quiebre para el ejercicio de la minería en Colombia.

Lo primero que hay que decir es que, además del factor ambiental, existe otro elemento clave del
debate: el poder de las regiones. Irónicamente, pese a que esta actividad se realiza en los
municipios, por muchos años éstos han sido relegados a un segundo plano en las decisiones
esenciales sobre la extracción de sus recursos naturales.

En parte, ese ‘olvido’ se matizaba en el pasado con las regalías, millones de pesos que entraban a las
arcas municipales cada año en compensación por la actividad extractiva. Sin embargo, cuando el
gobierno Santos cambió el esquema de repartición de esos recursos, con la famosa teoría de que
había que esparcir la mermelada en todo el pan, los municipios mineros se quedaron sin el dinero,
pero no menguaron los impactos que esa actividad produce en el territorio.

Esta situación inclina considerablemente la balanza, pues quienen votan en las consultas son
precisamente los habitantes de las lugares en las que se realizan las extracciones. En el caso de
Cajamarca, el municipio tiene una vocación agrícola y muchos de sus habitantes creen que esa
actividad estaría en riesgo. Los resultados habrían sido totalmente opuestos si la consulta se hubiera
realizado en Vetas y California, los dos pueblos de Santurbán que llevan en la minería desde la
colonia y no han conocido otra actividad. Sin embargo, aún en ese caso, por mucho que una
explotación minera sea ambientalmente sostenible o que cumpla con los parámetros de reforestación
y manejo del agua, dificilmente podrá ser aceptada por una comunidad si se piensa como una
imposición realizada desde Bogotá.
Al respecto, durante muchos años se entendió que en virtud del artículo 332 de la Constitución es la
Nación y no las entidades territoriales la compentente para adoptar las decisiones más importantes
en relación con la determinación de los sitios en los cuales podría llevarse a cabo la minería. En virtud
de ello, el artículo 37 del Código de Minas señalaba expresamente que ninguna autoridad regional,
seccional o local podrá establecer zonas del territorio que queden permanente o transitoriamente
excluidas de la minería, mientras que el Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018 permitía al sector
central determinar zonas de reservas mineras estratégicas para la Nación.

Sin embargo, en los últimos años la Corte Constitucional revirtió esta tendencia, señalando que las
entidades territoriales y las comunidades locales también tienen competencia para adoptar decisiones
sobre los proyectos de minería que se lleven a cabo en sus territorios.

La Sentencia C-035 de 2016 declaró exequible la norma del Plan Nacional de Desarrollo que permitía
al sector central crear zonas de reservas mineras estratégicas para la Nación en el entendido que
deberá concertarse con las autoridades locales de los municipios. Por su parte, la Sentencia C-273 de
2016 fue mucho más allá y declaró inexequible el artículo 37 del Código de Minas que señalaba
expresamente que ninguna autoridad regional, seccional o local podrá establecer zonas del territorio
que queden permanente o transitoriamente excluidas de la minería.

Estas decisiones han sido los detonantes para que se inicien procesos de consulta en muchas partes
de Colombia para determinar si las comunidades desean o no que se exploten recursos naturales en
sus territorios. Tras décadas de exclusión, las comunidades tienen por primera vez voz para
pronunciarse. Asimismo, por cuenta de la reforma a la ley de regalías, esta situación también ha
creado la falsa idea de que todas las garancias económicas también se trasladan a la capital,
desconociéndose que las entidades territoriales reciben millones de dólares en tributos derivados de
la minería. Solo que ahora también reciben los municipios que no tienen esa actividad.

Sin embargo, en época de campañas políticas es mucho más rentable un discurso regionalista que
uno técnico. Especialmente con las elecciones del Congreso y la Presidencia a la vuelta de la esquina.
En este escenario, en el próximo año las consultas populares mineras podrían convertirse en
combustible para las campañas. Así, se anticipa que en muchas regiones habrá una mezcla de
política con decisiones técnicas trascendentales para el futuro de los municipios.

Las diferencias entre el Gobierno y las regiones son cada vez más profundas. La falta de consenso es
evidente en las urnas, donde vienen ganando los argumentos en favor del No y se alistan en una
decena de departamentos consultas que pretenden frenar proyectos en diferentes frentes. En
Ibagué, un viraje de última hora, obligó a reformular la pregunta de la consulta que busca frenar la
megaminería a cielo abierto. En Cumaral (Meta) sus habitantes se alistan para decidir si aprueban o
no la explotación de hidrocarburos en su territorio. Hace pocas semanas, en Cabrera (Cundinamarca)
la comunidad dijo No al proyecto hidroeléctrico en Sumapaz con el que EMGESA pretendía desarrollar
minicentrales en su territorio.

“La Ley no prevé el poder de veto de los municipios. Sé que hay acciones de tutela que han dado
esta impresión, pero las facultades legales se crean en la Ley no en los fallos”, indicó el Ministro de
Minas, Germán Arce, quien ha sido muy crítico de la interpretación y el alcance de las decisiones de
las altas cortes. El Ministro insiste que la Constitución le otorga una facultad de “paternidad
responsable” a la Nación al darle facultades para administrar los recursos naturales y el subsuelo; y le
entregó la facultad a los municipios y autoridades locales para ordenar el territorio.
Puede leer: Alcaldes sí podrán vetar la minería

Para el Ministro Arce, la consulta de Cajamarca no solamente pone en riesgo la exploración que
adelanta la multinacional Anglo Gold Ashanti con miras a la extracción de oro en La Colosa, sino que
una interpretación literal de la pregunta también tendría como efecto el fin de extracción de
materiales de construcción y cualquier otra actividad de extracción. “Una decisión de carácter político
no tiene una aplicación automática, se tendrá que incorporar en los instrumentos de carácter legal
que se desarrollan en el territorio. Este es un proceso que empieza con la manifestación de la
comunidad, respetable desde todo punto de vista, pero requerirá una disposición de orden legal”,
indicó Arce.

Por todo lo anterior, se require un proyecto de Ley que establezca las reglas para una coordinación
entre Nación y región con el fin de evitar las consecuencias de una locomotora del desarrollo
frenada. Santiago Ángel, director de la Agencia Colombiana de Minería, aseguró que la opción de
recurrir a las consultas está cogiendo fuerza, lo que implica que en materia de inversión habrá un
nuevo elemento para tener en cuenta. “La voluntad popular buscará expresarse en todas las materias
que tengan interés en los temas municipales. Esto es un debate preocupante, ahonda nuestros
mensajes de inseguridad jurídica que hemos venido mandando”, indicó.

Para Ángel, se están mandando señales de inversión que generan un “sinsabor” muy grande, donde
será el Congreso el que defina cómo se hace ese mecanismo de coordinación frente a competencias
nacionales y territoriales.

Le recomendamos: La Corte Constitucional versus los empresarios

"Dada la magnitud de lo que se vive en las consultas populares hay un interés de regular el tema. El
gobierno ha venido trabajando en un proyecto, me imagino que los legisladores también y creo que
es momento que nos sentemos a trabajar en una propuesta que busque armonizar dos competencias
los territoriales y nacionales", indicó.

Los argumentos para el otro lado también son poderosos. El director de Dejusticia, Cesar Rodriguez,
contrario a lo que dijoel ministro Arce, afirmó que el resultado de la consulta en Cajamarca es
obligatorio y aplica a títulos de Anglo Gold porque aún no tienen licencia ambiental. El ex ministro
Manuel Rodríguez aseguró además que “para construir la paz desde los territorios el gobierno deben
respetar las decisiones que tomen las comunidades sobre su destino”.

El tema ambiental tiene un enorme peso. Para nadie es un secreto que la minería, aún bien
manejada, deja un impacto irreversible en el territorio. Si a eso se suma que durante años en
Colombia existió lo que se conoce como una “piñata de titulos mineros” la situación es aún más
preocupante. Cuando el debate por Santurbán comenzó, la Procuraduría alertó que 108.000
hectáreas de páramo habrían sido objeto ya de 391 títulos mineros, al igual que otros ecosistemas
estratégicos, como humedales y reservas forestales. Aunque el gobierno ha intentado poner un
tatequieto a esa situación, por ejemplo delimitando los páramos, lo cierto es que la falta de claridad
ha creado un limbo jurídico en ese aspecto.

El debate que se ha creado por cuenta de sí la consulta es vinculante o no es otra demostración de


ese limbo, que de no tener respuestas claras, le hará mucho daño al país.
Cajamarca, el pueblo que prendió la mecha de las
consultas populares
Medio Ambiente

3 Dic 2017 - 2:00 PM

Maria Paula Rubiano

Sin duda, los integrantes del Comité Promotor de la Consulta Popular de Cajamarca, Tolima,
fueron la cara más visible de la oleada de consultas populares se tomó al país. ¿Quiénes son estos
pioneros del movimiento popular que se opone a la explotación minera y petrolera?

Los rumores de que una empresa minera quería hundirse en las entrañas de Tolima para sacar oro
empezaron a escucharse hace una década. Un año más tarde, el entonces presidente Álvaro
Uribe confirmó esos susurros: reveló que en Cajamarca, Tolima, la empresa Anglo Gold
Ashanti había descubierta una de las diez minas de oro más grandes del mundo. La Colosa, el
nombre de la mina, daba cuenta de esa magnitud.
De inmediato, profesores y estudiantes de la Universidad del Tolima, campesinos y comerciantes
empezaron a hacerse preguntas sobre el proyecto que, según las promesas del gobierno, sería el
gran trampolín económico de la región. Así, buscando respuestas que nadie quería darles, nació
el Comité Ambiental en Defensa de la Vida.
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Entre esos primeros curiosos estaba un biólogo llamado Renzo Alexander García, quien cuenta que
“tras mucho indagar e investigar, fuimos viendo que la extracción iba a ser de un oro diseminado,
es decir, un gramo de oro por tonelada de roca, y que para hacerlo debían usar cianuro, un químico
muy contaminante”. Para la comunidad, la balanza fue inclinándose en contra de las ambiciones del
gobierno central y de la empresa minera. Para ellos, pelear era “una obligación ética y moral con la
gente, pero además con las generaciones futuras”.

Por esos años, los “amigos del terrorismo” y los “guerrilleros vestido de civil” eran parte del
discurso oficial del gobierno Uribe. “Entendíamos que protestar mediante movilizaciones
tradicionales nos iba a criminalizar. Por eso, en 2011 nos inventamos la Marcha Carnaval por la
Vida, un evento que en el marco del día internacional de medio ambiente quería protestar de
manera pacífica, artística y cultural”, cuenta García.
Esa primera marcha reunió a 12.000 personas en Ibagué. Desde entonces, cuenta García, el
movimiento social del departamento no paró de crecer: tanto así, que la Marcha Carnaval de este
año convocó a 120.000 personas en Ibagué, se extendió a 12 municipios del país y hasta llegó hasta
Ciudad de México y Londres, donde pequeños grupos de colombianos hicieron plantones para
apoyar a quienes desde Colombia gritaban en defensa del medio ambiente.

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Pero se dieron cuenta de que con canciones y pinturas no iban a parar a una multinacional del
tamaño de Anglo Gold Ashanti. Por eso le apostaron a un mecanismo que se ocultaba en la
Constitución de 1991: la consulta popular. Su primer intento ocurrió el 28 de julio de 2013, cuando
en Piedras, Tolima, el 99% de la gente votó para prohibir la minería en el municipio.
Al día siguiente, el gobierno salió a decir que esos resultados no eran vinculantes. El Comité no se
quedó quieto: convocó a abogados como Rodrigo Negrete, a organizaciones como Tierra Digna,
Aida y Dejusticia para demostrar, con herramientas jurídicas, el poder real que la Constitución de
1991 deposito en las consultas populares.

Su pelea dio un primer fruto en 2015, cuando el Congreso aprobó la ley 1757 de ese año, en la que
se reconoció un mecanismo para convocar consultas populares de origen ciudadano. Si bien se
movieron en tres puntos estratégicos el mapa minero del Tolima -Ibagué, Espinal y Cajamarca-,
solo el último esfuerzo prosperó. Las otras dos consultas se hundieron en los consejos municipales.

“Para la consulta necesitábamos el 10% de las firmas de todo el universo electoral. Fue una
sorpresa porque en 15 días recolectamos las 5.000 firmas que necesitábamos”, dice Alexander
García, quien acompañò a los nueves campesinos que, de manera oficial, se inscribieron como los
representantes del Comité por la Consulta Popular de Cajamarca en la Registraduría en 2016. La
inscripción fue un formalismo: en realidad, son doce los municipios tolimenses por donde se ha
regado este movimiento ambiental y social.
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Después de que la Registraduría le dio vía libre a la Consulta, empezó una pelea jurídica que se
extendió por varios meses: se cambió la fecha de la consulta varias veces, tocó reformular la
pregunta, la Registraduría redujo el número de mesas de votación. Todo, en medio de panfletos
anónimos que se deslizaban por debajo de las casas campesinas de Cajamarca tildando al Comité
de aliados de las Farc.

Finalmente, la fecha se fijó para el 26 de marzo de 2017. Trece días antes, el comité recibió un
golpe del que creyeron no iban a levantarse: “el 12 de marzo hubo una elección atípica de alcalde, y
ganó el candidato que apoyaba la explotación. Quedamos sumamente desmoralizados. La gente
creía que Anglo Gold había ganado”, cuenta García. La respuesta del Comité: recorrer palmo a
palmo Cajamarca, invitando a la gente a votar.
El viernes 24 de marzo, cuando los 80 voluntarios ya habían tocado cada puerta de cada vereda del
municipio, García y otros tres promotores recibieron un mensaje en sus celulares. Las Águilas
Negras los declaraban objetivo militar. Era la segunda vez que recibían amenazas por su
activismo. Ellos callaron, pero no por miedo: sabían que hacer pública la amenaza era poner en
riesgo la participación de la gente en las votaciones del domingo.
Finalmente llegó el día. Si bien en la mañana circularon mensajes de whatsapp diciendo que las
votaciones se habían cancelado, la consulta pasó el umbral y con un 97% de los votos, Cajamarca
le dijo No a la explotación minera. Fueron 6.165 personas quienes apoyaron al Comité. Solo 76
dieron un voto a favor de La Colosa. A eso de las cinco de la tarde, la fiesta se tomó al pueblo. Y,
conforme pasaron los días y los meses, el movimiento de consultas populares se regó por todo el
país.
Como pasó hace cuatro años, tras el éxito aplastante de las consultas, el gobierno central, en cabeza
del ministro de Minas, German Arce, ha cuestionado la validez del mecanismo. El actual alcalde
del municipio, Pedro Pablo Marín, “quiere montar el discurso de que como se fue Anglo Gold el
pueblo se está muriendo de hambre”, cuenta García. El Comité de Cajamarca, como siempre, no se
ha quedado callado. Su respuesta: un sancocho masivo que alcanzó para alimentar a 2.500 personas
en la plaza central del pueblo el pasado 26 de noviembre. Quieren probar que la abundancia de esas
tierras está en lo que brota de ellas, y no en lo que está incrustado en sus capas más profundas.
¿QUÉ ACCIONES HAN REALIZADOS LOS COMITÉS QUE
CONFORMAN LA RED?
La Red de Comités Ambientales del Tolima ha venido realizando múltiples actividades de denuncia,
formación ciudadana, movilización y resistencia como las siguientes[1]:

 Una de las principales acciones que ha convocado a miles de ciudadanos y organizaciones la


constituyen la Gran Marcha Carnaval en la que mediante comparsas, consignas, pendones,
pancartas y canciones los manifestantes expresan que la minería representa una amenaza al
sistema hídrico regional, que la biodiversidad vale más que el oro, que la producción alimentaria
está en riesgo, que la agricultura es la vocación del departamento y que no desean la presencia de
la AGA en su territorio. La primera Marcha convocó a cerca de 3.000 personas; la séptima Marcha
Carnaval realizada el 5 de junio de 2015 en las calles de Ibagué, Líbano, Espinal, Honda y Saldaña,
contó con la participación de 68 mil personas.
 Difusión en medios de comunicación alternativos, redes sociales (Facebook y Twitter) y correos
electrónicos de información cualificada sobre problemáticas ambientales e impactos de proyectos
mienro-energeticos. Con esta acciones se ha llegado a más de 1.5 millones de personas.
 Distribución, puerta a puerta, de cartillas informativas sobre los impactos de la Colosa. En
Cajamarca e Ibagué se entregaron 10.000 cartillas.
 Socialización en colegios y barrios de la problemática socio-ambiental de la minería a cielo abierto.
Se ha llegado a cerca de 20 mil estudiantes de colegios a través de conferencias magistrales. Este
trabajo se viene desarrollando desde el año 2011 hasta el presente.
 Implementación del Diplomado Gratuito en Gestión Ambiental y Territorial con el apoyo del
Observatorio Ambiental de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Tolima, la Biblioteca Darío
Echandia, la Corporación Grupo Semillas y la Corporación SOS Ambiental. En este proceso se han
capacitando más de 1500 personas.
 Participación en Audiencias Públicas, mesas ciudadanas, debates en el Congreso, para exigir a los
entes gubernamentales y autoridades ambientales el cumplimiento de su responsabilidad con la
gestión pública y la protección de los recursos ambientales del departamento del Tolima.
 Acompañamiento a las Acciónes Populares que se interpusieron contra las autoridades ambientales
y mineras del Estado colombiano, con el apoyo de Cortolima y la Personería de Ibagué,
denunciando los riesgos que trae el avance de La Colosa para la el derecho colectivo a un
ambiente sano de los Tolimenses y Colombianos.
 En coordinación con la Minga de Resistencia Social y Comunitaria se desarrolló una movilización de
rechazo a los proyectos mineros contaminantes. Se plantearon doce razones para decirle No
al Proyecto de la Colosa y se denunció la persecución y el señalamiento al que son sometidos
algunos miembros de la comunidad por parte de organismos de seguridad del Estado Colombiano
y la Empresa Anglogold Ashanti.
 Acompañamiento de acciones de control político parlamentario, en las cuales se presentaron
denuncias y requerimientos sobre el papel del gobierno colombiano y su responsabilidad sobre
esta problemática.
 Acciones de presión para que la Universidad del Tolima no firmará convenios con la AGA por
contener cláusulas de confidencialidad y conformidad.
 Apoyamos la Consulta popular del municipio de Piedras, para definir si la AGA podía continuar sus
labores en el municipio; en la cuál 2971 personas dijeron no a la minería y 24 dijeron sí, con un
porcentaje de rechazo del 99.2%. Se promovieron solicitudes de consulta popular en Espinal,
Ibagué y Cajamarca, que lamentablemente fueron negadas por el Concejo municipal de Cajamarca
y Espinal, en el caso de Ibagué el alcalde no quiso avalar la solicitud del movimiento ambiental.

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