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CAMBIOS SOCIOCULTURALES Y EL IMPACTO DE LOS ESTUDIOS DE GENERO

EN LA CONFIGURACIÓN DE LOS MODELOS RELACIONES Y

TRANSACCIONALES ENTRE LOS GENEROS EN EL CONTEXTO DE LAS

FAMILIAS COLOMBIANAS

En las últimas décadas la concepción de familia ha tenido grandes variaciones,

debido no sólo a fenómenos sociales como los divorcios, la disminución de la natalidad,

las nuevas formas de reproducción como el caso de la madre subrogada o portadora,

sino también a la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar.

(Jiménez, 2012) Desde esta perspectiva no es difícil entender cómo los cambios

económicos, políticos y sociales han influido tanto en las funciones específicas de las

familias. Por lo que la comprensión de la familia nuclear conformada por papá, mamá,

hijos e hijas ya no tiene la relevancia otorgado años atrás. (Uribe, 2007)

Diferentes autores (Jiménez, 2012) (Quintero, 2013) (Uribe, 2007) han abordado

la crisis de la familia desde el enfoque de género, sin embargo las tesis o posturas

argüidas por estos no son compartidas por sectores específicos de la sociedad,

principalmente desde la Iglesia que defiende aún la supremacía de la familia

tradicional. Sin embargo, de cara a esta sociedad globalizada (Ariza & de Oliveira,

2013) es innegable la existencia de una “pluralidad de modelos y estructuras de familia”

que describen un tipo de familia que atiende a las características actuales, y que son

denominadas “familias contemporáneas”. (Uribe, 2007)

En virtud a lo anterior, se han establecido diferentes teorías sobre el origen de la

familia, iniciando por abordajes antropológicos, pasando por teorías materialistas. No


obstante, los enfoques para su estudio han sido adaptados teniendo en cuenta las

modificaciones en la dinámica de formación y disolución familiar, además de las

transformaciones sociodemográficas. Estos aspectos han creado la necesidad de

reformular los enfoques analíticos utilizados en el estudio de las familias (Ariza & de

Oliveira, 2013), principalmente a raíz de la transformación de la percepción del rol de

las mujeres, alejándolas de la maternidad. De la misma forma en que se mira a la

mujer, también ha cambiado la percepción de la masculinidad y sobre todo de la

paternidad.

Desde los aportes de Uribe (2007) se comprende que esta transformación

también ha impactado los roles que desempeña cada miembro al interior de la familia,

aludiendo a un hecho principalmente generalizado en países industrializados y en

algunos tercermundistas, como lo es el establecimiento de relaciones igualitarias. Bajo

esta afirmación se comprende entonces que los valores actuales en cuanto a la

autonomía y la elección de las parejas va más en función del amor y no obedece a las

conveniencias de las tradiciones familiares.

Dentro de estos enfoques es necesario tener en cuenta las familias

monoparentales con jefatura femenina, dada la alta tasa de divorcios que obliga a las

madres a adoptar el rol de padres, madres y proveedoras en la mayoría de los casos.

Este tipo de familia contemporánea se caracteriza por la presencia de un solo

progenitor, la cual es comprendida como aquella persona que asume el cuidado,

educación y manutención de los hijos en el hogar. Las leyes colombianas reconocen la

prevalencia de este tipo de familia y promueven su protección desde la Constitución

Política Colombiana, identificándola como “mujer cabeza de familia”. En la carta


magna se igualan los derechos de los hombres y las mujeres en cuanto a derechos y

oportunidades, protegiéndola de la exclusión y la discriminación. Este aspecto fue

ampliado en la Ley 82 de 1993, en la cual explícitamente se regula la ayuda y el apoyo

brindado a este tipo de familias.

Por otra parte, también debe mencionarse las familias homoparentales, como otro

tipo de familia contemporánea, que surge a partir de la explosión de diferentes

movimientos homosexuales en la década de los 70. (Quintero, 2013) Es integrado por

parejas homosexuales (dos hombres o dos mujeres) que se hacen cargo del cuidado y

manutención de los hijos de un integrante de la pareja o por adopción. Este grupo ha

sido especialmente vulnerado por la sociedad, sin embargo en la actualidad sus

derechos son protegidos por la ley, principalmente los relacionados con el libre

desarrollo de la personalidad y el respeto a la orientación sexual en espacios laborales.

(Gómez, 2009)

Frente a todo lo expuesto, Ariza & de Oliveira (2013) presentan una explicación

sobre los cambios en el estudio de las familias a partir de la perspectiva de género,

iniciando con la apertura de los roles y dinámicas en el hogar, que de forma tradicional

eran considerados un aspecto privado para la sociedad. Este aspecto permitió

observar la asimetría de las dinámicas y relaciones intrafamiliares e

intergeneracionales, conceptualizando los roles sexuales: masculino y femeninos, su

relación de poder y su naturaleza conflictiva.

Estos aspectos coadyuvaron en el replanteamiento de la división del trabajo en la

familia a partir de la diferencia de género. A partir de aquí las familias ya no son


comprendidas como unidades aisladas, enfatizando su interrelación con la económica y

el Estado, por lo que la ejecución de las políticas públicas es redirigida hacia la defensa

de los derechos de los integrantes de la familia, hasta la penalización.

La conjugación de estos factores y la percepción de la pluralidad de formas

familiares cambia la visión generalizada de familia nuclear instituida como modelo

familiar por excelencia. De esta manera, ya los hogares cuentan con dos personas en

igualdad de condiciones sociales y económicas, eliminando el papel de hombre-

proveedor y mujer-ama de casa. Este aspecto especial repercutió entonces en el

cambio de la noción biologicista de la reproducción, barriendo con el estereotipo de

subordinación de las mujeres. (Ariza & de Oliveira, 2013)

Todos estos cambios han conducido a destacar la relevancia de los procesos de

formación de la identidad de género, de los roles parentales y familiares, además del

concepto de vivencia familiar, dado que muchos tipos de familias han estado

invisibilizadas, por estrategias normalizadoras que son más compatibles con el

heterocentrismo dominante en la sociedad. (Domínguez, 2014)

En síntesis, las transformaciones de la sociedad han visibilizado relaciones y

dinámicas familiares que por mucho tiempo estuvieron ocultas por la no aceptación de

la comunidad en general, sin embargo es claro que no se puede declarar la

heterosexualidad obligatoria, porque al ser comprendida la homosexualidad como una

inclinación, más no como una enfermedad, se abrió la puerta a un nuevo tipo de

familia, una familia divergente que permite diferentes constituciones, siempre y cuando

se regulen y se respeten los derechos básicos humanos e inherentes a cada persona.


De esta manera, aunque aún siguen existiendo reparos hacia las familias

homoparentales, son una verdad incuestionable, dado que está demostrado que la

mayoría de los hogares heterosexuales no están cumpliendo con las funciones básicas

de la familia, abriendo una brecha de desigualdad social, dado que no priman la

armonía, la equidad y la comprensión sino que están mediados por luchas y conflictos,

que terminan afectando a los hijos.

Bibliografía:

Ariza, M., & de Oliveira, O. (2013). Familias en transición y marcos conceptuales en


redefinición. Papeles de población No. 28 CIEAP/UAEM, 9-39.

Domínguez, L. (2014). La construcción social de la homoparentalidad. Málaga:


Repositorio de la Universidad Malacitana.

Gómez, M. M. (2009). De las heterosexualidades obligatorias a los parentescos


alternativos: Reflexiones sobre el caso colombiano. Rev. Latinoam. Estud. Fam.
Vol. 1, 82-103.

Jiménez, V. K. (2012). La crisis en al percepción de la familia. Un enfoque de Género.


Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, 709-728.

Quintero, Á. (2013). La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar,


género y sexualidad. Katharsis, No. 15, 89-111.

Uribe, P. I. (2007). Familias monoparentales con jefatura femenina, una de las


expresiones de las familias contemporáneas. Revista Tendencia & Retos Nº 12,
81-90.

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