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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE ENFERMERÍA
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN
MÉRIDA ESTADO MÉRIDA

FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA INCIDENCIA DE


HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN PACIENTES ADULTOS.
HOSPITAL “DR. FRANCISCO VICENTE GUTIÉRREZ”.
MUCUCHÍES. MUNICIPIO RANGEL. ESTADO MÉRIDA.
Julio 2012-Marzo 2013

Autores:
Avendaño, Maritza
Quintero, Editson

Tutora:
Dra. Alba Fernández

Mérida, Marzo 2013


INDICE
pág
RESUMEN Iv
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO I. EL PROBLEMA 3
1.1 Planteamiento del Problema……………………………………….. 3
1.2 Objetivos de la investigación……………………………………….. 8
Objetivo General………………………………………………. 8
Objetivos específicos…………………………………………. 8
1.3 Justificación e importancia de la investigación…………………… 8
1.4 Consideraciones éticas…………………………………………….. 10
CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO 11
2.1 Antecedentes de la investigación………………………………….. 11
2.2 Bases teóricas……………………………………………………….. 15
CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO 31
3.1 Tipo y diseño de la investigación…………………………………… 31
3.2 Población, Muestra y Muestreo……………………………………. 32
3.2.1 Población……………………………………………………….. 32
3.2.2 Muestra………………………………………………………….. 32
3.2.3 Muestreo…………………………………………………………. 34
3.3 Sistema de Variable…………………………………………………. 34
3.3.1 Operacionalización de la Variable……………………………. 34
3.4 Instrumento……………………………………………………………. 35
3.4.1 Validez del instrumento……………………………. 36
3.5. Procedimiento para recolección de la información………………. 36
3.6 Plan de tabulación y análisis estadístico de los datos…………… 37
CAPÍTULO IV. PRESENTACIÓN Y ANALISIS DE LOS RESULTADOS
37
CAPÍTULO V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 48
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
51

ANEXOS
54

ii
INDICE DE TABLAS Pág

Tabla 1. Clasificación de la TA en los adultos de 18 años o más……………. 19

Tabla 2. Operacionalización de la variable……………………………………... 35

INDICE DE GRÁFICOS Pág

Gráfico 1.Factores de riesgo no modificables. Edad………………………….. 38

Gráfico 2.Factores de riesgo no modificables. Género……………………….. 39

Gráfico 3.Factores de riesgo no modificables. Antecedentes familiares HTA 40

Gráfico 4.Factores de riesgo no modificables. Antecedentes familiares.


Diabetes mellitus…………………………………………………………………... 41

INDICE DE CUADROS Pág

Cuadro 1. Factores de riesgo modificables. Desempeño laboral……………. 42

Cuadro 2. Factores de riesgo modificables. Alimentación……………………. 43

Cuadro 3. Factores de riesgo modificables. Tabaquismo…………………….. 44

Cuadro 4. Factores de riesgo modificables. Sedentarismo…………………… 45

Cuadro 5. Factores de riesgo modificables. Obesidad………………………... 46

Cuadro 6. Factores de riesgo modificables. Alcoholismo…………………….. 47

Cuadro 7. Factores de riesgo modificables. Anticonceptivos Orales………... 48

iii
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE ENFERMERÍA
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN
MÉRIDA ESTADO MÉRIDA.

FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA INCIDENCIA DE HIPERTENSIÓN


ARTERIAL EN PACIENTES ADULTOS. HOSPITAL “DR. FRANCISCO
VICENTE GUTIÉRREZ”. MUCUCHÍES. MUNICIPIO RANGEL.
ESTADO MÉRIDA.
Julio 2012-Marzo 2013
Autores:
Avendaño, Maritza
Quintero, Editson
Tutora:
Dra. Alba Fernández
Mérida, Marzo 2013

RESUMEN
El objetivo de esta investigación fue determinar los factores que influyen en la
incidencia de hipertensión arterial en adultos. El tipo y diseño de investigación fue
descriptiva transversal y de campo. La muestra estuvo conformada por 97 adultos
mayores seleccionados de manera aleatoria. Para la recolección de la información se
diseñó un instrumento tipo cuestionario. Como resultados se obtuvo que en los
factores de riesgo no modificables: el grupo etario 30-40 años representó el 51% de
la población encuestada, predominó el género femenino (61%), un 60% de la
población objeto de estudio tiene familiares cercanos que presentan HTA y 53% de
los encuestados tienen familiares diabéticos. Con relación a los factores de riesgo
modificables se determinó que el trabajo desempeñado nunca les produce ansiedad
(81%), un 77% nunca agrega más a sal a los alimentos, 63% consume frutas algunas
veces, 46% algunas veces agrega ajo a las comidas, 47% consume enlatados
algunas veces, 60% consume embutidos algunas veces y 45% nunca se realiza
control de colesterol. El 81% nunca fuma cigarrillos. 44% algunas veces camina tres
veces semanal y 78% nunca realiza alguna actividad física durante 30 minutos.68%
nunca es informado sobre su peso, mientras que 66% nunca consume bebidas
alcohólicas;72% nunca consume más de una cerveza diaria y 100% nunca consume
bebidas alcohólicas junto con medicamentos.73% de las mujeres encuestadas nunca
utiliza anticonceptivos orales. Se concluyó que, en relación a los factores de riesgo
no modificables, los elevados de porcentajes de HTA y diabetes mellitus presentes
en familiares existe alta posibilidad que la población encuestada desarrolle HTA en el
futuro. En cuanto a los factores modificables, el consumo de enlatados, embutidos,
no realizarse los chequeos periódicos de colesterol, el sedentarismo, y el
desconocimiento de su peso pueden jugar papel negativo en su salud.

Palabras claves: hipertensión arterial, factores de riesgo.

iv
INTRODUCCIÓN

La enfermedad arterial coronaria o hipertensión arterial (HTA) es la


más común de las enfermedades cardiovasculares. Existen ciertos factores
que desempeñan un papel sumamente importante en las probabilidades de
que una persona padezca de una enfermedad del corazón. Se los denomina
“factores de riesgo”. Existen dos tipos de factores de riesgo, los principales
(cuyos efectos han sido probados sin ninguna duda) y los contribuyentes
(son aquellos cuyo papel exacto aún no está definido). Otra forma de
clasificarlos es en modificables (con tratamiento pueden llegar a desaparecer
o no traer problemas) y no modificables (que el tratamiento no los cambia)
(Huerta, 2010).

La posibilidad de que una persona desarrolle HTA se le conoce como


factor de riesgo y el conocimiento de éste o estos factores de riesgo son
claves para la prevención, manejo y control de la hipertensión arterial. Los
factores de riesgo son aquellas variables de origen Biológico, Físico,
Químico, Psicológico, Social, Cultural, etc. que influyen más frecuentemente
en los futuros candidatos a presentar enfermedad. El presente trabajo se
enfoca en los factores de riesgo modificables y no modificables a los que
una persona está expuesta cotidianamente.

La prevalencia de pacientes hipertensos ha aumentado de forma


relevante en los últimos años en el mundo, por lo que se hace necesario
proporcionar cuidados de enfermería encaminados a mejorar la calidad de
vida de los afectados por esta condición o prevenir la aparición en aquellos
que aún no la presentan.

Los cuidados de enfermería en el paciente hipertenso se basan


principalmente en:
-Educación para la salud
-Seguimiento de los casos detectados

Hay que tener en cuenta que por el hecho de tratarse de la HTA de


una enfermedad inicialmente asintomática, hay un porcentaje elevado de
personas que no llevan ningún tipo de control, y ni siquiera conocen las
repercusiones que tiene la HTA; por ello, las medidas educativas y la
atención de enfermería son de gran importancia en esta patología.

Mientras la población envejece, la prevalencia de la hipertensión


incrementará a menos que unas amplias y efectivas medidas de prevención
sean implementadas, y es allí en donde juega importantísimo papel el
profesional de enfermería.

Aunque se ha demostrado que el mantenimiento de una presión


arterial normal puede tener un impacto significativo en la reducción de la
mortalidad cardiovascular, lo cierto es que ello constituye un desafío
importante para la salud pública. Una de las barreras para el desarrollo de
programas eficientes es que solamente se dispone de información parcial
sobre la magnitud del problema en la mayoría de los países.
El presente estudio de investigación sobre los “Factores que influyen
sobre la incidencia de hipertensión arterial en pacientes adultos. Hospital “Dr.
Francisco Vicente Gutiérrez”. Mucuchíes. Municipio Rangel. Estado Mérida,
Julio 2012-Marzo 2013”, permitió identificar aquellos factores de riesgo
modificables y no modificables que están presentes en los pacientes que
acuden a dicho centro hospitalario para así generar cambios en la labor
profesional que conducirá a enfocar de mejor manera la atención de
enfermería hacia la completa satisfacción del paciente.

El presente trabajo de investigación constó de los siguientes capítulos:

2
Capítulo I: Planteamiento del Problema, que involucró la situación
problemática, formulación del problema, objetivos del estudio, la justificación
y consideraciones éticas.

Capítulo II: Marco Teórico, que comprendió la revisión de la


bibliografía para detectar los antecedentes y las bases teóricas.

Capítulo III: Marco Metodológico que incluyó el tipo y diseño de la


investigación, el sistema de variables, la población, muestra y muestreo, las
técnicas de recolección e instrumento de información, así como el
procedimiento para la recolección de los datos y su técnica de análisis.

Capítulo IV: Presentación y análisis de los resultados.

Capítulo V: Se presentaron las conclusiones y recomendaciones.

Y, por último, las referencias bibliográficas y los anexos respectivos.

CAPÍTULO I
EL PROBLEMA

1.1 Planteamiento del problema


Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de
muerte en países desarrollados y en muchos países del tercer mundo. La
hipertensión arterial (HTA) constituye en la actualidad la enfermedad crónica
más frecuente en la humanidad. Está identificada como un problema de
salud a escala mundial por ser una de las primeras causas básicas de
morbilidad y mortalidad en la población mayor de 15 años de edad, y
principal responsable de los estimados 12.000.000 de accidentes cardiacos y
vasculares diagnosticados cada año en el mundo así como por su papel
principal como factor de riesgo para el accidente cerebro vascular y la
enfermedad coronaria. (Kumar, Path, Abul , Fausto y Aster,2009; Dreisbach,

3
Sat y Korta, 2010; Guadalajara, 2012; Kearney y Reynolds, 2008; Ministerio
de Salud Pública ( MINSAP), 2006; Organización Panamericana de la Salud
(OPS), 2002).

Según Otero (2010), la HTA avanza en el mundo y cada vez es mayor


el número de personas que resultan afectadas en su calidad de vida por este
síndrome que es considerado como la enfermedad crónica más frecuente en
el adulto.

Para el autor citado, las enfermedades las cardiovasculares ocupan el


primer lugar de morbimortalidad en más del 75% de los países a nivel
mundial. Cada año en el mundo mueren más de 17 millones de personas por
enfermedad cardiovascular. Se estima que cada 4 segundos ocurre un
evento coronario y cada 5 segundos un evento vascular cerebral, la
hipertensión es el factor de riesgo más común en estas entidades. Se estima
que existen cerca de 700 millones de pacientes portadores de HTA en el
mundo y 420 millones corresponden a países en vías de desarrollo. Cada
año alrededor del 1,5% de toda la población hipertensa muere por causas
directamente relacionadas.

La HTA constituye una epidemia mundial que padecen más de


1.500.000.000 de personas, tanto en aquellos países desarrollados como
subdesarrollados. Afecta al 25% de la población adulta y se encuentra
distribuida en todas las regiones, atendiendo a múltiples patrones de índole
económicos, sociales, culturales, ambientales y étnicos. En el mundo se
estima que 691 millones de personas la padecen, de los que alrededor del
50% son incapaces de cumplir un régimen higiénico – dietético y/o de llevar
cabalmente un tratamiento con fármacos por más de un año, y que actitudes
como éstas se encuentran muy influidas por los criterios, actitudes y
conocimientos que tengan los pacientes de su enfermedad (Otero, 2010).

4
La magnitud del problema que representa esta enfermedad en salud
pública está determinada por las tasas de prevalencia de la misma. Rojas
(2007),expresa que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la HTA tiene una prevalencia mundial que oscila entre el 8 y 20% ,
siendo del 3% a los 20 años de edad, 23% a los 40 años y más del 45%
después de los 70 años. La frecuencia de la HTA según el sexo, es más alta
en varones que en mujeres en el rango de edad entre 45 – 50 años, a partir
del cual es más frecuente en mujeres que en hombres En el mundo se
estima que 691 millones de personas la padecen, asociados a múltiples
factores de índole social, cultural, económico, étnico y ambiental. Siendo
además en muchos países la causa más frecuente de consulta médica y de
mayor demanda de medicamentos (García, 2006).

En su trabajo de investigación Castillo, Chávez y Alfonzo (2011)


reportan que según la OMS, las enfermedades crónicas no trasmisibles son
responsables, directa o indirectamente, de morbilidad, mortalidad, pérdida de
calidad de vida y altos costos sanitarios en los adultos de todos los países
incluyendo los industrializados y con más desarrollo económico y en los que
ostentan esta clasificación. La HTA, el tabaquismo, la obesidad, la diabetes y
las dislipidemias son comunes en los adultos, con aumento preocupante en
los últimos años en niños y adolescentes. Son, por ellas mismas, importantes
factores de riesgo para el resto de las afecciones crónicas no trasmisibles
que causan daño vascular: hipertrofia ventricular izquierda, infarto del
miocardio, insuficiencia cardiaca, diabetes mellitus, enfermedad
cerebrovascular y enfermedad renal crónica, entre otras.

La importancia del tratamiento adecuado de la HTA al igual que la de


otros factores de riesgo, radica en que su control trae aparejada una
disminución de las complicaciones clínicas de dichas enfermedades. Uno de
los problemas es su alta prevalencia, afecta a más de mil millones de

5
personas, a lo que se suma que no todos los hipertensos están
diagnosticados, tratados o controlados (Castillo, Chávez y Alfonzo, 2011).

La HTA fue considerada por muchos, antes del descubrimiento del


Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, como la gran epidemia del siglo
XX y en la actualidad es considerada como síndrome, enfermedad y factor
de riesgo vascular (Kumar, Path, Abul , Fausto y Aster, 2009).

Según Villegas (2007), el problema de HTA ha tenido mayor


relevancia en Latinoamérica como causa de enfermedad cardiovascular
considerada enfermedad ateroesclerótica, donde las tasas de mortalidad de
acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son altas desde
1990 reportando Argentina 46,6%, Chile 46,4% y Puerto Rico 40,5%.

Puesto que Latinoamérica vive una transición epidemiológica, la


mortalidad cardiovascular representa el 26% de las muertes por todas las
causas y este aumento es debido a la creciente prevalencia de los factores
de riesgo (Villegas, 2007).

En Venezuela la HTA representa una enfermedad de alto riesgo


cardiovascular y dentro de las veinticinco primeras causas de muerte son las
enfermedades cardiovasculares con una alta tasa diagnosticada hasta el
2004 de 26,36% y un porcentaje de 21,38%. Considerada desde 1994 como
enfermedad cardiovascular representa una mortalidad de 42,5% ocupando
el primer lugar como causa de muerte (Cardiopatía Isquémica y enfermedad
hipertensiva), y el MSDS reporta una prevalencia de 20 a 30% de adultos y
una alta prevalencia de riesgo en la población por lo que se traduce que la
HTA es un problema de salud pública (Villegas, 2007).

6
Rojas (2007) reporta que según datos obtenidos en el Framingham
Heart Study la mala alimentación se observa en más del 70% de los
hipertensos, el hábito tabáquico (37%), alcoholismo en (25%), sedentarismo
(80%), dislipidemias (hipercolesterolemia total 200mg/dl) (60%), obesidad
(33%) y la diabetes mellitus (14%).

La monitorización ambulatoria de la tensión arterial (MAPA) es


actualmente una herramienta útil en el diagnostico y seguimiento de la HTA,
a pesar de que aún no se considera como una técnica rutinaria en el estudio
del hipertenso. Los valores de la tensión arterial por MAPA parecen tener
una mayor capacidad para predecir la afectación de órganos diana (Rojas,
2007).
El paciente hipertenso puede permanecer asintomático por un largo
período de su evolución, sin embargo, se debe tener en cuenta que la HTA
conlleva una serie de alteraciones morfológicas y funcionales a nivel cardiaco
que van a condicionar a la larga la clínica y el pronóstico de la misma.

En Mucuchíes, al igual que en el resto del estado Mérida, la población


está sometida a múltiples factores de riesgo, dado a sus hábitos dietéticos,
modos y estilos de vida y situaciones de stress, por lo tanto la intención del
presente trabajo es la de estudiar la incidencia de los factores de riesgo que
influyen sobre la HTA en la región del Páramo Merideño, específicamente en
los pacientes que acuden al Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez”,
Mucuchíes, teniendo en cuenta su repercusión sobre la salud de los
venezolanos y la economía del país por los costes que esta genera,
ameritando la intervención apropiada de los entes y personal profesional
encargados de velar por la salud del colectivo a través de la aplicación de
programas y planes sociosanitarios sobre los factores de riesgo, que
permitirían prevenir y disminuir la incidencia de la misma.

7
Lo cierto es que cada vez acude un mayor número de pacientes a
consultas en el Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez”, Mucuchíes, estado
Mérida, presentando cifras elevadas de tensión arterial, llegando a constituir
un problema de Salud pública relevante lo que motivó a realizar el presente
trabajo a través de la siguiente interrogante científica:

¿Cuáles son los factores que influyen sobre la incidencia de HTA en


los pacientes adultos que acuden al Hospital “Dr. Francisco Vicente
Gutiérrez” de Mucuchíes del Municipio Rangel del Estado Mérida durante
Julio 2012-Marzo 2013?

1.2 Objetivos de la investigación

Objetivo General:
 Determinar los factores que influyen sobre la incidencia de HTA en
pacientes adultos del Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez” de
Mucuchíes del Municipio Rangel del Estado Mérida, durante Julio
2012-Marzo 2013.

Objetivos específicos:
 Determinar los factores de riesgo no modificables que influyen sobre la
incidencia de HTA en pacientes adultos en el Hospital “Francisco
Vicente Gutiérrez”.
 Identificar los factores de riesgo modificables que influyen sobre la
incidencia de HTA en pacientes adultos del Hospital “Francisco
Vicente Gutiérrez”.

1.3 Justificación de la investigación

El cuidado que proporciona el Profesional de Enfermería no debe

8
limitarse a cumplir una serie de órdenes relacionadas con el tratamiento que
el paciente recibe, normas, reglamentos, sino que la prioridad debería estar
enfocada hacia el logro de la satisfacción óptima de todos los problemas
reales y/o potenciales que el paciente presenta, y esto se logra mediante la
evaluación constante del mismo mediante diferentes mecanismos, entre ellos
la investigación científica.

En tal sentido, desde el punto de vista práctico el estudio se justificó


porque proporciona al Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez” datos que
permitirán mejorar y generar cambios en la labor del Profesional de
Enfermería enfocando el cuidado hacia la completa comprensión del estado
de salud del paciente identificando los factores de riesgo modificables o no
que presenta el mismo.

Desde el punto de vista social, el abordaje de la comprensión de la


patología que presenta la persona, permitió detectar de mejor manera los
posibles factores de riesgo existentes y establecer acciones que contemplen
no solo el aspecto curativo sino también el aspecto preventivo favoreciendo
con ello su recuperación y evitando, en la medida de lo posible,
empeoramiento de la enfermedad.

La justificación teórica se explicó mediante la utilización de la consulta


de diversos autores para la construcción de las bases teóricas que sustentan
el estudio, lo cual permitió el abordaje del problema mediante una
perspectiva acorde a las exigencias del fenómeno estudiado.

Asimismo, su justificación metodológica se basó en la utilización de


técnicas e instrumentos acordes a la investigación descriptiva, y sus
resultados servirán como antecedentes para la realización de estudios
futuros sobre el tema.

9
1.4 Consideraciones éticas

En el desarrollo de la investigación no se planteó la manipulación de la


variable en estudio, ya que la situación estuvo descrita tal y como se percibió
en el momento de la aplicación del instrumento, por lo que no existió daños
ni perjuicios en la población. Asimismo, durante la recolección de la
información se consideró el anonimato de los datos y mediante el
consentimiento informado, se establecieron claramente los objetivos del
estudio a los participantes.

Para la utilización del instrumento se elaboró un oficio a las autoridades


competentes del Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez”. Al respecto, la
Ley de Ejercicio Profesional de la Enfermería (2005) en su Capítulo V, dice
en el Artículo 17: “Todo aquello que llegare a conocimiento del profesional de
la enfermería con motivo o en razón de su ejercicio, no podrá darse a
conocer y constituye el secreto profesional. El secreto profesional es
inherente al ejercicio de la enfermería y se impone para la protección del
enfermo o enferma y la familia, el amparo y salvaguarda del honor de la
profesión de la enfermería y de la dignidad humana”.

Se solicitó a cada paciente su disposición a participar en el estudio de


manera voluntaria y se le informó sobre las características del mismo. La
encuesta se aplicó previo consentimiento informado. En la entrevista oral se
empleó un lenguaje claro y sencillo que le permitió entender al paciente que
no hace renuncia legal alguna o que parezca que se esté liberando al
investigador o a la institución de las obligaciones que tienen con los
pacientes en caso de alguna presunta negligencia. Se informó, además, que
en caso de decidir abandonar el estudio, no se ejercerá influencia alguna
para continuar y esto no dañaría la relación del profesional de enfermería y el
paciente. La integridad de los datos que se obtengan será respetada en las
publicaciones que se generen. Se realizó conforme a los principios éticos

10
para la investigación médica en humanos establecidos en la Declaración de
Helsinki enmendada por la 52ª Asamblea General en Edimburgo, Escocia,
Octubre del 2000 (Asociación Médica Mundial (AMM), 2000).

Aunque la Declaración está destinada principalmente a médicos, la AMM


insta a otros participantes en la investigación médica en seres humanos, a
cumplir sus principios. Entre estos, se hizo hincapié en que lo primordial
fuese el bienestar físico de los pacientes objeto de estudio. Se solicitó, en su
totalidad, que los pacientes estuvieran de acuerdo en formar parte del
presente estudio y no se ejerció coerción de ningún tipo que afectó su deseo
de no participación.

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes de la investigación

Fernández y Manrique (2011) realizaron la investigación titulada:


“Agencia de autocuidado y factores básicos condicionantes en adultos
mayores”. Se trató de un estudio descriptivo, transversal, en una muestra de
270 adultos mayores con hipertensión arterial inscritos en programas de
centros de salud de Tunja-Boyacá-Colombia. Aplicaron una ficha de datos
sociodemográficos y de salud (DSDS). Los datos los analizaron en SPSS,
versión 15.0. Dentro de los resultados sociodemográficos reportaron que la
edad media fue de 71.6, 48.8% se ubicaron en un rango de 60-70 años de
edad; con una edad mínima de 60 años y una máxima de 90 años; 76.7%
eran mujeres; 49.2% sin escolaridad; 42.5% viudos; 70.4% de oficios del
hogar; 53.3% correspondían al estrato social 1 (el más bajo); 73.8% vivían
con la familia. Con relación a los datos de salud, se obtuvo que todos
estaban inscritos en una Empresa Promotora de Salud Solidaria, el 21.7%
estaban afiliados a CAPRECOM; el 23.8% presentaron problemas renales;

11
71.3% reportaron deficiencias visuales; 78.3% cursaban con tensión arterial
media normal y 84.2% con pulso normal. El 72% del sexo femenino se ubicó
en un rango de diámetro abdominal en riesgo (mayor a 80 cms).

Este antecedente se consideró de importancia para el presente


estudio debido al reporte de una serie de datos o factores modificables y no
modificables que pueden incidir en la HTA, que pueden llegar a facilitar la
comparación con los resultados obtenidos una vez aplicado el instrumento.

Castillo, Chávez y Alfonzo (2011) en su trabajo de investigación


“Incidencia y prevalencia de hipertensión arterial registrada en el Día Mundial
de la Lucha contra la Hipertensión Arterial. Experiencia de un grupo de
trabajo”, realizaron un estudio de corte transversal en: 2 talleres, un
agromercado y 2 unidades del Sistema Nacional de Salud, 332 (60,36 %)
personas, y en 3 centros de trabajo de los alrededores del hospital, 218
(39,64 %) personas, 550 sujetos, en total, de 18 años o más, de ambos
sexos, que de forma voluntaria respondieron a una encuesta y permitieron se
les midiera la presión arterial (PA). Determinaron la frecuencia de hipertensos
(conocidos y nuevos), evaluaron el grado de control de la enfermedad en
tratamiento, si se habían medido la presión en la atención primaria de salud,
por lo menos una vez en los últimos 12 meses y el sobrepeso. Se midió la PA
según criterios y recomendaciones de la Comisión Nacional Técnica Asesora
del Programa de Hipertensión Arterial. Los datos se recogieron en un
modelo que contenía las variables: edad, sexo, talla, peso, si conocían si
eran hipertensos, si recibían tratamiento farmacológico, si se habían medido
la PA en los últimos 12 meses y las cifras encontradas. Se confeccionó una
base de datos y se empleó el sistema estadístico SPSS de Windows 2007.
Los resultados se expresaron en frecuencias absolutas y porcentajes. La
distribución de las personas fue similar en los 3 grupos etarios del estudio.
De los 550 sujetos encuestados, 190 (34,5 %) conocían que eran
hipertensos, en 35 (10,5 %) se observaron cifras de PA por encima de

12
140/90 mmHg para una prevalencia de hipertensión arterial de 40,9 %. De
ellas, el 67,5 % no eran hipertensas. De los 160 hipertensos conocidos y
tratados, 99 (61,9 %) tenían controlada su enfermedad. Se encontró 46% de
personas sobrepeso/obeso (55,6 % en los hipertensos y 39,4 % en los
normotensos) cifra similar al 42,6 % de la media nacional. Concluyeron que
el pesquisaje activo detecta casos no diagnosticados, a ampliar el
conocimiento sobre el grado de control alcanzado en los hipertensos tratados
y que el sobrepeso/obesidad es más frecuente en los hipertensos.

Así mismo, Otero (2010) efectuó la investigación titulada “Hipertensión


arterial. Estudio clínico-epidemiológico. Urbanización La Chamarreta.
Maracaibo Julio 2009-Agosto 2010”, realizó un estudio descriptivo,
transversal en pacientes hipertensos pertenecientes a tres consultorios
médicos de la Misión Barrio Adentro de la Urbanización La Chamarreta,
Municipio Maracaibo, Estado Zulia. Con el objetivo de Caracterizar algunos
aspectos clínicos y epidemiológicos de la Hipertensión Arterial en esta área
de salud. El universo estuvo constituido por 522 pacientes mayores de 15
años que representaron la totalidad de los casos atendidos por esta
enfermedad y la muestra la constituyeron 454 pacientes a quienes se les
realizó una encuesta estructurada previo conocimiento de ellos. La muestra
fue agrupada según las variables empleadas para esta investigación,
cumpliendo los criterios de inclusión para la misma. Entre los resultados se
halló que el grupo etario de 55 a 64 años resultó el de mayor número de
hipertensos, con 122 casos representando el 26,43% del total y
predominando en el sexo femenino (63 casos/13,87%). Los antecedentes
patológicos familiares (315 casos/69,38%) y los malos hábitos dietéticos (198
casos/43,61%) se encontraron dentro de los principales factores de riesgo en
la población estudiada a pesar de que la mayoría de los pacientes tuvo más
de un factor de riesgo asociado. La Hipertensión Arterial moderada
predominó en el sexo femenino (58,7%).

13
Salas (2011) realizó el trabajo “Factores que inciden en los valores de
la presión arterial”. El tipo de investigación fue descriptiva transversal, el
diseño fue no experimental y de campo. La población estuvo conformada por
83 adultos mayores y la muestra fue de 25 que representaron el 30% de la
población los cuales fueron seleccionados de manera intencional. Para la
recolección de la información se diseñó un instrumento tipo cuestionario con
respuestas de cinco opciones. En relación a los Factores de riesgo no
Modificables, el mayor porcentaje lo obtuvieron los antecedentes Familiares
con HTA ocupando el 72%. En relación a los grupos etarios se pudo
observar que el mayor porcentaje se ubica en edades comprendidas de 65 a
70 años, representando el 44%. En cuanto a la distribución porcentual de
acuerdo al sexo el porcentaje mayor lo representó el sexo masculino, con
56%. Con respecto al Factor de riesgo Modificable, no se pudo definir con
exactitud un indicador que influyera directamente en la alteración de los
niveles de la presión arterial en los adultos mayores, que participaron en el
estudio. No obstante, se pudo observar que la mayor tendencia de respuesta
con respecto al indicador consumo de tabaco, la opción casi siempre
representó el 34%, y respecto al indicador Consumo de alcohol el mayor
porcentaje se encontró en la opción nunca representada por un 48%.

Por su parte, Senén y Morejón (2009) en su trabajo “Hipertensión


Arterial y factores de riesgo modificables en el Policlínico Moncada en el año
2009”, realizaron un estudio observacional analítico de caso-control
retrospectivo divididos en un grupo estudio y otro control, de 34 pacientes
cada uno. Se utilizó el odds ratio (OR) para determinar posibilidades de
asociación de variables. Los jubilados representaron el 50% del total de la
muestra. El hábito de fumar (Frecuencia: 22; 64,7%) la ingestión de bebidas
alcohólicas (Frecuencia: 13; 38,2%), la obesidad (Frecuencia: 23; 67.6%), el
consumo de alimentos ricos en sal (Frecuencia: 11; 32,4%) se encontraron
asociados significativamente a la hipertensión arterial.

14
Del mismo modo, Villegas (2007) en su investigación “Caracterización
de los factores de riesgo de hipertensión arterial en adultos”, realizó un
estudio descriptivo, transversal sobre los factores de riesgos de pacientes
hipertensos en el universo de pacientes mayores de 18 años. Se evaluaron
cien (100) pacientes con historias clínicas individuales y familiares, se
confeccionó una encuesta al respecto que tuvo las variables a relacionar
según interés de la investigación y bibliografía revisada. Los datos fueron
procesados con estadísticas descriptivas contenidas en el programa
Microstat donde se identificaron los pacientes hipertensos y los factores de
riesgo concomitante. Entre los principales resultados se obtuvo que el 83,7%
de los pacientes estudiados presentaron hipertensión arterial con un
predominio del sexo femenino (62 casos) y el grupo de edades de 50 a 59
años. El antecedente patológico principal encontrado en la hipertensión
arterial, fue la obesidad Grado 1 (26 casos/41,9% en el sexo femenino y 8
casos/47% en el sexo masculino); el factor de riesgo asociado a la
hipertensión fue el sedentarismo en la hipertensión Grado 2 (27 casos/36,4%
sexo femenino y 8 casos/30,7% sexo masculino).

Todas las investigaciones anteriores sirvieron de base para la


realización del presente estudio por cuanto en ellas se abordaron tanto los
Factores de Riesgo modificables y no modificables, siendo el punto central
de este trabajo y, además, suministraron claras ideas acerca de cómo
dichos factores están directamente asociados con la HTA. Adicionalmente,
los trabajos mencionados anteriormente aportaron enormes conocimientos
sobre la manera en que se deben efectuar investigaciones de esta índole.

2.2 Bases teóricas

Nadie puede afirmar con absoluta certeza cuando aparece por primera
vez la hipertensión arterial en la historia de la humanidad, en opiniones

15
generalizadas se trata de una enfermedad relativamente moderna de la
civilización. El más fuerte apoyo de su origen radica posiblemente en
interrelaciones genético-ambientales en los que están involucrados los genes
del antiguo genoma adaptado de cazadores recolectores y al ambiente del
nuevo mundo creado por el ser humano, la hipertensión es una respuesta a
la novedad ambiental (Kumar, Path, Abul , Fausto y Aster, 2009).

En 1948, Framinghan determinó la prevalencia y la incidencia de la


morbi-mortalidad de las enfermedades cardiovasculares asociadas a factores
de riesgos como: Hipertensión Arterial, Tabaquismo, Obesidad,
Sedentarismo, Diabetes mellitus e Hipercolesterolemia, constituyendo el pilar
básico para tomar decisiones terapéuticas en base a la estimación del riesgo,
dicho estudio muestra el aumento de probabilidad de un trastorno vascular
en los siguientes 10 años, para varones y mujeres de varias edades
conforme se asocian los riesgos (Alacena, 2012).

Concepto de HTA

De acuerdo a Otero (2010), la HTA ha sido conceptualizada por varios


autores. Es considerada como un síndrome de anormalidades metabólicas y
estructurales, ambas genéticas o adquiridas, en el cual uno de los elementos
más importantes es la elevación de la tensión arterial. Todos coinciden en
que se trata de una enfermedad frecuente, fácil de detectar y de tratar,
asintomática en ocasiones; pero que sin embargo, cursa con complicaciones
graves y potencialmente mortales si no se corrigen a tiempo las cifras
normalmente elevadas de presión arterial. Ha sido reconocida como el
marcador de riesgo cardiovascular mayor o más nocivo, y existe la evidencia
de que la elevación de la presión arterial incrementa la probabilidad de
enfermedad isquémica del corazón, de apoplejías, de aterosclerosis y de

16
mortalidad total. Es considerada un problema de salud comunitaria por su
elevada trascendencia sanitaria, económica y social.

Según el concepto que esboza la Sociedad Andaluza de Medicina de


Familia (2006) la HTA se define como la elevación mantenida de la presión
arterial (PA) por encima de los límites normales. Sin embargo, ya que el
diagnóstico de un individuo como hipertenso se basa en clasificaciones que
determinan los límites entre normalidad y enfermedad de manera arbitraria,
es imprescindible la evaluación individualizada en función del perfil de riesgo
cardiovascular de cada paciente; sólo entonces será adecuado establecer la
estrategia de control y tratamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1995) es la


elevación crónica de la presión arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) o de
ambas por encima de los valores considerados como normales. La HTA
sistémica es una enfermedad crónica con alta prevalencia que es, al mismo
tiempo, una enfermedad y un factor de riesgo para otras enfermedades
crónicas no trasmisibles, manteniendo su potencialidad de daño en órganos
diana a cualquier edad, etnia y sexo.

Manifestaciones clínicas

La ausencia de síntomas es frecuente en la HTA, de ahí que algunos


la denominen “el enemigo silencioso” dado que en muchas ocasiones solo
pueda identificarse en el curso del examen físico de un paciente (Pérez,
2010).

De acuerdo a Pérez (2010), se podrían dividir los síntomas en tres


grupos:

1) Los de la hipertensión arterial en sí misma.


2) Los de la enfermedad vascular hipertensiva.

17
3) Los de la enfermedad de base en el caso de las hipertensiones
secundarias.

En el primer grupo de síntomas se encuentra la cefalea comúnmente


localizada en región occipital, se presenta al despertar el paciente en la
mañana y desaparece espontáneamente unas horas después. Otros
síntomas presentes son: palpitaciones, tinnitus, fatiga fácil e impotencia
sexual.

Síntomas relacionados con la enfermedad vascular hipertensiva serían:


epistaxis, hematuria, visión borrosa, episodios de debilidad muscular en
miembros o vértigos debidos a isquemia cerebral transitoria, angina de pecho
y disnea debidos a insuficiencia cardiaca.

Los síntomas de la enfermedad de base en el curso de las causas


secundarias serían: poliuria, polidipsia y debilidad muscular debidos a
hipopotasemia en pacientes con Aldosteronismo primario o aumento de
peso, labilidad emocional y facies característica en el Síndrome de Cushing,
cefalea episódica, palpitaciones, diaforesis y vértigos posturales en el
Feocromocitoma (Pérez, 2010).

La importancia de la HTA está determinada por su elevada prevalencia,


por constituir un reconocido factor de riesgo cardiovascular y por el enorme
impacto negativo que para la salud de la comunidad esto representa
(Harrison, 2006).

Tipos de Tensión Arterial

Pérez (2010), teniendo en cuenta las cifras de tensión arterial (TA),


presenta la siguiente tabla:

18
Tabla 1. Clasificación de la TA en los adultos de 18 años o más.

Sistólica Diastólica
Categoría
(mm Hg) (mm Hg)
Óptima < 120 y < 80

Normal <130 y < 85

Normal-Alta 130-139 ó 85-89

Hipertensión
Estadio 1 140-159 ó 90-99
Discreta
Estadio 2
160-179 ó 100-109
Moderada
Estadio 3
180 -209 ó 110 - 119
Severa
Estadio 4
>210 ó >120
Muy Severa

Hipertensión arterial en la persona adulta: se considera presión arterial


elevada cuando la PAS es superior a 140 mmHg o la PAD es superior a 90
mmHg (Pérez, 2010).

Factores de riesgo de la HTA

Según Rodríguez (2007) el término factor de riesgo proviene de la


medicina social y de la estadística y expresa las influencias que se ejercen
sobre el organismo, sean estas internas o externas. Estos factores elevan el
riesgo de padecer una enfermedad, pero no deben ser relacionados con una
causalidad.
Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el
riesgo y la seguridad, de acuerdo con consensos internacionales, en los
últimos tiempos se ha demostrado que las cifras de presión arterial que
representan riesgo de daño orgánico son aquellas por encima de 140 mmHg

19
para la presión sistólica y de 90 mmHg para la presión diastólica, cuando
éstas se mantienen en forma sostenida (Ministerio de Salud Pública
(MINSAP, 2006).

Según Díaz (2006):


…la enfermedad hipertensiva es una de las más difundidas
en el planeta y no en vano la OMS se ha referido a ella como “la
asesina silenciosa”, para poner de manifiesto su destacado papel
en la génesis del daño de órganos vitales, ya que muchas veces
nos percatamos de su presencia cuando ya resulta demasiado
tarde; de ahí que los principales riesgos asociados a este trastorno
no se deban en sí al aumento tensional, sino a ciertas alteraciones
que ocurren en diversos órganos claves (p.23).

Los factores de riesgo son condiciones de diferente índole, que


predisponen a la persona a desarrollar diversas enfermedades. Pueden ser
signos biológicos, hábitos o estilos de vida que pueden aumentar la
probabilidad o el riesgo de aparición de alguna enfermedad específica, entre
ellos tenemos los factores modificables y los factores no modificables (Díaz,
2006).
En la presente investigación se trabajó con los siguientes factores de
riesgo no modificables: edad, género, antecedentes familiares y en cuanto a
los factores de riesgo modificables: desempeño laboral, alimentación,
tabaquismo, sedentarismo, obesidad, alcoholismo, estrés y anticonceptivos
orales.

Factores de riesgo no modificables

Son aquellos relacionados con la individualidad de las personas, como


la edad, el género y la herencia (Rojas, 2007).

La Edad: este aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares


producto del envejecimiento natural de los tejidos, teniendo una prevalencia
alta en adultos, en edades comprendidas entre 18 y 65 años, y la frecuencia

20
de HTA aumenta con la edad lo cual produce un incremento importante en
su incidencia a partir de los 65 años, además es un factor pronóstico, ya que
mientras más joven se presenta la hipertensión, su pronóstico es adverso
con presentación de complicaciones cardiovasculares a menor edad y por
tanto una reducción de la esperanza de vida. Se considera riesgo una edad
superior a 55 años en varones y a 65 en mujeres lo cual va a influir sobre las
cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o
máxima como la diastólica o mínima aumentan con la edad y lógicamente se
encuentra un mayor número de hipertensos en los grupos de más edad.

La presión arterial sistólica se eleva con la edad, se ha considerado


durante mucho tiempo que es normal que en edades avanzadas se tenga la
presión elevada. Actualmente se conoce que las cifras de presión arterial
deben mantenerse dentro de rangos normales para disminuir el riesgo de
complicaciones cardiovasculares

Género: El sexo masculino es un factor de riesgo para cardiopatía


isquémica y HTA. Entre los 35 y 40 años, en los hombres se tiene una
mortalidad por esta enfermedad de cuatro a cinco veces más que en la
mujer, y esto sugiere que las hormonas sexuales podrían influir en la
adaptación cardiaca a una carga dada. Esta diferencia desaparece con la
menopausia, en concordancia con la disminución de los estrógenos, cuyo
efecto vasodilatador periférico es bien conocido. Es por esto que en la mujer
posmenopáusica existe mayor prevalencia de hipertensión arterial.

Los hombres tienen mayor probabilidad de tener una enfermedad que


afecta a las coronarias y a desarrollar hipertensión arterial, y sólo las mujeres
presentan esta tendencia hasta que llegan a la menopausia, a partir de aquí
la frecuencia es igual en ambos sexos. En este sentido la naturaleza es tan
sabia que ha dotado a la mujer con unas hormonas protectoras mientras se

21
encuentra en edad fértil, como lo son los estrógenos, y es por eso que tienen
menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en
las mujeres más jóvenes existen un riesgo especial cuando toman píldoras
anticonceptivas, como un efecto secundario de estos fármacos.

Antecedentes familiares: El riesgo es mayor si existen antecedentes


familiares de enfermedades del corazón, siendo más alto si un paciente
cercano murió joven por un infarto al miocardio. Estudios experimentales
recientes han sugerido una alteración en la información genética al recibir
estímulos específicos del medio ambiente que permite su expresión
fenotípica y se manifiesta la enfermedad. Los genes candidatos potenciales
sugeridos son los que afectan varios componentes, entre ellos los del
Sistema Renina – Angiotensina – Aldosterona, el Sistema Calicreina –
Cinina, el gen de la Enzima Convertidora de Angiotensina (ECA), Sistema
Nervioso Simpático, entre otros. La herencia de padres a hijos se transmite
una tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas de tensión
arterial. Se desconoce su mecanismo exacto, pero la experiencia demuestra
que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertenso/s, las
posibilidades de desarrollar hipertensión es el doble.

Diabetes mellitus: La HTA se halla presente en el 66% de pacientes


con diabetes mellitus de larga data con nefropatía diabética asociada,
evidenciándose un aumento de la prevalencia de HTA esencial en la
población global de diabéticos. La coexistencia de diabetes e hipertensión
casi duplica a la ya elevada tasa de mortalidad cardiovascular de hipertensos
no diabéticos. Los pacientes diabéticos y además hipertensos que presentan
insuficiencia renal progresiva, pueden disponer de pocas células
yuxtaglomerulares funcionales y una capacidad reducida para estimular la
liberación de renina. En consecuencia suelen presentarse valores muy bajos

22
de renina, con tendencia a la presentación del síndrome hipoaldosteronismo
hiporeninemico. Los diabéticos también son susceptibles de padecer
problemas especiales asociados al tratamiento antihipertensivo, los
diuréticos exacerban la intolerancia a los carbohidratos, probablemente por
causar deficiencia de potasio. Los diabéticos lábiles y propensos a
hipoglicemia tienen dificultades con los fármacos betabloqueadores de
adrenoreceptores, ya que atenúan la respuesta protectora de las
catecolaminas y se presenta hipoglicemia. Los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina (IECA) son especialmente eficaces para reducir
las elevadas presiones intraglomerulares a las que se atribuye la
glomeruloesclerosis progresiva del diabético.

Factores de riesgo modificables

Según Rojas (2007), los factores de riesgo modificables son aquellos


cuya modificación o alteración sirven como indicadores para prevenir la
enfermedad hipertensiva, entre ellos se puede mencionar: el consumo de
alcohol, tabaco, el sedentarismo, alimentación inadecuada.

Ocupación y/o Profesión: Diversos estudios realizados en España,


México y otros países latinoamericanos han evidenciado que ciertos FR
como la ocupación y/o profesión influyen gradual y significativamente sobre
la elevación de la PA, condicionado por el stress, las preocupaciones
constantes a las que se somete un individuo diariamente, creando un estado
de ansiedad la cual actúa sobre el sistema nervioso simpático produciendo
un aumento de catecolaminas plasmáticas que conlleva a un estado de
hiperreactividad vascular y un aumento del tono simpático con el
consiguiente aumento de la PA. También destacan que la personalidad de un
individuo (extrovertido o introvertido) y el estatus socio – económico del

23
mismo (nivel cultural y bajo poder adquisitivo) son factores predisponentes
indirectos en esta enfermedad.

Alimentación: La adecuada alimentación es de vital importancia tanto


para pacientes normotensos como hipertensos, es una medida preventiva y
de control en la HTA. Una alimentación con restricción del sodio es una
forma segura y eficaz para reducir ligeramente la PA, que en los casos de
resistencia al tratamiento, la dieta hiposódica potencia la acción de los
fármacos antihipertensivos. El mecanismo por el cual la restricción de sodio
disminuye la presión arterial parece estar asociado a una reducción
moderada en la cantidad de catecolaminas circulantes. Entonces para
controlar el peso es necesario disminuir el consumo de sodio a menos de
100 mmol/día (6g de NaCl). Así que la restricción de la sal es particularmente
importante para aquellos que son sensibles a esta y para las personas
ancianas, además de la poca ingesta de sal son elementos importantes en
un régimen alimenticio favorable para la prevención de la hipertensión, ya
que el consumo de sal aumenta la presión osmótica sanguínea al retener
agua, aumentando la presión sanguínea, ocasionando la hipertensión.
Diversos estudios han reportado que una ingesta alta pero adecuada de
potasio (50 a 90 mmol/día) provenientes de frutas frescas y vegetales en la
dieta puede proteger en el desarrollo de hipertensión y mejorar el control de
la enfermedad. Al igual que el potasio, una ingesta adecuada de calcio (1 a
2g/día) en la dieta puede disminuir la PA, pero el efecto general es mínimo y
aunque es importante mantener una adecuada ingesta de calcio para la
salud en general, actualmente no existe ninguna razón para recomendar
suplementos de calcio con fines antihipertensivos.

Dentro de este mismo orden de ideas, otro factor a tomar en cuenta es


la nutrición y por esto se recomienda una dieta baja en grasas saturadas y
rica en granos integrales, frutas y verduras.

24
En este sentido es importante el consumo de hortalizas y frutas, así
como también la cantidad y calidad de las grasas ingeridas. Sin embargo,
las personas que padecen este mal piensan que solamente el tratamiento
farmacológico le ayudará a reducir estos niveles y no toman en cuenta la
alimentación como parte de este apoyo. Al respecto existen algunas
orientaciones dietéticas acerca de lo que debe consumirse. Alimentos ricos
en vitamina C: estos resultan geniales para la hipertensión, ya que esta
vitamina oficia de relajante de aquellas arterias que se encuentran muy
tensionadas. Consumir cítricos (limones, fresas, naranjas, etc.), pimientos o
zanahorias. Alimentos ricos en potasio ya que este mineral suele ser muy
bueno para contrarrestar los efectos del sodio, entre ellos se debe contar a
las papas, los calabacines, los melocotones, los guisantes o los plátanos.
Alimentos ricos en calcio ya que este es un mineral excelente para la
hipertensión. Pero no necesariamente se debe incorporar mediante lácteos,
si no que se puede recurrir a alimentos como las almendras, el tofu, brócoli y
las legumbres. El ajo es de gran influencia sobre el torrente sanguíneo
(Rojas, 2007).

Las cifras normales de colesterol total aceptadas hoy día son entre
180 y 200 mg/dl. Cifras mayores a 240 mg/dl, en pacientes mayores de 40
años aumenta significativamente el riesgo de obstrucción aguda o crónica de
las arterias coronarias. Es importante destacar que las lipoproteínas de alta
densidad (HDL) son las de mayor valor predictivo de infarto al miocardio (IM)
y de angina de pecho, y que esta se encuentra disminuida en pacientes
hipertensos con dislipidemia, mientras que las lipoproteínas de baja densidad
(LDL) son pequeñas, densa y altamente aterogénicas que influyen
negativamente en el organismo y sus niveles se encuentran elevados. Se
recomienda mantener niveles de colesterol LDL siempre lo más bajo posible,
≤ a 100 mg/dl y niveles de HDL ≥ a 45 mg/dl, ya que esta promueve la

25
degradación y movilización de los lípidos aterogénicos disminuyendo
significativamente el riesgo de enfermedad coronaria (Rojas, 2007).

Normalmente el colesterol existe en el organismo, siendo necesario


para el funcionamiento óptimo de varios órganos, sin embargo, cuando existe
el consumo de una dieta abundante en grasas (carnes rojas, embutidos,
mantequilla, leche completa) provoca que este elemento aumente en el
torrente sanguíneo, lo que produce un mayor esfuerzo en el músculo
cardiovascular; en otras palabras, logra que al corazón se le dificulte trabajar
y por ello aumente la presión sanguínea. (Barrera, Guzmán y Lancheros,
2006).

Existen dos tipos de colesterol: el colesterol malo o lipoproteínas de


baja densidad (LDL), causante de la obstrucción de las arterias, produciendo
disminución de la circulación sanguínea hacia los órganos blancos,
especialmente del corazón, y el colesterol bueno o lipoproteínas de alta
densidad (HDL), que se encarga de limpiar las arterias para aumentar la
flexibilidad y el paso normal de la sangre por las mismas.

Se recomienda efectuarse una prueba de sangre, mínimo dos veces al


año, para determinar los niveles de estos elementos, cuyos valores normales
oscilan en:

 Colesterol total (menor de 200 mg/dl)


 LDL (menor de 100 mg/dl)
 HDL (entre 50-60 mg/dl) (Barrera, Guzmán y Lancheros, 2006).

Tabaquismo: Es un poderoso factor que acelera la aterosclerosis y el


daño vascular producido por la hipertensión arterial. Este incrementa los
niveles de colesterol sérico y la obesidad. Es por ello que se hace necesario
identificar a los pacientes fumadores y proporcionarles la orientación mínima
en la atención hospitalaria. Las visitas personalizadas en el hospital y el

26
contacto entre paciente y enfermera potencian la motivación del fumador e
incrementa el índice de abstinencia. El tabaquismo eleva la presión arterial
por la liberación de noradrenalina de las terminaciones nerviosas
adrenérgicas estimuladas por la nicotina. El aumento del riesgo de apoplejías
en fumadores de cigarrillos probablemente se deriva de la disminución aguda
del flujo sanguíneo cerebral. Dentro de este marco de ideas, el hábito de
fumar y el consumo de alcohol también juega un papel significativo entre los
factores de riesgo para la enfermedad hipertensiva, la cual es por lo general
más común en los adultos mayores que entre los jóvenes. El humo del
cigarrillo contiene sustancias tóxicas para el organismo, muchas de las
cuales son farmacológicamente activas, mutágenos y cancerígenas.

El cigarrillo contiene una sustancia responsable de crear la adicción en


el organismo es la nicotina, el humo de esta causa aumento de la frecuencia
cardiaca y de la presión arterial y ya que el corazón se ve forzado a trabajar
necesita más oxigeno, y el monóxido de carbono disminuye la cantidad de
oxigeno en la sangre al corazón. La nicotina y el monóxido de carbono dañan
la pared de las arterias, permitiendo que las grasas se impregnen en sus
paredes, estrechándolas y obstruyéndolas.

Se ha observado que la exposición a los componentes gaseosos del


cigarrillo (incluido monóxido de carbono) determina efectos tóxicos directos
sobre las células endoteliales, derivados de la formación de radicales libres
y, consecuentemente, aumento de la degradación de óxido nítrico, lo que
provoca una disfunción endotelial generalizada, independientemente de la
existencia de lesiones ateroscleróticas preestablecidas (Rojas, 2007).

Sedentarismo: La inactividad física es perjudicial para la salud en


general ya que propicia la inmovilización de colesterol y ácidos grasos libres
y por consiguiente la acumulación del mismo en el organismo lo que conlleva
a las dislipidemias y ateroesclerosis. El ejercicio disminuye la estimulación

27
simpática al potenciar el efecto de los barorreceptores e igualmente
disminuye la rigidez de las arterias. Aumenta las lipoproteínas de alta
densidad (HDL) y reduce las de baja densidad (LDL), relaja los vasos
sanguíneos y puede disminuir la presión arterial. Se debe también hacer
hincapié en la importancia de realizar actividad física diariamente o por lo
menos tres veces a la semana, con una duración de treinta minutos en
adelante.

Es por ello que la actividad física se entiende como el movimiento


corporal producido por los músculos esqueléticos, que requieren consumo de
energía. Los estudios indican que el ejercicio regular ayuda a conservar
elásticas a las arterias, aún en los ancianos, lo cual a su vez mantiene a la
sangre fluyendo y a la presión arterial baja. Las personas sedentarias tienen
un 35% de mayor riesgo de desarrollar hipertensión que los atletas. Sin
embargo, los que ya son hipertensos no deben de iniciar un programa de
ejercicios sin consultar a un médico.

Obesidad: Se ha demostrado que la obesidad y la HTA son


importantes predictores independientes de morbimortalidad cardiovascular;
estos dos trastornos frecuentemente coexisten y cada uno de ellos puede
asociarse con el desarrollo de hipertrofia ventricular izquierda. La obesidad
tiene efectos aditivos pero no sinérgicos sobre la carga que debe soportar el
ventrículo izquierdo, lo cual puede aumentar el riesgo de insuficiencia
cardiaca congestiva, ya que la HTA es considerada como un tipo de
sobrecarga de presión y la obesidad como un tipo de sobrecarga de
volumen. Se debe reducir la ingesta de grasa poliinsaturada y de alimentos
ricos en colesterol. Por cada kilogramo que se logre reducir de peso corporal
se traducirá en una disminución de la presión arterial de 1.3 a 1.6 mmHg
(Rojas, 2007).

28
Alcoholismo: Produce una elevación aguda de la presión arterial
mediada por activación simpática central cuando se consume en forma
repetida y puede provocar una elevación persistente de la misma. El
consumo de bebidas alcohólicas aumenta la presión arterial aun cuando se
ingiera en pequeñas cantidades. En todos los estudios sobre este problema,
la relación entre el alcohol y la presión arterial es independiente de todas las
demás variables conocidas. Algunos investigadores hallan un valor creciente
progresivo lineal de la presión con el incremento en el consumo de alcohol,
otros informan de un efecto umbral, donde se observa valores más bajos de
presión arterial entre aquellos que beben diariamente de 30 a 60 ml de
etanol, en comparación con los abstemios. Este último patrón va paralelo con
la asociación de mortalidad y de isquemia. La reducción de la mortalidad
coronaria en personas que ingieren pequeñas cantidades de alcohol
independientemente de cualquier efecto sobre la PA, expresa una mayor
movilización de colesterol libre desde los tejidos para su remoción y
excreción por el hígado. El alcohol debilita las acciones del tratamiento
farmacológico hipotensor, pero, su acción presora, puede ser al menos en
parte reversible en las semanas siguientes si se disminuye la ingesta del
etanol en un 80%. Sin olvidar que, una moderada ingesta de alcohol parece
asociarse a una mortalidad cardiovascular reducida por lo que una
abstinencia absoluta no se debe recomendar a los hipertensos que
consumen alcohol en forma moderada.

El consumo de alcohol también juega un papel significativo entre los


factores de riesgo para la enfermedad hipertensivas, alterando así los niveles
de esta. Si bien el consumo regular de alcohol se asocia con menor riesgo de
eventos cardiovasculares aterotrombóticos, el consumo excesivo aumenta el
riesgo de numerosos problemas médicos y psicosociales, incluyendo la
hipertensión. Se considera, que la ingesta excesiva de alcohol es una de las
causas más fácilmente reversibles de HTA y el 8% de la hipertensión en los

29
hombres puede ser debida a una ingesta excesiva del mismo. La mayoría de
los trabajos publicados muestran que el aumento del riesgo de ser hipertenso
se produce cuando se consume más de 30 gramos por día de alcohol puro.
Adicionalmente ha sido demostrado una diferencia significativa entre la
presión arterial sistólica (PAS) de los bebedores de más de 300 gramos de
alcohol por semana y los no bebedores, y este efecto del alcohol fue
independiente de otras variables como edad, género, ingesta de sodio,
potasio y sobrepeso y demostró ser más potente que el efecto de la sal y el
sobrepeso (Rojas, 2007).

Anticonceptivos Orales (ACO): El empleo de ACO que contienen


estrógenos pueden ser causa frecuente de HTA. La mayoría de las mujeres
que los usan experimentan una elevación ligera de la PA. Aunque la HTA es
generalmente leve persiste después de descontinuar los ACO, esto puede
ser grave y es casi seguro responsable del aumento de la mortalidad
cardiovascular entre las mujeres jóvenes que utilizan estos medicamentos. A
pesar de estos datos, estos fármacos proporcionan un control prenatal eficaz
y seguro a millones de mujeres y persiste la necesidad de usarlos.

La modificación de estos factores de riesgo modificables, permite la


reducción de la morbilidad, severidad, complicaciones y mortalidad por
aumento de estos valores. Se había considerado por mucho tiempo que los
factores de riesgo no representaban un papel importante, sin embargo en la
actualidad son cada vez más los grupos que se unen a la estrategia
preventiva para erradicar factores incidentes, ya que pueden ser abordados
desde la prevención, puesto que esta patología ha desencadenado un alto
índice de morbilidad y mortalidad a nivel mundial, siendo preciso concientizar
a la población para llevar un estilo de vida saludable.

30
CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

3.1 Tipo de investigación

Se realizó un estudio descriptivo transversal, documental y de campo


dirigido a determinar los factores que influyen sobre la incidencia de HTA en
pacientes adultos del Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez” de Mucuchíes
del Municipio Rangel del Estado Mérida durante Julio 2012-Marzo 2013.

La investigación descriptiva según Arias (2006) consiste:

… en la caracterización de un hecho, fenómeno o grupo con el fin


de establecer su estructura o comportamiento. Los estudios
descriptivos miden de forma independiente las variables, y aun
cuando no se formulen hipótesis, las primeras aparecerán
enunciadas en los objetivos de investigación (p.46).

En tal sentido, el presente trabajo se trató de un estudio


descriptivo ya que se determinaron los factores que influyen sobre la
incidencia de HTA en pacientes adultos.

El objetivo de un estudio transversal (Arias, 2010) es conocer todos los


casos de personas con una cierta condición en un momento dado, sin
importar por cuánto tiempo mantendrán esta característica ni tampoco
cuando la adquirieron, es decir, consisten en la enumeración descriptiva de
unas características seleccionadas observadas en un momento del tiempo
en un grupo de pacientes con una enfermedad determinada o en un
grupo de sujetos que tienen una determinada condición en común. El
presente estudio fue, por tanto, transversal ya que se describieron

31
características específicas de la población objeto de estudio durante un lapso
de tiempo determinado.

Una investigación de campo consiste en la recolección de datos


directamente de la realidad donde ocurren los hechos, sin manipular o
controlar variable alguna (Arias, 2010). Por tanto, este trabajo fue de campo
debido a que se realizó en el Hospital “Dr. Francisco V. Gutiérrez” de
Mucuchíes del Municipio Rangel del estado Mérida.

Según Arias (2010), la investigación documental es aquella que se


basa en la obtención y análisis de datos provenientes de materiales impresos
u otros tipos de documentos, por tanto esto se aplicó al presente estudio ya
que de esta manera fue como se obtuvieron los datos del mismo.

3.2 Población, Muestra y Muestreo.

3.2.1 Población

Para Arias (2006) la población “es un conjunto finito o infinito de


elementos con características comunes para los cuales serán extensivas las
conclusiones de la investigación” (p. 81) La población de esta investigación
se encontró representada por el total de pacientes adultos (130) adscritos en
Medicina de Familia del Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez” de
Mucuchíes del Municipio Rangel del Estado Mérida.

3.2.2 Muestra

Para Hernández, Fernández y Baptista, (2008) “una muestra es un


subconjunto de casos o individuos de una población estadística, del cual se
recolectan los datos que deben ser representativos de esa población” (p.

32
236). Para calcular la muestra, se aplicó la fórmula suministrada por Arias, F.
(2006), cuando la población es conocida (población finita) (p. 88).

Donde:

n= tamaño de la muestra.

N= población, que es de 130 pacientes adultos.

= Zeta crítico: valor determinado por el nivel de confianza adoptado,


elevado al cuadrado. Para un grado de confianza de 95% el coeficiente es
igual a 2, entonces el valor de zeta crítico es igual a 22 = 4.

p= proporción de elementos que presentan una determinada característica a


ser investigada. Se tomó el valor dado por el autor, p=40.

q= proporción de elementos que no presentan la característica que se


investiga. Se tomó el valor dado por el autor, p=60.

e= error muestral, es la falla que se produce al extraer la muestra de la


población. Generalmente, oscila entre 1% y 5%. Se consideró al 5%, elevado
al cuadrado (e2), se obtuvo 25.

Sustituyendo los valores al aplicar la fórmula:

33
Se obtuvo como muestra n=97. Significa que, la muestra quedó
representada por 97 pacientes adultos que acuden a Medicina de Familia del
Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez”.

3.2.3. Muestreo

El procedimiento empleado fue el Muestreo aleatorio simple que


consistió en lo siguiente: se asignaron números a cada individuo de la
población y se hicieron papelitos con cada número, se introdujeron estos en
una bolsa y se fueron extrayendo al azar hasta completar la muestra, es
decir los 97 pacientes adultos.

3.3 Sistema de variables

Se puede definir como todo aquello que se va a medir, controlar y


estudiar en una investigación o estudio. La capacidad de poder medir,
controlar o estudiar una variable viene dado por el hecho de que ella varía, y
esa variación se puede observar, medir y estudiar. En toda investigación es
importante plantear variables, ya que éstas permiten relacionar algunos
conceptos y hacen referencia a las características que el investigador va a
estudiar (Hurtado, 2007).

La variable del presente estudio fue: Factores que influyen sobre la


incidencia de HTA en pacientes adultos.

3.3.1 Operacionalización de la Variable:


La cual es definida por Arias (2006) como la definición conceptual y
operacional de las variables de la hipótesis pasando de un nivel abstracto a
un nivel concreto y específico a efectos de poder observarla, mediarla o

34
manipularla, con el propósito de contrastar la hipótesis. La operacionalización
de la variable se presenta en la Tabla 2.
Tabla 2. Operacionalización de la variable.

VARIABLE OBJETIVOS DIMENSIONES INDICADORES ÍTEMS


ESPECÍFICOS

Edad 1
Determinar los
2
factores de riesgo no Género
modificables que Factores de riesgo
Factores que influyen sobre la no modificables Antecedentes 3y4

influyen sobre incidencia de HTA familiares


la incidencia de en pacientes
HTA en adultos.
pacientes Desempeño 5
adultos. Identificar los laboral
factores de riesgo
modificables que Factores de riesgo Alimentación 6-11
influyen sobre la modificables
incidencia de HTA Tabaquismo 12
en pacientes
adultos. Sedentarismo 13-15

Obesidad 16

Alcoholismo 17-19

Anticonceptivos 20
Orales
Fuente: Avendaño y Quintero (2012).

3.4 Instrumento

Como instrumento de recolección de datos, se implementó un


cuestionario estructurado, para medir los factores de riesgo modificables y no

35
modificables sobre HTA presente en los sujetos que acudieron al Hospital
“Francisco Vicente Gutiérrez” de Mucuchíes del Municipio Rangel del Estado
Mérida durante Julio 2012-Marzo 2013.
El cuestionario se estructuró en dos (2) partes:
Parte I, correspondió a la recolección de los factores de riesgo no
modificables (4 ítems).
Parte II, correspondió a 16 preguntas con escala de Lickert (Siempre,
Algunas veces, Nunca), relacionada con los factores de riesgo modificables.
En total el instrumento constó de 20 ítems.

3.4.1. Validez del instrumento

Para Betancourt, Jiménez y López (1995) “La validez es entendida


como el grado en que un instrumento logra medir lo que se pretende medir”
(p.211). Para la validez del instrumento se sometió a la revisión por parte de
un panel de expertos en el área de Medicina Interna, Metodología y
Enfermería: Mg. Sc. María Gisela Guerrero, Licda. María Eugenia Torres y
Licdo. Eduardo Sánchez, quienes hicieron varias observaciones que sirvieron
para elaborar el instrumento definitivo que se presenta en los anexos.

3.5 Procedimiento para recolección de la información.

Una vez obtenida esta opinión y corregido el cuestionario, se procedió


a la recolección de los datos

Previo a la recolección de los datos, se solicitó por escrito la debida


autorización a las autoridades y a cada uno de los pacientes para que de
manera voluntaria expresaran su conformidad en participar en la presente
investigación.

36
Se aplicó el instrumento de manera individual acompañando a cada
persona al momento de completarlo, con la finalidad de aclarar cualquier
duda que se pudiese presentar y hacer las aclaratorias pertinentes. Este
procedimiento se efectuó durante una semana para recebar todas las 97
encuestas aplicadas.

3.6 Plan de tabulación y análisis estadístico de los datos.

Una vez completados los cuestionarios, se recolectaron y se procedió a


extraer los datos para tabularlos estadísticamente utilizando para ello el
programa informático Excel y proceder a efectuar la representación gráfica
de los resultados obtenidos para cada ítem y así proceder, posteriormente, al
análisis de cada uno de ellos.

CAPÍTULO IV

PRESENTACIÓN Y ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Una vez obtenidos los resultados de los datos mediante la encuesta


aplicada a la población objeto de estudio, se tabularon y se emplearon
gráficos de torta y cuadros de frecuencia y porcentaje para su respectiva
representación.

Los resultados, ítem por ítem, del cuestionario aplicado se analizaron


y se delinearon los respectivos análisis y conclusiones, correlacionándolos
con los antecedentes citados previamente.

El análisis global permitió determinar con mayor precisión la situación


de salud, respecto a los factores de riesgo para la HTA, prevaleciente en la
comunidad estudiada para, finalmente, establecer las recomendaciones
pertinentes.

37
Gráfico 1. Factores de riesgo no modificables. Edad.
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Se demuestra en el Gráfico 1 que la población en el grupo etario 30-40


años representó la mayoría de la población encuestada (51%).

Según Rojas (2007), la edad es un factor de riesgo de HTA cuya


frecuencia aumenta con la edad lo cual produce un incremento importante en
su incidencia a partir de los 65 años, además es un factor pronóstico, ya que
mientras más joven se presenta la hipertensión, su pronóstico es adverso
con presentación de complicaciones cardiovasculares a menor edad y por
tanto una reducción de la esperanza de vida.

La presión arterial sistólica se eleva con la edad, se ha considerado


durante mucho tiempo que es normal que en edades avanzadas se tenga la
presión elevada y ya que en la población de estudio predomina el grupo 30-
40 años se puede asumir que aún no se hallan en riesgo de presentar HTA,
pues, según lo expresa Otero (2010) las edades de 55 años (hombres) y 65
años (mujeres) son las edades consideradas como de riesgo para presentar
hipertensión arterial.

38
Gráfico 2. Factores de riesgo no modificables. Género.
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

En la población estudiada predominó el género femenino, con un total


del 61% de la muestra.

Al respecto, y según lo reporta Salas (2010) los hombres tienen


mayor probabilidad de tener una enfermedad que afecta a las coronarias y a
desarrollar hipertensión arterial, y sólo las mujeres presentan esta tendencia
hasta que llegan a la menopausia, a partir de aquí la frecuencia es igual en
ambos sexos. Entre los 35 y 40 años, en los hombres se tiene una
mortalidad por esta enfermedad de cuatro a cinco veces más que en la
mujer, y esto sugiere que las hormonas sexuales podrían influir en la
adaptación cardiaca a una carga dada. En vista que en la población objeto
de estudio predominó el género femenino, y por cuanto las mujeres tienen
menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, se hace evidente
que la misma no se halla en riesgo de presentar HTA.

39
Gráfico 3. Factores de riesgo no modificables. Antecedentes familiares
HTA.
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Del mismo modo, en el Gráfico 3 se aprecia claramente que un


elevado porcentaje (60%) de la población objeto de estudio tiene familiares
cercanos que presentan HTA.

Al respecto, Otero (2010), expone que el riesgo a HTA es mayor si


existen antecedentes familiares de enfermedades del corazón, siendo más
alto si un paciente cercano murió joven por un infarto al miocardio. Estudios
experimentales recientes han sugerido una alteración en la información
genética al recibir estímulos específicos del medio ambiente que permite su
expresión fenotípica y se manifiesta la enfermedad. Se desconoce su
mecanismo exacto, pero la experiencia demuestra que cuando una persona
tiene un progenitor (o ambos) hipertenso/s, las posibilidades de desarrollar
hipertensión es el doble. Ya que los resultados demuestran que la mayor
parte del grupo de pacientes estudiados tienen familiares con HTA, se
evidencia claramente que existen elevadas posibilidades de que dichos
pacientes, a futuro, desarrollen HTA.

40
Gráfico 4. Factores de riesgo no modificables. Antecedentes familiares
Diabetes mellitus.
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Al igual que en el gráfico anterior, se pudo observar que existe una


mayoría de encuestados con familiares diabéticos, con un total de 53%.

Como bien es sabido y así lo expresa Rojas (2007), la HTA se halla


presente en el 66% de pacientes con diabetes mellitus de larga data con
nefropatía diabética asociada, evidenciándose un aumento de la prevalencia
de HTA esencial en la población global de diabéticos. La coexistencia de
diabetes e hipertensión casi duplica a la ya elevada tasa de mortalidad
cardiovascular de hipertensos no diabéticos. Los diabéticos también son
susceptibles de padecer problemas especiales asociados al tratamiento
antihipertensivo. De manera similar al factor de riesgo no modificable anterior
y considerando que la diabetes se caracteriza por ser una enfermedad
hereditaria, y por cuanto la mayoría de los encuestados manifestaron tener
familiares con esta enfermedad, queda claro que en la población objeto de
estudio existe alta probabilidad de presencia de HTA en el correr de los años.

41
Cuadro 1. Factores de riesgo modificables. Desempeño laboral.

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %
5.- ¿El trabajo le produce ansiedad? 9 9 10 10 78 81

Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Se puede observar que la mayoría de los encuestados (81%)


manifestaron Nunca sentir ansiedad debida a su ocupación laboral.

Al respecto, Rojas (2007) expresa que diversos estudios realizados


en España, México y otros países latinoamericanos han evidenciado que la
ocupación y/o profesión influyen gradual y significativamente sobre la
elevación de la PA, condicionado por el stress, las preocupaciones
constantes a las que se somete un individuo diariamente, creando un estado
de ansiedad la cual actúa sobre el sistema nervioso simpático produciendo
un aumento de catecolaminas plasmáticas que conlleva a un estado de
hiperreactividad vascular y un aumento del tono simpático con el
consiguiente aumento de la PA. En el presente estudio, los resultados
obtenidos difieren de los manifestados por Rojas (2007) ya que la mayoría de
la población encuestada nunca se siente estresada debido a su ocupación, lo
que evidencia que este factor de riesgo no se halla presente en el grupo de
pacientes estudiado.

42
Cuadro 2. Factores de riesgo modificables. Alimentación

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %
6. ¿Le agrega más sal a las 5 5 17 18 75 77
comidas después de preparadas?

7. ¿Con qué frecuencia consume 35 36 61 63 1 1


usted frutas?

8. ¿Le agrega ajo a las comidas? 29 30 45 46 23 24

9. ¿Consume enlatados? 50 52 46 47 1 1

10. ¿Consume embutidos como 32 33 58 60 7 7


salchichas, jamón?

11. ¿Se realiza el control de 26 27 27 28 44 45


colesterol al menos dos veces al
año?

Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Con respecto a la alimentación, los datos obtenidos permiten observar


que un 77% de la población encuestada manifestó que nunca agrega más
sal a sus alimentos después de preparados; la mayoría de los encuestados
(63%) consumen fruta algunas veces. Además, solamente un 24% de ellos
manifestó que nunca agrega ajo a sus comidas, mientras que siempre
consumen alimentos enlatados 52%, algunas veces consumen embutidos
(60%) y un 45% de ellos nunca se realiza chequeos periódicos para verificar
sus niveles de colesterol.

Villegas (2007) establece que una adecuada alimentación es de vital


importancia tanto para pacientes normotensos como hipertensos, y por esto
se recomienda una dieta baja en grasas saturadas y rica en granos
integrales, frutas y verduras. Además de la poca ingesta de sal son

43
elementos importantes en un régimen alimenticio favorable para la
prevención de la hipertensión. Se recomienda mantener niveles de colesterol
LDL siempre lo más bajo posible, sin embargo, cuando existe el consumo de
una dieta abundante en grasas (carnes rojas, embutidos, mantequilla, leche
completa) provoca que este elemento aumente en el torrente sanguíneo, lo
que produce un mayor esfuerzo en el músculo cardiovascular; en otras
palabras, logra que al corazón se le dificulte trabajar y por ello aumente la
presión sanguínea (Barrera, Guzmán y Lancheros, 2006).

En el aspecto alimentación los resultados obtenidos son dispersos


porque pese a que el grupo de pacientes objeto de estudio manifestó seguir
buenas pautas alimenticias en cuanto al consumo de sal, frutas y ajo, no
sucedió lo mismo con el consumo de enlatados, embutidos ni con los
controles periódicos de colesterol que se recomiendan.

Cuadro 3. Factores de riesgo modificables. Tabaquismo

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %

12. ¿Usted fuma cigarrillos? 9 9 10 10 78 81


Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

La mayoría de los encuestados (81%) manifestó que nunca fuma


cigarrillos.

Con relación a este factor, Salas (2010) expone que el tabaquismo es


un poderoso factor que acelera la aterosclerosis y el daño vascular producido
por la hipertensión arterial. Este incrementa los niveles de colesterol sérico y
la obesidad. Además, el hábito de fumar y el consumo de alcohol también
juegan un papel significativo entre los factores de riesgo para la enfermedad
hipertensiva. El tabaquismo eleva la presión arterial por la liberación de
noradrenalina de las terminaciones nerviosas adrenérgicas estimuladas por
la nicotina. En vista que la gran mayoría de los encuestados manifestó no

44
consumir nunca cigarrillos, este factor de riesgo no se halla presente en la
población objeto de estudio y, en consecuencia, se hace necesario identificar
a los pacientes fumadores y proporcionarles la orientación mínima en la
atención hospitalaria minimizando al máximo la posibilidad que, debido a
este factor, desarrollen HTA (Salas, 2010).

Cuadro 4. Factores de riesgo modificables. Sedentarismo

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %
13. ¿Usted frecuentemente busca 20 21 39 40 38 39
mantener su cuerpo en reposo?

14. ¿Camina tres veces por 21 22 43 44 33 34


semana?

15. ¿Realiza alguna actividad física 8 8 13 14 76 78


durante 30 minutos?
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Los resultados demuestran que un 40% de los encuestados busca


mantener su cuerpo en reposo algunas veces, mientras un 44% algunas
veces camina tres veces por semana. Un 78% manifestó nunca ejecutar
actividad física por períodos de 30 minutos.

Al respecto, Rojas (2007) establece que la inactividad física es


perjudicial para la salud en general ya que propicia la inmovilización de
colesterol y ácidos grasos libres y recomienda hacer hincapié en la
importancia de realizar actividad física diariamente o por lo menos tres veces
a la semana, con una duración de treinta minutos en adelante. Los estudios
indican que el ejercicio regular ayuda a conservar elásticas a las arterias, aún
en los ancianos, lo cual a su vez mantiene a la sangre fluyendo y a la presión
arterial baja y que si se realiza en forma regular por lo menos 30 minutos 4
veces por semana se puede lograr una reducción de 4 a 9 mmHg de la
tensión arterial sistólica. La actividad física ayuda a bajar de peso, quema

45
grasas, disminuye el nivel de colesterol, mejora la circulación y disminuye el
nivel de stress. Las personas sedentarias tienen un 35% de mayor riesgo de
desarrollar hipertensión que los atletas.

Los resultados obtenidos demuestran que hay elevados porcentajes


de inactividad física en la población estudiada, siendo este un indicador de la
presencia de este factor de riesgo a desarrollar HTA, tal como lo señala
Rojas (2007) cuando señala que la actividad física ejecutada regularmente
contribuye a conservar la elasticidad de las arterias y, por ende, una presión
arterial baja.

Cuadro 5. Factores de riesgo modificables. Obesidad

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %
16. ¿Durante los controles médicos 13 13 18 19 66 68
o de enfermería le han informado
que su peso es el adecuado?
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Se puede observar, a partir de los resultados obtenidos, que a la


mayoría de la población estudiada (68%) nunca le han informado que su
peso es adecuado y que solamente un bajo porcentaje (13%) siempre recibe
información al respecto.

Villegas (2007) expresa que se ha demostrado que la obesidad y la


HTA son importantes predictores independientes de morbimortalidad
cardiovascular y que la obesidad tiene efectos aditivos pero no sinérgicos
sobre la carga que debe soportar el ventrículo izquierdo, lo cual puede
aumentar el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva, ya que la HTA es
considerada como un tipo de sobrecarga de presión y la obesidad como un
tipo de sobrecarga de volumen y, por tanto, se debe reducir la ingesta de
grasa poliinsaturada y de alimentos ricos en colesterol.

46
La falta de información en el grupo de pacientes acerca de su peso
corporal encontrada en el presente estudio, evidencia la presencia de este
factor de riesgo entre la población encuestada.

Cuadro 6. Factores de riesgo modificables. Alcoholismo

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %
17. ¿Consume bebidas alcohólicas? - - 33 34 64 66

18. ¿Consume más de una cerveza - 27 28 70 72


al día?

19. ¿Consume alguna bebida - - - - 97 100


alcohólica junto con algún
medicamento?
Fuente: Instrumento aplicado por los autores (2013).

Se puede observar que la mayoría de la población objeto de estudio


(66%) nunca consume bebidas alcohólicas y el restante 34% solamente lo
hace algunas veces y que, de hacerlo, un 72% de ellos nunca consume más
de una cerveza al día y el 100% de ellos nunca consume bebidas alcohólicas
junto con medicamentos.

Según Rojas (2007) el consumo de alcohol también juega un papel


significativo entre los factores de riesgo para la enfermedad hipertensivas,
alterando así los niveles de esta. Si bien el consumo regular de alcohol se
asocia con menor riesgo de eventos cardiovasculares aterotrombóticos, el
consumo excesivo aumenta el riesgo de numerosos problemas médicos y
psicosociales, incluyendo la hipertensión. Adicionalmente ha sido
demostrado una diferencia significativa entre la presión arterial sistólica
(PAS) de los bebedores de más de 300 gramos de alcohol por semana y los
no bebedores, y este efecto del alcohol fue independiente de otras variables
como edad, género, ingesta de sodio, potasio y sobrepeso y demostró ser
más potente que el efecto de la sal y el sobrepeso. Senén y Morejón(2009),

47
igualmente expresan que la población no debe ingerir más de 2 tragos por
día o 30 ml de etanol (300 ml de vino, 500 ml de cerveza, o 60 ml de whisky).
En mujeres o personas delgadas la ingesta debe ser la mitad de lo
mencionado. Esta medida reducirá la presión entre 2 y 4 mmHg.

Los resultados demostraron que, actualmente, este factor de riesgo no


se halla presente en el grupo objeto de estudio.

Cuadro 7. Factores de riesgo modificables. Anticonceptivos orales.

ITEMS Siempre Algunas veces Nunca


F % F % F %

20. ¿Utiliza anticonceptivos orales? 10 17 6 10 43 73


Fuente. Instrumento aplicado por los autores (2013).

Se puede apreciar que la gran mayoría de la población femenina


encuestada (73%) nunca utiliza anticonceptivos orales (ACO).

Según lo expresa el empleo de ACO que contienen estrógenos puede


ser causa frecuente de HTA. La mayoría de las mujeres que los usan
experimentan una elevación ligera de la PA. Aunque la HTA es generalmente
leve persiste después de descontinuar los ACO, esto puede ser grave y es
casi seguro responsable del aumento de la mortalidad cardiovascular entre
las mujeres jóvenes que utilizan estos medicamentos.

CAPÍTULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Conclusiones

La presente investigación tuvo como objetivo general: Determinar los


factores que influyen sobre la incidencia de HTA en pacientes adultos del

48
Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez” de Mucuchíes del Municipio
Rangel del Estado Mérida, durante Julio 2012-Marzo 2013.

1. Con relación al primer objetivo específico se concluyó que dentro


de los factores de riesgo no modificables que influyen sobre la incidencia de
la HTA en los pacientes adultos, se encontraron: los antecedentes familiares
de HTA y de diabetes mellitus.

2. Con relación al segundo objetivo específico se obtuvo que dentro


de los factores de riesgo modificables que influyen sobre la incidencia de la
HTA en los pacientes adultos, se encontraron los siguientes relacionados con
la alimentación: el poco consumo de frutas, la falta del uso del ajo en las
comidas, el consumo de enlatados y embutidos, y los pocos controles del
colesterol. Respecto a la actividad física: presentaron sedentarismo, lo que
guardó relación con la falta de información acerca del peso adecuado
durante los controles.

5.2 Recomendaciones

Al personal de enfermería:
 Ya que en la población objeto de estudio se comprobó la elevada
presencia de familiares con HTA, ello obliga a que se efectúe
seguimiento detallado de la población de estudio a fin de tomar
medidas preventivas en caso de hallazgos positivos de la enfermedad
en dicha población.
 En la población estudiada y no obstante la mayor prevalencia del
género femenino, se debe mantener y/o establecer un programa de
seguimiento de esta población a fin de detectar tempranamente la
presencia de HTA.
 El personal de enfermería debe realizar campañas de despistaje, y
toma de la tensión arterial, sin importar el motivo de consulta, como

49
estrategia rutinaria para identificar y tratar por todos los medios
disponibles los factores de riesgo cardiovasculares, como la edad
mayor de 55 años en los hombres y mayor de 65 años en las mujeres,
el tabaquismo, la obesidad, el consumo de alcohol, el sedentarismo o
la inactividad física, la dislipidemia y enfermedades como la diabetes
mellitus.

A la Directiva de la institución:
 La Dirección del Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez” debe
promover campañas para educar a la población haciendo el mayor
esfuerzo posible en las recomendaciones para modificar el estilo de
vida hacia uno más saludable contribuyendo así a elevar la calidad de
la misma.

A la comunidad:
 La población en general ha de moderar el consumo de alcohol.
 Suspender el hábito de fumar.
 Se recomienda, igualmente, que la población objeto de estudio
consuma una dieta balanceada con miras a mantener una buena
calidad de vida, evitando la ingesta de grasas, embutidos y exceso de
sal.
 Realizar actividad física aeróbica (caminatas, ciclismo, natación).

Finalmente, se sugiere que el Departamento de Enfermería del


Hospital “Dr. Francisco Vicente Gutiérrez” y la Unidad Docente de la
Universidad de los Andes deberían promover la continuidad de los
estudios en esta línea de investigación, con miras a disminuir la incidencia
de HTA en la comunidad abordada.

50
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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 Rojas, O. (2007). Hipertensión Arterial Prevalencia y Factores de
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 Villegas, J. (2007). Caracterización de los factores de riesgo de
hipertensión arterial en adultos. Trabajo de Terminación de
Residencia para Optar por el Título de 1er Grado de Especialista en
Medicina General Integral. Instituto de Altos Estudios en Salud
Pública Dr. Arnoldo Gabaldón. Maracay. Venezuela.

53
ANEXOS

54
CUESTIONARIO

PARTE I. Factores de riesgo no modificables.

Indicaciones: Marque con una X la alternativa que exprese su opinión.

1. Edad.
30 – 40 años_____
41 – 51 años. ______
52 – 62 años. ______
63 y más años ______

2. Género.
Masculino: _____
Femenino: _____

3. ¿Familiares cercanos a usted padecen de hipertensión arterial?


SI NO

4. ¿Familiares cercanos a usted padecen de Diabetes mellitus?


SI NO

PARTE II. Factores de riesgo modificables.


Indicaciones: Marque con una X la alternativa que exprese su opinión.

Factores modificables Siempre Algunas Nunca


veces
5. ¿El trabajo que usted desempeña le
produce ansiedad?
6. ¿Le agrega más sal a las comidas
después de preparadas?
7. ¿Con qué frecuencia consume usted
frutas?
8. ¿Le agrega ajo a las comidas?

9. ¿Consume enlatados?

10. ¿Consume embutidos como salchichas,


jamón ?
11. ¿Se realiza el control de colesterol al
menos dos veces al año?

55
12. ¿Usted fuma cigarrillos?

13. ¿Usted frecuentemente busca mantener


su cuerpo en reposo?
14. ¿Camina tres veces por semana?
15. ¿Realiza alguna actividad física durante
30 minutos?
16. ¿Durante los controles médicos o de
enfermería le han dicho que su peso es el
adecuado?
17. ¿.Consume bebidas alcohólicas?
18. ¿Consume más de una cerveza al día?
19. ¿Consume alguna bebida alcohólica
junto con algún medicamento?
20. ¿Utiliza anticonceptivos orales?

56
INSTRUMENTO PARA LA VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO

CRITERIOS EXCELENTE BUENO REGULAR DEFICIENTE

Presentación del
instrumento
Claridad de la
redacción
Pertinencia de las
variables con los
indicadores
Relevancia del
contenido
Factibilidad de
aplicación

Apreciación cualitativa: _________________________________________

__________________________________________________________

Validado por: _______________________________________________.

C.I._______________________________

Profesión: ____________________________________________

Lugar de trabajo _______________________________________

Cargo que desempeña:__________________________________________

Firma:___________________________________________________

Fecha: _________________________________________________

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FORMATO PARA LA VALIDEZ DEL INSTRUMENTO

ITEM Escala
Adecuado Regular Inadecuado Observación
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Nombre y apellidos del validador: _______________________________

Profesión: ______________________________________________

Lugar de trabajo: _________________________________________

Firma: __________________________________________________

Fecha: __________________________________________________

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Universidad de Los Andes
Facultad de Medicina
Escuela de Enfermería
Programa de Profesionalización
Mérida. Estado Mérida

Mucuchíes, 20 de noviembre de 2012


Ciudadana
M.Sc. Gisela Guerrero
Directora
Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez”
Su Despacho.
Atención:
Lic. Elena Nuñez
Dpto. Promoción Social
Lic. Miriam Nieto
Dpto. de Nutrición

Reciba ante todo un cordial saludo. La presente tiene como finalidad solicitar su
autorización en su carácter de máxima autoridad de la institución para que los Bachilleres
cursantes de la Profesionalización de Enfermería, Escuela de Medicina de la Universidad
de los Andes, abajo firmantes podamos llevar a cabo en las instalaciones del hospital que
usted dirige un trabajo de investigación titulado: “Factores que influyen sobre la incidencia
de hipertensión arterial en pacientes adultos. Hospital “Francisco Vicente Gutiérrez”,
Mucuchíes, Municipio Rangel, Estado Mérida. Julio 2012-Marzo 2013”, el cual es un
requisito para obtener el título de licenciados en enfermería.
Sirva la presente además para hacer de su conocimiento que durante el tiempo en
que se realice este trabajo aplicaremos a los pacientes que acudan a la consulta un
instrumento de recolección de datos, previo consentimiento informado de los mismos. Es
de hacer notar que los resultados de este estudio serán de utilidad para la planificación de
nuevas estrategias para la prevención y el control de los pacientes que acuden al hospital.

Sin más a que hacer referencia y esperando su pronta respuesta se despiden de


usted.
Atentamente,
Investigadores

Avendaño, Maritza y Quintero Editson

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Universidad de Los Andes
Facultad de Medicina
Escuela de Enfermería
Programa de Profesionalización

Consentimiento Informado

Estimado usuario(a):

El presente estudio titulado “Factores que influyen sobre la incidencia de


hipertensión arterial en pacientes adultos. Hospital “Francisco Vicente
Gutiérrez”. Mucuchíes. Municipio Rangel. Estado Mérida. Julio 2012-Marzo
2013” será llevado a cabo por los estudiantes del programa de Enfermería:
Avendaño, Maritza y Quintero, Editson y cuya tutora es la Dra. Alba
Fernández. Para realizar el estudio se le realizará una serie de preguntas
relacionadas con el tema a través de un cuestionario y los datos obtenidos
serán de solo uso por los investigadores y tendrán carácter confidencial.
Usted puede manifestar su deseo de no continuar en cualquier momento del
desarrollo del estudio una vez iniciado el mismo. Además, no existe ningún
tipo de riesgo para usted al participar como integrante de nuestra
investigación.

Agradeciendo el interés y su colaboración atentamente.

Los investigadores

Avendaño Maritza y Quintero Editson

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