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Universidad de Cartagena
Versión 51
El deseo innato del hombre de explicar los fenómenos que lo rodean ha desarrollado su
pensamiento, organizando y clasificando sus hallazgos en lo que hoy en día se conoce como
“ciencias naturales”. Estas, a través del tiempo, han sido el génesis de los avances que han
conocimiento sin el que nunca habría sido posible concebir productos de nuestro diario vivir como
los fertilizantes, los detergentes, los superconductores, colorantes, emulsificantes por mencionar
algunos. Sin embargo, otras invenciones como los explosivos, los materiales radiactivos, los
cuenta de que buena parte de este desarrollo se ha dado a cambio de impactos negativos en el
medio ambiente (Contreras, 2011) lo que ha dejado a esta ciencia en la ambigua posición de ser la
solución a todos los problemas y, al mismo tiempo, su principal causa. Desafortunadamente, para
el colectivo prevalece la segunda idea. Por si fuera poco, la ciencia ficción y los medios de
comunicación han distorsionado la imagen del científico y su labor presentando sus avances como
repentinos y maravillosos (Blanco López, 2004). De hecho, el ciudadano del común desconfía de
la química porque la considera compleja, concluyendo a priori que los químicos son personas
dotadas de una inteligencia extraordinaria por la aparente dificultad que implica el hecho de
comprenderla, llegando incluso a creer que poseen poderes sobrenaturales y que son capaces de
manipular sustancias con propiedades mágicas de llamativos colores que causan explosiones
percepciones y mostrar, en cambio, los aportes de esta ciencia (Chamizo, 2011) por medio de
científico (López, Parker, & Gumucio, 2009), y la desmotivación que generalmente la hacen
Pretendo en este ensayo mostrar cómo la imagen pública de la química genera actitudes
algunos autores. Evaluaré algunas alternativas pedagógicas propuestas para cambiar esta
que los estudiantes conciben a la química como ciencia y su relación con la sociedad.
Como profesional en el área de la química la considero una forma de ver la vida y los
procesos que intervienen en ella. Por lo que comparto el lema: “Chemistry: our life, our future”
(“Química: nuestra vida, nuestro futuro”), bajo el cual se celebró el año internacional de la
de la sociedad, promover el interés por la química entre los jóvenes, y generar entusiasmo por su
Esta ciencia quiere tomar la palabra ante la sociedad para ponerse en el lugar que le
corresponde: Un puesto privilegiado en el árbol del conocimiento, en el que debe estar como la
ciencia que estudia las características de la materia con el objetivo de mejorar nuestra existencia
(Garritz, 2011).
Es así como la educación química debe dirigirse a la formación de ciudadanos capaces de usar
sus conocimientos para tomar decisiones sobre su vida cotidiana. Andri E, 2014 nos presenta en
química vista desde la formación pedagógica en Colombia. Expone cómo el movimiento ciencia
tecnología y sociedad creado en los años 60 busca a través de procesos educativos comprender la
“Es decir, profesores formados en y para otras épocas, que viven a diario serias dificultades en
Este autor nos explica cómo la legislación nacional, específicamente a través el artículo 118
de la Ley 115 de 1994 permite que cualquier profesional pueda liderar procesos de enseñanza,
menoscabando la calidad de la educación puesto que no establece la obligación de tener
estar legalmente amparados para ejercer la labor docente según la ley 53 del 1975 tampoco
garantiza que poseen los conocimientos mínimos en pedagogía que se requieren para poder
ejercer una labor como esta, por lo que claramente, la formación docente es fundamental en la
La etapa escolar es crítica pues los pre-saberes necesarios para comenzar una carrera
universitaria se obtienen en ella (Rubén & Andrade, 2007). Por lo general los cursos de química
van cargados de contenidos teóricos que se basan en la comprensión de una serie de leyes y
formulaciones que parecen estar aisladas de la realidad, sin ninguna relación aparente con los
pertinente citar a Chamizo et al., 2008 cuyo trabajo sobre las carreras de Química en América
Latina explica:
“Es fundamental que los profesionistas mejor preparados, de preferencia con cursos de
posgrado, participen activamente en los procesos de enseñanza a nivel licenciatura una vez que
solo ellos estarán en la posibilidad de transitar sólidamente hacia la agenda del siglo XXI.”
Así, la enseñanza de la química debe regirse por la inclusión en sus currículos de principios
ambientales y de sostenibilidad (Liliana, Manuel, & Parga Lozano Diana Lineth, 1992; Lineth &
Lozano, 2013). Además deben establecerse medidas para generar actitudes positivas en los
estudiantes desde la etapa escolar hasta la universitaria dado que esto incide considerablemente
Los docentes deben tener presente que algunas relaciones entre la química y la vida cotidiana
están vinculadas a las ideas, opiniones o creencias preconcebidas de los estudiantes, y que estas
provienen del impacto del entorno y, especialmente, de los medios de comunicación social. En
este punto se encuentran factores como la motivación y la imagen pública de la química frente a
los cuales Más, 2014 propone un cambio en las estrategias utilizadas en su enseñanza, esto es,
competencias en el saber hacer, todo esto implica un clima de aula positivo donde impere el
un factor importante, sobre la cual el profesor debe asumir actitudes que estimulen a los
estudiantes.
Este autor también nos expone otras problemáticas a las cuales se deben enfrentar las
universidades que forman profesionales químicos, como la identidad, el bajo índice en las
currículos.
farmacéutica, ingeniería química, química de alimentos, tecnología química, entre otras) puede
conllevar a una desvinculación del sector productivo de la química por marginarse frente a las
demás.
Para Salcedo Torres et al., 2005 la solución a la necesidad de inserción de los componentes
puesto que en general estas parecen ser más un obstáculo para el aprendizaje durante la carrera,
no tanto por las practicas per se como herramienta pedagógica, sino por la forma cómo se
desarrollan y evalúan, esto es, experiencias en las cuales se llega al laboratorio en horarios
estipulados a seguir una guía establecida por el docente o por los estudiantes, asemejándose a un
proceso de “cocinar según la receta”. Estas experiencias deben, más bien, encaminarse a la
Para Mammino, 2001 la química sería más atractiva si sus contenidos se plantearan como una
construcción organizada que le permita al alumno pensar y razonar, en vez de asimilar los temas
como hechos aislados que debe memorizar. Aunque el fin de su trabajo no es presentar
estrategias para mejorar la imagen de la química, expresa que una solución prometedora es
mostrar a los estudiantes cómo los acontecimientos del mundo macroscópico pueden ser
explicados a través de fenómenos propios del mundo microscópico. Además establece que la
educación en química debe verse como un área central de interdisciplinariedad que permita
conectar esta ciencia con otras áreas para comprender mejor el mundo (Mammino, 2001).
Si me preguntan por un factor común entre los autores citados en este ensayo, sin ninguna
duda diría que coinciden en que los procesos educativos deben relacionar a la ciencia y la
tecnología de tal manera que estén contextualizadas con los problemas actuales de la sociedad.
Considero que quien expone mejor este criterio en común es Ledesma, 2015 quien afirma:
“La enseñanza de la química enfocada en el marco de la ciencia tecnología y sociedad
constituye el mejor marco de referencia para emprender una enseñanza de la química con
perspectiva social, la enseñanza de la química debe ser un proceso racional y razonable que
pugne por una educación reflexiva, crítica, y democrática. La ética forma parte de la reflexión
conocimiento que permite analizar las repercusiones sociales, culturales y ambientales que
Considero pertinente este trabajo dado que presenta componentes filosóficos intrínsecos en la
enseñanza de la química que estrecha relaciones entre el aparente aislado mundo de las teorías
científicas con la sociedad. Cómo la ambivalencia de la química al poder ser usada para el bien o
para el mal hace necesario considerar su carácter ético. Ante esto Ledesma propone como una
Los programas de formación en química están basados en especializaciones las cuales han
permanecido invariable durante los últimos 50 años claramente con la inserción de nuevas
química en ramas del saber cómo orgánica, inorgánica, fisicoquímica, bioquímica y analítica.
2013).
Es importante que los profesionales de la química y los programas que los promocionan sean
especial las que se le atribuyen a esta profesión. Por lo que considero necesario se debe examinar
que la imagen de la química se caracteriza por ser popularmente negativa y esto nos enfrenta a