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TERCERIA.-
I ANTECEDENTES HISTORICOS.-
EPOCA ANTIGUA.-
Comprende desde la prehistoria la caída del imperio romano de occidente (476 d.c.) En Egipto, india, china,
Mesopotamia y Grecia se conocen ya algunos avances importantes de organización jurídica procesal aunque de
manera exigua, pues estas civilizaciones no alcanzaron un grado muy alto de desarrollo en sus instituciones y
solo se conocen algunos documento que escribieron reyes, emperadores y gobernante de esa época. Con todo se
dan en Grecia los primeros albores de la relación jurídico procesal, cuando Antisoaes es llamado el primer
abogado de la historia. Sin embargo es en Roma donde el Derecho alcanza su máximo desarrollo, estandarizando
las ramas jurídicas
ROMA.-
Según lo menciona Petit:
“Cuando se refiere a la comparecencia de las partes en el procedimiento, únicamente hace alusión al tercero
como sustituto del demandado: “ Por razón de los debate que debían empeñarse delante del magistrado, era
absolutamente necesario que el demandado compareciese en persona, o fuese reemplazado por un tercero capaz
de figurar en justicia. Porque era necesario que las dos partes estuviesen presentes para entenderse sobre la
redacción y aceptación de la formula… “Como podemos observar, este tercero no es propiamente el mismo del
tema que nos ocupa, sino ,as bien tiene el carácter de representante , Los romanos no aceptaron nunca la figura
del tercero en el proceso, por que los efectos del juicio no los alcanzan.
En las leyes de Justiniano encontramos el antecedente histórico juicio sumario. En Europa comúnmente se
conocía el juicio ordinario, pero gracias a los pontífices romanos Alejandro III, Gregorio IX, inocente IV y
Clemente V, se dictaron varias normas mediante las cuales si simplifico el procedimiento principalmente para
asuntos de menor cuantía. Los estatuararíos incorporan durante los siglos XII y XIV en las ciudades italianas el
juico sumario razón de la pequeña cuantía y diferenciaron con los juicio ejecutivos, con la finalidad de proteger
las personas pobres y por la urgencia de resolver los pleitos a las personas pobres y este juicio se caracterizo por
la brevedad de los plazos, supresión de muchas formalidades y en donde el juez dictaba la sentencia
inmediatamente agotado tramite.
En el Perú, el proceso abrevia tiene su antecedente legal en juicio o de menor cuantía previsto ene l Código de
Procedimientos Civiles de 1912. Es por ello que la cuarta disposición final del código procesal civil vigente,
señala que cuando se haga referencia al juicio sumario o de menor cuantía, tiene su equivalente en el proceso
abreviado
EN NUESTRA LEGISLACION.-
. EL código de procedimientos civiles concedía la facultad de interponer tercería cuando se haya trabado embargo,
aunque sea preventivo y denominaba tercería excluyente de dominio, cuando el tercero alegaba derecho de
propiedad sobre el bien, embargado o un derecho incompatible con el remate, como lo era el derecho de anticresis
y para obtener el pago con preferencia al ejecutante o simplemente de pago, cuando se pretendía que el pago se
haga en concurrencia del ejecutante.
EL Juicio se caracterizo por la brevedad de los plazos, supresión de muchas formalidades y en donde el juez
dictaba la sentencia inmediatamente agotada tramite.
En el Perú, el proceso abrevia tiene su antecedente legal en juicio o de menor cuantía previsto ene l Código de
Procedimientos Civiles de 1912. Es por ello que la cuarta disposición final del código procesal civil vigente,
II CONCEPTO
2.1 Etimología Y Significado Gramatical.-
El diccionario de la lengua española define: tercero (latín teritiarius) ed. “Que sigue inmediatamente en orden al
o a lo segundo. Persona que no es ninguno de dos o más de quienes se tratado que intervienen en un negocio de
cualquier género”. Ahora bien, estas dos definiciones que podrían parecer someras, se amplían notablemente al
hacer referencia a la voz tercería: “Derecho que deduce un tercero entre dos o más litigante, o por el suyo propio,
o coadyuvando en pro de alguno de ellos” Aquí observamos una definición más atinada con relación al tercero,
porque hace alusión al ámbito jurídico
El derecho que deduce un tercero entre dos o más litigantes, reclama por un derecho propio.
SEGÚN PODETTI:
“En su acepción común dentro del vocabulario jurídico, tercero es una persona ajena a
una relación o a una controversia suscitada entre otras…”
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venta de la misma para el pago de su crédito mientras el proceso de conocimiento, el
tercero asume la calidad de sujeto y por lo tanto se concentra afectando por la sentencia
que decida la cuestión sustancial en el proceso de ejecución el tercerista ( sea de dominio
o de mejor derecho) no le interesa directamente la forma como se vaya a decidir o haya
decidido la cuestión principal sino que se le devuelvan las cosas embargada o se levante
el embargo en el trabajo, o que se le pague el orden de presencia a que corresponda si ella
es subastada.
SEGÚN CHIOVENDA,-
“Del concepto de parte no pueden deducirse siempre del mismo modo de la solución
lógica rigurosa de todos los procesos citados. A veces conviene atenerse no tanto a la letra
a la norma que emplee la palabra parte o la palabra tercero como a su razón de ser. El
hecho de que en algunos casos determinados personas físicas que no son parte obran en
virtud de la ley en lugar de quienes lo son y que pueden admitir también la representación
procesal de persona capases, demuestra que la palabra parte puede entenderse más o
menos amplia mente. El representante puede ser considerado como parte.
SEGÚN COUTURE,
“La tercera corriente de la relación procesal de forma triangular no se trata solamente de
relacionar la palabra de juez y de juez a parte sin nexo de la palabra entre sí por el contrario
existen vínculos entre las palabras. La cosa juzgada no alcanza por regla general a los
terceros si bien en principio la sentencia solo afecta a las partes en determinados casos
ella proyecta sus efectos hacia terceros que no han litigado. En esos casos se admite a
favor del tercero un recurso de apelación. El tercero es ajeno a los limites subjetivos de
la cosa juzgada y no resulta afectado por ella, carece de recurso.
Según Lorca las tercerías se dividen en tercería de dominio y tercería de mejor derecho.
La tercería de dominio tal y como se regula se ubica simplemente en el lugar que le
concierne: el embargo de bienes. Atreves de la tercería de dominio se resuelve sobre la
pertenencia del bien y la procedencia del embargo. La tercería de mejor derecho es la
prioridad del embargo. El embrago concede al acreedor ejecutante el derecho a percibir
el producto de los ex obtenga de la realización de los embargados a fin de satisfacer el
importe de la deuda que conste en el titulo, los intereses que procedan y las costas de la
ejecución.
El tercerista alega en la cosa de su propiedad o que tienen una preferencia.
Acción que compete a quien no es parte en un litigio, para defender sus derechos frente a
quienes están dirimiendo los suyos. Esa tercería puede oponerse a ambos litigantes o sólo
a uno de ellos. La tercería puede ser de dominio o de mejor derecho. La primera es aquella
en que el tercerista alega ser dueño de los bienes que son objeto del proceso en que la
tercería se presenta. La segunda es aquella en que el tercerista no alega ser propietario de
los bienes en litigio, sino tener sobre ellos un derecho preferente al que pretenden los
litigantes. Couture dice que la tercería es coadyuvante cuando la pretensión del tercerista
coincide con la de uno de los litigantes del juicio principal, y que es excluyente, cuando
se opone a las pretensiones de ambos. Tercería coadyuvante Tercería (v.) en la que la
pretensión sustentada por el tercerista coincide con la de alguno de los litigantes en el
juicio principal. .
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Como se manifestó en el párrafo anterior el proceso, en principio, vincula sólo al actor y
al demandado, pero, frecuentemente, se extiende también a terceros que pueden
encontrase afectados de dos maneras, según se trate de un proceso de conocimiento o de
ejecución.
En el primer caso, el tercero defenderá su derecho interviniendo en la relación procesal
para evitar las consecuencias de una sentencia desfavorable; en el segundo lo hará
conservando su calidad de tercero para reclamar el dominio del bien embargado, o una
preferencia sobre el producido de la venta de la misma para el pago de su crédito.
Mientras en el proceso de conocimiento el tercero asume la calidad de parte, y, por
consiguiente, se halla sometido al pronunciamiento que decida la cuestión substancial, en
el proceso de ejecución, al tercero a quien se embarga un bien de su propiedad para pagar
la deuda del ejecutado, o que tiene respecto del bien embargado a éste un privilegio
reconocido por la ley, no le interesa la forma como vaya a decidirse o se haya decidido el
pleito principal, sino que se le devuelva al bien embargado o que se le pague en el orden
que corresponda si el fuese vendido. Para VICTOR OBANDO lo define “El proceso de
tercería es una pretensión procesal formulada por un tercero afectado alegando propiedad
sobre el bien afectado por una medida cautelar o de ejecución. o pretendiendo que su
crédito se pague preferentemente con el importe del remate y adjudicación de los bienes
de la ejecución]”.
PALACIO CITADO POR CASTILLO QUISPE expresa
“En términos generales, denomínese tercería a la pretensión que puede interponer una
persona ajena a las partes que intervienen o figuranen un determinado proceso, a fin que
se disponga el levantamiento de un embargo trabado en ese proceso sobre un bien de su
propiedad, o de que se le reconozca el derecho a ser pagado con preferencia al embargante
con el producto de la venta del bien que ha sido objeto de dicha medida”
CARAVANTES expresa que “Por tercería se entiende la acción o que opone una persona
en un juicio entablado por dos o más litigantes, diferentes de las pretensiones de éstos, y
también se da aquel nombre al procedimiento que se sigue con motivo de la nueva
oposición. Haciendo aquella persona el papel de un tercero entre el demandante y el
demandado, y oponiéndose a las pretensiones de alguno de ellos, se le llama tercer
opositor.”
En síntesis la tercería es la acción que la ley le concede a la persona que sin ser parte en
un proceso ve afectados sus bienes, con una medida cautelar, por tanto este proceso de
tercería tiene como finalidad de conseguir que se deje sin efecto la afectación de sus
bienes. También la ley le concede la acción al acreedor que no es parte en el proceso en
el cual se han afectado bienes de quien es parte en dicho proceso, para que su crédito sea
pagado con el producto del precio de dichos bienes, con preferencia a la persona que ha
efectuado la afectación.
Por tanto podemos decir que conforme a nuestro ordenamiento jurídico, la tercería es un
asunto contencioso que se tramita en proceso abreviado y que se encuentra regulado en
el subcapítulo Quinto del Capítulo II del Título I de la Sección Quinta del Código Procesal
Civil en los artículos 533 al 539.
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III VIA PROCEDIMENTAL.-
Se tramita en vía de proceso abreviado (art. 100° Y 486° Inc.5°). Este era conocido antes
como juicio de menor cuantía. Es aquel proceso cuyos plazos y formas son breves y
simparles. La diferencia con el proceso de conocimiento radica justamente en el aspecto
formal al concretarse las actuaciones procesales del proceso abreviado en un menor
número en relación al primero.
Brevemente detallare El PROCESO ABREVIADO, se desarrolla del siguiente modo:
1. Una vez presentada la demanda tienes los demandantes:
a. Tres días para interponer tachas u oposiciones a los medios probatorios,
contados desde la notificación de las resoluciones que los tiene por ofrecidos.
b. Cinco días para interponer excepciones y defensas previas, contados desde la
notificación de la demanda
c. Cinco días para absolver el traslado de las excepciones o defensas previas
plantadas contra la reconvención
d. Diez días para contestar la demanda o reconvenir (art. 491° inc. 1,3,4 y 5 del
CPC)
2. De darse el caso el demandante tendrá:
a. Tres días para absolver las tachas u oposiciones
b. Cinco días para interponer excepciones o defensa previas contra la
reconvención
c. Cinco días para absolver traslado de las excepciones o defensas previas
d. Cinco días para ofrecer medios probatorios si en la contestación se invocan
hechos no expuestos en la demanda
e. Diez días para absolver el traslado de la reconvención (art. 491° inc. 2,3,4,6
y7 del CPC)
3. La audiencia de saneamiento procesal y conciliación tendrá lugar dentro de los
quince días de vencido el plazo para contestar la demanda o reconvenir (art. 491°
inc. 8. Del CPC)
4. La audiencia de pruebas se llevara a cabo dentro de los veinte días siguientes a la
realización de la audiencia de saneamiento y conciliación ( siempre que se haya
declarado la existencia de una relación jurídico procesal valida y no haya
producido la conciliación entre los justiciables) así lo establece el ( art. 491° inc.9
del CPC)
5. L a audiencia especial y complementaria, si fuera el caso, se realizan dentro de los
cinco días de efectuada la audiencia de pruebas ( art. 491° inc.- 10 del CPC)
6. Se expedirá sentencia dentro de los veinticinco días de culminada la audiencia de
pruebas o las audiencia especial y completaría, si estas se hubieran realizado ( art.
491° inc. 11 del CPC)
7. Los litigantes tendrán un plazo máximo de cinco días para apelar la sentencia
IV COMPETENCIA.-
El artc.488 cp.: “son competentes para conocer los procesos abreviados los jueces civiles
y los de paz letrado, salvo en aquellos casos en que la ley atribuye su conocimiento a otros
órganos jurisdiccionales. Los juzgados de paz letrado los juzgados de paz letrado son
competentes cuando la cuantía es mayor de veinte y hasta cincuenta unidades referencia
procesal”.
V REQUISITOS.-
Se desprende de los artículos 533°, 534° y 535° del CPC, son requisitos de la demanda
de tercería el siguiente:
- La existencia de una medida cautelar trabada sobre bienes de propiedad de tercero
o que afecte el derecho preferencial de tercero a ser pagado con el producto que
se obtenga de tales bienes ( art. 533° del CPC)
- La interposición de la demanda en la oportunidad prevista por la ley ( art. 533°
del CPC)
- Los requisitos generales contemplado en los artículos 424 ° y 425° del CPC ( art.
535° CPC)
- La acreditación fehaciente del derecho en que se funda el tercerista, ya sea como
documento público o privado de fecha cierta ( art. 535° CPC)
- El ofrecimiento por parte del tercerista de garantía suficiente a criterio del juez
para responder por los daños y perjuicios que la tercería pudiera irrogar, en el caso
que no se adjuntase a la demanda documento público o privado de fecha cierta
que pruebe el derecho invocado por el interesado ( art. 535° del CPC)
VI CLASES.,-
El código de procedimiento civiles concebía la facultades de interponer tercería cuando
se ha trabado embargo, aunque sea preventivo, y denominaba tercería excluyente de
dominio, cuando el tercero alegaba derecho de propiedad sobre el bien, embargado o un
derecho incompatible con el remate, como lo era el derecho de anticresis, y para obtener
el pago con el producto de remate de los bienes embargados, a la cual denominaba tercería
de pago, que podía ser preferente, o simplemente de pago cuando se pretendía que el pago
se haga en concurrencia con el ejecutante ( ARTS. 742 Y 743º DEL C DE PC)
De acuerdo al nuevo código procesal civil, la tercería de propiedad solamente puede
sustentarse en el derecho de propiedad, y la tercería de pago, solo puede fundarse en el
derecho preferente al pago. Es decir este nuevo código procesal civil contempla dos
formas de tercería: la de propiedad y la de derecho preferente.
a. Tercería de derecho de preferente o de prelación
b. Tercería de propiedad
1. GENERALIDADES
ARIANO DEHO[22], toda ejecución, pero en particular la dineraria, se funda en un
presupuesto de orden sustancial: el que todos los bienes que integran el patrimonio del
deudor responden por el cumplimiento de todas sus obligaciones. Este presupuesto, visto
desde el ángulo de los acreedores tendría un corolario: todos los acreedores deben tener
igual derecho a ser satisfechos con cargo a todos los bienes que integran el patrimonio
del deudor.
OBANDO BLANCO,: “Es aquella que tiene por objeto que el tercero se haga pago de
su crédito antes que el ejecutante. Luego del rémate se le pague primero al tercerita, por
tener un derecho preferente de pago. La discusión gira en torno a determinar si el
tercerista es titular de un mejor derecho de crédito frente al ejecutante, y como tal,
autorizado a ser pagado prioritariamente con el precio del remate del bien gravado.
PRIETO – CASTRO : “Conceptúa a la tercería de derecho preferente o de mejor derecho
como la “actuación en un proceso de ejecución de un tercero que alega su derecho a ser
reintegrado del crédito que ostente con preferencia al acreedor de la ejecución y con cargo
a los bienes realizados”
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 533 del código procesal civil, la tercería
de derecho preferente se entiende con el demandarte y el demandado, y solo puede
fundarse en el derecho preferente a ser pagado con el precio de los bienes afectados con
medida cautelar o para la ejecución.
El segundo párrafo del artículo 100 del código procesal civil trata lo concerniente a la
intervención en un proceso de quien pretende se le reconozca derecho preferente respecto
de lo obtenido en la ejecución forzada.
El artículo 533 del CPC hace referencia al fundamento de la tercería de derecho preferente
o de pago estableciendo que la tercería se entiende con el demandante y el demandado, y
solo puede fundarse en la propiedad de los bienes afectados por mediad cautelar o en el
derecho de preferencia a ser pagado con el precio de tales bienes.
Afectado el bien con alguna medida cautelar, el acreedor privilegiado puede interponer
su demanda de tercería de derecho preferente en cualquier momento hasta antes que se
realiza el pago al acreedor (demandante en el proceso en que se traba la medida cautelar
que da lugar a la tercería). En ese sentido se pronuncia la última parte del artículo 534[27]
Así es, conforme se puede apreciar de dicho precepto legal, afectado el bien con alguna
medida cautelar, el acreedor privilegiado puede interponer su demanda de tercería de
derecho preferente en cualquier momento hasta antes que se realice el pago.
Según LINO PALACIO [28] “este tipo de tercería puede interponerse hasta tanto el
embargante no haya recibido el importe del crédito reclamo, pasada la oportunidad
mencionada el tercerita debe hacer valer sus derechos en el proceso que corresponda”.
La norma en el artículo 534° del cpc regula la oportunidad en que debe demandarse la
tercería de pago tiene un alcance mallot en términos de oportunidad que la tercería de
propiedad. En efecto, esta tercería puede interponerse hasta después del remate del bien,
pero antes de que se realice el pago al acreedor y por ello la tercería de pago está referida
al derecho de crédito y no a la propiedad del bien.
Se infiere de los artículos 533, 5334 y 535 del CPC que son requisitos de la demanda de
tercería de derecho preferentes los siguientes:
✓ La existencia de una medida cautelar que afecte el derecho preferencial de tercero a ser
pagado con el producto que se obtenga de los bienes sobre lo que recae aquella.
✓ Los requisitos generales contemplados en los artículos 424 y 425 del CPC
✓ El ofrecimiento por parte del tercerita de garantía suficiente a criterio del juez para
responder d por los daños y perjuicios que la tercería pudiera irrogar, en el caso que no
se adjuntase a la demanda documento público o privado de fecha cierta que pruebe el
derecho invocado por el interesado.
En el caso de la tercería de derecho preferente LINO PALACIO [29] por su parte sostiene
“que tratándose de una tercería de mejor derecho, el tercerista debe acreditar prima facies
la titularidad del crédito que invoca, así como la existencia de un privilegio especial
instituido a su favor o de un embargo obtenido con anterioridad. El mencionado tratadista
argentino agrega lo siguiente:
Al tercerista incumbe la carga de probar tanto la existencia del crédito cuando el privilegio
o la prioridad que invoca como fundamento de su pretensión. En caso de colisión de
privilegios en lo que concierne a la correspondiente prelación.
En el artículo 537[30] del Nuevo Código Procesal Civil se establece admitida la tercería
de derecho preferente ésta produce el siguiente efecto:
La norma hace alusión a una garantía suficiente a criterio del juez, por lo que el monto
será determinado de forma discrecional por el juzgador, además, al no establecerse el tipo
de garantía, esta podrá ser real o personal.
El último párrafo de este artículo establece que el tercerista puede intervenir en las
actuaciones relacionadas con el remate del bien. La intervención del tercerista deberá ser
entendida como la regulada por aquella que realiza otro acreedor en la ejecución forzada
(Art. 726 del C.P.C.)
La jurisprudencia ha establecido que mediante la tercería del pago se tutela sólo derechos
de créditos efectivos y no meras expectativas. Así, se ha mantenido que debe desestimarse
la tercería preferente de pago si se advierte que al momento de interponer la demanda, los
terceristas no eran aún titulares de créditos laborales a su favor, que les permitieses alegar
tener un mejor derecho de crédito.
Si la tercería es interpuesta en tiempo hábil, esto es antes de la subasta, el efecto de ella
es suspender el pago al acreedor hasta que se decida en forma definitiva sobre la
preferencia, de lo que se colige en la inoservacion en la subasta sobre la presentación y
admisión de la tercería no afecta la validez del acto del remate, sino el pago con el
producto de la subasta. El banco ejecutante debe abonar el precio de la adjudicación
conforme se ordeno en el acto mismo del remate.
Los efectos de admisibilidad de la demanda de tercería de pago son distintos a los de la
de propiedad, la oposición a la ejecución tiene por finalidad salvaguardar los derechos de
propiedad sobre los bienes afectados. En la tercería de pago preferente la suspensión se
OBANDO BLANCO [artículo 539 del CPC establece que el perjudicado por una medida
cautelar dictada en proceso en el que no es parte, puede pedir su suspensión sin interponer
terceros. Anexando título de propiedad registrado. En consecuencia, se encuentra
reservado esta solicitud contra las medias cautelares otorgadas sobre bienes susceptibles
de registro. La norma procesal citada contempla un mecanismo adicional para evitar los
efectos de la medida ejecutada sobre el bien de tercero. Existe un evidente error del
legislador al llamarlo “suspensión” de la medida cautelar sin tercería, por cuanto la
suspensión es algo temporal, siendo su efecto el levantamiento de la medida cautelar
dictada.
La única ventaja clara que ofrece el levantamiento frente a la desafectación es que en el
primer caso el auto que lo resuelve es irrecurrible.
Del citado texto legal que regula la hipótesis de la medida cautelar sin plantear tercería
en caso de acreditarse la propiedad del bien afectado con el respectivo titulo dominical
registrado, se puede apreciar lo siguiente:
1. GENERALIDADES
Con base en el principio de responsabilidad patrimonial, el deudor responde por el
cumplimiento de sus obligaciones con todos los bienes que integran su patrimonio.
Este principio, en nuestro ordenamiento es meramente implícito y marca el límite
operativo de todo el proceso de ejecución dinerario: los bienes sobre los que debe
desplegarse la actividad (ejecutiva) del órgano jurisdiccional deben ser del deudor.
EUGENIA ARIANO DEHO manifiesta “que hay también algunos supuestos en los
cuales la responsabilidad patrimonial grava sobre el patrimonio del deudor y se puede
extender al patrimonio de terceros: tal es el caso de la constitución de derechos reales de
garantía o cuando, a cualquier título, se adquiere un bien gravado con un tal derecho real.
Esta operación de selección se realiza a través del embargo [6], acto con el cual se le
imprime al bien seleccionado un vínculo de destinación: en principio, ese bien y no otro,
responderá en concreto y en ese proceso, por una determinada deuda: "el embargo es el
primero de los actos que integran la actividad ejecutiva, y presupuesto necesario de los
actos posteriores". Lo que sigue es justamente el remate judicial y, de ser este exitoso, la
atribución del producto al ejecutante (pago al ejecutante) o bien, cuando el remate se
frustre, su subrogado: la adjudicación satisfacía (en pago) al ejecutante.
2. DEFINICIÓN
De acuerdo a lo normado en el artículo 533 del código procesal civil, la tercería de
propiedad se entiende con el demandante y el demandado, y sólo puede fundarse en la
propiedad de los bienes afectados por medida cautelar o para la ejecución.
PODETTI citado por MÁXIMO CASTILLO expresa “que por regla general, la
tercería de dominio involucra el ejercicio de la acción reivindicatoria en contra del
ejecutado (como presunto titular del dominio discutido) y en contra del ejecutante (a quien
interesa se reconozca ese derecho en el demandado).”
MÁXIMO CASTRO precisa que: “tercería excluyente es la del que reclama un derecho
exclusivo o peculiar suyo, que se opone al del actor y al del demandado, o intenta limitar
la extensión del ejercicio del derecho que uno de ellos pretende; es decir que el tercerita
constituye en demandado a la dos partes que intervienen en el juicio principal”
4. FINALIDAD
PRIETO Y FERRÁNDIZ expone que el “objeto procesal de la demanda de tercería es
una acto reivindicatoria ex iure dominio, y objeto material es la exclusión del embargo de
los bienes del acto, la declaración de libertad de los mismos y su reintegración a él.
Es de resaltar que el primer párrafo del artículo 100 del código procesal civil establece
que puede intervenir en un proceso quien pretende se le reconozca su derecho en
oposición a los litigante, como consecuencia de una media cautelar ejecutada sobre un
bien de su propiedad o sobre el cual tuviera un mejor derecho que el de propiedad, según
se deriva de su contenido y del trámite en vía abreviada y como proceso de tercería que
se le asigna en su último párrafo”.
PALLARES sostiene que la tercería excluyente de dominio o de propiedad tiene por
objeto que se declare que el tercer opositor es dueño que está, en el juicio principal, que
se levante el embargo que ha recaído sobre él y se le devuelva con todos sus frutos y
accesorio, o bien que se declare que es el titular de la acción ejercitada en dicho juicio
A CRITERIO DE RODRIGUEZ, la tercería de dominio tiene un triple objetivo:
Según SANTIAGO HERRER manifiesta que “la tercería de propiedad debe deducirse
después que se haya trabado la medida cautelar, porque es a partir de allí en que se
perjudica el tercero.
Para VICTOR OBANDO precisa que “si la tercería de propiedad tiene como finalidad
evitar la ejecución de un bien, la oportunidad para interponer es antes de que se efectúe
la transmisión de la propiedad del bien, la misma que se produce mediante el remate
entendido como un acto que trasmite la propiedad que solamente puede darse cuando se
adjudica el bien a quién hace la postura más alta o a través de la adjudicación en pago del
bien al ejecutante. No debe confundirse con el acto de remate que es solamente el acto en
donde se realiza la lectura de la relación de bienes y condiciones del remate,
prosiguiéndose con el anuncio de las posturas, pudiéndose llevar a cabo o no la venta
forzosa del bien. El procedimiento de remate alcanza asimismo a los actos preliminares
al remante y la publicidad de esta última.
Esta diferencia nos será útil asimismo para entender la oportunidad de la tercería, cuando
el artículo 534º del código procesal civil, dispone que la tercería de propiedad puede
interponer en cualquier momento antes de que se inicie el remate del bien ello implica
que existe remate , es decir no solamente que se inicie, sino que concluya con la
adjudicación al mejor postor, por lo que cuando se frustra la subasta y se realiza una nueva
convocatoria, antes del remate, en las nuevas condiciones que señala la norma procesal.
Mientras se repita la secuencia: convocatoria, publicidad, acto de remate, ya sea porque
el remate se frustró por falta de postores porque se anuló por falta de pago del saldo, o
porque se declaró la nulidad del mismo conforme al artículo 743 del código procesal civil,
seguirá abierta la posibilidad del planteamiento de la tercería[14]”.
Que en consecuencia, al haberse interpuesto la presente demanda sin que se haya sin que
se haya efectuado la adjudicación del bien que es objeto de remate a determinado postor
o al acreedor, su presentación resulta oportuna
6. REQUISITOS
La demanda debe reunir los requisitos que establece el artículo 424º del código procesal
civil y debe ir acompañado de los recaudos que establece el artículo 425º del mismo
cuerpo legal.
De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 535º del Código Procesal Civil, la demanda de
tercería no será admitida si el demandante no prueba su derecho de tercería con
documento público o privado de fecha cierta, o en su defecto, si no da garantía suficiente
a criterio del juez para responder por los daños y perjuicios que la tercería pudiera
irrogaren consecuencia, si el juez de la causa considera que los documentos aparejados a
la demanda no acreditan el derecho del demandante, debe declarar inadmisible la
demanda y conceder un plazo a efecto de que el demandante pudiera otorgar la garantía
a que se refiere la citada norma procesal.
EL AUTOR SANTIAGO HERRERA manifiesta que además de los requisitos generales
contemplados en el artículo 424º y 425º del CPC, deben de cumplirse los siguientes
requisitos:
❖ Que exista una medida cautelar trabada sobre bienes que son de propiedad de
tercero.
❖ Que el tercerista ofrezca garantía suficiente a criterio del juez para responder
por los daños y perjuicios que la tercería pudiera irrogar, en caso que no se acredite
el derecho de propiedad invocado.
Ambos autores hablan que el requisito fundamental para la admisibilidad de la demanda
de tercería es la acreditación fehaciente del derecho en que se funda el tercerista, ya sea
con documento público o privado de fecha cierta, en defecto de tales medios probatorios
podrán ofrecerse otros para demostrar la veracidad de los hechos alegados por el
tercerista, pero éste último estará condicionada a la prestación previa de garantía
suficiente por ejemplo: garantía real, fianza bancaria, etc., que a criterio del juez, sirva
para responder por los daños y perjuicios que la tercería pudiera causar o en su defecto.
❖ EL PROBLEMA DE LA COMPETENCIA
Para ARIANO DEHO, El CPC de 1993 no se limitó a cambiar el "apellido" de la
vieja tercería "excluyente de dominio", sino que en su afán de cambiar todo lo
precedente (incluso lo que estaba bien) terminó enredando y oscureciendo una
materia que estaba por demás clara en la legislación derogada. Y lo primero que
oscureció fue la competencia para conocer las tercerías. La lógica nos dice que si
la tercería tiene por objeto que el tercero haga valer la no responsabilidad del bien
embargado, este tercero debería hacer valer sus razones ante el propio juez que
dictó el embargo. Sin embargo, eso no lo establece el CPC de 1993, como sí lo
establecía el de 1912 que al respecto era muy diáfano:
"las tercerías se interponen ante el mismo juez que conoce del juicio en que se
trabó el embargo" (art. 744).
El silencio del CPC al respecto es ya, un problema, máxime que el propio CPC ha
establecido que "la competencia solo se establece por ley" (art. 5), lo que
inevitablemente debería significar que si la ley no ha establecido ninguna regla
específica, dado que las tercerías se introducen con demanda, la determinación
del juez competente debería regirse por las reglas que se aplican a toda demanda
"nueva", con la no rara consecuencia de que se termine planteando una tercería
ante un juez distinto del que dictó el embargo.
Autor HINOSTROZA expresa que hay otro problema en cuanto a la competencia ya que
en el artículo 488 CPC se puede advertir una grave omisión del legislador, la misma que
consiste en que no se ha determinado el órgano jurisdiccional competente para conocer
los procesos de tercería cuya cuantía no sea mayor a las Cien URP, puntualizamos que el
hecho de que el inciso 7) del artículo 486 del Código Procesal Civil disponga la
tramitación en Proceso Abreviado de los Asuntos Contenciosos en los que el petitorio de
la pretensión tenga una estimación patrimonial mayor a las cien URP hasta las mil
unidades de referencia procesal, no significa que la tercería de cuantía inferior se tramita
en otra vía, pues el artículo 486 inciso 5 del indicado código en forma expresa dispone la
vía procedimental abreviada para la Tercería. Por consiguiente, estamos ante una omisión
lamentable que creemos debe ser superada con la asignación de los procesos de tercería
de cuantía no mayor a las cien unidades de referencia procesal, a los Jueces de Paz
Letrados.
❖ Legitimación activa
El accionante de una demanda de Tercería de Propiedad es aquel propietario de
un bien afectado por medida cautelar o en ejecución, que resulta siendo ajeno al
proceso en el que se ha dictado la medida, es decir la legitimación activa en el
proceso de tercería de propiedad la tendrá el propietario que afirma que el bien
afectado es de su esfera patrimonial y no del deudor.
VII CONCLUSIONES
En el presente trabajo que presento se trato de escribirlo a medida de lo humanamente
posible hemos tratado de utilizar un lenguaje claro y accesible, puesto que en verdad no soy
un jurista dedicado, sino que vivo a la medida de mis posibilidades y oportunidades, el
presente se inicia con los conceptos básico como lo es el proceso, ya que tuvimos que
diferéncialo de los tantos existente, al proceso que nos interesa que es el proceso civil, el
proceso en sí, es el conjunto de actos mediante los cuales se constituyen, desarrolla y
termina la relación jurídica que se establece entre el juzgador, las partes y las demás
personas que en ella intervienen; y que tiene como finalidad dar solución al litigio planteado
por parte, a través de una decisión del juzgador basada en los hechos afirmados y probados
y en el derecho aplicable. Luego entonces; El proceso es la suma de actos por medio de los
cuales se constituyen, desarrolla y terminan la relación jurídica. Esto esta encaminado a que
todo proceso tiene una trilogía, y en este caso la componen la acción, que es la que abre el
proceso, y la Jurisdicción, que es la facultad que tiene es estado para intervenir en el litigio,
y por último el proceso, que ya antes se menciono.
Luego entonces podemos definir al Derecho procesal civil; Es la disciplina que estudia el
conjunto de normas que regulan el proceso a través del cual se solucionan los litigios que
versan sobre la interpretación o aplicación de normas sustantivas civiles.
Continuando con las conclusiones podemos decir que las fuentes del derecho procesal civil
son; los Tratados internacionales, la ley, la costumbre, la jurisprudencia, principios
generales del derecho, la doctrina.
También aprehendimos sobra la clasificación de los diferentes procesos como los son; el
civil, oral y escrito. Dispositivo, inquisitivo y mixto, con unidad de vista, preclusión,
singular y universal, uniinstancial y biinstancial, cautelar, declarativo, ejecutivo.
Dentro de la historia del derecho procesal civil nos remontamos hasta la época
precortesiana, la cual ya nuestros antepasado tenían la noción de este derecho, y hasta llegar
a al época independiente, en donde ya se establece con un derecho en si, dentro de nuestro
estado de derecho.
Es de gran importancia saber que el procedimiento civil e divide en varias fases o etapas,
en las que el litigio se desenvuelve para llegar una final, dichas fases son las siguientes;
Fase expositiva, postulatoria o de palpamiento, fase probatoria, fase conclusiva o de
alegatos, fase resolutiva o de sentencia definitiva, fase de ejecutorización de sentencia, fase
de recurso, fase de amparo, fase de cumplimiento o de ejecución.
En cada una de las diferentes fases hay diferentes promociones que a las partes y a los
abogados les toca realizar, y sólo el juez será un receptor de toda al información la cual
sirve como alimento al juicio y a la administración de la justicia para que con ello el juez,
tenga la suficiente masa, para poder definir y dictar una resolución, esta resolución va a
estar basada como ya lo dije anteriormente de la información, esta información, van hacer
básicamente las pruebas, ya que con ellas las partes en el proceso van ha defender sus
hechos y derechos mediante la razón de dichas pruebas, como son;
VIII JURISPRUDENCIA.-
JURISPRUDENCIA DE CASACION
PREFERENCIA DE LOS CRÉDITOS LABORALES SOBRE LAS
ACREENCIAS DE OTRA NATURALEZA
“Según lo expuesto, atendiendo a la supremacía constitucional el principio de prioridad en
el pago de remuneraciones y beneficios sociales recogido en el segundo párrafo del artículo
24 de nuestra Carta Magna, resulta aplicable a los autos, encontrándose los bienes del
deudor afectos al pago del íntegro de los créditos laborales, adeudados incluso sobre los
derechos de garantía que tiene el demandante. De manera que, conforme a lo expuesto, la
recurrente tiene prioridad en el pago de su acreencia laboral; sin perjuicio de lo que se ha
indicado en el considerando sexto de esta sentencia, lo que finalmente constituye un
mecanismo de control a fin de que impere el principio de moralidad al interior del proceso:
CAS. N° 3235-2002 IAMBAYEQUE
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por
don Teófenes Máximo Colquichagua Ingaruca contra la resolución de la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 113, su fecha 20 de setiembre de 2010,
que confirmando la apelada, declaró improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A
3. Que este Colegiado tiene a bien reiterar que el amparo contra resoluciones judiciales
no puede servir para replantear una controversia resuelta por los órganos jurisdiccionales
ordinarios, pues no constituye un medio impugnatorio en el que se continúe revisando una
decisión que es de exclusiva competencia de la jurisdicción ordinaria. En este sentido
recalca que el amparo contra resoluciones judiciales requiere como presupuesto procesal
indispensable la constatación de un agravio manifiesto a los derechos fundamentales de las
personas, que comprometa seriamente su contenido constitucionalmente protegido (artículo
5º, inciso 1 del Código Procesal Constitucional).
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publíquese y notifíquese.
Sumilla: "...interpone demanda de Tercería Preferente de Pago contra el Banco a fin de que
se declare con derecho preferente a satisfacer su crédito laboral con el producto del remate del
inmueble gravado, contenido en el Acta de Conciliación, aprobada por el Juez laboral dentro
del proceso seguido por el tercerista contra los referidos demandados, sobre Pago de
Beneficios Sociales adquiridos por haber laborado en la Tienda Comercial ..."
"...la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque la Revoca y declara
Fundada la demanda, bajo el argumento de que "...la conciliación antes citada se ha realizado
de conformidad con lo que dispone el art. 76 de la Ley Procesal del Trabajo y art. 326 del
Código Procesal Civil aplicable al Proceso Laboral, por así preceptuarlo la Tercera
Disposición Derogatoria sustitutoria y final de la ley 26636, cuyo art. 45, establece que la
conciliación aprobada por el Juez adquiere valor de cosa juzgada, y mantiene su validez y
eficacia al no haberse acreditado que haya sido declarada su nulidad..."
"... el crédito laboral del tercerista deriva de una conciliación aprobada por el Juez laboral que
tiene la calidad de cosa juzgada y en modo alguno puede ser desconocida por el propio Órgano
Jurisdiccional, no habiendo regulado la ley que en el proceso de Tercería de Derecho
Preferente de Pago, pueda ventilarse también la constitucionalidad o legalidad, por presunta
violación del derecho al debido proceso, de una resolución que ha adquirido la calidad de cosa
Tercería preferente de pago. Lima, tres de mayo del dos mil seis.-
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación, interpuesto por el demandado,
Banco Internacional del Perú - INTERBANK - contra la sentencia de vista de fojas mil
trescientos tres, su fecha nueve de junio del dos mil cinco, que Revocando la apelada de fojas
mil doscientos treintiséis, fechada el siete de diciembre del dos mil cuatro, declara Fundada la
demanda; en los seguidos por José Vega Rodríguez contra el Banco Internacional del Perú
sobre Tercería de Derecho Preferente de Pago;
Segundo.- Que, lo expuesto anteriormente, concordado con los objetivos del recurso de
casación previstos en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil, en
ninguno de los cuales se prevé la valoración de los medios probatorios que conduzcan a la Sala
de Casación a resolver el conflicto jurídico como si fuera una instancia de fallo, lleva a concluir
que la presencia de una valoración de los medios probatorios que incumpla las reglas previstas
por el Ordenamiento Procesal Civil comporta la afectación del derecho al debido proceso y
puede ser denunciada como tal vía recurso de casación; empero, la Sala de Casación se
limitará, en caso de configurarse el agravio, a observar la existencia de dicho incumplimiento
disponiendo la renovación del acto procesal afectado y serán las instancias de fallo que
saneando las deficiencias, les lleve, de acuerdo a una mejor valoración, a concluir de modo
distinto o a ratificar la decisión anterior en todo o en parte;
Tercero.- Que, en el presente caso, José Vega Rodríguez interpone demanda de Tercería de
Derecho Preferente de Pago contra el Banco Internacional del Perú, Abelardo Llanos Sánchez
y Nelly Montenegro Saavedra, a fin de que se declare con derecho preferente a satisfacer su
crédito con el producto del remate del inmueble gravado, dispuesto en el proceso seguido por
el citado Banco contra los otros co-demandados sobre Ejecución de Garantía, basando su
derecho preferente en el crédito laboral ascendente a veinte mil nuevos soles, contenido en el
Acta de Conciliación del diecinueve de agosto de mil novecientos noventinueve, aprobada por
el Juez laboral dentro del proceso seguido por el tercerista contra los referidos demandados,
Abelardo Llanos Sánchez y Nelly Montenegro Saavedra, sobre Pago de Beneficios Sociales
adquiridos por haber laborado en la Tienda Comercial de Abarrotes "Llanos" desde el dos de
agosto del dos mil tres al quince de junio de mil novecientos noventinueve;
Cuarto.- Que, esta demanda es absuelta por el Banco recurrente desconociendo el vínculo
laboral que informa la citada conciliación entre el actor y sus supuestos empleadores Abelardo
Llanos Sánchez y Nelly Montenegro Saavedra, aduciendo que el proceso laboral del actor
obedece a una maniobra concertada con los co-demandados, deudores del Banco, dado que
existen otros dos procesos laborales incoados por presuntos trabajadores también de los co-
demandados en la misma tienda; que empero, nunca ha sido registrada la Tienda Comercial de
Abarrotes "Llanos", ni Abelardo Llanos Sánchez ni su cónyuge, Nelly Saavedra Montenegro,
como persona jurídica o contribuyentes en SUNAT y mucho menos se encuentran registrados
como empleadores para emitir boletas de pago, ni en el Ministerio de Industria Comercio y
Turismo ni en la Zona de Trabajo; así como tampoco han sido registrados como empleadores
en ESSALUD a cargo de trabajadores a quienes hubieran tenido obligación de cancelar
derecho alguno;
Quinto.- Que, el Juez de la causa dicta sentencia declarando Infundada la demanda bajo la
argumentación de que el proceso laboral del actor habría sido actuado para afectar el derecho
del acreedor hipotecario; señalando que según el oficio de la SUNAT de fojas doscientos
sesentiocho y trescientos cincuentiocho, no existe registrada Tienda Comercial de Abarrotes
Llanos niel Registro Unico de Contribuyentes a nombre de Nelly Montenegro Saavedra,
existiendo sólo registro a nombre de Abelardo Llanos Sánchez, pero que de acuerdo al informe
de fojas doscientos sesentinueve y trescientos cincuentinueve, no figura como empleador ante
la Dirección Regional de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Internacionales y la
Dirección Regional de Trabajo y ,Promoción del Empleo de Lambayaque, contando con el
Registro Unico de Contribuyentes pero no está acreditado para realizar actividades
Sexto.- Que, apelada esta sentencia, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque la Revoca y declara Fundada la demanda, bajo el argumento de que "...la
conciliación antes citada se ha realizado de conformidad con lo que dispone el artículo
setentiséis de la Ley Procesal del Trabajo y artículo trescientos veintiséis del Código Procesal
Civil aplicable al Proceso Laboral, por así preceptuarlo la Tercera Disposición Derogatoria
sustitutoria y final de la ley veintiséis mil seiscientos treintiséis, cuyo artículo cuarenticinco,
establece que la conciliación aprobada - por el Juez adquiere valor de cosa juzgada, y mantiene
su validez . y eficacia al no haberse acreditado que haya sido declarada su ' nulidad...";
Sétimo.- Que, siendo este el escenario procesal debe,' indicarse que la Sala Revisora no ha
incurrido en violación del principio de valoración conjunta y apreciación razonada de los
medios probatorios contenida en el artículo ciento noventisiete del Código Adjetivo respecto
del contenido de los informes emitidos por la SUNAT, la Dirección Regional de Industria,
Turismo, Integración y Negociaciones Internacionales y la Dirección Regional de Trabajo y
Promoción del Empleo de Lambayeque, sino que ha relevado el hecho inobjetable que el
crédito laboral del tercerista, al estar contenida en una Acta de Conciliación Judicial aprobada
por el Juez Laboral, tiene la calidad de cosa juzgada, estimando que esta mantiene su validez
en tanto no se haya declarado su nulidad;
Octavo.- Que, de acuerdo a la Carta Fundamental, la institución de la cosa juzgada tiene nivel
constitucional; toda vez que su artículo ciento treintinueve inciso tercero, establece
expresamente que ninguna autoridad puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en
autoridad de cosa juzgada; que este principio constitucional tiene derivación legal en el artículo
cuarto del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el cual establece que
no se puede dejar sin efecto resoluciones judiciales con autoridad de cosa juzgada, ni modificar
su contenido, ni retardar su ejecución, ni cortar procedimientos en trámite, bajo la
responsabilidad política, administrativa, civil y penal que la ley determine en cada caso;
preceptuando el artículo, cuarenticinco de la Ley Procesal del Trabajo número veintiséis mil
seiscientos treintiséis, la conciliación aprobada por el Juez adquiere el valor de cosa juzgada;
Noveno.- Que, en tal virtud, más allá del contenido de los referidos informes y del sentido
valorativo que, se puede dar a dichos medios probatorios, resulta incuestionable, que el crédito
laboral del tercerista deriva de una conciliación aprobada por el Juez laboral que tiene la
calidad de cosa juzgada y en modo alguno puede ser desconocida por el propio Órgano
Jurisdiccional, no habiendo regulado la ley que en el proceso de Tercería de Derecho
Preferente de Pago, pueda ventilarse también la constitucionalidad o legalidad, por presunta
violación del derecho al debido proceso, de una resolución que ha adquirido la calidad de cosa
juzgada; estando reservado dicha revisión para el proceso de Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta contemplado en el artículo ciento setentiocho del Código Procesal Civil, además
del proceso de amparo; demanda de Nulidad que el propio Banco recurrente en su escrito de
contestación de demanda, presentado el veintiséis de noviembre del dos mil uno, afirma haber
interpuesto contra el proceso laboral del actor; sin embargo, habiendo transcurrido más de
cuatro años hasta la fecha no parece existir sentencia favorable al Banco impugnante ya que
de lo contrario lo habría informado al órgano jurisdiccional inmediatamente;
CAUSALES DEL RECURSO: - Mediante resolución de fecha doce de septiembre del dos
mil cinco, que corre a fojas veinte del cuadernillo de casación, este Tribunal Supremo ha
declarado procedente el recurso de casación únicamente por la causal prevista en el inciso
tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil; esto es, contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, específicamente en cuanto se
denuncia que la sentencia de vista ha obviado valorar los medios probatorios - aportados al
proceso y que el Colegiado no ha fundamentado la sentencia sobre el mérito de lo actuado,
incurriendo en errores materiales sobre la interpretación de una norma; además, no ha valorado
adecuadamente la falta de registro como centro de trabajo, tanto del Ministerio de Trabajo
como de Essalud, negando el valor de ambas pruebas, cuando éstos evidencian que se tratan
de' procesos judiciales fraudulentos; CONSIDERANDO: Primero: Que, según lo previsto
en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil el recurso extraordinario de
casación tiene por fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo,
así como la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia; Segundo.- Que, con relación a la causal de casación declarada procedente, de autos
se advierte que con fecha veintiséis de noviembre del dos mil uno el demandado Banco
Internacional del Perú, ha negado la demanda de tercería de derecho preferente alegando
básicamente que el demandante no tiene derecho preferente de pago, pues fraudulentamente
ha tramitado un proceso judicial por presuntas acreencias laborales que tendría respecto de los
codemandados Abelardo Llanos y Nelly Montenegro; cuando no existió ninguna relación
laboral entre estas personas; para acreditar sus afirmaciones ofrece como medios probatorios,
entre otros, los informes que emitirán la Zona de Trabajo de Chiclayo del Ministerio de
Trabajo; el Ministerio de Industria, Transporte y Turismo; la SUNAT; y
Essalud; Tercero.- Que, tramitada que fue la litis, con fecha siete de diciembre del dos mil
cuatro el Segundo Juzgado Civil de Lambayeque ha pronunciado sentencia por la que declaró
infundada la demanda; de los fundamentos de esta resolución se advierte que se ha denegado
la demanda, debido a que el artículo veinticuatro de la Constitución Política del Estado prevé
que el derecho preferencial opera siempre que el empleador no tenga más bienes con qué
responder por las acreencias, lo que no se encuentra acreditado en autos; y, además, que de los
X BIBLIOGRAFIA
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- Santiago Herrera Navarro, Teoria Y Practica, Cuarta Edicion, Normas Legales, Trujillo 2005
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- Alberto Hinostroza Minguez, El Embargo Y Otras Medidas Cautelares
- CODIGO CIVIL
- CODIGO PROCESAL CIVIL
- DICCIONARIO JURIDICO
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Cipriano Gómez Lara, Teoría general del proceso, Octava Edición, Editorial Harla, México, 1990.
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1965.
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José Ovalle Favela, Teoría General del Proceso, Editorial Harla, México, 1991.
"... el crédito laboral del tercerista deriva de una conciliación aprobada por el Juez laboral
que tiene la calidad de cosa juzgada y en modo alguno puede ser desconocida por el
propio Órgano Jurisdiccional, no habiendo regulado la ley que en el proceso de Tercería
de Derecho Preferente de Pago, pueda ventilarse también la constitucionalidad o
legalidad, por presunta violación del derecho al debido proceso, de una resolución que ha
adquirido la calidad de cosa juzgada; estando reservado dicha revisión para el proceso de
Tercería preferente de pago. Lima, tres de mayo del dos mil seis.-
Segundo.- Que, lo expuesto anteriormente, concordado con los objetivos del recurso de
casación previstos en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil, en
ninguno de los cuales se prevé la valoración de los medios probatorios que conduzcan a
la Sala de Casación a resolver el conflicto jurídico como si fuera una instancia de fallo,
lleva a concluir que la presencia de una valoración de los medios probatorios que
incumpla las reglas previstas por el Ordenamiento Procesal Civil comporta la afectación
del derecho al debido proceso y puede ser denunciada como tal vía recurso de casación;
empero, la Sala de Casación se limitará, en caso de configurarse el agravio, a observar la
existencia de dicho incumplimiento disponiendo la renovación del acto procesal afectado
y serán las instancias de fallo que saneando las deficiencias, les lleve, de acuerdo a una
mejor valoración, a concluir de modo distinto o a ratificar la decisión anterior en todo o
en parte;
Tercero.- Que, en el presente caso, José Vega Rodríguez interpone demanda de Tercería
de Derecho Preferente de Pago contra el Banco Internacional del Perú, Abelardo Llanos
Sánchez y Nelly Montenegro Saavedra, a fin de que se declare con derecho preferente a
satisfacer su crédito con el producto del remate del inmueble gravado, dispuesto en el
proceso seguido por el citado Banco contra los otros co-demandados sobre Ejecución de
Garantía, basando su derecho preferente en el crédito laboral ascendente a veinte mil
nuevos soles, contenido en el Acta de Conciliación del diecinueve de agosto de mil
novecientos noventinueve, aprobada por el Juez laboral dentro del proceso seguido por el
tercerista contra los referidos demandados, Abelardo Llanos Sánchez y Nelly Montenegro
Saavedra, sobre Pago de Beneficios Sociales adquiridos por haber laborado en la Tienda
Comercial de Abarrotes "Llanos" desde el dos de agosto del dos mil tres al quince de
junio de mil novecientos noventinueve;
Quinto.- Que, el Juez de la causa dicta sentencia declarando Infundada la demanda bajo
la argumentación de que el proceso laboral del actor habría sido actuado para afectar el
derecho del acreedor hipotecario; señalando que según el oficio de la SUNAT de fojas
doscientos sesentiocho y trescientos cincuentiocho, no existe registrada Tienda Comercial
de Abarrotes Llanos niel Registro Unico de Contribuyentes a nombre de Nelly
Montenegro Saavedra, existiendo sólo registro a nombre de Abelardo Llanos Sánchez,
pero que de acuerdo al informe de fojas doscientos sesentinueve y trescientos
cincuentinueve, no figura como empleador ante la Dirección Regional de Industria,
Sexto.- Que, apelada esta sentencia, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque la Revoca y declara Fundada la demanda, bajo el argumento de que "...la
conciliación antes citada se ha realizado de conformidad con lo que dispone el artículo
setentiséis de la Ley Procesal del Trabajo y artículo trescientos veintiséis del Código
Procesal Civil aplicable al Proceso Laboral, por así preceptuarlo la Tercera Disposición
Derogatoria sustitutoria y final de la ley veintiséis mil seiscientos treintiséis, cuyo artículo
cuarenticinco, establece que la conciliación aprobada - por el Juez adquiere valor de cosa
juzgada, y mantiene su validez . y eficacia al no haberse acreditado que haya sido
declarada su ' nulidad...";
Sétimo.- Que, siendo este el escenario procesal debe,' indicarse que la Sala Revisora no
ha incurrido en violación del principio de valoración conjunta y apreciación razonada de
los medios probatorios contenida en el artículo ciento noventisiete del Código Adjetivo
respecto del contenido de los informes emitidos por la SUNAT, la Dirección Regional de
Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Internacionales y la Dirección Regional
de Trabajo y Promoción del Empleo de Lambayeque, sino que ha relevado el hecho
inobjetable que el crédito laboral del tercerista, al estar contenida en una Acta de
Conciliación Judicial aprobada por el Juez Laboral, tiene la calidad de cosa juzgada,
estimando que esta mantiene su validez en tanto no se haya declarado su nulidad;
Noveno.- Que, en tal virtud, más allá del contenido de los referidos informes y del sentido
valorativo que, se puede dar a dichos medios probatorios, resulta incuestionable, que el
crédito laboral del tercerista deriva de una conciliación aprobada por el Juez laboral que
tiene la calidad de cosa juzgada y en modo alguno puede ser desconocida por el propio
Órgano Jurisdiccional, no habiendo regulado la ley que en el proceso de Tercería de
Derecho Preferente de Pago, pueda ventilarse también la constitucionalidad o legalidad,
por presunta violación del derecho al debido proceso, de una resolución que ha adquirido
la calidad de cosa juzgada; estando reservado dicha revisión para el proceso de Nulidad
de Cosa Juzgada Fraudulenta contemplado en el artículo ciento setentiocho del Código
Procesal Civil, además del proceso de amparo; demanda de Nulidad que el propio Banco
recurrente en su escrito de contestación de demanda, presentado el veintiséis de
noviembre del dos mil uno, afirma haber interpuesto contra el proceso laboral del actor;
CONCLUSIONES
BLIBLIOGRAFÍA
Carlos Arellano García, Derecho procesal civil, Octava Edición, Editorial Porrúa, México, 2001.
Cipriano Gómez Lara, Teoría general del proceso, Octava Edición, Editorial Harla, México, 1990.
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1965.
José Becerra Bautista, El proceso civil en México, Sexta Edición, México, 1977.
José Ovalle Favela, Teoría General del Proceso, Editorial Harla, México, 1991.