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TAMAÑO DE PARTICULA DE MATERIAL SILICICO

Para asegurar una larga duración del ladrillo se necesita que el material de partida tenga
una porosidad baja, de ahí que una materia prima silícea ideal debe consistir, por ejemplo,
de granos de arena de cuarzo cementados por sílice calcedónica que además de poseer
una alta densidad con baja porosidad, aceleraría el proceso de conversión arriba
mencionado. La porosidad del ladrillo refractario puede ser controlada por la distribución
de tamaños del mineral en bruto. La siguiente distribución origina un ladrillo con baja
porosidad: 45 por 100 de gruesos (0,5-3,35 milímetros), 10 por 100 de medios (0,818-0,5
milímetros) y 45 por 100 de finos (harina 0.18 milimetros)
Los requisitos químicos para el uso de la sílice en ladrillos refractarios demandan un
mínimo de Si02 de un 97 por 100, Y preferiblemente más del 98 %, Ab03 menos del 1 %
y preferiblemente menos del 0,5 %, y álcalis menos del 0,2 %. Para ladrillos de gran
rendimiento el contenido total de alúmina, titanio y álcalis no debe ser mayor del 0,5 %
(otras especificaciones combinan un contenido de alúmina y álcalis en conjunto menor
del 0,7 %, teniendo que ser a su vez la alúmina menor del 0,5 %). Para evitar la expansión
térmica se requiere la conversión del cuarzo a cristobalita o a tridimita. Añadiendo
calcedonia se acelera este proceso de conversión y por tanto se reduce la energía
consumida. Alternativamente la cal y los óxidos de Fe estimulan también la conversión a
cristobalita y tridimita, respectivamente.

CHOQUE TÉRMICO
La sílice sufre transformaciones cristalográficas durante el calentamiento: a 573 ºC
(cuarzo   cuarzo ), a 870 ºC (cuarzo   tridimita), y a 1 470 ºC (tridimita a
cristobalita). La segunda transformación es muy lenta por lo que el cuarzo  puede
transformarse directamente en cristobalita alrededor de 1 250 ºC. Como consecuencia, el
volumen del ladrillo de sílice, el cual usualmente es una mezcla de las tres
modificaciones, aumenta rápidamente hasta 400 ºC, pero permanece esencialmente
constante por encima de esa temperatura. Así, la sílice proporciona buena resistencia al
choque térmico a temperatura elevada, en tanto que pueden formarse grietas
considerables si el ladrillo se enfría por debajo de 400 ºC.
DENSIDAD
La cuarcita con un peso específico de 2.65 gr/cm3 se convierte al calentarla en cristobalita
y tridimita con pesos específicos de 2.32 y 2.26 gr/cm3 respectivamente. El peso
específico resultante de la sílice cocida refleja el grado de conversión y es un ensayo muy
adecuado para observar el tratamiento de cocido.
Propiedades específicas de refractarios de sílice

Variables de operación
variable descripción indicador
Variable independiente Presencia de sílice en la Tamaño de sílice presente
elaboración de ladrillos en (arenas sílicas, cuarzo,
cuarcita)

Variable dependiente Disminuir la rotura de los Densidad


ladrillos mostrando mayor Resistencia térmica
resistencia

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