Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Antón-Pacheco Sánchez JL, Luna Paredes MC, Gimeno Díaz de Atauri A. Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax,
hemotórax y mediastinitis. Protoc diagn ter pediatr. 2017;1:211-219.
211
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
212
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
Exudado Trasudado
Criterios de Light
Proteinas líquido pleural/proteinas > 0,5 < 0,5
suero
LDH pleural/LDH suero > 0,6 < 0,6
LDH en líquido pleural > 2/3 niveles normales en sangre < 2/3 niveles normales en sangre
Otros criterios
Colesterol (en mg/dl) > 60 < 60
pH < 7,3 > 7,4
Glucosa pleural/glucosa suero <1 ≈1
Leucocitos (por µl) > 5000 < 1000
LDH: lactato deshidrogenasa.
213
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
El análisis bioquímico debe ser rápido, y el de mes paraneumónicos en los que, cuando la
pH lo más inmediato posible. El pH estará redu- antibioterapia aislada no es suficiente, surgen
cido en los derrames paraneumónicos, tubercu- diversas opciones, como son la colocación de
losis, hemotórax, enfermedades autoinmunes un tubo de drenaje pleural (a través del cual se
y neoplasias. Si el líquido obtenido es un trasu- pueden instilar fibrinolíticos), el desbrida-
dado, no es necesario ampliar mucho más el miento mediante videotoracoscopia asistida
estudio y conviene centrarse en el tratamiento (VATS) o la decorticación por minitoracotomía.
de la enfermedad subyacente. Cuando el líqui- No se ha demostrado aún que ninguna de es-
do cumple características de exudado general- tas técnicas sea superior a las otras, por lo que
mente sí son necesarios estudios microbiológi- la decisión se individualiza en cada caso y se-
cos, bioquímicos y citológicos que nos ayuden a gún la experiencia de cada centro.
orientar el diagnóstico. Así, por ejemplo, la ami-
lasa elevada es muy sugestiva de rotura esofá- En ocasiones, en caso de derrame recurrente,
gica y los triglicéridos por encima de 110 mg/dl es necesario recurrir a la pleurodesis, que con-
son prácticamente diagnósticos de quilotórax. siste en conseguir la unión de ambas capas
pleurales mediante la administración de sus-
En cuanto a la citología, el predominio neutro- tancias esclerosantes a través de un tubo de
fílico se asocia habitualmente a infecciones tórax, o la abrasión pleural mecánica por tora-
bacterianas, mientras que el linfocítico aparece coscopia o toracotomía.
más en quilotórax, enfermedades autoinmu-
nes tuberculosis y neoplasias. En algunas de
estas últimas (tumor maligno de células germi- 2. QUILOTÓRAX
nales, tumor de Wilms, hepatoblastoma y rab-
domiosarcoma) pueden detectarse células ma- El quilotórax se define como la presencia de lí-
lignas en el líquido pleural, de modo que la quido linfático en el espacio pleural. En general
punción puede servir de ayuda al diagnóstico se considera una causa muy poco frecuente de
definitivo de cara a iniciar el tratamiento qui- derrame pleural en la infancia, aunque consti-
mioterápico específico. tuye la forma más habitual de derrame pleural
en el recién nacido. Una alteración del flujo de
1.6. Tratamiento la linfa, ya sea por alteración de la génesis, le-
sión u obstrucción de los vasos linfáticos, puede
Todo niño con un derrame pleural debe ser in- generar una fuga de quilo desde el conducto
gresado en el hospital. El tratamiento del de- torácico y su acumulación en el espacio pleural,
rrame pleural se basa en las medidas de so- dando lugar a la aparición de quilotórax. El con-
porte y en abordar adecuadamente la causa ducto torácico recoge la linfa del abdomen, los
subyacente, lo cual suele ser suficiente en los miembros inferiores, el hemitórax izquierdo, el
trasudados. En los exudados, o en derrames cuello y los miembros superiores. La interrup-
muy importantes, puede ser necesario drenar ción del conducto entre el diafragma y T5 gene-
el contenido intrapleural para disminuir la sin- ralmente da lugar a un quilotórax derecho,
tomatología y facilitar la expansión del pul- mientras que un quilotórax izquierdo sería con-
món. Esto ocurre especialmente en los derra- secuencia de un daño por encima de T5.
214
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
Dependiendo de su causa, el quilotórax se di- La presencia del derrame pleural puede obser-
vide en dos grupos: traumático y no traumáti- varse antes del nacimiento por ecografía fetal.
co. También se puede clasificar como quilotó- El quilotórax antenatal puede conducir a una
rax congénito o adquirido. La mayor parte de restricción en el desarrollo pulmonar y producir
los quilotórax congénitos son idiopáticos, hipoplasia pulmonar. Por esta razón, en algu-
mientras que los adquiridos suelen presentar- nos casos de quilotórax congénito, el recién na-
se como complicación de cualquier tipo de ci- cido presenta dificultad respiratoria que puede
rugía torácica, especialmente la cardiaca. ser importante. Los síntomas respiratorios de-
penderán también del volumen del derrame.
Los casos más habituales son de origen traumá-
tico. Según algunas series, la cirugía cardiotorá- En los casos de quilotórax adquirido, el inter-
cica se encuentra en el origen del 65-80% de los valo entre la cirugía y el diagnóstico del derra-
derrames quilosos. En la Tabla 3 se muestran me es variable, así como su duración, y son
otras causas menos habituales de quilotórax. menores en los casos secundarios a lesión del
conducto torácico y mayores en los relaciona-
Tabla 3. Etiología del quilotórax dos con trombosis o aumento de la presión
venosa central.
Traumático
Iatrogénico
•Q uirúrgico (cirugía cardiaca, escoliosis, …) Una radiografía de tórax demostrará la presen-
• P rocedimientos invasivos (cateterismo de la vía subclavia)
cia de derrame uni- o bilateral (Figura 2). Aun-
No iatrogénico
• V ómitos o tos fuerte que se describe el líquido pleural del quilotórax
•H iperextensión del cuello o columna torácica como típicamente lechoso y este dato puede
•M ecanismo del parto
• T raumatismo cerrado
•H erida penetrante del tórax
No traumático Figura 2. Radiografía de tórax de un lactante con
Congénito quilotórax bilateral
• A nomalías del sistema linfático: linfangiectasias primarias
o secundarias, linfangiomatosis, síndrome de displasia
linfática
• S índromes genéticos: síndrome de Noonan, síndrome
de Turner, síndrome de Down
• I nfecciosa
• A genesia/atresia conducto torácico
•H ernia diafragmática congénita
•M alformación congénita del pulmón
• C ardiopatía congénita
• T umores mediastínicos/pleurales congénitos
•H ydrops fetalis
• I diopático
Hidrotórax prenatal primario
Infecciosos
• T uberculosis, filariasis, histoplasmosis
Neoplásico
• L infoma, teratoma, sarcoma, neuroblastoma
Otros
• T umores benignos, insuficiencia cardiaca, enfermedades
sistémicas
215
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
ayudar en la sospecha diagnóstica, hay que re- básicamente dos alternativas: modificar la
cordar que el quilo adquiere esta apariencia dieta, disminuyendo la ingesta de grasas y
solo si los quilomicrones están presentes, y que sustituyendo la lactancia materna o la fór-
las características del líquido varían con el tipo mula que esté recibiendo por fórmulas en-
de alimentación. En ausencia de ingesta oral, el riquecidas con triglicéridos de cadena me-
quilo suele ser de color claro o amarillo. dia (se absorben directamente en el
sistema portal sin formar quilomicrones) o
En cuanto al estudio de la muestra obtenida incluso nutrición parenteral total.
por punción, en niños no hay una definición
clara de quilotórax y con frecuencia se han es- • M
edicación: la somatostatina y el octreóti-
tado aplicando criterios diagnósticos defini- do ejercen un amplio espectro de acciones
dos para el adulto. El contenido de triglicéridos inhibitorias en varios órganos. Su efectivi-
de más de 110 mg/dl y la presencia de quilo- dad en el tratamiento del quilotórax puede
micrones son criterios utilizados de forma am- deberse a una reducción del flujo sanguí-
plia. Otras características clásicas del quilo in- neo gastrointestinal y, como consecuencia,
cluyen la presencia de proteínas en valores del drenaje linfático desde el intestino, con
superiores a 20 g/dl, su pH alcalino, un porcen- la disminución consiguiente del flujo de lin-
taje elevado de linfocitos y cultivos estériles. fa a través del conducto torácico. Las dosis
y la vía de administración no están clara-
Se debe hacer diagnóstico diferencial con el em- mente establecidas en la edad pediátrica.
piema y el pseudoquilotórax, que se desarrolla
cuando un derrame exudativo permanece en el Tratamiento quirúrgico: la principal indicación
espacio pleural por un tiempo prolongado y se del tratamiento quirúrgico es la persistencia del
enriquece gradualmente con colesterol. derrame a pesar del tratamiento conservador.
No está bien establecido el momento adecua-
2.3. Tratamiento do, aunque algunos autores lo recomiendan
tras dos semanas de permanencia. Se han des-
Los pilares del tratamiento son dos, el drenaje crito diferentes procedimientos quirúrgicos
por toracostomía y el manejo nutricional. El ob- que incluyen pleurodesis, pleurectomía, ligadu-
jetivo es controlar la afectación respiratoria ra del conducto torácico y derivaciones pleuro-
ocasionada por la acumulación de líquido en el peritoneales. Las recomendaciones sobre el
espacio pleural, mantener un correcto estado tipo de cirugía a realizar también son variables.
nutricional e intentar disminuir la producción
de linfa.
3. HEMOTÓRAX
Terapia médica:
3.1. Etiología
• N
utricional: el objetivo del tratamiento nu-
tricional es mantener una ingesta calórica El hemotórax es una entidad muy poco fre-
adecuada e intentar disminuir la produc- cuente en los niños y consiste en la acumula-
ción de quilo. Para ello, se han propuesto ción de sangre en el espacio pleural. La causa
216
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
3.2. Diagnóstico
217
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
evacuar por medio de un tubo de drenaje torá- consiguiente riesgo de empiema o fibrotórax.
cico. El tamaño del tubo debe estar en relación Con objeto de prevenir estas complicaciones,
con el tamaño del paciente, aunque, en general, se recomienda realizar un procedimiento VATS
son preferibles drenajes de mayor calibre. para limpiar la cavidad pleural en la primera
semana después del traumatismo.
En la mayoría de los casos, el sangrado cesará
espontáneamente en un periodo corto de
tiempo sin precisar otras medidas quirúrgicas. 4. MEDIASTINITIS
Por tanto, un drenaje eficaz de la cavidad pleu-
ral junto con una reexpansión pulmonar com- 4.1. Etiología
pleta son los objetivos a cumplir. Un sangrado
persistente en un paciente inestable es indica- La mediastinitis es una infección del tejido co-
ción de una toracotomía urgente. Esta situa- nectivo del mediastino. La mayoría de los ca-
ción se resume en los siguientes parámetros: sos de mediastinitis aguda ocurren después
de una esternotomía media en el contexto de
• Sangrado de 2-3 ml/kg/hora durante 4 ho- una cirugía cardiotorácica, pero también pue-
ras (200-300 ml/hora en un adolescente), de producirse como consecuencia de algunas
patologías esofagogástricas o traumatismos,
• Retorno de más del 20% de la volemia al y como extensión de lesiones vecinas, como
colocar el tubo de drenaje torácico (1000- sería el caso de una infección retrofaríngea o
1500 ml en un adolescente). de origen odontogénico. En niños hay que des-
cartar la posibilidad de una perforación esofá-
Como regla general, la respuesta fisiológica gica por un cuerpo extraño.
del paciente a las medidas de soporte y repo-
sición de la volemia es la mejor guía para la 4.2. Diagnóstico
toma de decisiones. Una respuesta favorable y
mantenida evita la intervención quirúrgica. En Aunque la incidencia de mediastinitis secunda-
casos seleccionados, con sangrado persistente ria a esternotomía es muy baja (0,1-5% de los
y estabilidad hemodinámica, puede estar indi- pacientes sometidos a este abordaje), tiene un
cada una VATS con objeto de identificar y con- impacto importante en lo que respecta a mor-
trolar el origen del sangrado. bilidad y mortalidad. Los factores de riesgo in-
cluyen: edad temprana, riesgo anestésico alto y
3.4. Complicaciones una intervención quirúrgica de larga duración.
La mediastinitis generalmente aparece días o
El shock hipovolémico es la complicación más semanas después de la cirugía cardiaca. Los sig-
frecuente en situaciones de hemorragia masi- nos clínicos son variables, pero casi siempre en
va o persistente. Como consecuencia de ello el curso de una evolución postoperatoria desfa-
puede ocurrir fracaso renal agudo, acidosis vorable. Manifestaciones como sepsis, derrame
grave e isquemia cardiaca. Si el hemotórax no pleural, neumotórax, neumomediastino, dolor
se drena precozmente, la sangre acumulada torácico, enfisema subcutáneo y odinofagia
puede coagularse y quedarse retenida con el puede estar presentes en un paciente con me-
218
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172
Protocolos • Derrame pleural no paraneumónico, quilotórax, hemotórax y mediastinitis
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA • Sartorelli KH, Vane DW. The diagnosis and mana-
gement of children with blunt injury of the chest.
• Agrawal V, Sahn SA. Lipid pleural effusions. Am J Semin Pediatr Surg. 2004;13:98-105.
Med Sci. 2008;335:16-20.
• Soto-Martínez M, Massie J. Chylothorax: diagno-
• Al-Sehly AA, Robinson JL, Lee BE, Taylor G, Ross DB, sis and management in children. Paediatr Respir
Robertson M, et al. Pediatric poststernotomy me- Rev. 2009 Dec;10(4):199-207.
diastinitis. Ann Thorac Surg. 2005;80:2314-20.
219
©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2017. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
ISSN 2171-8172