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JOHN DEWEY Y LA EDUCACIÓN

John Dewey es la figura más representativa de la pedagogía progresista en Estados Unidos,


en efecto mostró un sentido práctico para planificar y desarrollar un currículum integrado de
las ocupaciones, actividades u funciones ligadas al medio del niño, así, su método del
problema plantea que el proceso educativo exige más pensamiento y más ciencia, sucesiva e
infinitamente.
John Dewey es uno de los filósofos estadounidense más importantes de la primera mitad del
siglo XX, y fue, junto con Charles Sanders Peirce y William James, uno de los fundadores de
la filosofía del pragmatismo. De igual manera se convirtió en un gran aportador de la
pedagogía progresista, en donde también influyeron las teorías genético-dialécticas de Lev
Vygotsky, genético-cognitivas de Jean Piaget (desarrollo cognitivo), las de la educación en
libertad de Benjamin Spock, la pedagogía del oprimido de Paulo Freire, y el constructivismo
de David Ausubel (aprendizaje significativo).

La pedagogía progresista o comúnmente conocida como la "Escuela Nueva" tiene por


objetivo propiciar la actividad del niño, desarrollando tanto el aspecto cognoscitivo y la
actividad motora, con el objeto de hacer más efectivo el aprendizaje, esto es lo que se
denomina revolución paidocéntrica, que nace en la época renacentista a partir de la necesidad
de cuestionar el fin esencial de la educación que ha de construir al hombre “tal como debe
ser”, para postular el fin educativo de los hombres “tal como es”, sustentándose en el
activismo escolar o enseñanza funcional basado principalmente en los intereses del niño.

De esta manera para John Dewey la educación es una constante reconstrucción de la


experiencia, a partir de esto su principal preocupación fue la de poder desarrollar una
educación que pudiera unir la tradicional separación entre la mente y el cuerpo, entre la teoría
y la practica o entre el pensamiento y la acción, ya que él pensaba que al hacer esta
separación, llamada “natural” la educación, para él tendía a ser académica y aburrida, alejada
de los intereses reales de la vida: “Cada vez tengo más presente en mi mente la imagen de
una escuela; una escuela cuyo centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente
constructiva, en la que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la
dimensión social de esta actividad constructiva, y por otra, el contacto con la naturaleza que le
proporciona su materia prima”.

La pedagogía recibe de Dewey una nueva perspectiva al considerar el proceso del


conocimiento como un proceso genético. El concepto de la educación como influyente en el
desarrollo del individuo, adaptado al momento de desarrollo genético según las características
bio-psicológicas de su edad y los intereses, las expectativas y los procesos del conocimiento
varían según los ciclos vitales del género humano. Son los educadores pues, quienes deben
guiarse por el desarrollo de los estudiantes y no los estudiantes según la ciencia de lo que sus
docentes consideran que deben ser de su interés y de su conocimiento. Se trata, por tanto de
su propio conocimiento. Es el docente el encargado de cultivar las manifestaciones del
conocimiento, del desarrollo de los intereses y de la personalidad. Se trata, en fin de
considerar los intereses del sujeto como signos que revelan necesidades profundas; de
funciones nuevas que luchan por manifestarse y que el docente debe favorecer al ofrecer
circunstancias más favorables a su manifestación.

Este autor considera que “La educación no consiste en allegar medios de vida, sino que se
identifica con las funciones mismas de vivir una vida fructífera que tenga sentido por sí
misma”. Esos conocimientos deben ser expuestos a la sociedad ya que no se trata de la
formación para el ejercicio de una profesión sino el desarrollo de “métodos de vida”, que
contribuyan al trabajo en comunidad, al valor del trabajo, a la búsqueda de su sentido social y
humano.

El método de enseñanza se establece desde el análisis de las fases del método experimental;
es el único método racional y fiable: es el método del conocimiento, sin más, Dewey lo
llamaba método de problemas, y consta de cinco fases o momentos: (1) comienzo por una
experiencia del niño; (2) interrupción de la experiencia para definir el problema; (3) inspección
de los datos disponibles; (4) búsqueda de la posible solución; (5) formulación de hipótesis: con
vistas a reanudar la continuidad de la experiencia; sometimiento de la hipótesis a la
corroboración de la experiencia. Este se centra en el maestro ya que el mismo Dewey
reconocía que su método era muy exigente para ellos. Este método del problema establece
que la práctica sustenta el aprendizaje, y no consiste en la fijación de conocimientos mediante
la repetición de los mismos, una vez explicados; el aprendizaje se realiza por descubrimiento,
con la guía del maestro.
La planificación de las actividades a realizar se realiza semanalmente; y esta planificación no
es una programación de las lecciones a impartir, sino de las experiencias a realizar con los
alumnos. Según los resultados de ellas, se planifica la siguiente semana. En consecuencia el
crecimiento humano se consigue a través de la escuela y mediante el aprendizaje en el
entorno de la convivencia democrática. Esto exige el concurso de la experiencia personal,
pero además, se debe contar con la experiencia de los otros; en la confluencia de
experiencias se realiza la educación democrática.

John Dewey permite considerar los intereses de los alumnos, sin desviar los contenidos
estipulados en los planes y programas. Este filósofo y gran pedagogo entiende la democracia
no como un régimen de gobierno, sino como una forma de vida y un proceso permanente de
liberación de la inteligencia por lo tanto está siempre presente en la educación. Su legado lo
presenta como un autor interesado en las cuestiones sociales y del hombre y preocupado por
los problemas del aprendizaje.

De alguna manera a pesar de los primeros esfuerzos de John Dewey y de otros por conformar
la escuela según los intereses de una democracia radical, y de los intentos recientes de los
teóricos educativos de izquierdas por evidenciar la conexión que existe entre la ideología de la
escuela y la lógica del Estado capitalista, el espacio político que ocupa la educación del
profesorado en la actualidad sigue desalentando la lucha por dotar de poder al profesor, y
normalmente sirve para reproducir las ideologías tecnocráticas y corporativas, características
de las sociedades dominantes. De hecho, es razonable afirmar que la formación del
profesorado sirve fundamentalmente para crear intelectuales que actúan al servicio de los
intereses del Estado, cuya función social es sostener y legitimar el statu quo” 1.

Una de las limitaciones con las que se ha encontrado la educación es el hecho de que se
asumen los procesos educativos bajo la misma lógica de las fábricas , ya que se piensa que los
humanos pueden manejarse igual a la elaboración de un objeto o un producto, y no se puede
entender de esta manera ya que los maestros ni siquiera son operarios de un proceso, por el
contrario este proceso da lugar a interacciones culturales y a la construcción de saberes que no
pueden ser categorizados y fabricados de alguna manera. Pienso que este ha sido uno de los
más grandes errores que se han tenido a nivel educativo el simple hecho de pensar que un niño
se puede transformar o moldear como un objeto es un gran error dado que no se tiene en
cuenta la libertad y la autonomía, por el contrario se quiere imponer un pensamiento para la
beneficio competitivo y no el del mismo niño. La educación se ha visto influenciada por los
intentos de ser adecuada a las necesidades del capitalismo, la globalización económica y la
mundialización de la cultura, por lo que se analiza la educación bajo la mirada del mercado,
operando así en términos de oferta y demanda para regular el sistema en términos de
cobertura, eficiencia y calidad.

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Referencias bibliográficas:

Martínez, R. (2017). El concepto educativo de John Dewey. Ciruelo.uninorte.edu.co.


Retrieved 23 March 2017, from
http://ciruelo.uninorte.edu.co/pdf/huellas/8/Huellas_8_5_ElConceptoEducativodeJohnDewey

1. La educación del profesorado como espacio contrapúblico, en Thomas S. Popkewitz


Formación del profesorado. Tradición. Teoría. Práctica, Universitat de València, 1990,
pags. (245-246).

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