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ENSAYO ARGUMENTATIVO
DOCENTE
JENNY ALEXANDRA SUAREZ
ABOGADA
Confianza razonable
Una vez se inician acercamientos, las futuras partes fraguan condiciones, disponen
tiempo, conforme estas van avanzando se construye un vinculo moral soportado en
las expectativas que se crean sobre el futuro contrato. Que sea previa no implica
que el comportamiento es pasivo, la parte con convicción y expectativa puede
realizar inversiones, arreglos a la cosa, abstenerse de negociar con otros, todo al
tenor de la expectativa creada con confianza de “que el negocio jurídico se realizará.
Se ha señalado que esta debe ser razonable, y normalmente dicha razonabilidad
estará atada al avance que se haya alcanzado en las negociaciones. Es decir,
resulta más difícil probar que se generó una confianza suficiente al inicio del
proceso, mientras que entre más avanzadas se encuentren las conversaciones y
negociaciones más posibilidades tendrá la víctima del daño in contrahendo de
demostrar que su creencia en la celebración del contrato era razonable7.
Queda a juicio del juez según la naturaleza de cada caso determinar la existencia
de la confianza. A nuestro criterio se tendrá que analizar las conductas realizadas o
abstenidas, luego someterlas al tamiz de la sana critica, propendiendo establecer si
tales eran indicativos de un futuro contrato o ante el sentido común inequívocas del
resultado de la celebración de este.
5 (GARCÉS)
6 (Bernal, Mariana. La naturaleza jurídica de la responsabilidad civil derivada de la inobservancia de
los deberes colaterales de conducta. 1ª ed. Bogotá: Universitas. 2013)
7 (Bernal, Mariana. La naturaleza jurídica de la responsabilidad civil derivada de la inobservancia de
REGIMEN APLICABLE
Primeramente, se expondrán las teorías expuestas en la jurisprudencia y la doctrina,
de forma breve, resaltando los argumentos principales, para finalmente exponer la
postura propia de los autores.
La tesis del tertium genus
Se ha optado por referirse a la responsabilidad que se origina por los daños
causados durante esta etapa como responsabilidad precontractual, en lugar de
contractual o extracontractual10, pues si el contrato no llega a perfeccionarse o se
considera nulo, la responsabilidad no sería estrictamente contractual, pero, a la vez,
si las partes quisieron acercarse para celebrar un contrato y han expresado su
voluntad en ese sentido, es claro que allí se generan vínculos que no se pueden
desconocer.
Tesis contractualista
Los argumentos más solidos han girado en torno a la identificación de los sujetos y
a la existencia de deberes concretos. Aunque no surge propiamente de un contrato,
sí se genera por la relación entre quienes entran a negociar un contrato. Por tratarse
de personas determinadas, con deberes concretos derivados del principio general
de la buena fe, y no de un deber genérico —neminem laedere— como el propio de
la responsabilidad extracontractual, el incumplimiento de tales deberes implica una
responsabilidad que se corresponde con la llamada responsabilidad contractual11.
Tesis extracontractual
Tal tesis es la que mayor acogida ha tenido en la jurisprudencia Nacional. Los
autores que ubican en este tipo de responsabilidad los perjuicios causados durante
la etapa precontractual, tienen diferentes visiones en cuanto al fundamento jurídico
Universidad Católica )
11 (Bernal, Mariana. La naturaleza jurídica de la responsabilidad civil derivada de la inobservancia de
CONCLUSIÓN
Caracterizada la responsabilidad por ruptura injustificada de las tratativas,
debidamente identificados su fundamento, sus presupuestos, las teorías que
sostienen que régimen normativo aplicar, observado que esta surge cuando se
actúa en contra, se ignora o a voluntad se transgrede la buena fe, concretamente
con incoherencia, deslealtad; defraudando la confianza forjada de la expectativa
razonable de que se celebrará un contrato, culminando abruptamente las
negociaciones sin justificación, actuando en contra de las expectativas y los actos
inequívocamente creados; causando un daño y este reflejado en perjuicios;
procedemos a sintetizar con base en dos premisas cual régimen es optimo aplicar
a las situaciones que escapan de la responsabilidad pre contractual y su normativa
escasa. En nuestra consideración el régimen que es adecuado aplicar es el de la
“responsabilidad extracontractual”, primero apelando al origen de su fundamento, la
buena fe y sus deberes colaterales derivados (coherencia, transparencia,
información, lealtad). Se distinguen los deberes genéricos, los deberes concretos y
las obligaciones; los deberes genéricos emanan de la norma positiva, son generales
y abstractos, los deberes concretos son el resultado de la convergencia entre
deberes genéricos y obligaciones, como cuando una norma abstracta coincide con
una obligación contraída en un contrato y es necesario su armonía; finalmente la
obligación proviene de un acuerdo de voluntades que vincula a un acreedor y a un
deudor. Por lo anteriormente expuesto la primera premisa consiste en que la buena
fe y sus derivados son deberes genéricos que inicialmente reglan situaciones
indeterminadas, que dependiendo del caso pueden cobijar situaciones jurídicas
particulares, como el caso cuando se deben armonizar con las obligaciones de un
contrato, pero que su origen, se evidencia es genérico, incluso positivizado en la
Constitución y la ley. Nuestra segunda premisa prevé el caso en que la buena fe
entra en armonía con obligaciones, como ya se mencionaban siempre con efectos
concretos, para concluir que en el caso de estudio nunca adquiere esta connotación,
toda vez que en las tratativas solo hay una expectativa legitima, nunca un pacto
vinculante, nunca derechos adquiridos, nunca se contraen obligaciones valgan la
redundancia concretas, el deber exigido no proviene de un vinculo entre partes, su
origen es un principio general del Derecho; adecuándose en más y en mejor forma
con la ya fuertemente constituida “responsabilidad extracontractual”.