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TEMA:

“RELACION ÉTICA - MORAL


CON OTRAS CIENCIAS”

CURSO:
TEORÍA Y PRÁCTICA DE VALORES

DOCENTE:
Dr. FREDY CHALCO VARGAS

PRESENTADO POR:
ORTIZ CHAMBI, Georgina
MIRANDA VALENCIA, Pedro
OCHOCHOQUE PINTO, Benjamín
APAZA QUISPE, Luis Daniel
SECCION:
II – “B”
JULIACA - 2019
ii
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................. 2
CAPÍTULO I ...................................................................................................................... 3
MARCO CONCEPTUAL ................................................................................................. 3
1.1. Antecedentes ............................................................................................................. 3
A nivel internacional .................................................................................................... 3
A nivel Nacional .......................................................................................................... 4
1.2. Definiciones .............................................................................................................. 5
La moral ....................................................................................................................... 5
La ética ......................................................................................................................... 7
CAPITULO II .................................................................................................................... 9
DESARROLLO DE LA INVESTIGACION .................................................................. 9
2.1. Distinción entre ética y moral ................................................................................... 9
2.2. Relación entre ética y moral ..................................................................................... 9
2.3. La ética y la psicología ........................................................................................... 10
2.4. La ética y la sociología ........................................................................................... 11
2.5. La ética y el derecho ............................................................................................... 12
2.6. La ética y la economía ............................................................................................ 13
2.7. La ética y la pedagogía ........................................................................................... 13
2.8. La ética y la Teologia .............................................................................................. 15
CAPITULO III................................................................................................................. 16
CONCLUSIONES, REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................................ 16
3.1. Conclusiones ........................................................................................................... 16
3.2. Referencias Bibliográficas ...................................................................................... 17
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INTRODUCCIÓN

El propósito de este documento de investigación es analizar de manera descriptiva,


concisa, clara y mostrar al lector una noción respecto a la ética y la moral y las relaciones
con las que ésta se es relacionada.
La primera parte del presente ensayo desarrolla una visión general de los conceptos
principales, antecedentes e ideas fundamentales que servirán de base al tema en cuestión.
Asimismo, explicara en sentido lato la coyuntura del tema tratado con un enfoque al
curso de teoría y práctica de valores.
La segunda parte, desarrolla el tema propiamente dicho de manera jerárquica y ordenada.
Se establecen subtemas, sus bases teóricas y legales; de manera que el lector, entienda
escalonadamente el tema y así pueda estar en concordancia con las conclusiones del
autor.
La tercera parte de este ensayo está constituido por las conclusiones del autor, y sus
referencias bibliográficas que se usaron como fuente de información, debidamente
citadas en el estilo APA.
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CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTUAL

1.1. Antecedentes

A nivel internacional

Academia de Desarrollo Humano de Universidades Politécnicas; en su manual


de asignatura denominado: “Ética Profesional”, Mexico D.F 2010
http://www.upbc.edu.mx/IM/Manuales%20de%20Asignatura/plan%202010-
3/Manuales%20de%20asignatura%20Plan%202010-
3/MANUALES%20DESARROLLO%20HUMANO/DH%20ETICA%20PROFESIONAL%2
0PLAN%202010.pdf
“El término “Ética” desde sus orígenes hasta nuestros días se ha ido enriqueciendo
con matices diferentes, la definición manejada aquí es uno de ellos; “La Ética es
una ciencia práctica y normativa que estudia racionalmente la bondad y maldad de
los actos humanos”. La Ética es una disciplina filosófica, y recordemos que la
filosofía surge gracias a la curiosidad del hombre por buscar respuestas a
preguntas inquietantes acerca de la verdad, el ser, la existencia auténtica, el
Absoluto, la trascendencia del espíritu, del bien y el mal, etc., dicha curiosidad
resaltó a partir del siglo VII a. J. C., en Grecia.
Gina Jaqueline Prado Carrera, Universidad Autónoma de Nuevo León, en el
artículo de revista: “La moral y la ética: Piedra angular en la enseñanza del
derecho”, México 2016
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5844673
“Para poder entender la relación que existe entre la moral y la ética para con el
derecho, debemos antes que nada distinguir el significado de cada uno de estos
términos. Sin dejar de mencionar que la ciencia jurídica requiere, en gran parte,
que los profesionistas que de ella emanen sean moralistas, pero sobre todo éticos.
Por lo que primeramente debemos preguntarnos: ¿Qué entendemos por moral? y
¿qué entendemos por ética? Para ello, es menester tomar en cuenta que estos dos
conceptos apuntan hacia la esencia de la actividad del hombre, de su conducta, por
lo que su objeto material “son las conductas.” En virtud de lo anterior, pretendemos
abordar la realidad que abriga la práctica de cada uno de estos términos. Al final
4
de cuentas, partimos de la idea de que en la enseñanza del derecho debe reinar el
respeto moral y ético, no solo durante la enseñanza de esta ciencia, sino también
que durante la práctica de dicha profesión, la carencia de dichos valores puede
interferir gravemente en el desempeño de las funciones de quienes se desenvuelven
en la misma.”
A nivel Nacional

Pedro Ortega Ruiz, en su artículo para la revista Española de Pedagogía


Vladimir de la Cruz, titulado: “La Educación Moral como Pedagogía de la
Alteridad”, San Martin 2014.
https://www.jstor.org/stable/23765747?read-
now=1&seq=1#page_scan_tab_contents
“En este artículo, el autor defiende que la educación se define mejor como acogida
y responsabilidad, y que esta relación ética entre educador y educando constituye
la raíz originaria o elemento esencial de la educación. El autor propone un nuevo
paradigma, la pedagogía de la alteridad, de inspiración levinasiana, como modelo
distinto a los actualmente vigentes para una praxis e investigación educativas. La
educación como acogida y responsabilidad facilita el aprendizaje de los valores y
el clima moral del aula, y constituye un apoyo importante para los educandos en el
momento actual de la crisis de transmisiones. Desde este modelo, la educación es
también denuncia y compromiso político. Ser responsable del otro, hacerse cargo
de él es asumir las condiciones socio-históricas en las que el educando se encuentra.
De otro modo, no estaríamos hablando de educar a personas de carne y hueso, sino
a entidades espirituales”
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1.2. Definiciones

La moral

Para poder comprender el concepto de “moral”, debemos antes que nada destacar
que este término suele ser confundido por muchos con la ética. Sin embargo,
podemos hacer referencia que lo que la distingue de esta última es su carácter grupal;
es decir, la moral viene a ser la conducta de una persona, donde dicha conducta
generalmente es aceptada (o bien vista) en un tiempo y lugar determinado, por un
grupo de individuos llámese éste club recreativo, social, cultural, espacio laboral,
educativo, etcétera.

Asimismo la moral tiene a ser cambiante, es decir en el tiempo o espacio. Por


ejemplo, lo que para unos es moralmente aceptado (refiriéndose al comportamiento
del ser humano) para otros no lo es. Por eso hablamos de variabilidad en el espacio.

Pero también la moral puede variar en el tiempo: lo que en un momento dado era
moralmente aceptado en una época y lugar determinado, puede llegar a ya no ser
aceptado con el paso del tiempo (por ejemplo si hablamos de las generaciones y sus
ciclos de vida, donde en una época era aceptado cierto tipo de comportamiento o de
vestido –sólo por citar un ejemplo– no era mal visto y con el paso de los años se
vuelve mal visto o deja de ser aceptado).

En ambas circunstancias, hablamos de una aceptación frente a un grupo social


determinado, es decir en una colonia, en el centro de trabajo, en el lugar de estudios,
o bien en un municipio, ciudad, país, etcétera y, que con el tiempo tiende a cambiar
o desaparecer.

Es decir, hablar de moral no implica simplemente un hacer o no hacer por voluntad


propia (en sí del individuo) sino en un hacer o no hacer por temor a un señalamiento
o un rechazo; es decir “por una aceptación inminente” de un grupo social ante el
cual ese ser humano se encuentra o se desarrolla y, que por miedo a ser rechazado o
excluido del mismo, está obligado a cumplir.
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En lo que toca al concepto de moral, entendemos que éste viene a anteponerse a un
orden establecido por el mismo hombre. Es decir, que lo que es aceptado como moral
para unos, viene a ser una conducta que se ha llevado a la práctica por algunos y que
se espera que esta misma conducta sea repetitiva por otros miembros dentro del
mismo grupo social o comunidad de individuos que así lo han establecido y que si
esto no acontece, esto dará pie a que se condene su falta de observancia. Este
cumplimiento de conductas es a lo que Nietzche (1885 y 1886) llama “hombres del
deber” y señala en su obra que quienes actúan contrario a ese mandato sutil son los
considerados “hombres sin deber”.

En este sentido, otros afirman que hay actos morales positivos y negativos y
atribuyen esto a que el objeto de la moral son las costumbres y la conducta humana
y que partiendo de estos objetos constitutivos de la moral, definen a la moral como
la “ciencia de las leyes ideales y de la actividad libre del hombre” (Jolivet), tomando
en cuenta el carácter psicológico y el práctico que constituyen a la moral y que, por
otra parte, Paul Faulquié define a la moral como: “…es la teoría razonada del bien
y del mal”. Desde esta perspectiva Bruno Rychlowski concluye que la moral es
normativa, porque establece las normas que determinan lo que es el bien y lo que es
el mal. En otras palabras, la moral establece lo que se debe y lo que no se debe hacer.
Lo que se permite y lo que se prohíbe.

Desde mi punto de vista, la moral es el conjunto de acciones o inacciones que


derivan del comportamiento que se imita por las personas, gracias a las creencias o
exigencias de un grupo social y que al ser estas impuestas por ellos, a los sujetos que
al mismo pertenecen, se ven reflejadas como prácticas normales o bien como
acciones de rechazo repetitivo, al interior de dicho grupo. Es decir, que al acatar las
personas dichas prácticas, la misma conducta refleja el común comportamiento de
su grupo de individuos; por lo que el objetivo de ésta es que las conductas de todos
resulten generalizadas. Esto viene a ser la finalidad perseguida por dicho grupo
social.

En otras palabras, podemos decir que la moral viene a ser la práctica comúnmente
aceptadas y repetitiva, por generaciones de individuos, donde todas sus acciones o
inacciones les han sido impuestas, a cada uno de los miembros de dicho grupo social,
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sin necesidad de represión física o castigo alguno; derivada del señalamiento o la
amenaza de no ser aceptado o de ser excluido de dicho grupo. Circunstancias
suficientes que obligan a las personas a practicar éstas y también con ello se
comprometen a trasmitir dichas conductas a los suyos.

La ética

En este punto nos toca referirnos a la ética, la cual es considerada una disciplina
derivada de la filosofía ya que se considera que es tanto racional, como metódica y
sistemática. La ética se vincula al comportamiento del ser humano. Se dice que un
hombre puede ser bueno o malo, dependiendo de sus impulsos, toda vez que actúa
de cierta manera, dependiendo de las circunstancias y realidades que enfrenta, en un
lugar y/o momento preciso, por lo cual hasta se le llega a confundir con la moral.

Son diversos los autores que han definido a la ética, por lo que en el presente trabajo
haremos referencia sólo a algunos de ellos.

Para Sánchez-Vázquez (1969: 25) la ética es “la teoría o ciencia del comportamiento
moral de los hombres en sociedad. O sea, es una ciencia de una forma específica de
conducta humana”. Y continúa señalando que “la ética es la ciencia de la moral, es
decir, de una esfera de la conducta humana.vi Gutiérrez-Sáenz (1970) señala que la
ética se refiere al origen de los actos humanos, es decir que esta estudia la bondad o
la maldad de éstos. Y Sanabria (2001: 20) refiere que la ética “es la ciencia
normativa de la actividad humana en orden al bien”.

Para Vasconcelos (1939) la ética viene a ser toda la disciplina de vida. Partiendo de
los conceptos antes citados, podemos resumir que la ética es la conducta del hombre
frente a la responsabilidad que éste tiene ante los ojos de otros hombres. Es decir,
sobre lo que otros esperan de su actuación. Y que esta actuación, es cultivada por
este mismo, durante el aprendizaje de un arte, oficio, profesión o de cualquier
situación ante la cual él se encuentra y espera no sentirse irresponsable, ya que
conoce las consecuencias de no actuar bajo dicha ética.
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En otras palabras, el comportamiento ético, si bien nace de la razón, no
necesariamente será causal de un rechazo o sanción de otros, ya que muchas de las
veces el actuar éticamente no necesariamente se concibe frente a otros o no se llega
a conocer por otros, es decir que queda en la conciencia de quien actuó en contra de
su ética.

En resumen, ser ético queda muchas de las veces en un acto de conciencia y


responsabilidad interna, ajena a sanción o exclusión por parte de otros, salvo que se
trate de una cuestión de ética profesional, donde las consecuencias, al faltar a ésta,
arrojan como resultado un perjuicio o menoscabo a algún sujeto o a terceras
personas, ya sea de manera directa o indirecta, en su persona y/o bienes materiales
ya sean muebles o inmuebles.

Atendiendo a lo señalado anteriormente, al hablar de ética nos referimos por lo


general a la práctica de una conducta que se aprende en el ámbito de las relaciones
frente a otros y más en lo que toca a situaciones de prestaciones de servicios o
desempeño laboral. Y que no necesariamente incumbe a toda la sociedad donde se
habita o se desempeña, sino sólo a un campo que se relaciona con la vida laboral.
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CAPITULO II
DESARROLLO DE LA INVESTIGACION

2.1. Distinción entre ética y moral

La ética se distingue de la moral, en principio, por no atenerse a una imagen de hombre


como ideal por un grupo social determinado. Es decir, la ética es una voluntad propia del
individuo que en lo personal elige hacer o no hacer cierta actividad o tener o no cierto
comportamiento. Ello por la simple razón de su auto-aceptación y no por que un grupo
social se lo exija (García-Máynez, 1959).

En otras palabras, la ética difiere de la moral de la voluntad ajena, donde solo el individuo
es responsable (éticamente) y es sólo a él a quien le compete elegir que hacer o no
hacer.Esta decisión personal puede estar sujeta a una creencia o a una responsabilidad
aprendida, pero que no necesariamente le incumbe a un grupo de individuos (presionar
para que se cumpla o no) hablando del término ética en general. Y que, contrariamente
a la moral, no necesariamente es cambiante en el tiempo, sin embargo lo puede ser en el
espacio.

Es decir, lo que para unos es conocido como responsabilidad ética, para otros puede no
serlo. Además que la ética va más allá de una voluntad propia del individuo, ya que
muchas veces esta responsabilidad ética no se maneja solo en el contexto personal, sino
que muchas veces se relaciona en un ámbito de competencia laboral. Esto viene a ser lo
que conocemos como ética profesional. La cual viene a ser la conducta aceptada por
otros en un ámbito dentro del mismo campo de ejercicio laboral, que puede encontrarse
contenida en un código de valores éticos (escrito o no).

2.2. Relación entre ética y moral

Sánchez-Vázquez (1969: 26) sostuvo que la “ética y la moral se relacionan”, al ser la


primera un conjunto de costumbres, es decir normas o reglas adquiridas por el hábito del
hombre y, la segunda viene a ser el modo conquistado por el hombre, es decir, lo que el
adquirió porque así lo aprendió naturalmente, es decir, él se refiere a que no se le
estableció al hombre como una regla sino que éste lo aprendió de forma natural,
entendiendo por forma natural lo que el hombre hace por imitación de otros.
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En este sentido es que entendemos que la moral es una forma de conducta que se
manifiesta en hacer o no hacer, porque así se acostumbra ya que se heredó esa costumbre
de una manera natural dentro del grupo social en el cuál el sujeto se desenvuelve y que
para seguir siendo admitido o evitar ser rechazado del mismo, éste la cumple de manera
voluntaria. Es decir, nadie lo obliga a cumplirla. Para Sanabria “lo ético comprende, ante
todo, las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres y,
naturalmente, también lo moral”.

2.3. La ética y la psicología

La Psicología se parece a la Ética en cuanto a que también estudia los actos humanos,
pero ésta los explica en el aspecto del hecho y la Ética solo se interesa en las normas de
derecho de ese acto, es decir la psicología solo estudia el acto como objeto material, el
por qué ocurre. La Ética en cambio estudia la bondad o maldad de dichos actos y dicta
normas de cómo deben estos.

En cambio, la Etica es la percepcion de lo bueno y lo malo segun nuetras creencias


religiosas, costumbres y tradiciones.

La Ética orienta a las personas hacia la asimilación Integra de los valores humanos para
la comprensión total de la forma de vivir, las actitudes y su empotramiento frente a la
sociedad.

Psicología: es el estudio científico de la conducta y la experiencia de cómo los seres


humanos y los animales sienten, piensan, aprenden y conocen para adaptarse al medio
que los rodea.

Por lo tanto, las dos tratan el comportamiento humano y su aplicación a la vida diaria y
su entorno social.

Sigmund Freud (1856-1939) fue el fundador del psicoanálisis, el cual consistió en dar a
conocer que la personalidad de los seres humanos es inconsciente y en ella se encuentran
guardados nuestros recuerdos, deseos e impulsos, muchos de ellos reprimidos, que
anhelan surgir al exterior debido a que el inconsciente no es pasivo y repercute
poderosamente en nuestra conducta.
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Freud propuso tres zonas para distinguir y comprender la personalidad: el Ello, que es el
inconsciente, el Yo, que es la conciencia o también conocido como nuestra realidad y el
Superyó, considerado como la moral del sujeto y la cual repercute en su existir. El
superyó, del que forman parte los valores y normas adquiridos a lo largo de nuestra
educación, se presenta como una especie de conciencia moral inconsciente, lo cual no
deja de ser una contradicción en los términos, que entra en conflicto con la conciencia
moral (consciente).

Al comentar que el comportamiento moral del hombre se presenta de manera


inconsciente, es decir, obedece a fuerzas o impulsos que escapan al control de su
conciencia, Freud realizó una contribución importante a la ética, pues sugiere la
necesidad de tener presente la motivación moral, con lo cual llegó a esta importante
conclusión: que si el acto moral se refiere a que el individuo actúa consciente y
libremente, los actos que tienen una motivación inconsciente deberán ser descartados del
campo de la moral. La ética no puede ignorar esta motivación, por tanto, ha de mostrar
que es inmoral tratar como un acto moral el obedecer fuerzas inconscientes irresistibles.

El psicoanálisis permite poner en su verdadero lugar a aquellas normas que se imponen


al sujeto, es decir, como ajenas a la moral.

2.4. La ética y la sociología

La sociología surgió en el siglo XIX gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de


Karl Marx. Estudia el comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de
hechos, mientras que la Ética es una ciencia de derechos.

El sujeto del comportamiento moral es el individuo concreto, pero en cuanto que éste es
un ser social y forma parte de determinada estructura social y se inserta en un tejido de
relaciones sociales, su modo de comportarse moralmente no puede tener un carácter
meramente individual, sino social.

Los individuos nacen en una sociedad en la que rige una moral efectiva que no es la
invención de cada individuo en particular, y que cada uno encuentra como un hecho
objetivo. Vivir en un grupo social nos obliga a participar en la relación de tareas
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comunes, para lo cual es necesario elaborar normas que orienten nuestras acciones, sin
imponer criterios personales o intentar que prevalezcan los intereses de alguien.

Hay muchas corrientes filosóficas para manejar los dilemas éticos: principialismo,
casuística, personalismo, etcétera; las de reflexión más superficial son el utilitarismo, el
empirismo y el pragmatismo de los anglosajones. Conviene separar bien lo que es un
dilema de lo que es un problema. A grandes rasgos, la bioética debe resolver dilemas y
la sociología atender a los problemas.

2.5. La ética y el derecho

La relación entre ética y derecho constituye un antiguo y animado tema de filósofos y


juristas; pero también de políticos y educadores. Se trata de un asunto constante y
relevante, que contribuye a desentrañar el sentido histórico y actual de un sistema
jurídico, y suele concurrir en su desarrollo. A menudo, la reforma del derecho
corresponde a una modificación en las convicciones éticas y prevalecientes; entonces el
proceso legislativo sirve como cauce o así se entiende y se dice a un progreso moral: sea
que lo recoja, sea que lo propicie.

En otra oportunidad me he ocupado en el estudio de las fuentes más notables de la


reforma jurídica, esto es, las razones verdaderas o supuestas, evidentes o subterráneas de
que haya cambios en el derecho. Primero, la evolución de la vida en sociedad, que
acarrea el desarrollo de las instituciones jurídicas, una forma de vida codificada. En
segundo término, la crisis, esto es, la insuficiencia, impertinencia o inconsecuencia de la
norma en su labor característica: conducción de las relaciones sociales y solución de los
conflictos; administradora, pues, de la paz y de la contienda. Por último, la innovación
técnica, la ilusión reformadora, la imitación lógica o extralógica. El movimiento en las
convicciones éticas puede poner en marcha esas fuentes productoras de reforma, sobre
todo la primera y la segunda; una profunda crisis moral puede exigir una profunda
reforma jurídica.

La posible coincidencia en contenidos del derecho y la moral una coincidencia siempre


relativa y contigente, se recoge por el propio Kelsen, que por lo demás asegura la
existencia de hondas diferencias entre ambos órdenes de regulación. El derecho es la
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técnica social específica de un orden coactivo; constituye un medio, un medio social
específico, no un fin. Ahora bien, derecho y moral pueden coincidir en el contenido de
un mandamiento, aunque difieran en la forma de exigir su realización.

Si la ética y el derecho se asientan sobre una convicción humanista el ser humano como
eje de la existencia, supremo bien, última ratio de cualquier sistema normativo, luego de
advertir que una y otra sirven al mismo objetivo: proteger la vida; reconocerle, conferirle,
asegurarle dignidad.

2.6. La ética y la economía

La ética y la economía desde un punto de vista metodológico, en el sentido de cómo


entendemos que se tienen que analizar estas relaciones. En cuanto a los términos en los
que se plantea la necesidad de introducir la ética dentro de la economía, es decir, las
restricciones de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer, ésta es una cuestión
clave a la que debemos responder. En general se apoyan los economistas en una idea de
sentido común, que creemos que es lo que muchas veces mejor funciona, como es: “Los
economistas, en tanto que responsables de la generación de valor y la generación de
riqueza en una economía, debemos partir de la hipótesis de que nuestros recursos son
limitados. Lo importante no es sólo el ganar dinero, sino el cómo ganar dinero. Porque
si yo gano dinero maltratando al personal, quemando bosques, contaminando, etc. es
probable que sea capaz de ganar mucho dinero como concepto general, pero a medio
plazo, al cabo de unos años, no tendré más recursos limitados para poder seguir creciendo
y para poder seguir produciendo.

2.7. La ética y la pedagogía

La postura ética perfila a la pedagogía, además de un saber guiar, hacia la formación del
carácter, la adquisición de unos criterios que señalan el cómo participamos de la co-
responsabilidad frente a los hechos que nos suceden, en un sentido de crítica reflexiva le
debe permitir al sujeto reconocerse en la diferencia, encontrando y asumiendo su parte
de responsabilidad cultural, social y política del acontecimiento histórico que precede,
enmarca y proyecta su vida.
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Una de las manifestaciones contemporáneas de la reflexión ética, muestra tendencias
interesantes: en uno de sus sentidos se plantea la necesidad de lograr consenso cultural,
en cuanto a los principios y normas que deben orientar lo comportamental y la definición
de los límites de libertad y desarrollo personal; de otro lado se llama a la necesidad de
comunicarnos, de ser escuchados y escuchar, de estar dispuestos al encuentro con el otro
y a acuerdos de inclusión, actitud crucial en esta época marcada por el ensimismamiento,
la individuación y la autosatisfacción emocional en términos materiales.

En ambos casos la reflexión ética le apunta a un proyecto de sociedad, reconocida como


diversa pero también incluyente, a la fijación de unos criterios socio-políticos y
culturales que rescaten el papel de las ciudadanías en la transformación de los procesos
sociales.

Supone entonces lo ético un necesario ejercicio de reflexividad, un hablarse a uno mismo


y en frente del mundo que nos rodea, reconociendo las particularidades de cada caso y
enfrentando nuestro propio proceso emancipatorio, al reconocer nuestra parte de
compromiso, no con una actitud moralista y prejuiciosa, sino dentro de una búsqueda de
mejores respuestas y mayor nivel de claridad respecto a lo que nos sucede,
introduciéndonos en el campo axiológico para pensar en nuestros valores.

De nuevo en el sentido formador de la pedagogía, se encuentran diferentes enfoques


sobre los cuales se ha conceptualizado y llevado a la práctica en diferentes escenarios;
para enunciar algunos sin detallar, está el que se orienta por una concepción de
conocimiento científico, el de la instrucción en los procesos técnicos mecánicos, y el
enfoque filosófico ilustrado enciclopédico.

Estos enfoques matizados y en algunos casos adaptados han sido los orientadores, con
un fuerte componente disciplinar, de la pedagogía tradicional, la cual ha sido durante
mucho tiempo encargada de la transmisión del saber y las costumbres, se le ha endilgado
la producción del sujeto asiduo (manso) y productivo, con el fin de la conservación y
reproducción de lo instituido en el occidente modernizado, dificultando la creación y el
auto-reconocimiento de los potenciales de las personas como sujetos actores.
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El modelo pedagógico clásico ha procurado por transmitir lo normativo, alinear antes
que reflexionar y entender los acontecimientos, es decir, interiorizar la disciplina y un
orden, antes que estimular la construcción ética del sujeto, la cual reside en su trabajo
por su soberanía; así el sujeto encuentra en la clásica referencia a lo pedagógico, la
escuela, un espacio coercitivo antes que liberador de su conciencia y sus capacidades.
Es en esa visión clásica controladora, donde radica la negación ética de la pedagogía,
entendida también, como voluntad para llegar a ser uno mismo en el entendimiento.

2.8. La ética y la Teología

La teología es parte esencial y constitutiva del conocimiento. En cuanto tal, es necesaria


para asegurar la visión de totalidad a la que la Universidad Javeriana está llamada.
Dentro del esfuerzo de las disciplinas por encontrar su significado, ella impulsa y
fomenta el deseo irrestricto por la verdad, la libertad y la trascendencia. Esta disciplina
científica es imprescindible, en la medida en que todo saber, teórico o práctico, debe
referirse a ella porque -sabedora del carácter irrestricto del cuestionar humano- se
interroga por el sentido último de la vida en referencia a un Ser Trascendente que se hizo
parte de nuestra historia. En esta forma, la teología explora genuinos horizontes de
realización y de liberación del ser humano.
La ciencia ética es la reflexión sistemática sobre el valor del comportamiento humano
(personal y social), su razonabilidad, su estructura y sus fundamentos últimos, actividad
científica de gran importancia, dado que la conducta es la existencia de mujeres y
hombres.
En la milenaria historia de la teología, como disciplina científica, el saber ético ha sido
su médula, y por esto desde hace varios siglos se ha conformado un área sistemática y
específica de la reflexión de fe denominada teología moral o ética teológica. Por lo dicho
esta área permea todas las especialidades de la teología, y viceversa.
La ética teológica, como toda la ciencia de la fe, se ha desenvuelto en constante diálogo
y en enriquecimiento recíproco con la filosofía, ya que, si bien ambas tienen su propia
especificidad, al mismo tiempo comparten vastos objetivos comunes, como lo señalaré
más adelante. De este particular desenvolvimiento dan testimonio la larga historia del
estudio sobre Dios y las más rigurosas opciones actuales del camino académico que han
decidido continuar esta perspectiva.
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CAPITULO III
CONCLUSIONES, REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

3.1. Conclusiones

1. La ética es una ciencia que, en la práctica, se relaciona con otras áreas del
conocimiento; en esta medida, su campo conceptual se vuelca hacia hechos
históricos concretos.

2. La ética establece relaciones con diversas disciplinas debido a su naturaleza y


sus características que vinculan el psicoanálisis y la retrospectiva que aborda
todos los aspectos de la ciencia.

3. Hoy en día, somos testigos de cómo estos dos grandes valores que son la ética
y moral han sido relajados a su mínima expresión o hasta en algunos casos, ni
siquiera llegan a manifestarse.

4. El contenido del bien humano nos explica que por el hecho de que la persona es
un ser racional y también poseedor de libertad es dueño de sus propias acciones
las cuales tienen que estar ligadas siempre hacia un fin pero es importante
mencionar que este tiene que ser bueno.

5. La sociedad presenta un "orden", en base a esto creemos que es tiempo de


plantear que ha llegado el momento en el cual debemos exigirnos la creación
inmediata de nuevos paradigmas de vida dejando de lado intereses personales y
dando lugar a lo que todos los seres humanos somos.
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3.2. Referencias Bibliográficas

BORDIEU, P. Y WACQUANT L. Respuestas por una antropología reflexiva, México:


Grijalbo, 1995.

CARLOS J. NOVOA; La relación entre la ética, la teología, la filosofía y la


interdisciplinariedad científica, 2000. Disponible en:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/teoxaveriana/article/view/20998/16307

HURTADO, D. Y ALVARADO, S. Escuela y ciudadanía: reflexiones desde las


significaciones imaginarias y la autoreflexividad., 1998.

MÈLICH, J.C. Del extraño al cómplice. La educación en la vida cotidiana. Barcelona:


Anthropos, 1994.

RELACIONES ENTRE LA ECONOMÍA Y LA ÉTICA Gabriel Castelló Taliani


Economista y Licenciado en Filosofía y Letras Director General de Caixabank.
Disponible en: http://www.encuentros-
multidisciplinares.org/Revistan%C2%BA9/Gabriel%20Castell%C3%B3%20Talia
ni.pdf

RUIZ, P. (2004). La Educación Moral como Pedagogía de la Alteridad. Revista Española


De Pedagogía, 62(227), 5-30. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/23765747

Universidad Nacional Autónoma de México - Instituto de Investigaciones Jurídicas


Seminario de Cultura Mexicana. Disponible en:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/756/45.pdf

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