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En el presente capítulo se analizan los métodos para medir los caudales de

escorrentía en los canales, los arroyos y los ríos. En el Capítulo 7 se estudia la


estimación de la cantidad de escorrentía total por métodos empíricos o a partir de
modelos.

Métodos volumétricos
La forma más sencilla de calcular los caudales pequeños es la medición directa del
tiempo que se tarda en llenar un recipiente de volumen conocido. La corriente se
desvía hacia un canal o cañería que descarga en un recipiente adecuado y el tiempo
que demora su llenado se mide por medio de un cronómetro. Para los caudales de
más de 4 l/s, es adecuado un recipiente de 10 litros de capacidad que se llenará en
2½ segundos. Para caudales mayores, un recipiente de 200 litros puede servir para
corrientes de hasta 50 1/s. El tiempo que se tarda en llenarlo se medirá con precisión,
especialmente cuando sea de sólo unos pocos segundos. La variación entre diversas
mediciones efectuadas sucesivamente dará una indicación de la precisión de los
resultados.

Si la corriente se puede desviar hacia una cañería de manera que descargue sometida
a presión, el caudal se puede calcular a partir de mediciones del chorro. Si la cañería
se puede colocar de manera que la descarga se efectúe verticalmente hacia arriba, la
altura que alcanza el chorro por encima del extremo de la tubería se puede medir y el
caudal se calcula a partir de una fórmula adecuada tal como se indica en la Figura 19.
Es asimismo posible efectuar estimaciones del caudal a partir de mediciones de la
trayectoria desde tuberías horizontales o en pendiente y desde tuberías parcialmente
llenas, pero los resultados son en este caso menos confiables (Scott y Houston 1959).

Método velocidad/superficie
Este método depende de la medición de la velocidad media de la corriente y del área
de la sección transversal del canal, calculándose a partir de la fórmula:

O(m³/s) = A(m2) x V(m/s)

La unidad métrica es m³/s. Como m³/s es una unidad grande, las corrientes menores
se miden en litros por segundo (1/s).

Una forma sencilla de calcular la velocidad consiste en medir el tiempo que tarda un
objeto flotante en recorrer, corriente abajo, una distancia conocida. La velocidad no es

FIGURA 19 - Cálculo de la comente en cañerías a partir de la altura de un chorro


vertical (Bos 1976)

a) Napa de agua baja (altura de descarga baja)


Q = 5,47D1,25 H1,35 (1)
Q en metros cúbicos por segundo; D y H en metros.
Si H < 0,4 D utilícese la ecuación (1)
Si H > 1,4 D utilícese la ecuación (2)
Si 0,4D < H < 1,4D calcúlense ambas ecuaciones y tómese la media

b) Chorro

Q = 3,15D1,99 H0,53 (2)

FIGURA 20 - Variación de la velocidad en una corriente


Otro método consiste en vertir en la corriente una cantidad de colorante muy intenso y
medir el tiempo en que recorre aguas abajo una distancia conocida. El colorante debe
añadirse rápidamente con un corte neto, para que se desplace aguas abajo como una
nube colorante. Se mide el tiempo que tarda el primer colorante y el último en llegar al
punto de medición aguas abajo, y se utiliza la media de los dos tiempos para calcular
la velocidad media.

En las corrientes turbulentas la nube colorante se dispersa rápidamente y no se puede


observar y medir; es posible usar otros indicadores, ya sean productos químicos o
radioisótopos; se conoce como el método de la dilución. Una solución del indicador de
densidad conocida se añade a la corriente a un ritmo constante medido y se toman
muestras en puntos situados aguas abajo. La concentración de la muestra tomada
aguas abajo se puede comparar con la concentración del indicador añadido y la
dilución es una función del caudal, la cual es posible calcular.

Una determinación más exacta de la velocidad se puede obtener utilizando un


molinete. En la Figura 21 se ilustran los dos principales tipos de molinete. El de tipo de
taza cónica gira sobre un eje vertical y el de tipo hélice gira sobre un eje horizontal. En
ambos casos la velocidad de rotación es proporcional a la velocidad de la corriente; se
cuenta el número de revoluciones en un tiempo dado, ya sea con un contador digital o
como golpes oídos en los auriculares que lleva el operador. En las corrientes
superficiales se montan pequeños molinetes sobre barras que sostienen operarios que
caminan por el agua (Fotografía 23). Cuando hay que medir caudales de una avenida
en grandes ríos, las lecturas se toman desde un puente o instalando un cable
suspendido por encima del nivel máximo de la avenida; el molinete se baja por medio
de cables con pesas para retenerlo contra la corriente del río.

FIGURA 21 - Dos tipos de molinete

a) tipo taza cónica


b) tipo hélice
Un molinete mide la velocidad en un único punto y para calcular la corriente total
hacen falta varias mediciones. El procedimiento consiste en medir y en trazar sobre
papel cuadriculado la sección transversal de la corriente e imaginar que se divide en
franjas de igual ancho como se muestra en la Figura 22. La velocidad media
correspondiente a cada franja se calcula a partir de la media de la velocidad medida a
0,2 y 0,8 de la profundidad en esa franja. Esta velocidad multiplicada por la superficie
de la franja da el caudal de la franja y el caudal total es la suma de las franjas. El
Cuadro 2 muestra cómo se efectuarán los cálculos con respecto a los datos indicados
en la Figura 22. En la práctica, se utilizarían más franjas que el número indicado en la
Figura 22 y en el Cuadro 2. Para aguas poco profundas se efectúa una única lectura a
0,6 de la profundidad en lugar de la media de las lecturas a 0,2 y 0,8.

FOTOGRAFÍA 23 - Medición del caudal con un molinete en Botswana (FAO, Foto


de la biblioteca)

A veces la información necesaria con respecto a las corrientes es el caudal máximo y


se puede efectuar una estimación aproximada utilizando el método
velocidad/superficie. La profundidad máxima del caudal en una corriente se puede a
veces deducir de la altura de los residuos atrapados en la vegetación de los márgenes
o de señales más elevadas de socavación o de depósitos de sedimentos en la orilla.
También es posible instalar algún dispositivo para dejar un registro del nivel máximo.
Para evitar lecturas falsas debidas a la turbulencia de la corriente, se utilizan pozas de
amortiguación, normalmente una tubería con agujeros del lado aguas abajo. La
profundidad máxima del agua se puede registrar sobre una varilla pintada con una
pintura soluble en agua, o a partir de las trazas dejadas en el nivel superior de algún
objeto flotante sobre la superficie del agua en la varilla. Entre otros materiales
utilizados cabe mencionar corcho molido, polvo de tiza o carbón molido. Una vez que
se conoce la profundidad máxima de la corriente, se puede medir el área de la sección
transversal correspondiente del canal y calcular la velocidad por alguno de los
métodos descritos, teniendo presente que la velocidad en un caudal elevado suele ser
superior a la de un caudal normal.
FIGURA 22 - Cálculo del caudal de una comente a partir de las mediciones
efectuadas con un molinete. Los cálculos correspondientes a este ejemplo
figuran en el Cuadro 2

CUADRO 2 - Cálculo del caudal a partir de las lecturas en el molinete

1 2 3 4 5 6 7 8
Velocidad del caudal Área Caudal
(m/s) Profundidad Ancho
Sección (m2) (m³/s)
(m) (m)
0,2D 0,8D Media 5x6 4x7
1 - - 0,5 1,3 2,0 2,6 1,30
2 0,8 0,6 0,7 1,7 1,0 1,7 1,19
3 0,9 0,6 0,75 2,0 1,0 2,0 1,50
4 1,1 0,7 0,9 2,2 1,0 2,2 1,98
5 1,0 0,6 0,8 1,8 1,0 1,8 1,44
6 0,9 0,6 0,75 1,4 1,0 1,4 1,05
7 - - 0,55 0,7 2,0 1,4 0,77
TOTAL 9,23
D es la profundidad de la corriente en el punto medio de cada sección.

Clasificación de una estación de aforo


Si se efectúan mediciones del caudal por el método del molinete cuando el río fluye a
profundidades diferentes, esas mediciones se pueden utilizar para trazar un gráfico del
caudal en comparación con la profundidad de la corriente tal como se muestra en la
Figura 23. La profundidad del flujo de una corriente o de un río se denominanivel de
agua, y cuando se ha obtenido una curva del caudal con relación al nivel de agua, la
estación de aforo se describe como calibrada. Las estimaciones posteriores del
caudal se pueden obtener midiendo el nivel en un punto de medición permanente y
efectuando lecturas del caudal a partir de la curva de calibrado. Si la sección
transversal de la corriente se modifica a causa de la erosión o de la acumulación de
depósitos, se tendrá que trazar una nueva curva de calibrado. Para trazar la curva, es
necesario tomar mediciones a muchos niveles diferentes del caudal, con inclusión de
caudales poco frecuentes que producen inundaciones. Es evidente que esto puede
requerir mucho tiempo, particularmente si el acceso al lugar es difícil, por lo que es
preferible utilizar algún tipo de vertedero o aforador que no necesite ser calibrado
individualmente, como se analiza más adelante.
FIGURA 23 - Ejemplo de la curva de calibrado de una corriente o río

FIGURA 24 - Canales con un área idéntica de sección transversal pueden tener


radios hidráulicos diferentes

Formulas empíricas para calcular la velocidad


La velocidad del agua que se desliza en una corriente o en un canal abierto está
determinada por varios factores.

 El gradiente o la pendiente. Si todos los demás factores son iguales, la velocidad de


la corriente aumenta cuando la pendiente es más pronunciada.

 La rugosidad. El contacto entre el agua y los márgenes de la corriente causa una


resistencia (fricción) que depende de la suavidad o rugosidad del canal. En las
corrientes naturales la cantidad de vegetación influye en la rugosidad al igual que
cualquier irregularidad que cause turbulencias.

 Forma. Los canales pueden tener idénticas áreas de sección transversal, pendientes
y rugosidad, pero puede haber diferencias de velocidad de la corriente en función de
su forma. La razón es que el agua que está cerca de los lados y del fondo de una
corriente se desliza más lentamente a causa de la fricción; un canal con una menor
superficie de contacto con el agua tendrá menor resistencia fricción y, por lo tanto, una
mayor velocidad. El parámetro utilizado para medir el efecto de la forma del canal se
denomina radio hidráulico del canal. Se define como la superficie de la sección
transversal dividida por el perímetro mojado, o sea la longitud del lecho y los lados del
canal que están en contacto con el agua. El radio hidráulico tiene, por consiguiente,
una cierta longitud y se puede representar por las letras M o R. A veces se denomina
también radio medio hidráulico o profundidad media hidráulica. La Figura 24 muestra
cómo los canales pueden tener la misma superficie de sección transversal pero un
radio hidráulico diferente. Si todos los demás factores son constantes, cuanto menor
es el valor de R menor será la velocidad.

Todas estas variables que influyen en la velocidad de la corriente se han reunido en


una ecuación empírica conocida como la fórmula de Manning, tal como sigue:

donde:

V es la velocidad media de la corriente en metros por segundo

R es el radio hidráulico en metros (la letra M se utiliza también para designar al radio
hidráulico, con el significado de profundidad hidráulica media)

S es la pendiente media del canal en metros por metro (también se utiliza la


letra i para designar a la pendiente)

n es un coeficiente, conocido como n de Manning o coeficiente de rugosidad de


Manning. En el Cuadro 3 figuran algunos valores correspondientes al flujo de canales.

En sentido estricto, el gradiente de la superficie del agua debería utilizarse en la


fórmula de Manning; es posible que no sea el mismo gradiente del lecho de la
corriente cuando el agua está subiendo o bajando. Sin embargo, no es fácil medir el
nivel de la superficie con precisión por lo que se suele calcular una media del
gradiente del canal a partir de la diferencia de elevación entre varios conjuntos de
puntos situados a 100 metros de distancia entre ellos. Se dispone de nomogramas
para facilitar la solución de la fórmula de Manning, como indica el ejemplo de la Figura
25.

Otra fórmula empírica sencilla para calcular la velocidad de la corriente es la fórmula


de zanjas colectoras de Elliot, que es la siguiente:

donde

V es la velocidad media de la corriente en metros por segundo


m es el radio hidráulico en metros
h es la pendiente del canal en metros por kilómetro
Esta fórmula parte del supuesto de un valor de n de Manning de 0,02 y, por
consiguiente, sólo es adecuada para caudales naturales de corriente libre con escasa
rugosidad.

CUADRO 3 - Valores del coeficiente n de rugosidad de Manning

a) Canales sin vegetación


Sección transversal uniforme, alineación regular sin guijarros ni vegetación, en 0,016
suelos sedimentarios finos
Sección transversal uniforme, alineación regular, sin guijarros ni vegetación, con 0,018
suelos de arcilla duros u horizontes endurecidos
Sección transversal uniforme, alineación regular, con pocos guijarros, escasa 0,020
vegetación, en tierra franca arcillosa
Pequeñas variaciones en la sección transversal, alineación bastante regular, pocas 0,0225
piedras, hierba fina en las orillas, en suelos arenosos y arcillosos, y también en
canales recién limpiados y rastrillados
Alineación irregular, con ondulaciones en el fondo, en suelo de grava o esquistos 0,025
arcillosos, con orillas irregulares o vegetación
Sección transversal y alineación irregulares, rocas dispersas y grava suelta en el 0,030
fondo, o con considerable vegetación en los márgenes inclinados, o en un material
de grava de hasta 150 mm de diámetro
Canales irregulares erosionados, o canales abiertos en la roca 0,030
(b) Canales con vegetación
Gramíneas cortas (50-150 mm) 0,030-
0,060
Gramíneas medias (150-250 mm) 0,030-
0,085
Gramíneas largas (250-600 mm) 0,040-
0,150
(c) Canales de corriente natural
Limpios y rectos 0,025-
0,030
Sinuosos, con embalses y bajos 0,033-
0,040
Con muchas hierbas altas, sinuosos 0,075-
0,150

FIGURA 25 - Nomograma para resolver la fórmula de Manning. Si se conocen


tres variables, es posible encontrar la cuarta
Ejemplo: Dado R = 0,3 m, n= 0,03, pendiente = 2% o 0,02 m por m, encontrar la
velocidad V.

Solución: Únase R = 0,3 y n = 0,03 y proyéctese la línea de referencia. Únase el punto


situado en la línea de referencia con la pendiente = 0,02. La intersección de la escala
de velocidad da V =2,0 m/s.

Vertederos de aforo

Vertederos de pared aguda


Vertederos de pared ancha

La medición del caudal de las corrientes naturales nunca puede ser exacta debido a
que el canal suele ser irregular y por lo tanto es irregular la relación entre nivel y
caudal. Los canales de corrientes naturales están también sometidos a cambios
debidos a erosión o depósitos. Se pueden obtener cálculos más confiables cuando el
caudal pasa a través de una sección donde esos problemas se han limitado. Para ello
se podría simplemente alisar el fondo y los lados del canal, o recubrirlos con
mampostería u hormigón o instalar una estructura construida con ese fin. Existe una
amplia variedad de esos dispositivos, la mayoría idóneos para una aplicación
particular. A continuación se describe una selección de los dispositivos que son fáciles
de instalar y de hacer funcionar con referencia a manuales adecuados para
estructuras más caras o complicadas.

En general las estructuras a través de la corriente que cambian el nivel de aguas


arriba se denominan vertederos y las estructuras de tipo canal se denominan
aforadores, aunque esta distinción no siempre se cumple. Una distinción más
importante es entre dispositivos estándar y no estándar. Un vertedero o aforador
estándar es el que se construye e instala siguiendo especificaciones uniformes y
cuando el caudal puede obtenerse directamente de la profundidad de la corriente
mediante el empleo de diagramas o tablas de aforo, es decir, cuando el aforador ha
sido previamente calibrado. Un vertedero o aforador no estándar es el que necesita
ser calibrado individualmente después de la instalación mediante el empleo del
método velocidad/superficie como cuando se establece el aforo de una corriente.
Existe un conjunto tan amplio de dispositivos estándar que es preferible evitar las
estructuras no normalizadas salvo para hacer cálculos aislados de los caudales de la
corriente utilizando el método velocidad/superficie en un puente o un vado o una
alcantarilla.

La mayor parte de los vertederos están concebidos para una descarga libre sobre la
sección crítica con el fin de que el caudal sea proporcional a la profundidad de la
corriente en el vertedero, pero algunos vertederos pueden funcionar en una situación
denominada sumergida o ahogada, en el que el nivel de aguas abajo interfiere con la
corriente sobre el vertedero. Algunos tipos de vertederos se pueden corregir mediante
la sumersión parcial, pero esto constituye una complicación poco conveniente que
requiere medidas adicionales y más cálculos, por lo que se la debe evitar siempre que
sea posible (Figura 26). Otra variación que también es preferible evitar, es la del
vertedero sin contracción, que es un vertedero instalado en un canal del mismo ancho
que la sección crítica (Figura 27).

Vertederos de pared aguda

Los dos tipos más comunes son el vertedero triangular (con escotadura en V) y el
vertedero rectangular como se muestra en la Figura 28. Debe haber una poza de
amortiguación o un canal de acceso aguas arriba para calmar cualquier turbulencia y
lograr que el agua se acerque al vertedero lenta y suavemente. Para tener mediciones
precisas el ancho del canal de acceso debe equivaler a ocho veces al ancho del
vertedero y debe extenderse aguas arriba 15 veces la profundidad de la corriente
sobre el vertedero. El vertedero debe tener el extremo agudo del lado aguas arriba
para que la corriente fluya libremente tal como se muestra en la Figura 29. A esto se
denomina contracción final, necesaria para aplicar la calibración normalizada.

Para determinar la profundidad de la corriente a través del vertedero, se instala un


medidor en la poza de amortiguación en un lugar en el que se pueda leer fácilmente.
El cero del medidor fija el nivel en el punto más bajo de la escotadura. El medidor debe
instalarse bastante detrás de la escotadura para que no se vea afectado por la curva
de descenso del agua a medida que el agua se acerca a la misma.

FIGURA 26 - Corriente libre y corriente sumergida sobre un vertedero de pared


aguda
CORRIENTE LIBRE

CORRIENTE SUMERGIDA

FIGURA 27 - Corriente libre con contracción final y corriente controlada con


contracción en el vertedero en un canal

FIGURA 28 - Medición del caudal con vertederos de pared aguda

(a) vertedero con escotadura en V de 90°


(b) vertedero con escotadura rectangular

FIGURA 29 - Los vertederos con pared aguda deben tener el extremo agudo
aguas arriba
Los vertederos con escotadura en V son portátiles y sencillos de instalar de manera
temporal o permanente. La forma en V significa que son más sensibles a un caudal
reducido, pero su ancho aumenta para ajustarse a caudales mayores. El ángulo de la
escotadura es casi siempre de 90°, pero se dispone de diagramas de calibración para
otros ángulos, 60°, 30° y 15°, cuando es necesario aumentar la sensibilidad. En el
Cuadro 4 Figuran los valores del caudal a través de pequeños vertederos con
escotadura en V de 90°.

Para caudales mayores el vertedero rectangular es más adecuado porque el ancho se


puede elegir para que pase el caudal previsto a una profundidad adecuada. En el
Cuadro 5 se indican los caudales por metro de longitud de la cresta, por lo que se
puede aplicar a los vertederos rectangulares de cualquier tamaño.

Otros vertederos con pared delgada

En algunos vertederos se combinan las características de la escotadura en V y de la


escotadura rectangular. El vertedero Cipolletti tiene una cresta horizontal como una
escotadura rectangular y lados en pendiente, sin embargo, para instalaciones
sencillas, esto no aporta ninguna ventaja con respecto a la escotadura rectangular
(Figura 30).

El vertedero compuesto se utiliza a veces cuando hace falta una medición sensible de
caudales reducidos a través de la escotadura en V y se necesitan también mediciones
de caudales grandes a través de la escotadura rectangular. El diseño y la calibración
más complicadas implican que este tipo de vertedero se limite a estudios hidrológicos
complejos (Figura 31).

Vertederos de pared ancha


En las corrientes o ríos con gradientes suaves, puede resultar difícil instalar vertederos
con pared aguda que requieren un rebose libre de aguas abajo. La otra posibilidad
está constituida por los vertederos que pueden funcionar parcialmente sumergidos.
Sirva de ejemplo el vertedero triangular del Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos representado en las Fotografías 24 y 25. Se trata de un vertedero casi
normalizado en el sentido de que se dispone de tablas de aforo (USDA 1979), pero el
aforo está influido por la velocidad de llegada y la calibración debe verificarse por
medio de mediciones efectuadas con un molinete. Otro ejemplo, que podría
igualmente denominarse aforador o vertedero, se indica en la Fotografía 26 y requiere
igualmente la calibración con un molinete.

CUADRO 4 - Caudales por encima de un vertedero de escotadura en V de 90° (de


USDI 1975)

Carga Caudal
(mm) (l/s)
40 0,441
50 0,731
60 1,21
70 1,79
80 2,49
90 3,34
100 4,36
110 5,54
120 6,91
130 8,41
140 10,2
150 12,0
160 14,1
170 16,4
180 18,9
190 21,7
200 24,7
210 27,9
220 31,3
230 35,1
240 38,9
250 43,1
260 47,6
270 52,3
280 57,3
290 62,5
300 68,0
350 100,0

CUADRO 5 - Caudales por encima de un vertedero rectangular con


contracciones finales (de USDI 1975)

Carga Caudal (l/s) por metro de longitud de cresta


(mm)
30 9,5
40 14,6
50 20,4
60 26,7
70 33,6
80 40,9
90 48,9
100 57,0
110 65,6
120 74,7
130 84,0
140 93,7
150 103,8
160 114,0
170 124,5
180 136,0
190 146,0
200 158,5
210 169,5
220 181,5
230 193,5
240 205,5
250 218,5
260 231,0
270 244,0
280 257,5
290 271,0
300 284,0
310 298,0
20 311,5
330 326,0
340 340,0
350 354,0
360 368,5
370 383,5
380 398,0

FIGURA 30 - Un vertedero Cipolletti


FIGURA 31 - Un vertedero compuesto

FOTOGRAFÍA 24 - Vertedero en V con pared ancha con solera aguas abajo, en el


UTA, Nigeria

FOTOGRAFÍA 25 - Entrada al vertedero y caballete para efectuar las mediciones


con el molinete y obtener muestras de sedimentos

FOTOGRAFÍA 26 - Vertedero no-standard en una corriente con un arrastre de


fondo muy pesado en Java

Aforadores

El canal de aforo Parshall


Aforadores en H
Aforador del Washington State College (WSC)
Utilización de estructuras existentes

En los Estados Unidos se han desarrollado varios modelos de aforadores para ser
utilizados en situaciones especiales y se emplean extensamente a pesar de lo
inadecuado de las unidades de medida. El diseño, la construcción y las calibraciones
de laboratorio se efectuaron en unidades de pies por segundo (pps) y, hasta que algún
laboratorio emprenda la tarea de transformar a unidades métricas, el método práctico
consiste en construir los aforadores según las especificaciones originales en pies y
utilizar las conversiones métricas de los índices de los caudales calculadas por un
consorcio de laboratorios hidráulicos de los Países Bajos (Bos 1976).

La razón de este enfoque es el diseño complicado de las diferentes dimensiones de


los aforadores, que se normalizaron después de años de pruebas y errores y que
luego se calibraron. Las diferentes dimensiones de los aforadores no son modelos a
escala hidráulicos, de manera que no se puede asumir que una dimensión en un
aforador de cuatro pies será el doble de las dimensiones correspondientes de un
aforador de dos pies. Algunas dimensiones o proporciones son constantes para
algunas partes, pero otras varían para cada medida. Como resultado de ello, cada una
de las 22 variaciones que se pueden encontrar en los canales de aforo Parshall, y
cada uno de los aforadores en H debe considerarse como un dispositivo diferente.
Tendrán algunas características comunes, pero cada uno de ellos tiene sus propias
especificaciones de fabricación y sus propias tablas de calibración.

A pesar de esta complicación, los aforadores se utilizan ampliamente debido a sus


ventajas: se construyen para satisfacer una necesidad particular; son dispositivos de
medición "normalizados", es decir, que se fabrican e instalan de acuerdo con las
especificaciones y no necesitan calibración, y la medición se puede tomar
directamente de las tablas publicadas. Al igual que los vertederos, es preferible que los
aforadores funcionen con descarga libre; algunos tipos pueden funcionar de manera
satisfactoria en situación en parte sumergida, es decir, cuando las aguas descansan
en el aforador y crean cierta restricción de la corriente. Si el efecto es previsible y
cuantificable, el problema no es grave, pero implica que se debe medir la profundidad
del caudal en dos puntos en el aforador, como se indica en la Figura 32 y que se
aplique un factor de corrección a las tablas de aforo.

El canal de aforo Parshall

Llamado así por el nombre del ingeniero de regadío estadounidense que lo concibió,
se describe técnicamente como un canal venturi o de onda estacionaria o de un
aforador de profundidad crítica. Sus principales ventajas son que sólo existe una
pequeña pérdida de carga a través del aforador, que deja pasar fácilmente sedimentos
o desechos, que no necesita condiciones especiales de acceso o una poza de
amortiguación y que tampoco necesita correcciones para una sumersión de hasta el
70%. En consecuencia, es adecuado para la medición del caudal en los canales de
riego o en las corrientes naturales con una pendiente suave.

El principio básico se ilustra en la Figura 32. El aforador está constituido por una
sección de convergencia con un piso nivelado, una garganta con un piso en pendiente
hacia aguas abajo y una sección de divergencia con un piso en pendiente hacia aguas
arriba. Gracias a ello el caudal avanza a una velocidad crítica a través de la garganta y
con una onda estacionaria en la sección de divergencia.

Con un flujo libre el nivel del agua en la salida no es lo bastante elevado como para
afectar el caudal a través de la garganta y, en consecuencia, el caudal es proporcional
al nivel medido en el punto especificado en la sección de convergencia (Fotografía 27
y Figura 32). La relación del nivel del agua aguas abajo (Hb en la Figura 32) con el
nivel aguas arriba Ha se conoce como el grado de sumersión; una ventaja del canal de
aforo Parshall es que no requiere corrección alguna hasta un 70% de sumersión. Si es
probable que se produzca un grado de sumersión mayor, Ha y Hb deben registrarse,
como se indica en la Fotografía 28.

La dimensión de los aforadores con un ancho de garganta de uno a ocho pies se


indica en el Cuadro 6 y en la Figura 33. Los caudales de un aforador de un pie se
muestran en el Cuadro 7. Los manuales citados en la sección Otras obras de
consulta dan dimensiones y Cuadros de aforo para aforadores menores o mayores y
factores de corrección para una sumersión superior al 70%.

Para fabricar los canales de aforo Parshall se han utilizado muy diversos materiales.
Se pueden prefabricar a partir de láminas de metal o madera o se pueden construir
sobre el terreno con ladrillo y argamasa utilizando un armazón de metal prefabricado
para garantizar mediciones exactas (Fotografía 29). Si hacen falta varios aforadores,
se pueden moldear en hormigón empleando tableros reutilizables. Se pueden tomar
medidas eventuales de la profundidad del caudal a partir de un puesto de aforo
establecido en el muro del canal o, si se requieren registros constantes, es posible
instalar en una poza de amortiguación colocada en una situación específica un
registrador de flotante.

FIGURA 32 - Canal de aforo Parshall (dibujado a partir de Scott y Houston 1959)

FOTOGRAFÍA 27 - Canal de aforo Parshall con un caudal libre y un registrador


de nivel

CUADRO 6 - Dimensiones de algunos canales de aforo Parshall (de USDA-SCS


1965)

Ancho de la Garganta "W" A B C D


(pies) (pies, pulgadas)
1 3-0 4-4 7/8 2-0 2-9 1/4
1½ 3-2 4-7 7/8 2-6 3-4 3/8
2 3-4 4-10 7/8 3-0 3-11 ½
3 3-8 5-4 3/4 4-0 5-1 7/8
4 4-0 5-10 5/8 5-0 6-4 1 /4
5 4-4 6-4 ½ 6-0 7-6 5/8
6 4-8 6-10 3/8 7-0 8-9
7 5-0 7-4 ½ 8-0 9-11 3/8
8 5-4 7-10 1/8 9-0 11-1 3/4
Dimensiones tal como se indican en la Figura 33.
Dimensión A = 2/3 (W/2 + 4)
Para estos límites de ancho de garganta las dimensiones siguientes son constantes:
E = 3-0, F = 2-0, g = 3-0, K = 3 pulgadas, N = 9 pulgadas, X = 2 pulgadas, Y = 3
pulgadas

FIGURA 33 - Dimensiones de un canal de aforo Parshall (de USDA-SCS 1965)


FOTOGRAFÍA 28 - Canal de aforo Parshall con salida en parte sumergida y dos
registradores de nivel

FOTOGRAFÍA 29 Construcción de un canal de aforo Parshall en el campo


empleando un armazón metálico reutilizable

CUADRO 7 - Caudales en un canal de aforo Parshall de un ancho de garganta de


304,8 mm (12 pulgadas)

Carga Caudal
(mm) (l/s)
(Ha en la Figura 32)
30 3,3
40 5.2
50 7,3
60 9,6
70 12,1
80 14,9
90 17,8
100 20,9
110 24,1
120 27,5
130 31,1
140 34,8
150 38,6
160 42,6
170 46,7
180 51,0
190 55,4
200 59,8
225 71,6
250 84,0
275 97,1
300 110,8
325 125,2
350 140,1

Aforadores en H

El Servicio de Conservación de Suelos del Departamento de Agricultura de los


Estados Unidos diseñó un grupo de aforadores especiales denominados aforadores H
para medir los caudales con exactitud y continuidad a partir de parcelas de escorrentía
o de pequeñas cuencas experimentales. Los requisitos del diseño eran que el aforador
debería medir caudales escasos con exactitud, pero tener también una buena
capacidad para caudales elevados, y que no necesitara una poza de amortiguación.
Otro requisito consistía en que pudiera dar paso a una escorrentía que contuviera una
fuerte carga de sedimentos. La solución práctica que se encontró en los Estados
Unidos como para la construcción de canales de aforo Parshall fue dar las
especificaciones originales en pies y utilizar las conversiones métricas para el caudal
(Bos 1976).

Existen tres tipos de aforadores en H. El más pequeño (HS) puede registrar caudales
de hasta 22 l/s, el tipo normal (H) puede medir caudales de hasta 2,36 m³/s y el mayor
(HL) caudales de hasta 3,32 m³/s. Cada tipo se puede construir en diversas
dimensiones que se determinan por la profundidad máxima del caudal (D); las
dimensiones de fabricación se dan como proporciones de D, pero las proporciones de
los lados del aforador, son diferentes para cada uno de los tres tipos HS, H y HL.

El tipo HS se puede construir en cuatro dimensiones, de 0,4 a 1,0 pie, el tipo H en


ocho dimensiones de 0,5 a 4,5 pies y el tipo HL en dos dimensiones, de 3,5 y 4,0 pies.
Existen, por tanto, 14 posibles especificaciones de fabricación y 14 tablas de
calibración diferentes. A título de ejemplo, en la Figura 34 se dan las dimensiones del
tipo H y en el Cuadro 8 la calibración del tipo H de la dimensión de 1,5 pies (0,457 m).

FIGURA 34 - Proporciones del aforador en H (de USDA-ARS 1979)


CUADRO 8 - Descarga de caudal libre a través de un aforador en H de 1,5 pies en
l/s tomado de Bos (1976)

ha 0 2 4 6 8
(mm)
20 0,27 0,32 0,37 0,42 0,48
40 0,91 1,00 1,09 1,18 1,28
60 1,75 2,08 2,21 2,35 2,49
80 3,43 3,60 3,78 3,96 4,15
100 5,38 5,60 5,83 6,06 6,29
150 12,5 12,9 13,2 13,6 14,0
200 23,3 23,8 24,3 24,9 25,4
250 38,2 38,9 39,6 40,3 41,0
300 57,7 58,6 59,5 60,4 61,3
350 82,3 83,4 84,5 85,6 86,7
400 112 114 115 116 118
450 148 150

Los aforadores en H pueden funcionar parcialmente sumergidos y la corrección se


indica en la Figura 35. La sumersión aguas abajo produce un efecto de remanso del
agua en el aforador y un aumento de la profundidad del caudal. La curva de corrección
muestra en cuánto se debe reducir la profundidad medida en el aforador para obtener
la profundidad equivalente de un caudal libre con el fin de utilizar las tablas de
calibración.

Los aforadores en H se suelen prefabricar con láminas de metal y pueden utilizarse en


forma provisional empleando sacos de arena para formar un canal de acceso o
también como instalaciones permanentes, utilizando hormigón o manipostería como se
ilustra en la Fotografía 30. Al igual que con el canal de aforo Parshall, se pueden
efectuar mediciones en un punto de la profundidad del caudal a partir de una plancha
de medición situada en el muro del canal, o en un registro constante a partir de un
registrador de un flotador. En todos los aforadores existe una curva del cono de
depresión, es decir, el nivel de superficie desciende cuando el agua se acelera en el
punto de descarga; es esencial, por consiguiente, que la medida de la profundidad del
caudal se efectúe exactamente a la distancia especificada aguas arriba desde la
sección de control.

Los aforadores en H tienen otras dos ventajas. El agua fluye a través de la escotadura
rápidamente de manera que no se produce depósito de sedimentos en el aforador. Por
otro lado, el diseño de salida con una escotadura con pendiente del fondo hacia aguas
arriba no queda obstruida por residuos flotantes. Si en la escotadura se retiene algún
residuo, el agua se remansa hasta que la obstrucción es arrastrada por la corriente por
encima de la escotadura.

Aforador del Washington State College (WSC)

Este es otro aforador de profundidad crítica de un diseño similar al Parshall, que


resulta particularmente útil como aforador portátil para mediciones eventuales de
pequeños caudales en corrientes o canales sin revestir (Chamberlain 1952). Se puede
prefabricar en fibra de vidrio (Fotografía 31) o en láminas finas de metal e instalarse en
unos pocos minutos. Las dimensiones se dan en la Figura 36 y el calibrado en el
Cuadro 9.

Existen muchas versiones de mayor tamaño y variaciones del principio del aforador de
Washington. Por lo común se suelen construir in situ en lugar de prefabricarse y son
particularmente útiles para corrientes rápidas de montaña (Goodell 1950) o en
condiciones semitropicales en las que pueden ocurrir inundaciones repentinas con
mucha carga (Gwinn 1964). Una dimensión intermedia de un aforador de tipo
Washington, diseñado para ser utilizado en Nuevo México, puede medir caudales de
hasta 6 m³/s con un fuerte arrastre de fondo (Aldon y Brown 1965). No existen
aforadores estandarizados y se tienen que calibrar utilizando el método
velocidad/superficie examinado en la sección Método velocidad/superficie.
Utilización de estructuras existentes

Las estructuras existentes se pueden a veces utilizar como secciones de control para
dar una estimación de los caudales máximos a través de las alcantarillas de las
carreteras o de las aperturas de los puentes. Para alcantarillas rectangulares, se
puede calcular un valor aproximado a partir de la fórmula general del caudal que
atraviesa un vertedero rectangular:

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