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“UNIVERSIDAD

JOSE CARLOS MARIATEGUI”


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS EMPRESARIALES
Y PEDAGÓCICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

MONOGRAFÍA:

LA CONTRALORIA
Autores:

Edson Carrión Ramos


Stefany Cárdenas Aponte
Paolalvi Aguilar Quispe
Alisson Sánchez Hernández
Omayra Fernandez
Paul Ramos Asencio
Profesor:

MGR. SANCHEZ SOSA GILBER ALBERTO


Seccion y Ciclo:

“A”-III

Moquegua – Perú
2019

1
2
INDICE
1. Definición .........................................................................................................................................4
2. Visión ..............................................................................................................................................4
3. Misión............................................................................................................................................... 4
4. Reseña histórica de la contraloría ................................................................................................. 5
5. Competencias .................................................................................................................................. 6
7. Autonomía ..................................................................................................................................... 10
8. Desconcentración .......................................................................................................................... 11
9. Contralor General de la República ............................................................................................. 12
10. Relación de Contralores ............................................................................................................. 14
11. Sistema Nacional De Control ..................................................................................................... 15
11.1 Estructura .......................................................................................................................... 15
11.2 Regulación del control ...................................................................................................... 15
11.3Atribuciones ....................................................................................................................... 16
12. La casa del Tribunal Mayor de Cuentas de Lima.................................................................... 18
13. El juicio de cuentas, primera institución de control fiscal de la administración pública ..... 19
14. Casos Destacados de la Contraloría General de la República ................................................ 25

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Definición
La Contraloría General de la República es la máxima autoridad del Sistema Nacional
de Control. Supervisa, vigila y verifica la correcta aplicación de las políticas públicas
y el uso de los recursos y bienes del Estado. Para realizar con eficiencia sus funciones,
cuenta con autonomía administrativa, funcional, económica y financiera.
La Contraloría General cuenta con atribuciones especiales que le otorga el artículo 22
de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la
República.

Nuestros auditores supervisan que nuestras autoridades y funcionarios públicos manejen


bien el dinero de todos los peruanos, supervisan el uso de los recursos y bienes que
administran las instituciones y empresas públicas en el país, para prevenir, identificar y
denunciar posibles actos de corrupción.

Cuentan con 27 oficinas a nivel nacional, el actual Contralor General de la República


es Nelson Shack Yalta desde el 20 de julio de 2017, nombrado mediante Resolución
Legislativa del Congreso Nº 016-2016-2017.

Visión
"Ser reconocida como una institución de excelencia, que crea valor y contribuye a mejorar
la calidad de vida de los ciudadanos".

Misión
"Dirigir, supervisar y ejecutar el control a las entidades públicas para contribuir al uso
eficaz, eficiente y transparente de los recursos públicos".

Ejercer el control y vigilancia fiscal a los recursos públicos de forma oportuna,


independiente y efectiva, garantizando la participación activa de la ciudadanía y la
articulación regional, con base en el conocimiento y la tecnología, que contribuya al
desarrollo sostenible y al cumplimiento de los fines esenciales del Estado.

La Contraloría General de la República tiene como principales funciones: supervisar la


legalidad de la ejecución del presupuesto del Estado, de las operaciones de la deuda
pública y de los actos de las instituciones sujetas a control.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 2° de la Ley N° 27785 - Ley Orgánica del Sistema


Nacional de Control y de la Contraloría General de la República y sus modificatorias,
mediante el control gubernamental, se previene y verifica la correcta, eficiente y
transparente utilización y gestión de los recursos y bienes del Estado, el desarrollo
honesto de las funciones y actos de las autoridades, funcionarios y servidores públicos,
así como el cumplimiento de metas obtenidas por las instituciones sujetas a control.

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Reseña histórica de la contraloría

1. El sistema de control en el Tahuantinsuyo

Existió una gran preocupación por controlar la administración del Estado, así comenzó
el trabajo de los TUCUYRICUC, quienes eran los encargados de recoger los tributos
y remitirlos al Cuzco, ellos supervisaban o controlaban mediante dos ingeniosos
instrumentos, que permitieron tener un sistema de contabilidad y registro conocido
como el Quipu que significaba “nudo” en los cuales se registraba detalladamente las
cantidades de productos agropecuarios que habían en los almacenes del estado, y la
yupana que era una especie de ábaco (utilizado para realizar operaciones aritméticas).

2. El sistema de control en la época de la colonia

En la época del virreinato el emperador se vio obligado a mandar contadores hacia el


Perú para que puedan supervisar la recaudación y envío de las cajas reales, esto fue en
1560. En el año 1560 se creó el Tribunal Mayor de Cuentas, teniendo como función la
de supervisar y vigilar el correcto funcionamiento de la hacienda pública, la
recaudación de ingresos y la administración de la liquidez monetaria..

3. El sistema de control durante la independencia

Tras la independencia en 1823, el Tribunal de Cuentas siguió existiendo pero con otro
nombre, ya que era necesario supervisar la recaudación de los recursos. En la primera
Constitución Política del Perú se creó la Contaduría General, el artículo 152 de esta
Constitución normaba lo siguiente: "habrá en la capital de la Republica una Contaduría
General con un jefe y los empleados necesarios. En ella deberán examinarse, glosarse
y fenecerse las cuentas de todos los productos e inversiones de la Hacienda”.

En el gobierno del presidente Leguía, mediante decreto supremo del 26 de setiembre


de 1929 se creó la Contraloría General de la Republica, dirigida por el primer contralor
Ricardo Madueño y Rosas, quien ocupó el cargo de 1929 a 1932.

El 21 de diciembre de 1992 Fujimori promulga el Decreto Ley N° 26212 Ley del


Sistema Nacional de Control, que establece que el Sistema Nacional de Control estará
conformado por la Contraloría General de la Republica, las oficinas de Auditoría
Interna de las entidades que se encontraban bajo su ámbito de control y la Sociedades
de Auditoria designadas.

El artículo 82 de la Constitución Política del Perú de 1993 define a la Contraloría


General de la Republica como una “entidad descentralizada de Derecho Público que
goza de autonomía conforme a su ley orgánica. Es el órgano superior del Sistema
Nacional de Control. Supervisa la legalidad de la ejecución del presupuesto del estado,
de las operaciones de la deuda pública y de los actos de las instituciones sujetas a

5
control”. En lo que respecta a la designación del Contralor General de la Republica, el
artículo 82 atribuye esta facultad al Congreso. El cargo tiene una duración de siete
años y el contralor puede ser removido por el propio Congreso ante la comisión de
falta grave.

Alejandro Toledo Manrique, publicó la Ley N° 27785 del 23 de julio de 2002,


conocida como la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría
General de la Republica, vigente en la actualidad. Y finalmente durante el Gobierno
de Alan García Pérez y Ollanta Humala Tasso, se promulgaron las normas para
efectivizar la labor de la Contraloría como son la ley N° 29622, que amplía las
facultades de la Contraloría en el proceso sancionador en materia de responsabilidades
administrativa y funcional, también la Ley 29542, que protege al denunciante en el
ámbito administrativo y de colaboración eficaz en el ámbito penal y por último la ley
N° 29555, que otorga a la Contraloría de la República el manejo del presupuesto y las
plazas de las Oficinas de Control Interno (OCI).

Competencias
a) Competencias constitucionales

En la Constitución Política encontramos varias atribuciones asignadas al


Organismo Contralor, entre las cuales tenemos:

1. Presentar anualmente el informe de auditoría practicado a la Cuenta General de


la República (Art. 81).

2. Supervisar la legalidad de la ejecución del Presupuesto del Estado, de las


operaciones de la deuda pública y de los actos de las instituciones sujetas a control
(Art. 82).

3. Realizar el control para que los Fondos destinados a satisfacer los


requerimientos logísticos de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional se dediquen
exclusivamente para ese fin (Art. 170).

4. Facultad de iniciativa legislativa en materia de control (Art. 107).

5. Controlar y supervisar los gobiernos regionales y locales, en forma


descentralizada y permanente (Art. 199).

b) Competencias legales

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Atribuciones de la CGR previstas en su Ley Orgánica (Artículo 22 de la Ley N°
27785)

• Tener acceso en cualquier momento y sin limitación a los registros, documentos


e información de las entidades, aun cuando sean secretos; así como requerir
información a particulares que mantengan o hayan mantenido relaciones con las
entidades, siempre y cuando no violen la libertad individual.

• Ordenar que los órganos del Sistema realicen las acciones de control que a su
juicio sean necesarias o ejercer en forma directa el control externo posterior sobre
los actos de las entidades.

• Supervisar y garantizar el cumplimiento de las recomendaciones que se deriven


de los informes de control emanados de cualquiera de los órganos del Sistema.

• Disponer el inicio de las acciones legales pertinentes en forma inmediata, por el


Procurador Público de la Contraloría General o el Procurador del Sector o el
representante legal de la entidad examinada, en los casos en que en la ejecución
directa de una acción de control se encuentre daño económico o presunción de
ilícito penal.

Asimismo, ejerce la potestad para sancionar a los funcionarios o servidores


públicos que cometan infracciones contra la administración referidas en el
subcapítulo II sobre el proceso para sancionar en materia de responsabilidad
administrativa funcional.

• Normar y velar por la adecuada implantación de los Órganos de Auditoría


Interna, requiriendo a las entidades el fortalecimiento de dichos órganos con
personal calificado e infraestructura moderna necesaria para el cumplimiento de
sus fines.

• Presentar anualmente al Congreso de la República el Informe de Evaluación a la


Cuenta General de la República, para cuya formulación la Contraloría General
dictará las disposiciones pertinentes.

• Absolver consultas, emitir pronunciamientos institucionales e interpretar la


normativa del control gubernamental con carácter vinculante, y de ser el caso,
orientador. Asimismo establecerá mecanismos de orientación para los sujetos de
control respecto de sus derechos, obligaciones, prohibiciones e
incompatibilidades previstos en la normativa de control.

• Aprobar el Plan Nacional de Control y los planes anuales de control de las


entidades.

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• Efectuar las acciones de control ambiental y sobre los recursos naturales, así
como sobre los bienes que constituyen el Patrimonio Cultural de la Nación,
informando semestralmente sobre el resultado de las mismas y sobre los procesos
administrativos y judiciales, si los hubiere, a las comisiones competentes del
Congreso de la República.

• Emitir opinión previa vinculante sobre adquisiciones y contrataciones de bienes,


servicios u obras, que conforme a ley tengan el carácter de secreto militar o de
orden interno exonerados de Licitación Pública, Concurso Público o Adjudicación
Directa.

• Otorgar autorización previa a la ejecución y al pago de los presupuestos


adicionales de obra pública, y de las mayores prestaciones de supervisión en los
casos distintos a los adicionales de obras, cuyos montos excedan a los previstos
en la ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, y su Reglamento
respectivamente, cualquiera sea la fuente de financiamiento.

• Informar previamente sobre las operaciones, fianzas, avales y otras garantías que
otorgue el Estado, inclusive los proyectos de contrato, que en cualquier forma
comprometa su crédito o capacidad financiera, sea que se trate de negociaciones
en el país o en el exterior.

• Designar de manera exclusiva, Sociedades de Auditoria que se requieran, a


través de Concurso Público de Méritos, para efectuar Auditorias en las entidades,
supervisando sus labores con arreglo a las disposiciones de designación de
Sociedades de Auditoria que para el efecto se emitan.

• Requerir el apoyo y/o destacamiento de funcionarios y servidores de las


entidades para la ejecución de actividades de control gubernamental.

• Recibir y atender denuncias y sugerencias de la ciudadanía relacionadas con las


funciones de la administración pública, otorgándoles el trámite correspondiente
sea en el ámbito interno o derivándolas ante la autoridad competente; estando la
identidad de los denunciantes y el contenido de la denuncia protegidos por el
principio de reserva.

• Promover la participación ciudadana, mediante audiencias públicas y/o sistemas


de vigilancia en las entidades, con el fin de coadyuvar en el control
gubernamental.

• Participar directamente y/o en coordinación con las entidades en los procesos


judiciales, administrativos, arbitrales u otros, para la adecuada defensa de los
intereses del Estado cuando tales procesos incidan sobre los recursos y bienes de
éste.

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• Recibir, registrar, examinar y fiscalizar las Declaraciones Juradas de Ingresos y
de Bienes y rentas que deben presentar los funcionarios y servidores públicos
obligados de acuerdo a Ley.

• Verificar y supervisar el cumplimiento de las disposiciones sobre prohibiciones


e incompatibilidades de funcionarios y servidores públicos y otros, así como de
las referidas a la prohibición de ejercer la facultad de nombramiento de personal
en el Sector Público en casos de nepotismo, sin perjuicio de las funciones
conferidas a los órganos de control.

• Citar y tomar declaraciones a cualquier persona cuyo testimonio pueda resultar


útil para el esclarecimiento de los hechos materia de verificación durante una
acción de control, bajo los apremios legales señalados para los testigos.

• Dictar las disposiciones necesarias para articular los procesos de control con los
Planes y Programas Nacionales, a efecto de visualizar de forma integral su
cumplimiento, generando la información pertinente para emitir recomendaciones
generales a los Poderes Ejecutivo y Legislativo sobre la administración de los
recursos del Estado, en función a las metas previstas y las alcanzadas, así como
brindar asistencia técnica al Congreso de la república en asuntos vinculados a su
competencia funcional.

• Emitir disposiciones y/o procedimientos para implementar operativamente


medidas y acciones contra la corrupción administrativa, a través del control
gubernamental, promoviendo una cultura de honestidad y probidad de la gestión
pública, así como la adopción de mecanismos de transparencia e integridad al
interior de las entidades, considerándose el concurso de la ciudadanía y
organizaciones de la sociedad civil.

• Establecer los procedimientos para que los titulares de las entidades rindan
cuenta oportuna ante el Órgano Rector, por los fondos o bienes del Estado a su
cargo, así como de los resultados de su gestión.

• Asumir la defensa del personal de la Institución a cargo de las labores de control


cuando se encuentre incurso en acciones legales, derivadas del debido
cumplimiento de la labor funcional, aun cuando al momento de iniciarse la acción
el vínculo laboral con el personal haya terminado.

• Establecer el procedimiento selectivo de control sobre las entidades públicas


beneficiarias por las mercancías donadas provenientes del extranjero.

• Ejercer el control de desempeño de la ejecución presupuestal, formulando


recomendaciones que promuevan reformas sobre los sistemas administrativos de
las entidades sujetas al Sistema.

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• Regular el procedimiento, requisitos, plazos y excepciones para el ejercicio del
control previo externo a que aluden los literales j), k) y l) del presente artículo, así
como otros encargos que se confiera al organismo Contralor, emitiendo las normas
pertinentes que contemplen los principios que rigen el control gubernamental.

• Celebrar Convenios de cooperación interinstitucional con entidades públicas o


privadas, nacionales o extranjeras.

Las atribuciones antes señaladas no son taxativas, comprendiendo las demás que
señale la Ley N° 27785 y otros dispositivos legales.

Autonomía

La Contraloría General de la República es el ente técnico rector del Sistema Nacional de


Control, dotado de autonomía administrativa, funcional, económica y financiera, cuya
misión es dirigir y supervisar con eficiencia y eficacia el control gubernamental,
orientando su accionar a la transparencia de la gestión de las entidades.

La Contraloría General goza de autonomía económica, administrativa, financiera y


funcional, conforme a la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica Ley N° 27785
y sus modificatorias. Para garantizar el cumplimiento de sus objetivos institucionales, la
Contraloría General se encuentra exonerada de la aplicación de las normas que
establezcan restricciones y/o prohibiciones a la ejecución presupuestaria.

La Contraloría General de la República del Perú es un organismo constitucional


autónomo del Estado Peruano encargado de controlar los bienes y recursos públicos del
país.

Tiene su sede central en Jesús María, Lima, Perú, y para su desempeño desconcentrado
cuenta con las Oficinas de Coordinación Regional Lima Metropolitana, Lima Provincias,
Centro (Huancayo), Norte (Chiclayo) y Sur (Arequipa), así como con 20 Oficinas
Regionales de Control en las ciudades de Abancay, Ayacucho, Cajamarca, Chachapoyas,
Chimbote, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Huaraz, Ica, Iquitos, Moquegua,
Moyobamba, Piura, Pucallpa, Puerto Maldonado, Puno, Tacna, Trujillo y Tumbes.

Es el órgano superior del Sistema Nacional de Control, que cautela el uso eficiente, eficaz
y económico de los recursos del Perú, la correcta gestión de la deuda pública, así como la
legalidad de la ejecución del presupuesto del sector público y de los actos de las
instituciones sujetas a control; coadyuvando al logro de los objetivos del Estado en el
desarrollo nacional y bienestar de la sociedad peruana”.

La Contraloría General tiene por misión dirigir y supervisar con eficiencia y eficacia el
control gubernamental, orientando su accionar al fortalecimiento y transparencia de la

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gestión de las entidades, la promoción de valores y la responsabilidad de los funcionarios
y servidores públicos, así como, contribuir con los Poderes del Estado en la toma de
decisiones y con la ciudadanía para su adecuada participación en el control social.

 Autonomía Económica

La Contraloría General goza de autonomía económica, administrativa, financiera y


funcional, conforme a la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica Ley N° 27785
y sus modificatorias. Para garantizar el cumplimiento de sus objetivos institucionales, la
Contraloría General se encuentra exonerada de la aplicación de las normas que
establezcan restricciones y/o prohibiciones a la ejecución presupuestaria.

Desconcentración
La Contraloría General cuenta con Oficinas de Coordinación Regional Lima
Metropolitana, Lima Provincias, Centro (Huancayo), Norte (Chiclayo) y Sur (Arequipa).

También cuenta con 20 Oficinas Regionales de Control en las ciudades de Abancay,


Ayacucho, Cajamarca, Chachapoyas, Chimbote, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Huaraz,
Ica, Iquitos, Moquegua, Moyobamba, Piura, Pucallpa, Puerto Maldonado, Puno, Tacna,
Trujillo y Tumbes, como órganos desconcentrados en el ámbito nacional, con el objeto
de optimizar la labor de control gubernamental.

Dichos órganos desconcentrados tienen como finalidad planear, organizar, dirigir,


ejecutar y evaluar las acciones de control en las entidades descentralizadas bajo su ámbito
de control.

Potestad sancionadora

Conforme lo dispuesto en la Ley N° 27785 y modificatorias - Ley Orgánica del Sistema


Nacional de Control y de la Contraloría General de la República, la Contraloría General
tiene la facultad de aplicar directamente sanciones por las infracciones que hubieren
cometido las entidades sujetas a control, sus funcionarios y servidores públicos, las
sociedades de auditoría y las personas jurídicas y naturales que manejen recursos y bienes
del Estado, o a quienes haya requerido información o su presencia con relación a su
vinculación jurídica con las entidades.

Dicha facultad se ejerce con observancia de los principios de legalidad y debido


procedimiento.

A partir del 6 de abril de 2011 (fecha de inicio de la vigencia de la Ley N° 29622), la


Contraloría General de la República es competente para sancionar cuando determina
responsabilidad administrativa funcional, por infracciones graves o muy graves,
derivadas de los informes de control emitidos por los Órganos del Sistema. La respectiva

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potestad se ejerce sobre los servidores y funcionarios públicos, conforme a la definición
básica de la Ley N° 27785, con prescindencia del vínculo laboral, contractua

Están exceptuados del procedimiento administrativo sancionador, las autoridades


elegidas por voto popular, titulares de organismos constitucionales autónomos y
autoridades con prerrogativa de antejuicio.

Valores corporativos:

 Excelencia
 Transparencia
 Innovación
 Autonomía
 Orientación a resultados

Valores individuales:

 Integridad
 Independencia y objetividad
 Competencia y comportamiento profesional
 Responsabilidad

Contralor General de la República

 Designación
El Contralor General de la República es designado por un período de siete años,
y removido por el Congreso de la República de acuerdo a la Constitución Política.

 Jerarquía
Es el funcionario de mayor rango del Sistema, y goza de los mismos derechos,
prerrogativas y preeminencias propias de un Ministro de Estado. No está sujeto a
subordinación, a autoridad o dependencia alguna, en ejercicio de la función. En el
ejercicio de sus funciones, sólo puede ser enjuiciado, previa autorización del
Congreso de la República.

 Requisitos
 Ser peruano de nacimiento.
 Gozar del pleno ejercicio de los derechos civiles.
 Tener al tiempo de la designación, no menos de 40 años de edad.
 Tener título profesional universitario y estar habilitado por el colegio profesional
correspondiente.
 Tener un ejercicio profesional no menor a 10 años.
 Tener conducta intachable y reconocida solvencia e moral.

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 Atribuciones
 Dentro de las atribuciones que le asigna la Ley N° 27785 al Contralor General
de la República, se encuentran las siguientes:
 Planear, aprobar, dirigir, coordinar y supervisar las acciones de la Contraloría
General y de los órganos del Sistema.
 Dictar las normas y las disposiciones especializadas que aseguren el
funcionamiento del proceso integral de control, en función de los principios de
especialización y flexibilidad.
 Ejercer e impulsar directamente, o en caso de incumplimiento, a través de la
autoridad llamada por ley, las acciones pertinentes para asegurar la
implementación de las recomendaciones y acciones legales derivadas del
proceso de control a cargo del Sistema.
 Solicitar información y documentación a las autoridades de las entidades
encargadas de cautelar la reserva tributaria, secreto bancario, reserva de
identidad u otras establecidas legalmente, respecto a las entidades, su personal,
y personas jurídicas y naturales comprendidas o vinculadas a acciones de
control, así como cualquier información que considere pertinente para el cabal
cumplimiento de sus funciones; conforme lo establece la presente Ley.
 Representar a la Contraloría General en los actos y contratos relativos a sus
funciones, frente a todo tipo de autoridades y entes nacionales o extranjeros.
 Establecer las políticas, normas laborales y procedimientos de administración de
personal de la Institución, incluyendo las disposiciones sobre el secreto
profesional que deberá guardar dicho personal respecto a la información a que
hubiere accedido por la naturaleza y extensión de labor desempeñada.
 Presentar u opinar sobre proyectos de normas legales que conciernan al control
y a las atribuciones de los órganos de auditoría interna.
 Requerir los documentos que sustenten los informes de los órganos de auditoría
interna o sociedades de auditorías designadas, los cuales están en obligación de
guardar por un período de 10 años, bajo responsabilidad.
 Expedir el Reglamento de Infracciones y Sanciones, con facultades coactivas.
Asimismo podrá nombrar a los Ejecutores Coactivos que para tal efecto sean
necesarios.
 Presentar ante el Congreso de la República, un Informe Anual sobre su gestión,
proponiendo recomendaciones para la mejora de la gestión pública, así como
para la lucha contra la corrupción.
 Emitir Resoluciones de Contraloría, que constituyen precedente de observancia
obligatoria y de cumplimiento inexcusable.

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Relación de Contralores
№ Nombre Periodo Nominado por
(Presidente)
Inicio Fin

1 Ricardo Madueño Rosas 1929 1932 Augusto B. Leguía y Salcedo

2 Manuel Enrique Tirado 1932 1943 Luis Miguel Sánchez Cerro


Reyes

3 Guillermo Bernardo 1944 1949 Manuel Prado y Ugarteche


Ronald Alvarado

4 Óscar Chocano Marquez 1949 1950 Manuel A. Odría

5 Emilio Foley Gastjens 1950 1954 Manuel A. Odría

6 César E. Salazar Souza 1954 1970 Manuel A. Odría


Ferreira

7 Óscar Vargas Prieto 1971 1972 Juan Velasco Alvarado

8 Guillermo Schorth 1973 1974 Juan Velasco Alvarado


Carlin

9 Leoncio Perez Tenaud 1975 1976 Francisco Morales Bermúdez


Cerrutti

10 Óscar Vargas Prieto 1976 1977 Francisco Morales Bermúdez


Cerrutti

11 Luis Montoya Montoya 1978 1980 Francisco Morales Bermúdez


Cerrutti

12 Miguel Ángel 1980 1987 Fernando Belaúnde Terry


Cussianovich
Valderrama

13 Luz Aurea Saenz Arana 31 de 6 de abril de Alan García Perez


octubre de 1992nota 2
19877

14 María Herminia Drago 26 de abril Marzo de Alberto Fujimori Fujimori


Correa de 19929 1993

- Isaías Díaz Torres Marzo de Junio de Interino


1993 1993

15 Víctor Enrique Caso Lay Junio de Junio de Alberto Fujimori Fujimori


1993 2000

14
16 Carmen Higaona de 28 de junio 29 de Alberto Fujimori Fujimori
10
Guerra de 2000 setiembre
de 2001nota 3

17 Genaro Matute Mejía 27 de 26 de Alejandro Toledo Manrique


octubre de octubre de
200112 2008

18 Fuad Khoury Zarzar 14 de 13 de mayo Alan García Perez


mayo de de 2016
200913

19 Edgar Alarcón Tejada 9 de junio 4 de julio de Ollanta Humala Tasso


de 201614 2017nota 4

- Oswaldo Yupanqui 4 de julio 20 de julio Interino16


Alvarado de 2017 de 2017

20 Nelson Shack Yalta 20 de julio 19 de julio Pedro Pablo Kuczynski


de 201717 de 2024

Sistema Nacional De Control


Es el conjunto de órganos de control, normas, métodos y procedimientos, estructurados e
integrados funcionalmente, destinados a conducir y desarrollar el ejercicio del control
gubernamental en forma descentralizada. Su actuación comprende todas las actividades
y acciones en los campos administrativo, presupuestal, operativo y financiero de las
entidades y alcanza al personal que presta servicios en ellas, independientemente del
régimen que las regule.
Estructura
El Sistema Nacional de Control está conformado por:

 La Contraloría General, como ente técnico rector.


 Todas las unidades orgánicas responsables de la función de control gubernamental
 Las sociedades de auditoría externa independientes designadas por la Contraloría
General
 Los Órganos de Control Institucional

Regulación del control


El ejercicio del control gubernamental por el Sistema Nacional de Control en las
entidades, se efectúa bajo la autoridad normativa y funcional de la Contraloría General,
la que establece los lineamientos, disposiciones y procedimientos técnicos
correspondientes a su proceso, en función a la naturaleza y/o especialización de dichas
entidades, las modalidades de control aplicables y los objetivos trazados para su
ejecución. La Contraloría General, en su calidad de ente técnico rector, organiza y
desarrolla el control gubernamental en forma descentralizada y permanente.

15
Atribuciones
Son atribuciones del Sistema Nacional de Control:

 Efectuar la supervisión, vigilancia y verificación de la correcta gestión y utilización


de los recursos y bienes del Estado, el cual también comprende supervisar la legalidad
de los actos de las instituciones sujetas a control en la ejecución de los lineamientos
para una mejor gestión de las finanzas públicas, con prudencia y transparencia fiscal,
conforme a los objetivos y planes de las entidades, así como de la ejecución de los
presupuestos del Sector Público y de las operaciones de la deuda pública.

 Formular oportunamente recomendaciones para mejorar la capacidad y eficiencia de


las entidades en la toma de sus decisiones y en el manejo de sus recursos, así como
los procedimientos y operaciones que emplean en su accionar, a fin de optimizar sus
sistemas administrativos, de gestión y de control interno.

 Impulsar la modernización y el mejoramiento de la gestión pública, a través de la


optimización de los sistemas de gestión y ejerciendo el control gubernamental con
especial énfasis en las áreas críticas sensibles a actos de corrupción administrativa.

 Propugnar la capacitación permanente de los funcionarios y servidores públicos en


materias de administración y control gubernamental. Los objetivos de la capacitación
estarán orientados a consolidar, actualizar y especializar su formación técnica,
profesional y ética. Para dicho efecto, la Contraloría General, a través de la Escuela
Nacional de Control, o mediante Convenios celebrados con entidades públicas o
privadas ejerce un rol tutelar en el desarrollo de programas y eventos de esta
naturaleza. Los titulares de las entidades están obligados a disponer que el personal
que labora en los sistemas administrativos participe en los eventos de capacitación
que organiza la Escuela Nacional de Control, debiendo tales funcionarios y servidores
acreditar cada dos años dicha participación. Dicha obligación se hace extensiva a las
Sociedades de Auditoría que forman parte del Sistema, respecto al personal que
empleen para el desarrollo de las auditorías externas.

 Exigir a los funcionarios y servidores públicos la plena responsabilidad por sus actos
en la función que desempeñan, identificando el tipo de responsabilidad incurrida, sea
administrativa funcional, civil o penal y recomendando la adopción de las acciones
preventivas y correctivas necesarias para su implementación. Para la adecuada
identificación de la responsabilidad en que hubieren incurrido funcionarios y
servidores públicos, se deberá tener en cuenta cuando menos las pautas de:
identificación del deber incumplido, reserva, presunción de licitud, relación causal,
las cuales serán desarrolladas por la Contraloría General.

 Emitir, como resultado de las acciones de control efectuadas, los Informes respectivos
con el debido sustento técnico y legal, constituyendo prueba pre-constituida para el
inicio de las acciones administrativas y/o legales que sean recomendadas en dichos
informes.
En el caso de que los informes generados de una acción de control cuenten con la
participación del Ministerio Público y/o la Policía Nacional, no corresponderá abrir

16
investigación policial o indagatoria previa, así como solicitar u ordenar de oficio la
actuación de pericias contables.

 Brindar apoyo técnico al Procurador Público o al representante legal de la entidad, en


los casos en que deban iniciarse acciones judiciales derivadas de una acción de
control, prestando las facilidades y/o aclaraciones del caso, y alcanzando la
documentación probatoria de la responsabilidad incurrida.

Los diversos órganos del Sistema ejercen estas atribuciones y las que expresamente les
señala esta Ley y sus normas reglamentarias.

№ Nombre Periodo Nominado por


(Presidente)
Inicio Fin

1 Ricardo Madueño Rosas 1929 1932 Augusto B. Leguía y


Salcedo

2 Manuel Enrique Tirado 1932 1943 Luis Miguel Sánchez Cerro


Reyes

3 Guillermo Bernardo Ronald 1944 1949 Manuel Prado y Ugarteche


Ayluardo

4 Óscar Chocano Marquez 1949 1950 Manuel A. Odría

5 Emilio Foley Gastjens 1950 1954 Manuel A. Odría

6 César E. Salazar Souza 1954 1970 Manuel A. Odría


Ferreira

7 Óscar Vargas Prieto 1971 1972 Juan Velasco Alvarado

8 Guillermo Schorth Carlin 1973 1974 Juan Velasco Alvarado

9 Leoncio Perez Tenaud 1975 1976 Francisco Morales


Bermúdez Cerrutti

10 Óscar Vargas Prieto 1976 1977 Francisco Morales


Bermúdez Cerrutti

11 Luis Montoya Montoya 1978 1980 Francisco Morales


Bermúdez Cerrutti

12 Miguel Ángel Cussianovich 1980 1987 Fernando Belaúnde Terry


Valderrama

17
13 Luz Aurea Saenz Arana 31 de 6 de abril de Alan García Perez
octubre de 1992nota 2
19877

14 María Herminia Drago 26 de abril Marzo de Alberto Fujimori Fujimori


Correa de 19929 1993

- Isaías Díaz Torres Marzo de Junio de Interino


1993 1993

La casa del Tribunal Mayor de Cuentas de Lima

El Tribunal de Cuentas fue, desde muy antiguo, una institución configurada como órgano
de fiscalización de la hacienda real y tuvo sus orígenes en una magistratura colegiada
creada a fines del siglo XIII durante el reinado de don Sancho IV de Castilla. Una vez
instaurado el gobierno español en el Perú, el rey don Felipe II instituyó, en 1605, en Lima,
un Tribunal Mayor de Cuentas con el fin de corregir el desorden financiero y establecer
control sobre las Casas de Moneda de Lima y Potosí.

La primitiva casa de la Moneda de Lima, instituida en 1572, había funcionado de manera


intermitente puesto que el virrey Toledo trasladó sus funciones a Potosí, principal centro
de extracción minera del virreinato. Un siglo después, el 6 de enero de 1683, el virrey
duque de la Palata reabrió la ceca de Lima en la calle en la que hasta ahora funciona, en
los Barrios Altos de Lima. Su ubicación no era fortuita, pues a la espalda de la casa pasaba
el suministro de agua de la cañería de Maravillas, ramal del canal del Huatica, necesario
para hacer girar la rueda hidráulica que permitía laminar, acuñar y recortar la plata
ensayada.

En esta parte del Centro Histórico, entre la Plazuela de Santa Ana y la Plaza de la
Inquisición, hoy plaza Italia y plaza Bolívar respectivamente, se edificó en el siglo XVIII
el nuevo local para el Tribunal Mayor de Cuentas, que hasta entonces funcionaba en un
sector del Palacio Virreinal. Tras el terremoto del 28 de octubre de 1746, que arruinó el
Palacio, el virrey conde de Superunda ordenó el traslado de esta institución al lado de la
Casa de la Moneda, para el mejor control y administración de la hacienda real,
terminándose la fábrica del nuevo local hacia 1760.

El Tribunal se emplazaba en el antiguo barrio de Santa Ana el cual acogía a numerosas


órdenes monásticas y a las instituciones educativas más importantes de la ciudad. A pocos
pasos estaban la Real y Pontificia Universidad de San Marcos, el Colegio Real de San
Felipe y San Marcos, el colegio de teología de San Ildefonso y, haciendo frente a la casa,
el colegio de teología de Santo Tomas de la Santísima Trinidad.

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La casa, como es natural en un edificio civil virreinal, cuenta con un zaguán, que sirve de
espacio de recibo y que articula la calle con el patio principal, que a su vez reparte hacia
sus lados a los aposentos principales, al callejón, que comunica con el segundo patio, y a
las escaleras abiertas, que llevan al segundo piso. Uno de estos aposentos es el principal
de la casa, ambiente que ocupa la posición más destacada, haciendo frente con el zaguán
y en el mismo eje del ingreso del patio principal. Estuvo destinado como ambiente de
recibo. Contiguo al principal está la cuadra de estrado, pieza espaciosa, pero de menor
tamaño que el salón, y que se destinaba, en las casas de morada, a la vida íntima de la
familia. En ella las mujeres, sobre el estrado -compuesto por una alfombra o tapete,
almohadas, taburetes y sillas-, podían desempeñar sus labores o recibir visitas.

En la segunda planta, el ambiente más importante y sin duda el más relacionado con las
funciones de la casa, es el salón de sesiones del Tribunal Mayor de Cuentas. En su interior
destaca el cielorraso de estilo neogótico, producto de una reforma arquitectónica hecha
hacia 1896. Es obra de tablazón, con molduras talladas, policromadas y doradas que
forman motivos geométricos en torno a estrellas de seis puntas. De la misma época data
el estrado, cercado por una baranda de balaustres de madera y tres arcos carentes de
columnas de soporte. Los muros están cubiertos por paneles de madera pintada con
motivos vegetales que reemplazaron la decoración original de la sala, similar a la del resto
de ambientes del primer piso.

Entre otros elementos arquitectónicos y ornamentales de la casa, resaltan: el gran arco del
zaguán, que conserva su vistosa policromía de efecto almohadillado, intercalado con
motivos vegetales; el pavimento empedrado de cantos rodados del lecho del rio,
dispuestos según un diseño geométrico del siglo XVIII; el piso de piedra de la antigua
carrocera; la tinajera, espacio en donde se depositaban las tinajas y las piedras de destilar,
para el servicio de agua potable y la solana o loggia, destinada para tomar el sol, de modo
los ocupantes podían asolearse por las mañanas y tomar el fresco en las tardes de verano.

Desde 1943 la Casa Nacional de Moneda y el edificio del antiguo Tribunal Mayor de
Cuentas son administrados por el Banco Central de Reserva del Perú, y desde el 2004
funciona en la segunda planta de la casa del Tribunal el museo numismático, abierto de
lunes a viernes de 10:00 a 14:00.

El juicio de cuentas, primera institución de control fiscal de la administración


pública

El control de la administración pública no fue un invento de las revoluciones liberales, ni


en concreto de la Revolución Francesa. Desde el periodo de dominación española tuvimos
varios controles sobre la gestión administrativa, uno de tipo disciplinario como los juicios
de residencia y las visitas, y otro de tipo fiscal como el juicio de cuentas. Esta institución
estuvo a cargo de los Tribunales de Cuentas y subsistió en los siglos XIX y XX. Hoy en

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día, la Constitución de 1991 establece la revisión de cuentas como uno de los sistemas de
control fiscal.

Lo anterior deja entrever que estamos en presencia de un control que, entre nosotros, tiene
cerca de quinientos años y que no ha gozado de la atención necesaria por parte de la
doctrina nacional. En ese sentido, este artículo busca hacer un estudio normativo que
explique la evolución de este procedimiento con el fin de dar otra interpretación a la
historia de nuestro derecho público, demostrando que la existencia de unos límites al
poder no se deben a la tridivisión del mismo, como creación del pensamiento
francés,2 sino que responden a fenómenos de aconductamiento que nacen en el Estado
absoluto y perviven actualmente.

1. ANTECEDENTES ESPAÑOLES

Podemos definir el juicio de cuentas como el procedimiento por el que se obligaba a


responder a quienes de manera regular hubieran tomado parte en la recaudación,
administración o inversión de la Real Hacienda.

Su origen se remonta a las Partidas, en donde se estableció que los oficiales que
desempeñaran oficios económicos y de justicia debían rendir cuentas de su gestión.4 En
las cortes de Toledo, de 1436, se impuso la obligación para los tesoreros y contadores
menores de cuentas de informar "ante los oficiales mayores de lo que hicieron durante el
año en que administraron las rentas y derechos reales". En 1437 Juan II creó la Contaduría
Mayor de Cuentas, a la que se le encargó la fiscalización de las cuentas de la
Corona. Posteriormente, en 1476, los reyes católicos dividieron esta Contaduría Mayor
en dos contadurías, la de Hacienda que se encargaría de regular el recaudo y la
distribución de las rentas, y la de Cuentas propiamente dicha.

Con Carlos V llegó a la península la influencia del modelo de finanzas de los países bajos.
Éste se vio plasmado en las Ordenanzas de la Coruña de 1554, en las cuales se dispuso
que la Contaduría Mayor de Cuentas estaría constituida por tres letrados quienes, en
compañía de dos ministros del Consejo Real, serían los encargados de resolver los pleitos.
También se estipuló que la revisión de las cuentas debía hacerse en el lugar de actuación
de los agentes que manejaban dineros públicos.

Más tarde, con la subida al trono de Felipe II, se dictaron las Ordenanzas de El Pardo de
1569 y 1593. En las primeras se impuso la obligación de la reserva sumarial a todos los
miembros de la Contaduría General. Con las segundas se creó el Consejo de Hacienda,
se suprimió la Contaduría Mayor de Hacienda y se estableció un tribunal de oidores
encargado de juzgar los pleitos relacionados con la Hacienda Real. Con Felipe III este
Consejo de Hacienda se fusionó con la Contaduría Mayor de Cuentas, creando un solo
Tribunal para juzgar los asuntos relativos a las finanzas públicas.

La llegada al poder en el siglo XVIII de los Borbones implicó un cambio en la estructura


normativa, que se caracterizó por un fuerte proceso de centralización, en el cual Felipe V
dio al Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas una nueva organización e implementó
además la institución del superintendente general de hacienda, personaje éste que
representa en la administración pública el típico funcionario comisionado del poder
central, al cual le asignaban sus tareas por una comisión temporal, en la que siempre se le
otorgaron facultades judiciales en materia tributaria.

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Con Fernando VII, en 1828, se dictó una Real Cédula en la que apareció la figura del
Tribunal Mayor de Cuentas, organismo encargado de funciones revisoras y judiciales
dependiente del Ministerio de Hacienda. Allí se reguló que las sanciones aplicadas por
este Tribunal podían ser pecuniarias y personales, estas últimas para el caso de que los
funcionarios que tenían que rendir cuentas no lo hicieran o lo hicieran defectuosamente.

Esta institución perduró a lo largo de los siglos XIX y XX, cambiando a veces de nombre,
y está consagrada actualmente en la Constitución Española de 1978 en el artículo 136.

2. EL JUICIO DE CUENTAS EN LAS INDIAS

En el siglo XVI comienza la preocupación por el manejo de las cajas reales, por lo cual
se prescribió imperativamente de acuerdo con las leyes nuevas de 1542, que los oficiales
debían enviar a la Contaduría del Consejo de Indias un resumen anual de lo recibido y
gastado, un tiento anual, y una cuenta general cada tres años.

De igual manera, si lo estimaba pertinente, el Consejo de Indias podía despachar


visitadores especiales para que examinasen "las cuentas de una caja determinada o incluía
el encargo de tomar las cuentas en las instrucciones repartidas a algún visitador general."

El 10 de mayo de 1554, por medio de ordenanzas, se fijó un método único de toma de


cuentas, el cual iba a tener vigencia hasta comienzos del siglo XVII. Este sistema disponía
que la revisión sería anual y que cada tres años se revisaría la cuenta final. Esta indagación
la realizaban el presidente y dos oidores de la audiencia de la provincia o, en su defecto,
la efectuaban el gobernador con dos regidores del cabildo y el escribano del Concejo. Las
cuentas se examinaban en primer lugar con el corte y tanteo, que consistía en un examen
sumario del contenido de las arcas, que se efectuaba a comienzos de enero. Luego
continuaba la operación con su revisión minuciosa en los meses de enero y febrero. Si se
encontraba que los oficiales investigados le adeudaban alguna suma a la hacienda real,
ésta debía cobrarse en un lapso de tres días y se ingresaba en "la Caja de tres llaves de la
audiencia." Una vez finalizadas las diligencias se remitía un traslado al Consejo de Indias,
"para que, después de revisarlas, diera el finiquito o aprobación final".

Posteriormente, este sistema se combinó con el establecido al comienzo, de nombrar


comisionados especiales desde España para revisar las cuentas.

En 1560 se separó de la Real Audiencia la jurisdicción de Hacienda y esta nueva


competencia se le asignó a los oficiales reales de hacienda y más tarde a los Tribunales
de Cuentas

Por la Real Cédula de 24 de agosto de 1605 se crearon los Tribunales de Cuentas en Lima,
México y Santafé. Éstos estaban integrados por tres contadores mayores, dos ordenadores
de cuentas, dos oficiales y un portero, y fueron constituidos con el objeto de "tomar las
cuentas de las rentas y derechos que a nos pertenecen en aquellos Reynos y Señoríos, a
todos y qualquier persona en cuyo poder hubiere entrado y entrare a nuestra hacienda...".

Para conservar la autonomía y la imparcialidad, los contadores no podían casarse, sin


licencia, con hijas, hermanas o deudoras dentro del cuarto grado de los oficiales reales de
la hacienda de sus distritos, ni en general con cualquier persona que tuviera relación con
la Real Hacienda.

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Los juicios de cuentas se manejaban en primera y segunda instancia por tres jueces
oidores, por el fiscal de la Audiencia del respectivo territorio y por dos contadores. El
nombramiento de los tres jueces oidores lo debía hacer el presidente de la Audiencia y,
en ausencia de aquél, lo podían realizar los demás miembros de ésta.

Entre las atribuciones de los Tribunales estaba la de tomar las cuentas de los oficiales
reales, de los tesoreros, arrendadores, administradores fieles y tomadores de las rentas
reales. Éstos tenían que presentar una relación jurada de su gestión y, para conminarlos a
cumplir esta obligación, la Corona dispuso la pena del tres tanto: "una para el denunciante,
otra para los jueces y una última para la Cámara Real." De igual forma, si encontraban
alguna inconsistencia en la cuenta, podían apremiar a los administradores en sus personas,
bienes y fiadores. También tenían la potestad de condonar las deudas de quienes
"cumpliendo con sus obligaciones, hubieran hecho todo lo posible y se comprometieran
a continuar con las diligencias necesarias para su cobranza." Excepcionalmente podían
hacer responder a los oficiales reales no sólo de lo ingresado en caja sino también de lo
que, por obligación, éstos debían cobrar. Este último aspecto presentó muchos
inconvenientes porque los oficiales no lo pagaron casi nunca, a pesar de que el Consejo
de Indias ordenaba su cobro.

Otras competencias de los mencionados Tribunales eran las de tomar las cuentas
ordinarias que incluían las de los corregidores, tenedores de bastimentos, de pagadurías
de gente de guerra, etc. Igualmente, tenían tareas burocráticas como el reconocimiento de
los libros de memorias ordinarias y extraordinarias, de los cargos y ejecutorias, y de las
personas que tenían que rendir cuentas; tomar razón de las cédulas reales y otras
disposiciones concernientes a la Real Hacienda; revisar las cuentas que tomaban los
oficiales reales a los corregidores de sus distritos, por apelación de alguna de las partes,
etc.

El juicio de cuentas se iniciaba con un auto proferido por el Tribunal en el que se ordenaba
la presentación de las cuentas del año anterior en un término de quince días. Las cuentas
se presentaban por duplicado y con un oficio explicativo. Toda cuenta constaba de tres
partes: en primer término, se encontraba el cargo donde figuraban las rentas y los derechos
que pertenecían a la Corona; en segundo lugar, estaba la data en donde se anotaban los
pagos que se hacían; en último lugar, estaba el alcance, que era la diferencia entre el cargo
y la data. Posteriormente se declaraban presentadas las cuentas y se iniciaba el proceso
examinándolas desde un punto de vista numérico y normativo, se analizaba la legitimidad
de cada partida de la cuenta y al margen se escribía su visto bueno o se le hacían
reproches. Con todos los reproches se formaba el pliego de reparos del que se corría
traslado al que presentaba la cuenta informándole del plazo para contestarlo, contestación
que se denominaba pliego de respuesta, con la cual se sacaba la glosa definitiva aprobando
o desaprobando las partidas. Posteriormente se dictaba la sentencia o auto definitivo, que
se conformaba por una "parte considerativa, en la que se ponderaba cada uno de los
reparos y sus respuestas, y de una parte resolutiva". Aprobada y firmada la sentencia por
los miembros del Tribunal, esta providencia era ejecutiva en la persona y bienes del
responsable de la cuenta, decisión que era impugnable a través del recurso de apelación.
Cuando las obligaciones eran canceladas, se expedía un comprobante de haber presentado
la cuenta que servía para probar la cosa juzgada, la cual sólo podía ser nuevamente
examinada en caso de dolo o error de cálculo.

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En 1784 se ordenó llevar las cuentas por partida doble en tres libros denominados Manual,
Caja y Mayor, pero al parecer este método no llegó a aplicarse, según Jaramillo Uribe, ya
que, a fines de esa centuria, las cuentas se seguían manejando con el sistema del cargo y
la data.

Mariluz, refiriéndose a la eficacia de los Tribunales de Cuentas, comenta varios


inconvenientes:

Al erigirse los tres primeros Tribunales se les señaló a cada uno un distrito demasiado
extenso como para que pudiesen cumplir su cometido en forma satisfactoria. Fueron
frecuentes los atrasos en el examen de las cuentas, con lo que las defraudaciones al Fisco
tardaban en descubrirse. Las consecuencias de esas demoras eran el aumento del monto
de lo adeudado y, eventualmente, la muerte del culpable o de sus fiadores, lo que
implicaba mayores dificultades para su cobro. Los Tribunales chocaron con el problema
de la crónica escasez de personal, agravada, en ocasiones, por comisiones especiales
encargadas a sus contadores.

3. SITUACIÓN EN EL SIGLO XIX

Con el advenimiento de la Independencia el juicio de cuentas subsistió, es decir que no


hubo solución de continuidad entre el Estado absoluto y el Estado Liberal, pues se
mantuvo vigente esta institución. Es así como la Ley 51 de 1821 creó la Contaduría
General de Hacienda en reemplazo de los Tribunales de Cuentas. Allí se reglamentó que
la Contaduría tenía la jurisdicción coactiva para satisfacer los alcances líquidos e
incontestables que resultaren contra los tesoreros o administradores en las cuentas que
hubieran rendido. De igual forma, reguló que el poder ejecutivo debería expedir las
órdenes para que todos los individuos que hubieran manejado caudales públicos o que
hubieran administrado cualquier renta, presentaran sus cuentas comprobadas.

Posteriormente se expidió la Ley 197 de 1824, en la cual se suprimió la Contaduría


General de Hacienda reemplazándola por la Dirección General de Hacienda y Rentas
Nacionales. A ésta se le asignó la misión de reunir la normatividad referente al manejo
de la Hacienda Pública y, para tal fin, se estipuló que se debería unificar la manera de
llevar los libros de cuenta y razón y el fenecimiento de las cuentas. También se crearon
las contralorías departamentales, asignándoles las funciones de remitir a la Dirección
General, en los primeros días del mes de octubre, la relación de las cuentas glosadas,
sentenciadas y fenecidas, así como también los resultados de cada juicio y se les asignó
la competencia para ejecutar por la jurisdicción coactiva las cuentas fenecidas.

Hay que resaltar que estas dos primeras leyes se redactan en la época de la Gran
Colombia, en la que la situación fiscal era bastante dramática debido al endeudamiento
causado por la Independencia. Adicionalmente, el manejo de la Hacienda Pública no era
muy eficiente, lo que motivó a que el general Santander prescribiera que los empleados
que estuvieran inmersos en actividades de corrupción pudieran ser destituidos con la sola
sospecha, regulación que fue ratificada por el Congreso en 1826, pero que no tuvo mucha
eficacia, ya que muy pocos funcionarios fueron sancionados.

En 1832 se expidió la Ley 736, con la que se restableció la Contaduría General de


Hacienda como organismo dependiente del poder ejecutivo, a la que se le fijó la potestad
del examen, glosa y fenecimiento de las cuentas. De igual manera se reguló que, en el

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mes de enero de cada año, los oficiales generales y principales de hacienda deberían
presentar a la Contaduría las cuentas y comprobantes de su manejo en el último año
económico, el cual comprendía desde el primero de diciembre al último día del mes de
noviembre.

Luego se promulgó la Ley 1259 de 1840, la cual reglamentó pormenorizadamente el


juicio de cuentas. En ésta se determinó que las cuentas debían ser dirigidas rotuladamente
a un contador auxiliar, quien tenía que comparar la cuenta con la del año anterior y, en el
caso de presentarse inconsistencias, debía redactar un pliego de glosas, cargos y reparos,
que se le comunicaba al afectado para que presentara sus contestaciones. Si éstas no
satisfacían, se le volvía a formular otro pliego de cargos y se esperaban nuevamente las
contestaciones, que en caso de ser satisfactorias daban lugar a la expedición del finiquito
de la cuenta; en caso contrario, se fenecía la cuenta y se elevaban a cargos líquidos
aquellos que no se hubiesen satisfecho y se hacían exigibles, teniendo la obligación el
imputado de reintegrar en el acto las sumas adeudadas. Una vez hecha esta operación se
podía expedir el finiquito.

Con la Ley 1789 de 1847 se creó la Corte de Cuentas, institución dependiente del poder
ejecutivo encargada del examen y fenecimiento de las cuentas de los responsables del
tesoro. La Corte procedía de oficio o por denuncia de parte, estaba compuesta por un juez
mayor, que era su presidente, y por seis jueces de cuentas, todos nombrados por el poder
ejecutivo. El procedimiento tenía dos instancias, la primera de las cuales se desarrollaba
ante el juez de cuentas, designado por el juez mayor. En ella se realizaba un examen
minucioso de la cuenta y, en caso de que se encontraran glosas que hacer, éstas tenían
que comunicarse al afectado para que las contestara; si no se tenían observaciones que
formular, se procedía al finiquito. Una vez analizadas las contestaciones, y, si éstas no
desvanecían los cargos, se procedía al fenecimiento, deduciendo el alcance que resultaba
a cargo del responsable del erario. La segunda instancia se daba por apelación ante la
Corte. Una vez resuelto el recurso, la Corte hacía exigible la suma adeudada al erario
público, en caso contrario, ella misma expedía el finiquito.

En 1858 se expidió la Ley 2440; con ella, las funciones que anteriormente desempeñaba
la Corte de Cuentas pasaron a un nuevo organismo denominado Oficina General de
Cuentas. Ésta se componía de cuatro contadores nombrados por el Congreso por mayoría
absoluta, para un periodo de cuatro años, pudiendo ser reelegidos inmediatamente. En
esta norma se definió qué funcionarios eran responsables del erario nacional, entre ellos
estaban el tesorero general de hacienda, el administrador general de correos, los
administradores principales de hacienda, los administradores de aduanas, de salinas y de
casas de moneda, los pagadores de guerra, etc. También se reguló el juicio de cuentas
prescribiendo que los responsables del erario nacional debían formar cada mes las cuentas
y debían remitirlas a la oficina general, las cuales, una vez recibidas, eran comparadas
con su inventario y se le pasaban al contador para su examen y fenecimiento en primera
instancia. Si aparecían inconsistencias, el contador redactaba un pliego de reparos o
contracuenta al investigado para que éste lo contestara; una vez vencido el término de las
contestaciones se absolvía a los imputados de los cargos que hubieran sido desvirtuados
y se elevaba a alcance líquido por el valor de los cargos no satisfechos. Contra este auto
de fenecimiento procedía el recurso de apelación ante la Oficina General de Cuentas,
recurso que sólo era aceptado si se había consignado en la Oficina encargada del recaudo
la suma adeudada. La apelación se resolvía examinando las glosas y el fenecimiento de
primera instancia, así como las contestaciones, sin pedir nuevas explicaciones al

24
responsable. Si la decisión era confirmatoria, el fallo se ejecutaba directamente por la
Oficina General, en caso contrario, si se absolvía al imputado, se le expedía el finiquito y
se le devolvía la suma consignada.

Posteriormente se promulgaron dos Leyes, la 68 de 1866, por la que se reguló una nueva
organización de la Hacienda Pública, conservando como ente fiscalizador a la Oficina
General de Cuentas, pero conformada por cinco miembros elegidos por el poder
legislativo; y la 106 de 1873, que funcionó como Código Fiscal recopilando toda la
legislación anterior. En ésta se mantuvo la Oficina General como el principal ente de
fiscalización y se siguió con la rendición mensual de cuentas por parte de los responsables
del erario, incluyendo dentro de éstos a los particulares que manejaban fondos públicos.
Consagró igualmente la rendición anual de cuentas para los agentes diplomáticos y
consulares, debiendo presentar la cuenta en el mes de septiembre de cada año. Por otro
lado, se definió el juicio de cuentas como la observancia de reglas para averiguar si los
responsables del erario habían sido cumplidores de su deber en la recaudación de las
rentas y en la formación, rendición y comprobación de sus cuentas. También reguló una
tercera instancia contra el fallo de la sala de apelación de la Oficina General de Cuentas,
estableciendo otro recurso de apelación ante la Corte Suprema Federal.

En el periodo de la Regeneración se promulgó la Ley 36 de 1898 con la que se restableció


la Corte de Cuentas, organismo compuesto por diez magistrados, cinco nombrados por el
Senado y cinco por la Cámara de Representantes, para un periodo de cuatro años.

Casos Destacados de la Contraloría General de la República

Acciones de control CGR

Mediante Nota de Prensa N° 07-2014-CG/COM (enlace roto disponible en Internet


Archive; véase el historial y la última versión)., se comunicó que la Contraloría denunció
penalmente a ex funcionarios que habrían favorecido indebidamente a un consorcio
durante el proceso de selección internacional convocado por US$ 79.8 millones, para la
elaboración del “Estudio de factibilidad para obras hidrológicas del río Puyango-Tumbes;
y, diseño definitivo y ejecución de las obras comunes del proyecto binacional Puyango-
Tumbes”.

Mediante Nota de Prensa N° 20-2014-CG/COM (enlace roto disponible en Internet


Archive; véase el historial y la última versión)., se comunicó que atendiendo a la denuncia
de la Contraloría, el Ministerio Público formalizó investigación preparatoria contra las
autoridades y funcionarios del Gobierno Regional de Tumbes, quienes habrían
ocasionado millonarias pérdidas de fondos públicos al haber reconocido ilegalmente una
liquidación (mediante una conciliación realizada dentro de un proceso arbitral) a una
empresa por un conjunto de obras de saneamiento que había dejado inconclusas, las que
guardan relación con el proyecto “Mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable
de los distritos de Corrales, San Jacinto, Pampas de Hospital y San Juan de la Virgen del
departamento de Tumbes”.

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Mediante Nota de Prensa N° 22-2014-CG/COM (enlace roto disponible en Internet
Archive; véase el historial y la última versión)., se comunicó que sobre la base de la
acción de la Contraloría General de la República, el Ministerio Público formalizó
investigación penal preparatoria contra el Presidente Regional de Cajamarca, además de
varios funcionarios públicos y contratistas del Estado, al haberse evidenciado de la
revisión a los archivos de Proregión la existencia de múltiples irregularidades en 11
procesos de contratación de obras y servicios (construcción y remodelación de hospitales,
obras de electrificación, muros de contención, entre otros) que representan una inversión
de 130 millones de nuevos soles.

Mediante Nota de Prensa N° 30-2014-CG/COM (enlace roto disponible en Internet


Archive; véase el historial y la última versión)., se comunicó que la Contraloría denunció
penalmente a Funcionarios del Gobierno Regional de Loreto, por el presunto delito de
Peculado, quienes habrían hecho uso irregular de más de 7 millones de nuevos soles
provenientes del 12% del canon petrolero que deben ser destinados exclusivamente al
otorgamiento de créditos promocionales en beneficio de productores agrarios, pecuarios
y pesqueros de la zona, y a la ejecución de obras de infraestructura en su apoyo.

BIBLIOGRIA

http://doc.contraloria.gob.pe/transparencia/

https://es.wikipedia.org/wiki/Contraloría_General_de_la_República_del_Perú

https://elcomercio.pe/noticias/contraloria-general-de-la-republica

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