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OYAGAR TOMAS (1977) Con respecto al carácter accesorio de la cláusula compromisoria, hay
discrepancias en la doctrina señala por ejemplo que “Si bien el origen práctico de esta
preparación del arbitraje fue la estipulación accesoria que se insertaba en el contrato principal,
al generalizarse se le hizo objeto, en muchas ocasiones de un pacto autónomo, por lo que la
denominación de ‘cláusula compromisoria’ perdía ya toda propiedad y era, en cambio, la de un
contrato preliminar o preparatorio la más adecuaday consecuente con la esencia de la
institución”.
Sobre esto habría que decir que el carácter accesorio de la cláusula compromisoria no lequita
su carácter contractual. La cláusula compromisoria es un contrato dentro delcontrato principal
y por lo tanto es un contrato accesorio. Es más, es accesorio y preliminar o preparatorio a la
contratación de un arbitraje.
LOHMANN LUCA DE TENA (1987) Afirma que “La doctrina se ha preguntado sobre
“Realmente, nada obsta que la cláusula compromisoria, acuerdo pre arbitral o comoquiera
denominarse, tenga el mismo contenido que el compromiso contratar el arbitraje, con la
salvedad de la indicación de la materia controvertida. De ser así, ya no sería necesario otro
convenio adicional, pues suscitado el conflicto cualquiera de las partes solicitaría de la otra y
de los árbitros la suscripción de un documento que, a la par de detallar las cuestiones
litigiosas, constituye acta de misión de los árbitros”.
BRISEÑO HUMBERTO (1989) Sin embargo, hay algunos autores que justifican esta
“ruta decimonónica” de la cláusula compromisoria. Humberto Briseño sostiene que la cláusula
compromisoria tendría su razón de ser en y por increíble que parezca la facilitación del
arbitraje y esto porque, según él, es el momento más adecuado para que converjan voluntades
a favor del arbitraje y se evite así ahuyentar a las partes con la determinación detallada de
todos los requisitos y circunstancias que son necesarios cumplir para que este se configure en
la realidad. Por supuesto que no compartimos
las justificaciones de Briseño para con la pertinencia de la cláusula compromisoria.
Novemos qué dificultad puede haber en, si se quiere realmente que los problemas
derivadosde un contrato determinado se resuelvan por un arbitraje, contratar en el mismo
contrato principal la sustracción a la jurisdicción estatal y especificar la jurisdicción arbitral
a laque se someterá el hipotético conflicto, así como el procedimiento por el cual sedesignarán
los árbitros, que son básicamente los requisitos necesarios para contratar unarbitraje. Es más,
muy por el contrario de facilitar un arbitraje como sostiene Briseño, lacláusula compromisoria
lo aleja.
DE TRAZEGNIES FERNANDO (1989) Explica por qué como es evidente, cuando corresponde
otorgar el compromiso arbitral contratar el arbitraje, las partes se encuentran en un estado de
ánimo radicalmente diferente de aquel que prevalecía cuando suscribieron la cláusula
compromisoria. Ya no están en el mejor momento de sus relaciones (…) No es, pues, la ocasión
ideal para pedirles un nuevo acuerdo de voluntades. Aquella parte que siente que gana con la
indefinición de la controversia hará todo lo posible por dilatar la situación y entorpecer el
arbitraje (…). De esta manera ganará tiempo y fatigará al adversario”.
Todo el Título XI del Código Civil Cláusula Compromisoria y Compromiso Arbitral, artículos
1906 a 1922 fue derogado por la Primera Disposición Final de la Ley General de Arbitraje
(Decreto Ley 25935, promulgado el 7 de noviembre de 1992 y publicado en el Diario Oficial
El Peruano el 10 de diciembre de 1992). Posteriormente, el Decreto Ley25935 fue derogado
por la Ley General de Arbitraje (Ley 26572, promulgada el 3 de enero de 1996 y publicada por
el Diario Oficial El Peruano el 5 de enero de 1996).Simplemente para la cultura jurídica del
lector, decía el artículo 1906.
“Artículo 1906.
Las partes pueden obligarse mediante un pacto principal o una estipulación accesoria, acelebr
ar en el futuro un compromiso arbitral. En tal caso, no se requiere la designación de árbitros.
Es obligatorio fijar la extensión de la materia a que habrá de referirse el arbitraje. No es de
aplicación a la cláusula compromisoria lo dispuesto en el artículo 1416”
Que “La cláusula compromisoria conocida también como convenio preliminar puede, pues,
conceptuarse como acuerdo o estipulación autónoma por la cual dos o más partes interesadas
en una relación jurídica existente y determinada, deciden someter a arbitraje sus posibles
diferencias futuras que surjan de tal relación. Esto supone, en primer lugar, que el convenio
estatuye sobre previsiones que pueden o no realizarse. En segundo lugar, implícitamente
equivale a decir que si la hipótesis se presenta, las partes se sustraen de la jurisdicción estatal”.
DANTE BARRIOS (1956) Escribe en el mismo sentido aduciendo que la cláusula compromisoria
determina la necesidad del arbitraje, ya que las partes no tienen la libertad para recurrir ante
los tribunales, en el supuesto que surja un conflicto entre ellas; así, “en principio
deben comprometer; o sea que están bajo la imposición de acudir al arbitraje”.
CANTUARIAS SALAVERRY Fernando y Manuel ARAMBURÚ ÍZAGA (1994) cuando, deduciendo
las características de la cláusula compromisoria afirman que, en primer lugar, es un pacto por
el cual las partes acuerdan sustraerse de la intervención del Poder Judicial”, para luego decir
lo mismo del compromiso arbitral contratar el arbitraje, del que afirman.
DANTE BARRIOS (1956) Escribe en el mismo sentido aduciendo que la cláusula compromisoria
determina la necesidad del arbitraje, ya que las partes no tienen la libertad para recurrir ante
los tribunales, en el supuesto que surja un conflicto entre ellas; así, “en principio
deben comprometer; o sea que están bajo la imposición de acudir al arbitraje”.
GASPAR SILVIA (1998) precisa que, por relación jurídica se debe entender una situación de
poder y deber concretos en la que resultan vinculados determinados sujetos. Esto implica que
alguno de ellos se halle facultado por el ordenamiento jurídico a exigirá otro una conducta que
deberá cumplir este último. Comentando la legislación española, Gaspar sostiene que las
relaciones jurídicas pueden ser contractuales o no, por lo que no solo los conflictos surgidos
como consecuencia de los contratos son susceptibles de ser sometidos a arbitraje, sino
también las controversias que se produzcan respecto de las obligaciones que tienen su fuente
en la ley, los cuasicontratos o el ilícito penal o civil.
Nuestra Ley General de Arbitraje en su artículo noveno adopta la posición de que las
relaciones jurídicas arbitrables pueden ser contractuales o no. Hemos sido cautos en no
calificar como hecho “futuro e incierto” a la controversia que deberá ser objeto de solución. Y
esto porque para la doctrina de los contratos un hecho “futuro e incierto” es aquel cuya
ocurrencia es ajena a la voluntad de las partes. Por el contrario, la controversia no
necesariamente es excéntrica a esta voluntad, lo que no quita que en la contratación arbitral
expresada en la cláusula, su ocurrencia tenga características futuras porque no se ha
producido en el pasado ni en el presente e inciertas porque nadie puede tener la certeza de
que se produzca.
En esa línea están Garsonnet y Cézar Bru que consideran que los poderes de los árbitros solo
pueden deducirse de un contrato de mandato. Merlín sostiene lo mismo, que la actividad de
los árbitros deriva del ejercicio de un mandato otorgado a través de un compromiso. VARGAS
FERNANDO (1964).
Hemos utilizado el ejemplo de una controversia surgida de una relación jurídica contractual
por ser esta la más común de las que se arbitran. Empero, nada obsta para que el contrato de
arbitraje sobre controversia producida se refiera a la controversia de una relación jurídica no
contractual. Una excepción a esta regla es la poco frecuente posibilidad de que una vez
producida una controversia en una relación jurídica contractual en la que no se previó cláusula
arbitral alguna, las partes inserten en el contrato principal una cláusula arbitral contratando así
un arbitraje para una controversia en curso
Hemos utilizado el ejemplo de una controversia surgida de una relación jurídica contractual
por ser esta la más común de las que se arbitran. Empero, nada obsta para que el contrato de
arbitraje sobre controversia producida se refiera a la controversia de una relación jurídica no
contractual. Una excepción a esta regla es la poco frecuente posibilidad de que una vez
producida una controversia en una relación jurídica contractual en la que no se previó cláusula
arbitral alguna, las partes inserten en el contrato principal una cláusula arbitral contratando así
un arbitraje para una controversia en curso. El tratadista DUNSHEE (1982) por ejemplo utiliza
como sinónimos acuerdo
arbitral, pacto arbitral o convenio arbitral, a los que califica como género de la cláusulacompro
misoria y el compromiso arbitral, que son las especies. La palabra contrato no figura para nada
y poco sabemos con esta clasificación cuáles de todos estos eufemismos son contratos de
arbitraje, o si se prefiere, a través de cuál se contrata un arbitraje.
LOHMANN LUCA DE TENA (1987) Juan Guillermo. El Arbitraje. Biblioteca Para leer el Código
Civil, Volumen V. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú DE
TRAZEGNIES FERNANDO (1989) Los conceptos y las cosas: vicisitudes peruanas de la cláusula
compromisoria y el compromiso arbitral. En: El Arbitraje en el Derecho Latinoamericano y
español. Lima: Cultural Cuzco. BRICEÑO, Humberto (1989) El arbitraje comercial en México. En:
El Arbitraje en el Derecho Latinoamericano y español. Lima Cultural Cuzco BARRIOS DE
ANGELES, Dante (1956). El juicio arbitral. Montevideo: Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
de la Universidad de Montevideo. CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando y Manuel ARAMBURÚ
ÍZAGA (1994) El Arbitraje en el Perú: Desarrollo actual y perspectivas futuras. Lima: Fundación
M.J. Bustamante De la Fuente. GASPAR SILVIA (1998) El ámbito de aplicación del arbitraje.
Navarra: Aranzandi, 1998.VARGAS, Fernando. (1964) Naturaleza Jurídica del Arbitramento
Civil. Tesis para optar el grado académico de doctor en Ciencias Jurídicas. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana DUNSHEE, C. El acuerdo arbitral. En: El Arbitraje Comercial en
Iberoamérica. Madrid: Instituto de Cooperación Iberoamericana y el Consejo Superior de las
Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España.
Teoría Contractualista.-
Esta teoría se fundamenta en el sentido que "el arbitraje es equiparable a un contrato
privado, como una manifestación más de soberanía y poder de disposición de las partes sobre
sus relaciones jurídicas, sometiendo la solución de determinadas controversias a la decisión de
uno o más árbitros." CERVANTES MARIVEL (20003).
Teoría Jurisdiccional. -
Al respecto la Dra. Canduelas Cervantes y otras manifiestan que la teoría se sustenta en "la
idea del elemento jurisdiccional o procesal del arbitraje pone el acento en el carácter o función
decisoria al juez subraya el rasgo acerca de la equivalencia entre la sentencia y el laudo.
"SERRA DOMINGUEZ (1996), manifiesta que "el laudo arbitral es el resultado de una actividad
jurisdiccional. Consecuentemente con el concepto de jurisdicción que propugna,
considera que históricamente es anterior a la legislación, y por tanto, su noción independiente
de la atribución por parte del Estado a unos órganos determinados. El órgano es irrelevante; lo
interesante es la función y los efectos de ésta. En su argumentación aporta toda una serie de
razones para sostener la jurisdiccionalidad del arbitraje, de las que destaca la
concurrencia simultanea de juicio y cosa juzgada"
Teoría Ecléctica. -
Sobre el particular, la Dra., manifiesta que "considera al arbitraje como una institución de
naturaleza contractual, en su origen, pero jurisdiccional en sus efectos. Destacando
este carácter, se dice que el arbitraje es para-jurisdiccional
o cuasi- jurisdiccional, o es calificado como un equivalente jurisdiccional." LEDESMA NARVAEZ
(2009)
Teoría Autónoma. -
Consiste en que "como una institución independiente, la cual existe ante la necesidad de crear
espacios necesarios para la solución de conflictos fuera del aparato jurisdiccional del Estado."
CANTUARIAS SALAVERRY (1994)
LEDESMA NARVAES (2009) El Tribunal Constitucional, sobre la naturaleza del arbitraje, asumió
la teoría jurisdiccionalista, ello se infiere de la lectura del considerando12, de la sentencia STC
N° 6167-2006-PHC-Lima (Fernando Cantuarías Salaverry con la Cuarta Sala Penal con reos
libres de la Corte de Lima), cuyo texto es "12 El reconocimiento de la jurisdicción arbitral
comporta la aplicación a los tribunales arbitrales de las normas constitucionales y, en
particular, de las prescripciones del artículo139º de la de Constitución, relacionadas a los
principios y derechos de la función jurisdiccional.
Por ello, el Tribunal considera y reitera la protección de la jurisdicción arbitral, en el ámbito de
sus competencias, por el principio de "no interferencia" referido en el inciso 2) del artículo
constitucional antes citado, que prevé que ninguna autoridad
puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional, ni interferir en elejercicio de
sus funciones. Los tribunales arbitrales, por consiguiente, dentro del ámbito de
su competencia, se encuentran facultados para desestimar cualquier intervención y/o
injerencia de terceros incluida autoridades administrativas y/o judiciales destinada a avocarse
a materias sometidas a arbitraje, en mérito a la existencia de un acuerdo arbitral y la decisión
voluntaria de las partes"
ANGELATS LUIS (1997), sostiene al afirmar que, "La naturaleza jurisdiccional delarbitraje es
plenamente compatible con su fundamento contractual. El Contrato explica la posibilidad
de acudir al arbitraje en el caso concreto. La jurisdiccionalidad explica que tras la aceptación,
los árbitros no vean condicionado, ni el desarrollo de su actuación, ni el alcance vinculante de
su decisión a la posterior anuencia de las partes."
CAIVANO ROQUE (2007), sobre la naturaleza jurisdiccional del arbitraje manifiesta que "El
arbitraje es una forma de "justicia privada". Lo que pretende significarse a través de esa
expresión– que no tiene connotaciones políticas o ideológicas es que se trata de una actividad
jurisdiccional ejercida por particulares que no integran los órganos del Poder Judicial de un
Estado. La naturaleza jurisdiccional del arbitraje es hoy incuestionable, ya que en
el desempeño de la misión que toca a los árbitros se encuentran las características propias de
aquélla: al fin y al cabo, la jurisdicción no es sino la función de administrar justicia."
QUIÑONEZ ALAYZA (2010), afirma que, "Al respecto Linares y Díaz Candia, señalan que
habiendo obtenido reconocimiento a nivel constitucional la jurisdicción arbitral, los árbitros
comparten los mismos derechos y obligaciones de los jueces. "En forma similar sobre el
arbitraje al manifestar que "Es uno de los mecanismos más antiguos de solución de conflictos,
según el cual las partes someten su divergencia a la opinión ilustrada de un árbitro, que actúa
como si fuera un juez, pero con la diferencia que ha sido escogido por las partes y se le ha
revestido de facultad de juzgamiento." SIERRALTA RÍOS (2009)
En conclusión, respecto a la naturaleza del arbitraje, nuestro país con el pronunciamiento del
Tribunal Constitucional, ha adoptado la teoría jurisdiccionalista, ya que los árbitros también
administran justicia, por imperio de la Constitución Políticay que la principaldiferencia con la
justicia ordinaria, está en que las partes, fijan las reglasdel procedimientoarbitral, en el caso de
arbitraje Ad Hoc y se sujetan a las reglas de uncentro de arbitraje, para el caso de arbitraje
Institucional, en ambos casos las partes se someten voluntariamente a la jurisdicción del
Tribunal Arbitral y al resultado de su pronunciamiento.
CONVENIO ARBITRAL
CANTUARIAS SALAVERRY (2007), explica que su actual concepción data delConvenio de Nueva
York, al referirse que, "a partir del Convenio sobre Reconocimientoy Ejecución de las
Sentencias Arbitrales Extranjeras, conocido como la Convención
de Nueva York de 1958, en su artículo II establece que 1.- Cada uno de los EstadosContratantes
reconocerá el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se obliguen a someter a arbitraje
todas las diferencias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto a una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual, concerniente a un asunto que
pueda ser resuelto por arbitraje. 2.- La expresión acuerdo por escrito denotará una cláusula
compromisoria incluida en un contrato o en un compromiso, firmados por las partes o
contenidas en un canje de cartas o telegramas". A cerca del Convenio de Nueva York, nuestro
país mediante Resolución Legislativa N° 24810 publicada el 25 de mayo de 1988,
aprobó la Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras", adoptada en Nueva York el 10 de junio de 1958.BERNARDO SAN JOSÉ (2002),
manifiesta que, "tiene su base en la autonomía de la voluntad, y sus requisitos de constitución,
validez y eficacia se rigen, en principio, por los correspondientes preceptos del Código Civil."La
misma autora nos informa en el sentido que "El convenio arbitral tiene origen privado, pero a
de producir sus efectos en una esfera, la procesal, en la que predomina el interés público (al fin
al cabo, el Estado es un último término el garante de una ordenada y eficaz resolución de los
conflictos intersubjetivos que evite la autotutela) y en la que subyace, en todo caso, la
renuncia(parcial, eso sí) al derecho fundamental a obtener la tutela de jueces y tribunales."
RAMOS MÉNDEZ (2007), al afirmar que, "el convenio arbitral no es más que un pactoo una
cláusula contractual de la que se desprende la opción de las partes por elarbitraje"Tal parecer
en términos más amplios también, es compartido por el Dr. SotoCoaguila, acerca del convenio
arbitral al referirse que, "El convenio arbitral puede pactarse como parte integrante del
contrato (por ejemplo, como una cláusula del contrato)o como un acuerdo independiente. Las
partes tienen la libertadde pactar el convenio arbitral al tiempo de celebrar el contrato e
insertarlo como una cláusula o pactarlo con posterioridad, exista o no conflicto entre las
parte."
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137715701-Contrato-de-Obra-subc(1).doc
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18
MONOGRAFIA
“LOS
CONTRATOS DE CLAUSULA
COMPROMISORIA”
“COMPROMISO
ARBITRAL
–
2018
CLAUSULA COMPROMISORIA
compromisoria, hay discrepancias en la doctrina señala por ejemplo que “Si bien el origen
práctico de esta preparación del arbitraje fue la estipulación accesoria que se insertaba enel
contrato principal, al generalizarse se le hizo objeto, en muchas ocasiones de un pacto
autónomo, por lo que la denominación de ‘cláusula compromisoria’ perdía ya toda
”.
Sobre esto habría que decir que el carácter accesorio de la cláusula compromisoria no lequita
su carácter contractual. La cláusula compromisoria es un contrato dentro delcontrato principal
y por lo tanto es un contrato accesorio. Es más, es accesorio y preliminar o preparatorio a la
contratación de un arbitraje.Discrepamos pues con Oyagar cuando pretende que, en razón de
la generalización de lacláusula compromisoria dentro de los contratos principales, esta se
convierte en una suertede pacto autónomo. Nada tiene que ver la generalización con la
autonomía. La únicahipótesis para que la autonomía se produzca en el caso de la cláusula
compromisoria esque este deje de ser cláusula referida a un contrato principal y devenga ella
misma encontrato principal, lo que significa que sea preliminar y preparatorio a la contratación
deun arbitraje no para los problemas que pudiesen suscitarse de un contrato
determinado,sino de cualquier contrato que celebren en un futuro las partes de este
contrato preparatorio.
LOHMANN LUCA DE TENA (1987) Afirma que “La doctrina se ha preguntado sobre
documento que, a la par de detallar las cuestiones litigiosas, constituye acta de misión de
los árbitros”
.DE TRAZEGNIES FERNANDO (1989) Sobre este despropósito comenta Fernando deTrazegnies
que llegado el día del problema, las partes no pueden acudir directamente alárbitro, aun
cuando este se encontrara ya nombrado desde el inicio de la cláusulacompromisoria y las
reglas del arbitraje hubiesen sido igualmente determinadas deantemano. Previamente, las
partes deben suscribir un nuevo acuerdo el compromisoarbitral en el que precisan los alcances
de su controversia y la colocan expresamente enmanos del árbitro.BRISEÑO HUMBERTO
(1989) Sin embargo, hay algunos autores que justifican esta
isoria. Humberto Briseño sostiene que lacláusula compromisoria tendría su razón de ser en y
por increíble que parezca lafacilitación del arbitraje y esto porque, según él, es el momento
más adecuado para queconverjan voluntades a favor del arbitraje y se evite así ahuyentar a las
partes con ladeterminación detallada de todos los requisitos y circunstancias que son
necesarioscumplir para que este se configure en la realidad. Por supuesto que no compartimos
las justificaciones de Briseño para con la pertinencia de la cláusula compromisoria. Novemos
qué dificultad puede haber en, si se quiere realmente que los problemas derivadosde un
contrato determinado se resuelvan por un arbitraje, contratar en el mismo contrato principal
la sustracción a la jurisdicción estatal y especificar la jurisdicción arbitral a laque se someterá el
hipotético conflicto, así como el procedimiento por el cual sedesignarán los árbitros, que son
básicamente los requisitos necesarios para contratar unarbitraje. Es más, muy por el contrario
de facilitar un arbitraje como sostiene Briseño, lacláusula compromisoria lo aleja.DE
TRAZEGNIES FERNANDO (1989) Explica por qué como es evidente, cuandocorresponde otorgar
el compromiso arbitral contratar el arbitraje, las partes se encuentranen un estado de ánimo
radicalmente diferente de aquel que prevalecía cuando suscribieronla cláusula compromisoria.
Ya no están en el mejor momento de s
us relaciones (…) No
es, pues, la ocasión ideal para pedirles un nuevo acuerdo de voluntades. Aquella parte
quesiente que gana con la indefinición de la controversia hará todo lo posible por dilatar la
adversario”.
Todo el Título XI del Código Civil Cláusula Compromisoria y Compromiso Arbitral,artículos 1906
a 1922 fue derogado por la Primera Disposición Final de la Ley Generalde Arbitraje (Decreto
Ley 25935, promulgado el 7 de noviembre de 1992 y publicado enel Diario Oficial El Peruano el
10 de diciembre de 1992). Posteriormente, el Decreto Ley25935 fue derogado por la Ley
General de Arbitraje (Ley 26572, promulgada el 3 deenero de 1996 y publicada por el Diario
Oficial El Peruano el 5 de enero de 1996).Simplemente para la cultura jurídica del lector, decía
el artículo 1906.
partes pueden obligarse mediante un pacto principal o una estipulación accesoria, acelebrar
en el futuro un compromiso arbitral. En tal caso, no se requiere la designaciónde árbitros. Es
obligatorio fijar la extensión de la materia a que habrá de referirse elarbitraje. No es de
aplicación a la cláusula compromisoria lo dispuesto en el artículo
1416”.
los tribunales, en el supuesto que surja un conflicto entre ellas; así, “en
decir lo mismo del compromiso arbitral contratar el arbitraje,del que afirman.GASPAR SILVIA
(1998) precisa que, por relación jurídica se debe entender unasituación de poder y
deber concretos en la que resultan vinculados determinados sujetos.Esto implica que alguno
de ellos se halle facultado por el ordenamiento jurídico a exigira otro una conducta que deberá
cumplir este último. Comentando la legislación española,Gaspar sostiene que las relaciones
jurídicas pueden ser contractuales o no, por lo que nosolo los conflictos surgidos como
consecuencia de los contratos son susceptibles de sersometidos a arbitraje, sino también las
controversias que se produzcan respecto de lasobligaciones que tienen su fuente en la ley, los
cuasicontratos o el ilícito penal o
civil. Nuestra Ley General de Arbitraje en su artículo noveno adopta la posición de que lasrelaci
ones jurídicas arbitrables pueden ser contractuales o no. Hemos sido cautos en no
deberá ser objeto desolución. Y esto porque para la doctrina de los contra
aquel cuya ocurrencia es ajena a la voluntad de las partes. Por el contrario, la controversiano
necesariamente es excéntrica a esta voluntad, lo que no quita que en la contrataciónarbitral
expresada en la cláusula, su ocurrencia tenga características futuras porque no seha producido
en el pasado ni en el presente e inciertas porque nadie puede tener la certezade que se
produzca.CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando y Manuel ARAMBURÚ ÍZAGA (1994) queen caso
de no existir pacto, las leyes suelen establecer que el número de árbitros seráimpar,
normalmente tres. A falta de acuerdo entre las partes, la Ley suele establecermecanismos
supletorios de nombramiento, siendo el más común aquel por el cual cada parte nombra un
árbit
En esa línea están Garsonnet y Cézar Bru que consideran que los poderes de los árbitrossolo
pueden deducirse de un contrato de mandato. Merlín sostiene lo mismo, que laactividad de
los árbitros deriva del ejercicio de un mandato otorgado a través de uncompromiso. VARGAS
FERNANDO (1964).
Hemos utilizado el ejemplo de una controversia surgida de una relación jurídicacontractual por
ser esta la más común de las que se arbitran. Empero, nada obsta para queel contrato de
arbitraje sobre controversia producida se refiera a la controversia de unarelación jurídica no
contractual.Una excepción a esta regla es la poco frecuente posibilidad de que una vez
producida unacontroversia en una relación jurídica contractual en la que no se previó cláusula
arbitralalguna, las partes inserten en el contrato principal una cláusula arbitral contratando así
unarbitraje para una controversia en cursoEl tratadista DUNSHEE (1982) por ejemplo utiliza
como sinónimos acuerdo
arbitral, pacto arbitral o convenio arbitral, a los que califica como género de la cláusulacompro
misoria y el compromiso arbitral, que son las especies. La palabra contrato nofigura para nada
y poco sabemos con esta clasificación cuáles de todos estos eufemismosson contratos de
arbitraje, o si se prefiere, a través de cuál se contrata un arbitraje.CANTUARIAS SALAVERRY,
FERNANDO Y MANUEL ARAMBURÚ ÍZAGA(1994) comentando el artículo 1909 del Código Civil
de 1984, sostienen que entre lascaracterísticas de
En segundo término, este acuerdo debecelebrarse necesariamente una vez haya surgido un
conflicto entre las partes. Comoconsecuencia de esto, la ley exige que se precisen los términos
exactos de la
controversia”
Cantuarias y Aramburú señalan que “En muy simples palabras el término ‘convenioarbitral’
contrato”
Teoría Contractualista.-
Esta teoría se fundamenta en el sentido que "el arbitraje esequiparable a un contrato privado,
como una manifestación másde soberaníay poderde disposición de las partes sobre sus
relaciones jurídicas,sometiendo la solución de determinadas controversias a la decisión de uno
o másárbitros." CERVANTES MARIVEL (20003).ROCA A (1992), El mayor fundamento acerca de
la tesiscontractualista, consiste enque "el arbitraje se encuentra en el ámbito del derecho
privado; así como es privado elnegocio jurídico de que los árbitros derivan sus facultades, así
es privada su función,
así son de derecho privado las relaciones que se engendran entre ellos y las partes, ydel mismo
modo lo es el laudo que dictan."
Teoría Jurisdiccional. -
Teoría Ecléctica. -
Teoría Autónoma. -
Consiste en que "como una institución independiente, la cualexiste ante la necesidad de crear
espacios necesarios para la solución de conflictosfuera del aparato jurisdiccional del Estado."
CANTUARIAS SALAVERRY (1994)LEDESMA NARVAES (2009) El Tribunal Constitucional, sobre la
naturaleza delarbitraje, asumió la teoría jurisdiccionalista, ello se infiere de la lecturadel
considerando12, de la sentencia STC N° 6167-2006-PHC-Lima (Fernando Cantuarías Salaverry
conla Cuarta Sala Penal con reos libres de la Corte de Lima), cuyo texto es "12
Elreconocimiento de la jurisdicción arbitral comporta la aplicación a los tribunalesarbitrales de
las normasconstitucionales y, en particular, de las prescripciones del artículo139º de la
de Constitución, relacionadas a los principios y derechosde la función jurisdiccional.
Por ello, el Tribunal considera y reitera la protección de la jurisdicciónarbitral, en el ámbito de
sus competencias, por el principio de "no interferencia" referidoen el inciso 2) del artículo
constitucional antes citado, que prevé que ninguna autoridad
puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional, ni interferir en elejercicio
de sus funciones. Los tribunales arbitrales, por consiguiente, dentro del ámbitode
su competencia, se encuentran facultados para desestimar cualquier intervención
y/oinjerencia de terceros incluida autoridades administrativas y/o judiciales destinada
aavocarse a materias sometidas a arbitraje, en mérito a la existencia de un acuerdo arbitraly la
decisión voluntaria de las partes"ANGELATS LUIS (1997), sostiene al afirmar que, "La
naturaleza jurisdiccional delarbitraje es plenamente compatible con su fundamento
contractual. El Contrato explica la posibilidad de acudir al arbitraje en el caso concreto. La
jurisdiccionalidad explica quetras la aceptación, los árbitros no vean condicionado, ni
el desarrollode su actuación, niel alcance vinculante de su decisión a la posterior anuencia de
las partes."CAIVANO ROQUE (2007), sobre la naturaleza jurisdiccional del arbitraje
manifiestaque "El arbitraje es una forma de "justicia privada". Lo que pretende significarse a
travésde esa expresión
que no tiene connotaciones políticaso ideológicas es que se trata deuna actividad jurisdiccional
ejercida por particulares que no integran los órganosdel Poder Judicialde un Estado. La
naturaleza jurisdiccional del arbitraje es hoyincuestionable, ya que en el desempeñode
la misiónque toca a los árbitros se encuentranlas características propias de aquélla: al fin y al
cabo, la jurisdicción no es sino la funciónde administrar justicia."QUIÑONEZ ALAYZA (2010),
afirma que, "Al respecto Linares y Díaz Candia, señalanque habiendo obtenido reconocimiento
a nivel constitucional la jurisdicción arbitral, losárbitros comparten los mismos derechos
y obligacionesde los jueces."En forma similarsobre el arbitraje al manifestar que "Es uno de
los mecanismos más antiguos de soluciónde conflictos, según el cual las partes someten su
divergencia a la opinión ilustrada de unárbitro, que actúa como si fuera un juez, pero con la
diferencia que ha sido escogido porlas partes y se le ha revestido de facultad de juzgamiento."
SIERRALTA RÍOS (2009)En conclusión, respecto a la naturaleza del arbitraje, nuestro país con el
pronunciamientodel Tribunal Constitucional, ha adoptado la teoría jurisdiccionalista, ya que los
árbitrostambién administran justicia, por imperio de la Constitución Políticay que la
principaldiferencia con la justicia ordinaria, está en que las partes, fijan las
reglasdel procedimientoarbitral, en el caso de arbitraje Ad Hoc y se sujetan a las reglas de
uncentro de arbitraje, para el caso de arbitraje Institucional, en ambos casos las partes se
someten voluntariamente a la jurisdicción del Tribunal Arbitral y al resultado de
su pronunciamiento.
CONVENIO ARBITRAL
CANTUARIAS SALAVERRY (2007), explica que su actual concepción data delConvenio de Nueva
York, al referirse que, "a partir del Convenio sobre Reconocimientoy Ejecución de las
Sentencias Arbitrales Extranjeras, conocido como la Convención
de Nueva York de 1958, en su artículo II establece que 1.- Cada uno de los EstadosContratantes
reconocerá el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se obliguen asometer a arbitraje
todas las diferencias que hayan surgido o puedan surgir entre ellasrespecto a una determinada
relación jurídica, contractual o no contractual, concerniente aun asunto que pueda ser
resuelto por arbitraje. 2.- La expresión acuerdo por escritodenotará una cláusula
compromisoria incluida en un contrato o en un compromiso,firmados por las partes o
contenidas en un canje de cartaso telegramas". A cerca delConvenio de Nueva York, nuestro
país mediante Resolución Legislativa N° 24810, publicada el 25 de mayo de 1988,
aprobó la Convención sobre el Reconocimiento y laEjecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras", adoptada en Nueva York el 10 de junio de 1958.BERNARDO SAN JOSÉ (2002),
manifiesta que, "tiene su base en la autonomía de lavoluntad, y sus requisitos de constitución,
validez y eficaciase rigen, en principio, porlos correspondientes preceptos del Código Civil."La
misma autora nos informa en elsentido que "El convenio arbitral tiene origen privado, pero a
de producir sus efectos enuna esfera, la procesal, en la que predomina el interés público (al fin
al cabo, el Estadoesun último término el garante de una ordenada y eficaz resolución de los
conflictosintersubjetivos que evite la autotutela) y en la que subyace, en todo caso, la
renuncia(parcial, eso sí) al derecho fundamental a obtener la tutelade jueces y
tribunales."RAMOS MÉNDEZ (2007), al afirmar que, "el convenio arbitral no es más que un
pactoo una cláusula contractual de la que se desprende la opción de las partes por
elarbitraje"Tal parecer en términos más amplios también, es compartido por el Dr.
SotoCoaguila, acerca del convenio arbitral al referirse que, "El convenio
arbitral puede pactarse como parte integrante del contrato
(por ejemplo, como una cláusula del contrato)o como un acuerdo independiente. Las partes
tienen la libertadde pactar el convenio
arbitral al tiempo de celebrar el contrato e insertarlo como una cláusula o pactarlo
con posterioridad, exista o no conflicto entre las parte."CANTUARIAS SALAVERRY (2007),
acerca del convenio arbitral, indica que,
"Como podemos apreciar, la figura del "convenio arbitral" permite a las partes el acceder alarb
itraje bastándoles haber suscrito un acuerdo en forma previa al nacimiento delconflicto, sin
que sea necesaria la suscripción de ningún otro contrato cuando lacontroversia se presente.
“Al manifestar
que, "El convenio arbitral es el acuerdo quesoporta la estructuradel arbitraje, y tiene como
finalidad que las partes consientan yexpresen su voluntad de resolver la controversia
utilizando este medio de naturalezahetercompositiva." CANDUELAS CERVANTES
(2003)CANTUARIAS SALAVERRY (2007), "los elementos esenciales del convenio arbitralson solo
dos: 1. El compromiso inequívoco y claro de que las partes desean someterse alarbitraje; y 2.
La fijación de la relación jurídica respecto de la cual se arbitrarán losconflictos.
manifiesta que, "no quiere decir que cualquier otro temadistinto a los dos únicos elementos
esencial del convenio arbitral no pueda (y en muchoscasos deba por razones prácticas)
estipularse al momento en que se otorga el convenioarbitral. Lo que pasa es que las partes
podrán pactarlos en cualquier momento e, inclusive,los árbitros podrán decidirlos o
supletoriamente podrá aplicarse la ley arbitral quecorresponde."Por lo tanto, de lo expuesto
se puede concluir que el convenio arbitral, está sustentado enla autonomía de la voluntad de
las partes de someterse a la jurisdicción arbitral y que noestá sujeta a formalidades, pudiendo
ser parte de un contrato o en forma independientemediante un pacto, exista o no conflicto
entre las partes.
CÁRDENAS MEJIA (2005), Al ser la autonomía de las partes un elemento vital, para laexistencia
del convenio arbitral y sus subsecuentes efectos, es pertinente invocar al, quiense expresa en
el sentido que, "La autonomía del pacto arbitral constituye hoy día
un principio fundamental en materiade arbitraje. Además de
consideraciones puramente técnicasque le sirven de fundamento, el mismo obedece al deseo
de asegurarque se logre lo que las partes quisieron cuando celebraron el pacto arbitral, esto
es, quesus litigios vinculados al contrato se decidan a través de árbitros en forma expedita."
BERNARDO SAN JOSÉ (2002), la autonomía del convenio arbitral significa que, "laeventual
nulidad del contrato principal en que el pacto arbitral se encuentra inserto no seextiende al
pacto mismo. Es la llamada "autonomía sustancial" del convenio arbitral,ampliamente
estudiada y defendida por la doctrina y la jurisprudencia, sobre todo en elámbito del arbitraje
comercial internacional "CÁRDENAS MEJIA (2005), añade que, el principio de la autonomía de
las partes participantes en el convenio arbitral, consiste en que,
"En su fórmula tradicional este principio implica que el pacto arbitral es considerado
independientemente del contrato principal al cual se refiere el litigio, por lo cual el pacto
arbitral no se ve afectado por loshechos que determinan la extinción e invalidez o suspenden
la eficacia del contrato". Elreferido autor concluye en el sentido que "el principio busca
asegurar la eficacia del pactoarbitral, evitando que se vea perturbado por la invocación de la
nulidad o inexistencia delcontrato en relación con el cual surge el litigio"En efecto el convenio
arbitral, es un acuerdo dotado de autonomía e identidad propia,respecto al contrato, no
obstante ello el convenio arbitral puede estar incluido en unacláusula y ser parte de dicho
contrato o el convenio arbitral, puede estar incluido en undocumento distinto separado del
contrato, la forma que adopte el convenio arbitral, esdispositiva por los signatarios del
convenio, es decir, las partes adoptan la forma quemejor les acomode a su intereses.Por su
parte, la Ley de Arbitraje, sobre la autonomía del convenio arbitral, en el inciso 2del artículo
41, preceptúa que "El convenio arbitral que forme parte de un contrato seconsiderará como
un acuerdo independiente de las demás estipulaciones del mismo. Lainexistencia, nulidad,
anulabilidad o ineficacia de un contrato que contenga un convenioarbitral, no implica
necesariamente la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez oineficacia de éste (...)". Del
texto se advierte sin lugar a dudas que en nuestro país elconvenio arbitral, tiene plena
autonomía, es decir, tiene su estructura, sus reglas y vida propia, al no ser parte del contrato,
es decir, se ratifica el principio de separabilidad delconvenio arbitral.En conclusión, el principio
de la autonomía del convenio arbitral, respecto del contrato,supone que la nulidad del
contrato no conlleva Ipso Iure, a la nulidad del convenioarbitral; de la misma forma la
resolución, la rescisión o anulación del contrato no afecta
el convenio arbitral, es decir, se garantiza el deseo de las partes de que sus
conflictosvinculados con el contrato sean decididos por árbitros.
En términos muy generales, el convenio arbitral, es un acto jurídico intervivos, por logeneral,
bilateral, pues requiere de confluencia de las manifestaciones de voluntad deambas
partes.Puede ser también un acto plurilateral, al estar previsto al interior del estatuto
deuna persona jurídica. En efecto la Sexta Disposición Complementaria de la Ley deArbitraje,
considera como convenio arbitral, a las estipulaciones contenidas en losestatutos de una
persona jurídica. Es decir, las controversias que pudieran surgir entre la persona jurídica
y sus miembros, administradores, representantes y funcionarios o las quesurjan entre ellos
respecto de sus derechos u obligaciones o las relativas al cumplimientode los estatutos o la
validez de los acuerdos. Así mismo, la referida disposición preceptúaque el convenio arbitral
alcanza a todos los miembros, directivos, administradores,representantes y funcionarios que
se incorporen a la sociedad, así como a aquellos que almomento de suscitarse la controversia
hubiesen dejado de serlo. En ese sentido, esteconvenio arbitral, obliga a los integrantes de las
personas jurídicas, por cuanto alconstituirse como tales, sus integrantes quedan subordinados
a sus disposicionesestatutarias, así como los que con posterioridad en forma voluntaria se
incorporen a la persona jurídica.Excepcionalmente el convenio arbitral, puede ser un acto
unilateral mortis causa y cuandola voluntad del testador, lo establece como acto de última
voluntad para obligar a sussucesores y causahabientes. Al respecto, la Séptima Disposición
Complementaria de laLey de Arbitraje, dispone que, mediante estipulación testamentaria
puede disponerse elsometimiento a arbitraje de las controversias que puedan surgir entre
sucesores, o de elloscon los albaceas, incluyendo las relativas al inventariode la masa
hereditaria, suvaloración, administracióny partición.Finalmente, el artículo 15 de la Ley de
Arbitraje, contempla acerca de las
relaciones jurídicas estándares, trátese de cláusulas generales de contratación o de contratos p
oradhesión, en ambos casos con estipulaciones específicas, en las que contemple elconvenio
arbitral, bajo la condición de que dichos convenios hubiesen sido conocidos porquienes no los
redactó, usando diligencia ordinaria.
CAPACIDAD PARA CELEBRAR EL CONVENIO ARBITRAL
Dado que la Ley de Arbitraje, no realiza ninguna mención sobre la capacidad paraformalizar un
convenio arbitral, y teniendo en consideración el carácter negocial de este podemos tipificar
sus elementos de capacidad en la exigencia, de la capacidad de goce y,de ejercicio prevista en
el Código Civil.TORRES VÁSQUEZ (2001) Siendo el convenio arbitral un acto jurídico, es de
ineludibleaplicación lo previsto en el artículo 140 del Código Civil, en tal sentido la
manifestaciónde voluntad, es imprescindible para su celebración, debiendo emanar de
sujetos capaces,salvo las excepciones previstas por ley, "la capacidad es la aptitud de
la persona para sersujeto de derechos y obligaciones y para realizar actos con eficacia
jurídica."Por otro lado, acerca de los representantes legales de las personas jurídicas, el
artículo167 del Código Civil, dispone que los representantes legales requieren
autorizaciónexpresa para realizar los siguientes actos, entre ellos celebrar compromiso
arbitral, alrespecto consideramos que su redacción responde a una realidad de 1984,
oportunidad enla que entro en vigencia el referido cuerpo sustantivo, además que en dicho
período,estaba en vigor el Código de Procedimientos Civiles de 1912, que regulaba el
juicioarbitral, como el único procedimiento para los árbitros, de derecho o
amigablescomponedores. Es así que recién el año de 1992, el Decreto Ley N°
25935[41]cambiolaconceptualización del convenio arbitral, mediante la incorporación de
principios sobre laautonomía de la voluntad de las partes, marcando distancia entre cláusula
compromisoriay compromiso arbitral.Ahora bien, retornando acerca de lo previsto en el
artículo 167 del Código Civil y susalcances, el artículo 10 de la Ley de Arbitraje, flexibiliza la
facultad de representación,que tienen los gerentes o administradores, en el sentido que por su
solo nombramientoestán facultados para celebrar convenios arbitrales, en representación de
las personas jurídicas en arbitrajes y ejercer todos los derechos y facultades previstos en la Ley
deArbitraje, este nuevo matiz también contribuye a la eficienciadel arbitraje, al
evitar barreras innecesarias, pues lo que se trata es de solucionar las
controversias surgidas entrelas partes.
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