Estilos de apego como pilar fundamental

en la prevención del Bullying.

Integrante: Gastón Venegas M

Asignatura: Psicología Educacional III

Docente: Mónica Pino M

Fecha: 10/05/19
El Acoso escolar o Bullying es una de las formas de violencia que desafortunadamente ha

aumentado su protagonismo en el último tiempo en el contexto educativo mundial, así

como también en nuestro país. Es por esto que nuestro foco de atención está dirigido a las

preocupantes cifras que se han publicado en diversos estudios respecto del acoso escolar en

los establecimientos educacionales de Chile.

La legislación vigente define al bullying como “toda acción u omisión constitutiva de

agresión u hostigamiento reiterado, realizada fuera o dentro del establecimiento

educacional por estudiantes que, en forma individual o colectiva, atenten en contra de otro

estudiante, valiéndose para ello de una situación de superioridad o de indefensión del

estudiante afectado, que provoque en este último, maltrato, humillación o fundado temor de

verse expuesto a un mal de carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro

medio, tomando en cuenta su edad y condición” (Ley Nº 20.536, art. 16B, 2011.).

Dentro de las principales cualidades del bullying, se puede señalar que es un acto que se

mantiene y es reiterado en el tiempo, existe una relación asimétrica entre agresor y víctima

respecto de una posición de superioridad del primero y la poca o nula capacidad del

afectado para defenderse, es premeditado por parte del agresor y generalmente conocido

por otros actores los cuales en la mayoría de las ocasiones prefieren guardar silencio, por el

miedo que les produce ser eventuales víctimas de él o los agresores MINEDUC (2018)

Trabajar en la prevención del acoso escolar requiere del apoyo y compromiso activo de

toda la comunidad escolar así como además del entorno familiar, en pro de evitar

situaciones que evidentemente producirán sufrimiento que se deben evitar.

¿Cómo lograr prevenir la aparición del bullying de manera eficaz en el contexto escolar?

Para responder a esta interrogante es necesario establecer el origen potencial de éste. Según

Ciria (2018), las causas del bullying se pueden encuadrar en 3 grandes grupos: Personales,

familiares y escolares.

Acerca de las causas personales se puede señalar la sensación de superioridad por parte de

una persona, llevándole a creer que puede hacer lo que desee especialmente con las

personas que se muestran inseguras, lo que para ellos serían personas débiles.

Por su parte Atik y Guneri (2013) señalan que gran parte de los actuales estudios

consideran que esta manifestación de conducta está relacionada y se atribuye a una baja

autoestima por lo que para conseguir ser reconocido por los demás utiliza las agresiones

como medida sustitutiva.

Sobre las causas escolares, el bullying puede encontrarse en cualquier tipo de

establecimiento educacional, existiendo un mayor riesgo en los colegios de mayor tamaño a

raíz de la falta de control respecto de faltas de respetos o humillaciones por la cantidad de

alumnos, son características que propician la aparición del bullying (Ciria, 2018)

En cuanto a las causas familiares, el estilo de crianza es un factor muy relevante respecto de

la formación valórica de toda persona, por lo que deficiencias en la enseñanza de la empatía

o poca comunicación con los hijos son algunos de los elementos que podrían convertirse en

un caldo de cultivo para la aparición de conductas agresivas.

Olweus (2006) indica que en los hogares del agresor y la víctima se pueden encontrar

elementos semejantes, como una escasa comunicación, escasez de afecto o una crianza
opresora, lo que al fin y al cabo se convierten en conductas violentas o agresivas en el que

los niños aprenden que todo lo que deseen conseguir se debe obtener por medio de la

violencia, aprovechando la vulnerabilidad de las personas más sumisas.

La combinación de estas causas origina situaciones de acoso escolar, por lo que para

prevenir esta situación es importante trabajar desde la génesis de la formación personal que

es el grupo familiar.

Es por esto que la primera línea de prevención del bullying, es el estilo de crianza con el

cual se educa al niño/a ya que esto puede incidir en su comportamiento futuro, un estilo de

apego democrático contribuye a lograr sostener una buena comunicación con el niño,

entregando refuerzos positivos y evitando a toda costa el castigo como método de

corrección.

Montero y Jiménez (2009) mencionan que con este estilo de crianza, se dirige y a la vez

controla la conducta de los hijos, pero considerando las emociones, sentimientos, opiniones

y destacando las capacidades o potencialidades que tiene o podría llegar a alcanzar.

Además en caso de tener que aplicar un refuerzo negativo por alguna situación, este

siempre será coherente con los valores que se le ha instaurado.

La implementación de este estilo, ayuda a reforzar el área socio afectiva de los niños

incentivando conductas de autocontrol tanto de impulsos como de la ira, además de la

internalización y aceptación de las diferencias con sus pares, así como también buscar la

mejor alternativa para la solución de conflictos que podrían generar controversia.

Incentivar la expresión de sus sentimientos y emociones sin temor al “que dirán”,

generando de esta manera la instancia de autoconocimiento, fundamental para su desarrollo

personal y promover los valores como la solidaridad, empatía con sus pares y la

importancia de la tolerancia.

La asertividad puede ser utilizada como una herramienta eficaz para la prevención y el

combate del acoso escolar o bullying, esto porque se utiliza como una habilidad para

expresar los sentimientos, pensamientos y valores. Al ser considerada una habilidad social,

es fundamental que este elemento sea trabajado desde los primeros años de infancia para

lograr un buen nivel de autoestima en los niños/as, para que se sientan con la confianza y

seguridad de enfrentarse a situaciones de mayor complejidad por sí mismos, haciéndose

responsables de sus actos y velando por el bienestar de sus compañeros.

Es necesario trabajar en este constructo desde pequeños, ya que es en los primeros años de

educación en la que los niños se ven vulnerables respecto de sus inseguridades, timidez, o

a la nula capacidad para defenderse frente a sus pares, lo que es aprovechado por aquellos

agresores que ven la violencia como una forma adecuada para lograr los objetivos que se

proponen, lo que puede ser producido a raíz de factores psicológicos, como personas con

bajos niveles de comprensión de las dificultades de los demás para conseguir sus metas.

A raíz de lo investigado, se puede establecer que una de las herramientas más efectivas para

la prevención del acoso escolar o bullying, es el generar un clima de confianza óptimo con

los niños, utilizando un estilo de apego democrático para promover una serie de valores,

generando una relación plena e integrando las actuaciones básicas que una familia debe

tomar para evitar un conflicto y por ende proyectar esta actitud al exterior, la que consiste

en mantener un diálogo permanente con los miembros de la familia, creando de esta manera

un ambiente familiar distendido y tranquilo, además promoviendo el respeto la forma de ser

de cada miembro siempre y cuando no atente en contra del resto del grupo familiar.

Compartir los éxitos y apoyarse mutuamente en los fracasos, y finalmente lograr transmitir

sus sentimientos y emociones.

 Referencias

Atik, G; Guneri, Y. (2013). Bullying and victimization: Predictive role of invividual,

parental and academic factors. s.l.: School Psychology International.

Ciria, M. (2018) Programa de intervención: Como prevenir el bullying en las aulas de 1° de

ESO. Universidad Internacional de La Rioja. Pp. 16-17.

MINEDUC (2019). ¿Cómo prevenir y abordar la Violencia Escolar? División Educación

General. Pp. 6-9. Recuperado de: http://convivenciaescolar.mineduc.cl/wp-
content/uploads/2019/04/10.-Como-prevenir-y-abordar-la-Violencia-Escolar.pdf

Montero, M; Jiménez M (2009). Los estilos educativos parentales y su relación con las
conductas de los adolescentes. Revista de familia n°39. Universidad Pontificia de
Salamanca.

Ley sobre Violencia Escolar, Nº 20.536, art. 16B, (2011). Recuperado de:
https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1030087.

Olweus, D. (2006). En conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid - España:

Ediciones Morata.