Texto: Vilanova, Evangelista (1987). Historia de la Teología cristiana. Tomo I.

De los
orígenes al siglo XV. Barcelona: Herder. (págs. 379-429).
1. Cuando la fe está en peligro, los obispos, que son sus garantes, deben intervenir. También
el rey, que ha recibido la sagrada misión de velar por la pureza de la fe, tiene que usar su
autoridad para defender la ortodoxia. Por esta razón ¿Qué es y Cuáles fueron los hechos
más significativos de los movimientos de la Iconoclastia y del adopcionismo presentadas
durante el renacimiento carolingio?
Rta. La tendencia extrema del adopcionismo, que negaba la divinidad de Jesucristo por
considerarlo mero hombre adoptado por Dios como hijo, desarrollada en el Oriente desde el siglo
II, influyó en el arrianismo y muy probablemente en el priscilianismo hispánico. Además de ello,
el adopcionismo se refiere al problema de las dos naturalezas del Hijo de Dios. Finalmente fue el
concilio de Fráncfort (794) quien llegó a una definición dogmática, por la que el adopcionismo
quedaba rechazado y anatemizado.
Por otro lado, el movimiento iconoclasta fue suscitado y sostenido por los emperadores del siglo
VIII y IX, que consistía en la reacción casi normal contra las materializaciones de lo sagrado y
los compromisos con el lenguaje del politeísmo. La veneración casi idolátrica del pueblo a las
imágenes y a las reliquias hirió la sensibilidad de Claudio de Turín, quien se mostró muy
preocupado por la cuestión de las imágenes en sus escritos y comentarios bíblicos, y a través de
ellos ataca duramente el culto de las imágenes. Durante mucho tiempo la Iglesia franca
permaneció fiel a la doctrina que había sido expresada en el sínodo de Paris (825): la confección
y exhibición de imágenes es lícita, pero se comete un abuso si se les da culto, aunque sea relativo.
En la vida de los cristianos tienen un papel secundario.
2. El renacimiento carolingio es sin lugar a duda, una política dentro de la sociedad del
Altomedioevo, que condujo entre otras cosas a fortalecer el ordo monachorum, es decir el
orden de los monjes, puesto que la situación de los monasterios francos era deplorable. Por
lo tanto, es preciso preguntar ¿cuál fue la medida implantada por Carlomagno para este
fortalecimiento de la observancia religiosa dentro de su Imperio?
Rta. En primer lugar se ha de precisar que dentro de este renacimiento carolingio, la elevación
de la vida cristiana del pueblo exigía a la par una mayor perfección de las estructuras eclesiásticas
y monásticas tanto a nivel intelectual como moral. Por tal motivo, Carlomagno impondrá a los
monjes una regla específica, a saber la de San Benito, la cual será practicada por todos los monjes.
Esta preponderancia benedictina tendrá como figura o protagonista en todo el monacato
carolingio a Benito de Aniane, quien propagaría dentro de la vida monástica un elemento esencial
y tradicional dentro del monaquismo, a saber, la lectio divina.
3. Tras las grandes controversias teológicas del siglo IX, debemos prestar atención a todo un
mundo de gramáticos, de monjes y obispos que participaron directa y/o indirectamente en
las mismas; el nacimiento, la prolongación y en algunos casos la duración de dichas

1
 querellas es prueba que el occidente había salido de su somnolencia. ¿Describa brevemente
las controversias trinitarias en la época carolingia del siglo IX?
Rta. Dos grandes controversias relativas a la Trinidad tuvieron lugar a lo largo del siglo VIII- IX:
1. La referente al adopcionismo. 2. La referente al Filioque.
Dichas controversias llaman la atención por la importancia en lo referente a las cuestiones que se
ponen en juego y de igual forma por la extensión y duración de las mismas; además el gran
número de teólogos implicados en las disputas y las resonancias de sus tesis marcaron para la
época un punto de mirada significativa en el círculo académico propio del siglo IX.
Desde el punto de vista doctrinal, nos damos cuentan que dichas corrientes plantean cuestiones
esenciales que afectan la naturaleza de las personas divinas y a su vez la estructura de las
relaciones trinitarias, lo que contribuyó a la elucidación del punto principal del dogma cristiano.
La querella del adopcionismo, se refiere al problema de las dos naturalezas del hijo de Dios, la
cual desde un punto de vista de técnica teológica tal como lo mostraron los teólogos francos a los
delegados de la Iglesia visigótica, ponía en juego dos concepciones diferentes e incluso
contradictorias: por una parte, el concepto de asunción y por otra el de adopción. Se plantea
entonces un problema de mediación, tanto desde una perspectiva teológica como lógica; en la
economía general de la salvación, Cristo reconcilia al hombre y a Dios dándose, asimismo, él que
es Dios, realizando así el papel de mediador entre el creador y la criatura.
En la que se refiere al Filioque, la estructura interna de la Trinidad considerada en su naturaleza
íntima, independiente de toda irrupción de Dios en la historia humana; el problema se plantea en
lo referente al modo de ser del Espíritu Santo, o más exactamente, a su relación con las otras
personas, toda concepción de la Trinidad pone al padre como principio del cual proceden las otras
dos personas.
4. Frente a la explicación alegorizante de la misa dada por Amalario, se plantea un acierto
que es aprobado por Floro, y que a su vez, son justificados desde dos puntos de vista
diferentes. ¿En qué consisten estos aciertos y diferencias con respecto a uno y otro
argumento?
Rta. El argumento central sobre el que recae la interrogación, reconoce que la misa es un misterio.
Esto se da, debido a las diversas cuestiones que surgen en el dialogo teológico-doctrinal sobre la
presencia del cuerpo y de la sangre de Cristo. Almario justificará su punto de vista, desde su
disposición activamente tradicionalista, desde la que se tendrán en cuenta una férrea
espiritualidad en el campo de lo sacrificial y moralizante. Floro por su parte, reprochará a
Amalario, su disposición espiritual, según él, “condenable” por una supuesta “alteración de la
pureza de la fe católica”. Estos son los dos puntos de vista, desde donde se abrirá el dialogo a las
perspectivas doctrinales y espirituales en el desarrollo de la defensa de la doctrina cristiana en
cuanto a práctica litúrgica y fe sistemática.