MONICION DE ENTRADA

Alegremente, nos reunimos entorno a la mesa del Señor en compañía de la

Santísima Virgen María, Reine y hermosura del Carmelo, para celebrar en
comunidad el banquete del amor.

Hoy celebramos el sexto día de la novena en honor a la Virgen María bajo la

advocación de nuestra Señora del Monte Carmelo.
A María la invocamos como Madre y nos sentimos apoyados y protegidos por
ella. Su cariño y su ternura llenan nuestras vidas y por eso ponemos en ella
nuestra confianza.
Es Madre y eso lo dice todo. Es Madre de Jesús y Madre nuestra.
Es Madre que acoge, escucha y perdona. Y una Madre que está junto a sus hijos
en todo momento y mucho más en los momentos duros y difíciles de la vida.
El corazón de una madre nunca se olvida de sus hijos. Nosotros podemos
apartarnos de su lado, abandonarle, incluso despreciarle, pero una madre no se
olvida de sus hijos. María, nuestra madre, nunca nos deja solos.
Jesús en la Cruz, dijo “Mujer, ahí tienes a tu hijo, … ahí tienes tu madre” (Juan
19, 27), y hoy también nos dice a nosotros, ahí tienen a su Madre, y al igual que
el discípulo amado y como amigos de Cristo, debemos acogerla en nuestro
corazón con amor y respeto; por eso con fe, alegría y confianza en la
Misericordia Divina, demos inicio a este encuentro de amor y de fe entorno a la
mesa del banquete eucarístico de nuestro Señor Jesús, de la mano de la
Santísima Virgen del Carmen que nos acompaña al encuentro con su hijo
Jesucristo.
Ofrenda del pan y del vino

Amado Dios, presentamos ante tu altar, este pan y este vino, símbolo del
sacrificio de amor que a través de tu Hijo Jesucristo instauraste como promesa
de salvación de las almas de estos tus hijos, que humildemente y atraídos por
las enseñanzas de Jesucristo nuestro Señor, nos acercamos a ti en sincera acción
de gracias por tu Divina Misericordia.

Agua

El agua que presentamos ante tu altar, es símbolo de pureza. Te pedimos amado

Dios que purifiques a tu pueblo santo y a los Ministros de tu Iglesia, para que
en ellos encontremos siempre la presencia de nuestro Señor Jesús, que nos
acerca a Ti por la gracia de su infinita misericordia. Amén

Bendito seas por siempre Señor.

Luz

Señor, Tu que dijiste: “Yo soy la luz del mundo, quien crea en mí no caminara
en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida”. Hoy Señor, te agradecemos,
porque tu luz ilumina el camino de nuestras vidas. Otórganos Padre Celestial,
el favor de ser portadores de alegría y luz para nuestros hermanos.

Bendito sea por siempre Señor

Ofrenda del Mercado

Te ofrecemos Señor este pequeño mercado imitando tu calidad de ayudar al

prójimo. Concédenos amado Jesús, un corazón generoso, bondadoso y que tome
en cuenta al que sufre, para que guiados por tu gracia y misericordia seamos
capaces de compartir con nuestros hermanos aquellos dones que tú nos has
dado.

Bendito seas por siempre Señor

Gremio docente, administrativos y funcionarios de Secretaría de
Educación, cultura y deporte

Señor Jesús, ponemos ante tu presencia el arduo trabajo, entrega y sacrificios

de las personas que integran el gremio de docentes, administrativos y
funcionarios del sector educativo, cultural y deportivo del Distrito de Tumaco,
míranos benignamente y enriquécenos con las gracias de los dones y frutos de
tu Santo Espíritu, para que en tu presencia puedan encontrar fortaleza,
motivación y esperanza en la hermosa labor de contribuir en la formación de
niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en aras de hacer de este un Tumaco mejor,
digno e igualitario.

Bendito seas por siempre Señor

Ofrenda Económica

«Cada uno presentará su ofrenda, conforme a la bendición que el Señor tu

Dios le haya dado». (Deuteronomio 16. 17)

Te damos gracias Señor porque concedes a tus hijos el trabajo y el sustento

diario, por lo que con humilde amor te presentamos esta ofrenda, y te
glorificamos por las bendiciones espirituales y materiales que nos otorgas, y
junto con ella pedimos por todas aquellas personas que carecen de un empleo
estable; amado Dios, por favor que a ninguno de tus hijos les falte el sustento
de sus necesidades y el logro de sus metas de vida.

Bendito seas por siempre Señor