2019

Programa Necesidades Educativas

¿Qué es la inclusión educativa?

La inclusión educativa corresponde a la atención, acompañamiento y orientación de todos los niños, las niñas y
adolescentes desde la mirada de la diversidad; observando, reconociendo, comprendiendo y acogiendo las
necesidades en los procesos de aprendizaje que tiene cada persona. Implica una postura frente a la vida que
nos invita a dar lugar al descubrimiento y reconocimiento de las identidades, los intereses, las motivaciones,
las capacidades y habilidades de los y las demás; para desde allí, aportar lo mejor posible hacia la construcción
de una sociedad.

¿Qué estrategias se pueden desarrollar para favorecer la inclusión educativa?

1. Piense que usted puede lograr una gran diferencia en la experiencia de vida de los y las estudiantes.
2. Recuerde que usted es siempre y en todo momento un modelo de vida para los estudiantes, en este
sentido la manera en que usted se relaciona e interactúa con el medio y la comunidad, y el lugar e
importancia que le otorga al pensamiento, sentimiento y forma de ser de los demás, será la mejor
pedagogía que se puede implementar.
3. Investigue cuáles son las potencialidades e intereses de los y las estudiantes y concéntrese en ellas.
4. Proporcione oportunidades para el éxito y la satisfacción personal.
5. Asegúrese de que usted está evaluando las capacidades y habilidades de un ser humano, no
únicamente las fallas comportamentales o conceptuales.
6. No olvide buscar apoyo y orientación cuando lo necesite. Conozca sus limitaciones y disfrute de la
posibilidad de aprender cosas nuevas.
7. Promueva una educación flexible y con sentido humano en su currículo.
8. ¡No tenga miedo a pensar diferente!
 ¿Qué otra cosa debo tener en cuenta para la inclusión educativa?

Se deben tener en cuenta las barreras para el aprendizaje y la participación, los grandes restos para el
acceso, permanencia y promoción del estudiante; tenga en cuenta que estas barreras son de dos tipos
transitorias o permanentes.

Transitorias: Son las dificultades en cualquiera de las dimensiones del ser humano que no presenta compromiso
neurobiológico, las cuales se espera que con los apoyos psicopedagógicos y la orientación adecuada se logre una mejoría
o evolución favorable en la funcionalidad psicosocial o del aprendizaje. Estas pueden presentarse a nivel emocional, de
maduración del desarrollo, académico o social.

Ejemplos de estas barreras:

•Emocional: dificultades a nivel familiar (problemas relacionados con el control inadecuado en las pautas de
crianza, problemas relacionados con la separación de los padres y madres o grupo familiar, problemas
relacionados con la sobreprotección de los padres y madres o grupo familiar, violencia intrafamiliar, etc),
dificultad en las relaciones interpersonales con docentes y pares, problemas de adaptación, baja motivación
escolar, duelo, dificultad en el control de esfínteres no orgánica, somatización y dificultades en el desarrollo de la
identidad.
• Maduración del desarrollo: dificultad en del desarrollo del lenguaje articulatorio, expresivo-comprensivo por
falta o inadecuada estimulación, dificultad del desarrollo psicomotor general, dificultad del desarrollo de
dispositivos básico del aprendizaje.
• Académico: dificultad en las habilidades académicas (lectura, escritura, lógico-matemáticas, creativa o
expresiva).
• Psicosocial: situación de desplazamiento, catástrofe natural, minorías, población dispersa, situación de alto
riesgo (alcoholismo, drogadicción, violencia, situaciones de calamidad, etc).

Permanentes: son derivadas de compromiso neurobiológico que afecta la funcionalidad psicosocial y del aprendizaje, las
cuales pueden presentarse a nivel cognitivo, sensorial, motor, del desarrollo, del comportamiento, emocional y situaciones
de enfermedad médica. Estas condiciones pueden tener soporte de diagnóstico clínico.

Ejemplos de estas barreras:

• Cognitivo: síndrome de Down, déficit de coeficiente intelectual, trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia,
disgrafía, dispraxia).
• Sensorial: ceguera, sordera, déficit de procesamiento, baja visión o hipoacusia.
• Motor: distrofia, dispraxia, ataxia, paresias, hemiparesias, plejías, hemiplejías, parálisis cerebral.
• Trastornos generalizados del desarrollo: autismo, trastorno desintegrativo, tourrete, rett, asperger.
• Comportamental: trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad, Trastorno de déficit de atención e
hiperactividad mixto-combinado, trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, trastornos del control de los
impulsos.
• Emocional: trastorno del estado de ánimo, trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia, pica), trastornos de
la sexualidad.
• Condiciones médicas: alteraciones del lenguaje (articulatorio, expresivo-comprensivo), trastornos del sueño,
enfermedades crónicas (polisacaridosis, cáncer, VIH, etc), epilepsia, enfermedades endocrinas (hepatitis,
diabetes, hipotiroidismo, hipertiroidismo), dificultad en control de esfínteres y cualquier otra condición médica)