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CAPÍTULO
MÉTODOS DE INVENTARIO DE
PLANTAS
5
MÉTODOS DE
INVENTARIO DE
PLANTAS
Lisbet González-Oliva1
Jorge Ferro Díaz2
Diana Rodríguez-Cala1
Rosalina Berazaín3
González-Oliva, L., J. Ferro Díaz, D. Rodríguez-Cala y R. Berazaín. 2017. Métodos de inventario de plantas.
Pp. 60-85. En: Diversidad biológica de Cuba: métodos de inventario, monitoreo y colecciones biológicas (C. A.
Mancina y D. D. Cruz, Eds.). Editorial AMA, La Habana, 502 pp.
González-Oliva, Ferro, Rodríguez-Cala y Berazaín
Particularmente, las invasiones vegetales son mente distribuidas en una región, lo que le
una considerable amenaza no solo para espe- da al paisaje una fisionomía o aspecto que
cies nativas sino para varios tipos de forma- lo caracteriza e identifica (e. g. un bosque es
ciones vegetales, como los bosques de galería completamente reconocible como tal y dis-
y las sabanas seminaturales (Oviedo et al., tinguible de una sabana o un pastizal; Fig.
2012). A la fecha se dispone de un inventario 5.1). La información recolectada durante un
nacional que lista 337 especies vegetales in- inventario también puede constituir la línea
vasoras y otras 241 potencialmente invasoras base o el primer dato durante un estudio de
(Oviedo y González-Oliva, 2015). monitoreo. En este sentido, sus resultados
podrían servir para evaluar los efectos de
En los últimos 40 años se han publicado catástrofes como huracanes o incendios, de
varias clasificaciones de formaciones vege- cambios de uso de suelo o para estudiar pro-
tales de Cuba, aunque destaca la de Capote cesos de un ecosistema o recursos vegetales
y Berazaín (1984) por ser la más utilizada. usados por algún grupo animal.
Asimismo, se han descrito más de 100 asocia-
ciones vegetales (e. g. Borhidi, 1991; Martínez MÉTODOS DE INVENTARIO PARA PLANTAS
et al., 2010; Martínez, 2014) y se han publi-
cado varias fito-regionalizaciones de la isla Todo estudio científico requiere de una ade-
(e. g. Borhidi, 1991; Samek, 1973). Durante cuada planificación para evitar pérdidas de
este periodo también se han llevado a cabo tiempo y esfuerzo al recolectar datos que lue-
numerosos estudios de la flora y vegetación go no tienen gran utilidad o no dan respuesta
local a lo largo y ancho del territorio nacio- a los objetivos originales de la investigación.
nal. La mayor parte de estos se han enfocado La planificación de un inventario debe con-
en documentar la composición de especies siderar dos elementos claves: (1) tener claro
62 mediante listados florísticos y en algunas los objetivos de dicha investigación y conocer
ocasiones se han empleado aproximaciones el o los sistemas biológicos con los que se va
semi-cuantitativas para estudiar la vegetación trabajar y (2) seleccionar la metodología de
(e. g. Borhidi, 1991; Capote et al., 1983; Mar- muestreo, que implica no sólo el método de
tínez y Reyes, 2015). No obstante, los inven- muestreo sino cómo hacerlo. Luego, puede
tarios basados en protocolos estandarizados y procederse a tomar los datos que posterior-
con aproximaciones cuantitativas, continúan mente tendrán que ser procesados, resumidos
siendo una necesidad esencial para obtener y presentados. A continuación se presentan
información actualizada que guíe las estrate- detalles de cada uno de estos pasos.
gias de manejo y el uso sostenible de la bio-
diversidad vegetal. Objetivos del inventario
Los inventarios de plantas usualmente han Las especies de plantas dentro de una comu-
tenido como objetivo listar de forma ex- nidad vegetal pueden diferir grandemente en
haustiva las especies vegetales presentes en talla y forma. Un bosque cubano tiene árboles
un sitio. Sin embargo, un inventario puede desde 5 m hasta 20 m con troncos y copas de
abarcar mucho más, dado que es una medi- variado tamaño, arbustos y hierbas de hasta
da puntual en el tiempo de uno o varios ele- 60 cm, erguidas o cespitosas. También epífi-
mentos de la biodiversidad vegetal de un área tas, que frecuentemente han sido estudiadas
(Elzinga et al., 1998). Por ello, los inventarios como un gremio independiente, trepadoras,
también pueden ser diseñados para determi- así como plántulas y juveniles que forman
nar el número de individuos de una o unas parte de la regeneración natural de las espe-
pocas especies individuales, su hábitat y/o el cies de la comunidad vegetal. Con seguridad
estado actual de ciertos procesos que las in- este bosque estará también habitado por
volucran. Asimismo, pueden ser diseñados musgos y otras especies de hierbas o arbustos
para evaluar las formas en que las especies con crecimiento clonal. Estas plantas crecen
se encuentran espacialmente y temporal- como un set de raíces o ramas entrelazadas
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
A B
63
Figura 5.1. Comunidades vegetales cubanas que difieren en fisionomía y hábito de las plantas más abundantes. A. Bos-
que pluvial en la región del Turquino con abundantes epífitas, B. Herbazal en la región costera al sur de La Habana y C.
Bosque de ciénaga al sur de La Habana con abundantes helechos y regeneración natural de palma manaca y ocuje en su
sotobosque. © L. González-Oliva (A) y © D. Rodríguez-Cala (B, C).
formando parches donde distinguir un indi- para decidir qué aproximación utilizar para
viduo de otro es imposible. evaluar su composición (sensu Noss, 1990).
✴✴La cobertura: es una medida del porcentaje mayoría de los casos es recomendable utili-
de superficie cubierta por las partes aéreas de zar la abundancia en lugar de la cobertura.
las plantas de una especie o de una muestra. Por supuesto, siempre que las características
morfológicas y los objetivos del inventario lo
✴✴La biomasa: es usualmente el peso de las permitan.
partes de las plantas de una especie o muestra.
En la mayoría de los casos sólo se incluyen las Los objetivos del inventario podrían ser:
partes aéreas en la estimación de biomasa.
✴✴La diversidad de especies vegetales (que po-
✴✴La frecuencia: es una medida de la proba- dría derivar en una lista de especies, índices
bilidad de encontrar un individuo de una de biodiversidad, curvas de rango-abundan-
especie en un área muestreada y se obtiene cia, o valores de cobertura de cada especie).
mediante conteos o registros de presencia.
✴✴El estado de la población de una especie fo-
En Cuba, en las últimas décadas, ha sido muy cal (dirigido a evaluar el tamaño poblacional
usada la aproximación de cobertura. En tér- y la estructura en edades, así como la distri-
minos de gestión ambiental y biodiversidad bución y agregación espacial).
el porcentaje de cobertura boscosa es el indi-
cador fundamental de progreso, que aunque ✴✴Los rasgos de la vegetación (enfocado a la
constituye un indicador eficaz para el manejo estructura de la comunidad vegetal, incluyen-
de bosques posee cuatro grandes debilidades: do número de estratos, relaciones de domi-
(1) no distingue entre especies nativas, exó- nancia/abundancia, porcentaje de cobertura
ticas e invasoras; (2) no da valor a varios de vegetal y asociaciones florísticas).
los más diversos ecosistemas nativos cubanos
64 como matorrales sobre serpentinas y carso, Entonces, ¿en qué centrar el inventario?, ¿en
que son importantes para la fauna, proveen la diversidad de especies o en una especie fo-
servicios ecosistémicos y, además, albergan a cal? Dependerá de la pregunta a responder.
muchos de los elementos que hacen a Cuba Por ejemplo, si se necesita saber cómo se ha
un país privilegiado dentro del hotspot Caribe afectado o cómo se va a afectar la biodiver-
por la riqueza y endemismo de su biodiver- sidad nativa de un lugar luego de la invasión
sidad vegetal; (3) no da valor a las sabanas de una planta exótica, se debe realizar un
con palmas y (4) puede sobrestimar o subes- inventario a nivel de comunidad vegetal (e.
timar los resultados derivados de acciones de g. Rodríguez-Cala y González-Oliva, 2015)
gestión, lo que sin dudas podría desviar los o quizás un estudio de la diversidad de espe-
esfuerzos de manejo e investigación, influir cies en la regeneración natural del área inva-
incorrectamente en la toma de decisiones y/o dida. Si se necesita restaurar un área luego del
limitar el alcance real de los resultados. control de esta invasora, o crear un corredor
biológico, el inventario debe dirigirse a la re-
En términos de investigación de plantas cu- generación natural y/o asistida a la par que se
banas la cobertura ha estado frecuentemen- estudian procesos como la germinación, cre-
te enmarcada en los estudios de vegetación cimiento y establecimiento de los individuos
siguiendo el método de Braun-Blanquet juveniles de las especies focales (e. g. Sánchez
(1964). Sin embargo, los cambios ocurridos et al., 2009a, 2009b). Pero si se necesita saber
a corto y mediano plazo en un lugar son muy si se ha incrementado el nivel de infestación
difíciles de detectar si utilizamos los valores de esta misma planta invasora y su impac-
semi-cuantitativos de cobertura producidos to sobre una especie endémica amenazada,
con este método. El número de individuos es entonces el foco del inventario deberá estar
más apropiado para ello, y es además, muy centrado en la especie invasora o ambas espe-
útil para evaluar el estado de conservación cies (e. g. Romero-Jiménez et al., 2015; Testé
de una especie y trazar estrategias de gestión et al., 2015).
y manejo en áreas protegidas. O sea, en la
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
La herramienta más usada en las últimas decidir qué tipo muestreo es el más adecuado
décadas para evaluar diversidad de especies según el objeto de estudio, las condiciones de
vegetales en Cuba han sido las listas de espe- trabajo y el objetivo. Asimismo deberá de-
cies. Esta aproximación es útil si se pretende cidirse la unidad muestral, su forma y di-
saber rápidamente y con poco esfuerzo cuáles mensiones, así como el número de unidades
son las especies que habitan un lugar o cuáles (tamaño de muestra) que serán incluidas en
son sus valores en términos de flora. Sin em- el estudio. Durante esta fase previa también
bargo, este tipo de información, por sí sola, debe identificarse, al menos preliminarmen-
es usualmente insuficiente y limita la toma te, cómo serán resumidos y analizados los
de decisiones respecto a la biodiversidad. Si datos que se obtendrán durante el muestreo
se pretende conservar, hacer una gestión am- y cómo serán presentados los resultados de-
biental eficaz o verificar la efectividad de cier- rivados, siempre en función de los objetivos
tos tipos de manejo mediante el monitoreo, del inventario.
debemos ir más allá de las listas de especies
vegetales y de la cobertura boscosa. Seleccionar la unidad muestral (forma
y dimensiones)
Quizás una de las aproximaciones más útiles
y sencillas para realizar un inventario a nivel Si lo que se pretende es inventariar una po-
de comunidad es centrarnos en la composi- blación muy pequeña de una especie de plan-
ción y abundancia de las especies de plantas. ta amenazada restringida a una región rela-
A partir de los datos de identidad y número tivamente reducida, el conteo total de indi-
de individuos o cualquier medida de abun- viduos (Bullock, 2006) podría ser el método
dancia relativa por especie, se puede extraer más apropiado (e. g. González-Oliva, 2010;
una gran cantidad de información útil para Betancourt et al., 2015). Este método consiste
conocer el estado y tendencia de la comu- en contar cada uno de los individuos, o sea, 65
nidad estudiada (e. g. análisis de nativas/ no implica tomar muestras para estimar la
endémicas/amenazadas con respecto a in- variable de interés, sino que abarca el total de
vasoras, análisis de dominancia y estructura, individuos de la población o la comunidad.
análisis por grupos funcionales, sucesiones No obstante, el número real de situaciones en
ecológicas). Asimismo, si se quiere evaluar los que sería práctico hacer un conteo total es
el estado o tendencia de una o más especies mucho menor de lo que pueda imaginarse.
la aproximación más sencilla es centrarse en En la mayoría de los estudios este método
su abundancia y distribución, pero también consumiría demasiado tiempo y esfuerzo
podría ser útil considerar la relación adultos/ para ser conveniente.
jóvenes o la estructura en clases de edad o
estados (e. g. Barrios, 2012; Granado, 2015; Es por ello que casi todos los estudios de
Gómez-Hechevarría, 2016). Tales enfoques plantas enfocados en comunidades o pobla-
podrían ser importantes para especies indica- ciones, requieren muestreos y muestras. Si se
doras, dominantes, sombrillas, amenazadas dividiera un bosque en pequeñas porciones
de extinción y para especies invasoras que se iguales (e. g. cuadrados de 10 × 10 m), cada
quisieran controlar. una de estas pequeñas porciones constituye
una unidad muestral potencial. La selec-
Selección de la Metodología de ción de la forma y dimensiones de la unidad
Muestreo muestral depende igualmente del objetivo del
inventario, de los rasgos morfológicos de las
En este punto son varias las cuestiones a de- plantas en estudio (e. g. no es lo mismo inven-
cidir y tener en cuenta. Se deberá elegir, por tariar todas las hierbas que crecen en 10 × 10
supuesto, el modo o método de estudio o re- m, que todos los árboles) y de la fisonomía de
gistro de la variable de interés, y puntualizar la vegetación (e. g. no es lo mismo examinar
los materiales requeridos y procedimientos 10 × 10 m de un bosque de pinos que de un
del método escogido. Pero también habrá que matorral espinoso).
González-Oliva, Ferro, Rodríguez-Cala y Berazaín
Figura 5.3. A. Procedimiento de duplicación progresiva de la superficie de la parcela que ha sido frecuentemente utilizada
para calcular el área mínima de la unidad de muestreo en numerosos estudios de vegetación. B. Curva área-especie
construida con el número de especies registradas en cada superficie muestreada donde se visualiza el tamaño ideal de la
unidad de muestreo, o sea, el valor del área mínima a utilizar durante el estudio sería el punto donde se estabiliza la curva.
González-Oliva, Ferro, Rodríguez-Cala y Berazaín
ubicar las unidades muestrales al azar. Una cuando una de dichas unidades contiene in-
manera de llevar a cabo este procedimiento, es dividuos de la especie de interés, se agregan
colocar puntos al azar sobre un mapa o esque- más unidades muestrales en su vecindad. Este
ma del área de trabajo. Otra forma podría ser tipo de muestreo funciona mejor cuando se
elegir un punto al azar en el campo, a partir está estudiando una especie cuya población
del cual se camina una distancia cuya longitud es agregada. En Cuba este tipo de distribu-
y dirección es determinada al azar (Matteucci ción de los individuos de una población es
y Colma, 2002). La limitación de este tipo de frecuente en ecosistemas con condiciones
muestreo en el contexto de Cuba es que solo extremas como las serpentinas o las arenas
es adecuado en sitios homogéneos, es decir, blancas del occidente y centro cubanos (e. g.
donde las características (tipo de suelo, alti- González-Oliva et al., 2004; García-Beltrán et
tud, accesibilidad, etc.) sean similares en toda al., 2016; Granado et al., 2016).
su extensión. Este rasgo lo hace poco apro-
piado para varios hábitats como, por ejemplo, Otro tipo de muestreo que es usado sobre
las montañas, donde la variación altitudinal todo en los inventarios de vegetación es el
de la vegetación es notable y existen muchos muestreo preferencial, del cual se deriva el
lugares intrincados. muestreo estratificado (Matteucci y Colma,
2002). En este caso las unidades muestrales
Una alternativa muy práctica para sitios he- se sitúan en zonas consideradas típicas o ade-
terogéneos o con gradientes ambientales es el cuadas según lo que se pretende estudiar. Si
muestreo estratificado. Consiste en dividir en bien ha sido criticado por la falta de aleatorie-
secciones o “estratos” el área de trabajo. Cada dad, este tipo de muestreo puede ser muy útil
estrato se maneja independiente del otro y cuando el inventario se realiza en sitios con
se establece un muestreo, ya sea aleatorio o diferentes niveles de conservación o uso de la
68 sistemático, dentro de cada uno. Por su par- tierra. No obstante, dado que se basa en su-
te, el muestreo sistemático consiste en ubicar posiciones a priori acerca de las propiedades
las unidades muestrales siguiendo un patrón de la vegetación, se corre el riesgo de aceptar
diseñado previamente. Por ejemplo, desde un como comunes rasgos no generalizados del
punto escogido en la zona de trabajo, las uni- sistema de estudio.
dades muestrales pueden ubicarse cada cierta
distancia en varias direcciones. El muestreo Selección de la cantidad de unidades
sistemático también puede hacerse en función muestrales (tamaño de muestra)
del tiempo, por ejemplo, Barrios (2008) re-
gistró a intervalos de 30 minutos durante 14 El tamaño de la muestra o número de unida-
horas consecutivas los visitantes florales del des muestrales dependerá del objetivo del in-
cactus Leptocereus scopulophilus para explo- ventario, del personal y el tiempo disponible;
rar la diversidad de polinizadores potenciales. teóricamente, a medida que se incrementa el
Este tipo de muestreo permite identificar los tamaño de la muestra los resultados reflejan
cambios o variaciones con mayor facilidad mejor la realidad. La ubicación de las uni-
que el diseño aleatorio (Matteucci y Colma, dades muestrales es un factor importante a
2002). considerar; si el objeto de estudio es una po-
blación que se distribuye de manera agregada,
De forma general se sugiere que para elegir el la ubicación de las unidades muestrales debe
diseño de muestreo es conveniente conocer seguir dicha distribución. Sin embargo, si la
al área y la distribución dentro de esta de las intención es realizar un inventario para esti-
especies objeto de estudios. Sin embargo, en mar la diversidad de una comunidad vegetal o
ocasiones no se cuenta con dicha información conocer la estructura de la vegetación, es más
y una solución temporal a esto es el llamado adecuado tener pocas unidades muestrales,
muestreo adaptativo (Krebs, 1999). En este pero esparcidas por toda el área de trabajo,
tipo de muestreo las primeras unidades mues- y no muchas agrupadas en un único punto
trales se ubican al azar o sistemáticamente, y del área.
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
toma de decisiones sobre el uso y manejo de invasoras, entre muchos otros rasgos de las
la biodiversidad vegetal. especies (e. g. hábito, modos de vida; Fig. 5.4).
Figura 5.4. Ejemplo de dos curvas de rango-abundancia construidas para comparar la diversidad de especies de dos sitios
diferentes con igual valor de riqueza (S). El resto de las letras representan diferentes especies vegetales, pi constituye el
valor de abundancia relativa o proporcional de cada una de estas especies vegetales en cada uno de los sitios y con colores
verde, rojo y azul se diferencian especies endémicas, amenazadas de extinción y exóticas invasoras, respectivamente.
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
3. Estimación de la densidad
y manejo utilizada. Por ejemplo, la ausencia o general suelen efectuarse al menos 50 puntos.
baja representatividad de individuos pre-re- Usualmente cuando se trabaja con árboles se
productores frecuentemente es asociada con define un diámetro mínimo del tronco (e. g.
la presencia de poblaciones en contracción DAP que expresa el diámetro del tronco a la
o declive, mientras que un gran número de altura de 1,30 m desde el suelo) para registrar
individuos juveniles y adultos jóvenes puede a los individuos. En la técnica del individuo
denotar una población estable e incluso en más cercano se localiza el individuo más cer-
expansión (Primack et al., 2001). cano al punto de muestreo y se mide la dis-
tancia entre éste y el punto muestral. La me-
1. Métodos para estimar el tamaño dia de todas las distancias registradas (D1) es
poblacional utilizada para calcular la densidad utilizando
la ecuación: Densidad = 1/ (2D1)². Mientras
Existen numerosas técnicas que permiten que en la técnica del punto centro usualmente
estimar el número de individuos de una se utiliza un transecto de unos 2 000 m de
población. La densidad y la abundancia largo y se sitúan puntos de muestreo ubicados
usualmente es estimada mediante el conteo sistemáticamente o al azar. En cada punto se
de individuos de la especie en transectos o eligen los cuatro individuos más cercanos al
parcelas siguiendo similar procedimiento punto centro marcado. Después se mide la
que las técnicas descritas con anterioridad distancia desde el punto centro a los árboles
(Tabla 5.1). El conteo total de los individuos seleccionados siguiendo el orden de distan-
sólo es recomendado para sitios y poblacio- cia (Fig. 5.7). Las distancias a estos cuatro ár-
nes muy pequeñas. Otra aproximación es la boles es promediada y la media de todos los
utilización de los métodos de distancia, o sea, promedios es D2 y la densidad es calculada
métodos que utilizan la distancia entre pun- como 1/( D2)2.
tos de muestreo e individuos de las especie 73
focales para obtener un estimado de la densi- El método de distancia T-square, recomen-
dad de una población. Entre estos métodos se dado por Sutherland (1995) sobre las dos an-
incluyen las técnicas del individuo más cer- teriores, parte de m puntos situados al azar
cano y del punto centro, ambas con algunos en el área de estudio a partir de los cuales
detractores, así como la técnica de T-square se medirá la distancia al individuo más cer-
(Sutherland, 1995). cano de la especie en estudio (x), así como
la distancia de éste a su vecino más cercano
En las primeras dos técnicas se localizan pun- en el semiplano opuesto (y). Este semiplano
tos al azar dentro del área de estudio; el nú- opuesto está delimitado por una línea ima-
mero mínimo aceptable de puntos depende ginaria perpendicular a la línea que une el
de la variación en los datos, pero como regla punto aleatorio y el primer individuo regis-
Tabla 5.1. Métodos más usados para censar poblaciones de hierbas, árboles y arbustos (modificado de Sutherland, 1995),
los símbolos indican: *, comunmente aplicado; +, frecuentemente aplicado; ±, ocasionalmente aplicado; -, no aplicable.
2. Estructura poblacional
4. Parcelas permanentes
Figura 5.10. Ejemplos de perfiles de vegetación, A. Tomado
Para conocer la dinámica de una comuni- de Falcón et al., 2016, donde se identifican las especies ob-
dad vegetal a mediano plazo una técnica a servadas mayormente con números, B. Tomado de Gonzá-
considerar serían las parcelas permanentes. lez-Gutierrez et al., 2005, donde se representan las especies
Estas permiten evaluar la sucesión ecológica con las iniciales del nombre científico: Ae- Amyris elemifera,
o cómo reacciona la comunidad vegetal ante Bs- Bourreria succulenta, Cl- Cattleyopsis lindenii, Ec- Exoste-
eventos catastróficos como incendios y hura- ma caribaeum, Ef- Erithalis fruticosa, Gl- Gymnanthes lucida,
canes. La localización de las parcelas debe ser Lm- Leucocroton microphyllus, Pa- Pictetia arborescens, Pc-
establecida con precisión (e. g. con un GPS u Passiflora cuprea, Pi- Pseudocarpidium ilicifolium, Ld- La-
hojas cartográficas), de manera que puedan siacis divaricata, Sg- Selenicereus grandiflorus, Tf- Tillandsia
monitorearse durante varios años. Estas par- fasciculata, Tm- Tabebuia myrtifolia.
celas comunmente son rectangulares o cua-
dradas y de considerable tamaño (e. g. 100
m de largo). En Cuba han sido utilizadas y
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
Figura 5.12. Esquema de la parcela de 500 × 2 m dividida en 10 subparcelas rectangulares de 50 m de largo, según
propuesta de Aymard et al. (1995).
González-Oliva, Ferro, Rodríguez-Cala y Berazaín
Índices utilizados para caracterizar Dominancia relativa = (área basal de una fa-
la vegetación milia / área basal total) × 100
Para analizar la información obtenida en los Otros índices de valor de importancia pueden
muestreos, utilizando cualquiera de las pro- calcularse, como es el caso del Índice de Valor
puestas previas basadas en el uso de la dé- de Importancia Ampliado (IVIA) propuesto
cima de hectárea (0,1 ha), aunque también por Finol (1971) que toma en cuenta tanto la
podría ser usada en parcelas permanentes, estructura horizontal como la estructura ver-
etc., se han descrito una serie de índices re- tical del bosque, incluyendo el componente
lativamente fáciles de aplicar y que permi- de posición sociológica y regeneración natu-
ten describir la estructura de la vegetación. ral. Este índice se calcula como:
Estos se conocen como Índices de Valor de
Importancia (IVI) y pueden ser aplicados a IVIA = Ab.% + Fr.% + D.% + P.s.% + R.n.%
especies, géneros, familias botánicas y tipos
de vegetación.
78 Donde Ab. % representa la abundancia re-
✴✴Índices de valor de importancia (IVI) para lativa, Fr. % la frecuencia relativa, D. % la
especies: dominancia relativa, la P.s. % la posición
sociológica y R.n. % la regeneración natu-
1. Frecuencia relativa = (# parcelas en las que ral. Para obtener el parámetro Regeneración
ocurre una especie / # total de ocurrencia de natural (R.n. %) para una especie debe ser
todas las especies) × 100 fijada la talla de las plántulas de dicha especie
y calcular para estas plántulas los parámetros
2. Densidad relativa = (# de individuos de una abundancia y frecuencia, y luego el paráme-
especie / # total de individuos de todas las tro R.n. como la suma de éstos dos últimos. A
especies) × 100 su vez la Posición sociológica se calcula como
la suma de los valores de posición sociológi-
3. Dominancia relativa = (área basal total cal- ca de la especie en cada uno de los estratos
culada para una especie / área basal total de considerados (usualmente 3: superior, medio
todas las especies) × 100 e inferior) entre el número de estratos (e. g.
López et al., 2006; Alanís, 2010).
A B C
Figura 5.15. A. Esquema de ubicación de las 10 subparcelas de 1 m2 (2 x 0,5 m) en el borde de la parcela principal de 1000
80 m2, B. ubicación de las 2 subparcelas de 10 m2 (parcelas A y B) en los extremos 70 m y 0 m de la parcela principal y C.
representación esquemática de la parcela modificada de Whittaker con todas las subparcelas incluidas. La línea sinuosa
indica el modo de recorrer la parcela principal durante el muestreo.
brindado resultados con la delimitación del 7. Monitoreo de vegetación mediante
DAP1.30 en dependencia de la manifestación imágenes satelitales
de las clases diamétricas de la formación ve-
getal objeto de estudio. Los cambios ambientales y las presiones an-
trópicas son cada vez mayores, mientras que
7. Se registran y miden los individuos dentro los recursos y tiempo disponible para reca-
de la subparcela C, de acuerdo a los mismos bar información que permita elaborar una
criterios del paso anterior. estrategia de gestión exitosa muchas veces es
limitado. Por ello, cada vez son más los es-
8. Se registran y miden los individuos a través tudios de biodiversidad que utilizan técnicas
de un rastreo para considerar todo lo nuevo de percepción remota. Este tipo de técnicas
que pueda aparecer y apuntar la cantidad de se encuentran entre las formas más efectivas
individuos de las especies que ya han sido re- de evaluar los cambios históricos en las pro-
gistradas con anterioridad en las subparcelas piedades de la cobertura vegetal a gran escala
(Fig. 5.15C). (Agrawal et al., 2003; Turner et al., 2003; Fair-
banks y McGwire, 2004; Feeley et al., 2005).
La planilla de campo para los registros debe Para evaluar la dinámica a escala regional de
estar organizada por subparcelas en el mismo comunidades vegetales pueden ser utilizados
orden en que se establecieron en los pasos índices de vegetación derivados de las técni-
anteriores. cas de percepción remota, tales como el índi-
ce de campo continuo de vegetación utilizado
por Hernández y Cruz (2016).
Capítulo 5. Métodos de Inventario de Plantas
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