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SUB-TEMA 2: ÓRGANOS DE CONTROL DEL

PODER JUDICIAL. LA OCMA Y LAS ODICMAs.

PRESENTACIÓN

El sistema de control interno en el Poder Judicial es de reciente data. Apenas en 1977 se crea
la Oficina de Control Interno que, a partir de 1992, pasa a denominarse Oficina de Control de la
Magistratura (OCMA). Se mantuvo centralizado el sistema hasta que en 1996, en el marco de
la reforma judicial, se crearon las Oficinas Distritales de Control de la Magistratura (ODICMAs),
que le han dado dimensión auténticamente nacional al sistema de control. Se trata de
describir la competencia y funciones de la OCMA y sus ODICMAs, así como analizar su
problemática, evolución y principales logros.

PREGUNTAS-GUÍA:

a) ¿Cuáles son los principios rectores del control interno en el Poder Judicial?

B) ¿Cómo está organizada la OCMA?

c) ¿Cómo están organizadas las ODICMAs?

190 2.2. Órganos de control del Poder Judicial. La OCMA y las ODICMAS. El control es el poder
que tiene por finalidad la tutela de valores expresados o protegidos institucionalmente por la
autoridad controlante frente al ejercicio actual o potencial de poderes o facultades jurídicas
(GALEOTTI, 1964: p. 319). La tutela en mención supone la valoración del modo de actuar de los
controlados y, en caso la calificación sea desfavorable, la determinación de la causa del
comportamiento inadecuado (GONZÁLES MANTILLA, 1997: p. 118).

Un sistema de control debe edificarse sobre la base de los principios de transparencia y


eficiencia. El primero exige no sólo la publicidad de los actos procesales, sino también la
obligatoriedad de rendir cuenta de los actos administrativos. El segundo, que toma como
premisa el primero, implica la posibilidad de determinar el cumplimiento de los objetivos
institucionales respecto del servicio de administración de justicia (Ibid., pp. 118-119), para lo
cual es imprescindible la elaboración constante de estadísticas que nos permitan dilucidar
indicadores o tendencias que permitan orientar o reorientar los esfuerzos para alcanzar las
metas antes mencionadas.

Además, todo sistema de control debe ser estructurado en función a: en primer lugar, un
adecuado plan de acción, por cuanto el control implica planeamiento previo; y, en segundo
lugar, una eficiente organización para establecer una pronta y efectiva responsabilidad (REYES
RÍOS, 1999: p. 122).

Los presupuestos de todo sistema de control son fundamentalmente tres: La independencia


del controlador respecto del controlado, la determinación del ámbito de control y la
información y publicidad (VANOSSI, 1978: p. 22).

El primero supone que el controlador debe tener un origen, atribuciones y cualidades que
permitan que su actividad no se vea 191 mediatizada por algún tipo de influencia proveniente
del controlado o de otra fuente. En esa medida, cabe que el controlador sea designado por el
propio Poder Judicial, pero que no pertenezca a dicha institución; o, que el controlador
dependa funcionalmente de otro órgano constitucionalmente autónomo, sin que ello implique
debilitar la autonomía del Poder Judicial, como el Consejo Nacional de la Magistratura
(GONZÁLES MANTILLA, 1997: p. 122). Algunos consideran que un controlador externo al Poder
Judicial, afectaría inevitablemente la independencia del juez, por lo que debe existir una
estructura propia de control dentro del Poder Judicial conformada por magistrados (GIUSTI
ACUÑA, 1997: p. 135). Además, porque éstos conocen la actividad a evaluar en la perspectiva
de la toma de conciencia de las deficiencias organizacionales y el exceso de carga laboral,
pudiendo orientar el control hacia los correctivos necesarios, sin necesidad de acciones
tentativas (REYES RÍOS, 1999: p. 123).

Esta es la posición adoptada en nuestro ordenamiento jurídico. Hasta octubre de 1977, el


control interno de magistrados y auxiliares jurisdiccionales en el Poder Judicial fue conducido y
realizado por la Corte Suprema de Justicia, turnándose los vocales en el desempeño de tal rol
para lo cual contaban con un mínimo de infraestructura y recursos humanos. Estos resultaban
insuficientes para el ámbito en que se debía desplegar la función controladora lo que, aunado
a que tales magistrados no eran exonerados de sus cargas jurisdiccionales, configuraron un
sistema poco eficaz de control institucional.

Recién en octubre de 1977, en el marco de la reforma judicial de aquel entonces, se toma la


decisión de crear un órgano interno especialmente dedicado a evaluar la conducta funcional
de magistrados y auxiliares jurisdiccionales: la Oficina General de Control Interno del. Poder
Judicial (Decreto Ley N2 21972 del 25 de octubre de 1977).

Esta Oficina no ,sólo se ahitaba a la fiscalización del personal jurisdiccional sino que, al evaluar
también la gestión administrativa, 192 económica y financiera extendía sus funciones a los
trabajadores administrativos del Poder Judicial (DI. N 2 21972, art. 19. Sin embargo, es recién
en octubre de 1988 que con la Ley N2 24912 (26/10/88) que se le otorgan facultades de
sanción al Jefe de la Oficina, imponiendo desde entonces las medidas disciplinarias de
apercibimiento, multa y/o suspensión, exceptuando las de separación y/o destitución (PODER
JUDICIAL, 1999: p. 21).

El Jefe de la Oficina era un vocal supremo designado periódicamente por la Sala Plena de la
Corte Suprema. Estaba integrada por jueces y vocales superiores designados periódicamente
por dicha Sala Plena (D.L. N2 21972, art. 4). Inclusive estaba prevista la posibilidad de que se
creen órganos de control dependientes de dicha Oficina, por mandato de la Sala Plena de la
Corte Suprema (D.L. N2 21972, art. 5). Es decir, estaba contemplado el crecimiento
descentralizado de la Oficina General de Control Interno del Poder Judicial, hecho que no se
concretó durante su funcionamiento.

Así, la función de control adoleció de un marcado centralismo. Inicialmente, las quejas contra
magistrados y/o auxiliares jurisdiccionales debían interponerse en Lima, con el costo que ello
implicaba para los justiciables del e interior del país. Posteriormente, se delegó la recepción de
las quejas en los Presidentes de las Cortes Superiores lo cual, si bien disminuyó los costos de
acceso al servicio fiscalizador, dilató su capacidad de resolución por el consiguiente aumento
de los trámites administrativos. Pero, las visitas judiciales seguían haciéndose desde Lima lo
que, teniendo en consideración la secular escasez de recursos presupuestales del Poder
Judicial, imposibilitaba una adecuada cobertura a nivel nacional. De este modo, el control
preventivo era seriamente limitado, desarrollándose únicamente el control posterior. Además,
las facultades de fallo estaban concentradas en el Jefe de la Oficina, quien debía resolver todas
las quejas a nivel nacional (PODER JUDICIAL, 1999: pp. 22-23).

La Oficina en mención se mantuvo en el texto original de la actual Ley Orgánica del Poder
Judicial (Decreto Legislativo N 2 767 del 4 de diciembre de 1991). Se precisó que estaría
integrada por magistrados a dedicación exclusiva, designados y cuyo número sería
determinado por el Consejo de Gobierno del Poder Judicial (art. 100), conformada- también
por una oficina de informática y otra de auditoría administrativa y financiera a cargo de un
auditor general o contador público colegiado, con el personal de auditores necesario para el
cumplimiento de sus fines (art. 102).

La Oficina de Control de la Magistratura. A partir de noviembre de 1992, la Oficina General


de Control Interno del Poder Judicial se convirtió en la Oficina de Control de la
Magistratura (en adelante OCMA, Decreto Ley N 2 25869 del 25 de noviembre de 1992).
Así quedó finalmente consagrada en el texto actual de la Ley Orgánica del Poder Judicial
(Decreto Supremo N2 017-93-JUS del 2 de junio de 1993, Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial) que, en su artículo 102 establece corno funciones generales
las siguientes:

La Oficina de Control de la Magistratura es el órgano que tiene por función investigar


regularmente la conducta funcional, la idoneidad y el desempeño de los Magistrados y
auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial. Esta facultad no excluye la evaluación
permanente que deben ejercer los órganos jurisdiccionales al conocer de los procesos en
grado".

El desempeño de los magistrados y auxiliares jurisdiccionales alude a su conducta


jurisdiccional respecto de los justiciables, en perspectiva de la observancia de las pautas de
la tutela judicial efectiva, el debido proceso legal y la necesaria imparcialidad para una
recta administración de justicia. La idoneidad se refiere a la calidad del servicio prestado
en el despacho judicial en términos de contenido jurídico y cumplimiento de los plazos
procesales.

Finalmente, la conducta funcional implica el cumplimiento de las obligaciones de índole


institucional o administrativo.

El control que ejerce la OCMA puede adoptar dos modalidades según el artículo 2 de la
Resolución Administrativa N g 263-96-SETP-CME-PJ (17/7/96), Reglamento de
Organización y Funciones (ROF) de la OCMA:

«Dentro del rol del Poder Judicial, la Oficina de Control de la Magistratura goza de
facultades disciplinarias y preventivas, que se traducen en el control previo, concurrente y
posterior".

En esa medida, la OCMA no sólo tiene una función sancionadora, sino también orientadora
en la perspectiva de evitar que los magistrados y auxiliares jurisdiccionales incurran en
irregularidades funcionales o jurisdiccionales, en tres momentos distintos: antes, durante y
después de la ocurrencia de tales infracciones a. las normas procesales o institucionales
correspondientes.

Además, el artículo 6 del mismo cuerpo normativo señala los criterios que orientan la
función de control:

A) La Oportunidad. En mérito de la cual las acciones de control deben efectuarse en el


momento debido.

b) La Colaboración. Consistente en que, la orientación de la función de la OCMA está


centrada en cooperar con las oficinas y órganos jurisdiccionales, a fin de que mejoren su
desempeño funcional, alcanzando mayores niveles de eficiencia y eficacia, así como la
identidad y legitimación ciudadana.

c) La Reserva. Por la cual es prohibido revelar información, que dificulta la tarea de la


OCMA. La infidencia es considerada falta grave. 195

d) La Presunción de Licitud. Según la cual se presume que los magistrados y auxiliares de


justicia en el desempeño de sus funciones actúan con arreglo a las normas legales y
administrativas de su competencia, en forma transparente, salvo prueba en contrario".

Es importante destacar que la función de control debe ser realizada sin obstaculizar la
actividad jurisdiccional y teniendo siempre presente su rol de contribución al logro de un
mejor servicio de administración de justicia. Ello implica supervisar el trabajo de
magistrados y auxiliares jurisdiccionales con la confidencialidad necesaria, con espíritu de
colaboración y apoyo a la actividad judicial y presumiendo un proceder idóneo de los
controlados.

La OCMA es dirigida por un vocal supremo (LOPJ, art. 103), actualmente designado por el
Presidente de la Corte Suprema de Justicia (Ley 26695, art. 1 2, inc. b). Está integrada por
vocales superiores y jueces especializados o mixtos, a dedicación exclusiva, cuyo número
es determinado por la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial, quien los nombra por un
plazo improrrogable de 3 años (LOPJ, art. 103).

El artículo 105 de la LOPJ establece cuáles son específicamente las funciones de la OCMA:

"Son funciones de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial las siguientes:

1. Verificar que los magistrados y auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial, cumplan las
normas legales y administrativas de su competencia, así como las que dicta la Sala Plena
de la Corte Suprema y el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. 6 Actualmente, la Comisión
Ejecutiva del Poder Judicial. 196

2. Realizar de oficio, por mandato de la Sala Plena de la Corte Suprema, de la Comisión


Ejecutiva del Poder Judicial o del Presidente de la Corte Suprema, inspecciones e
investigaciones en la Corte Suprema, Cortes Superiores, Salas, Juzgados Especializados y
Mixtos, Oficinas de los Auxiliares Jurisdiccionales, y del mismo modo en relación con la
conducta funcional de Magistrados y auxiliares jurisdiccionales.
3.- Procesar las quejas de hecho y las reclamaciones contra los Magistrados y auxiliares
jurisdiccionales.

4.- Dar trámite a lo actuado en el cumplimiento de las funciones de su competencia.

5.-Informar al Consejo Ejecutivo del Poder Judicial y al Presidente de la Corte Suprema


sobre todas las infracciones que detecte, dentro de los 30 días siguientes.

6.- Verificar el cumplimiento de las medidas disciplinarias que se hubieren dictado.

7.- Poner en conocimiento del Fiscal de la Nación los casos de conducta indebida y las
irregularidades procesales en que incurren los representantes del Ministerio Público, para
los fines de ley.

8. Recibir y procesar las denuncias que formulen los representantes. del Ministerio
Público, sobre la conducta funcional de los Magistrados y auxiliares jurisdiccionales, a
través de los organismos de control del Ministerio Público.

9.- Rechazar de plano las quejas manifiestamente o, que no sean de carácter funcional
aplicando al quejoso las sanciones y las el artículo 297 de la presente Ley.

10.- Llevar un registro actualizado de las sanciones ejecutoriadas así como de los estímulos
de los Magistrados y auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial, al que interesados y
público en general.

11. Las demás que señala la presente Ley y el reglamento .

Pues bien, como puede apreciarse, la OCMA tiene encomendada la fiscalización de los
magistrados y auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial que, puede extenderse a los
miembros del Ministerio Público respecto de eventuales conductas indebidas e
irregularidades procesales advertidas en los tribunales informando de ello al Fiscal de la
Nación. La tarea de control interno puede desarrollarse por iniciativa propia, a través de
las inspecciones e investigaciones respectiva; a pedido de parte, mediante la recepción y
tramitación de las quejas de litigantes y ciudadanos; y, por acción de la Fiscalía Suprema de
Control Interno del Ministerio Público, en función a la recepción y tramitación de las
denuncias que por tal conducto formulen los fiscales.

De acuerdo con el artículo 5 del ROF de la OCMA, estas funciones deben ser ejercidas por
la OCMA en base a los siguientes principios:

a) La universalidad.- Comprendida como la potestad de la Oficina de Control de la


Magistratura de efectuar el control respecto de todos y cada uno de los magistrados y
auxiliares de justicia de los diferentes órganos de cada distrito judicial de la República.

b) El carácter integral. - Consistente en un conjunto de acciones destinadas a evaluar la


eficiencia y eficacia del desempeño funcional de los magistrados y auxiliares de justicia,
observando su legitimación en la ciudadanía.
c) La autonomía funcional.- La Oficina de Control de la Magistratura goza de autonomía e
independencia en el ejercicio de sus funciones, sólo depende administrativamente del
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.

d) El carácter técnico y especializado de control. - Por el cual el personal de la Oficina de


Control de la Magistratura está integrado por magistrados y personal auxiliar calificado,
abogados, especialistas en informática y demás afines con la labor de control, sin perjuicio
de que en las investigaciones que realice solicite el apoyo de Inspectoría.

e) La publicidad. - Es la difusión periódica con finalidad ejemplificadora, del resultado de


las acciones de control.

f) La atribución de acceder a todo tipo de información. - Implica el examen de los


expedientes judiciales, libros, así como solicitar informes a cualquier autoridad o
dependencia judicial, estatal o particular.

g) La no interrupción del funcionamiento de la oficina u órgano jurisdiccional. - Consistente


en la no paralización de las actividades o despacho judicial, durante las investigaciones
efectuadas.

h) Objetividad.- Las acciones de control deben efectuarse sobre la base de hechos


rodeados de imparcialidad, evitando la subjetividad; ello no excluye la convicción de
certeza que pueda obtenerse del análisis de los indicios, presunciones y conducta del
magistrado o auxiliar de justicia".

De los principios antes mencionados nos interesa detenernos brevemente en la


universalidad, el carácter integral y la atribución de acceder a todo tipo de información. La
universalidad, entendida como el diseño de un sistema de control que permita la
fiscalización de todos los magistrados y auxiliares del Poder Judicial, engloba inclusive a
algunos órganos de gobierno como las Presidencias de Corte Superior. Así, el artículo 5 de
la Resolución Administrativa N2 197-96-SE-TP-CME-PJ (26/5/96) señala textualmente lo
siguiente:

"La Oficina de Control de la Magistratura evaluará y controlará el correcto desempeño y


cumplimiento de sus funciones por parte de los Presidentes de Corte Superior de Justicia,
pudiendo cuando lo estime necesario disponer, además de las acciones de control
programadas, inspecciones inopinadas en los distritos judiciales, a fin de establecer la
responsabilidad en que pudiese haber incurrido por dolo o negligencia tanto el Presidente
de Corte como quienes resulten directamente involucrados o sujetos activos de las faltas o
irregularidades".

En cuanto al carácter integral de la función de control, es importante destacar la inclusión


como elemento de análisis en el 199 desempeño de los magistrados y auxiliares, de su
legitimidad con la ciudadanía. Ello es altamente significativo teniendo presente que el juez
es una autoridad en su comunidad, que debe tener ascendencia sobre la población que
debe reconocer en él a un justo resolutor de sus conflictos. Además, tal pauta evaluativa
tiene que ver con el reconocimiento de la aplicabilidad del Derecho consuetudinario,
siempre que no se violen derechos humanos, en la administración de justicia realizada por
las autoridades de las comunidades campesinas y nativas, con el apoyo de las rondas
campesinas (Const., art. 149).

Finalmente, en cuanto a la atribución de acceder a todo tipo de información, debe


justificarse el pedido de documentación oficial y ser devuelta a la brevedad posible. En ese
sentido, el artículo 4 de la Resolución Administrativa Ni g 017-96-J/OCMA (18/4/96) señala
que:

"El pedido de actuados judiciales para su revisión deberá hacerse previo registro de la
queja presentada, a fin de que quede constancia de la razón que motivó el pedido de los
actuados en un proceso, expedientes que deben ser devueltos de inmediato a fin de no
paralizar actuaciones judiciales pendientes".

De otro lado, el artículo 8 del ROF de la OCMA establece su estructura orgánica del
siguiente modo:

"La OCMA está integrada por órganos de dirección, línea y apoyo.

a) Son órganos de dirección:

a.a) La Jefatura de la OCMA, a cargo de un vocal de la Corte Suprema de Justicia de la


República, cuya competencia se extiende a nivel nacional, y

a.b) Las Jefaturas de las ODICMA, a cargo de los Presidentes de las respectivas Cortes
Superiores de Justicia. 200

b) Son órganos de línea:

b.a) De la sede central:

b.a.a) La Unidad de Procesos Disciplinarios, integrada por tres vocal superiores y


presididos por el de mayor antigüedad en el cargo.

b.a.b) La Unidad de Supervisión y Proyectos, integrada por dos vocales superiores y tres
jueces especializados o mixtos, presidida por el vocal superior más antiguo, pudiendo
incrementarse su número de acuerdo a las necesidades del servicio; y,

b.a.c) La Unidad Operativa Móvil, a cargo de un vocal superior e integrada con un mínimo
de tres magistrados especializados, pudiendo incrementarse su número de acuerdo a las
necesidades del servicio...

c) Son órganos de apoyo:

c.a) De la sede central:

c.a.a) El Equipo de Asistentes.

c.a.b) La Unidad de Sistemas.

c.a.c) La Gerencia Documentaria.


c.a.d) La Gerencia de Imagen Institucional...".

El Jefe de la OCMA tiene funciones propositivas, fiscalizadoras y disciplinarias. Respecto de


las primeras, propone a la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial los vocales superiores y
jueces especializados o mixtos que van a integrar la OCMA. Respecto de las funciones
fiscalizadoras, programa las visitas judiciales ordinarias y extraordinarias en las diferentes
dependencias judiciales y las Oficinas Distritales de Control de la Magistratura (ODICMAs)
sobre las que volveremos después. Además, aprueba los planes y dispone los operativos
para verificar inmediatamente flagrantes actos 201 pasibles de sanción y, dispone que el
Jefe de las ODICMAs aperturen las investigaciones sobre indicios de irregular conducta
funcional cuando por cualquier medio, que no sean quejas o denuncias, tome
conocimiento de actos, hechos y circunstancias sobre el particular (ROF de la OCMA, art.
9).

Respecto de sus funciones disciplinarias, destacan las siguientes: respecto de los auxiliares
jurisdiccionales, imponer las sanciones disciplinarias de apercibimiento o multa; y,
proponer la suspensión, separación y/o destitución a la Comisión Ejecutiva del Poder
Judicial. Además, resuelve en segunda y última instancia las medidas disciplinarias de
apercibimiento y multa impuestas en primera instancia por la Unidad de Procesos
Disciplinarios o el Jefe de la Unidad Operativa Móvil. Respecto de los magistrados,
proponer a la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial la separación o que formule el pedido
de destitución, excepto de los vocales supremos; calificar y abrir procesos disciplinarios
cuando corresponda a los Jefes de las ODICMAs y/o Jefes de las Unidades Controladoras
de la Sede Central. Además, resuelve también en segunda y última instancia las medidas
disciplinarias de apercibimiento y multa impuestas en primera instancia por la Unidad de
Procesos Disciplinarios o el Jefe de la Unidad Operativa Móvil (ROF de la OCMA, art. 9).

Por su parte, la Unidad, de Procesos Disciplinarios tiene funciones procesales y


disciplinarias. Respecto de las primeras, tramita en primera instancia las quejas e
investigaciones contra los Jefes de las ODICMAs o los magistrados contralores de la Sede
Central, proponiendo a la Jefatura de la OCMA las medidas disciplinarias correspondientes.
Respecto de sus funciones disciplinarias, resuelve en segunda y última instancia los medios
impugnatorios interpuestos contra las medidas de apercibimiento y/o multa impuestas por
los Presidentes de Corte Superior en calidad de Jefe de las ODICMAs (ROF de la OCMA, art.
14).

A su vez, la Unidad de Supervisión y Proyectos tiene funciones básicamente fiscalizadoras.


Así, realiza las visitas judiciales a las ODICMAs según et rol elaborado por el Jefe de la
OCMA y las que éste disponga posteriormente; y, verifica la actividad funcional del Jefe de
la ODICMA, la CODICMA y el Equipo Especial que la integra con posibilidad de revisar
libros, expedientes y demás actuados administrativos necesarios. Pero, además tiene una
función sumamente importante en perspectiva de optimizar el servicio mismo de
administración de justicia: identificarlos puntos críticos en la prestación del servicio judicial
y, elaborar propuestas de solución para los mismos dirigidas al Jefe de la OCMA (ROF de la
OCMA, art. 17). Complementariamente, el Jefe de la Unidad en mención puede imponer
en primera instancia las medidas disciplinarias de apercibimiento y multa a los magistrados
o auxiliares jurisdiccionales, distintos a los Jefes de las ODICMAs. En este caso, sólo
propondrá al Jefe de la OCMA la sanción que considere pertinente (ROF de la OCMA, art.
18).

Finalmente, la Unidad Operativa Móvil tiene como función principal realizar las
investigaciones y operativos dispuestos por la Jefatura de la OCMA, así como las acciones
de inteligencia destinadas a detectar y erradicar los casos de corrupción (ROF de la OCMA,
art. 21). Además, el Jefe de la Unidad en mención puede imponer en primera instancia las
medidas disciplinarias de apercibimiento y multa en función a las investigaciones
realizadas en la Unidad, salvo cuando se trate del Jefe de una ODICMA, caso en el que sólo
propondrá al Jefe de la OCMA la sanción que considere pertinente (ROF de la OCMA, art.
22).

Por último, se ha creado el Proyecto Especial de Lucha Integral contra la Corrupción


(PELICC) como órgano de apoyo de la OCMA (Res. Adm. Nº 739-CME-PJ del 18 de
setiembre de 1998), dependiendo administrativa y económicamente de la Secretaría
Ejecutiva de la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial (Res. Adm. Nº 05-99-SE-TP-CME-PJ,
art. único). Tiene como principales funciones: ejecutar acciones de prevención dirigidas al
personal jurisdiccional 203 y administrativo del Poder Judicial, así como al público usuario;
propiciar la participación activa de la ciudadanía en la lucha contra la corrupción; realizar
investigaciones e intervenciones con propósitos disuasivos, informando a la Jefatura de la
OCMA; realizar acciones de inteligencia y seguimiento a presuntos trabajadores corruptos;
y, apoyar. A la Unidad Operativa Móvil en sus acciones de corrupción (PODER JUDICIAL,
1999: pp. 40-43).

b) La Oficina Distrital de Control de la Magistratura.

El artículo 104 de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que:

"La Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial está constituida .por una
Oficina Central con sede en Lima, cuya competencia abarca todo el territorio de la
República. El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial' puede crear Oficinas Descentralizadas de
Control de la Magistratura, que abarcan uno o más distritos judiciales, fijando su ámbito
de competencia así como sus facultades de sanción".

En base a esta potestad es que en abril de 1996, la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial
creó las ODICMAs en todos los distritos judiciales de la República, estableciendo que los
Presidentes de las Cortes Superiores debían presidirlas y dirigirlas, supervisando y
controlando la conducta funcional () idoneidad en el desempeño de los magistrados y
auxiliares de su jurisdicción, en coordinación con la OCMA y la Comisión Ejecutiva del
Poder Judicial (Res. Adm. N2 074-CME-PJ, art. 2). ' Actualmente, la Comisión Ejecutiva de!
Poder Judicid 204

El artículo 8 del ROF de la OCMA establece cuáles son los órganos de línea y de apoyo de
las CODICMAs:

b) Son Órganos de Línea:


b.b) De las Oficinas Distritales:

b.b.a) La Comisión Distrital de Control de la Magistratura, integrada por el vocal decano


del distrito judicial respectivo, quien la preside en adición a su función jurisdiccional, salvo
que el Jefe de la OCMA atendiendo a las estadísticas determine su dedicación exclusiva.
Asimismo la integran un juez especializado o mixto y un juez de paz letrado.

b.b.b) El Equipo Especial, integrado por un grupo de magistrados designados por el Jefe de
la ODICMA, cuyo número será determinado de acuerdo a las necesidades del servicio...

c) Son Órganos de Apoyo:

c.b) En las ODICMAs:

c.b.a) La Oficina de Imagen Institucional Distrital".

La Comisión Distrital de Control de la Magistratura (CODICMA) laborará a dedicación


exclusiva en Lima, Callao, Arequipa, Cusco y La Libertad (Res. Adm. Nº 127-CME-PJ del
25/6/96, art. 3).

La Presidencia puede recaer en un vocal distinto al decano, si así lo determina el


Presidente de la Corte Superior y, los jueces integrantes de la CODICMA no están exentos
de la función jurisdiccional (Res. Adm. Nº 074-CME-PJ, art. 3).

El Jefe de la DDICMA tiene funciones fiscalizadoras y disciplinarias. Respecto de las


primeras, programa las visitas judiciales ordinarias y extraordinarias a las dependencias
judiciales, 205 en coordinación con el Jefe de la OCMA; dispone y practica los operativos
de verificación inmediata de actos de corrupción cometidos por magistrados y/o auxiliares
jurisdiccionales, con la máxima confidencialidad; y, apertura investigaciones por mandato
del Jefe de la OCMA o cuando por cualquier medio, que no sean quejas o denuncias, tome
conocimientos de actos, hechos o circunstancias que constituyan indicios de
irregularidades de magistrados y/o auxiliares jurisdiccionales (ROF de la OCMA, art. 12).

En cuanto a sus funciones disciplinarias, impone las sanciones de apercibimiento y/o


multa, así como propone la suspensión, separación y/o destitución que corresponda a
magistrados y/o auxiliares jurisdiccionales (ROF de la OCMA, art. 12).

A su vez, la CODICMA practica las visitas judiciales que el Jefe de la ODICMA disponga, de
acuerdo al rol establecido por éste en coordinación con el Jefe de la OCMA e, investiga y
propone al Jefe de la ODICMA las sanciones disciplinarias para los magistrados y/o
auxiliares jurisdiccionales por el incumplimiento de sus deberes. La actuación de los
miembros de la CODICMA es individual y no colegiada (ROF de la OCMA, art. 25).

Finalmente, el Equipo Especial tramita las quejas remitidas por el Jefe de la ODICMA,
actúa las pruebas de oficio destinadas al mejor esclarecimiento de los cargos imputados a
los quejados y, emite el informe respectivo al final de las investigaciones sugiriendo la
imposición de sanciones o el archivamiento del proceso. La actuación de los miembros del
Equipo Especial es individual y no colegiada (ROF de la OCMA, art. 26).
Por último, la gestión administrativa, económica y financiera del Poder Judicial está
sometida al control de la Oficina de Inspectoría General, de conformidad con las normas
del Sistema Nacional de Control (LOPJ, art. 108). En función a ello se diseña el sistema de
control para los funcionarios y el personal administrativo del Poder Judicial.

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