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LA RECONVENCIÓN EN LA

CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS


IMPLICANCIAS PROCESALES

JENNY DÍAZ HONORES


Es conciliadora y capacitadora en conciliación amorizada por el Ministerio
de Justicia; especialista y expositora en Conciliación y Medios Alternativos de
Resolución de Conflictos; presidenta de ASIMARC; aurora del libro Manual
de conciliación exrrajudicial, Guía práctica para resolver conflicros sociales y
del libro Conciliación familiar, un Enfoque multidisciplinario; árbitro laboral
registrada en el Ministerio de Trabajo y árbitro en el Centro de Arbitraje
"Arbitra Perú" del Ministerio de Justicia.
SUMARIO: l. Incroducción.-2.Diferencias entre conciliación extrajudicial
y el proceso judicial .- 3. La reconvención.- 4. La reconvención en la
vía judicial.- 5. La reconvención en la vía extrajudicial.- 6. Asesoría
legal facultativa en la conciliación.- 7. Conclusiones.- 8. Referencias
bibliográficas.

l. INTRODUCCIÓN

En enero de este año la institución conciliatoria extrajudicial ha


cumplido 19 años desde que entró en vigencia a través de la Ley N.0
26872, Ley de Conciliación, es decir, casi dos décadas que los peruanos
tenemos en nuestro ordenamiento jurídico a la conciliación extrajudicial
como un mecanismo o medio de solución alterno al proceso judicial o
paralelo a la justici a ordinaria que se ej erce a través del Poder Judicial.

La conciliación extrajudicial si bien fue entendida en el principio


por los legisladores como un mecanismo que ayudaría a la reducción de la
carga procesal, quienes hemos convivido desde sus inicios y hasta la fecha
con tan importante institución ju rídica sabemos que eso no es correcto
y posible, pues los centros de conciliación extrajudicial, solo atienden
un reducido porcentaje de las controversias o incertidumbr es jurídic as
que llegan al Poder Judicial, más aún si la conciliación solo es aplicable a
los conflictos que versen sobre derechos disponibles patrimoniales o no
patrimoniales 1,y dentro de estos incluso hay materias excluidas o reser-

Se consideran derechos disponibles aquellos que las partes pueden disponer libre y
consensualmente porque no existe impedimento legal para poder realizar actos de
disposición como rrasmitir derechos, limitar sus propios derechos o extinguir o renun-

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vadas para la vía judicial o notarial. En consecuencia, pretender que los


centros de conciliación resuelvan un problema estructural y de casusas
múltiples como es la carga del Poder Judicial es una visión facilista de
los legisladores.

No es misión de la conciliación extrajudicial como institución jurí-


dica reducir la carga procesal sino cumplir con dos fines fundamentales:
primero construir una cultura de diálogo y paz en la sociedad peruana que
fomente valores de tolerancia, respeto, escucha y no violencia entre los
ciudadanos; y segundo colaborar con la administración de justicia evitan-
do que lleguen al Poder Judicial aquellos casos que no tengan relevancia
jurídica o que sea de factible resolución entre las partes de un conflicto.
En este sentido, los ciudadanos no solo tenemos el derecho de elegir
resolver nuestras controversias a través de la conciliación como parte de
nuestro pleno ejercicio de libertad; sino que debemos de comprender que
también es nuestro deber intentar agotar mecanismos de solución como la
conciliación o negociación, y solo cuando no se posible y hemos agotado
todos los recursos, recurrir al Estado para que resuelva la controversia.
En estos casi 20 años de vigencia de la conciliación extrajudicial
donde ha habido a mi parecer a nivel legislativo más retrocesos que avan-
ces, su ley de creación ha sido modificada en más de una oportunidad; y
con la dación del Decreto Legislativo N.0 1070, que modifica la Ley de
Conciliación, Ley N. 0 26872, quienes somos operamos hemos visto un
vuelco a la judiciali zación de la conciliación extrajudicial al incorporarse
figuras procesales como la reconvención, la misma que está contemplada
en el Código Procesal Civil, lo que refleja la falta de entendimiento fáctico
y doctrinario del ente rector2 sobre tan importante institución jurídica
para nuestro país.

ciar a sus derechos. Los derechos disponibles patrimoniales son aquellos que tienen
un contenido económico o pueden valorarse económicamente, son todos los bienes
muebles e inmuebles que pueden ingresar a un intercambio comercial. En cambio, los
derechos disponibles extra patrimoniales o no patrimoniales son aquellos que no son
susceptibles de valorización económica alguna y, por ende, tampoco pueden ingresar
al intercambio comercial, pero la ley no impide que las parres puedas disponer de sus
derechos.
2
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es el único ente rector de la Concilia-
ción Extrajudicial en el Perú, así lo señala expresamente la octava disposición comple-
mentaria y final del Reglamento de la Ley de Conciliación aprobado por el Decreto
Supremo N.0 014-2008-JUS.

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1 LA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS IMPLICANC!AS PROCESALES

En el presente artículo busco analizar la figura de la reconvención en


el procedimiento de conciliación y si se debe mantener esa figura procesal
en la ley de conciliación o no, a raíz de las implicancias procesales que
puede generar en el acceso a la justicia y búsqueda de tutela jurisdiccional
efectiva para el demandado.

2. DIFERENCIAS ENTRE CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL


Y EL PROCESO JUDICIAL

La conciliación extrajudicial es un espacio de diálogo que ofrece a


las partes de un conflicto la oportunidad de exponer sus percepciones,
intereses y propuestas de solución; en la conciliación las partes cuentan con
la asistencia de un tercero neutral e imparcial que facilita la comunicación
y la negociación de un posible acuerdo, si bien la idea de la conciliación
recae en que al final de la audiencia se arriben a acuerdos, no es menos
cierto que muchas veces el proceso judicial resulta ser una mejor alternativa
que la conciliación a efectos de resolver una controversia.
Aun cuando la conciliación sea un mecanismo recomendable y eficaz,
tampoco es el agua que cura todas las heridas, a veces mecanismos como
el arbitraje o el propio Poder Judicial resultan ser la mejor alternativa.
Esta decisión de conciliar o recurrir a un mecanismo heterocompo sitivo
como el Poder Judicial o arbitraje se toma luego de realizar una evaluación
costo beneficio, posibles resultados en el mecanismo heterocompositivo,
necesidad de confidencialidad, importancia del tiempo o relaciones fu-
turas, recursos de las partes , evitar mayor desgate emocional, entre otros
criterios.
Elegir conciliar y no recurrir al proceso judicial es la conclusión a
la cual han arribado las partes de mutuo acuerdo con la ayuda del con-
ciliador. Esta decisión es la consecuencia de una valorización psicológica
y económica positiva sobre la solución del conflicto, al considerar las
partes conciliantes que el acuerdo conciliatorio resulta ser más ventajoso
y beneficioso para ellos que lo que pueda resolver el juez.
Entre las diferencias relevantes sobre el procedimiento de concilia-
ción extrajudicial y el Proceso Judicial podemos encontrar los siguientes:
En cuanto a las pretensiones.- El artículo 7 del Reglamento de la
Ley de Conciliación establece que las pretensiones que se resuelvan

1 149
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en el procedimiento de conciliación extrajudicial no solo serán las


señaladas en la solicitud de conciliación, sino que durante la au-
diencia conciliatoria las partes podrán arribar acuerdos sobre otras
pretension es no consignadas en la solicitud3. La razón de ello es que
en conciliación extrajudicial se busca resolver los conflictos en base
a los intereses de las partes y no a base de posiciones o exigencias de
los conciliantes.
El incluir otras pretensiones no consignadas en la solicitud de
conciliación puede generar tres situaciones distintas: a. La nueva
pretensión podría modificar la pretensión de la solicitud. h. La
nueva pretensión pueda adherirse a la pretensión de la solicitud. c.
La nueva pretensión pueda excluir la pretensión de la solicitud. En
cualquiera de los casos, será necesario la conformidad o el acuerdo de
las partes conciliantes, de lo contrario, no podría incluirse la nuevas
pretensiones.
Lo comentado es una diferencia con el proceso judicial , pues el juez
solo resuelve en base al petitorio de la demanda y las pretensiones
de la reconvención, siempre que estas últimas sean conexas a la de-
manda. Sin embargo, en la conciliación extrajudicial no es necesario
que las nuevas pretensiones sean conexas con las planteadas en la
solicitud, a tal punto que puede haber pretensiones de naturaleza civil
en la solicitud e incluirse acuerdos sobre pretens iones de naturaleza
familiar en el acta.
En cuanto a la resolución.- En el proceso judi cial el juez siempre
resolverá la controversia a través de una sentencia judi cial, en cambio,
en la conciliación extrajudicial son las partes conciliantes quienes
deciden si resuelven o no el conflicto, son ellas quienes deciden si
resuelven todas sus diferencias a través de acuerdos totales o solo
alguna de ellas con acuerdos parciales, en este último supuesto será
el juez quien resuelva las pretensiones pendientes en la vía judi cial.
En cuanto a las materias.- En los procesos judiciale s se pueden ven-
tilar controversias de cualquier naturaleza, sean derechos disponibles
o no de las partes; en cambio, en el procedimiento de conciliación

3 Conforme lo señalada el artículo 7 de la Ley y del Reglamento de Conciliación respec-


tivamente, son pretensiones determinables aquellas que se fijan en el desarrollo de la
audiencia de conciliación y son distintas a las precisadas en la solicitud de conciliación.

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solo se podrán admitir conflictos sobre materias que versen sobre


derechos disponibles patrimoniales o no patrimoniales. Es decir,
materias o conflictos que las partes puedan disponer libremente y
que no exista impedimento legal para que adopten decisiones sobre
ellas.
En cuanto a la intervención de abogados.- Salvo en la demandas
de alimentos, las partes deben de contar con abogados para aperso-
narse y participar en un proceso judicial, debiendo contar los escritos
presentados al juzgado con la firma de abogado a efectos que puedan
ser admitidos a trámite. En cambio, para la presentación de una
solicitud de conciliación o para asistir a la audiencia no es necesario
la intervención de un abogado de parte. Será suficiente la partici-
pación personal de los conciliantes o de sus representantes legales
cuando exista una excepción contemplada en la ley y reglamento de
conciliación4 •
En cuanto a la valorización de las pruebas.- La admisión y valori-
zación de la prueba en un proceso judicial civil o familiar está a cargo
de juez, es él quien determina su admisión a juicio y su valor legal
en relación a los hechos que se desea probar en el proceso judicial.
Las pruebas en los procesos judiciale s adquieren absoluta relevancia
jurídica pues en la sentencia se expondrá la valorización razonada
que realizo el juez sobre ellas.
El centro de conciliación para admitir una solicitud de conciliación
exigirá al solicitante acompañe copias de los documentos relaciona-
dos con el conflicto, así lo dispone el numeral 4 del artículo 14 del
Reglamento de la Ley de Conciliación. Precísese que la normativi-
dad no emplea términos procesales, no exige como anexos medios
probatorios, como sí ocurre en la demanda judicial. La razón es muy
simple, el procedimiento de conciliación extrajudicial no busca una
verdad procesal, lo que busca es un entendimiento entre los conci-
liantes para arribar a un acuerdo, por tanto, la responsabilidad de
admisión y valorización de las pruebas en el audiencia de conciliación

4
El artículo 14 de la Ley N .0 26872, Ley de Conciliación establece que la concurrencia
de las partes a la audiencia de conciliación es personal; salvo las personas que por dis-
posición de la ley de conciliación u otra ley puedan actuar a través de sus representan-
tes legales, así por ejemplo , la persona que tenga impedimento físico para trasladarse al
centro de conciliación o el que domicilia en el extranjero u otra provincia.

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no recae en el conciliador extrajudicial ni en el centro de conciliación,


sino en las propias partes. Son ellas quienes deciden aceptar o no una
prueba, son ellas quienes le otorgan menor o mayor credibilidad a
la prueba para persuadir en la toma de decisiones o en la aceptación
de las propuestas de cada parte; son ellas porque la decisión de la
solución del conflicto recae en las partes y no en el conciliador.
El conciliador como facilitador de la negociación de los acuerdos
considera a las pruebas aportadas por las partes como criterios
objetivos o de legitimidad5 que lo ayuda a persuadir a las partes en
la toma de decisiones, aplicando para ello técnicas y estrategias de
negociación y cuidando no adoptar posiciones parcializadas que
puedan cuestionar los conciliantes.
En cuanto a la ejecución de las actas.- Como sabemos los
acuerdos conciliatorios totales o parciales emitidos por los centros
de conciliación Extrajudi cial son ejecutados a través de un proceso
único de ejecución de resoluciones judicial es conforme lo dispone el
artículo 18de la Ley N. 0 26872, Ley de Conciliación, el cumplimiento
de los acuerdos se exige vía judicial, por cuanto la labor del
conciliador y del centro de conciliación culmina con la entrega de
la copia certificada del acta de conciliación a las partes.
Los conciliadores o centros de conciliación no pueden ej ecutar sus
propias actas de conciliación, como sí lo pueden hacer los jueces. La
razón es que los conciliadores no ejercemos función jurisdiccional y
no podemos emplear la fuerza pública o medidas coercitivas, como
sí lo pueden hacer los magistrados del Poder Judicial.
En cuanto a la oralidad.- El principio de la oralidad constituye el
predominio de la palabra hablada sobre la escrita. La conciliación
extrajudicial es un procedimiento en el cual predomina este principio
de oralidad a diferencia de los procesos judi ciales en el ámbito civil
o familiar donde la escritura es lo que los rige. La oralidad no solo
reviste importancia en la audiencia de conciliación sino incluso en la

5
Los criterios objetivos o de legitimidad constituyen un elemento de la negociación
colaborativa y se emplean por los conciliadores para ayudar a persuadi r en la toma de
decisiones, facilitando la evaluación de las propuestas de una parte en base a un criterio
neutral y ajeno a la voluntad de las partes. Pueden ser criterios objetivos el valor del
mercado , las conclusiones de un informe pericial, una norma jurídica, etc.

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1 LA RECONVENCIÓ N EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS !MPLICANCIAS PROCESALES

presentación de la solicitud, la cual puede ser formulada de manera


verbal, es decir, oral.
Es la audiencia de conciliación donde este principio es fundamental
toda vez que en ella, los concilian tes y no sus asesores deben exponer
de manera verbal tantos los hechos del conflicto como sus intereses
y pretensiones a satisfacerse, es así que el solicitante en principio
oralizará su punto de vista sobre el problema y luego el invitado
de manera oral podrá contradecir o dar su punto de vista sobre los
hechos del conflicto.
Toda la audiencia es oral y conciliador no debe depender de lo se-
ñalado en la solicitud de conciliación, que finalmente, es la formalidad
para iniciar un proceso conciliatorio; por el contrario, debe dar privilegio
a las exposiciones de las partes en la audiencia , las cuales incluso pueden
discutir sobre temas diferentes a los consignados en la solicitud como ya
hemos explicado en párrafo anteriores. Por ello, el conciliador al iniciar la
audiencia con su discurso de apertura6 no deberá señalar el tema o temas a
resolver pues estos son determinado s oralmente únicamente por las partes.
Siendo la conciliación un proceso de comunicación trilateral, el
conciliador promueve en la audiencia un diálogo alturado y respetuoso
entre los conciliantes y él.

Si bien la ley de conciliación no ha recogido expresamente este


principio , a nuestro entend er equivocadamente, lo cierto es que todo
conciliador durante la audiencia se rige por el principio de oralidad; el
mismo que refleja las características propias de la conciliación como es la
flexibilidad e informalidad; pero además promueve valores como la con-
fianza y tolerancia entre las partes. Estos últimos son parte fundamental
en la promoción de una cultura de paz.
Finalmente, no debemos olvidar que la sétima disposición final de
la Ley N.0 26872, Ley de Conciliación, dispone que el procedimiento de
conciliación extrajudicial se realice de modo independiente de aquel que
regula el Código Procesal Civil, disposición que a nuestro parecer ha sido

6
El discurso de apertura o monólogo del conciliador es una exposición inicial que tiene
como finalidad explicar a las parces las reglas de la audiencia y del procedimiento
conciliatorio a efectos que la conciliación pueda lograr sus fines de facilitar
comunicación y encendimiento para el arribo de acuerdos.

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hasta cierto punto afectada con la incorporación de la reconvención en


la Conciliación Extrajudicial con miras al proceso judicial .

3. LA RECONVENCIÓN

La reconvención es una de las instituciones procesales más antiguas


y está presente en la mayoría de las legislaciones del mundo. El Código
Procesal Civil peruano regula y contempla la figura procesal de la recon-
vención, pero no la define. Sin embargo, en la doctrina jurídica si existe
por parte de los juristas diversas definiciones. Así para CARNELUTII 7 existe
"reconvención siempre que el demandado en vez de defenderse contra
la pretensión del demandante, contraataca proponiendo contra él una
., ))

nueva pretens10n .

La reconvención es un acto procesal que ejerce el demandado contra


el demandante en el escrito de contestación de la demanda y cuya finalidad
es presentar y oponer nueva pretensión o pretensiones frente a las del
demandante. Es decir, que la reconvención obedece a una estrategia de
defensa jurídica y procesal que se elabora a parcir del escrito de demanda.

Para LEDESMA la reconvención es la faculta que tiene el demandado


para deducir una pretensión procesal frente al demandante. En la actua-
lidad "existe una posición unánime en toda la doctrina de considerarla
como una demanda nueva y autónoma que se acumula -por un deman-
dado-a un proceso en curso"8. En otras palabras, y aunque hay autores
que no lo comparten, la reconvención es una especie de contrademanda
que realiza el demandado frente al demandante exigiendo al juez tutela
jurisdiccional efectiva en un mismo proceso j udicial.

4. LA RECONVENCIÓN EN LA VÍA JUDICIAL


Al considerarse la reconvención como una nueva demanda que
formula el demandado en el proceso judicial, el plazo y los requisitos
de la reconvención son los mismos que se aplica al escrito de demanda.
Es así que el arrículo 443 y 445 del Código Procesal Civil establecen

7
CARNELUTII, Francesa, Sistema de derecho procesal civil, t. II, traducción española,
Buenos Aires: Uteha argentina, 1944, p. 688.
8
LEDESMA NARvÁEz, Marianella, Comentario al Código Procesal Civil, t. II, 3." ed.,
Lima: Gaceta Jurídica, 2011, p. 441.

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1 LA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS IMPLICANCIAS PROCESALES

respectivamente que el plazo, forma y requisitos de la reconvención son


los mismos del escrito de una demanda.

El artículo 445 del Código Procesal Civil señala que a efectos que el
juez admita la reconvención, las pretensionesplanteadas por el demandado
no debe afectar la competencia por razón de materia, cuantía y territorio.
Al respecto la Dra. Ledezma señala que "por razón de la materia, le
corresponde conocer al juez de la pretensión inicial; por razón de la
cuantía, debe apreciarse solo si no excede la competencia cuantitativa de
la originaria y por razón del territorio importa una derogación de las reglas
que rigen la competencia territorial, de manera que el actor no puede
oponer la excepción de incompetencia fundada en distinto domicilio9•
Tampoco la reconvención debe afectar la vía procedimental original.
Caso contrario el juez rechazará la reconvención.
De otro lado, la reconvención es procedente si la pretensión conte-
nida en ella fuese conexa con la relación jurídica invocada en la demanda.
Esto quiere decir, que entre las pretensiones de la demanda principal y de
la reconvención debe existir conexidad. En caso contrario, será declarada
improcedente.

El acto procesal de la reconvención tiene como finalidad no solo


permitir al demandado ejercer su derecho de defensa y contradicción
sobre lo que diga el demandante sino que tiene razones de economía
procesal y de trato justo y equitativo entre las partes del proceso. Por ello,
al igual que el demandado puede contradecir y reconvenir una demanda,
al demandante se le correrá traslado de la reconvención y se le otorgará
plazo similar a la de contestar la demanda a efectos que pueda preparar
su defensa jurídica sobre lo planteado por el demandado. En este sentido,
tanto la demanda como la reconvención serán tramitadas conjuntamente
y el juez deberá pronunciarse y resolverlas en la sentencia.
De lo expuesto, podemos concluir que la reconvención es un acto
procesal que forma parte del derecho a la defensa y del debido proceso
en un proceso judicial , pues permite al demandado ejercer con libertad y
dentro de los parámetros procesales su defensa legal frente al demandante,
buscando al igual que este, tutela juri sdiccional y acceso a la justicia en
el proceso judicial iniciado.

9
!bid , p. 443.

1 155
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Además, la reconvención en el proceso judicial es congruente con


el principio de economía procesal, pues permite el ahorro de tiem-
po, esfuerzo y gastos en los que se incurriría si se inicia otro proceso
judicial, dicha economía no solo es beneficioso para el demandado,
sino también para el demandante y para el propio Estado; nuevos
procesos, también incrementarían la carga procesal, contrario sensu, la
reconvención evitaría nuevos procesos judiciales. De otro lado, el acto
procesal de la reconvención permite que el juez emita una sentencia
congruente sobre las pretensiones del demandante y del demandado
en un solo proceso.

S. LA RECONVENCIÓN EN LA VÍA EXTRAJUDICIAL

Con la dación del Decreto Legislativo N. 0 1070, que modifica la


ley de conciliación en el año 2008, se incorpora en el procedimiento de
conciliación extrajudicial la reconvención, que como hemos explicado
líneas arriba constituye un acto procesal del demandado en un proceso
judicial.
Del mismo modo, el Decreto Legislativo N.0 1070 modifica el
artículo 445 del Código Procesal Civil y establece en su último párrafo
que si la pretensión reconvenida es materia conciliable, será necesario
que el juez califique el intento conciliatorio por parte del demandado en
el procedimiento conciliatorio extrajudicial iniciado por el demandante.
Son dos las condiciones que se exige al demandando a nivel del
procedimiento conciliatorio para aceptar su reconvención a nivel judicial:

a. Asistenciadel demandado a la audiencia de conciliación.- Cuando


el demandante (solicitante) convoque al demandado (invitado) a
la audiencia de conciliación a través de un centro de conciliación
extrajudicial debidamente autorizado por el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, el demandado no solo deberá asistir, sino que el
procedimiento no puede concluir por su inasistencia a dos sesiones
consecutivas o alternadas, pues de ocurrir ello según el penúltimo
párrafo del artículo 15 de la Ley N.0 26872, Ley de Conciliación,
la reconvención no será admitida por el juez . En consecuencia, el
demandado a efectos que el juez admita su probable reconvención vía
judicial deberá asistir a la audiencia de conciliación y firmar el acta

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1 LA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS IMPLICANCIAS PROCESALES

de conciliación que da por concluido el procedimiento conciliatorio


extrajudicial.
Entendemos que la finalidad del legislador con esta exigencia es
persuadir al invitado, futuro demandado, a concurrir a la audiencia
de conciliación y así lograr que ambas partes puedan estar presentes
en la conciliación para la toma de decisiones, si bien, su fin es per-
suadir, debemos entender que no será suficiente mientras el tercero
neutral, es decir, el conciliador, no cumpla con su rol y con los fines
de la conciliación durante la audiencia.
Debemos entender que la conciliación depende de la tarea de tres
actores: el conciliador, que facilita la comunicación y entendimiento
entre los conciliantes, y los propios conciliantes quienes en ejercicio
de su plena autonomía de voluntad son libres en la toma de decisiones
dentro del marco jurídico vigente.
De otro lado, sancionar al invitado que no asista a la audiencia de
conciliación con el rechazo a su reconvención de la demanda, consti-
tuye a nuestro parecer una vulneración a su derecho de contracción,
de defensa y a un debido proceso para el demandado. Es colocar
al demandante -solicitante- en una situación de ventaja procesal
frente al demandado -invitado-; más aún si nuestra legislación no
permite justificar en el proceso judicial la inasistencia del invitado
para evitar la sanción. Consideramos que una sanción económica
como la multa es suficiente para persuadir a las partes a concurrir a
la audiencia.
h. Descripción de la o las controversias en el acta de conciliación
extrajudicial anexa a la demanda.- La segunda condición legal para
admitir a trámite judicial la reconvención del demandado es que en
el acta de conciliación extrajudicial suscrita por este se consigne y
describa la o las controversias, así lo ha dispuesto el párrafo final del
artículo 445 del Código Procesal Civil.
Es importante señalar que consideramos que existe un error deno-
minativo en el literal «g,, del artículo 16 de la Ley N. 0 26872, Ley
de Conciliación, que contempla como uno de los requisitos del acta
de conciliación extrajudicial; por un lado, consignar los hechos
expuestos en la solicitud de conciliación y los hechos expuestos por
el invitado como sustento de su probable reconvención y, por otro

1 157
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lado, la descripción de la o las controversias del solicitante y del


invitado, esto último lo exigido y contemplado en el artículo 445
del Código Procesal Civil.
Pensamos que es un error denominativo porque los hechos expues-
tos por parte del solicitante o del invitado que se deban consignar
en el acta de conciliación corresponden a los hechos del conflicto o
controversia, en consecuencia , la redacción de esos hechos descri-
ben la controversia desde el punto de vista de cada parte. Es decir,
la redacción de los hechos es lo mismo que redactar o describir la
controversia; esta confusión de términos ha generado para algunos
conciliadores problemas en las redacciones de las actas de concilia-
ción.
Del mismo modo, consideramos que es un error del legislador señalar
como requisito del acta de conciliación la descripción de controversias en
vez de hablar de descripción de las pretensiones, esta última denominación
resulta ser más pertinente y evita crear confusiones con la descripción de
los hechos del conflicto. Este, también, es un error en los cuales incurren
muchas veces los conciliadores novatos, quienes en el rubro descripción
de controversia del acta de conciliación consignan parte de los hechos del
conflicto y peor aún las posiciones de las partes expresadas en la Audiencia
de Conciliación, lo que ha provocado en los jueces el rechazo de las actas
de conciliación, al vulnerarse el último párrafo del artículo 16 de la Ley
N.0 26872, Ley de Conciliación.Lo importante en la redacción del acta es
describir con orden, claridad y objetividad las pretensiones del solicitante
o del invitado cuando exista acuerdo entre las partes.

En consecuencia, debemos entender que cuando la norma exige


como un requisito del acta, la descripción de controversias, en realidad
se está refiriendo a la descripción de las pretensiones determinadas o
determinables que versan sobre derechos disponibles patrimoniales o no
patrimoniales, las mismas que deben ser similares, en caso del solicitante,
a las pretensiones del petitorio de su demanda a efectos que el acta pueda
ser admitida por el juez. Por ejemplo: el juez rechazará el acta cuando
se adjunta a una demanda judicial un acta de conciliación por falta de
acuerdo entre las partes cuya descripción de la controversia (pretensión
descrita) es desalojo por falta de pago, pero el petitorio de la demanda es
desalojo por ocupante precario.

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1 LA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS rMPLICANCIAS PROCESALES

Lo recomendable sería para evitar confusiones que se modifique el


artículo 16 de la Ley N. 0 26872, Ley de Conciliación y los formatos de
las actas de conciliación a efectos que se señale como un requisito de las
actas de conciliación la descripción de las pretensiones, en reemplazo de
la descripción de las controversias.
Por otro lado, el riesgo que se corre en un audiencia de concilia-
ción extrajudicial de incorporar en el acta de conciliación los hechos de
cada parte es que el conciliador se convierta en el secretario de las partes
conciliantes y las posiciones de estas se fortalezcan, habiendo sido en
vano el trabajo y esfuerzo del conciliador en buscar que los conciliantes
se focalicen en intereses y no en posiciones. Más aún, si en la audiencia
de conciliación prima el principio de oralidad y con la incorporación de
la redacción de los hechos del conflicto estamos dándole relevancia a la
escritura, propia de un proceso judicial civil.
Consideramos que no resulta útil en, términos procesales el pretender
que el conciliador narre en el acta los hechos de cada parte a efectos que
sea valorado por el juez en un eventual proceso judicial; por el contrario,
desvirtúa el propósito de la conciliación extrajudicial,es decir, que las partes
perciban al procedimiento de conciliación como un espacio neutral, ajeno,
distinto y diferente al judicial. Parte de la prédica de la institución conci-
liatoria pre procesal o extrajudicial y la de los propios conciliadores es que
la concurrencia de las partes a la audiencia es para ofrecerles un espacio de
diálogo, donde pueden expresarse con libertad y sin temor a que se pueda
afectar sus derechos, pueslos ámbitos extrajudicial y judicial son diferentes.
Por ello, creemos que fue un error del legislador incorporar como
requisito del acta de conciliación la redacción de los hechos del solici-
tante o del invitado, claro está que la ley de conciliación aligera la labor
del conciliador al permitir la omisión de la redacción de los hechos del
solicitante en el acta, siempre y cuando se adjunte copia certificada de la
solicitud de conciliación, siendo esta alternativa la más empleada por los
centros de conciliación .
Empero, la problemática persiste respecto a los hechos del invitado,
pues en su caso y según nuestra legislación actual, el conciliador sí debe
redactar los hechos en el acta de conciliación en caso que el invitado
pretenda hacer valer su derecho a reconvenir en vía judicial. Frente a esta
situación a la que nos ha llevado la modificatoria del artículo 16de la Ley

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de conciliación del año 2008 y del artículo 445 del Código Procesal Civil,
los conciliadores, por un lado, y el invitado - futuro demandado - por
otro, nos encontramos con las siguientes disyuntivas: ¿Debe el conciliador
preguntar a la parte invitada si va hacer uso de su derecho a reconvenir en
vía judicial? ¿Esta pregunta debe ser formulada en la primera intervención
del invitado o al final de la audiencia? ¿Puede ser concebida esa pregunta
como un acto de parcialización a favor del invitado?

Estas preguntas son válidas para todo conciliador que haya interio-
rizado la naturaliza neutral e imparcial como tercero, pues como siem-
pre manifiesto a mis alumnos en clase no es suficiente decir que somos
imparciales, debemos parecer que lo somos. Y así como en política los
gestos cuentan, en la conciliación también.

Respecto a la primera pregunta debemos decir que en principio ni


la ley o reglamento de conciliación establecen de manera expresa e im-
positiva que el conciliador deba preguntar al invitado si va hacer uso del
derecho a reconvenir en la vía judicial en caso no lleguen a un acuerdo o
ante la falta de un acuerdo. Por tanto, el conciliador no tiene esa obliga-
ción legal; en consecuencia, podemos entender que debe ser el invitado
quien le hace saber al conciliador su interés de hacer uso de su derecho a
reconvenir y dejar constancia en el acta de los hechos del conflicto y de
sus pretensiones. Empero, aquí ocurre otra dificultad para el invitado,
y cómo podría saber él de algo así, si no es conciliador y tampoco abo-
gado. Tal vez usted, esté pensando que es probable que antes haya sido
asesorado por un abogado. ¡Usted lo ha pensado! ¡Es probable! Pero,
acaso es probable ¿que no lo haya hecho? En cuyo caso, ese invitado no
podrá hacer uso de su derecho a reconvenir, ni dejar constancia en el
Acta de los hechos y de las pretensiones de su probable reconvención en
el proceso judicial que inicie el solicitante, pues simplemente desconoce
de la norma jurídica materia de análisis que así lo exige.

De otro lado, si ante la primera pregunta si debe el conciliador pre-


guntar a la parte invitada si va hacer uso de su derecho a reconvenir en
vía judicial, la respuesta es afirmativa; también podemos encontrarnos
frente a una situación delicada, sobre todo si tenemos a conciliantes que
se han mostrado confrontativos en la audiencia; pues el solicitante podría
ver en la formulación de dicha pregunta, un acto de asesoramiento al
invitado, que refleja parcialización o una provocación más en la audiencia
para confrontarse.

160 1
1 LA RECONVENC IÓN EN lA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS IMPLJCANCIAS PROCESALES

Ahora, si la pregunta de si pretende o no reconvenir el invitado en


el proceso judicial se formula al inicio o al final de audiencia, no resulta
relevante y no ayuda en nada a la labor del conciliador, pues en ambos
casos el fin de dicha pregunta no es la de ayudar a buscar una solución
sino a que los conciliantes estén pensando en lo que harán en el proceso
judicial que pueda iniciar el solicitante con posterioridad . Lo único cierto
es que sí formulo la pregunta al inicio, tal vez, provoque en un invitado
sin abogado una gran confusión y una negativa como respuesta, ya que
no entenderá que es lo que quiero decir, y como el conciliador no es
asesor de ninguna de las partes no podrá ir más allá de su pregunta;
igual, distraemos a las partes con temas procesales en vez de focalizarnos
en el análisis del problema, identificación de intereses y búsqueda de
soluciones mutuamente beneficiosas. El escenario no cambiara mucho
si formulamos la pregunta al final de la audiencia, pues, de igual manera,
se podrá generar dudas y confusión en un invitado sin abogado y lo más
probable ante el desconocimiento del significado y la importancia procesal
de la reconvención, su repuesta sea nuevamente un no.
Finalmente, en cualquiera de los escenarios que nos presenta las
preguntas planteadas considero que la inclusión en las actas de los hechos
del conflicto y las pretensiones de una probable reconvención del invitado
para hacerlo valer en un proceso judicial no resulta pertinente ni ayuda a
una audiencia de conciliación; por el contrario, distrae a los conciliantes
del verdadero fin de la conciliación que es buscar acuerdos. Más aún,
considero que formular la simple pregunta de si el invitado va reconvenir
o no, constituye un acto de parcialización y puede provocar una desazón
en el procedimiento de conciliación y en la labor del conciliador, es un
riesgo al cual no debería estar sometido ningún conciliador.

6. ASESORÍA LEGAL FACULTATIVA EN LA CONCILIACIÓN

Sabemos que en el proceso judi cial las partes deben apersonarse


obligatoriamente con sus abogados a efectos de garantizar su derecho de
defensa. Los abogados asumen frente al proceso la estrategia de defensa
jurídica del demandante o del demandado. No ocurre lo mismo cuando
estamos frente a un procedimiento de conciliación extrajudicial, ya que
ni la ley ni el reglamento de conciliación establecen la obligación que
a la audiencia conciliatoria las partes concurran con la asistencia de un
abogado.

1 161
JENNY DÍAZ HONORES 1

El artículo 21 del Reglamento de la ley de conciliación aprobado


por Decreto Supremo N.0 014-2008-JUS señala como reglas de la au-
diencia de conciliación que las partes pueden estar asesoradas durante
la audiencia por personas de su confianza o especialistas que coadyuven
en el logro de la conciliación. El artículo en comentario y la legislación
vigente sobre conciliación extrajudicial, primero establecen que son las
partes conciliantes quienes deciden asistir a la audiencia de conciliación
con el apoyo de un asesor o no; y segundo no prevé que el asesor deba
ser abogado. Ante este escenario un invitado a conciliar podrá concurrir
a la audiencia a la cual fue convocada sin el apoyo o la asesoría de un
abogado. En consecuencia, la asistencia de las partes a la audiencia de
conciliación es obligatoria, pero la participación de un abogado como su
asesor legal durante el desarrollo de la audiencia es facultativa.
Antes de la modificatoria a la ley de conciliación en el año 2008 la
facultatividad de concurrir a la audiencia de conciliación con un abo-
gado no constituía ningún problema legal para el invitado, al no existir
disposición legal que afectará alguno derecho de éste. Sin embargo, con
la inclusión en la Ley de Conciliación y en el Código Procesal Civil del
requerimiento legal de dejar constancia en el acta de conciliación de los
hechos y pretensiones de la probable reconvención del invitado a conciliar
a efectos que el juez admita en el proceso judicial su pedido a reconvenir
una materia conciliable, la necesidad de concurrir a una audiencia de
conciliación con abogado resulta más que pertinente.
La necesidad de que el invitado concurra a la audiencia de concilia-
ción con su abogado surge, de acuerdo a lo expuesto precedentemente , del
hecho mismo que el abogado es quien establece la estrategia de defensa
legal de su patrocinado, es decir, es el abogado quien comunica y decide
si se va reconvenir; es el abogado y no su patrocinado, no el invitado.
El numeral 1 del artículo 21 del Reglamento de la Ley de
Conciliación establece que los asesores tienen como finalidad brindar
información especializada a las partes sin asumir un rol protagónico, sin
embargo, ante la necesidad de reconvenir en la vía judicial, es necesario
la intervención del abogado como especialista en aspectos jurídicos y
procesales, lo que significa que aun cuando la norma en comentario señale
que el asesor no puede asumir un rol protagónico durante la audiencia,
eso sucederá, ya que él, es quien formulará los hechos y las pretensiones

162 1
1 LA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS CMPLICANCIAS PROCESALES

de la reconvención que deberá plasmarse en el Acta de Conciliación, con


lo cual se estaría vulnerando el precepto jurídico analizado.

Lo que resulta contradictorio es que la Ley N.0 26872, Ley de Con-


ciliación, el Ministerio de Justicia, los centros de conciliación, los con-
ciliadores extrajudiciales y los propios formatos de invitación aprobados
por el Ministerio de Justicia comunican a las partes de una conciliación
y a la propia sociedad que no es necesario que los conciliantes asistan a
la audiencia con un abogado. Eso no resulta del todo cierto como aca-
bamos de analizar.
La modificación del artículo 16 de la Ley N.0 26872, Ley de Con-
ciliación y del artículo 445 del Código Procesal Civil que regula la re-
convención en el procedimiento de conciliación extrajudicial cuando la
pretensión a reconvenir sea materia conciliable no solo a judi cializado la
conciliación extrajudicial, sino que genera para el invitado un perjuicio
procesal de rechazarse su reconvención en caso este a pesar de haber asis-
tido a la audiencia no haya dejado constancia en el acta de conciliación de
los hechos y pretensiones de su probable reconvención en juicio. Es decir,
se le sanciona al invitado a pesar que no es él quien deba establecer los
términos y la pertinencia de una reconvención judicial sino su abogado,
se le sanciona al invitado a pesar que nuestra legislación y el ente rector
manifiestan que en conciliación no se requiere de un abogado asesor, y
peor aún nos dicen que asesor puede ser cualquier persona de confianza de
las partes. Bajo este contexto podemos decir que los usuarios del servicio
conciliatorio estamos siendo inducidos a error y existe hasta cierto grado
publicidad engañosa en la difusión de las ventajas de la conciliación por
parte de los operadores del sistema conciliatorio .
Creemos que es necesario repensar esta situación a la cual nos arrin-
conado las modificatorias a los artículos materia de análisis, y entender
que la conciliación extrajudicial tiene su propia naturaleza y está lejos
de lo judicial.

Otro punto a tener en cuenta, y sin perjuicio de lo expuesto, como


abogados sabemos que una solicitud de conciliación no es igual a una
demanda judicial y que la estrategia de defensa jurídica del demandado
se formula con la demanda judicial y no con la solicitud de conciliación,
por ello, resulta desventajoso exigir al invitado -demandado -que en la
audiencia de conciliación tenga que formular su reconvención, cuando

1 163
JENNY DÍAZ HONORES

lo que corresponde es que lo haga en el plazo otorgado para contestar la


demanda y con el asesoramiento jurídico adecuado para ejercer su dere-
cho de defensa y no afectar el debido proceso. Por estas consideraciones,
creemos que fue un error incorporar la reconvención en el procedimiento
de conciliación extrajudicial.
La conciliación extrajudicial que tiene como principios fundamen-
tales la autonomía de la voluntad, la imparcialidad y la confidencialidad
para lograr estructurar un sistema confiable, seguro, promotor y gene-
rador de acuerdos entre las partes de un conflicto, no ha sido concebido
pensando en el proceso judicial sino diferenciándose de aquel. Lo que ha
ocurrido con la incorporación de la reconvención en el procedimiento
de conciliación es que los legisladores modificaron la ley de conciliación
pensando en el proceso judicial y no en la conciliación extrajudicial y
ello está afectando nuestro sistema conciliatorio.

7. CONCLUSIONES

Del análisis y comentario de las disposiciones legales de la Ley y el


Reglamento de conciliación relacionada a la reconvención en un proce-
dimiento de conciliación extrajudicial, podemos concluir:
Que, el procedimiento de conciliación extrajudicial es de naturaleza
autónoma e independiente a las disposiciones procesales señaladas
en el Código Procesal Civil, conforme expresamente los dispone la
sétima disposición complementaria , transitoria y final de la Ley N. 0
26872, Ley de Conciliación; en consecuencia, la incorporación en
el Acta de Conciliación de los hechos y las pretensiones de la pro-
bable reconvención del invitado cuando la materia sea conciliable
se contrapone a dicho dispositivo y hasta cierto punto judicializa la
conciliación extrajudicial.
Que, el requerimiento al demandado de asistir a la audiencia de
conciliación extrajudicial convocada por el demandante y dejar
constancia en el acta de la pretensión o pretensiones de su probable
reconvención, constituye un requisito de procedibilidad de su escrito
de reconvención, debiendo el juez verificar su cumplimiento con la
copia certificada del acta anexada a la demanda judicial.
Que, siendo la reconvención un acto procesal que formula el abogado
del demandado a partir del traslado de una demanda judicial, no

164 1
i IA RECONVENCIÓN EN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y SUS IMPLICANCIAS PROCESALES
resulta pertinente y deja en desventaja al demandado exigirle prácti-
camente que en una audiencia de conciliación en la cual ni siquiera
es obligatorio por ley que se asista con un abogado, se señale en el
acta de conciliación los hechos y pretensiones de la reconvención
que formulará en un proceso judicial iniciado por el solicitante.
Que, en cuanto a los requisitos del acta de conciliación resulta ne-
cesario que se modifique el inciso "g" del artículo 16 de la Ley N.0
26872, Ley de Conciliación, así como los formatos de conciliación,
los mismos que deberán señalar la descripción de las pretensiones,
más no de la controversia. Del mismo modo lo más recomendable
sería eliminarse como requisito de las actas de conciliación la redac-
ción de los hechos del conflicto, pues dicho requisito no constituye
aporte alguno a los procedimientos y audiencias de conciliación,
no contribuye a la promoción de acuerdos entre las partes, por el
contrario, puede constituir para el conciliador un obstáculo para
ayudar a las partes a arribar a acuerdos.
Que, conforme lo expuesto en el presente artículo la inclusión de
la reconvención en el procedimiento de conciliación extrajudicial
con miras a un proceso judicial resulta contraproducente no solo
para la institucionalización de la conciliación sino, también, porque
a nuestro parecer afecta el derecho a la defensa del demandado y al
principio de contradicción; no es aceptable para quienes conocemos
la institución conciliatoria extrajudicial que las acciones u omisio-
nes en un procedimiento de Conciliación que concluyo con falta
de acuerdo afecte o recorte derechos procesales de las partes en el
proceso judicial.
Que, si la intensión del legislador y del ente rector de la conciliación
es que las partes concurran a las audiencias, las sanciones económi-
cas como la multas resultan ser las más apropiadas y evitan afectar
derechos procesales de las partes como es el hecho de impedir ejercer
al invitado al contestar la demanda judicial el acto procesal de la
reconvención contra el demandante.

8. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

CARNELUTTI, Franceso, Sistema de derechoprocesal civil, t. II, traducción


española, Buenos Aires: Uteha argentina, 1944.

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