El término PSYCHÉ proviene del griego y posee una variedad
de significados tan profundos para los griegos, uno de las definiciones que se le ha atribuido es el “ALMA”. En la antigüedad las filosofías han sido catalogadas como terapias para las angustias del Alma. También, desde un panorama histórico en Grecia y Roma podemos citar a Foucault, quien afirma que desde la antigüedad ha existido una diversidad de técnicas destinadas al cuidado del sí.
El Psicoanálisis y las nuevas formulaciones psicoanalíticas: la
búsqueda de la causa inconsciente de la conducta. El psicoanálisis es una teoría desde la que se consideró que la historia del individuo, sobre todo los primeros años, es esencial para comprender el funcionamiento adulto. Para Freud, padre del psicoanálisis, los primeros conflictos determinan en parte el funcionamiento adulto. El psicoanálisis supuso una ruptura con la línea dominante, al considerar que para interpretar nuestros actos hay que considerar un conjunto de mecanismos inconscientes.
Para Freud el psicoanálisis no constituye una búsqueda
científica imparcial, sino que es un acto terapéutico cuyo objetivo es modificar el comportamiento. Posteriormente añadió que la elaboración y extensión de la teoría hace que el psicoanálisis sea, además de una técnica terapéutica y de una teoría auxiliar de la patología, una teoría del psiquismo humano. El carácter general de la teoría lo reafirmó cuando insistió en la identidad de los contenidos psíquicos de los individuos neuróticos y sanos: los primeros fracasan donde los segundos consiguen resolver los conflictos. Autores como Moscovici (1961) han señalado que visión del ser humano propuesta por el psicoanálisis forma parte de las representaciones mentales de las personas.
La psicoterapia se define como un tratamiento del alma con el
propósito de moderar el sufrimiento o de trasmitir una actitud ante la existencia (Lopera, 2017). Desde esta perspectiva, el tratamiento psicoanalítico sería una modalidad, entre las muchas otras, de psicoterapia. La mayoría de las psicoterapias psicoanalíticas dan vital importancia a un trabajo de revisión exhaustiva de la existencia del paciente: un proceso en el que se busca la modificación subjetiva más radical posible, lo que es llamada psicoterapia ascética. Ascesis no comprendida desde el sentido religioso de abandono y renuncia, sino en “el despliegue del propio ser, que comprende la puesta en juego de las potencialidades y la elaboración constante de sí, mediante el cuidado de la propia alma”, y que el paciente pueda desplegarse y que“su auténtica personalidad, o su auténtico self, puedan expresarse naturalmente”.
La tendencia ascética no desconoce la importancia de que los
síntomas o problemas específicos puedan resolverse, pero la da más importancia al cambio psíquico profundo, porque lo considera correlativo con un modo de vida más acorde con las posibilidades del paciente. En este sentido, Ramírez (2012) expresa: “No se trata entonces de enseñarle, y mucho menos de imponerle una forma una forma diferente, “mejor” de vivir. Él mismo, al reconocer su deseo, ha de responsabilizare por su destino y decidir el camino que habrá de recorrer, las renuncias, aceptaciones y modificaciones que elegirá”. El psicoanálisis, más que una escuela, es una orientación metodológica que pondera los procesos inconscientes y da cuenta de la importancia de los procesos subjetivos. Freud distinguió tres componentes de este: 1) el método de investigación de los procesos anímicos inconscientes, 2) la terapia fundada en esa indagación, y 3) el conjunto de conocimientos que derivan de ese camino. Hoy en día existen diferentes propuestas dentro del psicoanálisis, unas que estás más cerca de los supuestos clásicos de la teoría freudiana, hasta la otras que van a una total reformulación y superación de estos conceptos, sin embargo, si pudiésemos hallar una razón por la que son psicoanalíticas sería por el enfoque metodológico empleado, la importancia que le dan a los procesos inconscientes y la ponderación del trabajo subjetivo en el trabajo clínico así como una revisión lo más exhaustiva posible de la existencia del paciente. En este sentido, es fundamental distinguir el tipo de terapia que propone el psicoanálisis (ascético) del resto de psicoterapias (sintomales) provenientes de la psicología. Es importante señalar que el psicoanálisis continua con esa tradición filosófica de brindar al individuo una forma, un modo de vida, orientado al cuidado de sí, al cuidado del alma.