Вы находитесь на странице: 1из 10

CAPÍTULO I.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA:


HISTORIA Y EVOLUCIÓN.

1.1 Exponga la historia de la Responsabilidad Social Corporativa.

Para entender mejor los antecedentes y la evolución histórica que ha tenido la


responsabilidad social empresarial, (Correa, Juan G, 2007), distingue tres fases que
posibilitan una mejor comprensión del concepto, que son:

 Una fase inicial: que está comprendida desde finales del siglo XIX y principios
del siglo XX, en dicho periodo no existe un marco conceptual sobre RSE, sin
embargo algunas empresas desarrollaban actividades de tipo filantrópica y
asistencia social

 Una fase primera: que ocurre en la primera mitad del siglo XX, en este tiempo, de
manera más específica y sistemática, además voluntaria, las empresas, desarrollan
un criterio más social para el bienestar común y el entorno que las rodean.

 Una fase segunda: que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XX, las
organizaciones, asumen un papel más crítico, con respecto a su accionar
empresarial y los efectos que esta podía tener sobre el entorno que los rodean, el
estado inicia un proceso de vigilancia y control para salvaguardar los intereses
públicos y el medio ambiente.

 En la tercera fase: se caracteriza por una interrelación más estrecha entre estado y
empresa, que crece con políticas más reguladoras, en cuanto a la acción
empresarial, lo que permite que se unan organizaciones y grupos de interés, que
estimulan a un compromiso serio y coherente, y de largo plazo ante las
necesidades que se venían identificando en la sociedad.
Además que se evidencia un cambio en la sociedad, más crítica, ante las empresas y su
fin exclusivamente económico, que es un elemento que contribuye por pedir más de éstas,
otro elemento que influye es la relación entre sociedad y empresa, que observa prevenida
y señala una excesiva concentración de poder en pocas empresas, que poco ayuda a la
sana diversidad de la sociedad (Correa, et al, 2007). A continuación se señala un recorrido
histórico del concepto de responsabilidad social empresarial, a partir del siguiente cuadro,
propuesto por Araque R.

Pero es precisamente en los años 60 y 70 la sociedad manifestó su inconformismo


respecto al actuar de las unidades productivas, lo que promovió que diversos sectores
sociales afectados por la operatividad empresarial asumieran un rol activo frente a la
situación.

Las naciones del mundo comienzan a preocuparse por las manifestaciones ambientales y
de la repercusión que ha tenido el desarrollo generalizado a nivel internacional. Desde la
“Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente”, celebrada en Estocolmo en 1972, a
partir de la cual la crisis ambiental ocupa un lugar preponderante a nivel internacional,
destaca la necesidad de incorporar un conjunto de medidas preventivas y correctivas sobre
los impactos ambientales de las practicas productivas y de consumo, lo que conlleva a
establecer nuevos criterios y normas para la actividad industrial así como incorporar en
sus estructuras y funciones, dependencias oficiales encargadas de la dimensión ambiental
y social en sus procesos de planeación de desarrollo, (Ness, D; Golay;1997).

La Responsabilidad Social es un concepto que ha ido ganando cada vez más importancia
en el mundo de las organizaciones en los últimos años; la libertad de acción e iniciativa
que debe caracterizar a las organizaciones en el mundo democrático y de libre mercado,
no se debe contentar con sólo defender los intereses corporativos propios dentro del marco
legal vigente, abandonando a su suerte las consecuencias secundarias, los impactos que
generan las acciones en el entorno social y ambiental.
La ética de la responsabilidad por los efectos que la presencia en el mundo generan,
exigen preocupación por el mundo presente y futuro, ser actores y participes del
desarrollo y la solución de los más agudos problemas de la sociedad, la Responsabilidad
Social Empresarial es una exigencia ética y una estrategia racional de desarrollo para la
inteligencia organizacional. (Guerra, A. 2007).

En 1999, en el Foro Mundial de Davos, Suiza, se anuncia el “Pacto Mundial de Naciones


Unidas” y a partir del 2000 se pone en marcha anunciando a las empresas para que
adopten nuevos principios universales en el ámbito de los derechos humanos, las normas
laborales y el medio ambiente. Es así como surge un nuevo enfoque en el desarrollo de la
empresa, La Responsabilidad Social Empresarial entendida como la incorporación
consiente, clara y sostenida en la gestión estratégica de una organización, de los impactos
sociales de su actividad en el entorno. (Expósito, R. 2008).

1.2 Describa la evolución de la Responsabilidad Social Corporativa en


Europa.

En primer lugar, de Europa nos ha llegado un concepto de la RSC comúnmente aceptado


por todos. La "Estrategia renovada de la UE para 2011-2014 sobre la responsabilidad
social de las empresas” define la RSC como aquella función que “maximiza la creación
de valor compartido para todos” e “identifica, previene y atenúa las posibles
consecuencias adversas” de las compañías en el ejercicio de su actividad. Esta definición,
llega diez años después de que viera la luz el “Libro Verde para fomentar un marco
europeo para la responsabilidad social de las empresas” de 2001, en donde se afirmaba
que "ser socialmente responsable no solamente significa cumplir plenamente las
obligaciones jurídicas aplicables, sino también ir más allá e invertir (más) en capital
humano, en el entorno y en las relaciones con las partes interesadas".
Para algunos, este tema –el del concepto– puede ser algo menor; pero es fundamental. Y
es que la RSC es una figura tan llena de contenidos que no es fácil entenderla, lo que ha
generado infinitos debates entre académicos, ONG, instituciones y profesionales. Para
comprender lo que decimos, no hay más que ver que la RSC incluye temas tan diversos
como la gestión ambiental, el cambio climático, la ética, la transparencia, la ISR (índice
de sostenibilidad residencial, un indicador de la sostenibilidad energética), la reputación
corporativa, los derechos humanos, la diversidad, la innovación social, la conciliación
familiar, la gestión del voluntariado corporativo, la integración de las personas en riesgo
de exclusión, los patrocinios sociales, o el diálogo multista keholder… lo que no ha
ayudado a que sea un concepto fácil de entender.

En segundo lugar, a Europa también le debemos el reconocimiento del principio de


“cumplir o explicar”, que es el arco de bóveda sobre el que se sustenta la transparencia
de empresas e instituciones. En síntesis, este principio –consagrado en la Directiva sobre
estados de cuentas– se trata de una “invitación” a empresas e instituciones a informar
sobre determinadas cuestiones relevantes para sus partes interesadas (stakeholders) y, en
caso de no hacerlo, la “invitación” es explicar de forma clara y motivada sobre porqué se
ha se ha tomado la decisión de no informar sobre tal o cual asunto. En definitiva, un
mercado más transparente puede mejorar, también, en un sentido más amplio, la imagen
de las empresas y conferirles más legitimidad ante las partes interesadas y la sociedad en
su conjunto, como señala la Recomendación de la Comisión de abril de 2014.

En tercer lugar, la UE también ha impulsado mayor trasparecía para la “divulgación de


información no financiera”, el entendimiento de algunos stakeholders (accionistas,
inversores, bonistas, socios, reguladores, etc), tan importante es conocer “cuánto” gana
una compañía como la “forma” en que lo hace para tomar sus decisiones. La última
directiva de la UE sobre información no financiera para ciertas grandes
compañías establece que las empresas con más de 500 empleados y que sean
consideradas como entidades de interés público, tendrán que informar en el informe de
gestión (o en un documento especifico, normalmente, el de sostenibilidad) sobre la
gestión de riesgos asociados a cuestiones medioambientales y sociales; respeto de los
derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y el cohecho; y sobre las relaciones
comerciales, productos o servicios que puedan tener efectos negativos.
El motivo de incluir esta información es que puede resultar necesaria para comprender la
evolución de los negocios, los resultados y la situación de la empresa. En otras palabras:
se trata de buscar instrumentos para generar confianza y reducir los riesgos en las
inversiones o en las relaciones comerciales. En España, este mandato comunitario podría
afectar a más de 100 empresas cotizadas españolas que cumplen el criterio establecido
por la Directiva.

En cuarto lugar, de Europa también nos está llegado un level playing field o unas reglas
de juego comunes para todos en materia de RSC. Muchos piensan –y no les falta razón–
que las compañías que operan en el espacio común que es Europa, no deberían producir
tantos informes de sostenibilidad como países de la UE en los que operan. Y que, sin ir
más lejos, en España sería deseable que las empresas que operan a nivel estatal pudieran
aplicar en todo el territorio los mismos criterios que derivan de la directiva de información
europea. Con ello se evitaría la fragmentación del mercado interno y se avanzaría en lo
que establece el “Acta del Mercado Único” de la UE. Creemos que estas normas de juego
común serían un avance fundamental para consolidar la RSC y que, además, supondrían
claros ahorros de costes para las empresas.

Por último, Europa también está impulsando un modelo de trabajo multistakeholder para
promover los intereses de la sociedad y una hoja de ruta hacia la recuperación sostenible
e inclusiva. En concreto, el Parlamento Europeo, en una resolución de febrero de 2013,
ha propuesto que algunos sectores, como el de las Tecnologías de la Comunicación y la
Información, promuevan unas guías consensuadas entre todos los actores en temas
relevantes en RSC en el nuevo mundo digital (derechos humanos, privacidad, libertad de
expresión, ciberdelitos).

En definitiva. Europa y la Unión Europea, en poco más de 14 años, ha ido aportando luz
sobre todos los mantras en torno a los que se ha ido construyendo la RSC: el concepto, la
transparencia, el reporte sobre la información no financiera, el diálogo multistakeholder...
Estos son los datos; la valoración, que la haga cada uno. En nuestro caso, lo decimos sin
complejos: sin la aportación de la UE, esta función hoy no sería lo que es.
1.3 Explique la evolución de la Responsabilidad Social Corporativa en
los Estados Unidos.

La RSE surge en Estados Unidos a finales de los años 50 y principios de los 60, a raíz de
la Guerra de Vietnam y otros conflictos mundiales, como el apartheid. Despierta el interés
en los ciudadanos que comienzan a creer que, a través de su trabajo en determinadas
empresas o comprando algunos productos, están colaborando con el mantenimiento de
determinados regímenes políticos o con ciertas prácticas políticas o económicas
éticamente censurables.

La sociedad comienza a darse cuenta del impacto de las empresas u organizaciones en su


entorno y piden una mayor revisión de este efecto. Así, nace la responsabilidad social
empresarial como una tendencia que no debe ser interpretada como una moda pasajera o
un capricho.

El concepto Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es acuñado por primera vez en


1953 por el estadounidense Howard R. Bowen, economista americano y llamado padre
de la RSE, en su obra "Social Responsibilities of the Businessmen" en la que el autor
apelaba a la responsabilidad social de las corporaciones para producir no sólo bienes y
servicios, sino devolver a la sociedad parte de lo que ésta les había facilitado. La ética y
los valores empresariales empiezan a tratarse en el mundo universitario y es en los años
60 y 70 cuando realmente se desarrolla el debate académico sobre los fines de la empresa.

Las contribuciones más notables a la definición del concepto de responsabilidad social se


dieron a partir de la década de 1970 e incluyeron las obras de Archie Carroll, Davis, Eells
y Walton, Johnson, Preston y Post, Sethi y Steiner. Es el año 1979 cuando Carroll define
por primera vez las responsabilidades de la empresa como económicas, legales, éticas y
filantrópicas, haciendo hincapié en la voluntariedad de la ética y la filantropía al situarlas
a continuación de la legalidad.

Fue Carroll quién desarrolló la "Teoría de la pirámide" (1991) en la que plantea estas
cuatro clases de responsabilidades sociales de las empresas vistas como una pirámide,
hay responsabilidades que se encuentran en el fondo de la pirámide y que son, por tanto,
la base sobre la que se apoya otro tipo de responsabilidades.
Durante la década siguiente se continúa profundizando en estas ideas y se integra el
discurso socialmente responsable a la dirección estratégica a través de la introducción de
la Teoría de los Stakeholders (Freeman, 1984) que, desde un punto de vista todavía
instrumental, habla de tener en cuenta a los diferentes grupos afectados por la empresa
que pueden contribuir a sus logros como clientes, sociedad o empleados.

A partir de los noventa ya no se considera a la responsabilidad social empresarial como


un fenómeno aislado dentro de la empresa, sino que atraviesa transversalmente a las
diferentes áreas de la organización. En 1996, Peter Drucker complementa este punto de
vista afirmando que "cada organización debe asumir la plena responsabilidad por el efecto
que tenga en sus empleados, en el entorno, en los clientes y en cualquier persona o cosa
que toque. Eso es responsabilidad social".

CAPÍTULO II. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA


EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.

2.1 Inicio de la Responsabilidad Social Corporativa en la República


Dominicana.

Benedicte Bull, auxiliándose de otros autores, establece en su trabajo que la RSE se ha


lanzado como una herramienta de competitividad y desarrollo en américa latina (Bull
2004), sin embargo revisando la literatura relacionada, encontramos que según “The
Canadian Foundation for the Americas (FOCAL)”, existen en el continente diversos
estadios con relación al avance de la RSE, destacándose la brecha existente entre los
países más desarrollados del continente (USA y Canadá) y Latino América, y aun dentro
de esta última entre los países con economías más avanzadas y los de menor desarrollo
económico, estableciéndose una relación directa entre nivel de desarrollo económico y
nivel de actividad en el campo de RSE (Haslam, 2004).
Según este estudio (Haslam, 2004) países latino americanos como Argentina, Chile y
México (el estudio no aborda el caso de Brasil) se encuentran a la vanguardia del
desarrollo de RSE en la región latino americana, mientras países como Cuba, República
dominicana, Trinidad , Costa Rica y Nicaragua muestran muy poco avance relativo en el
tema (en comparación con el grupo líder), muy a pesar del tamaño y desarrollo relativo
de sus economías, destacando el esfuerzo aparente de Costa Rica; por nuestra parte nos
sorprende la inclusión de Cuba en este esfuerzo por medir el grado de desarrollo de las
iniciativas privadas de RSE, debido al sistema económico que impera en dicho país.

La responsabilidad social en República Dominicana a nivel general es contemplada por


empresas multinacionales y aquellas que están establecidas a nivel nacional. Muchas de
estas multinacionales solo la tienen de lujo o apariencia porque no ejecutan acciones en
beneficio de la gente o de las comunidades a las que afectan en el sentido ambiental,
social, personal y económico.

Si bien es cierto que se ha avanzado en esta materia y que mayoría de las empresas tienen
conocimientos sobre el tema, muchas muestran interés por los beneficios que la RSE
ofrece y por ser coherentes con los valores de la empresa. Pero algunas de ellas se escudan
en que el beneficio principal que estas aportan al país son los empleos directos que
generan. Actualmente las empresas dominicanas no están adoptando las políticas de RS
y se están perdiendo de accesos a financiamientos, exenciones de impuestos, desventajas
comerciales, etc.

Según investigaciones realizadas por Alianza ONG (empresa consultora empresarial), de


una muestra de 71 empresas a nivel nacional el 25% de estas tienen un alto grado de
adopción de RSE y un 28% avanza en esa dirección, lo que significa mejores prácticas e
intervenciones sociales relacionadas con programas de desarrollo.
Estas empresas realizan actividades sociales desde hace más de 10 años interna y
externamente, pero sus prácticas todavía no se corresponden con los conceptos,
herramientas y métodos de trabajo de empresas RSE.

El 38% de las empresas que aplican RSE tienen una persona o instancia fija para gestionar
las actividades sociales. Un 35% ha involucrado al personal en la toma de decisiones y
un 45% realiza reportes de las actividades sociales. A nivel general un 80% de las
empresas tienen planes de ampliar sus proyectos sociales.
Es importante tener en cuenta que la RSE como tal no es nueva, pero hasta hace poco no
se le había asignado un título. Esto se debe a la globalización, cambio climático y la
necesidad de solidaridad por parte de las empresas para enfrentar estos importantes
desafíos mundiales. La RSE es también una actividad estratégica adicional en la
competencia comercial, que además es rentable y suma valor agregado a la empresa.

2.2 Analice los avances de la Responsabilidad Social Corporativa en la


República Dominicana en el sector Público.

ALIANZA ONG: es una red compuesta por varias organizaciones no gubernamentales


con el objetivo de fortalecer la sociedad civil, la investigación y promoción de temas
sociales, entre otros temas. Está compuesta por 21 organizaciones de las cuales se
destacan la Asociación Dominicana para el Desarrollo de la Mujer (ADOPEM),
Asociación para el Desarrollo de Microempresas (ADEMI), Fondo Pro Naturaleza
(PRONATURA), Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), Liga
Dominicana Contra el Cáncer (LDC), Patronato Nacional de Ciegos (PNC), entre otras.

AES Dominicana: trabaja en colaboración continua con la sociedad civil, juntas de


vecinos, escuelas, iglesias, asociaciones comunitarias, todo con el objetivo de ayudar a la
promoción de actividades relacionadas a la cultura, educación, deporte, medio ambiente,
y salud.

2.3 Analice los avances de la Responsabilidad Social Corporativa en la


República Dominicana en el sector Privado.

Grupo Ramos: para esta empresa la responsabilidad social es parte de su misión, visión,
y valores empresariales. Con su programa “Cambiemos el mañana”, del cual recibe
aportes ascendentes de unos RD$6 millones, Grupo Ramos concentra su esfuerzo en el
mejoramiento de la educación. En el 2007, una donación del grupo (entre otras cosas)
hizo posible la primera etapa del Liceo Técnico Rosario Torres, que beneficia a 132
estudiantes; y en el 2008 fue inaugurado un edificio de aulas para la escuela primaria
Angélica Massé, a la que asisten 335 niños. También ofrece el financiamiento para becas
anuales en la Universidad INTEC, para egresados sobresalientes.
Grupo Rica: está a punto de inaugurar su nueva Fundación Rica que impulsara el
desarrollo en la educación, salud, y medio ambiente. En la actualidad el Grupo Rica
invierte más de RD$8 millones anualmente en esas áreas en vías de otras organizaciones.
Ya en la salud tienen programas de desparasitación, conflictos familiares, charlas sobre
VIH Sida, drogadicción, dontológicos, y ayuda a hospitales y clínicas rurales.

Fundación Brugal: con su premio Brugal cree en su gente, reconoce a instituciones que
desarrollan acciones humanitarias en todo el país. Se ha demostrado un gran compromiso
en el apoyo de áreas como educación, desarrollo comunitario, medio ambiente, salud,
entre otros.

Вам также может понравиться