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El estilo es el hombre
. f"~/?) ~'L..f-o . .
'Fbr " ~q.- r, -i. C<.- ---I2u /'l../a ro
n 1777 en un texto titulado "La vida del Conde de Buffón"
(Montbard, Francia 1707 - París 1788) se lee el aforismo: '''EI
. estilo es el hombre;'; cita ·dúdosa porque para Buffón, el estilo
___ es eso .por lo cual una, obra adquiere amcarácter permanente, .. '
¿A qué se refiere Buffón cuando' nombra "eso" como' aquéllo por lo ~uat .'
la obra permanece? Podría suponerseque "eso" esel carácter humano
que un estilo siempre denota, lo, cual sé nombra como' lo fundamental. El
estilo entonces implicaría significaciones humanas no sólo en expresiones

Pues bien, si así fuere, si el estiló siempre denotare lo humano que en él .


se implica, en el proceso de invención no habría resquicio en 'el que el
ser en su complejidad y particularidad, no hubiese participado, De esta
maneraestaríamos autorizados a afirmar que en la trayectoria de su vida, :
. el hombre despliega el estilo como .una marca particular, incluso como
una marca subversiva de loheredado, Setrataría así .de Iomás particular .
de cada uno, pero que sorprendentemente escaparía-a su propio control, . .
I . .

artísticas variadas, sino. también- en su tendencia esencial.


. : .
..
.
Sucede que en la búsqueda de sí mismo, que es la búsqueda del ser. el /
hombre puede desembocar en la aspiración de estar constituido' con -
las perfecciones imaginarias ·con que sueña despierto, de tal suerte
que, lo que se pueda ir articulando del ser puede desbordar 'uno yotro .
predicado, lo que obligaría a decir.en un acto de justicia que "El.hombre . -
es", sin decir qué. ¿Qué es el hombre? Si respondiéramos, lo tocante al
ser quedaría ligado a ese predi~ado, y quedaríamos 'en' deuda con lo que '~;
'-.-~-- - ~ --eT:sef~ es; entonces,todo'lo quepuedadecirse de-élserá.siempre de una_-<1-
manera aproximada, incompleta, será dicha en rodeos, énpredícados, que. . .;);
,
podrían terminar en irnpases, porque ningún predicado basta.Entonces;
'~"f :
l.., ,.:;.:

sería mejor decir "El hombre ,e's" sin decir qué, porque el hombre siempre i
podrá ser algo más. . . :. '}l~
~. 2
.
~;~
Borges bien lo anun~ia' con . acento crítico desde· ·las palabras 'd~ ";!.;
Chestertoncuando dice "El hombre sabe que hay' en el alma tintes más :). . ..• ~
desconcertantes, más innumerables y más anónimos que los colores de .. :_~_-_:_~,~_f.:.~ ,

una selva otoñal. Cree', sin embargo que esos tintes en todas sus fusiones' ,
y conversiones, son representables con .p~ecisión -por un mecanismo "f~ ¡
. ~-,T~·

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~i~y:1:. arbitrario de gruñidos y-de chillidos: Cree que del interior salen realmente s
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ill!;V' ::,' ruidos. que sígnífican. todos los místeríos .de la memoria y todas las n í",
'~~(~1:~: .:. agonías del anhelo, .. ". . .: c .
Ir:.·· . ~~t~nc~~; ·~s: ~~ ~~~l~ corno una' f~~~a particular ~e abrir surcos, en ese
!hl:.;:": ·yacíoqu~.'siempre comporta lo real del ser. Al respecto, afirmó Picasso
i
a
al
go
l ..
:~i?!.:: '. ' '.'Cada pintura es Un frasco con mi sangre, eso eslo que hay en ellas". Pues : se
i:~J.f.·:: bien, .. desde Borges.y con Pícasso puede lograrse una mejor comprensión cr

t/,
';f~~;:'::·· . de lo que Buffón, considera estilo: "Es un anudamíento entre invención y " et
A c
l o 1,
:~:::::~ónicomo re~tado de un trabajo podría desembocar en g en
.1

;7.t:. ~".. una cierta . originalidad:' una escritura original," una' música original. ... y o cu
;_":.:.::." .' la segunda, la 'expresíón requiere en sus tiempos, paso a paso de' una bi
f<·~. docilidadtal, capaz de dar cuenta de lo que al sujeto acontece; entonces, el e ert
:::;~",: . . estilo.lo define uh rasgo de singularidad, es decir, un signo propio del ser. n o;
iY·'. ' Se trata, de tornar lohumano a través de un.rasgo particular, que puede i Fr
}, ::: ... ser-una época.una lengua. un movimiento artístico .. Pero.lo fundamental g eu
l>r'" cuando de estilo se trata, es el carácter. humano que siempre denota .
. ; ~: '. ;- .. ". . . . .
m d,
'. : '. ~"'"
á ps
. A través de lo más singular de un artista _sean sus ideas, sea su canto_ t ic
cuando se trata delestilo, se expresa otra cosa; digamos que, algo de las i oa
profundidades del. gusto de una época a la que el artista presta su voz. c na
o lis
. ta
I au
El escritor colombiano Tomás Carrasquílla en Homilía N° .2 confírrnael str
. sentido humano de lo que. se entiende por "identidad 'de . estilo" cuando ía
argumenta: lo que se le Pide a un artista} lo que se entiende·p0r. estilo' essa co
temperamento, su emacion, algo de.su entidad psíquica cual es realm~nte. -Y con ,
ánimo clarificador'elPoeta sepregunta: ¿Dónde puede encontrarse y~ cifrarse so
esto? be
No será en las ideas, .dice, que son -de muchos; no será en Ios.sentimientosqse ra
son de todos, es en el modo, en el fono que se le d~ es 'decir:, en la expresián, en no
la forma) en la palabni; porque la palabra es, el· verbo} la' esencia delespirit»; es
y el ti!Jtbre· o acento' de' la palabra e~ la única revelación posible del sentimiento -: cu
personal. (BernaI2015:44). ," ': ..........................;', "
ch
.. -- -- l....-. .•..•...•... vu·":'onr'urrido.·Cuando terminó, un s ad
' ' e or

'
de
las
~
J
a . I
En la misma línea de Borges. Picasso y Carrasquilla.el poeta l co . .,
'

español o nf
Asorín, considera que el estilo se ubica a . partir. de un rasgo que le j us I
as voces de la vida, dice; "Algo importante que endetemnnadas
condiciories y momentos solo se delata por signos, exteriores debilísimos".
Eso esencial y enigmático puede observarse, escucharseen pequeños'
rasgos: los menos trascendentes que sin embargo identifican: alautor,
Es el estilo revelado en los detalles: es otra firma, 'diCe Barbato (2002:2)
inspirado en Freud y en el método morelliano',

, .

1. El médico italiano Morelli (Verona, 1816 - Milán 1891) critico 'de arte a fii::¡ de descú bri J -, .•. . .
_ ',' , . , 111: a paterrudad de
una obra en mal estado observaba pequenos rasgos, que Identificaban el estilo del autor en el d all . ,
.d1 dé 1L li ff blicé
a través e seu orumo, van errno e pu co sus primeros trabajos en alemán entre 18-;'fi ,18
et e. Morelli,
"
F , de' l' di' id . ...•. .
}. 76. Slgmund
reu anrrno que e proce rruerrto corroer o como meto do morelliano mostraba gran" . fir 'da" d
'd . alí . d .. .' ~C~ a ru es Con el
meto o pSlco.an tico en tanto educe de rasgos poco estunados, lo oculto, lo secreto, . '.
,-'
. -!5!.:J~~'f!
'1;'~OI.
." .. '. t •

xxxv
EL 'POETA y LOS SUEÑOS
DIURNOS *
1907 [19081

L
os profanos
sentimos des~e
"I'.!
sierr:pre vi:~iIna
curiosidad por saber de
donde el poeta; personalidad singularisirna, extrae sus
temas --en el
sentido de la pregunta que aquel cardenal dirigió a
J

Ariosto-s- y cómo
_ logra conmovemos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros erno-
cienes de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces. Tal curiosidad se
exacerba aún ante el hecho de que el poeta mismo, cuando le interrogamos, no
i
sepa respondemos, O sólo muy insatisfactoriamente, sin que tampoco le preocu=:
. ·1 penuestra convicción de que el máximo conocimiento de las condiciones de la
1
i i. elección del terna poético-y de Ia esencia del arte poético no
h I abría de contribuir

¡ en .10 más mínimo' ahácemos poetas.


- 1; -

-;

. .. "
.. _--- ------- .. _--.---- ... -.---- ·--1-7-¡fi--:Fr----1o . I?enos -gud!~ra~ós __ descubrir
en nos?t~?S O ~.r: n uest~os se:ne-
. I ¡ lances una actividad afín en mgnnmvdo·a-Ia-
1

I
eompOS1ClQn_p-º~.Ilca tJ;.a .mvestiga-

pr:i~eraexp1i~a~~ón(leJa-'------
I
i. ció!l.dedicha _ actividad nOs· permitiría espetar una

I
-1
¡ actividad creadora+del poeta __ Y" _ verdaderamente, existe
1

I tal posibilidad; los

I I mismos poetasgustan de aminorar la distancia

entre sil singularidad y la esen-

I
cia generalmente humana y nos aseguran de continuo que en cada hombre hay
un poeta y que sólocon.el.último hombre morirá el último poeta .
¿No habremos de buscar yaen el niño las primeras ~ cte la actividad
l. poética? Li ocupa-ción favorita y más 'intensa del niño es el juego. Acaso sea
_licito afirmar-que todo niño que juega se
conduce corno un poeta, creándose
un mundo' propio, O., más. exactamente" situando las cosas de su mundo 'en un
orden nuevo:
grato paraél. Seria injusto en .este caso pensar que no toma en
.serío ese mtrndo : por el contrario, toma muy en serio su juego y dedica en él
grandes afectos. La, antítesis deljuegóno 'es gravedad, sino la realidad. El.níño
distinguemuy bien-la.realidaddelmundo y.sujúego, a pesar de la carga de afecto
con que 10 satura; y gustadéapoyarIosebjetos' y circunstancias. que' imaginaen
objetos tangibles yvisibles de! IDlli"ld{):reaL Este apoyo es lo ql!~ aún dife¡:~q:i~~ .
el «jugarx ínfantikdel . «fantasear», _ _ --_' -- . . - _ -
. -, ,,;.
.~ .
. Ahora biensel-poetahaceIomisrno que elriíño que-juega: crea un rrtundo
se
. fantástico y' Iotcma.anuy-en-serio ; _ esto es, siente íntimamente, ,1igadoa: él,
aunque sin dejar de;.dif~rencia.rlo resueltamente de la
rea.Iidad:<~erQ de esta
jrreá¡i4addel.muiúioPQético.nace~Co.nseCuericias muy
importantes para la
técnica artisticajpues -mucho dejo que, siendo real,
no podría procurar placer
nlngun.o 'puedeprocUntilocomo'júegod~Oa fantasía,
y muchasemociones pe-
nosas en si-mismas pueden convertirse en una
fuente de placer para el auditorio
de] poeta, . ': .'. . .. ,'. '.'
:~'"
_' La
contraposieiónde.la realidad al juego nos descubre todavía otra circuns-
tancÍa- .múysig¡úficativ3_ Cuando el niño se ha hecho adulto y ha dejado de ju-
gar; Cuando .se. illi:t!sfotiado psiquicamentera través de decenios enteros, en
aprehender, Con todalagravedadexigida, las realidades de la vida,puede llegar
.': :- . . .~~', - , .
- . .

- '" : Derdichte: UJ1dáes' Plc.~a:.~CI. ea ~~Win,dVienna) en Dec, 6. 1907. Publicado en


New Revue, 1
- . original; conferencia en los salones del pubii6sta Hugo:,:-.(lO), 716--24.190::>. (lima de J._ N.)
- _.
Hellcr ' (miembro de Ia Sociedad Psícoanalirica de
-
-
-
-
, ,

},
_ _\ D\-~, r R. rE- -{f D e o ,\1 P L E. T .'[ S

un dia a una disposición a nimica q;.tc suprima de nuevo la autitesis entre e! juego
y la realidad. El adulto puede evocar con cuánta gravedad se eruregaba a .~l!S
juegos infantiles, y comparando ahora sus ocupaciones pretensarnentc serias
con aquellos juegos p1.!criie:s, rechazar el agobio demasiado intenso de h vida
v conquistar el intenso olacer dd humor.
- ASI, pues, el individ~!O en crecimiento cesa de jugar; renuncia aparente-
mente ai placer que extraía del jucg o. Pero quienes conocen. la vida Qni,T¡Ü701.
del hombre saben muy bien que nada le es tan difícil como la renuncia .a UD
placer que ha saboreado una vez. En realidad, no podemos renunciar a nada,
no nacemos más que cambia, unas cosas por otras: lo q ue par(:.ce ser un a reuuu-
cia es. en realidad. una sustitución o una subrogación. Así también, cuando el
hQmb~e que deja de ser niño cesa de jugar, n o haCe más que prescindir de todo
apoyo en objetos reales, y en lugar de juga", fantasea. Hace castillos en el aire ~ ,
crea aquello que denominamos ensueños o sueños diurnos. A mi juicio la ma-&
yor ia de los hombres crea en algunos periodos de su vida (antasias de este orden. '".',(.;,(
Ha sido éste un hecho inadvertido durante mucho tiempo, por lo cual no se le
ha reconocido la irrrpo rta ncia que realmente entraña.
El fantasear de los adultos, es meDOS f¿Ícil de observar que el jugar de los
niños .. Desde luego; el niño juega también solo D- forma con otros niños, al objeto
del juego, un sistema psíquico cerrado ; aun cuando no ofrece sus jW::g05, como
un esnectáculo. al adulto. tarncoco se 10$ oculta. En cambio, el adulto se aver-
güen;'~ de sus fantasías v 'las oculta a los demás: las considera como cosa intirnae .
y personalisirna, Y7en rigor, preferiría confesar 'sus culpas a comunicar SLlS Can- :
rasias. De este modo es posible que cada uno se
tenga por el' único que C011S- ,
truye tales fantasías y no sospecha: -::D absoluto la difusión general de creaciones ::
análogas entre losdemás hor .. ribres, Esta conducta dispar del s}-7.jeto que juega y"
i· el que.fantasea tiene su fundamento en la diversidad de los motivos a que respec-
r
tivamente obedecen tales actividades, las cuales son, no obstante, continuación
r
una de otra,
~

-
!:t , El juego ~e los niños e.5,..re~'¡do por 5115 deseos 0, más rigurosamente,
,,:¡ 1 -¡:;1'-
~r·
,CJ!-IUe- oeseo \.le tantocoaoy-uva a su ecucaclOn.: e Geseo '1';: ser élvU to: ~" nmo
• I '

Juega SIempre a {{ser mayor»; rrruta en el Juego lo que e la vi a (le os mayores


ha llegado a COI1DCeL Peroriotiene rnotivo alzuno D3.r3. ocultar tal d:;:i~. No
así, d~rtaJTIente',etaduitü; észe sabe que de él Se espera ya que no j~;;gLle
ni
fantasee, sino que obre en el mundo real ; y, además, entre los deseos que engen-
dran sus fantasías hay algunos que le es preciso ocultar ; por eso se avergüenza
"

de S1J.S fantasias corno-de algo pueril e ilícito. ,'. '


Preguntaréis; cómo es posible .saber tanto de: las fantasías de los hombres,
~
cuando .elios las ocultancon .sigilcso misterio. Pues.bien : es que b..a"y_l,lDa Clase
-- -
dehornbres a los que no precisamente UD dios, pero. sí una severa diosa '=--:a
realidad-'-:' les imponeJa tareadecomimicar de qué~uft'en y en qué hallan
alegria. Son éstos los enfermos nerviosos, los cuales han de confesar también
ineludiblernentesus fantasías al médico, del que esperan la curación por medio
deltratamiento psíqúico iDe.estafuente procede nuestro conocimiento, el cual

, 11 os ha llevado luego ala hipótesis, sólidamente fundada, de que nuestros enfer-
!Das !lO nos comunican cosa distinta de ló que pudiéramos desC\Jbnr en lossanos.
, , ,', Veamos aho fa al!!Unos de 105 caracteres deltan tasear.
Puede ibrmarse
que el hombre feliz jamás: fantasea.vy sí tan sólo el insatisfecho. Los¿~c.e,;.,s
insatisfechos SOD. las fuerzas irnpulsoras de las fantasías, y cada fantasía es' una
.0JVR.vOS
}" L oS
'-j
--¡ --

satisfa
ón de
deseo
ma
rectifi
ión de
I realid
insatis
!
toria.
deseo
irnpul
es son distintos,' no se te o, este COW(ft~!
según el SeXO, el reconoce . tan punto
carácter y las .] impresione el ~. ~rzádos
circunstancias de la :ó s recueeIidhil<Hk.eo;~
personalidad vq ue general, cambiante rdo que~ pasa a
fantasea ; pero no mas q. s de de trayesd:e eTIos_ ]
es difícil agruparlas ue vida, suces. 'J . .
en dos direcciones rI,l,l}1~.r! transforma o ..
princí.paks_ Son l0qs;_ n con las .•• .
pretér
deseos ambiciosos, neceSIda circunstan- .
ito,
tendentes a la d ~,
casi
elevación de la er~tlca, cias .u
siemp
personalidad, y ~¿ existencia re
ne
Jel
o bien deseos h,o}nt?Ie del sujeto, infanti
eróticos. En la mujer JQ.'::~~ y l1
l, pl
joven dominan casi _& de en Oc
exclusivamente lo Tender nueva cual ua
de- re impresión uedó rq
seos eróticos, pues el eficiente 10
su ambición es eA;t;~;;º
sa
risfec
m
~a
consumida casi de que h ,
siempre por la ~Oülsm pudiéramos tal erf
aspiración al o Que Jlamarel deseo, ua
arrror : en ,<;:1 una «sellodel y crea 5-:
hornbre ioven U1fancI~ momento» enton C'
actúan m:lJ~¡ . La ces br
intensamente, al ºa relación una ne
lado de los deseos lptun la situaci [lt
eróticos, ~~ con ón ~,
los d~sos ezcistas para tiempo referid bas
y ambiciosos. Pero .<ograt .su en general, - a al tar
no queremos mClUSJOn muy futuro a
acentuar la en la importante y pa
contraposición socleoad, . Puede quepr Ta
de las dos tal! decirse esenta l
direcciones. sino man 1J.na corno ust
más bien su .JguaJm.ent fantasía satisfa rar
frecuente e- flot cción est
c.,.Qjncidencia: lo ~I
. .. ..- .,.
de a
mismo que en . dicho tes
t¡¡ eX1g~lltes- d deseo
muchos cuadros de l;:.··· f1d't is.
.,' ~n~re el
altar aparece __ tlem,ws f.--
_ s tres sueño
visible en un __ factores Sti
_ t~poral~~ diurno
ángulo ell:etrato. _ e nuestra pb
ros activi a?:,
del donante, en represen- ne
jiroduct \:- o de
la mayor parte de las tatlVa~
os de lab f~:nta l:é
fantasías ambiciosas
esta anrrmca se :;ía, :il
nos es dado descubrir
activida enlaza el so
en algún rincón
d una!
cual de
la dama, por la cual
fanrasea lleva un
el sujeto que unpresion
dora, ntonce po
fantasea lleva a actual
diversos sen br
cabo todas aquellas una
las
heroicida- ensuerio OC3.SIOÍ1 e
so huellas hu
\ des, y a cuvos del de su
pies rinde iodos suenes sente" érf
proced an
sus éxitos. diumos. susceptible encia o
Como veréis, no de dela a]
hay aquí en despertar ocasió qu
motivos su- modo un,o n e
\. ~ fici~J~ alguno, grandes
remente rígidos ha
deseos
f:·
e béi
poderosos de sujeto;
. y del recuerdo.
inmuta s
,o~ultación ~ a aprehende
"~si~p~es;>~Plet~
bles.Jví da
la nmjer bLen regresivame
ri!9.> el presente y
uy do
eg . .!:lcª.<lª_ nte el futuro aparece_u
contrari las
señas de un i§~- nares
patrono CÓinú los sin
. ldeseOu tomas
quépuéde;pro tiliia
PQrcionárletr uJi!:2oc
abajo~De asió
camine- presente
haciacasa del Barapro
mismo, yectaT,
vuestro conforme
t~reC~meb .al.rno-
dadOtejerá
qu:izá .~:- delo d¿l
pasado, UTIa
un.ensueño lm.agen del
correspondi orveUlL..... ...
ente a .

r-;
susituación. ,_
El conte-
r

i~ nido
delaHantaSi
aseráacaso:e Habriaa
ldeque;Qb.~i ún
ene la mucnoq
colocación ue
deseada.icóm so re as
place antasías
[~ ~ll ella-a ; pero
sus querem
jefesjse.halla os
indispensable limitarn
.-es .recibido os a
por la familia
i?s
del patrono,
mdicaci
,.... se casa
ü:nesmá
con-su bella sin.ctjsp
hija y pasa-a ensables
ser consocio _ La
de.su suegro, multipli
y luego, sÍJ cación

r: :el
sucesor en la
exacerb
IlegOCI0.Y- ación de
contodo las
esto, fantasí
elsoñador as
se ha Creado crea:nla.
una scom:iic
sustitución ic:nesde
de ]0 que -lacaída
[~ antes del
poseyó en su sujeto
dicbosainfan en la
cia ; un neurosis
hogar o en la
protector, psicosis
padres ..
amantes y los y
fanrasí
!ii- as
_primérosobj sontam
eJosdesuinc1 biérr-
ina9ón lcs
cariñosa. estadio
Este sencillo s
ejemplo psíquic
muestra ya os
prelimi
F .R E J.,' D . - O B R A S CO,\;lPLET,.IS

patológi
cos de
que
,. nuestro
s
enfermo
s Se
quejan.
En este
punto
se abre
un
amplio
camino
Iate ra],
que
conduc
e él Ia
Patolog
ía, y en
el que
por el
moment
o no en-
trarem
os.
No
podemo
s, en
cambio,
dejar de
mencio
nar .@
~~!
ac::;i9n
c~e l.a?
f~ntasi
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sueños.
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S! e ss !./ Y D FREUD -·OBR.·¡S

¡ elección del rema y en L~ mod.it1cación del mismo, a veces muy amplia 'Ah<;ca
bien: todos los rell1J.S dados proceden del acervo popular, constituido por los,
mitos, las ~~.yc·nd85 y las fflbu1;ts. L3 investigación de estos productos de L:1 PSlt..'f)-
i logia delospueblos no es, desde luego, imposible; es muy probable que los mitos,
I por- ejemplo, correspondan él. residuos ddorl11ado?9e:·;f:::mTá'Siü'!f'éfD.'hht0f;~tl=e~-tr:
.1 (¡cinE:'; 'e'¡1 <:e'fa:S '~-165'·s\.1tDo5·semlafeS--t:lel<fH üf1ia-rúo,rd jO\,:ci1~'"" ~-'-""'--"""'."'----
I
Serne dirá que be tratado mucho más, de las fantasías que del poeta, 110 obs-
\ tante haber adscrito al mismo el primer lugar en el título de mi trabajo.
Lo sé, y voy él. tratar de disculparlo con una indicación de; ~stddo actuó'!
c.-e~nu-e,stros conocimientos. No podla, QrrC~el- en eSle_ :5cnLl,do már, q~c ciertos
\ estimutos y sugerencias que la lD\/cSIJ;aClOn de, las t antasras h~hecno sur gu
, h '
de Ia eíccci El ". . 1 d
en cuanto ,al pro orema e a eicccion ,-,ej. [::::,11ar1pceuco.
-
.l otro.' protnerna, el e
los medios COIl íos o ue el ooet a consigue los efectos emorívos qUE' sus creaciones
despiertan, no lo h~mrJs tocado ;" ~m,~lndicaremos, por [o menos, cuál es ci ea·-.
mino que conduce desde nuestros estudios sobre: las fantasías a íos problemas
de los efectos poéticos.
'Diiimos antes cueel soñador oculta cuidadosamente a los demás sus fan-
,.. :J <: " 1-= _ •••••• ~ . __ .~ _egO ~ 1 •. _ -

ras.as porque rrene mOTiVOS para avergonzarse a.e ellas, Añadircmos rahora
!

que aunque JlOS las comunicase no nos produciría con tal revelación placer
ninguno. Tales fantasías, cuando llegan a nuestro .coriocitniento, nos parecen
repelentes, al menos nos dejan completamente frí-os.
En cambi-o, cuando el poeta nos hace presenciar sus juegos o nos cuen!.a
aquello que nos indinamos a explicar corno .SUS personales sueñosc!uTl1o:s,
sentimos UD' elevado placer, que afluye seguramente de numerosas fuentes,
es
Cómo i(2...~º.ns¡gue e] poeta su más Ü1timo secreto..; en la. tj~cnica d~ la S1JPSL~ió:J
-de aquella iéPüguanCla~- féIaClonaaa. lñ d'ü(l'!h5re1t'c1fre eo ñTa$ barreras que se
'"alzan entre ~d2. t;3'7¡~s b~rn~~sta la <::~ar'aC1e~a-Cirs Do"énc:L
L

U050:¡~deríesd~
..
M
diurno por medio de modificaciones y ocultaciones y nos so-
. :"
.- borna con el placer puramente formal, o sea estético, .que nos ofrece la expo-
..J
...•
ee
sición de sus fantasías. A tal placer, que nos es ofrecido para fa,ci[it~í',con::¡p)
;?
ft!
la génesis de un placer mayor, procedente de fuen tes psíquicas más honcfrs-~
5Zl5
Y'-' lo designamos coba los nombres de prima de atracción o placer preliminar. A mi
.
juicio, todo el pJa{:er estético que el poeta nos procura elHrai1a este Cqfúcter
de la oGra~D"~lpc:l'l-~rocec-re- GC ~¡;; des-
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del placer pre1:¡imnar, )Id yerdad"erü o.oce


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