Popayán- Cauca, Universidad Del Cauca, Benji Esteban Galindez, Ética Cristiana.

La relación entre ética y religión siempre ha sido objeto de debate a través de la historia.
El ser humano tiende a creer en que existe algo más, a que hay un ser omnipotente que
guía sus pasos, premia y castiga según como nos comportemos. “La religión es el
resultado del esfuerzo del ser humano por contactar con "el más allá". La experiencia
religiosa proporciona explicaciones globales e interpretaciones acerca del mundo”. El
buen comportamiento del ser humano depende entonces de esta creencia, es decir, el
temor a recibir un castigo divino es lo que hace que se sigan los lineamientos que la
religión exige. El sentimiento religioso es conflictivo: un ser divino crea y controla el
mundo, por lo tanto, el individuo gana una sensación de confort a través de la veneración.
Sin embargo, los devotos también se sienten "atemorizados” por este ser omnipotente y
posiblemente omnisciente.

La creencia del hombre de que su vida no solo está bajo su control, sino que además
existe alguien que lo premia o castiga según su comportamiento y que además lo ayuda
cuando con sus propias fuerzas no se da abasto, se ha convertido en una necesidad. Las
personas que no creen que esto sea así son las excepciones, y bastante criticados por
hacerlo. La relación directa que hemos dado a estas dos y como finalmente se intenta
que logremos entender que la ética y el buen comportamiento de las personas es algo
independiente a la religión que profese o con la que sus padres lo han criado. Y aunque
en la actualidad aún se connota que mucha personas creen que esto no debe ser así,
que por el contrario no hay ética sin Dios. El afán por que entendamos que las decisiones
que tomamos y nuestro comportamiento moral y ético no comienza con adorar a un ser
supremo, no es algo nuevo, por el contrario ha sido una lucha constante que
increíblemente no se ve conclusa.

La religión siempre ha estado presente en las etapas de la humanidad, tiene todo que ver
con la cultura de los pueblos. En algunos lugares como Egipto no existía solo un ser
supremo, eran diferentes dioses que se encargaban de ciertos aspectos del pueblo, y los
cuales requerían sacrificios y alabanzas para que escucharan a sus devotos. Otro
ejemplo son los dioses griegos, existían creencias desde dioses de la fertilidad hasta la
guerra. Así en diferentes partes del mundo. La moral o los comportamientos éticamente
correctos podríamos decir que originariamente estaba más ligada a la religión, a medida
de que el tiempo avanzo y el ser humano fue convirtiéndose en un ser crítico esto ha ido
cambiando. En la antigüedad la ética era en toda su esencia el buen comportamiento
religioso. Seguir los lineamientos que sus creencias y sacerdotes interponían al pie de la
letra y consideraban bueno o malo solo lo que para estos era así. Para Sócrates el ser
humano podía ser virtuoso sin necesitar de todos esos dioses, para la población él era
un ateo que quería provocar la furia de los dioses. La búsqueda de Sócrates era
demostrar que independientemente de las costumbres del pueblo los ciudadanos eran
capaces de realizar bien sus actividades cotidianas como cosechar hasta lograr tener
descendencia sin necesidad de sacrificios ante estatuas o sacerdotes. Desde éste a
Aristóteles el cambio fue notorio, se debe a la teoría de la existencia de un solo Dios
creador pero inmaterial. Un Dios supremo que no es una estatua inmóvil que cumplirá o
satisficiere las necesidades del pueblo. Entonces, el cristianismo es la creencia en
Jesucristo hijo de Dios enviado a la tierra y que muere por nosotros según la biblia. Esta
creencia es la base de la religión católica Una religión con gran poder en el mundo. Y no
solamente en los seres humanos hablo además de la influencia enorme que tiene en la
política de un país, a un punto de que en nuestro país la iglesia es tomada en cuenta
para la creación y sanción de leyes.

Observamos como el cristianismo logra influir mucho en el ser humano respecto a su

moral. Es en donde se relaciona directamente a la ética y al cristianismo, lo cual hablando
más subjetivamente no debería ser así, son dos cosas absolutamente diferentes que,
aunque tienen algo que ver no significa que sin el existir de una la otra no se desarrolle.
Es indiscutible la influencia de esta iglesia en el mundo, esto teniendo en cuenta también
en lo moral de las personas, la cantidad de riquezas que maneja, la atención que se
presta ante u opinión frente a las cosas. Por ejemplo si ocurre alguna tragedia en el
mundo notaran que siempre es noticia de última hora que el papa haga algún
pronunciamiento al respecto. Que si opina respecto a algo o es mediador esto influya a
que haya paz o tranquilidad en algún conflicto, obviamente en los países creyentes de
Dios y Cristo. Decir que esto no es así es implemente no prestar atención. En conclusión,
en lo que a mí respecta la ética y el cristianismo deberían separarse. No podemos pensar
que para formar una persona con buena ética o unos ciudadanos de bien estos
necesariamente sean creyentes. El objetivo debería ser más bien, que una persona se
comporte éticamente bien, y aplique sus principios y valores independientemente de sus
creencias. Que un estado no dependa de la religión para la producción de sus leyes, que
exista una lucha constante de intentar separar lo religioso de lo legal.