¿Cómo vas querida?

Hoy te escribo para decirte que estoy confundido de tu labor en mi vida, me confundo con
tu amiga la tristeza, que al parecer científico es más amigable. Te he sentido tan cerca de mí,
en mi cuerpo, en las personas que me rodean; y es una sensación indescriptible porque
reúne muchas emociones, el aburrimiento, monotonía, ansiedad, cansancio, desamor, etc.

Que algunas veces se presentan en conjunto y otras se van uniendo como las horas para
completar el reloj, pones en mi vida una montaña rusa, que no sé qué será peor, si cuando
estoy arriba o abajo. En mi vida marcas experiencias dolorosas que, en su momento, hicieron
de mi vida un caminar nocturno, donde no se veía nada, solo podía escucharte. Pero mira
que desagradecido sueno, no eres la culpable de lo sucede en la vida, eres el reflejo que me
indica en que estoy fallando y que decisiones elijo o no elijo para mi vida; ¡pero verga!, si que
me las colocas difícil, soy un ser un humano que soy hijo, estudiante, hermano, vecino, nieto,
amigo, artista, hombre, novio; que no se en que parte estoy fallando, o ¿tal vez me indicas
que en todas?, no lo sé; eres misteriosamente dolorosa pero necesaria; con tu presencia
extraño amigos como el amor y la alegría, con ellas todo es color de paraíso, ¿pero sabes lo
chistoso?, que las extraño cuando estas presente en mi vida, apunto de dejar de existir,
esperando el golpe perfecto para no resistir la existencia.

Eres mala al jugar con la vida, y si que juegas a lo ¡maldita sea!, pero no te quita lo bueno al
ser tan necesaria, vuelves a las personas, miento, las personas se vuelven duras de corazón,
que es lo contrario a tu objetivo, de agradecer por la vida y la existencia, pero eres tan
confusa que no te hacer entender. Bueno querida hija de su chinchada madre te dejo, pero
sin antes decirte gracias por existir, gracias por estar presentes en momentos cruciales,
gracias por enseñarme a amar y a sonreír; tengo miedo de que vuelvas; pero esta vez te
abriré los brazos y permitiré que entras para que vuelvas a salir, claro, no seas tan verga.

Atentamente,

Lo valioso de la vida.

Besos y abrazos.