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Examen Literatura Hispanoamericana II

2. En los contextos de la emancipación Latinoamericana. ¿Qué rol jugaría la “Carta de Jamaica”?


¿Qué importancia tendría? ¿Cuál sería su significado? Describa o caracterice al sujeto que ahí (se)
enuncia y el proyecto que pretende. ¿Qué aspectos aborda?
La carta critica al sistema colonial y deja en evidencia la incapacidad de España para seguir
manteniendo su dominación en América.
Catastro general de las luchas emancipatorias en 1815. Los realistas dominaban la mayor
parte de sus antiguas colonias (Venezuela, Nueva Granada, Quito, Perú, Cuba, Puerto Rico). En
Chile y México la situación no se había decidido; y sólo en el Río de La Plata habían triunfado los
independientes.
A pesar de que ​Carta de Jamaica ​de Simón Bolívar se enuncia a sí misma como la
“contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla”, es decir para el Sr. Henry
Cullen, la carta tiene el objetivo de dar a conocer y a apelar a Europa y a América del Norte la
situación que vive latinoamérica, con el fin de que ellos puedan ayudar en los procesos de
emancipación de las naciones que siguen subyugadas a España.
Bolívar expone las causas que hacen necesario el proceso de emancipación. Entre ello,
a) la privación de Derechos Políticos y de autonomía de los países aún sometidos
b) el monopolio comercial y las prohibiciones y restricciones económicas, que impedían el desarrollo
de las colonias.
Bolívar apunta hacia el futuro de Hispanoamérica construyendo e idealizando una gran
nación. La voz enunciativa de Bolívar lo muestra como un sujeto que anhela la gloria y libertad de
toda América. A pesar de que Bolívar habla con una intención unificadora, a la vez deja de lado a los
grupos marginados; como a los indígenas, ya que se identifica a sí mismo como criollo, que según
Bolívar son el grupo que debe crear y salvar el proyecto de nación. Esto se puede observar cuando
afirma que “siendo americanos por nacimientos, y nuestros derechos los de Europa, tenemos que
disputar éstos a los del país, y que mantenemos en él contra los invasores”.
Por lo anterior, se puede afirmar que a la vez que Bolívar comunica la situación de
latinoamérica, a la vez construye un imaginario, ya que explicita su deseo de una América unida, a
pesar de ser consciente de la imposibilidad de esto debido a la ausencia de lo que el denomina
“virtudes políticas”.
Se puede establecer una relación entre ​La Carta de Jamaica y​ el ​Facundo ​de Sarmiento, ya
que en ambas se representa a España como el pasado y se ve al futuro americano en virtud de un
ideal Europeo apelando a lo criollo; esto se observa en Sarmiento cuando habla de que antes de 1810
había en la Rep. Argentina dos sociedades distintas e incompatibles: la española y la americana. Por
último, otra relación que se puede establecer es la que existe en la creencia de Bolívar y Andrés Bello
acerca de lo valioso que es la herencia colonial de la lengua como unificadora de lo latinoamericano.

​ labora una breve síntesis de los postulados de Doris Sommer. Ejemplifica.


4​. E
Sommer parte preguntándose por qué las novelas nacionales de A.L, novelas que los
gobiernos institucionalizaron en las escuelas y que son reconocidas como historias patrióticas, son
todas historias de amor. Entonce se pregunta: ¿qué tiene que ver el amor con los requerimientos de
una educación cívica?
Sommer comprueba cómo el erotismo y la política están unidos al analizar las formas en que
las novelas o romances han influido en la construcción de un deseo heterosexual como norma del
deseo, a la vez que este deseo conforma los fundamentos de la Nación. En este sentido, la
potencialidad de la novela era la de devolverle a cada futuro ciudadano los deseos fundacionales
(naturales e irresistibles) hacia el gobierno. De esta forma se puede entender por qué las literaturas
indígenas, la literatura hispánica oral, muchas crónicas y varias formas híbridas fueron excluidas de
las primeras historias literarias, ya que contradecían los ideales de la nación.
Sommer dice que desde nuestra perspectiva histórica, tanto el amor romántico como el
patriotismo han sido naturalizados, y que las novelas mismas que sólo parecen representarlos, no
solamente los han representado, sino que también los ha producido. De esta forma define las ​novelas
fundacionales como aquellas ficciones que tratan de hacerse pasar por verdad y convertirse en el
terreno de la asociación política.
Sommer dice: “Las novelas tendieron a desterrar las sexualidades alternativas y a construir
modelos legítimos” (53). En ese sentido, da cuenta cómo las novelas que se produjeron en la época
dieron paso para normar y apreciar lo que es aceptado y correcto dentro de la sociedad y lo que tiene
que estar fuera. Es por esto, que hasta hoy en día la heterónoma es un reflejo en nuestra sociedad
debido a que se han establecidos formas adecuadas de relacionarse los unos con los otros. Por otro
lado, Sommer analiza lo que plantea Anderson en ​Comunidades Imaginadas sobre la conformación
de los Estados-nación. Por un lado, analiza cómo la sexualidad fue vigilada por el estado, donde el
fin era construir una homogeneidad racial como proyecto unitario Latinoamericano. Sommer dice:
“todo el mundo no sólo “tiene” una nacionalidad y un sexo en el mismo sentido imaginado, sino que
estas imaginaciones nos constituyen como sujetos modernos” (58). Al analizar la autora las palabras
de Anderson, hace una semejanza tanto de la sexualidad y la nacionalidad que se adquiere a la hora
de formar parte de un territorio-nación. El recorrido que hace el autor respecto a la conformación de
naciones da cuenta de lo ilusorio que se vuelve en la práctica pero lo fuerte que repercute en los
individuos que lo conforman, un ejemplo de esto es la gente que muere por una nación.
Doris Sommer en el capítulo Amor y Patria: Una especulación alegórica,​ reflexiona sobre
las pasiones heterosexuales y los estados hegemónicos. Para hacer este análisis, toma ideas de Michel
Foucault y Benedict Anderson. A pesar de tener distintos temas centrales ambos autores, la autora
extrae que pueden servir a la hora de analizar el patriotismo apasionado. En primer lugar, analiza los
postulados de ​Historia de la sexualidad de Foucault, donde rescata las distintas formas que utiliza el
autor para entender la sexualidad y por sobre todo, la heterosexualidad en la América y cómo las
novelas del siglo XIX ayudaron a establecer formas de entender la sociedad.
Foucault concibe el deseo como el producto de una red de poder que se muestra represivo. El
estado necesitaba de un discurso legitimador y lo encontró en el deseo erótico del amor heterosexual
conyugal. Se trata en ese sentido de articular modelos productivos en el marco de una economía
burguesa, destinada a la reproducción. Al tiempo que las naciones se estaban construyendo,
demarcando meticulosamente sus fronteras y sus recursos, lo mismo sucedía con los cuerpos
sexuales. La novela, en ese sentido, según Sommer se podrían considerar como un dispositivo de
poder que contribuyen a representar y construir ese deseo hetersexual y el amor hacia la patria. De
esta forma, kas historias de amor y la trama política no dejan de superponerse la una a la otra:
asociación metonímica entre el amor romántico, que necesita la bendición del Estado, y la
legitimidad política que necesita fundarse sobre el amor.
Anderson localiza el foco del nacionalismo precisamente en el espacio de nuestra
imaginación democráticamente compartida, el espacio inaugurado por las novelas que nos unen de
forma sucesiva y horizontal gracias a una “comunidad basada en la imprenta”. Las novelas fueron
pioneras de lo que Walter Benjamin llamó “tiempo homogéneo, vacío”, hecho a la medida de todo el
mundo con base en un mismo calendario, de tal suerte que unificó a una sociedad entera a través de
la simultaneidad. Sin embargo, no analiza cómo se han construido los afectos.
El interés erótico que imbuye estas novelas debe su intensidad a la prohibición en contra de la
unión de los amantes por prejuicios raciales o regionales. Estos obstáculos son casi siempre una
convención social o un atolladero político; es decir, son públicos e interpersonales más que
diferencias íntimas y particulares entre los amantes”. La aventura romántica necesita de la nación, y
las frustraciones eróticas son desafíos al desarrollo nacional.
-Los Estados aceptaron tácitamente las fabricaciones literarias de siglo XIX como las ficciones
fundadoras donde se forjó el deseo de un gobierno autoritario a partir de la materia aparentemente
prima del amor erótico.
-Los judíos, los negros, los gitanos, todos esos Otros morenos (incluyendo a los histéricos y los dementes
con quienes frecuentemente se confundían) eran los repositorios de la sexualidad “reprimida” tan
característica de la cultura burguesa.
- El amor en las novelas latinoamericanas va a tender a reparar las fisuras y proyectar historias
idealizadas que se volcarán al pasado, en busca del esquema legitimador y hacia el futuro,
conformando lo que era una meta nacional. Es decir, se conservará una tradición, y a la vez se
proyectará como la base de una nación sólida​. (Rivas, Leonor, Edelmira)
Algo que celebrar: nupcias nacionales en Chile y México
-En Martín Rivas se puede observar cómo se representa la mutua consolidación de los proyectos públicos
y los deseos privados a través de adaptaciones de modelos europeos, en este caso al corregir el final
trágico y heroico que Stendhal le da a El rojo y el negro.
-La novela Martín Rivas era moderna (incluso de un realismo precoz), seductora y melodramática, y sin
embargo logra ser implacablemente moralista.
​ or un lado, las costumbres sociales, que en este libro se centran
-​Novela de costumbres político-sociales: P
en la conducta correcta para las relaciones íntimas entre las clases sociales, son de evidente importancia
política; por el otro lado, el comportamiento político y económico está íntimamente ligado a la ética de las
costumbres (inter)personales.
-Cuando Rafael San Luis reemplaza un amor por otro, al anunciarle a Martín que “Mi nueva querida... es
la política” (307), no cambia de código, sino más bien revela que el amor y la política habitan el uno en la
otra, como ya se anuncia en el subtítulo de Blest Gana.
-La sospecha de que no se puede divorciar lo político de lo doméstico en la “novela histórica”
latinoamericana, se agudiza de manera particular en Martín Rivas. Podemos observar que en la novela
Blest intentó explorar a fondo la realidad sociopolítica de Chile.
- Al final de la novela Leonor se ha convertido “en un tesoro de dulzura y de sumisión” (373). Su
declaración equivale a una renuncia: “sólo usted hasta hoy ha podido dominar mi voluntad... la voluntad
de usted será en adelante la mía,... sus deseos serán órdenes para mí” (369). Esta inquieta recuperación de
las fuerzas femenina y popular para ponerlas bajo la hegemonía de la burguesía va a limitar la radicalidad
política que algunos lectores habían proyectado en la novela y, tal vez, también en los acontecimientos de
1851.

5. Lee el texto de Guardia, Sara Beatriz. “La Escritura Femenina en el Perú del S. XIX”. ​Escritoras
del Siglo XIX en América Latina. ​CEMHAL , 2012. (prólogo y 17-35). ​¿Cuál es el rol de la mujer
en el s.XIX?
El siglo XIX en América Latina estuvo marcado por la crisis del dominio colonial y la lucha
por la independencia. Pero la independencia del dominio español no significó la liberación de los
oprimidos. Tampoco la democracia incluyó a las mujeres. Sin embargo, la constitución de los estados
nación de las nuevas repúblicas propició un clima de preocupación y revaloración del papel de la
educación femenina, lo que posibilitó una singular presencia femenina en la literatura, el surgimiento
de revistas dirigidas y escritas por mujeres, y la conformación de clubes literarios donde se debatían
los problemas de la época. Por primera vez las mujeres escritoras no ocultaron sus nombres bajo
seudónimos para cuestionar su exclusión del discurso patriarcal y las relaciones de dominación y
dependencia. Pese a las grandes dificultades que afrontaron, las mujeres conquistaron el derecho de
ser escritoras en América Latina a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando finalmente
accedieron al mundo de las letras concientes de su situación subalterna y de su ausencia en los
sistemas de poder.
A pesar de la repercusión de las ideas de libertad e igualdad que coadyuvaron a la
constitución de un estado de preocupación por la educación femenina., esto no significó un cambio
significativo para la condición de la mujer. “No se la educaba para ser ciudadana sino como esposa y
madre de ciudadanos, y su destino estaba determinado por lo que significaba ser mujer y por las
características inherentes a esta condición; es decir, ser sumisa, dócil, dulce y tierna”, y dedicarse al
hogar. En este sentido, las mujeres no podían acceder a oficios “naturalmente masculinos”, como la
literatura o el periodismo.
La autora señala ques es particularmente significativo que desde el inicio las escritoras
latinoamericanas le otorgaran voz a los desvalidos y excluidos, interpelando la tradicional cultural en
sus diferentes niveles de construcción, y las relaciones interraciales y de clase. La escritura de
mujeres, al cuestionar la marginalidad y la sujeción, amenazaba el orden establecido; con el fin de
transformar y articular las experiencias en la reconstrucción de la memoria y la ficción. ​Lo cual
también significó la búsqueda de un lenguaje propio, de un espacio de liberación, de reconocimiento
de sí mismas y de redefinición​. Esta postura originó una violenta reacción de la sociedad tradicional
excluyente y patriarcal, que sustentaba el discurso oficial a través de la analogía entre la mujer y la
Nación, la Madre Patria, la Santa Madre Iglesia, y otras formas retóricas por medio de la idealización
de la función doméstica y de las identidades maternales de las mujeres.
Ningún estado concedió el sufragio universal hasta después de Australia en 1902.
Sara Beatriz Guarda toma la figura de dos escritoras: Clorinda Matto de Turner (1854-1909)
y Mercedes Cabello de Carbonera (1845- 1909). Que en ese clima de intolerancia y hegemonía del
discurso masculino, abandonaron el ámbito doméstico para ejercer funciones en el periodismo y la
literatura, denunciando al sistema ideológico de los grupos de poder tradicionales en especial la
Iglesia, y tal como menciona la autora, afirmaron “el sentido esencialmente crítico de la narrativa ”.
Matto de Turner con su novela ​Aves sin Nido​, aborda y denuncia el maltrato y opresión que
sufren los indios. Aparte de dirigir un par de revistas en Perú, funda la imprenta ​La Equitativa donde
trabajaron solo mujeres y en 1896 funda el ​Búcaro Americano ​cuyo objetivo era el de poner de
manifiesto la importancia de una adecuada educación de las mujeres , que fuera más allá de lo que se
entendía en la época.
Mercedes Cabello, por su parte, abogó por una educación igualitaria para mujeres y hombres,
y el acceso de las mujeres a un trabajo remunerado, esto lo expuso en sus escritos titulados
“Influencia de la mujer en la civilización”. Criticó la educación tradicional y la pasividad e inacción a
la que estaban condenadas las mujeres. En ​Los amores de Hortensia atacó el matrimonio de manera
frontal
La autora expone cómo ambas escritoras que resultaban incómodas para la tradicional
sociedad del siglo XIX, fueron amedrentadas y avergonzadas. A Matto de Turner le destruyeron su
imprenta y tuvo que autoexiliarse, mientras que Cabello era insultada públicamente continuamente.
Incluso tildádonla de loca.

6. Plantea un análisis del cuento “Quien escucha su mal oye” de Juana Manuela Gorriti. ¿Qué
importancia tendría este cuento?

En este cuento, que fue publicado en 1865 en el libro Sueños y realidades, el protagonista ‒un
conspirador político‒ le confiesa a su amiga una falta por la que siente remordimiento. La
confesión del conspirador aporta la trama principal, con lo que el relato constituye una
representación literaria de la oralidad. Mientras se refugiaba en la casa de un amigo, el
conspirador escuchó una voz misteriosa que se originaba en el armario de su habitación. Tras
escuchar la voz durante varios días, el conspirador le pidió a Juan, el criado de la casa, que le
ayudara a mover el armario. Juan se negó pero, a cambio, le ofreció al conspirador esta confesión:
hacía años, Juan le ayudó al dueño de la casa a crear una puerta escondida en el armario para que
el señor pudiera visitar a su amante. Ella era una monja que vivía en el antiguo convento cuya
pared daba con la habitación en la que se hospedaba el conspirador. Juan le mostró el resorte que
abría la puerta y el conspirador entró ilícitamente en la habitación en la que había vivido la
monja. Él descubrió que ahora era un espacio profano, puesto que la mujer que ocupaba esa
alcoba estudiaba libros de ciencia. Curioso, el conspirador hizo un agujero en la pared para poder
vigilar las actividades excéntricas de su vecina. Una noche, el conspirador observó esta escena
sobrenatural: a través del poder de su voz, la excéntrica hipnotizó e inició el viaje telepático de
Samuel, su ayudante y médium. Esta escena de la mujer con Samuel no sólo confirma la
profanación del antiguo convento, sino que también descubre un último secreto: Samuel declara
que el amante de la excéntrica se ha enamorado de otra mujer. A cambio, el conspirador le
confiesa a su amiga que él mismo ‒el observador ilícito‒ se había enamorado de la excéntrica al
contemplar la escena fantástica con Samuel. De esta manera, el texto escrito “Quien escucha su
mal oye” reproduce la confesión oral del conspirador, con lo cual la narración del cuento publica
su transgresión.

Si bien se puede realizar un análisis del cuento haciendo hincapié únicamente en las
manifestaciones de lo fantástico y quedándose en ese nivel, me pareció más interesante hacer una
lectura metafórica de los acontecimientos sobrenaturales. De lo cual se puede afirmar que Gorriti
utiliza la temática fantástica para abordar y criticar la sociedad machista de la época.
Las fracturas de la estructura narrativa: 3 partes principales: a) Diálogo inicial (narradora y su amigo)
b) Confidencia de su amigo (aparición del fantástico) c) Conclusión hecha por la narradora
El primer narrador es una narradora de la cual nada se sabe y que le cuenta a Cristina la
historia que un cierto amigo le confesó en cierta ocasión. La primera narradora, a nivel de la
narración, aparece simplemente para introducir al segundo narrador y para darle autoridad a –para
‘autorizar’– su palabra. El segundo narrador instaura su autoridad en parte gracias a la voz autorial
que lo introduce pero también mediante el reconocimiento de que ha hecho mal y que necesita
confesarse para tranquilizar su conciencia. Sin embargo el elemento fantástico del cuento, que se
observa en lo relativo a la narración de lo que el “conspirador” declara que ha sido testigo, introduce
la ambigüedad en cuanto a la veracidad o la realidad de lo narrado. Y bueno, al final, vuelve a tomar
la palabra el primer narrador con una importante diferencia: el narrador que abría el relato era una
mujer, al cerrarlo se descubre que le está contando la historia del conspirador a otra mujer, a esa
‘bella Cristina’ aludida”
La sección numerada II y titulada “​La alcoba de una excéntrica​”, comienza después de que
el narrador ha logrado abrir el postiguillo al fondo del ropero y empieza a observar la alcoba de la
mujer que vive del otro lado de la pared.
Gorriti establece una estructura narrativa binaria en la que los personajes masculinos
enuncian confidencias, mientras los femeninos las reciben. No obstante, la escena sobrenatural rompe
este paradigma al borrar las fronteras entre los marcos narrativos y el género de las voces masculinas
y femeninas. La estructura narrativa de “Quien escucha su mal oye” gira en torno a la actividad
principal de los personajes: enunciar y recibir confidencias. A partir de esta tensión narrativa, se
establece una estructura binaria en la que los personajes masculinos‒el conspirador, Juan y Samuel‒
enuncian las confidencias, mientras que los personajes femeninos ‒la narradora, la excéntrica y
Cristina‒ las reciben. De esta manera, la estructura del cuento establece una relación de oposición
entre las funciones narrativas de las voces masculinas y femeninas.
En un primer momento, el acto narrativo del conspirador depende de la mirada fija hacia la
alcoba de la excéntrica, la enunciación de Samuel también procede de la penetración voyerista en el
espacio emocional femenino; el conspirador no sólo transgrede la intimidad de la alcoba de la
excéntrica con su presencia física, sino que también hace un agujero en una rosa esculpida en la
pared para facilitar la observación visual. El curioso atraviesa el umbral de lo prohibido. En el
cuento, el voyeurismo más explícito es del personaje-masculino mirando por el agujero de la puerta
al objeto-mujer; sin embargo, esa mujer es, a su vez, representada en el texto como un sujeto mirando
a su amante masculino (objeto) por el ‘agujero’ de la mente de Samuel, su medium.
En "Quien escucha su mal oye," la narradora propone que todas aquellas condiciones
atribuidas a lo femenino —exceso, misterio, pecado, frustración— evidentemente usadas para negar
la intelectualidad de la mujer y su acción en el espacio público, también pueden ser atribuibles a lo
masculino.
En "Quien escucha su mal oye", lo fantástico está presente en las actividades hipnóticas y
ocultistas conducidas por la mujer en la habitación ex conventual, que además se presenta como una
mujer que ejerce una cierta especie de dominación al hombre. El erotismo es un tema importante
porque no era un tema común en la época. El erotismo surge de una relación entre sujeto-objeto.
Wild Zone/ Gyno Crítica -​ espacio exclusivamente femenino - de Showalter.

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