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Resistencia de Materiales

Unidad VII

CÍRCULO DE MOHR Y CRITERIOS DE FALLA

1. CÍRCULO DE MOHR ESFUERZO PLANO

Las ecuaciones de transformación para el esfuerzo plano puedan representarse


en forma gráfica por medio de un trazado conocido como círculo de Mohr.

Esta representación gráfica es de gran utilidad porque permite visualizar las


relaciones entre los esfuerzos normales y cortantes que actúan sobre varios
planos inclinados en un punto de un cuerpo sometido a esfuerzos; sirve también
para calcular los esfuerzos principales, los esfuerzos cortantes máximos y los
esfuerzos en planos inclinados.

Además, el círculo de Mohr es válido no sólo para esfuerzos, sino también para
otras cantidades de naturaleza matemática similar, incluidas las deformaciones
unitarias y los momentos de inercia.

1.1. ECUACIONES DEL CÍRCULO DE MOHR

Las ecuaciones del círculo de Mohr pueden deducir de las ecuaciones de


transformación para el esfuerzo plano. Las dos ecuaciones se repiten aquí
pero con un pequeño reordenamiento de la primera expresión:

σ x +σ y Ec. (110a)
σx − =
1
2
σ x −σ y Ec. (110b)
cos 2θ + τ xy sen 2θ
2

Por la geometría analítica, reconocemos que ambas son las ecuaciones de


un círculo en forma paramétrica, donde el ángulo 2 θ es el parámetro y
los esfuerzos σ x1 y τ x1 y1 son las coordenadas.

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En esta etapa no es necesario identificar la naturaleza de las ecuaciones;


si eliminamos el parámetro, el significado de las ecuaciones resultará
claro.

Para suprimir el parámetro 2 θ , elevamos al cuadrado ambos lados de la


ecuación y luego sumamos ambas. El resultado es:

2 2
 σ +σ y  σ x −σ y 
 σ x1 − x  + τ x21 y1 =   + τ xy2
 2   2 
Ec. (111)

Luego:

2
σ x +σ y σ x −σ y 
σ prom = R=   + τ xy2
2  2 
Ec.(112a,b)

La ecuación (111) toma la forma:

(σ x − σ prom )
2
+ τ x21 y1 = R2
Ec. (113)

Que es la ecuación algebraica de un círculo. Las coordenadas son σ x1 y


τ x y , el radio es R y el centro del círculo tiene las coordenadas σ x =
1 1 1

σ prom y τ x y = 0.
1 1

Figura 7.1

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FIGURA 7.1: Dos formas del círculo de Mohr: (a) τ x1 y1 es positivo


hacia abajo y el ángulo 2 θ es positivo hacia en sentido antihorario, y (b)
τ x y es positivo hacia arriba y el ángulo 2 θ es positivo en sentido horario
1 1

(Nota: en este libro se usa la primera forma).

1.2. DOS FORMAS DEL CÍRCULO MOHR

El círculo de Mohr puede trazarse a partir de las ecuaciones (110) y (113)


de dos maneras distintas. En la primera se traza el esfuerzo normal σ x1
positivo hacia abajo, como se muestra en la figura 68a. La ventaja de
trazar los esfuerzos cortantes positivos hacia abajo es que el ángulo 2 θ
sobre el círculo de Mohr es positivo en sentido antihorario, lo que
concuerda con la dirección positiva de 2 θ en la deducción de las
ecuaciones de transformación.

En la segunda forma del círculo de Morh, τ x1 y1 se traza positiva hacia


arriba pero el ángulo 2 θ ahora es positiva en sentido horario (Fig. 68b),
que es opuesto a su dirección positiva usual.

Figura 7.1 (Repetida).

Ambas formas son matemáticamente correcta y cualquiera puede usarse;


pero, es más fácil visualizar la orientación del elemento de esfuerzo se la
dirección positiva del ángulo 2 θ es la misma en el círculo de Mohr y en el
elemento. Además, una rotación antihoraria concuerda con la regla usual
de la mano derecha para rotaciones.

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Por lo tanto, optaremos por la primera forma del círculo de Mohr (Fig.
68a) en la que el esfuerzo cortante positivo se traza hacia abajo y el
ángulo positivo 2 θ se traza en sentido antihorario.

1.3. CONSTRUCCIÓN DEL CÍRCULO DE MOHR

El círculo de Mohr puede construirse de varias maneras, dependiendo de


cuáles esfuerzos se conozcan y cuáles se desconozcan. Para nuestro
propósito inmediato, que es mostrar las propiedades básicas del círculo,
supongamos que conozcamos los esfuerzos σ x , σ y , y τ xy que actúan
sobre los planos x y y de un elemento en esfuerzo plano (Fig.69b).

Como veremos, esta información es suficiente para construir el círculo.


Luego, con el círculo dibujado, podemos determinar los esfuerzos σ x ,
σ y , y τ xy que actúan sobre un elemento inclinado (Fig. 7.2) También
podemos obtener los esfuerzos principales y los esfuerzos cortantes
máximos con ayuda del círculo.

Figura 7.2a Figura 7.2b

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Figura 7.2c

FIGURA 7.2: Construcción del círculo de Mohr para esfuerzo plano.

Con σ x , σ y , y τ xy conocidos, el procedimiento para construir el círculo


de Mohr como se muestra a continuación (Fig. 69c):

1. Dibuje un conjunto de ejes coordenados con σ x1 como abscisa


(positivo hacia la derecha) y τ x y como ordenada (positivo hacia
1 1

abajo).
2. Localice el centro C del círculo en el punto con coordenadas σ x1 =
σ prom y τ x y = 0 observe las (vea las Ecs. 112a y 113).
1 1

3. Localice el punto A, que representa las condiciones de esfuerzo sobre


la cara x del elemento mostrado en la figura 69a, marcando sus
coordenadas σ x1 = σ x y τ x1 y1 = τ xy . Note que el punto A corresponde
a θ = 0. Observe también que la cara x del elemento (Fig. 69a) está
marcada “A” para mostrar su correspondencia con el punto A sobre el
círculo.
4. Localice el punto B que represente las condiciones de esfuerzo sobre
la cara y del elemento mostrado en la figura 69a, trazando sus

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coordenadas σ x1 = σ y y τ x1 y1 = - τ xy . Note que el punto B sobre el


círculo corresponde a θ = 90º. Además, la cara y del elemento (Fig.
69a) está marcada “B” para mostrar su correspondencia con el punto
B en el diagrama.
5. Dibuje una línea del punto A al punto B. Esta línea es un diámetro del
círculo y pasa por el centro C. Los puntos A y B, que representan los
esfuerzos sobre el planos a 90º uno del otro (Fig. 69a), están en
extremos opuestos del diámetro (y, por lo tanto, están a 180º uno
del otro sobre el círculo).
6. Con el punto C como centro, trace el círculo de Mohr por los puntos A
y B. El círculo dibujado de esta manera tiene radio R (Ec. 112b),
como se expone en el siguiente párrafo.

Ahora que hemos dibujado el círculo, podemos confirmar por geometría


que las líneas CA y CB son radios y tienen longitudes iguales a R.
Notamos que las respectivas abscisas de los puntos C y A son
( σ x + σ y )/2 y σ x respectivamente.

La diferencia de estas abscisas es ( σ x − σ y )/2, tal como están


dimensionadas en la figura. También la ordenada del punto A es τ xy ; por
lo tanto, la línea CA es la hipotenusa de un triángulo rectángulo que tiene
un lado de longitud ( σ x − σ y )/2 y el otro lado de longitud τ xy . Extraemos
la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de esos dos lados y
obtenemos el radio R:

2
σ x −σ y 
R=   + τ xy2
 2 

Que es la misma que la ecuación (112b). Por un procedimiento similar,


podemos mostrar que la longitud de la línea CB también es igual al radio
R del círculo.

1.4. ESFUERZOS SOBRE UN ELEMENTO INCLINADO

Consideremos ahora los esfuerzos σ x1 , σ y1 y τ x1 y1 que actúan sobre las


caras de un elemento de esfuerzo plano orientado según un ángulo θ
respecto al eje x (Fig. 69b). Si se conoce el ángulo θ , estos esfuerzos
pueden determinarse con el círculo de Mohr. El procedimiento es el
siguiente.

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Sobre el círculo (Fig. 69c), medimos un ángulo 2 θ en sentido antihorario


desde el radio CA, por que el punto A corresponde a θ = 0 y es el punto
de referencia desde donde medimos los ángulos.

El ángulo 2 θ localiza el punto D, que (según se expone en el párrafo


siguiente) tiene coordenadas σ x1 y τ x1 y1 ; por lo tanto, el punto D sobre el
círculo, el cual representa los esfuerzos sobre la cara x 1 del elemento de
la figura 69b. En consecuencia, esta cara del elemento se marca “D” en
la figura.

Note que un ángulo 2 θ sobre el círculo de Mohr corresponde a un ángulo


θ sobre un elemento de esfuerzo; por ejemplo, el punto D sobre el
círculo está a un ángulo 2 θ del punto A, pero la cara x 1 del elemento
mostrado en la figura 69b (la marcada “D”) está a un ángulo θ de la cara
x del elemento ilustrado en la figura 69a (la cara marcada “ A”).

De manera similar, los puntos A y B están separados 180º sobre el


círculo, pero las caras correspondientes del elemento (Fig. 69a) lo están
por 90º.Para demostrar que las ecuaciones de transformación de
esfuerzos (Ecs. 85a y 85b) dan las coordenadas σ x1 y τ x1 y1 del punto D
sobre el círculo, usamos de nuevo la geometría del círculo.

Sea β el ángulo entre la línea radial CD y el eje σ x1 . Entonces, con base


en la geometría de la figura, obtenemos estas expresiones para las
coordenadas del punto D:

σ x +σ y
σx = + R cos β τx y = R sen β
1
2 1 1

Ec. (114a,b)

Si observamos que el ángulo entre el radio CA y el eje horizontal es 2 θ +


β , podemos obtener:
σ x −σ y τ xy
cos(2θ + β ) = sen(2θ + β ) =
2R R
Desarrollamos las expresiones para el seno y el coseno:

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σ x −σ y
cos 2θ cos β − sen2θ .senβ =
2R (a)

τ xy
sen2θ cos β + cos 2θ .senβ = (b)
R
Multiplicamos la primera de esas ecuaciones por cos 2 θ y la segunda por
sen 2 θ y sumamos, con lo que resulta:

1 σ x −σ y  (c)
cos β =  cos 2θ + τ xy sen2θ 
R 2 

También multiplicamos la ecuación (a) por sen 2 θ , la Ec. (b) por cos 2 θ
y restamos, con lo que obtenemos:

1 σ x −σ y 
senβ =  sen2θ + τ xy cos 2θ  (d)
R 2 

Cuando estas expresiones para cos β y sen β se sustituyen en las


ecuaciones (113a) y (113b), obtenemos las ecuaciones de transformación
de esfuerzos para σ x1 y τ x1 y1 . Así, hemos demostrado entonces que el
punto D sobre el círculo de Mohr, definido por el ángulo 2 θ , representa
las condiciones de esfuerzo sobre la cara x 1 del elemento de esfuerzo
definido por el ángulo θ (Fig. 7.2b).

El punto D’, que es diametralmente opuesto al punto D sobre el círculo,


se localiza por un ángulo 2 θ (medido desde la línea CA) que es 180º
mayor que el ángulo 2 θ al punto D; por lo tanto, el punto D’ sobre el
círculo representa los esfuerzos sobre un cara del elemento de esfuerzo
(Fig. 7.2b) a 90º de la cara representada por el punto D.

Así entonces, el punto D’ sobre el círculo de los esfuerzos σ y1 y τ x1 y1


sobre la cara y 1 del elemento de esfuerzo (la cara marcada “D’” en la Fig.
69b).

De este análisis vemos cómo los esfuerzos representados por puntos


sobre el círculo de Mohr se relacionan con los esfuerzos que actúan sobre
un elemento. Los esfuerzos sobre un plano inclinado definido por el
ángulo θ (Fig. 7.2b) se encuentra sobre el círculo en el punto donde el
ángulo desde el punto de referencia (punto A) es 2 θ .
Entonces, conforme giramos los ejes x1y1 sentido antihorario un ángulo θ
(Fig. 7.2b), el punto sobre el círculo de Mohr correspondiente a la cara x1

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se mueve en sentido antihorario a través de un ángulo 2 θ . De manera


similar, si giramos los ejes en sentido horario, el punto sobre el círculo se
moverá también en sentido horario un ángulo dos veces mayor.

1.5. ESFUERZOS PRINCIPALES

Quizá la determinación de los esfuerzos principales sea la aplicación más


importante del círculo de Mohr. Note que el movernos alrededor del
círculo de Mohr (Fig. 69c), encontramos el punto P1 en donde el esfuerzo
normal alcanza su valor algebraico máximo y en donde el esfuerzo
cortante es cero; por consiguiente, el punto P1 representa un esfuerzo
principal y un plano principal.

La abscisa σ 1 del punto P1 da el esfuerzo principal algebraicamente


mayor y su ángulo 2 θ P 1 desde el punto de referencia A (donde θ = 0)
proporciona la orientación del plano principal. El otro plano principal, está
representado por el punto P2, diametralmente opuesto al punto P1.

Por la geometría del círculo, vemos que el esfuerzo principal más grande
en términos algebraicos es:

σ1= OC + CP1 =
σ x + σ y1
+R
2

Que, al sustituir la expresión para P (Ec. 112b), concuerda con la


ecuación previa para este esfuerzo. De manera similar, podemos
comprobar la expresión para el esfuerzo principal σ 2 algebraicamente
menor.

El ángulo principal θ P1 entre el eje x (Fig. 69a) y el plano del esfuerzo


principal algebraicamente mayor es la mitad del ángulo 2 θ P 1 , que es el
ángulo en el círculo de Mohr entre los radios CA y CP1.

El coseno y el seno del ángulo 2 θ P 1 ; pueden obtenerse por inspección


del círculo:

σ x −σ y
cos 2θ P1 = sen 2 θ P =
2R 1

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Estas ecuaciones concuerdan con las ecuaciones (99a) y (99b) y vemos


de nuevo que la geometría del círculo concuerda con las obtenidas antes.
Sobre el círculo, el ángulo 2 θ P 1 ; por consiguiente, θ P2 = θ P1 + 90º, como
era de esperarse.

1.6. ESFUERZOS CORTANTES MÁXIMOS

Los puntos S1 y S2, que representan los planos de esfuerzos cortantes


máximo negativo, respectivamente, se localiza en la parte inferior y
superior del círculo de Mohr (Fig. 7.2c).

Estos puntos están a los ángulos 2 θ = 90º de los puntos P1 y P2, lo que
concuerda con el hecho de que los planos de esfuerzos cortante máximo
están orientados a 45º respecto a los planos principales.

Los esfuerzos cortantes máximos son iguales en términos numéricos al


radio R del círculo (compare la Ec.112b para τ máx ).

Además, los esfuerzos normales sobre los planos de esfuerzo cortante


máximo son iguales a la abscisa del punto C, que es el esfuerzo normal
promedio σ prom (vea la Ec. 112a).

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Figura 7.3

FIGURA 7.3 Convención alternativa de signos para los esfuerzos


cortantes: (a) esfuerzo cortante en sentido horario; (b) esfuerzo cortante
en sentido antihorario, y (c) ejes para el círculo de Mohr (observe que los
esfuerzos cortantes horarios se trazan hacia arriba y los esfuerzos
cortantes anti-horarios, hacia abajo).

1.7. CONVENCIÓN ALTERNATIVA DE SIGNOS PARA LOS ESFUERZOS


CORTANTES

En algunas ocasiones se usa una convención de signos alternativa para


los esfuerzos constantes al construir el círculo de Mohr. En esta
convención, la dirección de un esfuerzo cortante que actúa sobre un
elemento del material se indica por el sentido de la rotación que tiene que
producir (Fig. 7.3a y b).

Si el esfuerzo cortante τ tiende a girar el elemento de esfuerzo de


sentido horario, se llama esfuerzo cortante horario y si tiende a hacerlo

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en sentido antihorario, se denomina esfuerzo cortante antihorario.


Entonces, al construir el círculo de Mohr, los esfuerzos cortantes horarios
se trazan hacia arriba y los esfuerzos cortantes antihorarios, hacia abajo
(Fig. 7.3c).

Debe quedar claro que la convención alternativa de signos produce un


círculo idéntico al descrito (Fig. 7.2c). La razón es que un esfuerzo
cortante positivo τ x1 y1 también es un esfuerzo cortante antihorario y
ambos de trazan hacia abajo. Además, un esfuerzo cortante negativo
τ x y es un esfuerzo cortante horario y ambos hacia arriba.
1 1

Así, la convención alternativa de signos proporciona solamente un punto


de vista diferente. En vez de considerar el eje vertical asociado con
esfuerzos cortantes negativos trazados hacia arriba y esfuerzos cortantes
positivos trazados hacia abajo (lo que es algo inconveniente).

Podemos considerar el eje vertical relacionado con esfuerzos cortantes


horarios trazados hacia arriba y esfuerzos cortantes antihorarios trazados
hacia abajo.

1.8. COMENTARIOS GENERALES SOBRE EL CÍRCULO

De acuerdo con los análisis anteriores en esta sección, está claro que
podemos encontrar los esfuerzos que actúan sobre cualquier plano
inclinado así como los esfuerzos principales y los esfuerzos cortantes
máximos con ayuda del círculo de Mohr.

Sin embargo, sólo se han considerado rotaciones de ejes en el plano xy


(es decir, rotaciones respecto al eje z), por lo que todos los esfuerzos
sobre el círculo de Mohr son esfuerzos en el plano.

Por conveniencia, el círculo de la figura 69 se dibujo con σ x1 , σ y1 y τ x1 y1


como esfuerzos positivos, pero puede seguirse el mismo procedimiento si
uno o más de los esfuerzos es negativo. Si uno de los esfuerzos normales
es negativo, parte o todo el círculo estará a la izquierda del origen.

El punto A, que representa los esfuerzos sobre el plano θ = 0, puede


estar en cualquier parte alrededor del círculo; sin embargo, el ángulo 2 θ
se mide siempre en sentido antihorario desde el radio CA, se encuentre
donde se encuentre el punto A.

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Resistencia de Materiales

En los casos especiales de esfuerzo uniaxial, esfuerzo biaxial y cortante


puro, la construcción del círculo de Mohr es más simple que en el caso
general de esfuerzo plano.

Además de usar el círculo de Mohr para obtener los esfuerzos sobre


planos inclinados cuando se conocen los esfuerzos sobre los planos x y y,
podemos utilizarlo de manera opuesta. Si conocemos los esfuerzos σ x1 ,
σ y y τ x y que actúan sobre un elemento inclinado orientado sobre un
1 1 1

ángulo conocido θ , resulta fácil construir el círculo y determinar los


esfuerzos σ x1 , σ y1 y τ x1 y1 para el ángulo θ = 0.

El procedimiento es localizar los puntos D y D’ a partir de los esfuerzos


conocidos y luego dibujar e círculo usando la línea DD’ como diámetro. Si
medimos el ángulo 2 θ en sentido negativo desde el radio CD, podemos
localizar el punto A, correspondiente a la cara x del elemento.

Entonces podemos localizar el punto B construyendo un diámetro desde


A. Por último, podemos determinar las coordenadas de los puntos A y B y
de ahí obtener los esfuerzos que actúan sobre el elemento para el cual θ
= 0.

Si se desea, es posible construir el círculo de Mohr a escala y medir los


valores de los esfuerzos con base en el dibujo. Sin embargo, a menudo es
preferible obtener los esfuerzos por cálculo numérico, ya sea
directamente de las ecuaciones o bien usando trigonometría y al
geometría del círculo.

175
Resistencia de Materiales

2. TEORÍAS DE FALLA

2.1. CARGAS REPETIDAS Y FATIGA

En comportamiento de una estructura depende no sólo de la naturaleza


del material, si no también del carácter de cargas. En algunas situaciones
las cargas son estéticas es decir, se aplican de modo gradual, actúan
durante largos lapsos y cambian poco a poco.

Otras son de carácter dinámico; por ejemplo, las cargas de impacto que
actúan de repente y las cargas repetidas que actúan durante un gran de
número de cielos.

En la figura 7.4 se ilustran algunos patrones típicos para cargas


repetidas. La gráfica (a) nuestra carga aplicada, suprimida y aplicada de
nuevo, que siempre actúa en la misma dirección: la grafica (b) presenta
una carga alternante que cambia de dirección durante cada cielo de
carga, y grafica (c) ilustra una carga fluctuante que varía alrededor de un
valor medio.

Por lo general, las cargas repetidas se relacionan con maquinaria,


motores, turbinas, generadores, ejes, hélices, partes de avión, partes de
automóviles, etc. Algunas de estas estructuras están sometidas a millones
(aun a miles aun a miles de millones) de cielos de carga durante su vida
útil.

Es probable que una estructura sometida a cargas dinámicas fallen ante


un esfuerzo menor que cuando las mismas cargas se aplican
estáticamente, en particular cuando se repiten durante una cantidad
considerable de cielos. En tales casos, la fatiga o fractura progresiva
suele ser la causa.

Un ejemplo familiar de falta por fatiga es el caso de un clip metálico para


el papel que se rompe al flexionarlo una otra vez hacia atrás y hacia
delante. Si el cilp se flexiona solo una vez no se romperá; pero si la carga
es invertida flexionando el ciclo en la dirección opuesta, y si el cielo total
de carga se repite varias veces, terminara rompiéndose.

La fatiga se puede definir como el deterioro de un material bajo ciclos


repetidos de esfuerzo deformación, que conducen a un agrietamiento
progresivo que acaba por producir la fractura.

176
Resistencia de Materiales

Figura 7.4

FIGURA 7.4 Tipos de cargas repetidas: a) carga que actúa en una sola
dirección: b) carga alternante o invertida, y c) carga fluctuante que varia
alrededor de un valor medio.

En una falla por fatiga característica; una grieta microscópica se forma en


un punto de alto esfuerzo (por lo general en una concentración de
esfuerzos, que se verá en la siguiente sección) y aumenta en forma
gradual conforme las cargas son implicadas repetidamente.

Cuando la grieta se vuelve tan grande que el material restante no puede


resistir las cargas, ocurre una fractura repentina del material (Fig. 7.5 de
la página siguiente). Según la naturaleza del material, la falta por fatiga
puede requerir de unos cuantos ciclos de carga a cientos de millones de
ciclos.

Figura 7.5

177
Resistencia de Materiales

FIGURA 7.5 Falla por fatiga de una barra cargada repetidamente en


tensión; la grieta se difunde en forma gradual por toda la sección
transversal hasta que la falla ocurre de súbito. (cortesía de MTS Systems
Corporation)

La magnitud de la carga que causa una falla por fatiga es menor que la
carga que se puede soportarse estáticamente, como ya señalamos. Para
determinar la carga de fatiga pueden efectuarse pruebas del material. En
el caso de carga repetida, el material se prueba a varios niveles de
esfuerzo y se cuenta el número de ciclos para la falla, por ejemplo, por
ejemplo, se coloca repetidamente a cierto esfuerzo, digamos σ 2 . Los
ciclos de carga se repiten hasta que ocurre la falla y se registra la
cantidad n de ciclos de carga para la falla. La prueba se repite para un
esfuerzo diferente, digamos σ2 .

Si σ 2 es mayor que σ 1 , el número de ciclos a la falla será menor. Si


σ 2 es menor que σ 1 , el número será mayor. Por último, se acumulan
suficientes datos para trazar un curva de fatiga u un diagrama S – N,
en que se traza el esfuerzo de falla (S) versus el número (N) de ciclos a la
falla (Fig. 73). Por lo general de eje vertical es una escala lineal y el eje
horizontal, una escala logarítmica. La curva de fatiga en la figura 73
muestra que entre es el esfuerzo, mayor es el número de ciclos necesario
para producir la falla. Para algunos materiales, la curva tiene una asíntota
horizontal conocida como límite de fatiga. Cuando exista, este límite es
el esfuerzo debajo del cual no ocurrirá una falla por fatiga, sin importar
cuántas veces se repita la carga.

La forma precisa de una curva de fatiga depende de muchos factores,


incluidas las propiedades del material, la geometría de la probeta de
prueba, la velocidad de la prueba, el patrón de carga y las condiciones
superficiales de la probeta. En la literatura técnica se han reportado los
resultados de numerosas pruebas de fatiga efectuadas sobre una gran
variedad de materiales y componentes estructurales.

178
Resistencia de Materiales

Figura 7.6

FIGURA 7.6 curva de fatiga o diagrama S-N que muestra limite de


fatiga.

En la figura 7.7 se ilustra diagrama S-N característica del acero y el


aluminio. La ordena es el esfuerzo de falla, expresado como un
porcentaje del esfuerzo último del material y la abscisa en el número de
ciclos en que ocurre la falla. Nótese que el número de ciclos se traza a
escala logarítmica. La curva para el acero se vuelve horizontal en
aproximadamente 107 ciclos y el límite de fatiga es alrededor del 50% del
esfuerzo último de tensión para la carga estática ordinaria. El límite de
fatiga para el aluminio no está tan bien definido como para el acero, pero
un valor caracterizado del límite de fatiga es el esfuerzo a 5 x 108 ciclos a
un 25% del esfuerzo último.

Figura 7.7

FIGURA 74 Curvas caracterizadas de fatiga acero y aluminio sometidos a


cargas alternas.

179
Resistencia de Materiales

Puesto que las fallas por fatiga suelen comenzar con una grieta
microscópica en un punto de esfuerzo altamente localizado (es decir, en
una concertación de esfuerzo), la condición de la superficie del material
es de suma importancia. Las probetas muy pulidas tienen límites de fatiga
mayores. Las superficies rugosas, en especial con concentraciones de
esfuerzos alrededor de esfuerzos de agujeros o ranuras, disminuyen el
límite de fatiga modo notable. La corrosión, que genera pequeñas
irregularidades superficiales, tiene un efecto similar. En el acero, la
corrosión ordinaria puede reducir el límite de fatiga en más de 50%.

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