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ELABORADO POR:
PRESENTADO A:
UNIVERSIDAD DE LA COSTA
CONTADURÍA PÚBLICA
Un ex policía de la Dijín experto en informática fue acusado de instalar un programa espía en los
seguridad informática que durante ocho años ofició como investigador de la Policía. En su
momento tuvo a cargo investigaciones de gran calado, pero con los años terminó protagonizando
un expediente judicial que tiene sorprendidos a los investigadores. El 25 de octubre pasado fue
detenido e imputado por las autoridades como autor de un millonario fraude al banco BBVA con
Luego de ocho años al servicio de la Dijín de la Policía, Igor Alexánder Gómez trabajó en
electrónicos. Fue así como llegó a laborar en el BBVA el 15 de marzo de 2011. Después de tres
años, sus responsabilidades ascendieron al punto de que un mes antes de renunciar al banco le fue
confiado el manejo de la herramienta Netop, que controla, a través de acceso remoto, los 1.159
fueron manipulados. La organización logró sacar $1.024 millones. Ese dinero simplemente se
esfumó sin que quedara registro de transacción alguna. De inmediato, el banco denunció el súbito
fraude en la Fiscalía. Trascendió que Igor Alexánder había usado su código de seguridad y sus
claves personales para vulnerar el sistema operativo de todos los cajeros del BBVA.
Así, el expolicía instaló un programa que ejecutó las modificaciones necesarias para que
los cajeros entregaran dinero sin límite de cuantía y sin dejar rastro en el sistema de monitoreo.
Según la Fiscalía, Igor Alexánder dejó listo ese software antes de presentar su renuncia al banco
el pasado 3 de octubre. Pensó que así había cubierto cualquier posibilidad de sospecha, pero los
investigadores de la Policía, sus compañeros de años atrás, descubrieron sus pasos. En tiempo
sofisticados denominados “archivos ejecutables”, que dejaron los cajeros preparados para que los
ciudades distintas. Las autoridades ya tienen las fotografías de los señalados cómplices del
expolicía, que fue capturado en Leticia (Amazonas) cuando se disponía a pasar la frontera hacia
Brasil.
De inmediato fue trasladado a Bogotá, donde se le formularon cargos por los delitos de
acceso abusivo a un sistema informático y daño informático agravado, por tratarse de redes del
septiembre fue obligado a entregarles a dos desconocidos que no identificó las claves del sistema
de cajeros del BBVA, así como los códigos de seguridad de la plataforma bancaria. Incluso llegó
a decir que fue intimidado por estos anónimos, que, según él, eran de una banda criminal que
tampoco determinó.
Su versión estuvo llena de inconsistencias, al punto de que terminó por decir que
supuestamente había cedido a las amenazas para proteger la vida de su hermana y la suya propia.
Un relato que, por su experiencia de ocho años como investigador de la Dijín de la Policía,
resultaba inverosímil. La verdad, las autoridades descubrieron toda una jerarquización de la banda
ilegal que presuntamente lideraba Igor Alexánder Gómez. Incluso se sabe ya que un “reclutador”
era usado para conseguir las personas que retirarían los dineros en los cajeros indicados.
En total, el fraude fue de $1.024 millones, pero se calcula que si los protocolos de seguridad
no hubieran operado a tiempo el dinero hurtado habría podido ascender a varios miles de millones.
Mauricio Pava, abogado del BBVA, señaló que en menos de un mes la Fiscalía y la Policía
“hicieron un trabajo impecable, evitaron la fuga de uno de los responsables y lo sometieron ante
los jueces”. Para él, lo nuevo de este viejo modelo de estafas a los bancos es que no se trató de
engaños a los clientes sino de un programa sofisticado e inédito que vulneró la plataforma de
seguridad de la entidad.
La banca en Colombia gasta mucho dinero en ajustar cada año los protocolos de seguridad
electrónica con el fin de evitar que bandas organizadas de delincuentes puedan vulnerar sus
cuentas. Sin embargo, los fraudes bancarios todavía se cuentan por montones, ya sea a través de
modalidades.
fraude pasó de tres transacciones problemáticas por cada 10.000 movimientos en 2010 a 1,5 el año
pasado; sin embargo, eso significa que cerca de 500.000 personas se vieron afectadas por este
estuviera protegido de cualquier vulneración de parte de este, dado a que él tenía manejo
de la herramienta Netop, que controla, a través de acceso remoto los 1.159 cajeros
No haber retirado o modificado los accesos y las claves que poseía Alexander Gómez
Igor Martínez era un ex trabajador de la policía con una hoja d vida intachable como
ingeniero electrónico, lo cual género que el banco y sus dirigentes una confianza absoluta
bríndale así todas las claves sin ninguna supervisión pues como se podía desconfiar de una
persona así, que tenía los conocimientos y facultades para desarrollar cualquier tipo de labor de
Controles
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