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3.

0 Importancia del uso de las Energías Renovables en el Perú

3.1 Disminución del c02


Según el informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change del 2001, las
emisiones del dióxido de carbono (CO2), el cual es el principal gas de efecto invernadero
(GEI), son del orden de 29 millones de toneladas al año. Estas son emisiones generadas
por la actividad humana, de las cuales 23 millones corresponden a la industria y a la
quema de combustibles fósiles, provocando un rápido incremento en la concentración
del CO2 en la atmósfera. Una de las vertientes para reducir este incremento es
evolucionar la mezcla de energéticos primarios usados para satisfacer la demanda, y
reducir los que emiten CO2. Esta vertiente es la que impulsa el incremento de utilizar
energía renovable en el sector eléctrico.

<< El cambio climático es un tema especialmente complicado. El Perú no es


ni por asomo un contaminador o productor importante de CO2 y otros gases
de efecto invernadero y, sin embargo, es extremadamente vulnerable a los
efectos del cambio climático.>> (Ruiz, 2017, P. 77.).

Por ello, El aumento de la concentración de CO2 es un dato medido, real y aceptado


científicamente y está produciendo efectos negativos en nuestro entorno, y no solo a
nivel global sino también en nuestro entorno más cercano.

Asimismo, con el incremento del uso de combustibles fósiles (Petróleo, gas natural y
carbón) para generar electricidad, operar motores calentar viviendas y proveer calor
para los procesos industriales, han provocado que grandes cantidades de Gases de
Efecto Invernadero (GEI) sean liberados a la atmósfera. . Considerando la economía de
los países en desarrollo, el crecimiento demográfico y las mismas políticas energéticas
sin cambio, propiciaría alcanzar casi el doble de emisiones para el año 2050 y la
estabilización de la concentración de bióxido de carbono (CO2). Por este motivo,
controlar y reducir las emisiones de CO2 debería suponer una prioridad para todos.
Nuestros hábitos de consumo influyen notablemente sobre las emisiones de CO2, y por
tanto cualquier aproximación a los métodos de reducción de emisiones de CO2 debería
partir de un análisis de las fuentes de dichas emisiones.

<< La necesidad de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero


(GEI), y la transición hacia una economía baja en carbono son cada vez más
evidentes; por ello, el transporte tendrá que acelerar el paso para la
transformación energética y para reducir emisiones. Asimismo, en ese
contexto, se pretende lograr en el transporte por carretera un ahorro energético
del 11% en el año 2025 y del 19% en 2030 y reducir los derivados del petróleo
en un 10% en el año 2025 y en un 30% en el 2030 (reducciones sobre el año
2015). En cuanto a la reducción de emisiones de GEI, el objetivo es una
disminución del 40% en 2030 para tratar de llegar al 80% en 2050,
disminuciones ambas sobre el año 2005. Esto implica un claro y continuado
esfuerzo de reducción de emisiones. En cuanto a las emisiones de
contaminantes, no parecen existir objetivos para los mismos pero, en cualquier
caso, la tendencia hacia la mejora de la calidad del aire, en particular en las
ciudades, es cada vez más acusada. >> (Álvarez; Menéndez ,2017.P .15).

Las tasas de emisión de CO2 se han reducido solo ligeramente en algunos países
industrializados principalmente debido a la desaceleración de sus economías y en la
mayoría de los países en desarrollo han aumentado en forma considerable debido a la
creciente demanda energética y a que se recurre a los combustibles fósiles.

Muchas actividades que actualmente producen emisiones de GEI son esenciales para
la economía global y constituyen una parte fundamental de la vida moderna. Si las
emisiones producidas por estas actividades continúan incrementándose, el planeta será
más caliente en el futuro cercano. Adquirir conocimientos sobre los GEI, la captura de
CO2 y el impacto de las actividades del ser humano sobre el clima de la tierra, ha
comenzado a ser relevante en los últimos años, dado que los proyectos de energía
renovable tienen el potencial de reducir la cantidad de emisiones de GEI liberadas a la
atmósfera. Al utilizar fuentes renovables, como el agua, el sol, la biomasa o el viento,
para producir energía, generalmente se incide en la reducción de la cantidad de
combustibles fósiles. La reducción de emisiones de GEI que resultan de los proyectos
de energía renovable es conocida como Reducción de Emisiones de Carbono (REC),
las cuales representan un valor agregado para los proyectos de generación de energía
renovable frente a los de generación de energía por medios convencionales
(combustibles fósiles).

<< Por ejemplo, los que capturan metano de los rellenos sanitarios tienen un
impacto mucho mayor que los que distribuyen sistemas solares residenciales.
Por otra parte, los que utilizan subproductos de biomasa como combustible (el
bagazo de la caña de azúcar) tienden a generar mayor volumen de emisiones
de CO2 que los de viento. >> (Morales M., Pacheco H. P. 2).

Asimismo, en un esfuerzo para reducir las emisiones de GEI, algunos países optan
actualmente por el gas natural, pero su consumo también produce CO2 (aunque menos
que el carbón o el petróleo) y, por otra parte, los escapes de metano durante la
extracción, traslado y distribución de gas natural representan en su conjunto entre el 5
y el 10%, una magnitud que contrarresta con creces la ventaja de emisiones de CO2
más reducidas.
En vista de las perspectivas de un constante aumento del consumo de combustibles
fósiles para la producción de electricidad y de la amenaza creciente para el medio
ambiente mundial, la energía renovable puede desempeñar un papel importante para
los países que necesitan crecientes suministros energéticos sin que aumenten las
emisiones de GEI.

3.2 Acceso de energía a poblaciones vulnerables

El acceso universal a la energía en el Perú es un problema de exclusión,


fundamentalmente rural. Las estadísticas revelan claramente la situación: el 40% de la
población vulnerable (cerca de 4 millones de personas) no tiene cobertura eléctrica, un
millón de familias todavía cocina exclusivamente con leña o bosta; y cerca de seis
millones de personas en zonas alto andinas y de la selva están consideradas en alto
riesgo de salud por la ocurrencia de las heladas y el friaje. En este escenario tan poco
alentador y a pesar de carecer de un plan nacional de uso y desarrollo de las energías
renovables, las posibilidades de usar fuentes de energía renovable en el Perú son
considerables y diversas. Son una alternativa económicamente competitiva,
técnicamente confiable, socialmente pertinente y ambientalmente eficiente, que puede
contribuir al desafío de superar los niveles de pobreza energética especialmente en las
zonas rurales del país. No menos importante: son esenciales como parte de una
estrategia de mitigación de emisiones y adaptación frente al cambio climático.

<< En el Perú no solo se trata de debatir qué tipo de energía se usa o cuál es
más económica y eficiente, también hay grandes carencias: casi tres millones
de personas no tienen acceso moderno a la energía (INEI 2007). Esto agudiza
la condición de pobreza y riesgo de enfermedad, sobre todo de las poblaciones
aisladas rurales, puesto que viven grandes carencias en cuanto a la calidad del
agua, la cocción de alimentos, la limpieza personal y del hogar. Con el acceso
sostenible a la energía se logra obtener oportunidades que no se tenían antes y
un gradual proceso de construcción de capacidades y conocimientos que le
permitan al ciudadano o ciudadana, a la familia rural, entre otros, crecer,
desarrollarse y ganar calidad de vida, dignidad y libertad. La falta de energía,
ahonda más la pobreza y cierra la posibilidad de mejora para cualquier
población. >> (Gamio, 2017.P.93)

En vista de ello, el uso de energías renovables se presenta como una alternativa


económicamente competitiva y técnicamente fiable para su aprovechamiento en zonas
rurales, mejorando el estilo de vida y sobre todo por los siguientes motivos: son fuente
autóctona, reducen la dependencia energética, promueven el desarrollo local y son
respetuosas con el medioambiente. En este campo las alternativas son muchas, para el
caso de zonas rurales del Perú, estudios demuestran que existe potencial para el
aprovechamiento de energía solar, eólica, mini hidráulica, biomasa, biogás y
geotérmica; teniendo en cuenta que la disponibilidad de las mismas dependerá de su
situación geográfica en el país.

Por otro lado, una de las caras menos reconocidas de la pobreza ha sido la escasez
energética, es decir, el inadecuado acceso a la energía que restringe el desarrollo de
las personas. A finales de la década pasada se evidenció que la priorización en el marco
de la política energética de los Estados del abastecimiento de energía a las personas
que se encuentran en situación vulnerable. Asimismo, la falta de servicios energéticos
confiables vuelve casi imposible la provisión de servicios de salud y de educación de
calidad, el acceso al agua limpia se limita seriamente y la seguridad alimentaria se ve
afectada de forma adversa. Esta situación es una grave amenaza para lograr los
objetivos de desarrollo del país, al limitar severamente el alcance de cualquier
intervención orientada a mitigar la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas.

<<En la actualidad, existen muchas regiones alejadas de la red de distribución


eléctrica, debido a que es muy costoso expandir la red. Hay políticas que
impulsan el uso de energías renovables para dichas localidades. En ese
contexto, con la intención de ampliar la frontera energética, el MEM aprobó la
ejecución del Programa Masivo Fotovoltaico para zonas aisladas no
conectadas a la red, mediante Programas (…)>>(Vásquez, A Tamayo, J &
Julio Salvador, 2017, p. 203)

Por ello, en el año 2007 se dio inicio al Proyecto de Mejoramiento de la Electrificación


Rural, con la entrega de subsidios para la ejecución de proyectos de electrificación rural.
De manera similar, en el 2008 se implementó el programa “Luz para Todos” mediante
recursos (100 millones de soles) transferidos del Organismo Supervisor de la Inversión
en Energía y Minería, que consistió en la ejecución, mejoramiento y rehabilitación de las
obras. Con ello se lograba, para finales de 2009, un coeficiente de electrificación en las
zonas vulnerables de 55%.

No obstante, existen diversas experiencias que vienen siendo lideradas por diversas
instituciones privadas, como organismos no gubernamentales, instituciones académicas
y de la cooperación, iniciativas que en la mayoría de casos se articulan con programas
sociales de las instituciones públicas y gobiernos regionales o locales, las cuales han
devenido en aportes puntuales importantes para mejorar el acceso a la energía en el
área rural. Estas iniciativas han permitido identificar aportes tecnológicos, de
capacitación y gestión de servicios eléctricos descentralizados; los cuales deben ser
tomados en cuenta en la perspectiva de lograr el acceso universal, dado que el sector
poblacional que actualmente no está involucrado en los planes nacionales o regionales,
se localiza en zonas aisladas de alta vulnerabilidad.

3.3 Viabilidad económica y social de la implementación de las EL

La mega diversidad y variedad de climas del Perú, lo convierte en una zona de alto
potencial de aprovechamiento de todas las formas de energía limpia existentes. Sumado
a ello, de acuerdo al Ministerio de Energía y Minas (MINEM), Perú se localiza en la
región de mayor potencial de aprovechamiento de energías renovables en comparación
con el resto del mundo. Por ello, se espera que para el año 2025, el 60% de participación
en la generación de energía eléctrica peruana provenga de energías renovables.

El sostenido crecimiento poblacional impulsa el mercado de las energías renovables en


el país, tanto por la explosión demográfica en las zonas urbanas, como por el
desabastecimiento de energía eléctrica en zonas rurales. El MINEM ha estimado una
demanda promedio anual de 8.8% y una demanda de 7,993 MW para el 2017. Las
necedades de energía aún son relevantes. Según International Energy Agency (IEA)
existen 2.9 millones de peruanos sin electricidad.

<< La energía renovable más económica en nuestro país es todavía la


generación eólica, seguida por la energía solar, que en los últimos
meses ha batido récord de precios bajos en el mundo y seguro lo hará
también en el Perú; en tercer lugar, está la hidroenergía. El potencial
técnico eólico es de alrededor tres veces la potencia instalada actual,
siendo sus costos de generación competitivos con la generación
térmica, incluido el gas natural. Otra fuente que se aprecia muy
competitiva es la energía solar, la cual en Perú tiene un potencial
aprovechable de tres a cuatro veces la cantidad de toda la potencia
instalada actual. Además, tenemos tecnologías que funcionan las 24
horas del día: la geotermia, la energía termosolar y la biomasa, donde
existe gran potencial muy poco aprovechado; aunque tienen un costo
mayor, pero menor que utilizar la energía térmica a diésel. >>

Por lo tanto, la energía renovable más económica en nuestro país es todavía la generación
eólica, seguida por la energía solar, que en los últimos meses ha batido récord de precios bajos
en el mundo y seguro lo hará también en el Perú; en tercer lugar, está la hidroenergía. El
potencial técnico eólico es de alrededor tres veces la potencia instalada actual, siendo sus costos
de generación competitivos con la generación térmica, incluido el gas natural.

Asimismo, una sociedad que busca su desarrollo debe manejar con sumo cuidado y prudencia
los recursos naturales renovables y no renovables a su alcance, así como el factor humano y los
aspectos culturales y sociales vinculados con el manejo de los recursos; este último es el caso de
la presencia de pueblos originarios que forman parte relevante de muchos espacios territoriales,
precisamente donde subyacen los recursos energéticos no renovables. Por ello resulta un
imperativo plantearse la interrogante de cómo lograr el desarrollo humano inclusivo y
descentralizado desde un mejor uso de los recursos, y cómo la energía limpia bien aprovechada
nos puede permitir alcanzar gradualmente mejores indicadores de desarrollo humano,
respetando la cosmovisión de los diversos pueblos.

<< Con relación a los factores sociales, destaca la aparición de


numerosas ONG y la permanente acción de movimientos sociales que
buscan la promoción de fuentes renovables de energía, así como la
confrontación con grupos de poder, tanto políticos como económicos,
representados por las empresas del sector eléctrico y sus agentes
dentro de los gobiernos. >> (Charaja, 2017 P. 9)

Lo siguiente, nos lleva a reiterar la necesidad de una política de Estado en materia de energía
para el desarrollo sostenible del país. Es necesario trabajar un planeamiento estratégico
vinculante de mediano y largo plazo, hoy todavía inexistente. Una primera política es la
diversificación de la matriz energética, que comprende el desarrollo de políticas y acciones para
la promoción de la generación hidroeléctrica, eólica, a gas natural, geotérmico, solar y
bioenergética, así como la eficiencia energética, aunados a una serie de medidas
complementarias igualmente importantes.

https://www.sostenibilidad.com/opinion/10-argumentos-a-favor-de-las-energias-renovables/

https://slideplayer.es/slide/3287971/

file:///C:/Users/Nilton/Downloads/19646-78039-2-PB%20(3).pdf

file:///C:/Users/Nilton/Downloads/13208-52594-1-PB%20(2).pdf

http://climatetracker.org/peru-cuanto-se-ha-crecido-en-energias-renovables/

http://www.osinergmin.gob.pe/seccion/centro_documental/Institucional/Estudios_Economicos/Li
bros/Osinergmin-Energia-Renovable-Peru-10anios.pdf
¿el uso de energía renovable genera algún cambio de estilo de vida de las personas?

¿el uso de energías limpias en el alumbrado publico

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