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Contribución

al estudio de la
acción emotiva de la adrenalina *

Gregorio Marañón
Médico del Hospital General de Madrid
Traducción: José Antonio Corraliza Rodríguez

EFECTOS FISIOLOGICOS DE LA Durante los dos arios transcurridos


ADRENALINA EN EL HOMBRE desde entonces hemos estudiado cuidado-
samente esta reacción en un gran número
Numerosos autores han estudiado en de sujetos (unos normales, otros —la
los últimos arios la acción de la adrenalina mayor parte— enfermos) y hemos logra-
en el organismo humano. Desde un pun- do reunir datos esenciales para el conoci-
to de vista puramente fisiológico, o con miento de esta reacción, que vamos a
la idea de obtener reacciones útiles para resumir en el presente trabajo.
algunos diagnóstico diferenciales, o, en En nuestro estudio (i), habíamos enu-
fin, con pretensiones terapéuticas, la adre- merado los efectos conocidos de la adre-
nalina ha sido tan empleada por las dife- nalina en el organismo humano, y debe-
rentes vías de administración que, actual- mos repetir aquí, precisándolas, esta enu-
mente, prácticamente no hay médico que meración. He aquí sus características:
no tenga una considerable experiencia en
esta droga. En el año 1920 (i) pudimos
describir una nueva serie de efectos de la A) Efectos locales
adrenalina en el hombre, cuya existencia
habíamos indicado ya hace algunos años La piel palidece alrededor del punto
(z), y a los que habíamos dado el nombre inyectado (naturalmente cuando ésta ha
de «reacción emotiva». Dichos efectos, sido intracutánea o intradérmica) y ad-
teniendo en cuenta que tienen lugar en quiere la forma de una mancha de dimen-
una esfera tan elevada como la afectiva, siones variables (del tamaño aproximado
resultan desde el principio de un gran de una moneda de cinco francos) y de
interés para los patólogos, e incluso para contorno muy claro con prolongaciones
los psicólogos. y entradas profundas. Esta mancha pálida

* «Contribution a l'étude de l'étude de l'action émotive de l'adrénaline». Revue Franfaise d'Endocrinologie,


301-325.
La autorización para la publicación de este artículo ha sido concedida por su hijo y heredero, don
Gregorio Marañón Moya, a quien agradecemos su amabilidad.

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blanquecina aparece al cabo de cierto contrario, la respiración se hace lenta,
tiempo rodeada de una línea rojiza que la profunda, entrecortada, con una sensación
separa de la piel normal. A veces, como subjetiva disneica. Estos efectos, muy
han indicado Ascoli y Fagiouli (3), cuan- variables según Wearn y Sturgis, son los
do la inyección se ha hecho por vía más constantes, según nuestra experien-
intradérmica, el centro de la mancha blan- cia (4).
ca es ocupado por una mancha azulada.
Después, la mancha entera aparece con
horripilación, «carne de gallina», gracias D) Efectos motores
a la contracción de los músculos erectores.
El más interesante es el temblor. A
veces, el temblor está limitado a las ma-
B) Efectos circulatorios nos, pero, en otras ocasiones, se extiende
a las piernas y a todo el cuerpo, pudiendo
La presión arterial aumenta durante los llegar a ser tan intenso que todo el
minutos que siguen a la inyección de 5 a cuerpo se agita, siendo la trepidación
30 milímetros normalmente, algunas ve- transmitida a la silla en que el sujeto está
ces mucho más y durante un lapso de sentado o a la cama en que está acostado.
tiempo que varía según la dosis, el tem- Si el sujeto temblaba de antes (hipertiroi-
peramento y las condiciones patológicas dismo, parálisis agitante, alcoholismo,
del sujeto, etcétera. Algunas veces la saturnismo), el temblor se acentúa enor-
hipertensión no se produce y puede ser memente. Delavierre (5) indica que el
sustituida por una disminución evidente temblor producido por las grandes emo-
de la tensión si la dosis inyectada es muy ciones se localiza preferentemente en el
pequeña. lado derecho; hemos observado idéntica
coincidencia para el temblor adrenalínico.
El número de pulsaciones aumenta (por
término medio, de io a 30 pulsaciones A veces, el temblor invade los múscu-
por minuto), y dicho aumento es seguido los maseteros y produce el castañeteo de
de una disminución más o menos marca- dientes. En algunas ocasiones, este fenó-
da cuando la hipertensión ha sido intensa. meno es inicial.
En algunos casos se produce arritmia El escalofrío producido por la contrac-
solamente objetiva o acompañada de una ción de los músculos espinales está rara
sensación subjetiva, más o menos desa- vez ausente. Citaremos, en fin, entre los
gradable. En los casos en que la contrac- efectos motores, la midriasis, que se ob-
ción cardíaca es muy intensa, se puede serva casi de continuo.
apreciar, auscultando, claramente soplo
sistólico. Este descubrimiento, que no ha
sido mencionado por los autores, es, E) Efectos secretorios
según mis observaciones, bastante fre-
cuente. Los vasos motores se contraen y Estos efectos son menos frecuentes y
el sujeto palidece visiblemente. Algunas menos constantes que los ya citados. A
veces, una fase de vasodilatación sigue a veces hay una transpiración abundante o
la de vasoconstricción primitiva, y enton- limitada, sobre todo a la palma de la
ces se enrojece el rostro. mano. Según mis observaciones se trata
de un fenómeno raro. Habría que decir lo
mismo de la secreción de saliva que,
C) Efectos respiratorios según algunos autores, aumenta; no sólo
no hemos podido confirmar este aumen-
Se observa casi siempre polipnea, que to, sino que, al contrario, hemos consta-
a menudo pasa inadvertida si no se cuen- tado, notado o descubierto más frecuen-
ta o si no se registra gráficamente el temente un estado de sequedad de la
número de respiraciones. A veces, por el boca, de la que se quejaban los enfermos

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espontáneamente y en muchas ocasiones. los casos en que la hemos examinado (31
Estas diferencias son debidas, probable- casos). En los referente a la glucosuria ha
mente, a diferencias individuales en la aparecido raras veces en las dosis de
inervación glandular; diferencias que, co- adrenalina que han sido inyectadas a lo
mo señala Gottlieb (6), habían pasado largo de estas experiencias. Bloch (8) la
inadvertidas a los anatomistas, y que las ha encontrado positiva en el 36 por ioo
pruebas experimentales realizadas con de sus casos, pero haciendo tomar al
drogas que afectan al sistema vegetativo enfermo 150 gramos de glucosa antes de
nos han hecho conocer. En efecto, hace la inyección.
varios arios (7), cuando nos ocupamos de
explorar en un gran número de indivi- Recientemente, Veil y Reisel (9) han
duos, normales y enfermos, el modo de demostrado que la inyección de adrenali-
reacción a la pilocarpina, la atropina y la na provoca en muchos sujetos normales
adrenalina, llamamos la atención a propó- un aumento de la acidez de la orina, e
sito de las diferencias individuales de los incluso la aparición de acetona. En los
resultados sobre los diversos órganos que diabéticos, la acidez úrica y la acetonuria
deben ser excitados o inhibidos por las preexistentes aumentan. En la actualidad
drogas antes mencionadas, y hemos for- estudiamos con Carrasco y Soler la acción
mulado la hipótesis que las diferencias de la adrenalina sobre el metabolismo
eran debidas probablemente a diferencias, basal.
esencialmente individuales y únicamente
revelables por estas pruebas, en la «canti-
dad de inervación» simpática o autóno- G) Efectos subjetivos
ma, que cada órgano recibía.
En muchos casos, la adrenalina actúa La mayor parte de los autores no dan
sobre la secreción lacrimal excitándola y mucha importancia a la frecuencia, inten-
produciendo, como consecuencia, un la- sidad y significación de los fenómenos
grimeo más o menos abundante, general- subjetivos que presentan los sujetos in-
mente débil. yectados. Goetsch (1 o) menciona sola-
mente un cierto nerviosismo del que se
Finalmente, la secreción renal es exci- quejan algunos inyectados. La mayor par-
tada a menudo en el individuo inyectado te de los autores americanos: Peabody,
produciendo cantidades de orina ligera- Sturgis; Tompkins y Wearn 1); Sturgis
mente superiores a la normal. Más desta- y Wearn (4), mencionan este mismo he-
cable aún que esta poliuria pura es la cho y a ello añaden las sensaciones de
sensación urgente de orinar sin la expul- astenia, palpitaciones, vértigo, etcétera,
sión de una cantidad excesiva de líquido, que acompañan algunas veces el nerviosis-
como hemos demostrado en nuestra pri- mo. Algunos investigadores, como Bloch
mera comunicación (i), fenómeno debido (8), llegan incluso a afirmar que estos
a la contracción vesical y que no proviene trastornos subjetivos (palidez, vértigo,
de un fenómeno secretorio propiamente palpitaciones, temblores) «son relativa-
dicho. mente raros». Escudero es más explícito
(12), y según él «las inyecciones de
adrenalina van acompañadas de fenóme-
F) Efectos metabólicos nos generales, como el temblor de las
manos, del cuerpo, palpitaciones, nervio-
La adrenalina inyectada determina co- sismo, sensación de malestar, miedo, etcéte-
mo fenómeno constante una movilización ra».
de los hidratos de carbono que se mani- Hemos indicado ya la existencia y la
fiesta por la hiperglucemia y otras veces importancia de estos fenómenos subjeti-
por la glucosuria. vos en nuestra primera nota (2), hacién-
La hiperglucemia era positiva en todos dola resaltar en nuestras sucesivas publi-

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caciones (13), (14), (15). En nuestra opi- vegetativa de la emoción (que podemos
nión, una de las consecuencias más inte- denominar «emoción vegetativa»), su per-
resantes de la inyección de adrenalina en cepción da la sensación de «estar emocio-
el hombre es, en efecto, la aparición de nado», pero, como hemos señalado, se
este síndrome subjetivo que está caracte- trata de una sensación percibida «en frío»;
rizado por fenómenos circulatorios (pal- es decir, sin que el elemento psíquico de
pitación precordial o epigástrica o pulsa- la emoción, «la emoción psíquica», sea
ción arterial difusa, sensación de rubor), sobrepuesto. De esta forma, el individuo
fenómenos torácicos (sensación de opre- inyectado, bien espontáneamente, o bien
sión torácica, de nudo en la garganta), siendo preguntado, expresa su situación
fenómenos motores (sensación de temblor psíquica en frases como las que siguen,
interno, apreciación subjetiva del temblor incluidas en nuestras historias clínicas y
de los miembros descrito más arriba, que recogemos literalmente, pues son
escalofrío), fenómenos digestivos (saliva- más expresivas que cualquier otra des-
ción o sequedad de la boca, náuseas) y cripción.
fenómenos nerviosos (sensación de ner- «Siento como si tuviera miedo», «co-
viosismo, de malestar, de astenia). mo si esperase una gran alegría», «como
Finalmente, se añade francamente a un sobres- alto interno», «como si estuvie-
estas manifestaciones subjetivas en algunos ra emocionado», «como si fuera a llorar
casos, una sensación de la que queremos hacer sin saber por qué», «como si tuviera un
una detallada referencia. gran susto, sin embargo, estoy tranqui-
lo», «como si me fuera a pasar cualquier
cosa».
La reacción emotiva Se ve bien, pues, en estos ejemplos,
que el sujeto realiza una clara distinción
Después de la inyección, algunos suje- entre la percepción de los fenómenos
tos a los que se ha inyectado adrenalina periféricos de la emoción vegetativa y la
presentan, pasado un cierto lapso de tiem- emoción psíquica propiamente dicha, que
po, raras veces inferior a 15 minutos y no existe y que permite que se dé cuenta
algunas veces mucho más largo, fenóme- del síndrome vegetativo con calma, sin
nos emocionales que se manifiestan bajo verdadera emoción. Insistiremos, poste-
dos formas: algunas veces como simple riormente, sobre la importancia de este
percepción subjetiva de ciertos trastornos somá- fenómeno para el estudio experimental
ticos que hacen nacer en el sujeto una sensación del acto emotivo.
emotiva indefinida, pero percibida «enfrío» sin
emoción propiamente dicha,y en otras ocasiones Vamos a subrayar antes de continuar
como una emoción involuntaria completa, es que en el único trabajo en el que, y de
decir, con los mismos elementos somáticos que una forma absolutamente incidental, se
en el caso precedente y, además, con la partici- hace referencia a esta reacción emotiva
pación psíquica afectiva que es el complemento posadrenalínica, la enferma se expresa
de estos elementos. con frases completamente idénticas a las
de nuestros enfermos. Se trata de una
El primer caso es el más frecuente. El mujer a la que Cawadias (16) había inyec-
tado un miligramo de adrenalina para
sujeto se da cuenta de los fenómenos
posadrenalínicos descritos: de un temblor explorar el tono del sistema nervioso
interno y de los miembros, de la opresión simpático; después de algunos minutos
precordial, del escalofrío en la espalda, sobreviene una sintomatología compleja,
del frío en las manos y de la sequedad de y la enferma, que había sido encarcelada
la boca, de las palpitaciones cardíacas, de durante un período de agitación política,
lágrimas que fluyen de los párpados y, se expresa diciendo: «Me siento como el
como estos fenómenos coinciden con el día que me encarcelaron.»
cuadro completo de la sintomatología En el segundo grupo de casos aparece

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lo que podemos llamar reacción de segundo presenta, como hemos dicho, én todos
grado; el sujeto inyectado percibe no sólo los sujetos inyectados, sino sólo en un
las modificaciones somáticas vegetativas cierto número de ellos. No podemos
de la emoción, sino, además, gradual o precisar el tanto por ciento, pues las
bruscamente, siente su ánimo invadido estadísticas no tienen ningún valor en
por el flujo emocional; «la emoción psí- este caso, pues el resultado positivo o
quica» se superpone a la «emoción vege- negativo de la experiencia depende de
tativa» y la transforma en un estado una multitud de circunstancias inherentes
afectivo completo, generalmente del tipo al estado previo del sujeto y a la dosis
de la angustia, lágrimas abundantes, so- inyectada, circunstancias que no pueden
llozos y suspiros. Es frecuente que en ser sometidas al rigor de las cifras. Es
este momento aparezca y se sobreponga pues imposible deducir ninguna conclu-
a la emoción un «moti-psíquico» de carác- sión de nuestros datos, que han propor-
ter triste; es decir, que el hombre o la cionado Gz reacciones positivas en zio
mujer estudiado se acuerde de personas sujetos inyectados (29 por oo). Estos
amadas ausentes o muertas, o de otros casos se refieren, en su mayor parte, a
detalles tristes de la vida. Otras veces, enfermos afectados de alteraciones del
este motivo psíquico no aparece y el sistema nervioso vegetativo y de las glán-
sujeto declara que llora y está afligido y dulas de secreción interna.
triste, pero «que no sabe por qué». La mayoría de nuestros casos positivos
Este segundo grado de la emoción adre- han sido observados en enfermos con
nalínica es ciertamente menos frecuente hipertiroidismo. Es indudable que la ines-
que el primero y aparece en algunos casos tabilidad emocional habitual en estos en-
espontáneamente; en otros casos, para fermos constituye una circunstancia pre-
que se produzca, hay que sugerir un disponiente importante. La prueba es que
recuerdo de gran energía afectiva, pero la reacción negativa puede ser convertida en
que, sin embargo, no sería suficiente en positiva, tratando previamente al sujeto rebelde
el estado normal para provocar una emo- con tiroidina, como se puede ver en los
ción. Por ejemplo, en varios casos hemos ejemplos siguientes:
hablado a nuestros enfermos, antes de OBSERVACIÓN XXI.—Muchacho de
poner la inyección, de sus hijos enfermos diecinueve años afectado de la enferme-
o de sus padres muertos, y han reaccio- dad de lkeklinghausen, con insuficiencia
nado con calma a la evocación del recuer- tiroidea endémica. La inyección de un
do. Esta misma evocación, minutos más miligramo de adrenalina determina: a) la
tarde, durante la conmoción adrenalínica, aparición de una mancha blanca con horri-
ha sido suficiente para desencadenar la pilación poco acentuada; b) el pulso, el
emoción. Esta conmoción adrenalínica ritmo de la respiración y la tensión arte-
coloca entonces al sujeto en una situación rial permanecen inalteradas, quedan inva-
de «inminencia afectiva», como la de los riables, ligera palidez; c) ninguna sensa-
enfermos afectados de reblandecimiento ción subjetiva y total ausencia de emoti-
cerebral, y de la misma forma que en vidad. En consecuencia, reacción eviden-
éstos la emoción surge algunas veces sin temente negativa.
razón intelectual, que se añade después o
que no se añade, mientras que otras veces Durante un mes el enfermo es someti-
es justamente esta razón intelectual la que do cada día a la ingestión de 6o gotas de
hace surgir el movimiento emotivo. tiroidina. Nueva inyección de un miligra-
mo de adrenalina que determina: a) inten-
sa reacción dérmica que alcanza su
Frecuencia, estados patológicos en los que se máximo al cabo de ocho minutos y que
presenta la reacción dura cuarenta y cinco minutos; b) aumen-
to de la cifra de pulsaciones de lo° a 132
La reacción emotiva adrenalínica no se por minuto, aumento de 16 a 21 respira-

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ciones por minuto, aumento de la tensión Sin embargo, si la dosis es pequeña, la
arterial máxima de 9 a 9,6; c) sensación reacción no cambia. Ejemplo:
subjetiva intensa de temblor y (<de una OBSERVACIÓN C1. —Señora de cuaren-
cosa que sube del estómago, como cuan- ta y dos años. Mixedema típico. Inyección
do se espera una gran alegría». Es decir, de 3/4 de miligramo de adrenalina: a)
una reacción evidentemente positiva. reacción local muy atenuada; b) reaccio-
OBSERVACIÓN XI.--Mujer de veinti- nes circulatorias, respiratorias y motoras
cinco arios, con tendencia progresiva a la muy discretas; c) ninguna «reacción emo-
obesidad. La inyección de 3/4 de miligra- tiva».
mo de adrenalina produce: a) reacción Durante cuatro días toma seis compri-
cutánea de mediana intensidad; b) aumen- midos de o,5 gramos de tiroidina por día.
to de la cifra de pulsaciones (72 a 78 por Nueva inyección de 3/4 miligramo de
minuto) y de los movimientos respirato- adrenalina. Las reacciones tanto locales
rio (i 5 a 17), tensión arterial invariable como generales son incluso menos evi-
(13 máximo y 7 mínima a 13 máxima y 7 dentes que antes. Ninguna emotividad.
mínima), ligero temblor de las manos y
de los párpados; c) ligera sensación de Hay que hacer notar que esta misma
temblor sin la menor emoción. En resu- «reactivación» del organismo por la reac-
men: reacción negativa. ción emotiva a la adrenalina que acaba-
mos de describir ha sido también descrita
Durante tres meses es sometida a un en las reacciones locales y generales por
tratamiento puramente dietético para adel- Ascoli y Fagiouli (3), Wearn y Sturgis
gazar, al cual ella, de su propia iniciativa, (4), Bloch (8) y Escudero (12).
añade una cantidad considerable de tiroi-
dina; cuando la vemos otra vez, presenta De io casos de mixedema en los que
hemos verificado la prueba, los JO han
el síndrome de hipertiroidismo terapéuti- sido absolutamente negativos, lo que es
co típico (adelgazamiento, temblor, taqui- una contraprueba de esta influencia de la
cardia, palpitaciones, inquietudes, etc.). actividad tiroidiana del sujeto en la apa-
La inyección de 3/4 de miligramo de rición de la reacción emotiva. Entre estos
adrenalina en estas nuevas circunstancias o casos, dos eran particularmente intere-
produce: a) reacción cutánea intensa e santes, pues en los dos había un estado de
instantánea; b) la cifra de pulsaciones emotividad habitual y, sin embargo, la
aumenta de ioo a 110 al cabo de cuatro reacción adrenalínica era negativa: este
minutos, luego comienza a disminuir y dato sugiere diversas consideraciones e
alcanza 88 al cabo de seis minutos, seten- hipótesis que no podemos exponer aquí.
ta y dos al cabo de veinte y más tarde
vuelve a la cifra normal. La cifra de las En uno de estos casos (observación
respiraciones aumenta en los primeros LII), se trata de un hombre de treinta y
cinco minutos de 16 a 19 por minuto, y cinco arios que había tenido una enferme-
pasado diez minutos disminuye hasta 14 dad de Basedow muy intensa, con una
y 12 por minuto, con suspiros profundos emotividad enorme. Fue operado por
y entrecortados. La tensión arterial au- estirpación del simpático izquierdo y ti-
menta de 13 máxima, 8 mínima a 17 roidectomía, tan completa que poco tiem-
máxima, 9 mínima en tres minutos, alcan- po después le hemos visto con un síndro-
zando 15 máxima, 8 mínima al cabo de me de mixedema posoperatorio muy acen-
diez minutos, y se mantiene en esta cifra tuada, pero conservaba la gran emotivi-
durante más de veinte minutos; palidez, dad de su fase hipertiroidiana; llora por
gran aumento de temblor, soplo sistólico; nada y habla de suicidarse porque no
c) sensación de gran temblor, inquietud y puede soportar más su pusilaminidad,
angustia indefinible «como si estuviera que le hace inútil para la vida militar. A
muy emocionada». En resumen: reacción pesar de todo esto, la inyección de un
muy positiva. miligramo de adrenalina, que produce
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una reacción cutánea positiva moderada y dadero hipertiroidismo, ni con una explo-
reacciones generales positivas, no da lu- ración clínica cuidadosa, ni con la deter-
gar al menor síndrome emotivo 1. minación del metabolismo basal, que era
negativo. Así, parece que la sensibilidad
El otro caso (observación LXI) es una a la reacción no está siempre ligada al
mujer de cincuenta años con mixedema
factor tiroideo, sino a otras condiciones
típico e intenso, pero con gran emotivi-
patológicas propias de estos estados que
dad, quizá combinada con un estado de
no podemos analizar aquí. Ciertamente,
esclerosis arterial prematura visible por la
esta condición no es la insuficiencia ová-
hipertensión (19-Jo). La inyección de un
rica, en la que se piensa inmediatamente,
miligramo de adrenalina produce una li-
pues en siete casos de insuficiencia ovárica
gera reacción cutánea, cambios apenas juvenil (fuera de la menopausia), la reacción
perceptibles en la circulación y la respira- era siempre negativa, incluso en dos casos,
ción y una ligera sensación de temblor y
en los cuales a causa de una reacción
astenia; ningún efecto emotivo.
hipertiroidiana en uno y un estado evi-
Otra enferma distinta que había tenido dentemente histérico en el otro, se podía
mixedema en su juventud, recuperada esperar a priori una reacción positiva.
actualmente y con un estado de nerviosis-
mo intenso sobrevenido con la menopau- En dichos estados de inestabilidad afec-
sia, no tenía ninguna reacción emotiva. tiva de la menopausia hay, a menudo,
inestabilidad de la tensión arterial, con
Parece, pues, indudable que la hiper- tendencia a la hipertensión. Numerosos
función tiroidea favorece la aparición de autores, y entre ellos nosotros, suponen
fenómenos emotivos posadrenalínicos y que este estado circulatorio puede depen-
que, como consecuencia, la hipofunción der de una hiperfunción suprarrenal, su-
tiroidea los debilita o los impide. Sin posición que es confirmada por el estudio
embargo, hay muchos casos de hipertiroi- clínico de este período y los datos expe-
dismo típico en los que la reacción emo- rimentales anatomopatológicos (13). Se
tiva es negativa, y, por el contrario, comprende bien, en teoría, que en algu-
muchos sujetos que no son hipertiroidia- nos individuos con función suprarrenal
nos muestran una reacción positiva, por exagerada, la adrenalina debería ser más
lo que no se puede, como lo quiere eficaz que en aquellos que tienen una
Goetsch (i o), asignarla un valor diagnós- función suprarrenal normal o hiponormal.
tico en este sentido, ni a la reacción local Sin embargo, en nuestra serie de casos,
ni a los fenómenos generales, según los hay cinco enfermos addisonianos, es de-
trabajos de Wearnay Sturgis (4) y sus cir, afectados de insuficiencia suprarrenal
colaboradores (11), Escudero (12), Bloch grave y crónica, en los cuales, según los
(8), así como nosotros mismos (i), etc. datos mencionados más arriba, debería
¿Con qué otros estados patológicos, además haber reacciones de muy débil intensidad,
del hipertiroidismo, puede desencadenarse la y no sólo no ha sido así, sino que todas
reacción emotiva? Según nuestra experien- las reacciones posadrenalínicas eran inten-
samente positivas, incluyendo aquí, na-
cia, es muy frecuentemente positiva en los
estados psicopáticos transitorios con alta ines- turalmente, las emotivas. He aquí un
tabilidad afectiva que se presentan a menudo en ejemplo:
las mujeres en la epoca de la menopausia (17 OBSERVACIÓN XLI.—Una joven de
reacciones positivas en 33 casos examina- veintiún arios con enfermedad típica de
dos). Como lo hemos demostrado en otra Addison. Inyección de medio miligramo
parte (13), en estos estados de afectividad de adrenalina: a) Intensa y rápida reacción
involutiva, el hipertiroidismo desempeña local; b) la cifra de pulsaciones aumenta
un papel importante, de forma que estos de 104 hasta 116 por minuto (al cabo de
casos podrían realmente ser añadidos a doce minutos); la cifra de respiraciones
los del grupo precedente; sin embargo, aumenta de 20 a 26 por minuto y, más
en algunas mujeres, no se detectaba ver- tarde, la respiración llega a ser entrecor-

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Estudios
tada y profunda; la tensión arterial aumen- este tipo examinados, siete daban una
ta de 13-8 hasta 16 máxima y 8 mínima reacción francamente positiva.
(al cabo de quince minutos). Palidez,
gran temblor de las manos, necesidad de Sierra en un trabajo interesante (18),
orinar; c) ella siente un «temblor interno del que nos ocuparemos más tarde, decla-
como si estuviese asustada». La hemos ra que ha encontrado frecuentemente la
hablado de su hermana, muerta hacía dos reacción emotiva positiva en los melancó-
arios y cuya enfermedad y muerte nos licos esenciales, en los maníacos depresivos
había contado con calma antes de ponerle (sobre todo, en la fase melancólica) y en
la inyección, y ahora, únicamente evocán- algunos dementes precoces de forma catató-
dole el recuerdo, esto le produce una nica.
intensa crisis de angustia con abundantes Parece, pues, que la reacción emotiva
lágrimas y profundos sollozos que duran posadrenalínica se presenta, principalmen-
cuatro minutos. te, en los casos en que el índice de emotivi-
La frecuencia con la que la reacción se dad del sujeto es elevado, sin prejuzgar la
presenta positiva en los casos de convalescencia relación que puede tener este índice emo-
de enfermedades infecciosas graves coincide tivo elevado con algunos estados funcio-
con este resultado. Bloch (8), Escudero nales endocrinos.
(12) y otros han puesto de relieve tam- En efecto, haciendo abstracción del
bién la intensidad de las reacciones cutá- diagnóstico clínico de cada enfermedad,
neas y general en esta clase de individuos, el hecho es que en la mayor parte de
en los que podría suponerse, al menos en nuestros casos positivos, el índice emoti-
algunos casos, que habría una disminu- vo anterior era anormalmente alto.
ción de la función suprarrenal, más o
menos debilitada por la lucha contra la El siguiente hecho refuerza aún más el
infección. Sobre todo, uno de nuestros argumento precedente; en los individuos
convalecientes de fiebre tifoidea, en el normales la reacción es siempre negativa,
que creíamos poder diagnosticar un sín- como lo hemos podido constatar con
drome típico de insuficiencia suprarrenal nuestros testimonios, pero si un individuo
posinfecciosa (diagnóstico que, por otra normal está influido por un estado de excita-
parte, hacemos en muy raras ocasiones), ción afectiva suficientemente intenso, la reacción
la inyección de medio miligramo de adre- puede llegar a ser positiva. Hemos podido
nalina que, pensábamos, debería estar constatar este hecho inyectando a sujetos,
seguido de efectos discretos, le ha produ- normales desde el punto de vista neuroen-
cido una perturbación local, general y docrino, pero afectados por lesiones qui-
afectiva tan intensa que en varias ocasio- rúrgicas en los momentos que preceden a
nes hemos creído que iba a morir. Este la operación, en plena excitación emotiva
resultado paradójico podría explicarse su- por miedo a la operación quirúrgica. La
poniendo que un sistema suprarrenal de- experiencia de los dentistas es, en este
bilitado es, por el hecho mismo de su sentido, particularmente significativa.
debilitamiento, más inestable que un sis-
tema normal, de la misma forma que, Los dentistas, y también los cirujanos
como hemos observado con cierta fre- para ciertas operaciones, emplean frecuen-
cuencia, los enfermos hipotiroideos reac- temente como anestésico la novocaina o
cionan con pequeñas dosis más fuertemen- cocaína, asociada a la adrenalina. Cuando
te que los individuos con función : tiroidea los enfermos llegan a la operación muy
normal. Pero tal vez esta interpretación
' excitados por el dolor y el insomnio, por
sea demasiado rebuscada. el miedo al sufrimiento, es frecuente que
se produzca en ellos accidentes de orden
Un grupo diferente de casos interesan- general, caracterizados, principalmente,
tes son aquellos que presentan una neurosis por «taquicardia, palidez del rostro, carne
de tipo afectivo sin síntomas clínicos de pertur- de gallina, temblor, inquietud, sensación
baciones endocrinas. Sobre doce casos de de angustia, lágrimas, etcétera» (19) que,
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Estudios
a pesar de su sintomatología exagerada, Relación entre los fenómenos emotivos y los
en apariencia grave, casi siempre acaban otros fenómenos posadrenalínicos
rápidamente.
Se puede afirmar que estos accidentes, En varios lugares de lo que precede,
que en otros tiempos eran atribuidos a hemos establecido comparaciones entre la
causas diversas, no son más que meras reac- intensidad de la reacción emotiva y los
ciones emotivas posadrenalínicas, como ya lo otros fenómenos locales o generales que
he explicado hace algún tiempo (13), y provoca la adrenalina cuando es inyecta-
como lo han visto más tarde diversos da en el organismo humano. Debemos
autores, Valderrama, Chornet (citado por ahora añadir que esta relación no es siempre de
Landete), Landete (19). Según éste últi- un paralelismo absoluto, es decir, que, en
mo, para los enfermos que llegan a la muchos casos, se observa una intensa
pequeña operación muy excitados, dosis reacción local y general y, sin embargo,
una reacción emotiva discreta, o ninguna
mínimas de adrenalina muy inferiores a
las que empleamos para la determinación reacción. Por el contrario, una reacción
de la reacción, son suficientes para que emotiva muy fuerte puede ser acompaña-
los efectos emocionales aparezcan. da en algunos individuos de reacciones
locales y generales moderadas (pero nun-
En resumen: la emoción posadrenalínica ca negativas). Ejemplo:
aparece en los sujetos con índice emocional
OBSERVACIÓN 111.—Mujer de veinti-
elevado y parece que este índice emocional está
cinco arios con enfermedad de Basedow
ligado en muchos casos, aunque no siempre, al
típica, pero sin adelgazamiento, más bien
hipertiroidismo y puede ser producido artificial-
con un paulatino aumento de peso. Me-
mente por un tratamiento previo con sustancia
tabolismo basal =- 5 por loo. La inyec-
tiroidea en cantidad suficiente.
ción de 3/4 de miligramo de adrenalina
Influencia del sexo y de la edad.—Según produce: a) una reacción local intensa y
Sierra, la reacción emotiva se presenta típica; b) aumento grande del temblor
con una mayor frecuencia en las mujeres basedowniano, aumento del número de
(33 por oo) que en los hombres (i o por pulsaciones, de 88 a 108 por minuto, al
oo). Nuestras estadísticas no tendrían cabo de 12 minutos, con arritmia, palpi-
valor a este respecto, teniendo en cuenta taciones y sensación de palpitaciones ca-
el género de nuestro material de observa- rotideas y epigástricas, palidez; la: tensión
ción: hemos investigado sobre un núme- arterial aumenta de 14-7 a 16,5 Máxima y
ro de mujeres muy superior a el de los 8 mínima (al cabo de 14 minutos); c)
hombres (170 mujeres y 40 hombres); sin ninguna reacción emotiva.
embargo, de nuestras 62 reacciones posi- Es decir, reacción local y general inten-
tivas, 41 son de mujeres (66 por oo) y 21 sa y ninguna reacción emotiva. En el caso
por hombres (33 por loo). siguiente, por el contrario, la reacción
En relación con la edad, no podemos emotiva era muy intensa y los otros
tampoco dar cifras exactas, ya que el fenómenos posadrenalínicos, discretos:
efecto propio de la edad se oculta por los
OBSERVACIÓN XVI.—Señora de trein-
estados patológicos de los enfermos. De
todas las maneas, en general, las reaccio- ta y nueve años con una neurosis afectiva
nes emotivas más intensas tienen lugar desde la muerte de una hija, hace dos
hacia los cuarenta años de edad. arios. Absolutamente nada de hipertiroi-
dismo. La inyección de 3/4 de miligramos
Estos dos datos coinciden con el hecho de adrenalina le produce: a) una reacción
general de que la emotividad es más local apenas perceptible; b) reacciones
inestable en el sexo femenino que el generales discretamente marcadas, la ten-
masculino, y más bien en la edad crítica sión aumenta de 14 a 15 máxima, y la
(cuarenta a cincuenta arios) que en los mínima no varía de 9. Las pulsaciones
otros períodos de la vida (i 3), (22). aumentan de 88 a 94. La respiración

Estudios de Psicología n.. 21 - 1981


Estudios
permanece invariable, hasta el momento eficacia en la producción de algunos fe-
emocional. Ligero temblor de las: manos; nómenos y quedara inactiva para otros.
c) reacción intensa de angustia, evocación
Podemos subrayar, sin embargo, que
espontánea de la hija muerta (de la que de todos los fenómenos recogidos en
nos había hablado varias veces con cal- nuestras observaciones, los que han mos-
ma) e instantáneamente una profunda trado la mayor concordancia son los emo,
emoción de tristeza con abundantes lágri- tivos y la tensión arterial; en general, las
mas, sollozos, etcétera. reacciones emotivas más claras tienen lu-
gar en los individuos cuya tensión arterial
Hemos observado esta misma disocia-
subía de to a 20 miligramos, e incluso
ción entre los fenómenos locales y los
más, y las reacciones menos fuertes o
generales; es decir, entre la mancha blan-
negativas se han observado sobre sujetos
ca horripilada y las alteraciones circulato-
con poco aumento de tensión, con ten-
rias, sudores, etcétera. Nos ha parecido
sión invariable, o con hipotensión, lo que
incluso, muchas veces, que hay una cierta no ocurre raramente.
oposición entre los fenómenos locales y
generales, pues hemos observado muy El cuadro siguiente, en el que se men-
pequeños cambios en la presión arterial, cionan 23 de nuestras observaciones con
en el temblor, etcétera, cuando la mancha los tipos más característicos de variacio-
ha sido muy precoz y viceversa. Parece nes de tensión es, en este sentido, muy
como si la adrenalina disminuyera su significativo:

TABLA 1

Máxima variación
de la tensión
arterial después
de la inyección
Observaciones (mm.) * Reacción emotiva

II 50
X 40
XII 30 + ±
XXII 30
XXIX 20
XXXIX 20
XL 20
XLII 20
XLIX 14
LVIII 10 -1- ±
LXXIII 10 +
LXXXV 10
XC I0
XCVII 10
CII 10
CV 0,5
XXI 0,5
CXIX o
CXXI o
CXXII —o
CXXIX —'5
CXXX -20

* Indicamos sólo las cifras de la tensión máxima, pues la mínima varía muy poco después de la inyección de adre-
nalina.

Estudios de Psicología n.. sI - 1981


Estudios
Desarrollo de la reacción incluso excesiva cuando se trata de perso-
nas predispuestas (hipertiroidismo, meno-
El desarrollo de la reacción emotiva es pausia, convalecencia, etc.). En conse-
muy variable. Ya hemos dicho que apa- cuencia, empleamos frecuentemente la do-
rece generalmente quince minutos después sis de i/z y 3/4 de miligramo. Por estas
de la inyección. Pero a veces es muy razones, no hemos podido determinar el
rápida y se manifiesta al cabo de ocho o dato, por otra parte muy interesante, de
diez minutos, y, otras veces, por el con- si una reacción negativa con una dosis
trario, muy lenta, apareciendo algunas determinada podría llegar a ser positiva
veces cuando las otras manifestaciones aumentando la dosis. Nos inclinamos a
posadrenalínicas remiten, cuando se em- creer, a priori, que no debe ser así, pues
pezaba a considerar la prueba terminada, en ciertos sujetos predispuestos, las reac-
como nos ha ocurrido en algunas de ciones tienen lugar con dosis de medio
nuestras observaciones y en aquellas co- miligramo, e incluso mucho menores co-
municadas por otros autores (Torre Blan- mo lo indica Landete 9).
co). Esto depende probablemente de la
rapidez con la que la droga se absorbe.
Por esta razón, quizá, cuando la inyección Mecanismo de los fenómenos emotivos
es muy superficial y la absorción lenta, la posadrenalínicos
reacción local es intensa y los fenómenos
generales (incluyendo los emotivos) son El mecanismo de los fenómenos emo-
moderados; por el contrario, si la inyec- tivos posadrenalínicos parece indudable
ción es un poco más profunda, la absor- según los puntos de vista recientes sobre
ción es más rápida y como consecuencia la fisiología de la emoción. La adrenalina
la reacción local es menos marcada y los inyectada determina una excitación difusa
fenómenos generales (circulatorios, emo- del sistema nervioso vegetativo en su
tivos) más acentuados. A este respecto, parte simpática. Entonces, los fenómenos
sería interesante determinar con exactitud viscerales ocasionados por esta excitación
las diferencias de los diversos fenómenos simpática terapéutica son, en muchos ca-
posadrenalínicos, según la vía de adminis- sos, los mismos que sobrevienen durante
tración, intradérmica, subcutánea, intra- las emociones espontáneas, y el individuo,
muscular, intravenosa e, incluso, intrarec- al percibirlos, los concibe como una emo-
tal, explorada recientemente por Hos- ción, ya sea fríamente, sin que su ánimo
kins (zo), en la que la droga, al dirigirse participe en la conmoción afectiva (pri-
rápidamente al sistema de la vena cava, mer grado de la reacción), ya sea con
reproduciría con mayor. precisión la se- emoción auténtica y completa (segundo
crección espontánea de las glándulas su- grado de la reacción); estas consideracio-
prarrenales. nes precisan de algunas explicaciones.
La duración de los fenómenos emoti- La identidad de los fenómenos vegeta-
vos es siempre muy corta, no sobrepasa tivos posadrenalínicos que hemos descri-
generalmente los dos o tres minutos. to y de los fenómenos vegetativos de la
emoción es muy evidente. Basta con re-
pasar la descripción que hemos hecho al
Dosis principio de estos . fenómenos para ver
que son una repetición de perturbaciones
La dosis que hemos empleado para viscerales de la emoción, perturbaciones
provocar la reacción ha sido de 1/2, 3/4 que, como lo hemos demostrado, son
ó i miligramo de adrenalina en solución comunes a toda emoción, cualquiera que
de i por 1.000. Es evidente que se trata sea su orden (i 5). Esta identidad será aún
de una dosis arbitraria, pero no creemos más evidente si comparamos la enumera-
que sea prudente inyectar más de un ción de los «reflejos emotivos» que apa-
miligramo en el adulto, y esta dosis es rece en la descripción de los psicólogos
Estudios de Psicología n.. 21 - 1981
86 Estudios
CUADRO

Fenómenos viscerales
Reflejos emotivos según D. B. postadrenalinicos

Gritos, llantos, gemidos.


Suspiros. Suspiros.
Sollozos. Sollozos.
Polipnea.
Temblor. Temblor.
Escalofrío. Escalofrío.
Sobresaltos.
Náusea. Náusea.
Espasmos esofágicos y faríngeos. Espasmos viscerales.
Espasmos intestinal y vesical. Espasmo vesical.
Lágrimas. Lágrimas.
Salivación. Salivación.
Sudor. Sudor.
Poliuria. Poliuria.
Diarrea.
Enrojecimiento. Enrojecimiento.
Palidez. Palidez.
Palpitaciones. Palpitaciones.
Taquicardia.
Hipertensión.
Hiperglucemia.
Glucosuria.

—por ejemplo, en la Achille-Delmas y ciencia «en frío» de los fenómenos de la


Boll (a i)— con la enumeración de nues- emoción que sobrevienen en el primer
tros fenómenos postadrenalínicos. 1 grado de nuestra reacción, destruyen de-
La correspondencia es tan absoluta que mesfinitivamente los puntos de vista de Ja-
los elementos de nuestra serie que no dos—y porque, Lange —aunque sean muy fecun-
figuran en la de los psicólogos han sido psíquica seríacomo se sabe, la emoción
omitidos involuntariamente por ellos, ya una consecuencia de la
que son también auténticos fenómenos percepción por el cerebro de los fenóme-
emocionales. Tan perfecta es esta identi- nos vegetativos periféricos que caracteri-
dad que se comprende bien que cuando zan la conmoción afectiva. Tenemos en-
el sujeto se da cuenta del síndrome posta- tre nuestros inyectados muchos ejemplos
drenalínico, si es suficientemente intenso, de individuos que perciben dichos sínto-
la relaciona espontáneamente con el com- mas periféricos, que tienen plena concien-
plejo visceral de la emoción y habla de cia de ellos, que los describen con frases
ello, siempre conservando, sin embargo, de una exactitud admirable, como lo he-
como lo hemos visto, su propio equili- mos mostrado," que, sin embargo, no están
brio afectivo. emocionados.
Esta disociación entre el elemento vegetativo Pero es cierto que hay otro grupo de
y el elemento psíquico de la emoción, realkada individuos (segundo grado de la reacción)
experimentalmente por el mismo sujeto, tiene en los que la emoción psíquica . aparece
una importancia extrema en la cuestión como secundaria a la percepción de per-
del problema del mecanismo afectivo. No turbaciones periféricas. Estos casos darían
podemos entrar aquí en comentarios psi- la razón a la hipótesis de James y Lange,
cológicos, pero podemos, sin embargo, y serían la absoluta confirmación experi-
subrayar que esta percepción y esta con- mental de ella, si el grupo del primer
Estudios de Psicología ti.* 21 - 1987
Estudios
grado que es mucho más numeroso no ca ayuda tan poderosamente. Pero esta
existiera para quitarle su valor. En el conciencia de la emoción vegetativa es la
segundo grupo, en efecto, la emoción fase final de un circuito cuya primera
psíquica es secundaria a la emoción vege- parte se desarrolla del centro a la perife-
tativa o periférica, pero esto sucede me- ria. Podemos, en resumen, esquematizar
nos a menudo: sólo cuando la predispo- el proceso fisiológico de la emoción en
sición emotiva del sujeto es muy grande. estos términos: i . 0) elemento psíquico
Podemos, pues, considerar este mecanis- (sensación, idea, recuerdo) inicial; 2.0)
mo inverso o «centrípeto» como un me- producción de la emoción periférica o
canismo excepcional, y no habitual, como vegetativa; 3. 0) conciencia de esta emo-
lo suponen James y Lange. ción periférica por el cerebro; 4. 0) emo-
ción auténtica cuando esta conciencia de
El mecanismo habitual es el «centrífu- la emoción vegetativa se sobrepone al
go», aquél que parte de la emoción cen- elemento psíquico primitivo.
tral o psíquica y a la que se añade después
la emoción periférica o vegetativa. Si provocamos en primer lugar la emo-
Esta posibilidad de formar la emoción ción vegetativa, ya sea voluntariamente
periférica por la vía inversa o centrípeta, (actores, etc.), ya sea químicamente (adre-
gracias a la inyección de adrenalina, no nalina), el cerebro la percibe, pero no se
hace sino confirmar, por otra parte, los emociona (primer grado de nuestra reac-
hechos observados corrientemente, que ción), porque le falta el nexo con el
han inducido a suponerlo así, y que los elemento psíquico; pero si el sujeto es
partidarios de las teorías periféricas de la anormalmente emotivo, podemos provo-
emoción recogen para hacer de ellos ar- car la aparición de este elemento psíqui-
gumentos a su favor. Por ejemplo, he co, por ejemplo, con un recuerdo triste
aquí los que enumera Baudin (23): 1. 0) la (como hacemos con los inyectados o
simulación de la émoción vegetativa pue- como hacen algunos actores para provo-
de llegar a producir la emoción psíquica car su emoción), o bien sobreviene sólo
correspondiente, como les sucede a algu- por la acción centrípeta de la emoción
nos actores; 21 para dominar una emo- vegetativa, y la emoción es completa una
ción, se dominan sus efectos vegetativos, vez que se establece la unión.
como le sucede al que ha vencido su Los hechos que hemos enumerado dan
miedo cantando y andando con paso lugar a muchas otras consideraciones teó-
firme y la cabeza muy alta, y 3. 0) el ricas, pero creo que, al menos, el esque-
debilitamiento de la reacción periférica ma precedente puede ser aceptado como
debilita a su vez la emoción psíquica: la exacto. La aplicación de este método de
cólera se calma por la excitación motora, estudio en los laboratorios de psicología
la tristeza por las lágrimas y el retrai- experimental, como lo ha hecho ya Sierra,
miento. puede dar lugar a conclusiones fecundas.
Pero repetimos que se trata siempre en
estos casos de un mecanismo excepcional Significación biológica
opuesto al de la emoción normal. de la reacción emotiva
Es evidente que en la hipótesis de
James y Lange hay algo de cierto, y por Queremos aún añadir algunas palabras
eso (además del mérito de haber llevado sobre otra cuestión que afecta a nuestro
el problema de la emoción desde el cam- estudio: la significación fisiológica de la
po de la psicología pura al de la fisiolo- reacción emotiva. Renunciamos a discutir
gía) ha sido muy fecunda. En efecto, el en detalle este punto, que nos llevaría al
sujeto no tiene la conciencia de estar emociona- problema de la participación de las reac-
do, hasta que tenga la conciencia de la emoción ciones glandulares en los mecanismos de
vegetativa a cuyo aislamiento y puesta en la emoción normal e incluso al de la
evidencia nuestra reacción postadrenalíni- significación de la adrenalina en la fisio-
Estudios de Psicología n.. 21 - 1981
88 Estudios
logia y en la patología de los organismos producir síntomas periféricos afectivos
superiores, problema al que los estudios difusos y caracterizados?
de Gley y sus discípulos han dado actua-
lidad. No citaremos los otros argumentos
experimentales a favor de esta teoría,
Repetiremos, sin embargo, la opinión sostenida principalmente por Cannon (25)
que hemos expresado muchas veces en con una fuerza muy superior a la de sus
los últimos años, cuando hemos tomado adversarios. Pero subrayaremos que nin-
parte en las discusiones relativas a las guna otra droga empleada por los farmacólogos
controversias endocrinológicas, pues nos o los fisiólogos posee la virtud emocional de la
parece que se hace abstracción de la adrenalina. Es cierto que otras sustancias
filosofía biológica más elemental, cuando químicas son capaces de producir estados
se consideran como simples resultados afectivos diversos, como ocurre con el
farmacológicos los efectos específicos pro- cloral, el cloroformo, la quinina, el pe-
ducidos en el organismo por los diferen- róxido de hidrógeno, el alcohoi, etc.,
tes productos extraídos de las glándulas pero hay dos diferencias fundamentales
de secreción interna inyectadas por el en sus efectos comparados con los de la
experimentador o el clínico 2 . Si el extrac- adrenalina: 1. 0) como lo observa Sierra
to ovárico congestiona la matriz y favo- (18), estas otras drogas afectan sólo a la
rece la producción de flujo menstrual, esfera afectiva cuando son administradas
¿cómo puede no pensarse que este órga- en dosis tóxicas, incompatibles con el
no elabore fisiológicamente un producto equilibrio fisiológico del organismo;
regulador de la función catamenial? Si la 2. 0 ) en todos estos casos la emoción pro-
adrenalina encontrada en las cápsulas su- viene de una acción excitante primitiva
prarrenales actúa de una manera tan cons- de los centros nerviosos, es decir, de
tante y específica sobre la circulación, todas las funciones de éstos, tanto afecti-
¿por qué no pensar que dichas glándulas vas como puramente ideatorias, pero la
producen habitualmente la adrenalina des- excitación emotiva no es aislada.
tinada a contribuir con otros factores
muy conocidos al equilibrio del mecanis- Se admita o no la significación fisioló-
mo circulatorio? Y si esta misma adrena- gica de los fenómenos emotivos posadre-
lina inyectada en dosis, a veces muy nalínicos, hemos querido solamente pre-
pequeñas, desencadena el fenómeno vege- cisar en este trabajo las condiciones en las
tativo típico, completo de la emoción, que se presentan y realizar su importancia
¿por qué no pensar que una secreción para el estudio experimental de la vida
brusca de adrenalina, como la que reali- afectiva.
zamos con la inyección, contribuye a

Notas
1 Este caso acaba de ser estudiado por Bonilla y Blanco (17).
2 Ver los admirables trabajos de Tournade y sus colaboradores, recientemente resumidos en esta misma
revista (24).

Referencias
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Estudios de Psicología n. o 21 - r98y


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14. MARAÑÓN: La diabetes insípida. Madrid, 1920.
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Madrid. Abril 1921.
23. BAUDIN, E.: Pychologie. Segunda edición. París, 1921.
24. TOURNADE: «L'hyperadénalinémie par excitation du nerf splanchnique». Révue Franc. d'Endocrinologie,
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