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Análisis de áreas de actividad en sociedades cazadoras^recolectoras:

el caso del abrigo de Santa Marta

Guillermo A co sta *
Patricia P é re z **
Iran R iv e r a * * *
Josefa C o rtés*

A C O ST A , G.; PÉREZ, E; RIV ERA, I.; C O R T É S, J. Análisis de áreas de actividad


en sociedades cazadoras-recolectaras: el caso del abrigo de Santa M arta. Revista
do Museu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplem ento 1 1:3-13, 2011.

Resumo: A s análises realizadas mediante Sistemas de Informação Geográfica


(SIG), complementadas por estudos químicos dos pisos, análises da distribuição de
artefatos e a criação de fotoplanos, permitem a avaliação de áreas de atividade em
sociedades de caçadores-coletores. Esses estudos podem ser complementados com
análises de microresíduos e traços de uso mediante microscópios metalográficos e
microscópio eletrônico (MEB) com a finalidade de avaliar melhor a funcionalidade dos
artefatos associados a áreas específicas. O propósito dessas análises é uma perspectiva
multidisciplinar no estudo da vida cotidiana das sociedades pré-cerâmicas, e aqui são
apresentados os resultados do abrigo Santa Marta, Chiapas, México, como estudo de caso.

Palavras-chave: Arqueologia de caçadores-coletores - Á reas de atividade - Siste­


m as de Informação Geográfica.

Introducción: los estudios multidisciplinarios seguido la tendencia tradicional de “ refinar”


en el estudio de cazadores-recolectores cronologías, lo que resulta en una “historia cu l­
tural” , con escaso énfasis en m ostrar superficies
de ocupación y áreas de actividad de los con tex­
E
n los estudios sobre sociedades prece-
rám icas, aunque en la últim a década tos excavados. Por otro lado, las m etodologías
se ha notado un creciente interés sobre el tema em pleadas en el registro de m ateriales tam poco
del poblam iento tem prano en M éxico, este es parecen haber cam biado m ucho a pesar de los
un tem a que ha quedado prácticam ente aban ­ avances técnicos de la arqueología en las últim as
donado. Por un lado, los escasos estudios sobre tres décadas.
cazadores-recolectores desgraciadam ente han Es de destacar que los estudios sobre socieda­
des de cazadores recolectores siguen teniendo un
marcado énfasis en la tipología lítica, pero menor
(*) Área de Prehistoria y Evolución, Instituto de Investigacio­
interés en la importancia social de estos m ate­
nes Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de
México. < acostaochoa@ yahoo.com .mx > riales. Esta atención centrada más en el objeto
( * * ) Laboratorio de Tecnología de Cazadores, Escuela N acio­
y menos en el contexto, parece favorecer poco
nal de Antropología e Historia. < tzatzi_66@hotmail.com> al desarrollo o evaluación de modelos sociales,
( * * * ) Laboratorio de Palinología, Escuela Nacional de limitándose en muchas ocasiones al ubicar en
Antropología e Historia. < ldp_enah@ yahoo.com.mx> grandes cajones clasificatorios ya preestableci-

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Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 11: 3-13, 2011.

dos la secuencia de un sitio o región. A nte esto, nuestros estudios preliminares sugieren, con una
nuestra propuesta, de la cual aquí pretendemos mayor importancia en la recolección de vegetales
poner un ejemplo concreto, sugiere la posibili­ y caza de fauna moderna com o había sido sugerida
dad (y la necesidad) de integrar los estudios de para la región por los trabajos de Joaquín García-
materiales con sus contextos de actividad, tanto a -Bárcena hacía tres décadas atrás (García-Bárcena
nivel micro como a nivel macro, con la finalidad y Santam aría 1982).
de reconstruir las actividades cotidianas concretas De esta manera, entre 2005 y 2008 se
llevadas a cabo por las sociedades del pasado. efectuaron excavaciones en tres cuevas con evi­
dencia de ocupaciones precerámicas: Santa Marta,
La Encañada y Los Grifos (Fig. 1). Los Grifos
La Depresión Central de Chiapas como caso presenta materiales líticos similares a los hallados
ejemplar de estudio en otros sitios con puntas acanaladas en Centroa-
mérica como Los Tapiales, Guatemala, y el estudio
A ntes de exponer los detalles de nuestras preliminar sugiere una m arcada im portancia en la
propuestas metodológicas, debemos aclarar que las cacería de fauna moderna y extinta (en este caso
técnicas de análisis nunca podrán considerarse un fin caballo pleistocénico Equus sp.). Los fechamientos
en sí mismo. U n método en general, o una técnica disponibles ubican la ocupación asociada a puntas
en particular, son solo un medio por el cual se pue­ acanaladas a inicios del H olocen o, con fechas
den evaluar hipótesis u objetivos específicos de in­ entre 9,540 ± 150 y 8,800 ± 100 RCYBP (San ta­
vestigación, y por tal razón los análisis geográficos, maría 1981; A costa 2010).
química de pisos, análisis de residuos o cualquier En Santa Marta, en cambio, no se localizaron
otro procesamiento de los materiales recuperados puntas acanaladas en las ocupaciones iniciales,
están subordinados a los objetivos teóricos genera­ y la lítica está basada principalmente en artefac­
les de cada estudio particular (Bate 1998). tos sobre lasca con retoque marginal adem ás de
Es de esta manera que esta metodología deri­ piedras de molienda y materiales botánicos que
vó de la necesidad de evaluar el tipo de activida­ indican una probable horticultura incipiente desde
des desarrolladas por los primeros pobladores del fines del Pleistoceno. Las dataciones iniciales,
sureste de M éxico, una zona de gran complejidad por otro lado, son pleistocénicas con fechas entre
geológica y topografía accidentada, típica de un 1 0 ,4 6 0 ± 5 0 y 1 0 ,0 5 5 ± 9 0 en años de radiocarbono
karst tropical dominada por selva alta perennifolia (C apa X V II). Esta ocupación se prolonga hacia
y selva mediana caducifolia, aunque actualm ente inicios del H oloceno con fechas entre 9 ,9 5 0 ± 6 0
muy perturbada por acción humana. El objetivo y 9 ,8 0 0 ± 5 0 RCYBP (C apa X V I). Lo anterior
central de nuestras investigaciones ha sido, en los parece indicar que las ocupaciones iniciales de
últimos años, evaluar las características tecnológi­ San ta M arta anteceden en un milenio a las de
cas y de subsistencia de estos primeros pobladores Los Grifos, no obstante la tecnología de puntas
de finales del Pleistoceno, pues considerábam os la acanaladas solo aparece en este último.
posibilidad de que la región fuera colonizadas por En cuanto a la subsistencia, los análisis de
grupos distintos a los típicos cazadores de mega- huellas de uso y micro residuos de la lítica de San ­
fauna asociados a puntas acanaladas, tipo Clovis o ta M arta indican su empleo para fibras vegetales,
C ola de pescado. Vale la pena destacar que fue en principalmente maderas de bosque perennifolio
el área que ahora ocupa México donde los primeros o mesófilo. Estos datos son coincidentes con el
pobladores cam biaron de entornos tem plados estudio palinológico, que sugiere que el periodo
a tropicales, con la consiguiente necesidad de de transición hacia el H oloceno fue más fresco y
modificar sus estrategias sociales y económicas, húmedo en la región de estudio.
así com o la tecnología necesaria para explotar Los restos de fauna indican que la re co ­
eficientem ente estos entornos. lección de caracoles de agua dulce del género
Para ello era necesario no solo caracterizar Pachychilus fue una actividad im portante de
la tecnología lítica, sino también obtener datos subsistencia. Entre las presas de caza estaban
sobre el tipo de subsistencia de estos grupos y principalm ente anim ales de talla pequeña y
determ inar si la caza de fauna mayor fue tan m ediana com o venado (Odocoileus y M azam a),
im portante com o en los grupos “C lovis” o, como pécari (Dicotyles) conejo (Silvylagus), pero tam-

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Patricia Pérez
Iran Rivera
Josefa Cortés

M.±&. i . U U . V . U V 1 U I . VIV. r '

bién serpientes (Crotalus), iguanas (Iguana), y tro sedim entario polen de Zea (suponem os un
tortugas (Kinostemon). N o fueron localizados res­ teosinte alóctono), cacao (T heobrom a sp.),
tos de m egafauna, com o se ha sugerido para los adem ás de semillas de tom ate verde (Physalis
grupos Clovis, sino por el contrario, las especies sp.), nanche (Byrsonima crassifolia) e higo (Ficus
cazadas o recolectadas m uestran la diversidad de co o k i). El análisis de polen en asociación con
los ecosistem as tropicales, sin que se observe una la flotación de los m acrorestos botánicos indica
especialización en la misma. que, junto con especies de entornos alterados,
Los resultados paleoetnobotánicos de San ta se localizan especies de bosques diversos com o
M arta evidencian la presencia de m ateriales de bosque de niebla (A lnus), bosque tropical (T h e ­
m olienda con restos de m icrofósiles (granos de obrom a), y Bosque deciduo (Ficus, Byrsonim a);
alm idón) de Zea en niveles fechados en circa por lo que se podría interpretar una alteración
9 800 a.p. en S a n ta M arta, m ientras que desde de áreas específicas de los ecosistem as tropicales
los niveles del Pleistoceno (entre 1 0 ,4 6 0 ± 5 0 y para la conform ación de agrilocalidades donde se
1 0 ,0 5 0 ± 9 0 RCYBP) está presente en el regis­ pudieron propagar especies silvestres y sem ido-

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m esticadas (h orticu ltu ra). Este es un proceso que La implementación del SIG inicia con la
ya ha sido sugerido para otras áreas tropicales en evaluación de las condiciones originales del sitio
Colom bia (G necco y A ceitun o 2004) y Ecuador en estudio, incluidas las afectaciones por estudios
(Piperno, A ndrés y Stoth ert 2000), aunque S a n ­ previos (M acN eish y Peterson 1962; García-
ta M arta parece antecederles en casi un milenio. -Bárcena et a l 1976; García-Bárcena y Santam aría
1982). D ebido a la com plejidad sedimentaria de
L as áreas de actividad este tipo de contextos, es necesario docum entar
durante la excavación los rasgos topográficos
C on el fin de evaluar si los datos resultado del de cada unidad estratigráfica individual con el
análisis de áreas de actividad eran acordes con los empleo de fotoplanos y plantas cenitales además
datos antes expuestos, y podían apoyar la hipóte­ de registrar mediante el empleo de estación total
sis de que los habitantes de Santa M arta tenían cada material encontrado por los operadores en
un patrón de subsistencia generalista, donde un eje de coordenadas x-y-z.
los artefactos expeditivos sugerían una mayor Los fotoplanos son un instrum ento útil para
dependencia de especies vegetales, sugiriendo una la visualización de las evidencias arqueológicas.
horticultura incipiente, se empleó un sistema de Estos son producto de la integración de una o más
información geográfica (SIG) para la gestión de la fotos cenitales1 en un plano virtual generado por
información multidisciplinaria recabada. el relieve de excavación. Los fotoplanos sirven efi­
Los detalles de la propuesta de análisis y gesti­ cientem ente como plantas de excavación de fácil
ón de los datos de excavación mediante SIG se lectura y se em plean com o base para la creación
exponen en una tesis doctoral (A costa 2008), y de verdaderos m apas de excavación m ediante la
no abundaremos en detalles por falta de espacio. digitalización de los rasgos considerados como
En resumen, el empleo de los datos de excavación relevantes por el investigador.
mediante el SIG, nos permite la gestión de las Es sobre estos m apas iniciales sobre los que
unidades de información relevantes para deter­ se establecen asociaciones con cada artefacto
minar posibles áreas de actividad concreta. Por recuperado. Para ello es im portante el em pleo
cuestión de espacio no detallaremos las distintas de un teodolito electrónico o estación total.
actividades propuestas para los nueve niveles de En base a la estación total es posible tam bién
ocupación de fines del Pleistoceno (área 10,500- realizar el levantam iento topográfico de cada
9800 R C Y BP ), pero se expondrán algunos casos superficie de excavación y m antener un registro
ejemplares para determinar actividades concretas. tridim ensional de otros rasgos im portantes para
el investigador. En S a n ta M arta y Los Grifos, los
levantam ientos topográficos han llevado a cabo
La generación de un SIG de excavación una triple función. Primero, han perm itido regis­
trar el entorno circundante creando un m odelo
El trabajo orientado por la m etodología de tridim ensional del terreno; segundo, perm iten
análisis aquí propuesta, se articula en dos m o­ registrar las superficies de excavación proveyen­
m entos principales: a) el trabajo en cam po, que do datos espaciales de cad a unidad estratigráfica
incluye la excavación, el levantam iento y registro y tom ando puntos de control para la realización
con teodolito electrónico (estación total) y la ob ­ de los fotoplanos; y tercero, sirven de guía en el
tención de las fotos cenitales de cada superficie de control de los m ateriales recuperados, creando
ocupación; y b) el trabajo en laboratorio, el cual registros para la creación de una base de datos
incluye el análisis de los materiales, la elaboración con inform aciones detalladas principalm ente en
de fotoplanos, la creación de las bases de datos, cuanto al control tridim ensional de cad a objeto o
así com o el análisis y la interacción en el SIG de rasgo arqueológico relevante (Fig. 2).
los datos obtenidos. La potencialidad de un SIG
permite al investigador realizar posteriores análisis
espaciales y tem porales que tendrán com o con se­ (1) Como su nombre lo indica, "cenital” se refiere a
cuencia la generación de nueva información (y no que éstas fotografías fueron realizadas en un ángulo
solo la ordenación de la precedente), en este caso perpendicular a la superficie de las excavaciones,
orientada al estudio de áreas de actividad. equivalentes a la posición del cénit astronómico.

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La creación de bases de datos con informa' es el punto focal de las actividades dom ésticas
ción topográfica (geodatabase) permite interrogar en los grupos de cazadores recolectores y no solo
la plataform a desde el punto de vista tipológico, organiza las actividades productivas m ás inm e­
cuantitativo y cualitativo, por cada objeto singular diatas, sino también la socialización del conoci­
o su relación entre ellos; y permite por consiguien­ miento e incluso las actividades rituales. S i bien
te, análisis basados sobre vínculos relaciónales, los fotoplanos de excavación perm itieron definir
y reconstruir a posteriori las relaciones espaciales la posición clara de los fogones en la superficie
entre m uchos objetos, la cual servirá para inferir de ocupación, no siempre pudo ser tan claro,
posibles áreas de actividad. N o obstante, estas in­ pues ocasionalm ente las áreas de carbón y ceniza
terrogantes derivan de la posición teórica de cada cubrían casi la totalidad de la superficie, prin­
investigador, por lo que un S IG se convierte en un cipalm ente en los niveles superiores. En estos
medio para evaluar nuestras hipótesis iniciales.
casos, el análisis del pH del suelo nos permitió
definir las zonas de tránsito (pH m ás ácido) en
R e su ltad o s del S IG : actividades genéricas y contraste con el área de com bustión (pH m ás
foco s de actividad hu m an a alcalino), lo interesante es que, en estos casos,
Tanto la literatura arqueológica com o los datos coincidieron con la distribución de
etnográfica parece indicar que el hogar (fuego) m ateriales arqueológicos.

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O tro análisis quím ico, el de fosfatos es X V I se considera un buen ejem plo para ilustrar
im portante. El fósforo se acum ula en áreas que la ubicación de áreas de talla. A llí, los artefactos
han sido h abitadas por el hombre, y en form a de líticos se ubican en dos clusters de m ateriales;
fosfato es muy estable y perm anece por m ucho uno al centro de la retícula, alrededor de un
tiem po. Este elem ento quím ico se encuentra muy percutor que m uestra claram ente la dispersión
abundante en tejidos óseos, heces fecales, orina, del m aterial debitado; el otro en el límite sur del
desechos de carne y piel (Barba et al. 1991). cuadro N 1E 3, donde se localizó un núcleo junto
A quí lo hem os tom ado com o un indicador de a la concentración de lascas. C ercan os a estas
actividades hum anas de m anera genérica. De áreas se ubican m anchas de carbón y ceniza que
form a interesante, las áreas de concentración conform an al m enos dos hogares, uno de ellos
del m ism o parecen definir zonas discretas de claram ente delim itado cercano a la principal
actividad hum ana y coinciden con el m apa de área de tallado (Fig. 4) •
concentración de artefactos (Fig. 3). Para definir
actividades m ás específicas, sin em bargo, es A ctividades vinculadas a la caza y al p ro ce sa­
necesario im plem entar otros análisis. m iento de anim ales

M an u factu ra de artefactos líricos Si tom am os nuevam ente com o ejem plo el


nivel 1 de la C ap a XV I, observam os que, de m a­
La m anufactura de artefactos líricos es una nera coincidente con el m apa de la distribución
actividad esencial entre los cazadores-recolec­ de fosfatos, se observa una clara área de con cen ­
tores. La gestión de los m ateriales y rasgos de tración de residuos proteicos en dos cuadros al
excavación m ediante S IG nos perm ite observar sur de la retícula (Fig. 5), los cuales coinciden
mejor la relación entre instrum entos de trabajo claram ente con el m apa de concentración de
(percutores y núcleos) y las zonas de concentra­ artefactos. Esta asociación de restos líticos y
ción de desechos de talla. El nivel 7 de la C apa residuos proteicos la hem os interpretado com o

Fig. 3. Análisis de concentración de fosfatos (izquierda) y mapa de densidad de artefactos (derecha) de la Capa
XVI, nivel 1.
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resultado del procesam iento de presas de caza y caen directam ente debajo del área de m an u fac­
la con stan te n ecesidad de avivar los filos de los tura (“ área drop”) , m ientras que los restos m ás
artefactos destinados al descarne y desm em bra­ grandes son “lim piados” para no incom odar al
m iento de las presas, considerando que los m ate­ agente o sus actividades, y son trasladad os a
riales Uticos m ayorm ente son restos de débitage. una zona m ás alejad a (“ área toss”). A unque no
Por otra parte, los m ateriales óseos se descartam os que este com portam iento se haya
observan m ás dispersos a lo largo de toda el llevado a cabo en el abrigo, hem os considerado
área (Fig. 6 ). Esto es debido a que representan una explicación altern ativa, considerando que
prin cipalm ente residuos de alim en tación . En los instrum entos m an ufacturados en hueso no
otros n iveles, sin em bargo, se puede n otar una son abun dan tes en el sitio, y parecen restrin­
m ayor co n cen tració n de restos arqueozoológicos girse a algunos punzones de hueso sim plem ente
co n cen trad os alrededor de los fogones, com o se m an ufacturados por huesos largos fracturados
observa en el nivel 7 de la C ap a XV I. En este en espiral y con desgaste en uno de sus extrem os
sentido, algunos autores com o Lewis Binford, para m an ufacturar un “pu n ta” (Fig. 6, superior).
han sugerido que este patrón se debe prin cipal­ Por lo que las concentraciones de huesos corres­
m ente a que las esquirlas de hueso se com portan ponderían principalm ente a restos de alim entos
de la m ism a m an era que las lascas de la lítica cocinados en los fogones y consum idos en su
cu an d o se m an ufacturan artefactos por p ercu ­ alrededor. El análisis tafonóm ico de los restos
sión directa con ellos (Binford 1988). En este óseos indican que sufrieron una alteración tér­
proceso, las esquirlas de hueso m ás pequeñas m ica aguda en el proceso de cocinado, m ientras

Fig. 6. Mapa de distribución de restos óseos (izquierda), punzón de hueso con huellas de uso (arriba) y modelo
de restos de talla de hueso según Binford 1988 (abajo). Capa XVI, nivel 7.

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que su fragm entación intensa se debió p osible' actividades de caza y actividades de recolección.
m ente a la n ecesidad de obtener calorías extra En estas zonas de concentración de carbohi­
al recuperar la m édula, un recurso necesario si dratos tam bién se ubican m ateriales para el
se considera la baja disponibilidad de proteína procesam iento de vegetales com o es una piedra
por hectárea que se observa en las regiones de molienda (Fig. 7). Los análisis de huellas de
tropicales. uso de los artefactos líticos tam bién indican que
el procesam iento de vegetales fue una actividad
A ctivid ades vinculadas al procesam ien to de preponderante.
vegetales
Conclusiones preliminares
U n dato interesante del estudio de la dis­
tribución de los rasgos arqueológicos y análisis Com o se ha intentado exponer, la ventaja de
quím icos es la observación de áreas diferenciales em plear estudios multidisciplinarios y sistem as
de actividad. Por ejem plo, en el nivel 1 de la de información geográfica (SIG ) para el registro,
C ap a X V I y en contraste con la distribución ordenación de datos, y elaboración de m apas
de residuos proteicos concentrados al sur de la tem áticos (como la distribución de artefactos y
excavación, los restos de carbohidratos, resul­ rasgos en las superficies de ocupación) y su com-
tado posiblem ente del procesam iento de restos plem entación con el análisis quím ico de los pisos,
vegetales, se concentran en áreas contrarias permite tener una mejor idea sobre la historia de
indicando una separación espacial clara entre la form ación del contexto en las sociedades de

Fig. 7. Mapa de concentración de carbohidratos y distribución de artefactos líticos. Capa XVI, nivel 7.

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cazadores-recolectores. Es obvio que m uchas de nos que colonizaron los trópicos del sureste
las hipótesis aquí expuestas necesitarán de otros de M éxico no corresponden a los típicos ca­
apoyos a nivel em pírico y teórico. N o obstante, zadores de puntas acanaladas, sino a grupos
la anterior m etodología perm ite elaborar una recolectores con una marcada importancia
im agen m ás com peta de las actividades realizadas en los recursos vegetales y la caza o captura
por las sociedades en estudio más allá de la sim ­ de fauna mediana y pequeña.
ple descripción de secuencias cronológicas y sus Tales aspectos nos obligan a reconsiderar el
correspondientes “tipos diagn ósticos” , Podemos papel que los cazadores de las regiones tropicales
así, reconocer la real com plejidad interna de los de A m érica desem peñaron en el desarrollo de
sitios de cazadores-recolectores.
algunos de los cultivos americanos más impor­
C on base en lo anterior, podem os adelantar a tantes que proceden de plantas silvestres cuya
m anera de conclusión: fitogeografía es de tierras bajas tropicales como el
a) La necesidad de emplear un enfoque maíz, el cacao o la m andioca. Entonces, tendrían
multidisciplinario para el estudio de cu e­ que buscarse sus centros de dom esticación en
vas/cazadores-recolectores. las áreas tropicales de M éxico, Centroam érica o
b) Estos análisis deben estar orientados por Brasil (Piperno y Pearsall 1998). Vale recordar
expectativas de índole teórico. que algunas de las hipótesis sobre la dom estica­
c) El em pleo de sistem as de inform ación ción de plantas en el N eotrópico ya habían sido
geográfica perm ite evaluar la dimensión concebidas, inicialmente por el geógrafo Cari
espacial de las actividades hum anas en el Sauer (1952), y posteriormente por el antropólogo
contexto arqueológico (análisis de áreas D onald Lathrap (1970), quienes plantearon a
de actividad). los bosques tropicales como una de las regiones
d) Mediante esta metodología es posible de dom esticación y origen de la agricultura en el
aseverar que algunos de los grupos huma­ N uevo Mundo.

A C O ST A , G.; PÉREZ, R; RIV ER A , I.; C O R T É S, J. Activity area analysis in


hunter-gatherer societies: the case o f Santa M arta rockshelter. Revista do M u­
seu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplem ento 11: 3-13, 2011.

Abstract: The analysis through Geographic Information Systems (GIS), supple­


mented by chemical studies of living floors, analysis o f the distribution artifacts
and the creation of photoplanes allows the evaluation of activity areas in hunter-
gatherers societies These studies can be complemented with analysis of micro debris
and traces of use through metallographic microscopy and electron microscopy (SEM)
in order to a better evaluation about the functionality of the artifacts associated with
specific areas. The aim of this analysis is a multidisciplinary approach on the study
of the everyday life o f preceramic societies and here we present the results of Santa
M arta Rockshelter in Mexico as a case study.

Keywords: Archaeology o f hunter-gatherers - Activity areas - Geographic


Information Systems.

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Guillermo Acosta
Patricia Pérez
Iran Rivera
Josefa Cortés

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