GENESIS 3: 7 En ese momento, se les abrieron los ojos, y de
pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. 8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre[a] y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles. 9 Entonces el Señor Dios llamó al hombre: ¿Dónde estás? 10 El hombre contestó: Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo. 11 ¿Quién te dijo que estabas desnudo? le preguntó el Señor Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras? 12 El hombre contestó: La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí. 13 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer: ¿Qué has hecho? La serpiente me engañó contestó ella. Por eso comí. Siempre queremos ser mejores, y eso está muy bien, pero tenemos que tener muy claro en nuestra vida algo muy importante: los años de vida por sí mismos no cambian la vida de nadie. No esperemos que los años de vida nos van a transformar sin que nosotros hagamos nada de nuestra parte, entonces ¿Qué debemos hacer para poder cambiar nuestra vida? Veamos lo que nos enseña la palabra de Dios en los textos que hemos leído: PARA CAMBIAR MI VIDA TENGO QUE DEJAR DE OCULTAR MI PECADO (VS 7 En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. 8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre[a] y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles.) Adán y Eva pecaron y lo primero que hicieron fue tratar de tapar su error, tapar su pecado con hojas de higuera, pero tenemos que saber que nada está en oculto delante de los ojos de Dios. Si queremos cambiar nuestra vida en este año tenemos que dejar de tratar de ocultar nuestro pecado y confesarlo al Señor para poder recibir su perdón y ser restaurados (Salmo 32: 3 Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día. 4 Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Interludio 5 Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al Señor» ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció.) PARA CAMBIAR MI VIDA TENGO QUE ACERCAR MI VIDA A DIOS (GENESIS 3: 8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre[a] y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles.) Uno de los grandes errores que cometemos es alejarnos de Dios pensando que podremos resolver los problemas de nuestra vida por nosotros mismos. La palabra de Dios es clara: Separados del Señor nada podremos hacer (Juan 15: 5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.) PARA CAMBIAR MI VIDA NECESITO RECONOCER MIS ERRORES Y DEJAR DE CULPAR A LOS DEMAS (GENESIS 3: 11 ¿Quién te dijo que estabas desnudo? le preguntó el Señor Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras? 12 El hombre contestó: La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí. 13 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer: ¿Qué has hecho? La serpiente me engañó contestó ella. Por eso comí.) FRASE: Lo malo no es equivocarse, lo malo es no tener la humildad de reconocerlo y la sabiduría para corregirlo. No podremos cambiar nuestra vida si siempre tenemos la actitud de buscar culpables y nunca reconocemos que nos equivocamos, que tomamos una mala decisión, que hicimos lo incorrecto.