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“Universidad Seminario Evangélico de Lima”

Escatología
Escatología de la denominación y mi propia escatología.

Alumno:
Jesús Flores Quispe

Profesor:
Prof. Luis Cornejo

Curso:
Escatología

Ministerio Pastoral
2019 – I
ESCATOLOGÍA

IGLESIA ALIANZA CRISTIANA Y MISIONERA DE LA ALBORADA

Reseña Histórica

Sr. Alberto Benjamín Simpson (1848 – 19119) fue el que dio origen a esta denominación, luego
de renunciar al pastorado de su Iglesia presbiteriana en los Estado Unidos para dedicarse a la
evangelización de las zonas pobres, nace así la primera iglesia en New York.

En 1897 se formó la “Alianza Misionera Evangélica”, más tarde se adoptó el nombre de Iglesia
Alianza Cristiana.

En el Perú la obra se inició en 1925, en el departamento de Huánuco expandiéndose en algunos


puntos de la Selva y posteriormente a Lince en 1958, con una cantidad de 25 miembros.

La IACYM de la Alborada es creada el 26 de julio del 2011 por el pastor misionero Pedro Ortiz
Tocre, junto a su esposa Ana Chapoñán de Ortiz. A la actualidad es el pastor vigente y titular
de la iglesia, con una membresía alrededor de 180 miembros.

Escatología de la IACYM de la Alborada

Dentro de sus estatutos y reglamentos, la IACYM del Perú, en el título IV de la Confesión de


fe dice:

Art.- 9

f. El destino eterno del hombre:

“Que el destino del impenitente e incrédulo es una existencia en tormento eterno”.

g. El destino eterno del creyente:

“Que el destino del creyentes una existencia en espíritu, alma y cuerpo glorificado, de eterno
gozo y bienaventuranza en la presencia de Dios”.

k. La segunda venida de Cristo:


“Que Cristo volverá corporalmente por segunda vez a esta tierra, para establecer su reino. Su
venida es inminente y creemos que será premilenial”.

La posición de la denominación es premilenialista - dispensacionalista, debido a que el pastor


hace mucha diferencia entre Israel étnico y la iglesia. Además de esto ve a Israel como el reloj
del mundo el cual marca las señales para la segunda venida de Cristo. Punto con el que estoy
en desacuerdo, debido a que considero que ahora la Iglesia es el Israel espiritual y que Cristo
es el reloj del mundo.

Mi posición escatológica

Para definir mi posición escatológica tocaré los cuatro puntos en los que Grudem (1999) lo
clasifica la doctrina del futuro, que es: El regreso de Cristo, milenio, juicio final, nuevos cielos
y nueva tierra.

El Regreso de Cristo

La IACYM respecto al regreso de Cristo, confiesa que será inminente, es decir, puede ocurrir en
cualquier momento, puesto que no hay eventos predichos que deban preceder al momento en que ella
ocurra. La opinión dominante es que en este tiempo Cristo no descenderá a la tierra, sino permanecerá
en las alturas de aire. Aquellos que mueren en el Señor serán resucitados de entre los muertos, los santos
que vivan serán transfigurados, y juntos, serán arrebatados para encontrar al Señor en el aire. De aquí
que a este regreso se le llame también “la venida por sus santos”, 1 Tes. 4:15, 16. Esta será seguida de
intervalo de siete años, durante los cuales el mundo será evangelizado, Mat. 24:14, Israel convertido;
Rom. 11:26, 1a gran tribulación ocurrirá, Mat. 24:21, 22, y el anticristo o el hombre de pecado será
revelado, II Tes. 2:8-10. Después de estos acontecimientos hay otra venida del Señor con sus santos, 1
Tes. 3:13, venida a la cual se llama “la revelación” o “el día del Señor”, y en éste bajará hasta la tierra.

Según mi postura, esta venida no puede considerarse inminente, debido a que tiene que ser precedida
por varios eventos predichos.

Hoekema, A. (1995), sobre el regreso de Cristo, dice:

Se debe pensar en la Segunda Venida de Cristo como un único acontecimiento que


ocurre después de la gran tribulación. Cuando Cristo regresa, habrá una resurrección
general, tanto de los creyentes como de los incrédulos. Después de la resurrección, los
creyentes que están todavía vivos serán transformados y glorificados (1 Co. 15:51-52).
El "arrebato" de todos los creyentes tomará lugar entonces. Los creyentes que han sido
resucitados, junto con los creyentes vivos que han sido transformados, serán entonces
arrebatados en las nubes para encontrarse con el Señor en el aire (1 Ts. 4:16-17). (p.
141)

Aquí quiero resaltar lo que Hoekema menciona, que será único, ya que los premilenialistas-
dispensacionales según su interpretación se habla de una doble venida de Cristo, con un
intervalo de siete años entre las etapas. La primera fase de la Segunda Venida es llamada el
arrebato (o también "arrebato pretribulacionista"), en tanto que la segunda fase, en la cual Cristo
establecerá su reino milenario, es llamado su regreso.

Según mi posición escatológica, tal evento será único, es decir un solo evento para su segunda
venida, pero dicha venida será visible (Ap. 1:7, Tito 2:13, Ro. 8:22 - 26), personal (Hch. 1:11,
Flp. 3:20, Hch. 3:19 – 21, Col. 3:4), gloriosa (2 Ts. 1:10, Mt. 24:30) y repentina (1 Ts. 5:1, 2;
Mt. 24:42).

El Milenio

Como se mencionó anteriormente la IACYM de la Alborada, en este punto tienen la postura


premilenial – dispensacional. Es decir, que el tema del milenio que se menciona en Apocalipsis
20, es literal, donde Cristo reinará junto con su Iglesia por un periodo de mil años.

Berkhof (s.f.), como objeción a esta posición premilenarista – dipensacional dice:

Es imposible entender cómo una parte de la vieja tierra y de la humanidad pecadora


pueden existir al lado de la otra parte de la tierra que ya se considera nueva y de una
humanidad que está glorificada. ¿Cómo pueden los santos perfectos, con cuerpos
glorificados tener comunión con pecadores en la carne ¿Cómo pueden los santos
glorificados vivir en esta atmósfera cargada de pecado y en medio de escenas de
muerte y decadencia? ¿Cómo puede el Señor de gloria, el Cristo glorificado establecer
su trono sobre la tierra en tanto que ésta no haya sido renovada? El capítulo 21 del
Apocalipsis nos informa que Dios y la iglesia de los redimidos harán su morada sobre
la tierra después de que el cielo y la tierra hayan sido renovados. ¿Cómo pues, puede
sostenerse que Cristo y los santos moren mil años en ella antes de esta renovación?
¿Cómo podrán los pecadores y los santos en la carne permanecer en la presencia del
Cristo glorificado, viendo que el mismo Pablo y Juan estuvieron completamente
abrumados por la visión de El, Hech. 26:12-14; Apoc. 1:17. Beet dice con verdad: “No
podemos concebir que estén mezclados junto en el mismo planeta algunos que todavía
tienen que morir y otros que ya pasaron por la muerte y no volverán a morir. Tal
confusión de la presente edad con la edad que viene es impropia en el Último grado”.
Y Brown expresa su sorpresa: “¡Qué estado de cosas tan revuelto es este! ¡Qué
aborrecible mezcla de cosas por completo inconsistentes una con la otra!” (pp. 58, 59)

En cuanto a mi postura sobre el milenio, considero que el milenio mencionado en Apocalipsis


es algo simbólico, y que lo estamos viviendo en la presente era. Para definirlo más
precisamente, quiero citar a Hoekema, A. (1995) que lo define de la siguiente manera:

El término amilenialismo no es muy feliz. Sugiere que los amilenialistas o no creen en


el milenio o que simplemente no toman en cuenta los primeros seis versículos de
Apocalipsis 20, que hablan de un reino de mil años. Ninguna de estas dos afirmaciones
es correcta. Si bien es cierto que los amilenialistas no creen que el regreso de Cristo
será seguido por un período literal de mil años de reinado terrenal, el término
amilenialismo no es una ajustada descripción de su punto de vista. Jay E. Adams, en
su libro The Time is at Hand ha sugerido que el término amilenialismo sea
reemplazado por la expresión milenialismo realizado. Este último término por cierto
describe la posición "amilenialista" más acertadamente que el término usual, dado que
los "amilenialistas" creen que el milenio de Apocalipsis 20 no es exclusivamente
futuro, sino que está en proceso de realización. La expresión milenialismo realizado,
sin embargo, es más bien incómoda, reemplazando un simple prefijo con una palabra
de cinco sílabas. Por eso, a pesar de las desventajas y limitaciones del término,
continuaré usando la denominación más breve y común, amilenialismo
Los amilenialistas entienden que el milenio mencionado en Apocalipsis 20:4-6
describe el presente reinado de las almas de los creyentes fallecidos que están con
Cristo en el cielo. Ellos entienden que el encadenamiento de Satanás que se menciona
en los primeros tres versículos de este capítulo están en efecto durante todo el período
en de la primera y segunda venida de Cristo, aunque terminará poco tiempo antes del
regreso de Cristo. Enseñan, pues, que Cristo regresará después de este reinado celestial
de mil años.
Los amilenialistas sostienen, además, que el reino de Dios está presente ahora mismo
en el mundo, ya que el Cristo victorioso gobierna a su pueblo por su Palabra y su
Espíritu, aun cuando dicho pueblo anticipa todavía un reino futuro, glorioso y perfecto
sobre la nueva tierra en la vida por venir. A pesar de que Cristo ha logrado una victoria
decisiva sobre el pecado y el mal, el reino del mal continuará existiendo junto al reino
de Dios hasta el fin del mundo. Aunque ya disfrutamos de muchas bendiciones
escatológicas en este tiempo presente (escatología inaugurada), anticipamos una serie
culminante de acontecimientos futuros asociados con la Segunda Venida de Cristo que
introducirán el estado final (escatología futura). Los así llamados "signos de los
tiempos" han estado presentes en el mundo desde el tiempo de la primera venida de
Cristo, pero llegarán a una manifestación más intensificada y final justamente antes de
su Segunda Venida. Por lo tanto, el amilenialista espera que se complete la tarea de
llevar el evangelio a todas las naciones y la conversión de la plenitud de Israel antes
del regreso de Cristo. Espera asimismo una forma intensificada de tribulación y
apostasía, como también la aparición de un anticristo personal antes de la Segunda
Venida. (pp. 143, 144)

El amilenarismo entiende que la segunda venida de Jesucristo será precedida por ciertos eventos
como la predicación del evangelio a todas las naciones, la conversión de la plenitud de Israel,
la gran apostasía, la gran tribulación y la venida del Anticristo. Entonces, volverá Cristo en un
solo evento, los muertos en Cristo resucitarán con cuerpos de gloria y los que estén vivos serán
transformados en un momento (l Ts 4.13). Luego vendrá el juicio final, que determinará el
destino eterno de las personas, para dar lugar, entonces, a la consumación del Reino de Dios:
cielo nuevo y tierra nueva.

El juicio final

Según Berkhof (s.f.) dice que:


Los premilenialistas hablan de tres futuros y diferentes juicios. Distinguen: (a) Un
juicio de los santos resucitados y de los vivientes en la parusía o la segunda venida del
Señor, los cuales seguirán para vindicar públicamente a los santos, recompensando a
cada uno según sus obras y señalándoles sus respectivos lugares el) el futuro reino
milenial. (b) Un Juicio en la revelación de Cristo (el día del Señor) inmediatamente
después de la gran tribulación, en la cual, según el concepto dominante, las naciones
gentiles serán juzgadas como naciones} de acuerdo con la actitud que hayan asumido
para con el resto evangelizante de Israel (los hermanos pequeñitos del Señor). La
entrada de estas naciones en el reino depende de los resultados del juicio. Este es el
juicio que se menciona en Mat. 25:31-46. Está separado del primer juicio por un
período de siete años. (c) Un juicio de los muertos impíos delante del gran trono
blanco, descrito en Apoc. 20:11-15. Los muertos son juzgados de acuerdo con sus
obras, y esto determina el grado de castigo que recibirán. Este juicio será mil años
después del anterior. (p. 73)

Según mi postura, considero que de un solo evento. Debe notarse, sin embargo, que la Biblia
siempre habla del juicio venidero como de un solo evento. Nos enseña a mirar hacia adelante,
no a los días del juicio, sino al día del juicio, Juan 5:28, 29; Hech. 17:31; II Ped. 3:7, llamado
también “aquel día”, Mat. 7: 22; II Tim. 4:8, y “el día de la ira y de la revelación del justo juicio
de Dios”, Rom. 2:5.

Respecto a este punto hay quienes consideran que el juicio final no sea necesario, puesto que el
destino de cada persona ya ha sido determinado en el momento de su muerte. Si una persona,
al morir, es uno de los que están en Cristo, será salva e inmediatamente después de su muerte
estará con el Señor. Sin embargo, si una persona muere en incredulidad, se perderá e irá
inmediatamente al lugar del tormento. Pero, si esto es así, ¿por qué es necesario entonces el
juicio final? Tal juicio sería necesario para aquellos que estuviesen todavía vivos al regresar
Cristo, pero no para aquellos que hubiesen muerto antes de ese momento.

Dicha objeción, sin embargo, se basa en la presuposición de que el propósito del juicio final es
el de determinar el destino futuro de la persona. Pero esta presuposición no es correcta. Para
cuando llegue el juicio final, el destino final de todos los que han vivido o todavía viven sobre
la tierra ya habrá sido determinado. Dios no necesita llevar a cabo un examen de la vida de las
personas para determinar quién será salvo y quién no. Leemos en Efesios 1:4 que el destino de
los salvos no sólo es ya conocido por Dios de antemano sino que ya ha sido predeterminado
desde la eternidad: "Según nos escogió en él [Cristo] antes de la fundación del mundo". Juan
10:27-28 nos enseña que Cristo conoce a sus ovejas y les ha dado vida eterna, de manera que
nadie pueda arrebatarlas de su mano.

Cielos nuevos y tierra nueva

El estado final de los creyentes será precedido por el paso del mundo actual y la aparición de
una nueva creación. Mat. 19:28 habla de “la regeneración”, y Hech. 3:21, de “la restauración
de todas las cosas”.

En Heb. 12:27 leemos: “Y esta frase: aun una vez, indica, la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles (el reino de Dios)”. Dice Pedro: “Pero
según sus promesas esperamos cielos nuevos y tierra nueva, donde mora la justicia”, 2 Ped.
3:13, comparando con el versículo 12; y Juan vio esta creación nueva en una visión, Apoc. 21:1.
Sólo después de que la nueva creación haya sido establecida, será que la nueva Jerusalén
descenderá del cielo de Dios, que el tabernáculo de Dios acampará entre los hombres, y que los
justos entrarán a su gozo eterno.

En este punto la IACYM enseñan sobre este punto como algo espiritual y consideran que será
del todo una nueva creación.

Mientras que mi postura es considerar que será una renovación de la presente Sal. 102: 26, 27
Heb. 1: 10-12; y Heb. 12:26-28.
Conclusiones

 Es importante que las iglesias enseñen su postura escatológica.


 Es importante definir personalmente una posición escatológica ya que tendrá mucho
que ver con la interpretación de la Palabra de Dios.
 Si se tiene definido una posición, ser tolerantes con los hermanos que no tienen la
misma posición escatológica.
 No discriminar o menospreciar el aporte que brindan hermanos con diferente posición
escatológica.
 Debemos buscar la unidad de la Iglesia dentro de la variedad.

Bibliografía

Estatutos y reglamentos de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera del Perú.

Hoekema, A. (1995), La Biblia y el futuro, Libros Desafío, Michigan

Berkhof, L. (s.f), Sexta parte: la doctrina de las últimas cosas.

Grudem, W. (2005), Doctrina Biblica, Editorial Vida, Maimi

Biblia Reina Valera 1960

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