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Generalidades.-
1.- INTRODUCCIÓN
La Estratigrafía pretende conocer los fenómenos acaecidos en la superficie de la Tierra en
cada momento y lugar a partir de la observación e interpretación de las rocas
estratificadas. Es decir, la Estratigrafía no sólo trata de la sucesión y relaciones cronológicas
originales de los estratos, sino también de su forma, distribución, composición litológica,
contenido fósil, propiedades geoquímicas y geofísicas.
ESTRATIGRAFÍA.
En resumen, estudia todas las características, propiedades y atributos de las rocas “como
estratos”, de la interpretación de su ambiente de formación o modo de origen y de su
historia geológica.
Es fútil tratar de estudiar la estructura de las formaciones sedimentarias plegadas y
falladas, sin poseer un conocimiento de Estratigrafía, esa fase de la geología que trata de
la secuencia en la cual las formaciones han sido depositadas. La sedimentación, que trata
de la deposición de las rocas estratificadas, puede ofrecer muchas evidencias sobre los
acontecimientos tectónicos en áreas a adyacentes a las cuencas en las cuales se acumula
las rocas sedimentarias
SEDIMENTOLOGÍA
Estudio de los sedimentos y su formación. Sedimentos son los depósitos que se forman a la
superficie de la tierra y en el fondo del mar. La formación de sedimentos en grandes partes
depende de acciones físicas y químicas presentes en la transición roca -atmósfera y roca -
agua. Los procesos sedimentológicos ocurren sin la acción de altas presiones y
temperaturas. La sedimentología empieza con el desgaste de una roca sólida, su transporte
y termina con su deposición y diagénesis como roca nueva sedimentaria.
ESTRATO y LÁMINA
El término estrato fue introducido en la geología por Steno en el siglo XVII como la capa de
sedimentos limitada por su Superficie Horizontal con continuidad lateral y que equivale a
una unidad de tiempo de depósito. (Esto sirvió para definir el principio de horizontalidad
original y continuidad lateral de los estratos). Naturalmente, el concepto de estrato ha sido
definido posteriormente repetidas veces, tanto desde el punto de vista geométrico como
genético, pero sin llegar a mejorarlo apreciablemente.
Una definición que combina ambos puntos de vista sería: “Un estrato es un nivel
(generalmente tabular) de roca o sedimento, con litología homogénea o gradacional,
que se depositó durante un intervalo de tiempo definido”.
Ciencia geológica que tiene dos enfoques diferentes y complementarios: el científico, cuyo
objetivo es la ordenación temporal e interpretación genética de los materiales y el
aplicado, cuya finalidad es localizar recursos naturales explotables y más recientemente,
contribuir a la planificación de la conservación del medio ambiente. (Vera, 1994)
1. Por una parte, la tendencia “clásica” (escuela francesa, europea) que sigue la línea
de GIGNOUX (Géologie Stratigraphique, 1960) al dar un enfoque eminentemente
histórico y agrupar en una sola disciplina la Estratigrafía, la Paleogeografía y la
Geología Histórica.
Luego de este proceso se identifican los principios para finalmente poder conocer los
siguientes objetivos:
Fig. 3 Objetivos de la estratigrafía
El Escocés James Hutton a finales del siglo XVII publicó su Theory of the Earth “Teoría de la
Tierra”, en su trabajo estableció algunos de los principios estratigráficos. Hutton citó con
sumo cuidado observaciones de campo y sus experimentos de laboratorio, de tal manera
que estos le ayudaron a poder proponer y sustentar algunos de estos principios.
• Principio de la superposición.
Fig. a): Muestra que cuando se inicia el depósito, la estratificación es paralela a la superficie
o fondo y al proseguir el depósito, las irregularidades tendrán a emparejarse
y la estratificación tiende a aproximarse a la horizontal
PRINCIPIO DE LA SUPERPOSICIÓN
Establece que en una sucesión de estratos los más bajos (inferiores) son los más antiguos y
los más altos (superiores) los más modernos. Se aplica a los materiales estratificados en
los que la deformación tectónica posterior a su depósito no implique la inversión de
estratos (Fig. c)
Fig. c): Muestra como los estratos superiores son más recientes
que los estratos inferiores.
PRINCIPIO DEL UNIFORMISMO O ACTUALISMO
Dice que los procesos que han tenido lugar a lo largo de la historia de la Tierra han sido
uniformes (uniformismo) y semejantes a los actuales (actualismo). Aunque se deben hacer
algunas consideraciones al aplicar dicho principio, ya que los procesos no son totalmente
uniformes, sino que han cambiado en el ritmo e intensidad, y además hay factores no
repetibles como la evolución de los organismos lo que ha ocasionado que estos hayan ido
cambiando, de manera lineal y no cíclica.
Fig. c): Muestra las relaciones de intersección de la falla y el dique respecto a los cuerpos de roca.
Se interpreta que la falla es más joven que el paquete de rocas “e”,
el dique es aún más joven que el paquete de rocas “e”, “b” y la falla.
TEMA 2.- PROCESOS GEOLÓGICOS DE DEFORMACIÓN
Los procesos geológicos pueden dividirse en los que se originan en el interior de la Tierra
(procesos endógenos) y los que lo hacen en su parte externa (procesos exógenos).
Los procesos endógenos son los originadores del relieve y los exógenos sus modeladores.
Ambos tipos de procesos son complementarios y están íntimamente relacionados entre sí
(ver FIGURA 1).
La epirogénesis afecta a partes grandes de los continentes y de los océanos, sobre todo
por movimientos verticales, y produce mesetas y cuencas. Los desplazamientos corticales
lentos y graduales actúan en particular sobre los cratones, regiones estables de la corteza.
Las fracturas y desplazamientos de rocas, que pueden medir desde unos pocos
centímetros hasta muchos kilómetros, se llaman fallas. Los géiseres y los manantiales
calientes se encuentran, como los volcanes, en áreas tectónicas inestables.
2.1.2.-Cratones
Los cratones se encuentran en las zonas centrales de los continentes. Están formados por
rocas que se consolidaron en el arcaico, sobre todo, gneis, granito de anatexia (anatexia es
la fusión diferencial de rocas bajo condiciones de ultrametamorfismo) y esquistos. Son
regiones muy estables. Los movimientos que se producen son epirogénicos y el flujo
térmico es muy reducido. El calor que desprenden las rocas es muy escaso porque ya se ha
producido la desintegración de los elementos radiactivos que contenían hace 2.000 o
3.000 millones de años. Las rocas metamórficas y los granitos pueden estar cubiertos de
sedimentos. Los cratones están rodeados de regiones formadas por rocas más jóvenes,
resultado de procesos orogénicos.
2.1.3.- Fallas
2.1.4.-Volcanes
Un volcán es una fisura en la corteza terrestre sobre la que se acumula un cono de materia
volcánica. Los volcanes se producen por la efusión de lava desde las profundidades de la
Tierra. La mayoría de los volcanes son estructuras compuestas, formadas en parte por
corrientes de lava y materia fragmentada.
Muchos volcanes nacen bajo el agua, en el fondo marino. El Etna y el Vesubio empezaron
siendo volcanes submarinos, como los conos amplios de las islas Hawai y de otras muchas
islas volcánicas del océano Pacífico.
2.1.5.-Los terremotos
Los terremotos o sismos son sacudidas bruscas y breves de la corteza terrestre. Estos
fenómenos se producen sobre todo en los bordes de las placas litosféricas, alcanzando
mucha más violencia en las zonas de subducción donde las fricciones son muy intensas al
tratarse de la introducción forzada de una placa litosférica bajo otra. Otros terremotos se
producen en el interior de las placas litosféricas como es el caso de un continente
sometido a una fuerte tensión debido a la formación de un orógeno en el borde de la
placa de la que forma parte. También pueden provocarse por erupciones volcánicas o por
la formación de fallas.
2.1.5.1.-Placas Tectónicas:
La ciencia que estudia la disposición relativa de los materiales en la corteza terrestre, así
como los mecanismos que la han originado, es la Tectónica. Una mejor comprensión de la
actividad sísmica ha sido posible con el descubrimiento de que los grandes terremotos se
producen por el movimiento de las placas tectónicas de la Tierra. Además, casi todo lo que
podemos suponer sobre el manto y el núcleo terrestre se ha deducido por el análisis del
paso de ondas sísmicas por el centro de la Tierra. Los logros más importantes en la
investigación de esta zona han sido posibles gracias al uso de una técnica sonar
desarrollada originalmente en sismología para encontrar petróleo y gas, llamada perfilado
sísmico por reflexión.
La tierra está sometida a una serie de procesos que tienden a allanar relieves, a destruír
rocas creando cosas nuevas, etc. Todos estos agentes actúan gracias a dos tipos
fundamentales de energía: La del Sol y la atracción de la gravedad. Los ríos, las aguas
subterráneas, los glaciares, el viento y los movimientos de las masas de agua (mareas, olas
y corrientes) son agentes geomorfológicos primarios. Puesto que se originan en el exterior
de la corteza, estos procesos se llaman exógenos. Los agentes geológicos externos
intervienen en cuatro tipos de procesos:
2.2.2.- Erosión: desgaste y rotura de las rocas superficiales por la acción de los agentes
geológicos externos. El viento y el agua, en todas sus formas, erosionan la morfología del
paisaje.
El viento erosiona mediante el impacto de los granos de arena que lleva en suspensión. Las
partículas suspendidas en el viento, al ser lanzadas una y otra vez sobre las rocas van
gastando su superficie a la vez que ellas se desgastan. Cuando la roca afectada posee
minerales de diferente resistencia se pueden producir superficies alveoladas, escalonadas
o con túneles.
Las aguas salvajes son aquellas que no tienen curso fijo; se originan con el agua de lluvia o
cuando se produce el deshielo y el agua comienza a correr sobre el terreno, formando
pequeños hilos. Los materiales poco consolidados son atacados por las aguas salvajes que
van arrancando pequeñas partículas y tallando surcos que se agrandan hasta producir
barrancos. En ocasiones, el terreno empapado por una fuerte lluvia se desliza en forma de
avalanchas de tierra o desprendimientos de piedras que pueden ocasionar grandes
catástrofes. Al descender por las laderas, las aguas salvajes se van encauzando hasta
incorporarse a un cauce determinado. Los torrentes son cauces temporales que discurren
por grandes pendientes; suelen depositar los aluviones cuando alcanzan la llanura. Varios
depósitos se pueden unir lateralmente formando acúmulos de piedemonte.
2.5.- Acción Fluvial
Los ríos son cauces permanentes de agua. La erosión fluvial provoca el ahondamiento,
ensanchamiento y alargamiento del valle. El ahondamiento consiste en la profundización
del río en su valle. Si está formado por rocas duras aparece un valle muy estrecho. El
ensanchamiento del valle se produce mediante los meandros: Cuando en un río existen
curvaturas iniciales, éstas tienden a acentuarse ya que el agua se lanza contra la orilla
cóncava que va siendo excavada. En la orilla convexa se depositan los materiales.
Las aguas subterráneas son las que circulan por el subsuelo. Pueden ser de dos clases:
Freáticas, que producen la infiltración en el terreno del agua de lluvia, y, en menor
proporción las aguas Juveniles, formadas por el enfriamiento de un magma en el interior
de la corteza. La infiltración depende de diversos factores: Topografía, cubierta vegetal, y
sobre todo, el tipo de roca. La acción geológica de las aguas subterráneas se debe a su
poder disolvente. Uno de sus principales efectos es la alteración de las rocas por las que
discurren mediante procesos de meteorización química.
El enorme peso de los glaciares provoca una erosión muy intensa. En su movimiento, el
glaciar arranca fragmentos de roca que quedan englobados en su masa y contribuyen a
erosionar el lecho. En las zonas que han estado sometidas a la acción glaciar, las rocas se
conocen como “rocas aborregadas” por recordar a lo lejos un rebaño de borregos. Otra
forma de erosión originada por el glaciar es el “circo”, depresión de paredes muy verticales
y de forma semicircular. Los materiales arrastrados y depositados por el glaciar reciben el
nombre genérico de “morrenas”. La fuerza de un glaciar es tan grande que tritura los
materiales convirtiéndolos en un polvo muy fino llamado “harina de roca” que se deposita
en el frente del glaciar. Cuando la masa del glaciar desciende a latitudes más cálidas se
produce la fusión del hielo, formándose ríos.
Términos utilizados desde hace más de dos siglos como Primario, Secundario, Terciario y
Cuaternario y otros introducidos en la nomenclatura geológica hace más de un siglo (como
Carbonífero, Devónico, Jurásico, etc.) son expresiones de la edad relativa. A la rama de la
Estratigrafía que tiene como finalidad la ordenación relativa de los materiales del registro
estratigráfico es la Cronoestratigrafía. La introducción de medidas numéricas en años y sus
múltiplos (edades absolutas) en el registro estratigráfico es el objetivo de la
Geocronometría, que es una ciencia iniciada en los primeros decenios del siglo XX cuando
se aplican las técnicas radiométricas de medida de edad absoluta de las rocas.
Una sección estratigráfica local es justamente una representación gráfica de los materiales
que afloran en una región, colocados en el mismo orden en el que tuvo lugar su depósito
La ordenación temporal se hace según tiempo relativo, ya que en ningún caso se tiene
cifras numéricas de la valoración del tiempo.
Tomando como base la sucesión de especies del registro estratigráfico se puede establecer
una división del tiempo geológico, en tiempos relativos, de aplicación en toda la Tierra
para materiales desde el Cámbrico hasta nuestros días y con un alto grado de precisión ya
que se pueden diferenciar un elevado número de divisiones consecutivas.
Las primeras divisiones de tiempo relativo se establecieron en el siglo XVII (Moro, Arduino,
Lehmann, Werner) y consistían en separar grandes conjuntos de materiales con diferentes
grados de deformación y diferentes litologías. Así se definieron los materiales
correspondientes a las diferentes eras y progresivamente se fueron estableciendo
subdivisiones dentro de ellos.
A lo largo del siglo XIX, cuando no se disponían de valoraciones de tiempo absoluto, se fue
elaborando la escala mundial de tiempo relativo que es la sección estratigráfica idealizada
en la que se superponen los diferentes grupos de estratos, caracterizados por sus fósiles,
desde los más antiguos a los más modernos, independientemente de la localidad
geográfica en la que afloren.
Se llega al final del siglo XIX con una escala de tiempo geológico relativo muy detallada, en
la que se reconocían más de 50 intervalos de tiempo sucesivos, y sin embargo se seguía
teniendo una idea pintoresca del valor del tiempo absoluto. Esta escala de tiempo
geológico relativo, ya muy detallada, era modificada permanentemente a medida que se
conocían materiales no representados en ella. Esto ocurría, en especial, al estudiar
regiones nuevas, fuera de los países donde se definieron la mayoría de los pisos y
encontrarse materiales que contenían asociaciones de fósiles intercaladas entre dos que
se habían considerado consecutivas anteriormente. El amplio conocimiento regional y la
multiplicidad de los estudios de fósiles hacen que esto ocurra cada vez con menos
frecuencia.
La edad absoluta de una roca es la medida del tiempo transcurrido desde su formación
hasta nuestros días, expresada en años y sus múltiplos. Cuando se habla de edad absoluta
de la Tierra se refiere a la edad de la formación de la Tierra como planeta dentro del
sistema solar, la cual siempre será obviamente anterior a la edad de la roca más antigua
conocida. Cuando las medidas se expresan en millones de años no es necesario tomar un
punto de referencia reciente para iniciar la cuenta. Sin embargo para medidas recientes
(centenas o miles de años) se recurre como en la Arqueología a una fecha de referencia,
concretamente al año 1950, indicándose con la expresión B.P. (befare present) que la cifra
dada está contada desde esta fecha hacia atrás.
A lo largo del siglo XVIII se sigue admitiendo de manera generalizada una cifra del orden de
los 6.000 años para la edad de la Tierra. Buffon hacia el final del mismo siglo propuso una
edad de 75.000 años, cifra que desde la perspectiva actual es ridicula, pero que en su
tiempo significaba un aumento considerable. Buffon se basó para su cálculo en la
evidencia del calor interno y midiendo el índice de enfriamiento partiendo de una
supuesta masa en fusión permanente.
Entre 1860 y 1870 William Thomson (Lord Kelvin), profesor de Filosofía Natural de la
Universidad de Glasgow, y una figura relevante de la Física, desarrolló una teoría según la
cual en la Tierra hay una disminución progresiva de la temperatura, desde una inicial
semejante a la de la fusión o solidificación de las rocas hasta la actual; Kelvin midió este
descenso de temperatura y estimó que la edad de la Tierra era de 100 Ma. Las ideas de
Kelvin, que actualmente no se mantienen, tuvieron una influencia enorme hasta los
primeros años del siglo XX y más concretamente hasta que la puesta a punto de las
técnicas radiométricas acabaron con todos los intentos previos de datación.
Esta teoría fue inicialmente propuesta por Halley a principios del siglo XVIII y desarrollada
por Joly a final del siglo XIX. Este autor partía de la idea de que la tasa de aporte de sodio a
través de los ríos al mar ha sido constante, de manera que midiendo dicha tasa y la
salinidad del mar actual calculó el tiempo que haría que el mar era de agua dulce,
estimando que la edad de la Tierra era de 90-100 Ma.
En definitiva al inicio del siglo XX la edad estimada para la Tierra por la mayoría de los
científicos era del orden de los 100 Ma, aunque incluso había científicos que seguían
admitiendo edades muy inferiores, del orden de las propuestas por Buffon (75.000 años).
La controversia sobre la edad de la Tierra (Hallam, 1985, cap. 4) acabó con la utilización de
las técnicas radiométricas que permitieron dataciones de rocas y por tanto de fenómenos
geológicos ocurridos en el pasado. Este avance en el campo de la Geología vino como
consecuencia de un avance en otras ciencias y por tanto como una aportación
interdisciplinaria.
Entre 1895-1905 científicos del máximo prestigio en los campos de la Física y la Química,
entre ellos Becquerel, el matrimonio Curie, Strutt, Ruttherford y Soddy, descubrieron el
fenómeno de la radioactividad y reconocieron que en la naturaleza hay formas inestables
de elementos químicos (isótopos radioactivos) que están en continua desintegración
emitiendo radioactividad y cambiando hacia formas de menor energía.
Muy poco tiempo después Boltwood (1907) descubrió que el plomo se asociaba a los
materiales de uranio, y lo consideró como su producto de desintegración. Este autor
observó que la relación entre los dos elementos (uranio/plomo) era igual para rocas de la
misma edad mientras que variaba en rocas de distintas edades, con lo que pensó que
podría servir para determinar la edad de una roca. Calculó en el laboratorio, con las
técnicas disponibles, de manera simple la velocidad de desintegración y calculó el tiempo
del inicio del proceso de desintegración, que hacía coincidir con la edad de la roca. Este
autor suministro las nueve primeras dataciones radiométricas de rocas, todas ellas del
Paleozoico y del Precámbrico. Los valores obtenidos (desde 410 a 2.200 Ma) son
sorprendentemente coincidentes con los medidos sobre los mismos materiales en tiempos
recientes con las técnicas instrumentales mucho más desarrolladas.
A pesar de este éxito, visto con la perspectiva histórica, Boltwood dejó esta línea de
investigación y fue Strutt quien la siguió en su laboratorio del Imperial College de Londres
aunque con un método basado en el helio, cuyo resultados no fueron tan brillantes. Un
discípulo de Strutt, llamado Arthur Holmes (1890-1965), puso a punto la técnica del
uranio/plomo y determinó la edad de numerosas rocas, situándolas en su posición
estratigráfica de la escala de tiempo relativo, publicando (Holmes, 1913) la primera tabla
de tiempo geológico relativo con valores de edades absolutas en varios de sus límites. La
publicación del artículo de Barrell (1917) que incluye una nueva tabla de edades en
millones de años, marca el final de la controversia sobre la edad de la Tierra, de manera
que a partir de este momento y hasta la actualidad se consideran, de manera generalizada,
como únicos métodos fiables de medida de edades absolutas los métodos radiométricos.
La edad de la roca más antigua conocida es de unos 3.600-3.800 Ma. La edad de la Tierra
obviamente es superior, y diferentes cálculos efectuados a partir de numerosos muestras,
incluidas algunas de meteoritos, estiman en 4.600 Ma (ver argumentación en Anguita,
1988), con lo que todas las estimaciones realizadas por los diferentes autores en el siglo
precedente pasan a ser meros datos curiosos en la historia de la ciencia.
Método Rubidio-Estroncio
Es un método aplicable a diversos minerales como la muscovita, biotita, lepidota,
microclina o glauconita de rocas ígneas o metamórficas. En el caso de las rocas ígneas data
la edad de la solidificación, por tanto de la roca, mientras que en las rocas metamórficas
data la última etapa de metamorfismo. El rubidio es un elemento poco común en la
corteza terrestre, pero un 28% del mismo corresponde al isótopo radiactivo 87Rb. Aparece
como elemento traza (elemento traza se define como un elemento que está presente en
una roca en concentraciones menores al 0.1% (1000 ppm). La mayoría de los elementos
traza si bien no forman especies minerales por si solos, son capaces de sustituir a los
elementos mayores en los minerales formadores de roca) en los minerales antes citados y
se descompone dando como elemento hijo 87Sr, emitiendo partículas 6.
Método Uranio-Thorio-Plomo
Especialmente aplicable a rocas ígneas, entre ellas las graníticas, con minerales de circón,
los cuales contienen alrededor del 0,1% de uranio. Se ha aplicado con éxito a muestras
totales de rocas lunares. El método comprende varios procedimientos relacionados con las
cadenas de desintegración de 238U, 235U y 232Th que tienen como elementos finales
206Pb, 207Pb y 208Pb, respectivamente, emitiendo en todos los casos partículas a.
3.3.2.2.- Limitaciones
Además de esta grave limitación hay otras dos limitaciones que conviene considerar. La
primera de ellas es que han podido ocurrir modificaciones de las composiciones isotópicas
originarias, debidas a procesos de reactivación como el metamorfismo, que producen un
"rejuvenecimiento" de la edad de la muestra, con lo que los resultados obtenidos pueden ser
erróneos. Otra posible causa de modificación de la composición isotópica original es la producida
por la meteorización por lo que hay que cuidar al máximo que las muestras que se tomen no
presenten signos de alteración.
La segunda limitación son las propias limitaciones instrumentales del método que de una
parte exigen el uso de equipo complejos y costosos y de otra conllevan un margen de error
en la medida a veces considerable (del 1 a 5%). Este margen de error es superior al
centenar de millones de años en el Precámbrico, del orden de la decena de millones de
años en el Paleozoico y algo menos en el Mesozoico. Así por ejemplo, entre dos muestras
cuyas dataciones de 190 ± 10 Ma y 185 ± 10 Ma no se podrá decir cuál es la más moderna
y cual la más antigua.
Otras técnicas, usadas en las Geociencias Marinas suministran datos de mucho valor para
los estudios estratigráficos, tanto de los propios materiales cortados en los sondeos
marinos, como para poder interpretar fenómenos observados en materiales marinos
pelágicos (oceánicos) que afloran en los continentes, al comparar los resultados y con ello
aplicar el principio del actualismo o uniformismo.
Las diferentes técnicas son complementarias entre si y nunca excluyentes. Así los estudios
sobre el terreno son los que mejor informan sobre las facies, los aspectos
sedimentológicos y el contenido fosilífero. Las técnicas del subsuelo informan
detalladamente sobre las geometrías de los cuerpos de rocas estratificadas y su relación
de concordancia o discordancia. Por su parte las técnicas de laboratorio informan sobre los
aspectos geoquímicos.
5.1.- MÉTODOS DE CAMPO
Constituyen los métodos básicos de trabajo en la Estratigrafía y consisten en la
observación sobre el terreno, ayudada con el uso de pequeños equipos instrumentales
(martillo, lupa, brújula, instrumentos de medida, etc.). Estos métodos tienen como
objetivos básicos: el reconocimiento de los materiales, toma de datos y de muestras para
su interpretación genética, así como la organización de todo el conjunto de depósitos en
unidades estratigráficas. Especial interés tiene el reconocimiento de las relaciones
geométricas y temporales entre estas unidades y la comparación (correlación) con
materiales de otras localidades. De la calidad de esta toma de datos depende la fiabilidad
de toda interpretación posterior.
A partir de estas observaciones se pueden delimitar las unidades litoestratigráficas, que son
conjuntos de estratos con características afines y diferenciables de los conjuntos de estratos
infrayacentes y suprayacentes. En cada una de las unidades interesa conocer con detalle las
características de sus materiales (litología, color, texturas, estructuras sedimentarias,
propiedades de la estratificación, contenido fosilífero, etc.), geometría (especialmente sus
espesores) y su distribución espacial o cartográfica.
Las rocas más abundantes (lutitas, areniscas y rocas carbonatadas) son fácilmente
diferenciadles a simple vista por un geólogo con un mínimo de experiencia. Las diferencias
dentro de ellas (p.ej. entre una caliza y una dolomía o entre una arenisca arcósica o una
subcuarzosa) son más complejas y se hace necesario el uso de técnicas de laboratorio.
Entre las rocas minoritarias unas son más fácilmente reconocibles en el campo que otras.
Entre las de fácil reconocimiento están: el carbón (en cualquiera de sus variantes), el yeso,
la sal gema, el sílex, etc. Entre las que presentan más dificultades de reconocimiento están
las lateritas y bauxitas, algunas evaporitas, algunos fosfatos, etc. que pueden ser
confundidas visualmente con otras rocas.
La descripción más objetiva del color de una roca (color en corte fresco) es la que se hace
por comparación con una clave gráfica, como las tablas de Munsen, introducidas
inicialmente en el campo de la Edafología y usadas ocasionalmente en Estratigrafía y
Sedimentología. Cuando se describe un color con estas claves se indica que es igual, o la
más parecido posible, a uno de los colores de dicha escala.
Otro aspecto textural de interés en las rocas detríticas es la forma del grano (esfericidad y
redondeamiento) que igualmente se estiman por comparación visual con tablas patrón
(Tucker, 1988). La selección en las areniscas y limolitas se estima por comparación con una
tabla de referencia en la que se ilustran materiales con una selección desde excelente (con
tamaño muy semejantes) a pésima (con gran variedad de tamaño de grano). La fábrica en
rocas detríticas de grano grueso y medio tiene, igualmente, de gran interés para la
interpretación genética, en especial la relación trama/matriz.
Para cada sección estratigráfica es necesario indicar con precisión la posición del corte
donde se ha levantado. Para ello se pueden dar las coordenadas exactas del techo y del
muro de la sección y, además, se puede acompañar un croquis, mapa o fotografía (aérea o
de campo) que facilite el acceso al corte a cualquier persona interesada. En el caso que el
afloramiento haya sido estudiado previamente y denominado con un nombre concreto,
debe respetarse dicha nomenclatura.
A estos datos descriptivos de la sección estratigráfica, todos ellos obtenidos en la fase
inicial, se pueden añadir, en los gráficos definitivos de secciones estratigráficas, los
resultados de los estudios de fósiles con las consiguientes dataciones y los datos sobre
composición (p.ej. % CO3Ca) o texturales obtenidos en los estudios de laboratorio.
Igualmente se pueden adjuntar los resultados de las investigaciones sedimentológicas, con
lo que se incluyen datos interpretativos (medios sedimentarios).
5.2. CLASIFICACIÓN
La Clasificación estratigráfica tiene por objeto reunir a los estratos y las rocas asociadas a
ellos, de una sucesión estratigráfica normal, en unidades estratigráficas.
Las unidades estratigráficas se pueden identificar a partir de 2 factores:
A.- Unidades Observables.
A. 1. Unidades Litoestratigráficas.
Son unidades establecidas a partir de los caracteres litológicos de la roca mediante una
sucesión estratigráfica; teniendo un carácter eminentemente primario, ya que se pueden
utilizar tanto en estudios de superficie como a la hora de hacer sondeos, siendo su
principal limitación su relativa extensión lateral, haciendo difícil su posible correlación.
Son las más utilizadas ya que muestran una gran objetividad. La principal limitación que
presentan, es su relativa extensión lateral en el caso de correlaciones a grandes distancias.
Como estas unidades están condicionadas por los ambientes sedimentarios, al variar estos
lateralmente, en un mismo periodo de tiempo, hacen que varíen las características
litológicas y por ello, la extensión que abarca una misma unidad litoestratigráfica está
siempre limitada en el espacio.
A. 2. Unidades Bioestratigráficas
Una unidad bioestratigráfica es un cuerpo de roca que se caracteriza por su contenido
fósil.
Son unidades establecidas a partir de las características paleontológicas que presentan las
rocas estratificadas. Son bastante objetivas, pues se fundamentan en la presencia física de
los diferentes taxones (Taxón, es un grupo de organismos emparentados que han sido
agrupados, asignándole al grupo un nombre en latín, una descripción y un tipo.)
Las ventajas que ofrecen están ligadas a los parámetros tiempo y espacio, pues al basarse
en la evolución, no son repetitivas y cubren un espacio que puede llegar a ser la totalidad
de la superficie de la Tierra. La principal limitación consiste en que están subordinadas a la
presencia de fósiles por lo que cubren bien solo el Fanerozoico y aun así, existen
materiales azoicos en los que no es posible realizar ninguna división bioestratigráfica. El
término fundamental es la zona o biozona, pudiendo presentarse varios tipos como
acrozona, cenozona, etc.
BIOZONA
Una biozona (acrónimo de «zona bioestratigráfica») es un conjunto de rocas sedimentarias
que se caracteriza por la presencia de fósiles no reelaborados (Los fósiles no reelaborados
señala que la no reelaboración tafonómica es un proceso tafonómico, propio de la fase
fosildiagenética, por el cual los restos fósiles no sufren desenterramiento y
desplazamiento, para volver a ser enterrados de determinado taxón o taxones), del (o los)
cual(es) recibe su nombre.
TIPOS DE BIOZONAS
Biozona de Asociación: distribución geográfica y estratigráfica de uno o dos elementos de
un conjunto de taxones.
Biozona de Intervalo:
· Basada en un taxón
· Superposición de rangos de dos taxones
· Primeros registros
· Últimos registros
· Parte del rango de un taxón determinado por el de otros taxones
Biozona de Apogeo: abundancia de un taxón o grupos de taxones
B. Unidades Inferenciales.
Ambas unidades son inferidas (geocronológicas y cronoestratigráficas), ya que se deducen
de observaciones previas realizadas. Son las unidades fundamentales, ya que a través de
ellas se llega a la finalidad del trabajo puramente estratigráfico, es decir, al encaramiento
de las observaciones dentro de la columna estratigráfica general y por lo tanto
correlacionable en todo el mundo. Son las usadas para el establecimiento de la escala de
tiempo geológico.
Las unidades cronoestratigráficas se refieren a los estratos que se han depositado durante
un tiempo determinado, por lo que son unidades materiales (estratos), mientras que las
unidades geocronológicas son divisiones puramente temporales, intangibles (tiempo),
aunque estén relacionadas con las primeras.
B. 1. Unidades Geocronológicas
Resultan de la división del registro geológico en unidades puramente temporales
(unidades de tiempo), esta unidad no es una unidad estratigráfica (no es material).
La escala del tiempo geológico que se mide en millones de años (M.a. o m.y.), ej: periodo
Devónico.
Unidades geocronológicas:
Eón
Era
Periodo
Época
Edad
Crono
B. 2. Unidades Cronoestratigráficas
Las unidades cronoestratigráficas dividen la Columna Estratigráfica basándose en el tiempo
y se refieren a los estratos que se han depositado durante un tiempo determinado. Cuerpo
de roca establecido para servir como el material de referencia, para todas aquellas rocas
formadas durante el mismo intervalo de tiempo (ej. Sistema Devónico).
En otras palabras, se refiere a la unidad de material depositado durante una determinada
unidad de tiempo.
Sus límites son isocrónicos y pueden definirse por un estrato tipo, sobre la base de las
características físicas o paleontológicas observables de la roca.
Jerarquía:
La equivalencia entre las divisiones estratigráficas y las cronológicas es la siguiente: