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y el malo
Carlos AguUar
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1 arranque de Por un ya desde los propios títulos de Siempre habrá gente en contra, por
puñado de dólares/Per crédito, los primeros con técnicas supuesto, y no me parece mal.
un pugno di dollad de animación de la historia del Pero lo imp01tante es que desde
(1964), de Sergio Leo- western. hace unos cuantos años, tampoco
ne, recogiendo la llegada de un muchos, este género tan explosiva-
gringo a un pueblecito mexi cano, Y todavía quedaban cien minutos mente nacido disfi·uta de una reva-
encadena dos situaciones de una de película. Con tantas, y digo lorización mundial. Con indepen-
elocuencia enorme. Una estriba en "tantas", sorpresas más. dencia, incluso, del prestigio que ya
varios mexicanos riéndose y hu- posee el genial Sergio Leone, quien
millando sa lvajemente, a tiros, a a partir de aquella película, además,
una mujer y un ni ño, ante la im- Gastronomía y cine brindaría una evolución vertiginosa
permeabilidad del recién llegado. como pocas en la hist01ia del cine
Otra consiste en que éste abando- En efecto, qui enes recordamos modemo, con independencia de los
na su proverbial indiferencia al bien de nuestra adolescencia el géneros y las épocas. Así como
sonreír con ánimo de conquista a positivo impacto que causaba en obviando que el actor y el músico
una joven que lo mira desde una el público Por un puñado de dó- de tan innovador fi lm, respectiva-
casa; cuando ell a reacciona ce- lares y crecimos leyendo con mente Clint Eastwood y E1u1io Mo-
n·ando sonoramente la ventana, el fastidio toda laya de improperios nicone, desde entonces y gracias a
forastero de inmediato recupera contra el desdefíosamente deno- Leone suponen verdaderos mitos
su previa expresión de imperhlr- minado spaghetti-westem , ahora del siglo XX, más allá del ámbito
babilidad. cantamos victoria. estrictamente cinematográfico.
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Los profesionales del oro
parábo la psicoanalítica, el desen- de valoración es el dinero, que es cuanto unos mitos nuevos y parti-
canto ideológico). lo único que ofrece y garantiza culares, en los cuales el individua-
11/W seguridad incontestable; su lismo y esa extrema invencibilidad
Los valores del westem america- medida operativa es la eficacia, tan caracterís ti ca proce den de
no, evidentemente, naufragan en ya que la realidad no perdona unas fuentes cu lturales específi-
este infierno de brulli, sporchi e errores; su cmJo/1 existencial es camente europeas, pu es to que,
callivi, sofocado por un a hosti li- 1111 gran amor por sí mismo, visto por un lado, part icipan del coetá-
dad a ult ranza, por un permanente que nadie ama a su prójimo". neo éxito del británi co James
estado de pe ligro motta l, y donde Bond creado por lan Flcming e
sobresale un indivi dualismo extre- Disiento em pero de cons iderar inmortalizado por Sean Connery
mo, en cuanto única verdad por que los personajes del spaghelli- y, por o tra parte, rem iten a la
considerar y a la que aferrarse, western meramente rep resen tan mismís ima mitología g recolat ina.
con la s istemática desconfianza, una desmitifi cació n pr osaica, in- A propósito, el spaghelli-westem
de todo y de todos, que se deriva, cluso sórdida, de los "caballeros sustih1ía, como filón industrial en
nít idamente tra du c ida e n ese del Oeste" de Ho ll ywood, encar- el c inc italiano, al peplum, con su
Cada cual por su lado que supo- nados, de manera principal y em- p léyade de at léti cos héroes de le-
ne el tíhtl o original de uno de los blemát ica, por los egregios Jo hn yenda; una cierta estela conccp-
clásicos del género, el excelente Wayne, Ga ry Cooper y James hlal, pues, parecía inevitab le.
Los profesionales del oro (Og- Stewart. Aun que en apariencia to-
nuno per sé, 1968) de Giorgio Ca- das las trazas apun tan hacia esta Protegido de los di oses con licen-
pitani. Resumiendo con sabias pa- interpretació n, estimo que dentro cia para mata r. Así es, en puri-
labras de Lino M icciche (El cine de los héroes (antihéroes, si se dad, Clint Eastwood en las pelícu-
italiano de los mios sesenta): "El quiere) del westem mediterráneo las de Sergio Leonc, F ranco Nero
héroe del western italiano proce- en el fondo, a veces ciertamente en las de Sergio Corbucci y E nzo
de para su propia salvaguardia muy en el fo ndo, existe un cierto G. Castellari , G iul iano Gemma en
en 1111 contexto en el que, más que sentido mítico. Es decir, los pro- las de Duccio Tessari, Lee Van
nunca, la norma del ' homo homi- tagonistas de l spaghelli-westem Cleef en el personaje de Sabata,
nis lu pus' parece haber asumido no sig nifican tanto el reverso cíni- Gian ni Garko en el de Sartana,
dimensiones concretas: S il tabla co de los arquetipos americanos Anthony Steffen en sus prod uc-
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tos 8 .. . La reunión de dos puntos que trastorna lo s sentidos masculi- manera u otra, el hecho de qu e en
de referencia tan poderosos como nos y, mediante su implícito recla- el spaglielli-westem los perso na-
son la mito logía grecolatina y la mo sexual, distrae al hombre cen- j es fe meninos suelan limitarse, en
idi osincras ia del agente James trado en una de las tres metas an- lo poco que apa recen, a funciones
Bond d etermina la entraña de l tedichas, la codicia, la venganza o s exu a les, y ad emá s frec uen te-
Oeste mediterrán eo, identificán- la criminalidad; y esto cuando no mente sufra n sevicias y humilla-
dol a con el grado de aceptación es ella, d irecta o indirectamente, la ciones de todo tipo, representa uno
psicológica en los espectadores: el responsable de que el hombre em- de los rasgos característicos de l
protagonista de ningún modo pue- prenda una de estas vías. género y llama la atención en espe-
de morir y hace bien en matar cial en nuestro tiempo. Obviamen-
continuamente. Sucio y desastra- Ciertamente, esto puede, y acaso te, se habla de misoginia y de ma-
do en unos casos, atildado y se- también debe, interpretarse como chismo. Pues muy bien, que se ha-
lecto en otros, en cualquier caso una perversión latina de la óptica ble. Pero me permito recordar que
es sobrehumano; por ende, en él juvenil, dado que dent ro de una estamos ante una manifestación
todo está justificado y debe se r dramalltrgia el elemento románti- artística que empieza y termina en
consentid o y hasta aplaudido. co, no diga mos ya el erótico, re- una pantalla. Por ende, fre nte a
presenta una molestia a los ojos un a ficción. O sea, que si hay gen-
adolescentes, porque conlleva abrir te, e innumerable, que se refocila
La golfa del guer r ero paréntesis dentro de las historias, con las películas de A lmodóvar y
exige interrumpir la emoción y el de Jane Campion, nosotros no nos
Entre todos los rasgos antes reco- peligro, cardinales ingredientes de apeamos de El bueno, el feo y el
g idos, ex iste uno que requi ere una los géneros funda mentados en las m a lo (// buono, il bmllo, il calli-
atención particular. Bás icamente avenlltras de cualquier signo. Has- vo, 1966), de Sergio Leo ne. A
porque su releva ncia parece mi- ta una cierta edad el varón ni com- ciascuno il suo.
núscula y, por e l contrario, es prende el amor ni concibe el sexo;
mayúscul a, justo a causa de su por consiguiente, cua lquier alusión
intervención oblicua, soterrada. a lo tmo o lo otro despierta, cuan- La señal de la cruz
Se trata de la fun ción de los per- do menos, un fastid io impaciente.
sonajes femen inos. "¿Cuando vuelve la acción?", se Las li mitaciones del espacio impi-
p regunta el adolescente, mientras den desg lo sar extensa y conve-
Ya indicamos que en el spaghetti- soporta estoicamente los arruma- nientemente la integridad d e los
westem los protagon istas no sufi"en cos de la parej a. rasgos enumerados al hablar de
precisamente por una, eventual o las aportaciones de Sergio Leone
perenne, falta de relaciones amoro- Sergio Leone, en cambio, arg u- al westem; o sea, de los elementos
sas o sexuales. O bien la codicia, o mentaba su postura sex ista en los del spaghelli-westem . Con todo,
bien la venganza, o bien la crimina- sig uientes térm inos: "En el Oeste quisiera destacar el factor relig io-
lidad, reitero igualmente, acaparan el problema esencial era sobrevi- so, porque, al ig ual que el erótico/
sus ímpellts y llenan su ti empo. Sin vir, y la mujer es 1111 obstáculo contraeró ti co antes comen tado,
embargo, la mujer g uarda su propia para la supervivencia". De una encierra u na atracti va trascenden-
trascendencia. Ahora bien, nunca
fuera de la cama.
Django
cia subterránea y marca otra deci- Esta sorna anticatól ica nace, casi religioso desde siempre es ambi-
siva discrepancia respecto al wes- huelga indi carlo, en los primeros guamente luctuoso; en espléndido
tem americano. westem s de Sergio Leone, y se resumen del escritor local Jorge
mani fi esta en toda índole de deta- Volpi, dentro de su prólogo a la
Dentro de la pluralidad interna de lles alusivos, parangones inten- antología Día de muertos, "por
la reli gión cristia na, claramente cionados, referencias inequ ívo- lo visto, la conjunción de la de-
sobresalen el protestantismo y el cas y diálogos irónicos, dentro licada costumbre azteca de sacri-
catoli cismo. Pues bien, mienh·as de la generali dad de los film es, ficar corazones frescos con la es-
que el Oeste americano está con- desd e las obras revolucionarias cabrosa imaginería católica que
dicionado por el primero, el spa- de Sergio Sollima a la saga de venera a los mártires y considera
ghelli-westem arremete contra el Sartana , y hasta cont empla la in- fie les a los dijimtos, ha provoca-
segundo. corporación de dementes villanos do esta escatológ ica amalgama
teístas, verbigracia en la fallida de cercanía, burla, ternura y en-
La fabulosa promesa de la Tierra Sentencia de muerte (Sen/enza cantamiento que los habitantes
Prometida, con todo lo que com- di morte, 1968), de Mario Lan- de esta región del mundo le pro-
porta, sustenta la base del "sueiio franchi, o la interesantísima La f esamos a esa impúdica exhibi-
americano", y, por lo menos en n otte dei serpen ti ( 1970), de ción del esqueleto que identifica-
este sentido, abraza bíblicamente Giulio Petroni , ambientada en un mos con la muerte ".
toda índole de cristianos y judíos, México que parece un cruce en-
desde una perspectiva preferente- tre Lui s Buíluel y Sam Peckin- De una manera notoria, sobresale
mente protestante, que cree en pah. Acentuándose más y más, la importancia que se presta, den-
una determinada escala de valo- este elemento estalla en la varian- tro de una general y fetich ista
res, preconiza un sentido privati- te cómi co-cochambrosa implan- atención por los objetos de toda
vo de la moralidad y de la justicia, tada por Le lla maban Trinidad laya, a los ataúdes, incluso en Jos
y aboga por los va lores tradicio- (Lo chiamavrmo Trinitá, 1970), títulos. Ci tando ahora al sagaz
nales; éste constituye uno de los de Enzo Barbon i, con el más san- Giorgio Placereani (The Nickelo-
principales pilares ideológicos del grante cachond eo anti católi co deon Gazelle, 11° 70), "en el wes-
westem de Hollywood, unas veces dentro, más o menos tolerado tern italiano los ataúdes tienen
en estado puro, otras ocasiones por la censura (lo primero en Ita- 11/W ji111ción utilitaria. No sirven
matizado por según qué autores, lia, lo segundo en España). para el reposo definitivo, no es el
según qué variante genérica. Por sitio donde esperar en santa paz
el contrario, el spaghelli-westem Existe, además, un hincapié en el la disolución de la came: son es-
responde sarcásticamente a la si- macabrismo, en la estética mor- condites, medios de transporte,
niestra idiosincrasia del catolicis- tuoria y la iconografia funeraria, carros y casas. En la configura-
mo, impuesto con sangre y fuego cuya justificación dramático-ar- ción barroca, católica y mortuo-
sobre los países productores, Es- gumental descansa en el hecho de ria del western italiano, el ataúd
pafia e Itali a, desde épocas secu- que las historias suelen transcurrir es 1111a especie de lugar habitable.
lares y por ignominiosas razones en zonas fronterizas con Méx ico, El cual, hablando de modelos
económico-socio-po 1ít icas. una nación donde el sentimiento culturales vinculados al género
como precedentes más o menos
??f inconscientes, recuerda la imagi-
nería de la Contrarreforma, con su
culto de los símbolos mortuorios y
de las calaveras. y por otro lado
alude a la desacralización radical
de las novelas picarescas".
Insóli to esplendor
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de trasunto de Klaus Kinski, encar- zog, dado que ofreció el rol de modo monográfico su undécima
nado por Frank Doubleday, inolvi- Fitzcarraldo (Fitzcarraldo, 1982) edición, en abril de 1997. Repleto
dable warrior silente en llllO de los a Jason Robards antes que a Klaus de aciertos, desde apmtar a Leone
primeros y mejores filmes del au- Kinski, y con aquél empezó a ro- de la programación, pues con toda
tor, Asalto en la comisaría del darse el film, bajo la cinéfila inten- justicia ya está "más allá del bien y
distrito 13 (Assault on Precint 13, ción de emparejar nuevamente al del mal", hasta proyectar películas
1976). inolvidable actor americano con mudas, amén de reunir a los diver-
Claudia Cardinale, en homenaj e a sos y abundantes invitados (pro-
Bodrios del mainstream aparte -al- Hasta que llegó su hora (C'era ductores, directores, actores, críti-
guno caro, léase El último hom- una volta il IVest, 1968), de Ser- cos) en debates de cara al público,
bre (The Last Man Standing, gio Leone. Siguiendo con Herzog, Udine Incontri Cinema además pu-
1996), de Walter Hill- la influencia Co b1·a Ve1·de (Cobra Verde , blicó dos admirables ediciones,
del spaghetti-westem también se 1987) -apatte de unos planos en la que en apenas un año se agotaron
advierte en películas más o menos primera patte que rinden un bellísi- rauda y significativamente.
"de autor", tan variadas como An- mo homenaje a la imagen de K.inski
tonio das Moa·tes (O dragao da en el westem mediterráneo, si bien Poco después, a todo esto, Espa-
JV!aldade contro o santo guerreiro, esto puede ser una impresión per- ña e Italia dedicaron calles a Leo-
1968), de Glauber Rocha; El topo sonal mía- cuenta con Benito Ste- ne; concretamente en 1os años
(1970), de Alejandro Jodorowsky; fanelli en una doble función de ac- 2000, en Almería, 2001 , en Tore-
Actas de Marusia (1976), de Mi- tor secundario y "maestro de ar- lla dei Lombardi (donde nació su
guel Littin, y nada casualmente mas", cargos que éste s iempre padre, Vincenzo), y 2002, en su
con Gian Maria Yolonté; Directos desempeñó en las películas de Ser- propia Roma natal.
al infierno (Straight to Helf, gio Leone y Tonino Yalerii.
1986), de Alex Cox, íntegramente Por mi patte, yo que crecí viendo
filmada en Almería ; y el hipnótico semanalmente spaghetti-westems y
y mortuorio Dead Man (Dead De los años 60 a la etemidad veinticinco años después tuve la in-
Man, 1995), de Jim Jarmu sch, mensa forhma de patticipar en la
que incluye una cita literal a Mi La revalorización crítica del spag- susodicha edición del Udine lncon-
nombre es Ninguno (Jimio nome hetti-westem ha conocido un fuer- t:ri Cinema, cierro repitiendo el tíhtlo
e Nessuno, 1973), de Tonino Yale- te punto de inflexión gracias al fes- de una de las dos publicaciones,
rii. Por demencial que suene, debe tival italiano Udine lncontri Cine- original de Lorenzo Codelli: ¡Resur-
hablarse también de Werner Her- ma, cuando consagró al género de ge, Ringo, y mátalos a todos!
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