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Estudio de caso: Mujeres y Pobreza

I.Género y pobreza por ingresos, brechas por grupo y edad


El punto de partida, es definir de que se trata cuando hablamos de un hogar en un
situación de vulnerabilidad y pobreza, según el Ministerio de Desarrollo Social
ejerce el término de la línea de la pobreza en donde se trata de un punto
imaginario en donde se dividen las personas que pueden satisfacer las
necesidades básicas y las que no. En la tabla 3 que mostraremos, nos podemos
dar cuenta que la pobreza por ingresos disminuyo en todos los sectores de
población en los años que se establece la medición 2006-2015, esto se puede dar
por fenómenos en que la mujer ha tenido mayores accesos a la educación
superior, por lo tanto, a trabajar fuera del hogar lo que genera mayores ingresos.
Volviendo con el análisis de la tabla, el porcentaje de mujeres en situación de
pobreza por ingreso disminuyo desde 29,7% en 2006 a 12,1% en 2015,
demostrando una disminución de 17,6 puntos porcentuales en estos 10 años. Si lo
vemos en relación con los hombres, la disminución es prácticamente muy similar
pasa de un 28,4% en el 2006 a 11,2% en el año 2015. A pesar que la disminución
en ambos sexos es prácticamente igual, la tasa de pobreza por ingresos continua
mostrando diferencias estadísticamente significativas al año 2015.
Si analizamos, subgrupos podemos ver que las mujeres indígenas y rurales
todavía bordean el 20% en el año 2015. Las mujeres de zona rural son las más
afectadas y que se encuentran con una mayor tasa de pobreza por ingresos,
prácticamente duplicando en el año 2015 la medición para el total de mujeres,
alcanzando un 23,1%. Una situación gravísima, lo que genera en muchas
ocasiones este círculo de pobreza. Igualmente, las mujeres pertenecientes a
pueblos indígenas superan la tasa de pobreza a nivel nación con un 18,4%. Pero
si vemos bien, ha tenido una disminución sustancial desde el año 2006 al 2015
30,2 puntos porcentuales. Otro grupo analizado entre las mujeres, son las mujeres
inmigrantes, las cuales registran una menor tasa de pobreza por ingreso por
debajo de todos los anteriores sectores e incluso de los hombres alcanzando un
10,3%.
Pasando al grafico 2, se toma el año 2015 y el ciclo de vida de las personas en
donde se puede destacar que existen periodos de la vida de la mujer que se
acentúa la pobreza por ingresos. Tomando en primer lugar los rangos de edad
que van entre 0 y los 19 años, podemos presenciar que tiene una elevada
incidencia de la pobreza por ingresos, lo que más llama la atención es la alta tasa
de pobreza infantil, con porcentaje de 18% o más en los niños y niñas entre 0 y 9
años, superando en 7 o más puntos porcentuales a la tasa de pobreza nacional.
Siguiendo el análisis del gráfico, existe una brecha entre hombres y mujeres que
se agrada entre los 20 y 39 años, lo que luego se estabiliza en razón a la
incidencia de pobreza por ingresos. Este aumento se da principalmente porque en
dicho rangos etarios se presencia una población económicamente activa que se
integra como fuerza laboral, en lo que la participación de las mujeres presenta
importantes diferencias en relaciona los hombre. En los rangos etarios que van
desde los 60 años, se encuentran personas que están fuera de la fuerza laboral y
se puede observar una disminución de la incidencia de la pobreza por ingresos,
ya sea en hombres como en mujeres.
II.Desigual participación laboral, brechas por grupo y ciclo de vida
Como podemos ver en el grafico 15 ha existido desde los años 1990-2015 un
incremento en la participación laboral. En 1990 la participación laboral era de un
52,0% de la población a un 58,3% en el año 2015. Ha presentado en este periodo
de 25 años un aumento de 6,3 puntos. Lo que habla de que las mujeres se han ido
integrando a la fuerza laboral, lo que refleja también una pequeña disminución en
términos de participación laboral en el caso de los hombre, muchos de estos salen
de la fuerza laboral haciéndose cargo del hogar y es la mujer la que se hace cargo
del ámbito económico. Tal como se ve en el Grafico 15, la tasa de participación
laboral aumenta de un 32,5% en 1990 a un 47,4% en 2015 en mujeres, mientras
que en hombres disminuye desde un 73,6% a un 71,0%. Aunque se presenta un
aumento en la participación laboral, todavía existe una brecha entre hombres y
mujeres en el año 2015 de 23,6 puntos.
En el caso comparado en la desigual participación laboral Chile se encuentra muy
por debajo del promedio regional. Según la ONU Mujeres la participación de las
mujeres en América Latina y el Caribe pasó de un 40% a 54% entre los años 1990
y 2013.
Ya entregamos los datos que muestran una significativa diferencia que se hace
tangible principalmente en ámbito laboral. El actual gobierno tiene varias
propuestas para poder palear estas brechas que se van ejerciendo y el
empobrecimiento de la mujer algunas de estas son:
-Fomentar el interés de las mujeres por carreras tecnológicas y científicas y la
participación femenina en postgrados y programas de gobierno corporativo
-Sala Cuna universal para madres trabajadoras de hijos menores de 2 años.
- Adaptabilidad laborar para trabajadoras con responsabilidad familiares, de forma
de facilitar la relación trabajo y familia.
-Programa Renace: implementar un programa de capacitación laboral para
mujeres privadas de libertad.

También se encuentra el programa Jefas de hogar que se extiende de norte a sur,


entregándole herramientas a las mujeres principalmente en ámbito laboral,
accesos redes de apoyo para la empleabilidad, trabajo intersectorial con apoyos
para mejorar condiciones de empleabilidad.
Anexos.

TABLA 3

GRAFICO 2

GRAFICO 15.

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