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NUESTRA ACTITUD, COMO MINISTROS

(Pequeña cosa, que hace una gran diferencia)

Filipenses 2:2

INTRODUCCIÓN: De entrada tengo que decir, que la eficacia de un ministerio, tiene mucho
que ver con la actitud que tenemos hacia nosotros mismos, hacia Dios y hacia otros. Nuestra
actitud determinará la dirección en la que vamos como pastores, al igual que la altura que
alcanzaremos. Si tenemos la habilidad de mantener la actitud correcta en el liderazgo, nuestro
crecimiento y eficacia se dejarán ver. Como ministros hemos sido llamados a tener la misma
actitud que Cristo Jesús tenía. Si lo hacemos, influenciaremos a nuestros seguidores con los
mismos hechos de Dios, como Jesús lo hizo. El versículo leído, dice: “Completad mi gozo,
sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”. La frase
sintiendo lo mismo, tiene el mismo tipo de significado que actitud. Significa tener un
sentimiento o una opinión y estar mentalmente dispuesto hacia una cierta dirección.

I. ¿QUÉ ES ACTITUD?
La actitud, es el comportamiento o forma de actuar que emplea un individuo para hacer las
cosas. Además la "actitud" ha sido definida como una reacción positiva o negativa hacia un
objeto, hacia una persona, una proposición etc. Nuestra actitud es la fuerza principal que
determina lo que somos y lo que podamos llegar a ser.

II. ¿COMO SE FORMAN LAS ACTITUDES?


a. Todas las actitudes se componen de tres elementos: 1. Lo que se piensa, 2. Lo que se siente
y 3. La forma de manifestar dichos pensamientos y emociones. Es decir: toda persona actúa
de acuerdo a los que piensa y de lo que siente.

b. En San Lucas 6:45, Jesús dijo: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la
abundancia del corazón habla la boca”... De manera que lo bueno o malo que llevamos
dentro, se hacen evidentes en nuestras acciones. Son expresadas en nuestro rostro, en el
tono de nuestra voz, en nuestra conducta, en la manera que hacemos un trabajo, en la
energía que ponemos cuando estamos haciendo cualquier cosa, en el interés que tenemos en
alguna persona, cosa, o actividad. En Proverbios 23:7 también dice que el pensamiento
determina la conducta de una persona.

c. Además, las actitudes —buenas o malas— pueden aprenderse. Como el recién nacido. Las
actitudes que tendrá de mayor serán adquiridas o aprendidas, tal como se adquiere o
aprende un idioma o cualquier otra habilidad. .Asimismo las actitudes se aprenden o se
absorben de las actitudes de amistades íntimas, padres y compañeros etc. con quienes
interactuamos. Miles de años atrás, en la Biblia se dijo algo parecido: “El que anda con
sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20; 1
Corintios 15:33)d.
III. ACTITUDES DE LOS GRANDES PERSONAJES EN LA BIBLIA
a. En la biblia encontramos varios ejemplos de hombres y mujeres a quienes el Señor llamó al
ministerio. Es impresionante ver como estos siervos fueron capaces de influenciar y mover
grandes multitudes de personas como lo hizo Jesús (Marcos 2:1-2; 5: 21-24). Moisés
también, cuando sale de Egipto seguido de una inmensa multitud de personas (Éxodo 12:
31-38). Josué, cómo cruza el río Jordán e introduce al pueblo a la tierra prometida, derrotó
a los enemigos y repartió la tierra por heredad a los hijos de Israel (Josué 3:6; 12:7-24;
12:31-38). Débora y Ester, mujeres que libraron a su pueblo en manos del enemigo, etc.

b. La pregunta que surge es: ¿Qué tenían estos personajes para que la gente los siguiera?
La respuesta es fácil: Sus buenas actitudes.
Las buenas actitudes harán de una persona, un líder de admiración, siempre tendrá
seguidores y su liderazgo será muy efectivo.

c. En la Biblia vemos que los grandes líderes poseían regularmente.


1. Una actitud positiva (creían que Dios los podía usar para hacer cualquier cosa).
2. Una actitud de siervo (servían con generosidad a Dios y a los demás)
3. Una actitud equilibrada (es decir: ponderado, prudente, sensato y ordenado)
4. Una actitud determinada (trabajaban persistentemente y no renunciaban).

IV. LÍDERES CON ACTITUDES NEGATIVAS .


a. Es una bendición tener el apoyo de líderes que se sienten comprometidos con la obra del
Señor; pero es muy triste tener que luchar con personas que solo buscan oposición ante la
visión, oposición ante el estilo de trabajo y ante las decisiones, que solo dan lugar a las
críticas, justificaciones y juicio hacia aquellos líderes dispuestos a trabajar en la obra de
Dios. Y es muy común, con tan solo elevar un poco la mirada, se pueden observar líderes
negativos en donde quiera.
b. ¿Cómo se comportan los líderes negativos?
1. No comparten la visión; toman una actitud indiferente con respecto a aquello que se
quiere hacer.
2. Son capaces de alterar la voz y comportarse inadecuadamente.
3. Dudan de los resultados al tomar una decisión o de los proyectos.
4. Se acercan más a la multitud que al líder principal, en busca de amparo y falsa
empatía.
5. Critican mucho el estilo de proceder del líder principal.
6. Presentan un carácter contradictorio y poco a confiar. Se anticipan ante las posibles
consecuencias, evitan los análisis convenientes.
7. No arriesgan nada.
8. No propician un cambio. Protestan para todo y por todo, pero tampoco dan
solución alguna.
9. Divagan en su hablar.

c. Ante tal comportamiento, los siervos obedientes a Dios deben procurar permanecer en
firmeza. Hacer bien a todos, provocar la unidad entre todos, invitar a la comunión y amor
entre los integrantes de su equipo. Hay que tener paciencia, y tener presente que la obra es
de Dios.

V. EJEMPLOS DE LÍDERES CON ACTITUDES NEGATIVOS


a. De los doce líderes que fueron a espiar la tierra prometida, diez trajeron un mensaje
negativo al pueblo y dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte
que nosotros (v. 31-33.) Esta actitud negativa causó desánimo en el pueblo, y lloraron toda
aquella noche lamentándose y quejándose (Números 14:1-2). Pero dos trajeron un mensaje
positivo y dijeron: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos
nosotros que ellos. (v.30) Caleb admite que hay enemigos fuertes dentro de la tierra, pero
anima al pueblo a confiar en Dios, quien ha prometido varias veces echar fuera a todos
estos enemigos (Exo_23:23-31).
b. Saúl es otro ejemplo de un líder con actitudes negativas.
A pesar de haber sido ya ungido por Dios como rey de su pueblo, sabiendo que tenía los
dones necesarios para su ministerio (1Samuel 10,1), y que es un hombre fuerte y de gran
potencia física (1Samuel 10,23) interiormente es inseguro y tiene mucho miedo; tiene
muy baja su autoestima. En 1 Samuel 10,21 vemos que se esconde a la ahora de su
proclamación como rey. Un líder no puede vivir desconfiando de sí mismo, al contrario,
tiene que ser alguien con un alto índice de autoconfianza y sin miedo acepta y valora los
triunfos de aquellos que están en su equipo.
Además era impetuoso. Perdió la paciencia fácilmente ante la tardanza de Samuel y sin
entender las condiciones de cada situación y sin pensar en el daño que le causaría al
pueblo, asumiendo el rol del sacerdote para ofrecer los sacrificios y dejando de lado a
Samuel (1Samuel 13,9-13). Se desespera y cree que lo puede hacer todo. La prudencia, la
paciencia, el saber delegar, el actuar de acuerdo a las circunstancias son características de
un buen liderazgo.
También era melancólico, triste. En 1Samuel 16,14-15; 18,10 encontramos a Saúl en las
manos de sus emociones negativas. Él se deja llevar por sus miedos e inseguridades y todo
negativo y triste, el mal aprovecha de su estado de ánimo y lo hacen actuar como un “loco”.
Un líder tiene que compartir esperanza, ánimo, fuerza y ganas de trabajar. No puede dejarse
manejar por sus propios miedos y caer en el negativismo sino al contrario: tiene que vencer
sus miedos y hacerle sentir a la gente que se puede confiar, creer, soñar y luchar. Su
actuación tiene que contagiar a los otros de la alegría de creer y la certeza de lograr el
objetivo planeado.

VI. NUESTRA ACTITUD MARCA LA DIFERENCIA EN NUESTRAS VIDAS


Y DETERMINA NUESTRO FUTURO.
a. El éxito de las personas no se debe solo a sus dones, talentos e inteligencia; ni el fracaso
viene por falta de éstos; sino por la actitud que uno opta ante las circunstancias de la vida.
Las actitudes impactan profundamente nuestra vida., nuestra muerte y aun la
eternidad. Pueden alargar nuestra vida o también pueden hacer lo contrario. Nuestra actitud
hacia el pecado, por ejemplo, determina nuestro destino en la tierra y en la eternidad. 1
Juan 1:9.
b. Veamos otros ejemplos:

1. Los doce espías. (Números 13: 26-33) Diez optaron una actitud negativa, no entraron a la
tierra prometida. Dos optaron por una actitud positiva, tuvieron el privilegio de entrar a la
tierra prometida.

2. Los mensajeros del rey Ocozías. (2Re 1:9-15) Dos grupos de a cincuenta murieron, porque
se presentaron ante Elías con una actitud prepotente. (dándole ordenes al profeta) Un tercer
grupo preservó su vida, por su actitud respetuosa, reverente y humilde.

3. Los siervos del de la parábola de los talentos. (Mat 25:14-30) Dos fueron felicitados y
bendecidos con más, por su actitud de servicio y trabajo. El otro fue castigado y le quitaron
lo que tenía, por su actitud mala y negligente.

CONCLUSIÓN: El éxito o el fracaso para nuestras vidas los determinan nuestras actitudes:
¿Cuál es el consejo para nosotros hoy?... 3ra. Jn 1:11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.
El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. Deu 6:18 Y haz
lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra
que Jehová juró a tus padres. Optemos por las buenas actitudes.

Pensamientos acerca de la actitud:


Ser grande, no es una cuestión de tamaño, sino de actitud.
Una mala actitud, es como una llanta baja. No puedes ir a ningún lugar, hasta que la cambies.

Pastor: Federico Tay Aguilar

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