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SEÑORES JUECES DE LA SALA ESPECIALIZADA DE LA

FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DE LA CORTE


PROVINCIAL DEL GUAYAS
Yo, JOSÉ GABRIEL ANCHUNDIA BASTIDAS, por mis propios y
personales derechos, dentro de la causa civil de Divorcio por mutuo
consentimiento con secuela de Alimentos signada con el No. 09201-
2018-03938, que se sigue en mi contra, y que reposa en vuestro
despacho, de conformidad con lo dispuesto en el Art. 94 de
la Constitución de la República del Ecuador; en concordancia con lo
dispuesto en el Art. 58 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, conforme a derecho,
comparezco para presentar la presente ACCIÓN
EXTRAORDINARIA DE PROTECCIÓN, que deberá ser resuelta por
la Corte Constitucional.
Procedo a dar, sin más preámbulos ni dilaciones, debido
cumplimiento con los REQUISITOS y con lo que ordena el artículo 61
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional del Ecuador:
1.- Comparezco por mis propios derechos.
2.- El auto resolutivo dictado el día: LUNES 13 DE MAYO DE 2019,
a las 08h22; por los Doctores: ABG. LENIN ZEBALLOS
MARTINEZ (Ponente), ABG. MARIANELA PINARGOTE
VALENCIA; y DR. JESSY MONROY CASTILLO. DE LA SALA
ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA DE LA CORTE PROVINCIAL DEL GUAYAS se
encuentra, ejecutoriado por el Ministerio de la Ley, tal como se
desprende de la RAZÓN certificada por la Abg. Monserrath
Baquerizo Yela, Secretaria Relatora de la Sala, de fecha 31 de Mayo
de 2019, a las 14h43, que consta del proceso.
3.- Presento esta acción extraordinaria de protección en contra del
auto resolutivo con carácter definitivo dictado el día: LUNES 13 DE
MAYO DE 2019, a las 08h22; por los Doctores: ABG. LENIN
ZEBALLOS MARTINEZ (Ponente), ABG. MARIANELA
PINARGOTE VALENCIA; y DR. JESSY MONROY CASTILLO. DE
LA SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA DE LA CORTE PROVINCIAL DEL GUAYAS ,
auto mediante el cual los señores Juzgadores y Magistrados de la
Sala de Segunda Instancia, niegan el recurso de Apelación que
interpuse debida y oportunamente al auto interlocutorio emitido y
dictado en primera instancia por la Abg. Natasha Leonela Blusztein
Figueroa, Jueza de la Unidad Judicial Norte 2 de Familia, Mujer,
Niñez y Adolescencia del Cantón Guayaquil, Provincia del Guayas,
en el que declara improcedente mi incidente y petitorio de NULIDAD
sustentado, fundamentado y argumentado en torno a las flagrantes
irregularidades surgidas dentro de este penoso proceso y a la directa
y manifiesta VIOLACIÓN DE MIS DERECHOS FUNDAMENTALES
PREVISTOS, PLASMADOS Y GARANTIZADOS EN NUESTRA
CONSTITUCIÓN, esto es, el derecho a una Tutela Judicial
Efectiva, el derecho a la Defensa, el derecho al Debido Proceso,
el derecho a la Seguridad Jurídica que debe brindar el Estado a
través de sus órganos e instituciones, y no lo hago ni lo digo como
meras afirmaciones sin bases ni fundamentos, ni como protocolo o
corolario de este escrito y de esta Acción Extraordinaria, mucho
menos como simple formalidad procesal y procedimental, no son
simples enunciaciones forzadas ´para darle cabida, sentido,
legalidad, formalismo o fondo a este procedimiento constitucional,
sino, como HECHOS REALES acaecidos, con fuertes asideros
fácticos y jurídicos que más adelante desarrollo y pruebo de manera
fehaciente y con legitimidad de argumentos, hechos, acciones y
omisiones procesales dentro de este viciado e inconstitucional
proceso.
4.- Pese a que dicho auto resolutivo no pone fin al proceso en sí, sí
lo hace al proceso impugnatorio iniciado, por tanto declaro haber
agotado todos los recursos que el ordenamiento jurídico nacional
establece para hacer prevalecer mis derechos.
5.- Este auto resolutivo con carácter definitivo sobre el asunto
interpuesto e impugnado vulnera de forma grave e irreparable mis
derechos fundamentales. Afecta, por acción y omisión,
a principios rectores del sistema garantista como es, como ya bien lo
he manifestado y dejado sentado, el derecho a una Tutela Judicial
Efectiva, el derecho a la Defensa, el derecho al Debido Proceso,
el derecho a la Seguridad Jurídica que debe brindar el Estado a
través de sus órganos e instituciones, y, por lo tanto, deja en
completa, injusta e injustificada indefensión al compareciente. Pese
a que el artículo 11 numeral nueve de la Constitución de la República
del Ecuador, manifiesta: "El más alto deber del Estado es respetar y
hacer respetar los Derechos Humanos”.
6.- Como indiqué anteriormente, las decisiones violatorias de mis
derechos constitucionales emanaron de UNA SOLA
CIRCUNSTANCIA dentro del proceso que VULNERA MIS
DERECHOS CONSTITUCIONALES, en dos instancias judiciales
verticales y consecutivas.
PRIMERO.-
Señores Jueces Constitucionales, amparado en lo dispuesto y
prescrito en el numeral 6 del artículo 61 de la Ley Orgánica de
Garantías Constitucionales y Control Constitucional, debo
manifestar, señalar y recalcar que he sido, dentro de este injusto
proceso, notoriamente dejado en COMPLETO ESTADO DE
INDEFENSIÓN, desde un inicio, ya que, en la realidad fáctica e
histórica, y como lo pruebo, narro y describo más adelante, JAMÁS
FUI DEBIDAMENTE NOTIFICADO con las providencias y
actuaciones procesales y judiciales que se han dado dentro de este
juicio desde la providencia de fecha 12 de octubre de 2018, las 09h40
dictada por la Abg. Natasha Leonela Blusztein Figueroa, Jueza de la
Unidad Judicial Norte 2 de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del
Cantón Guayaquil, Provincia del Guayas, tiempo en el que estuve
totalmente ausente de conocimiento de todas las actuaciones
judiciales que se habían dado dentro de la presente causa A MIS
ESPALDAS, proceso que fue reabierto por impulso procesal incoado
por mi excónyuge, la señora Dayana Varela Delgado, madre de mi
hijo menor José Alejandro Anchundia Varela, en Octubre del año
2018, en las que la mencionada Jueza dispuso entre otras cosas, mi
Apremio Personal mediante providencia de fecha 21 de diciembre de
2018, las 10h02 que obra de fojas 55 del proceso y dispuso oficiar a
la Comisión de Tránsito del Ecuador donde yo laboraba como
Director del Área de Semaforización y Señalética hasta finales de
enero de este año, a fin de que actúe como Agente de Retención de
sueldo que en ese entonces yo percibía, así como la prohibición de
salida del país en mi contra, ambas medidas dictadas mediante
providencias de fecha 12 de diciembre de 2018, las 10h19 y que obra
de fojas 52 del proceso, así como la convocatoria a la Audiencia de
Revisión de Apremio Personal mediante providencia de fecha 12 de
diciembre de 2018, las 10h19, y que fue dispuesta a efectuarse y
celebrarse el día 19 de diciembre de 2018 a las 11h30.
TODO ESTO, SEÑORES MAGISTRADOS, A MIS ESPALDAS.
LO DESCONOCÍA.
Si he llegado a enterarme a inicios de este año de todo esto, es por
las constantes llamadas, mensajes y acosos de whatsapp enviados
por mi excónyuge, una mujer sedienta de dinero y cegada de
ambición desmedida, en contubernio con su inefable abogado, el Dr.
Jorge Maruri Vecilla.
SEGUNDO.-
Por lo que, al estar este juicio viciado de inconstitucionalidad e
ilegalidad, DEMANDÉ, INVOQUÉ y FUNDAMENTÉ debidamente LA
NULIDAD DEL PROCESO a través de mi escrito presentado de
fecha 14 de enero de 2019, petición que no fue acogida por la Abg.
Natasha Leonela Blusztein Figueroa, Jueza de la Unidad Judicial
Norte 2 de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Cantón
Guayaquil, Provincia del Guayas, causándome gravísimo daño, al
declararla la Jueza IMPROCEDENTE en el auto de fecha 16 de enero
de 2019, a las 08h23 sin mayor razón, motivación ni justificación que
la razón mecánica, burdo tecnicismo legal y procesal, sentada por la
Secretaria del despacho de que efectivamente “sí he sido
debidamente notificado a la casilla No. 1756 perteneciente al AB.
JORGE MARURI RODRÍGUEZ”, a quien mi excónyuge y quien esto
escribe contratamos hace largos doce años atrás para que nos
patrocine en nuestro divorcio por mutuo consentimiento.
TERCERO.-
Por lo cual, en vista de flagrante despropósito e injusticia, APELÉ de
dicho Auto por violentar directa y flagrantemente mis derechos
debidamente garantizados en nuestra Carta Magna, y por omisión de
las debidas solemnidades sustanciales e inexcusables a todo
proceso que la ley exige, muy aparte de todas las irregularidades
procesales que señalo, he señalado y señalaré dentro de este
proceso.
CUARTO.-
Les recuerdo, señores e Ilustres Magistrados, que el sistema de
Justicia no debe ser un ente meramente MECÁNICO, sino más bien
debe ser un órgano al servicio de ese metaprincipio universal que
hemos los humanos convenido en llamar JUSTICIA, debiendo actuar
y resolver con las debidas precauciones, prevenciones y prudencias
formales y procesales del caso, aún con mayor razón, tutela y
protección en este tipo de casos y en esta materia, salvaguardando
así en todas las etapas e instancias procesales, los derechos e
intereses de AMBAS PARTES EN CONFLICTO.
QUINTO.-
Así mismo, debo dejar una vez más aclarado y señalado que las
notificaciones que me correspondían recibir y a las cuales DEBÍA
TENER PLENO ACCESO Y CONOCIMIENTO, fueron enviadas,
efectivamente, a la casilla judicial No.1756 perteneciente al
Abogado JORGE MARURI RODRÍGUEZ como consta y obra de
fojas 8, al inicio de este proceso, y como bien señala la Abg. Natasha
Leonela Blusztein Figueroa, Jueza de la Unidad Judicial Norte 2 de
Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Cantón Guayaquil,
Provincia del Guayas en el auto que impugné, a quien autorizamos,
como ya lo indiqué y se dejó sentado, mi excónyuge y quien esto
escribe, para que nos patrocine en nuestro divorcio de mutuo
consentimiento, HACE MÁS DE DOCE(12) AÑOS.
Sin embargo, para desatar este nudo gordiano jurídico procesal, cabe
recalcar y señalar que el actual abogado de la demandante, el Abg.
JORGE MAURICIO MARURI VECILLA es el hijo del Abogado
JORGE MARURI RODRÍGUEZ y socio del mismo bufete de
abogados a los que ambos y el Abg. Andrés Maruri Vecilla (también
hijo) pertenecen, por la coincidencia de sus nombres y apellidos. Esto
que menciono puede ser verificado de forma clara y absoluta en los
escritos presentados por la accionante con el patrocinio de su
abogado Jorge Maruri Vecilla, quien los suscribe en fechas 15 de
octubre de 2018, a las 09h14, 31 de octubre de 2018, a las 08h53,
13 de diciembre de 2018, a las 14h28 y 14h29 y 19 de diciembre de
2018, a las 08h22 que obran de fojas 31, 34, 50, 51 y 53 del proceso,
respectivamente, basta con FIJARSE EN EL ENCABEZADO de las
hojas que contienen los escritos, peticiones y pretensiones de la otra
parte, dice expresa y textualmente: “JORGE MARURI RODRÍGUEZ.
JORGE MARURI VECILLA, ANDRÉS MARURI VECILLA, A B O G
A D O S…”
Es decir, todo este tiempo las notificaciones que me
correspondían estuvieron llegando al casillero No. 1756 del
abogado Jorge Maruri Rodríguez, padre del actual defensor de mi
excónyuge, y jamás se puso en contacto conmigo ni me hizo conocer
de todo lo que estaba pasando procesal y judicialmente, A MIS
ESPALDAS, jamás me hizo llegar notificación alguna. Es más,
honestamente, ya ni me acordaba quien era él.
Todo este tiempo, por lo que brevemente narro, se presumiría que el
mismo estudio jurídico que defiende y patrocina a mi excónyuge
estuvo recibiendo dichas notificaciones, y, si esto es y ha sido así y
esto es cierto, estuvieron TODO ESTE TIEMPO EN PLENO
CONOCIMIENTO de aquello.
Esto tiene un nombre en Derecho, y se llama MALA FE y
DESLEALTAD PROCESAL, y es sancionada por nuestra
legislación, sin perjuicio de las acciones que me reservo tomar ante
el Consejo de la Judicatura por estos hechos vergonzosos y nada
profesionales que se han dado y venido dando dentro de este
impresentable proceso.
PERO, Y A CONTINUACIÓN VIENE LO INCREÍBLE Y LO
ABSURDO, señores Jueces, así mismo, y no menos increíble, la
misma contraparte en su escrito presentado dentro de este
proceso de fecha 19 de diciembre de 2019, las 09h22 y que obra
de fojas 53 dentro del expediente físico, RECONOCE y SEÑALA
clara y manifiestamente que NO HE SIDO NOTIFICADO
LEGALMENTE y le solicita a la Jueza de Primera Instancia, que
por favor lo haga y me notifique en la dirección de mi anterior
trabajo, en las calles Chile y Cuenca de esta ciudad de Guayaquil
donde queda el edificio de la Comisión de Tránsito del Ecuador
CTE, para que así yo pueda ejercer mi constitucional DERECHO
A LA DEFENSA.
La misma contraparte LO RECONOCE Y LO SABÍA de antemano.
No sólo eso, señores Magistrados, sino que, según se
desprende del Memorando-DP09-SC-2019-0069-M de fecha 22 de
enero de 2019, dirigido a la Abg. Mirian Jessenia Rodríguez
Ibarra, Secretaria Provincial del Guayas del Consejo de la
Judicatura y suscrito por el Abg. Patricio Vega Villavicencio,
Analista de la Dirección Provincial del Guayas del Consejo de la
Judicatura y que obra de FOJAS 80 de este mismo viciado
proceso, manifiesta claramente y sin lugar a dudas lo siguiente:
“De la Casilla Judicial No. 1756 pertenece efectivamente y en la
actualidad al AB. JORGE MARURI RODRÍGUEZ. En lo principal,
en mi calidad de Secretario de la Oficina de Sorteos de Causas
y Casilleros Judiciales de Guayaquil, cumplo con informar a
Usted, lo siguiente: 1.) Que revisado el sistema informático de
Arrendatarios de los Casilleros Judiciales de Guayaquil NO
CONSTA que el AB. JORGE MARURI RODRÍGUEZ, haya
renovado el alquiler de la casilla judicial antes descritas en los
PERÍODOS 2018 Y 2019, hasta la presente fecha por lo tanto
DEJÓ DE SER INQUILINO DE LA CASILLA JUDICIAL No. 1756,
ESTANDO DISPONIBLE PARA SU ALQUILER, siendo inquilino
por última vez el AB. JORGE MARURI RODRÍGUEZ, en el período
del año 2017.(…)”
(LO RESALTADO Y SUBRAYADO ME PERTENECE)
Clara, certeramente y sin ambigüedades de ningún tipo, dicho
Memorando indica que dicho casillero judicial #1756 se
encuentra impago y en alquiler desde los PERÍODOS 2018 Y
2019, hasta la presente fecha por lo tanto , el AB. JORGE
MARURI RODRÍGUEZ, a quien autorizamos con mi excónyuge
hace doce años para que nos patrocine en nuestro divorcio por
mutuo consentimiento, DEJÓ DE SER INQUILINO DE LA
CASILLA JUDICIAL No. 1756, (la casilla a la que estaban siendo
enviadas y receptadas todas las notificaciones que me
correspondían según obra y consta de este mismo proceso)
ESTANDO DISPONIBLE PARA SU ALQUILER, siendo inquilino
por última vez el AB. JORGE MARURI RODRÍGUEZ, en el período
del año 2017!!!
Es decir, NUNCA, JAMÁS me iban a llegar las notificaciones que
me correspondían por derecho, proceso, legalidad,
procedimiento y Justicia, señores Magistrados, como en efecto
lo reafirmo, lo sustento y lo ratifico, JAMÁS ME LLEGARON.
Y TODO ESTO, LO HAN OMITIDO LOS JUECES DE PRIMERA Y
SEGUNDA INSTANCIA, estando presente y formando parte del
proceso y expediente físico dicho Memorando, dicha vital
información y conocimiento para efectos de RESOLVER.
Es increíble la ligereza y la mecanicidad de estos señores.
- BASE LEGAL, DOCTRINARIA Y JURISPRUDENCIAL. QUE
ME AMPARA E IMPULSA A TOMAR ACCIONES-
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

“Art. 11.- EI ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes


principios:

(…)
3. Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos serán de directa
e inmediata aplicación por y ante cualquier servidora o servidor
público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte.

Para el ejercicio de los derechos y las garantías constitucionales no


se exigirán condiciones o requisitos que no estén establecidos en la
Constitución o la ley.

Los derechos serán plenamente justiciables. No podrá alegarse falta


de norma jurídica para justificar su violación o desconocimiento, para
desechar la acción por esos hechos ni para negar su reconocimiento.

4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los


derechos ni de las garantías constitucionales
.
5. En materia de derechos y garantías constitucionales, las
servidoras y servidores públicos, administrativos o judiciales,
deberán aplicar la norma y la interpretación que más favorezcan su
efectiva vigencia.

6. Todos los principios y los derechos son inalienables,


irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual jerarquía.

(…)

8. (…)

Será inconstitucional cualquier acción u omisión de carácter


regresivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente
el ejercicio de los derechos.

9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer


respetar los derechos garantizados en la Constitución.

El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe


en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las
violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia
en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u
omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y
empleados públicos en el desempeño de sus cargos.

El Estado ejercerá de forma inmediata el derecho de repetición en


contra de las personas responsables del daño producido, sin perjuicio
de las responsabilidades civiles, penales y administrativas.

El Estado será responsable por detención arbitraria, error judicial,


retardo injustificado o inadecuada administración de justicia,
violación del derecho a la tutela judicial efectiva, y por las
violaciones de los principios y reglas del debido proceso.”

“Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y


obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al
debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:

1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar


el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes.(…)

7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes


garantías:

a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna


etapa o grado del procedimiento.
b) Contar con el tiempo y con los medios adecuados para la
preparación de su defensa.
c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de
condiciones.”

“Art. 82.- El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el


respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas
previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades
competentes.”
UN POCO DE JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA ECUATORIANAS
AL RESPECTO. -
“El ideal de justicia sólo se logra otorgando seguridad jurídica a las
personas. Lo que supone el respeto absoluto al derecho a la defensa
en juicio y al desarrollo del debido proceso. La eficacia de una
sentencia –por lo mismo– depende de que haya sido dictada dentro
de un debido proceso. Sólo hay debido proceso si aceptamos que los
actos procesales (conductas jurídicas) realizados por las partes, por
el órgano jurisdiccional y por los terceros, en su caso, fueron idóneos
y estaban enderezados a resolver (por un juez) un conflicto de
intereses con relevancia jurídica, mediante un juicio de valor válido.
Un acto idóneo es un acto eficaz, jurídicamente válido. Un acto que
no lo fuera es nulo. Y un acto nulo no produce efectos.”

JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL ECUATORIANA: El


derecho al debido proceso consagrado en el artículo 76 de la
Constitución de la República, contempla una serie de garantías. Así,
el referido artículo 76 en el numeral 7 literal a, señala: Art. 76.- En
todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de
cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que
incluirá las siguientes garantías básicas: (...) 7. El derecho de las
personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: a) Nadie
podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna etapa o grado
del procedimiento. Respecto a esta garantía la Corte Constitucional
razonó: ... el pleno ejercicio del derecho a la defensa es vital durante
la tramitación del procedimiento, porque de ello dependerá en última
instancia el resultado del mismo. Así, el derecho de hallarse n el
proceso impone al juez el deber de: (...) no excluirlo indebidamente
del proceso, puesto que de otro modo no se garantiza el derecho de
las personas a exponer sus posiciones, a ser oídas por los tribunales,
o a presentar sus argumentos o pruebas de defensa…En el mismo
sentido, la misma Corte Constitucional, de manera general, ha
ejemplificado bajo que parámetros se materializa una vulneración de
la garantía de no ser privado del derecho a la defensa en ninguna
etapa o grado del procedimiento. Así, en la sentencia N.° 389-16-
SEP-CC, caso N.° 0398-11-EP, argumentó: ... se vulnera el derecho
a la defensa de un sujeto procesal cuando existe indefensión; esto
es, cuando se le impide comparecer al proceso o a una diligencia
determinante del mismo, a efectos de justificar sus pretensiones; o,
cuando pese a haber comparecido, no ha Caso N.° 2746-16-EP
Página 8 de12 de modo que esta indefensión, deviene en un proceso
injusto y en una decisión con serio riesgo de ser parcializada y no
corresponder con los derechos y principios constitucionales. Con
este fin no es difícil concluir que la importancia de este derecho reside
en que el debido proceso sirve como un freno a la actuación arbitraria
por parte de las autoridades administrativas y jurisdiccionales en el
conocimiento, sustanciación, decisión de los procesos que conocen
y en la ejecución de sus expresiones de voluntad, traducidas en actos
administrativos o jurisdiccionales. Es decir, el derecho al debido
proceso tutela los derechos del individuo en cada etapa procesal,
durante el tiempo que dure una controversia hasta la ejecución
integral de la decisión emitida respecto de ella. En este sentido, así
mismo, la referida Corte Constitucional manifestó en sentencia N.°
389-16-SEP-CC, caso N.° 0398-11-EP: “La garantía en cuestión, por
medio de la prohibición de privación del derecho a la defensa,
establece que el ámbito de protección temporal del mencionado
derecho y las garantías que lo componen, se extiende desde el
primero hasta el último momento en que la actuación de la autoridad
pública interviene en la esfera de protección de los derechos del
sujeto por medio de las actuaciones del procedimiento del que se
trate. En ese sentido, implica la continuidad y permanencia de la
protección constitucional de todos los demás componentes del
derecho. En atención a lo expuesto, cabe señalar que la Corte
Constitucional, también ha precisado que: ... solo mediante la
respectiva notificación, las partes pueden tener conocimiento de las
decisiones adoptadas por la función jurisdiccional y solo mediante el
ejercicio (...) a ser notificado, se hacen legítimos derechos
consustanciales al debido proceso dentro de un Estado
Constitucional de Derechos y Justicia, evitándose de este modo, que
una de las partes procesales quede en la indefensión por falta de
información respecto a los acontecimientos suscitados dentro de un
proceso... De igual forma, este máximo organismo de administración
de justicia constitucional, en la sentencia N.° 220-14-SEP-CC, caso
N.° 1116-12-EP, argumentó: ... el requisito de la notificación es
primordial porque permite el ejercicio del debido proceso y
comprendido en este, al derecho a la defensa per se, porque
únicamente con este requisito las partes procesales pueden tener
acceso a la información y actos que se desarrollan en el proceso.
Con la notificación, las partes procesales pueden ejercer su derecho
constitucional a la defensa, porque pueden formular sus argumentos
en los momentos oportunos y a través de los medios pertinentes...
Por su parte, en la sentencia N.° 225-17-SEP-CC, dictada dentro del
caso N.° 1527-15-EP, la misma Corte Constitucional estableció bajo
qué supuesto, la falta de notificación conlleva la vulneración del
derecho al debido proceso, en la garantía bajo análisis: ... [La falta de
notificación configura una trasgresión del derecho a la defensa, en la
medida en que dicha omisión produzca que determinado sujeto
procesal -principalmente, el destinatario o afectado directo de la
providencia-, quede imposibilitado de manera absoluta de conocer o
informarse del acto ordenado por el respectivo órgano jurisdiccional.
Ello siendo que tal desconocimiento, implica que el sujeto procesal
se vea impedido de preparar y ejercer determinados actos procesales
conforme a su estrategia de defensa; en tanto dichos actos sean
determinantes en la sustanciación del proceso correspondiente. De
este modo, en la medida en que los órganos jurisdiccionales a través
de alguno de los mecanismos previstos en el ordenamiento jurídico y
previamente indicados por los sujetos procesales, aseguren la
notificación de lo ordenado en la tramitación de la causa, y esto se
encuentre plenamente justificado, habrán garantizado -al menos,
mínimamente- el derecho a la defensa…”.
7.- Los DERECHOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS dentro del
proceso y en las decisiones judiciales son:
PRIMERO.- Por la falta de la falta REAL, FÁCTICA E HISTÓRICA
de notificación y citación Y la falta ABSOLUTA DE MOTIVACIÓN
de dicho Auto Resolutivo, respectivamente, mis derechos a
la Tutela Judicial Efectiva; Debido Proceso, , seguridad jurídica;
acceso a la Justicia expedita, garantizados en los artículos 75, 76
numeral siete, 82 y 169 de la Constitución de la República del
Ecuador.
SEGUNDO.- Los principales derechos fundamentales que se me han
violentado son el derecho a obtener una tutela judicial efectiva, el
debido proceso y el derecho a la defensa, consagrados en los
artículos 75 y 76 de la Constitución de la República; en consecuencia,
también la seguridad jurídica garantizado en el artículo 82 Ibídem.
DERECHOS CONSTITUCIONALES VULNERADOS
TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.- Artículo 75 de la Constitución de la
República del Ecuador.
Pacto de San José de Costa Rica.- Art. 8
La TUTELA JUDICIAL EFECTIVA puede definirse: "… como el
derecho que tiene toda persona en igualdad de condiciones de
acudir a los órganos jurisdiccionales, para que por intermedio de los
debidos cauces procesales y con unas garantías mínimas, se
obtenga una decisión fundada, motivada no solo en derecho, sino en
principios jurídicos de protección a los derechos humanos, sobre la
pretensión o pretensiones propuestas. Se lo concibe de esta manera
como un derecho de prestación, ya que por intermedio de él se
pueden obtener del Estado ciertas prerrogativas, ya sea porque
impone la actuación de la jurisdicción en el caso concreto o ya sea
porque exige que el Estado "cree los instrumentos para que el
derecho pueda ser ejercido y la justicia prestada" (Javier Pérez Royo,
Curso de Derecho Constitucional, cuarta edición, Madrid, Marcial
Pons, 2002, Pg. 489).
Dentro de este análisis constitucional y doctrinario queda claro que el
derecho a la tutela judicial efectiva no comprende únicamente la
posibilidad de presentar una acción ante los jueces competentes,
sino que más bien comprende la posibilidad de obtener por parte de
ellos resoluciones, motivadas, justas, apegadas no solo a derecho
sino a justicia constitucional y de los derechos humanos, obviamente
luego del proceso correspondiente en el cual se respeten las mínimas
garantías y básicas de todo procedimiento. La privación de este
derecho desvirtúa absolutamente la concepción de un Estado
denominado "Constitucional de Derechos y Justicia" y va en contra
de una de las instituciones jurídicas por todos los Estados que se
creen de Derecho, más el Ecuador va en teoría, más allá, el de el
Neo Constitucionalismo.
Así como existe el derecho constitucional para iniciar un proceso y
obtener en él una sentencia, existe un derecho constitucional en el
que todo auto resolutivo, TODA RESOLUCIÓN DE UN PODER
PÚBLICO al tenor del artículo 76 numeral 7 literal l debe ser motivado
y motivada, todo lo que no cumple el auto dictado por los Doctores:
ABG. LENIN ZEBALLOS MARTINEZ (Ponente), ABG.
MARIANELA PINARGOTE VALENCIA; y DR. JESSY MONROY
CASTILLO DE LA SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA,
MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DE LA CORTE PROVINCIAL
DEL GUAYAS.
El DERECHO AL DEBIDO PROCESO, como es el principio de
legalidad procesal garantizado en el artículo 76 numeral 3 en su parte
final que dice:" tampoco se puede juzgar a una persona sino
conforme leyes pre existentes y de acuerdo al trámite establecido en
la ley". Este debido proceso incluye la garantía básica del
derecho a la DEFENSA, también garantizado en instrumentos
internacionales de protección a los derechos humanos.
Así mismo está garantizado en el numeral 7 literales, ab, c y h del
Art. 76 de la Constitución de la República del Ecuador.
Como se puede observar, el derecho a la DEFENSA ha sido
vinculado con el debido proceso, el cual al ser: …"éste el eje articular
de la validez procesal, la vulneración de sus garantías constituye un
atentado gravo no solo a los derechos de las personas en una causa,
sino que representa una vulneración a su seguridad jurídica, puesto
que precisamente estas normas del debido proceso son las que
establecen los lineamientos que aseguren que una causa se ventile
en apego al respeto de derechos constitucionales y máximas
garantistas, como el acceso a los órganos jurisdiccionales y el
respeto a los principios y garantías constitucionales". (Sentencia No.
003-10-SEP-CC, CASO No. 0290-09-EP, Corte Constitucional para
el Periodo de Transición, R.O.Suplemento No. 117 de fecha 27 de
enero de 2010).
La prohibición de la INDEFENSIÓN supone la prohibición de toda
privación y limitación del derecho a la defensa, manifestación
esencial del debido proceso y, por tanto, relacionada con el derecho
a la tutela judicial efectiva, que viene a configurar un solo derecho, el
de la Tutela judicial efectiva, sin indefensión.
En muchas veces, a pesar de que los principios, derechos y reglas
de procedimiento se encuentran constitucional y legalmente
establecidos, éstos resultan inobservados por parte del juzgador
Constitucional, encargado de conducir el proceso.
Tal como se puede desprender de la simple revisión del expediente,
DICHO AUTO tampoco cumple el principio fundamental de la
MOTIVACIÓN, otro derecho vulnerado en mi contra, para tener
seguridad jurídica.
8.- La VIOLACIÓN DE MIS DERECHOS CONSTITUCIONALES
ocurrió tanto en la primera como en la segunda instancia de este
proceso.
9.- Con los antecedentes expuestos, solicito admitir la acción
extraordinaria de protección interpuesta a efectos de solventar la
violación grave de mis derechos constitucionales, así como para
repararlos íntegramente, tal como lo prevé la Constitución de la
República; y, los Instrumentos Internacionales de protección de mis
derechos humanos.
10.- Para estos efectos, los señores miembros de la Corte
Constitucional, deberán disponer como reparación a los derechos
constitucionales vulnerados por la Sala Especializada de la Familia,
Mujer, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial del Guayas y la
Jueza de Primera instancia.
11.- Sírvanse señores Jueces, proceder conforme a lo dispuesto en
el Art. 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, en concordancia con el Art. 35 del Reglamento de
Sustanciación de Procesos en la Corte Constitucional; y,
consecuentemente, remitir el expediente íntegro a la Corte
Constitucional en el término máximo de ocho días.
12.- Previo a tal actuación, solicito a Ustedes se sirvan disponer al
Actuario del despacho que siente razón de que el auto resolutivo
dictado en fecha LUNES 13 DE MAYO DE 2019, a las 08h22, se
encuentra ejecutoriado por el Ministerio de la Ley.
Desde ya solicito ser oído en estrados por la respectiva Sala de la
Corte Constitucional, a fin de presentar en forma ORAL mis
argumentos jurídicos, constitucionales y de derechos humanos a mi
favor sobre el presente caso y acción.
AUTORIZO al profesional del Derecho, Abg. Luis Manuel De
Guzmán Ollague, a que patrocine mi defensa en esta acción.
Notificaciones las recibiré al correo electrónico
mdguzmano@yahoo.es
FIRMO CONJUNTAMENTE CON MI DEFENSOR,
Es Justicia, etc.

ING. JOSÉ GABRIEL ANCHUNDIA BASTIDAS


C.C. #0911243756

LUIS MANUEL DE GUZMÁN OLLAGUE


Abogado
Reg.Mat. 09-2011-50 del Foro de Abogados

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