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DEDICATORIA

El presente trabajo es dedicado a todas las relaciones de pareja entabladas y las que están por
entablarse en este proceso de coexistencia con la persona deseada, ya que es justo en este
proceso donde se pondrá a prueba no solo una vez sino muchas veces la gran compatibilidad,
comprensión, paciencia y amor que puedan tenerse uno al otro al momento de afrontar las
adversidades y los muy comunes, problemas de pareja.
AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a todas las personas implicadas por hacer posible la realización del presente
proyecto, entre las que destacan nuestro profesor de carrera, quien no solo fue maestro, si no
también guía para nuestra formación académica, de la misma forma menciones honorificas a
nuestros padres quienes con sus esfuerzos nos apoyan día tras día para la culminación exitosa
de nuestras carreras profesionales, por ultimo a nuestros amigos y personas cercanas que de
una u otro forma nos tendieron una mano cuando mas lo requeríamos y es gracias a todo el
apoyo en conjunto de ellos y a nuestro propio esfuerzo que lograremos alcanzar las metas
propuestas.
CAPITULO 1: INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, la terapia de pareja desde un enfoque cognitivo conductual se ha centrado


en el análisis detallado de los conflictos cotidianos que pueden llevar a la ruptura de la relación,
concretándose en el estudio de cómo aparecen los problemas, y cómo se mantienen.
Uno de sus puntos de partida es una característica que se asocia de forma general con los
conflictos, el predominio de interacciones negativas sobre las positivas. Con el objetivo obvio
de conseguir una intervención eficaz, ha planteado superar los problemas aumentando el
intercambio de conductas positivas y mejorando la comunicación y la resolución de problemas.
En el intento de superación de estas limitaciones, se han ido añadiendo factores en las
intervenciones, incorporándose últimamente elementos básicos en la relación interpersonal
como son la intimidad y la emoción. la consideración de la estructura de la p a reja en sus dos
vertientes básicas, como ente social y como relación interpersonal, permite integrar, encuadrar
y comprender los últimos avances y aportaciones e intuir los caminos por los que va a discurrir
su desarrollo futuro.
El presente proyecto plantea aspectos generales de la estructura de la pareja, la comunicación
que se presenta, el entrenamiento de habilidades sociales, la realización de la negociación en
los contratos de pareja, alternativas para la resolución eficaz de los problemas especiales, la
formulación de los distintos tipos de tratamientos utilizados para abordar los problemas de
pareja y finalmente se muestran las distintas escalas y/o test para la evaluación efectiva de los
problemas en las relaciones de pareja.
1.1 BASES TEORICAS

Los conflictos en la pareja se pueden agrupar alrededor de los aspectos fundamentales que
estructuran la pareja y que se han planteado hasta aquí:

 INTIMIDAD. - Algunos autores identifican como área de conflicto los límites que
existen entre los dos componentes en el grado de intimidad. Aquí incluyen elementos
como la expresión de afecto (detalles, sexo, etc.),

 COMPROMISO. - Se incluye en el apartado de la intimidad, el grado de inversión


que cada esposo pone en la pareja. En ella, estos autores concluyen que es el esfuerzo
conductual que se realiza para mantener o mejorar la relación, y la inversión expresiva
que son los esfuerzos que se realizan para hacer feliz al otro.

 DOMINANCIA. - . Influye en el balance entre el poder y control en la toma de


decisiones de la pareja. Aquí se incluyen elementos importantes como el dinero, el uso
del tiempo de ocio, la distribución del trabajo en casa, las prioridades en el desarrollo
de la carrera profesional de cada miembro. Algunos autores consideran la propia
existencia de una relación de dominancia en la p a reja como causa de conflicto, sobre
todo desde el punto de vista de la teoría de unas relaciones equitativas. Sin embargo,
no se ha demostrado empíricamente que sea así. Puede darse la dominancia sin que
aparezca o se perciba ninguna distorsión.

Además, la toma de decisiones tiene la característica de ser una habilidad escasa y


difícil y por ello, un bien preciado. El apoyo que cada uno obtiene de la pareja en la
toma de decisiones individuales o conjuntas puede ser uno de los refuerzos básicos que
se obtiene de la relación. Por ello, aunque exista una relación de dominancia de un
miembro sobre el otro, puede ser un factor considerado como algo aceptable o incluso
deseable porque evita la tarea desagradable de tomar decisiones.

 APEGO. Las conductas de apego se aprenden en la infancia y se automatizan. También


se aprenden en la familia de origen las conductas de respuesta a la solicitud de ayuda.
Si no se cumplen las expectativas que generan las peticiones del otro, pueden darse
problemas graves en las parejas. El hecho de que las conductas sean automáticas, y por
tanto no conscientes y muy básicas, hace que los conflictos en este aspecto sean graves
y no siempre explícitos, dando lugar a emociones fuertes que no encuentran una e x
presión adecuada para su solución.

 PROBLEMAS EN LA COMUNICACIÓN Y RESOLUCION DE PROBLEMAS.


Una vez que aparece un conflicto en cualquier área, se disparan en la pareja los
mecanismos para resolverlo: las habilidades de comunicación, de resolución de
problemas y la estructura de poder. Si no consiguen hacerlo, y se establecen en la pareja
patrones de relación que lo perpetúan o incluso lo agravan, al pasar el tiempo sin hallar
solución, el origen de las dificultades se olvida y llega a parecer que no existen
elementos desencadenantes de la situación y que es la propia convivencia la que se
convierte en problemática. En consecuencia, los problemas de comunicación y de falta
de habilidades para resolverlos se asocian a cualquier otro tipo de situación. El alto
grado de capacidad en ambas habilidades es una gran ayuda para mantener la armonía
en la pareja.
1.2 DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

Amor Ausente: No está presente ninguno de los tres componentes.

Simpatía: Existe intimidad, pero no hay pasión ni compromiso.

Atracción: Pasión, sin intimidad ni compromiso.

Amor vacío: Compromiso, pero no hay intimidad ni pasión.

Amor romántico: Intimidad y pasión, sin compromiso.

Amor entre compañeros: Intimidad y compromiso, pero no pasión.

Amor fatuo: Pasión y compromiso, sin intimidad.

Amor consumado: Están presentes los tres componentes

Inferencia arbitraria: Se sacan conclusiones sin evidencia suficiente.

Abstracción selectiva: Se sacan conclusiones discriminando solamente aquellos estímulos que


refuerzan el esquema de pensamiento

Personalización: Cualquier situación adversa el sujeto lo traduce en una auto referencia

Pensamiento dicotómico: Se les da a las situaciones un valor absolutista, por ejemplo, de


bueno-malo.

Generalización: Se le atribuye causales determinadas a algún evento en función de algo


similar que haya podido ocurrir.
CAPITULO IV: DAR Y RECIBIR: LOS CONTRATOS DE PAREJA

4.1 HACIENDO PETICIONES POSITIVAS

En este punto lo primero es ayudar a la pareja a realizar demandas positivas hacia el cónyuge.
Lo que se busca es que realicen peticiones positivas en casa mediante la sesión ejecutada
durante la semana.

Aquí se insiste para que cada miembro de la pareja diga lo que quiere del otro mas que lo que
no quiere. Las peticiones deberán hacerse en términos de conductas concretas más que en
características generales de personalidad. Pedir a un marido que sea «más considerado» es
demasiado vago para que él entienda qué es lo que su esposa quiere que haga de forma
diferente. y puede que se sienta atacado. La vaga frase «más considerado» puede significar
desde «pon tu ropa sucia en la cesta» a «vuelve a casa pronto después del trabajo» o «escucha
un momento lo que he hecho durante el día». Lo que tenemos que hacer, como terapeutas, es
ayudar a la esposa que se encuentra en esta situación a que especifique qué frecuencia, cuándo
y dónde, para que sea «más considerado».

los terapeutas debemos hacer una demostración de la forma inapropiada y apropiada de hacer
una petición. Por ejemplo, de ¡cómo no hacerla!:

TERAPEUTA: (Modelando a la esposa.) Fue tan raro que llegases ayer tan pronto a casa que
no podía creerlo. De ahora en adelante me gustaría que dejases de ser tan poco considerado y
que dejases de volver tarde a casa tan a menudo.

Esta petición está expresada de una forma negativa más que positiva: no especifica la conducta
a aumentar o disminuir, sino que, por el contrario, pide un cambio de motivación (poca
consideración) y sin un tiempo limitado. Este tipo de petición es probable que provoque
defensividad en lugar de cumplimiento del miembro a quien se dirige.

Ahora haremos una demostración de cómo la misma petición puede aumentar la probabilidad
de que la persona que la oiga esté de acuerdo o dispuesta a negociar: ¡Cómo hacer/o!:

TERAPEUTA: (Modelando a la esposa.) Me gustó mucho que volvieses ayer pronto a casa.
Me gustaría que volvieses pronto o que me llamases si vas a tardar más de media hora un día
de la semana que viene. Me sentiría mucho más feliz toda la tarde.

4.2 PRINCIPIOS PARA EL CONTRATO EN LOS GRUPOS DE PAREJA

Se puede comenzar con el procedimiento de petición con una pareja que probablemente
responderá bien a nuestras instrucciones y sugerencias. Es decir, empezar por una pareja que
sea un buen modelo para los otros miembros del grupo.

Proceder en el grupo haciendo que cada pareja haga sus peticiones por turnos. Después pedir a
los otros miembros del grupo que den feedback a la pareja reflejándoles la especificidad de las
demandas que han hecho. Cortar los juicios de valor de los miembros del grupo sobre lo
apropiado o no de la petición. Después de que se ha hecho la petición y se han puesto de acuerdo
las dos partes, fomentar los comentarios de ayuda de los otros miembros del grupo.
4.3 EL EJERCICIO DEL CONTRATO

Durante esta parte, la pareja deberá realizar un contrato formal para luego terminar con un
contrato escrito, en este contrato la pareja describirá las conductas a cambiar, las gratificaciones
por cumplirlas, así como las faltas por no hacerlo.

Como primer punto es presentar a la pareja la idea del contrato, especificándole los tres
principios básicos de un contrato efectivo:

1. La negociación. – Esta debe ser abierta y honesta sin implicar ningún castigo o
condicionamiento hacia la pareja, o lo que implica que ambos deben ser sinceros con
lo que quieren y están dispuestos a dar, ejm:

 Un esposo puede pedir sutilmente a su mujer que inicie la relación sexual


dos veces a la semana, no porque a el le preocupe sino porque por presión
social piensa que así debería ser.

2. Términos simples. – Este contrato debe ser escrito en términos sencillos y claros, ya
que los términos vagos suelen provocar malos entendidos cuando la pareja intenta
decidir si al llegado al acuerdo final, ejm:

 Un contrato en el que el marido acuerda “prestar más atención a los niños”,


está destinada a fracasar, ya que esta idea puede ser muy diferente a la
definición del termino que hace su esposa. Por lo tanto, las instrucciones
deben ser mas explicitas, “el marido se compromete a jugar con el niño
veinte minutos al día”.

3. Ventajas mutuas. - El contrato debe mantener ventajas para ambas partes de la pareja,
es decir cada uno debe sentir que él o ella ha ganado algo valioso en la relación; ejm

 una mujer puede pedir a su marido que planee una actividad de tiempo libre
para toda la familia todas las semanas, además de una vez al mes que es
cuando él lo hacía.

4. El cuarto principio es que la conducta del contrato debe estar en el repertorio actual de
la persona que lo acuerda. Por ejemplo, no se debe pedir a un marido Impotente que
inicie y lleve a cabo la relación sexual dos veces a la semana.

Una vez que se han explicado las razones para hacer un contrato y éstas han sido entendidas
por la pareja, se centrará su atención en el “Índice de Felicidad Familiar» este contiene ejemplos
de muchos tipos de demandas que los miembros de una pareja pueden querer hacer al otro.
4.4 PRINCIPIOS DEL CONTRATO DE GRUPO

4.4.1 ELECCIÓN DE CONDUCTAS A CAMBIAR

Para que la pareja empiece a hacer el ejercicio del contrato se les dan contratos en
blanco, con dos columnas: “Conductas a cambiar” y “Refuerzos” Sigamos ahora en el
procedimiento de contrato seguido por Arthur y Mary. Comenzamos pidiéndoles que
cada uno eligiera una conducta de entre los elementos del «Índice de Felicidad
Familiar» que representara una acción que «estaría dispuesto» a intentar cambiar y que
piensa que le agradaría a su compañero. Debemos advertirles que la conducta elegida
no necesita ser algo sorprendente o fantástico, sino simplemente algo que le pueda
gustar al otro. Es importante también indicar que éstas son simplemente conductas a
cambiar potenciales, que son elegidas en una fase preliminar en el desarrollo de los
términos del contrato y que esta elección inicial no les obliga a cumplir con esa conducta
hasta que se complete el proceso de intercambio y negociación.
5.4.2 ELECCIÓN DE REFUERZOS

Iniciar este proceso recordando a la pareja que el propósito del ejercicio es promover
las estrategias de negociación y compromiso luego de esto se va a, pedir a cada esposo
que elija una conducta del “Índice de Felicidad Familiar” que presente una acción que
le agradaría. Puede ser una acción realizada por él, alguna conducta realizada por su
compañero, o una actividad mutua o en solitario.

El refuerzo elegido debe de ser una conducta o una actividad que el que la escoge reciba
normalmente o le atraiga, pero que desea que continúe o que aumente en frecuencia. Se
animará a la pareja a que se pregunte “¿Qué es lo que realmente necesito lo suficiente
como para trabajar por ello?”

Después cada uno lee al otro el refuerzo y le comenta porqué le resulta valiosa. Incitar
a los esposos a que se pregunten a sí mismos si el refuerzo solicitado es realistas y
razonable. Puede que necesitemos ayudarles a modificar las condiciones para que
puedan ser realistas, ejm:

Mary ordenó sus refuerzos así:


1. Salir a cenar una vez a la semana
2. Dinero para una ocasión especial

Arthur los ordenó así:


1. Ver conmigo en la TV una vez a la semana un hecho deportivo
2. Que Mary lave el coche

5.4.3 NEGOCIACIÓN DEL CONTRATO

El paso final del proceso es la negociación, el trato, el compromiso y. finalmente, si es


posible, el acuerdo. Esto es un paso Crítico y requiere una estrecha supervisión por parte
del terapeuta. que también debe modelar en esta fase a la pareja para garantizar que el
intercambio de sentimientos e ideas sea consistente con modelos de comunicación
adaptada.
En este punto se debe indicar claramente las contingencias del proceso de intercambio.
La pareja debe de entender que:

1. Cada esposo tiene que escribir la conducta antes de compartir el refuerzo


asociado a ella. Nada resulta gratis. Cada miembro consigue un refuerzo realizando
primero la conducta a cambiar asociada.

2. Tienen que ponerse de acuerdo en la cantidad de conducta alternativa que se


requiere para lograr determinada cantidad de retuerzo. Por ejemplo, ¿cuántas veces
tiene que llevar Sylvester a cenar fuera a su mujer para lograr un fin de semana de pesca
sólo con sus amigos? No se puede realizar el contrato hasta que ambos miembros
comprendan y se pongan de acuerdo en las contingencias del proceso de intercambio.

Mientras la pareja negocia el contrato, el terapeuta debe impulsar y ensalzar los


esfuerzos para una buena comunicación verbal. Esta buena comunicación verbal
incluye: ser específico, confesar abiertamente los sentimientos, hacer peticiones de una
forma directa y dar y agradecer las GRATIFICACIONES. Cuando se han completado
las negociaciones, dará el contrato a la secretaria para que lo pase a máquina, mientras
continúa la sesión con otras actividades.
Finalmente, el contrato estaría siendo parecido a este:
Las ventajas del control constante y sistemático de los contratos se enumeran más abajo. La
utilización de registros facilita la adherencia a los contratos porque:

1. Salta la laguna entre las sesiones de tratamiento y proporciona un feedback frecuente y


un rápido control visual de los progresos a lo largo de la semana y del cumplimiento o
no de [as conductas y los refuerzos.

2. Sirve como señalo recordatorio para el terapeuta y para la pareja para darse refuerzos
sociales mutuos. Esta función señalizadora genera cadenas de interacción positiva que
pueden ayudar a llevar a la pareja hacia nuevas formas de relación.

3. Promueve formas nuevas y más positivas de relación que pueden reemplazar a las
formas coercitivas.

4. Promueve el autocontrol y el autor reforzamiento que pueden llevar a cambios más


duraderos al final de la terapia.

5. Proporciona feedback del progreso al terapeuta y extiende la vigilancia de éste para


cubrir la interacción de la pareja más allá de lo que se ve en la sesión.

6. Extiende simbólicamente la presencia del terapeuta al medio ambiente, especialmente


si la hoja de registro está específicamente diseñada para la pareja y si el terapeuta la
impulsa por teléfono o correo.

7. Ayuda a los miembros a salvar las apariencias: ni tienen que aceptar la responsabilidad
de los problemas pasados, ni tienen que tomar la única responsabilidad para el cambio,
ni son el paciente designado. Los miembros de la pareja pueden decir: «Lo estamos
haciendo porque está en el contrato y ambos lo acordamos así».

8. Ayuda a mantener la honradez de la pareja. Existe una marcada tendencia a burlar,


ignorar u olvidar los términos del contrato, o incluso a corregidos después de que se ha
llegado al acuerdo. La influencia de los viejos patrones de conducta es grande y la
dilación y la vaguería pueden fácilmente hacer que se pasen por alto.

En la siguiente sesión ambos miembros tienen que informar del grado en que han realizado sus
cambios de conducta y han utilizado sus refuerzos. Si la pareja está contenta con los términos
actuales de su contrato y desea continuar con él, se les debe animar a que sea así.
6.13 TERAPIA DE TERCERA GENERACIÓN

LA TERAPIA INTEGRAL DE PAREJA COMO TERAPIA DE TERCERA


GENERACIÓN

El que se plantee una nueva forma de conceptuar los problemas de pareja, y por ende una nueva
forma de tratarlos por los terapeutas, no significa que los logros que hasta la fecha ha tenido la
TPCT (Terapia Conductual Integrativa de Pareja) sean desechables, ni que haya que olvidar
los principios que subyacen en la TPCT. En realidad, la TIP representa una evolución que
pretende solventar sus dificultades y mejorar tanto su base filosófica como sus aspectos
técnicos. Son estos cambios los que la hacen pertenecer a lo que se ha denominado terapias de
tercera generación.
Desde el plano teórico, la TPCT se diferencia de la TIP en que ésta radicaliza en la visión que
tiene de los problemas de pareja. Para ello pone el énfasis en tres aspectos principales:
1. se vuelve al análisis funcional como forma de evaluar los problemas de pareja
2. se hace más hincapié en el reforzamiento natural y se usan menos reglas
3. se da más importancia al contexto en el que surgen los problemas, esto es, se atiende
mucho más al papel de la historia del individuo en los problemas actuales.

En la evaluación de la TPCT no se tienen en cuenta los antecedentes y consecuentes de la


conducta. Es un análisis más topográfico que funcional. Esto lleva a que en la intervención se
siga un paradigma de “igualación a la muestra” para emparejar problemas y estrategias.
En la TIP, en cambio, se tiene muy en cuenta qué antecedentes y qué consecuentes son los que
mantienen un comportamiento dado, aunque tal y como señalan Jacobson y Christensen (1996)
esto no está exento de dificultades, pues para el terapeuta es imposible hallarse presente en
cada uno de los conflictos de una determinada pareja, por lo que se vuelve inevitable confiar
en su criterio.

LOS PROBLEMAS DE PAREJA DESDE LA TIP


La mayoría de las quejas con las que una pareja llega a la consulta tienen que ver con el
desarrollo de incompatibilidades.
Según la TIP, el problema no son las incompatibilidades, que más bien resultan inevitables en
una relación de pareja, sino cómo se manejan. Una de las formas posibles de afrontar las
incompatibilidades que acaba generando problemas es la coerción. Esto implica que un
miembro de la pareja aplica estimulación aversiva hacia el otro para escapar de la estimulación
aversiva que provoca la incompatibilidad, o conseguir el reforzador del que priva la
incompatibilidad. Así, por ejemplo, es bastante común que se utilice el chantaje emocional para
conseguir algo que se quiere de la otra persona, es decir, se provoca su culpabilidad (por
ejemplo, se actúa de forma acusadora hasta que el otro miembro cede y complace a la pareja).
El hecho de que estas incompatibilidades se manejen de forma coercitiva provoca que se
generen patrones de interacción que empeoran la situación de la pareja. Según Jacobson y
Christensen (1996), puede haber tres patrones de interacción destructivos:
1. La evitación mutua, en el que ambos evitan enfrentarse al conflicto
2. La interacción negativa mutua, en el que ambos se atacan reiteradamente
3. La demanda-retirada, en el que uno entra en una interacción negativa como demandar,
acusar o culpar y el otro se retira.
Las investigaciones parecen indicar que cuando lo que se produce es una discusión de un tema
elegido por la mujer, y el patrón de interacción es mujer-demandante y marido-evitador, la
satisfacción de ésta disminuye significativamente en un periodo de dos años y medio.
En la TIP la formulación que se hace del problema a la pareja incluye tres componentes:
1. La descripción del tema principal de conflicto y la ayuda para identificar las situaciones
conflictivas que se dan fuera de la sesión
2. El proceso de polarización, que describe las interacciones destructivas que se dan entre
los miembros de la pareja
3. La trampa mutua, que es resultado del proceso de polarización: “es la sensación de estar
atrapados sin solución que hace que no sean capaces de revertir el proceso de
polarización una vez que ha empezado”

TERAPIA INTEGRAL DE PAREJA UNA INTERVENCIÓN PARA SUPERAR LAS


DIFERENCIAS IRRECONCILIABLES

En la TIP la intervención se estructura en torno a tres cuestiones que trae la pareja de una sesión
a otra:
1. Discusión en sesión de situaciones generales y específicas que hayan surgido alrededor
del tema.
2. Situaciones en las que ha surgido el problema y lo han resuelto con éxito.
3. Situaciones que se podrían llamar positivas.

Al inicio de la terapia las primeras serán las más frecuentes para poco a poco ir dando paso a
las segundas. Si bien el componente central de la TIP es la aceptación, también se siguen
usando estrategias de cambio propias de la TPCT. Empezar por unas o por otras lo determina
el estado de la pareja. En principio, cuanto más polarizados estén, más necesidad de trabajar
en aceptación. Si se muestran colaboradores y con objetivos comunes no habrá problemas para
empezar con estrategias de cambio, y si se aprecian “durezas” en la intervención, habrá que dar
un giro hacia las estrategias de aceptación. Aunque raramente cuando fracasa el trabajo en
aceptación funciona el entrenamiento en habilidades, lo contrario sí es frecuente: allí donde el
trabajo en habilidades ha fracasado suele producir beneficios el trabajo en aceptación (Jacobson
y Christensen, 1996).
Para trabajar la aceptación existen tres estrategias centrales: la unión empática, la separación
unificada y la tolerancia. El objetivo de las dos primeras estriba en unir a la pareja alrededor
del problema; es decir, que el problema sirva para generar más intimidad. En la última la meta
consiste en transformar en menos dolorosas las conductas negativas del compañero (Jacobson
y Christensen, 1996). En la unión empática se pretende generar aceptación a través de poner
en contacto la conducta de un miembro de la pareja con su historia personal. Es decir, lo que
se hace es contextualizar el comportamiento que la otra persona considera problemático dentro
de la formulación que se hizo del problema. Así, la conducta negativa es vista como parte de
sus diferencias. Para ello se hace referencia a la fórmula de la aceptación:

DOLOR + ACUSACION = CONFLICTO


DOLOR – ACUSACIÓN = ACEPTACIÓN

Se promueve la expresión de lo que los autores llaman expresiones “blandas”, en vez de


expresiones “duras”, que llevan a la confrontación por la ira, culpa o el resentimiento, y que
indican una diferencia en el poder y el control. Las expresiones “blandas”, en cambio, muestran
la parte más vulnerable de la persona al reflejar sentimientos de dolor, temor, etc. Este tipo de
expresiones son más adecuadas para generar intimidad.
Para que ésta surja es necesario que haya reforzamiento de conductas interpersonales de
vulnerabilidad, es decir, “conductas que ocurren en un contexto interpersonal y que han sido
asociadas con castigo por otros en el pasado. La expresión de conductas de vulnerabilidad y su
reforzamiento por parte de otro es lo que define un evento íntimo.
El terapeuta anima a la pareja a manifestar sentimientos que no son expresados habitualmente
y que se supone elicitan una respuesta más empática por parte del oyente Así, al final, el
principal objetivo de la TIP es transformar las situaciones de crisis de la pareja en “vehículos
para la intimidad”.
La separación unificada consiste en ayudar a la pareja a que se enfrenten juntos al problema.
Es decir, se trataría de que cuando se produce un incidente negativo sean capaces de hablar de
él como algo externo a la relación, como si fuera un “ello” (Jacobson y Christensen, 1996). Se
procura conseguir que los miembros de la pareja sean más conscientes de los procesos que
ocurren en las interacciones negativas, de forma que tomen más distancia y no se vean
controlados por las emociones que surgen en ese momento.
Las estrategias de tolerancia se utilizan cuando no han funcionado las estrategias de aceptación,
de forma que, aunque el objetivo sea la aceptación, es mejor que se toleren a que no se acepten
siquiera. El fin es hacer que la pareja se recupere más rápido del conflicto.
No se consigue el mismo tipo de aceptación que con las técnicas anteriores, sino más bien el
que las conductas negativas del otro no sean tan aversivas. Implica cambiar la función de la
conducta del otro mediante exposición a episodios de dichos comportamientos.

Existen tres tipos de técnicas con las que se promueve la tolerancia:


 Role playing de la conducta negativa en la sesión
 Imitación de la conducta negativa en casa
 Habilidades de auto-cuidado.

Aparte del trabajo en aceptación y tolerancia, la TIP sigue recurriendo a estrategias de


intercambio conductual y entrenamiento en habilidades comunicación y resolución de
problemas. Una de las diferencias es que en TIP se emplean después de que se ha trabajado en
aceptación, en vez de hacerlo al principio de la terapia. La razón es que cuando la pareja acude
a la consulta suele llegar con pocas ganas de colaborar el uno con el otro.
El entrenamiento en comunicación y resolución de problemas no juega un papel tan importante
pero se sigue utilizando en aquellos casos en los que es necesario un entrenamiento explícito
tras haber realizado un análisis funcional que así lo recomiende. No obstante, su objetivo no es
mejorar la comunicación sino facilitar el trabajo en aceptación.

REFERENCIAS:

R, Morón. (2006). EduPsykhé. REVISTA DE PSICOLOGÍA Y PSICOPEDAGOGÍA, Vol. 5,


No. 2, 273-286. Recuperado de:
https://www.academia.edu/36369399/Revista_de_Psicolog%C3%ADa_y_Educaci%C3%B3n

R, Liberman., E, Wheeler., L, De Visser., J, Kuehnel., T, Kuehnel (1987). Manual de terapia


de pareja. Un enfoque positivo para ayudar a las relaciones con problemas,151 - 164.
Recuperado de: https://www.edesclee.com/img/cms/pdfs/9788433007056.pdf

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