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Olivier Dollfus
(adaptación y síntesis del texto original)
El Espacio geográfico según Tricart es “la epidermis de la Tierra”; según Max Sorre es “la ecúmene de la
Tierra o espacio habitado” y según un autor actual (Gottman) es “el espacio accesible al hombre (tierra, aire,
mares)”. Evidencia cambios en la conceptualización a lo largo del tiempo.
Un espacio es localizable y diferenciado porque todos los puntos del espacio geográfico se localizan en la
superficie de la Tierra, definiéndose por sus coordenadas, altitud, emplazamiento y posición. Y como tal, el
espacio es localizable, el espacio geográfico es cartografiable, diferenciado. Debido a su localización y al
juego de las combinaciones que preside su evolución, cualquier elemento del espacio y cualquier forma del
paisaje son fenómenos únicos.
Es un espacio concreto y localizable, es un espacio cuya apariencia -el paisaje- se puede describir.
La descripción es indispensable para preceder la explicación, y los trámites de la investigación están
constituidos por la descripción y la explicación. La descripción valora, clasifica y ordena los elementos del
paisaje que son motivo de análisis.
En el análisis del espacio geográfico se parte de lo que está presente, de lo que es visible.
Por ejemplo: el análisis de un paisaje urbano es asimismo revelador de su historia y de sus condiciones de
desarrollo, y muestra el peso del pasado en la organización del espacio urbano en la época contemporánea.
La homogeneidad de los espacios geográficos es para J.R. Boudeville, un espacio continuo, cada una de
cuyas partes constituyentes, presenta unas características tan cercanas como las del conjunto.
En una determinada superficie hay, una identidad pasiva o activa de los lugares y, de los hombres que la
ocupan. Puede proceder de un elemento, o bien de un tipo de relaciones.
La homogeneidad puede ser externa: la que corresponde al área de extensión de un paisaje. A veces la
homogeneidad está vinculada a determinada forma de ocupación del espacio que corresponde a una densidad
regular, señalando la presencia de un grupo étnico que se individualiza por técnicas originales. La
homogeneidad también puede ser interna: la estructura que rige la organización del espacio responde a dos
condiciones: un sistema regido por una cohesión interna; y esta cohesión, inaccesible a la observación de un
sistema aislado, se revela en el estudio de las transformaciones.
La homogeneidad nace de un sistema de relaciones que determina unas combinaciones que se repiten.
Un ejemplo de homogeneidad es: los países industriales de Europa occidental forman un espacio homogéneo
si nos situamos a escala mundial y si la observación se consagra prioritariamente a las formas de organización
económica y a los niveles de desarrollo.
La acción humana tiende a transformar el medio natural en un medio geográfico, es decir, modelado por la
acción de los hombres en el curso de la historia.
La paleontología nos dice que los primeros hombres aparecieron en África hace dos millones de años, el
cometido del hombre como agente de intervención en el espacio geográfico data solamente de unos 6.500 a
7.000 años.
La acción humana en el espacio geográfico se vuelve cada vez más vigoroso bajos los efectos conjugados del
crecimiento demográfico mundial y de los procesos tecnológicos de cada sociedad.
El paisaje natural: es la expresión visible de un medio que no ha experimentado la huella del hombre, por lo
menos en una fecha reciente. Algunas regiones tórridas, selváticas o estépicas, pueden ser recorridas por
pequeños grupos de cazadores y recolectores. Mientras para la caza no utilicen el fuego o tracen sendas, no
ejercerán en el medio una acción fundamentalmente distinta a la determinados animales.
El paisaje modificado: Aunque no ejerzan actividades pastoriles ni agrícolas, estas colectividades de
cazadores y de recolectores en constante desplazamiento pueden modificar el paisaje de manera irreversible.
La práctica del fuego en la maleza o en el bosque para la caza desemboca en una transformación del medio.
Aunque unas actividades pastoriles no presenten huellas visibles en forma de cercados y de abrevaderos,
provocan igualmente una modificación en el medio. Se rompe el equilibrio y
otro tiende a instaurarse, y entre ambos hay un período de cambios más o menos rápidos que pueden ser
desastrosos. No siempre los paisajes modificados lo son en el sentido de una deterioración del medio natural,
sino que pueden constituir una transición, un paso hacia los paisajes ordenados.
Los paisajes ordenados: Son el reflejo de una acción meditada, concertada y continua sobre el medio
natural.
-Acción meditada, es decir, consciente: el grupo se esfuerza por sacar partido de ciertos elementos del medio
en vistas a una producción determinada o a unas ventajas para la vida de relación.
-Acción concertada: no es el resultado de un individuo que actúa solo, sino de una sociedad encaminada a
alcanzar determinados objetivos.
-Acción continua: la acción debe ser necesariamente continua, proseguida durante cierta duración para que el
medio sea modificado y se le pueda sacar el partido deseado. Los acondicionamientos que transforman el
medio natural en un medio geográfico dependen tanto de la naturaleza como del grado de evolución
económica y social de la colectividad, y son el resultado del encuentro de un medio y de las técnicas de
organización del espacio.
El hombre y el medio
Uno de los problemas planteados por el análisis del espacio geográfico es el de las relaciones entre el hombre
y el medio físico que le rodea.
Una vez rebasada la fase de la localización y de la nomenclatura, la geografía intentó investigar las relaciones
de causalidad entre el hombre y la naturaleza. Con ello se planteaba el problema del determinismo geográfico.
Uno de los méritos de Vidal de La Blanche consiste en haber demostrado que no existe un determinismo
absoluto y convergente. Señaló también que cada medio ofrece una serie de posibilidades que podemos
combinar de maneras distintas.
El espacio geográfico es un espacio percibido y sentido por los hombres tanto en función de sus sistemas de
pensamiento como de sus necesidades. A la percepción del espacio real se añaden o se combinan unos
elementos irracionales, míticos o religiosos.
Cada grupo tiene una percepción propia del espacio que ocupa, y que de una forma u otra le pertenece.
Esta percepción a la vez exacta y concreta del espacio puede doblarse o superponerse a una visión mítica o
cosmológica de la naturaleza.
La necesidad de descubrir el conocimiento que cada sociedad posee de su espacio es indispensable tanto
para los análisis del geógrafo como para los del etnólogo, y también es útil para el historiador.
El significado cambia según los individuos y sus funciones, y también según las épocas.
Actualmente el espacio y la distancia expresados en tiempo de recorrido son variables según los países y las
categorías sociales.
El espacio rural
En su sentido corriente, la expresión espacio rural significa campo.
Apareció en la superficie de la tierra con los inicios de la agricultura y las primeras ordenaciones del espacio
encaminadas a una producción agrícola.
El espacio rural fue primeramente el ámbito de las actividades agrícolas y pastoriles. Pero las actividades
agrícolas y la ganadería, que a escala mundial ostentan un lugar principal en el espacio rural, no son de
ningún modo exclusivas de otras formas de utilización de las superficies. En las regiones rurales de los países
industriales el espacio sirve asimismo para el descanso y el recreo, minería etc. El espacio rural engloba con
el mismo derecho los bosques acondicionados y los terrenos agrícolas, y sirve de residencia a una población
de la que solamente una fracción se dedica a la agricultura, fracción que no cesa de disminuir. Todo lo que
concierne al campo es rural. La población rural es la que reside en el campo.
La acción humana tiende a modificar el suelo.
La importancia del medio físico cambia de significado según las técnicas agrícolas.
En el espacio agrícola el significado del suelo cambia de acuerdo con las técnicas y los objetivos económicos
de la sociedad que lo utiliza. Lo mismo sucede en el caso de los obstáculos y las ventajas del clima: la
genética contribuye a desplazar los límites climáticos de los cultivos.
El análisis del espacio rural engloba el hábitat, que es la forma de distribución de la población dentro de un
espacio dado y sus formas de vida.
El espacio rural tiene encomendadas otras funciones además de las que se relacionan con la producción
agrícola, las cuales localmente son y serán cada vez más secundarias; es un espacio de descanso, de ocio y
de residencia, en donde nos esforzamos por preservar y utilizar lo mejor posible los escasos recursos de las
sociedades urbanas: el silencio, la tranquilidad, el aire puro, el agua y el verdor.
En las mismas sociedades el espacio rural está bajo tutela, ampliamente subvencionado y eventualmente
mordisqueado por la urbanización.
La sociedad que ocupa el espacio rural está profesionalmente mucho menos diferenciada que la sociedad
urbana, y el nivel de vida medio y el nivel de consumo de sus individuos son inferiores a los de los habitantes
de las ciudades, por lo menos en los países subdesarrollados.
El espacio urbano
Características del espacio urbano:
Es la superficie ocupada por ciudades y comprende las superficies edificadas, la red viaria urbana, las
implantaciones de las empresas industriales y de transportes, los jardines, y los terrenos de esparcimiento y
de ocios inmediatamente accesibles al ciudadano.
Aunque la noción de ciudad cada uno de nosotros la vemos clara, es difícil dar una definición que sea precisa
en sus términos y que al mismo tiempo abarque la gran variedad de las aglomeraciones consideradas como
urbanas.
Población urbana: formada por el conjunto de personas que residen en una agrupación de viviendas
compactas en número mínimo de 2.000 (en Argentina), a condición de que en los núcleos de menos de 10.000
el efectivo que viva del trabajo de la tierra no rebase el 25%. Por encima de esta cifra, cualquier agrupamiento
sera considerado como urbano.
Se caracteriza por la concentración del hábitat en una superficie limitada, muchas veces con el
amontonamiento de la población en los inmuebles de pisos. Es un espacio completamente equipado que, a
causa de la alta densidad de las instalaciones y de la acusada competencia para la utilización del terreno, es
caro, lo cual por exigencias de la rentabilidad induce a la concentración de actividades altamente productivas
por metro cuadrado.
El espacio urbano es caro, a causa de su escasez, de las ventajas de situación, y del equipamiento que se
encuentra en él.
Toda ciudad se define en el espacio geográfico por su posición y por su emplazamiento.
La situación de una ciudad se estudia en mapas de escala mediana o pequeña (planos); el emplazamiento se
describe partiendo de mapas a gran escala.
La situación es la posición de la ciudad en relación con las regiones y las vías de comunicación que fijan las
relaciones necesarias para la realización de las funciones urbanas.
El emplazamiento puede ser definido como la ubicación de la ciudad en relación con unos hechos naturales,
susceptibles en el pasado y en el presente de ejercer una influencia sobre su desarrollo, este asimismo
relacionado con la facilidad de su irradiación.
El emplazamiento es el asiento de la ciudad, la ubicación precisa del espacio construido en sus relaciones con
la topografía local. El emplazamiento se define por el marco topográfico en el cual ha arraigado la ciudad, por
lo menos en sus orígenes.
Los aspectos del espacio urbano:
El espacio urbano es tan diverso como el espacio rural.
Por la disposición de sus barrios, las sucesivas utilizaciones de su emplazamiento, y por su localización, la
ciudad es el reflejo de una historia y la figuración en el espacio de una evolución económica y social.
El espacio urbano es extremadamente diferenciado, a la vez como consecuencia de la localización de las
funciones y de la composición social de la población.
La instalación de las industrias responde a cierto número de exigencias: posibilidades de acceso para la mano
de obra, facilidades de aprovisionamiento y de expedición gracias a la existencia de buenas vías de
comunicación, y disponibilidad de terrenos.
Los barrios reflejan a la perfección la composición social, e incluso étnica o religiosa, de la población urbana.
En las ciudades cuya composición étnica y a veces religiosa está diversificada, asistimos casi siempre a una
distribución de los barrios en función de las razas o de los orígenes nacionales.
Las relaciones ciudad-campo:
Las ciudades únicamente pudieron nacer y desarrollarse cuando el campo logró retirar un excedente
productivo que permitió abastecerlas, y cuando la división del trabajo creó unas actividades que, al no estar ya
supeditadas directamente a la producción agrícola, encontraban grandes ventajas agrupándose en el interior
de una misma aglomeración. La ciudad solamente puede extenderse a expensas del espacio rural.
Los movimientos de población entre la ciudad y el campo revisten diversos aspectos: una parte de la población
rural puede ir a instalarse en la ciudad para encontrar en ella trabajo; se trata de éxodo rural. Una gran parte
de las relaciones ciudad-campo se efectúan por medio de desplazamientos de población, sean cuales fueren
sus motivos o su duración.
En los países industriales tiene efecto una nueva forma de la influencia de la ciudad sobre el campo con la
utilización de espacios para la diversión y los ocios.
El espacio regional
El espacio regional es una porción organizada por un sistema, con elementos de unión o cohesión y que se
inscribe en un conjunto más vasto. Es estudiada por la geografía regional (idiográfica) La región, aérea de
extensión de un paisaje: un paisaje geográfico nace de la repetición de elementos sobre determinada
superficie, elementos debidos a combinaciones de formas, y que pueden ser tanto físicos como humanos, o
surgir del encuentro de un medio natural y de una comunidad humana.
Las familias de regiones:
* La región natural: es una de las más viejas nociones geográficas, basada en el papel determinante de los
elementos físicos en la organización del espacio. Es una parte del espacio terrestre cuya unidad nace
exclusivamente de la intervención de elementos físicos.
* La región histórica: nace de un pasado vivido en común por una colectividad que ocupa un territorio. Las
personas que viven en dicho territorio tienen una identidad grupal.
Muchas veces la región histórica es todo lo que queda de un territorio que no logró convertirse en Estado o en
nación, y que fue absorbido por una unidad política de mayor dimensión.
La evolución de la región
La región es un organismo que nace, se desarrolla y muere. A cada región le corresponde determinada
disposición en la organización del espacio, y es conveniente conocer su grado de coherencia interna, pero así
mismo sus límites espaciales. Los cambios que afectan a una región pueden ser internos e incumbir a su
propia estructura, o bien concernir solamente a sus márgenes y a sus límites.
El análisis regional se refiere al área de extensión de un fenómeno susceptible de dar una individualidad a una
parte del espacio: este análisis exige el estudio del mecanismo de los procesos que se combinan en sistemas
que explican la creación, el crecimiento y e ocaso de una región. También exige el establecimiento de
comparaciones.
CONCLUSIÓN
Cualquier espacio geográfico está organizado.
Esta organización depende de múltiples factores, algunos de los cuales están vinculados al medio natural, y
otros a las necesidades y aspiraciones de las colectividades humanas.
Este espacio diferenciado y localizable se refleja en el paisaje.
Las acciones de ordenación del espacio geográfico están orientadas por dos series de preocupaciones: las de
los medios de vida, las del marco de vida.
En el espacio geográfico, la ordenación del territorio es la impresión de una política económica con sus
consecuencias sociales
Olivier Dollfus (1931-2005) fue un clásico geógrafo francés del siglo pasado.
Nutrido por los paradigmas de la época concibe un espacio geográfico “como escenario de relaciones
humanas” muy diferente a la concepción actual.
Si bien, reconoce la influencia de Vidal de la Blache, en muchos aspectos se observa, de manera sutil, la
carga naturalista y determinista. Muchos de sus ejemplos están ligados a la geografía física, especialmente
geomorfología, que era su aspecto de investigación permanente.
En las formas de organización del espacio (urbano-rural) no reconoce los espacios de transición actuales del
espacio rururbano.
La noción de espacio geográfico debe complementarse con otros textos como el de Jorge Blanco y Milton
Santos.