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En el Estudio “El Plano Espiritual #02” aprendimos que el gobernante de las tinieblas “ejerce un poder
sobre los hijos de desobediencia” Efesios 2:2 y que nosotros, al ser liberados de la potestad de las tinieblas,
fuimos trasladados al reino de Jesucristo (Colosenses 1:13). El enfoque utilizado en dicho estudio era que todo
aquel que no ha sido trasladado al reino de Jesucristo sigue estando bajo este control o potestad.
En este estudio vamos a tomar tiempo para reflexionar sobre lo que implica ser libres de la potestad de
las tinieblas para posteriormente evaluar si estamos disfrutando (en este punto de nuestro avance como
cristianos) de los beneficios de dicha libertad.
Concepto de Libertad.
Libertad es: facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera u otra, y de no obrar, por lo que es
responsable de sus actos.
Dios da la libertad
Un ejemplo que nos va a permitir ver la forma en la que Dios da libertad a su pueblo es por medio de la
historia de los israelitas. El pueblo de Israel estaba en esclavitud, ellos fueron oprimidos y tratados con mucha
crueldad por los egipcios, el plan de Dios ante este caso fue enviar a Moisés para rescatarlos del poder de los
egipcios.
Dios no es indiferente al clamor del oprimido, esta manifestación de preocupación por el sufrimiento de
los israelitas nos manifiesta la bondad de Dios, ya que nuestro Dios no solamente se acuerda de ellos en su
clamor sino también envía a su siervo Moisés con la misión de sacarlos de la esclavitud, ya que ellos no podían
ser libres por cuenta propia.
De la misma manera nosotros éramos en otro tiempo oprimidos pero de una forma diferente, no teníamos
capataces que nos latigaban la espalda, ni estábamos en un estado de esclavitud terrenal; la opresión que
sufríamos tenía características espirituales.
La libertad debe percibirse de manera muy objetiva para lograr verla como un beneficio, yo puedo ser libre
de deudas o tal vez puedo ser libre de culpas, pero Jesús está hablando a los judíos de algo específico de lo
cual la verdad (el evangelio) nos hace libres.
Jesús estaba haciendo referencia específicamente a la libertad del pecado. Una persona que vive en
pecado, que siente que de una u otra forma no puede controlarse porque su deseo lo domina, es un esclavo
que necesita la libertad que Jesús está ofreciendo, eso significa que el mensaje del evangelio es un mensaje
liberador. El apóstol Pablo lo explicaría luego de esta forma…
Algunas personas también tienen la idea equivocada de que de alguna manera Dios decide por ellos, pero
Dios ya expresó su voluntad por medio del Espíritu Santo en su Palabra (La biblia), eso significa que él no toma
nuestras decisiones pero sí nos deja su palabra como guía para que nosotros sepamos elegir lo mejor.
Meditemos en esto:
¿Si Dios eligiera por nosotros, sería eso libertad?
Dios quiere que cada uno de nosotros le siga voluntariamente, no estamos a merced de un Dios que nos
tiene “programados” para obedecerle.
En Deuteronomio 30 los Israelitas tenían delante de ellos la oportunidad de elegir entre dos caminos que
llevaban a diferentes destinos. Ellos eran libres de elegir entre la bendición que se manifestaría a sus vidas por
la obediencia a los mandamientos de Dios, o la calamidad a la que ellos debían hacer frente si tomaban la
mala decisión de apartarse de estas ordenanzas.
El precio del rescate de la vida absurda que llevábamos fue la sangre de Cristo, aquí el apóstol Pedro utiliza
la palabra “rescatados” porque en otro tiempo nosotros estábamos cautivos por el pecado, amarrados por las
ataduras del diablo (2da de Timoteo 2:26). Cuando un cristiano toma la decisión de volver a la esclavitud
(seguir viviendo en el pecado) y volver a esa vida absurda de la que fue rescatado a precio de sangre, está
pisoteando, queriendo o sin querer, la sangre que Cristo pagó como rescate por él o ella.
La permanencia.
Algunas veces mantener algo es más difícil que recibirlo, sobre todo cuando son regalos de los cuales no
hicimos ningún esfuerzo para adquirir. Si te regalaran un carro (por ejemplo) no hay ninguna dificultad en
recibirlo, el esfuerzo está solamente en mantenerlo en buen funcionamiento. De la misma manera la libertad
en Cristo es un regalo, nosotros no hicimos absolutamente nada para recibirlo ya que forma parte de lo que se
conoce como la gracia de Dios, pero debemos entender que después de haber recibido nuestra libertad, ya
queda de nuestra parte esforzarnos para mantenernos en un estado de libertad plena.
Por medio de esta escritura entendemos la forma en la que Dios ve a un cristiano que decide (por cuenta
propia) regresar a la vida de pecado de la que Cristo lo rescató a precio de sangre. Definitivamente somos
libres de decidir si nos mantenemos alejados de las contaminaciones del mundo o abandonamos el camino de
la justicia. Si alguno de nosotros toma la decisión voluntaria de apartarse del camino de la justicia, debe
entender que se aparta también de una condición favorable delante de los ojos de Dios, el apóstol afirma que
“terminan en peores condiciones que al principio” (Verso20), además la exhortación termina de la siguiente
forma…
En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «la
puerca lavada, a revolcarse en el lodo».
(2da de Pedro 2:22 NVI)
Conclusión:
Por medio de esta lección aprendimos que nosotros los cristianos no tenemos ninguna excusa cuando
alguno se deja dominar por el pecado; es necesario siempre recordar que Cristo nos hizo libres, así que
debemos concentrarnos en permanecer en libertad. No culpemos al diablo ni a los demás por nuestras malas
decisiones, aprendamos que nosotros mismos somos los que cedemos nuestros beneficios y bendiciones
cuando decidimos dejarnos dominar por los apetitos de la carne.
Si todavía sientes que algo de tu vieja vida te domina ¡no te desanimes!, en estudios posteriores vas a
recibir herramientas para hacer frente de manera adecuada a todas estas pruebas y tentaciones.
2. Mencione por lo menos 2 prácticas habituales de tu vieja naturaleza de las cuales necesitas ser liberado.