Arrieta castillo Oswaldo 3Civ2

Introducción

Por medio de los sentidos, en nuestra dinámica cotidiana usamos y abusamos

del concepto de "realidad". Pero sabemos ¿qué es la realidad?, ¿qué es lo real?, ¿existe la

realidad?, ¿hay una sola realidad?, ¿existen múltiples realidades?, ¿la realidad es

una construcción mentirosa de los sentidos?

En el presente texto no pretendo responder a estas preguntas; a lo sumo, sólo podré

acercarme a la definición del concepto "realidad" con la ayuda de varios puntos de vista.

Mi intención es reseñar cómo la mecánica cuántica (el modelo teórico y práctico

dominante hoy día en el ámbito de la ciencia) nos muestra otra cosmovisión, totalmente

diferente e innovadora, sobre la problemática de la realidad, que nos servirá como una

manera revolucionaria de comprender una noción que dista del tradicional sentido común,

condicionado por la enorme influencia del paradigma de la física o mecánica clásica y

del método positivista de las ciencias que explican –convencidas de que la "realidad"

existe– algunos fenómenos físicos y determinan nuestra manera de ser y de estar en el

mundo.
 La realidad es la forma en que son engañados nuestros sentidos

Foerster (1973) afirma. “El medio ambiente, tal como nosotros lo percibimos, es invención

nuestra” (p.38). Entonces todo lo que conocemos, tú mismo, todo, absolutamente todo, no es

más que nuestro cerebro interpretando a su manera lo que interactúa contigo. ¿Cuantos

colores hay? ¿Cuántos sonidos existen? Pues esto viene determinado únicamente por lo que

nuestro cerebro quiere interpretar a través de los sentidos. Sentidos que todos percibimos de

manera diferente. Cuando alguien te llama podrías pensar que estás escuchando a esa

persona, pero realmente estas escuchando ondas, al igual que cuando vez algo, lo único que

estás viendo son ondas electromagnéticas.

Si observamos por ejemplo, una célula sensorial sensible a la luz de la retina, un “cono”

que absorbe la radiación electromagnética de una fuente de luz lejana. A raíz de esta

absorción se modifica el potencial electroquímico de dicho cono, lo que provoca finalmente

descargas eléctricas periódicas de algunas células en conjuntos de neuronas conectadas,

situadas detrás de la retina. (Foerster, 1973, p.41)

Nuestro cerebro es quien nos dice cómo debe ser para nosotros cada interpretación de la

realidad, es quien traduce simples ondas en algo tan importante como los colores, y es por eso

que nuestra realidad es única. “El tamaño del cerebro de un organismo tiene un valor absoluto

y otro relativo. Cuanto mayor y más complejo es un cerebro, más amplias y complejas son

también, naturalmente, sus posibilidades de funcionamiento” (Watzlawick, 1994, p.52). Si

por ejemplo nos fijamos en el caso de las mantis marinas, nos encontramos con un animal

que posee la increíble habilidad de ver otro tipo de longitudes de onda, esta es capaz de ver

además de la luz visible, la luz ultravioleta, lo que le permite ver 4 veces más colores que

nosotros, pudiendo decir que poseemos realidades diferentes. Ahora podríamos intentar ser

una mantis marina, intentar ver como vería ella, intentar ver otro color distinto a los que ya
conocemos. Esto es simplemente imposible, ya que no podemos ver más allá de la realidad

que nosotros mismos nos hemos creado. Nosotros tenemos nuestra realidad con un número

concreto de colores, y las mantis marinas tienen su realidad con cuatro veces más colores que

nosotros, una realidad que nunca vamos a poder ni imaginar.

Hasta ahora solo hemos hablado de la vista ¿Qué pasa con los otros sentidos? Estamos

acostumbrados a considerar solo 5 sentidos de nuestro cuerpo (la vista, el gusto, el oído, el

olfato y el tacto). Pero existen una serie de otros sentidos que no tomamos en cuenta pese a

que normalmente los estamos utilizando, por ejemplo; el dolor, un sentido que hace que nos

alejemos de los peligros. Y aún hay más de 15 sentidos no tradicionales como por ejemplo el

hambre, la sed o la necesidad de respirar. Sentidos que todos percibimos por lo que nuestro

cerebro interpreta. Foerster (1973) nos dice: Esto es asombroso pero no debe sorprendernos,

ya que “allí afuera” efectivamente no hay ni luz ni calor, solo existen ondas

electromagnéticas; tampoco hay “allí afuera” sonido ni música, solo existen fluctuaciones

periódicas de la presión del aire; “allí afuera” no hay ni calor ni frio, solo existen moléculas

que se mueven con mayor o menor energía cinética media, y demás. Finalmente, “allí afuera”

no hay, con toda seguridad, dolor. (p.42)

En este planeta hay muchos seres vivos, cada uno con sentidos distintos a los nuestros,

cada uno con su propia interpretación de la realidad. Ejemplos de estos sentidos podría ser la

eco localización, que permiten a ciertos animales como el delfín tener una visión en tres

dimensiones de su entorno a través de ondas de sonido. Si bien para nosotros ver abajo del

mar puede parecer oscuro y tenebroso, para los delfines puede parecer un paraíso. Sentidos

que a pesar de que nos hacen tener realidades diferentes los unos de los otros si no permiten

entablar una comunicación.

 La comunicación es vínculo, un paso, una motivación, es una conexión que nos permite

mostrar y reflejar esos cambios comunicativos que se dan en el aquí y en el ahora al momento

de interactuar con otras personas incluso animales, además es una forma para

mostrar nuestro pensamiento a través de las palabras, señales y símbolos representativos, que

indican una acontecimiento o hecho para demostrar una realidad existente. Además la

comunicación es el intercambio de información, opinión, estados de ánimos o

emociones entre dos o más sujetos que interactúan entre sí, utilizando diversos medios como

el internet y códigos para podernos expresar. Pero Watzlawick (2000) no dice. “internet no

solo es el instrumento que permite establecer chat lines internacionales y multilingües”

(p.90). Ya que los seres humanos tenemos la capacidad de utilizar una comunicación Verbal

que implica la utilización de la lengua, es decir, tenemos la capacidad oral para reaccionar

ante las cosas mediante una palabra, además los seres humanos tenemos la habilidad de

desarrollar y aprehender idiomas, cosa que no poseen los animales. Asimismo los humanos

dentro de esa comunicación verbal también la podemos desarrollar y expresar de manera

escrita.

Ahora, Watzlawick (1940) afirma: El establecimiento de comunicación con interlocutores

no humanos. Nuestro <<interlocutor>> par excellence es el delfin, (…). A pesar de los

grandes esfuerzos realizados, aún no se ha conseguido descifrar el código de comunicación

de los delfines. Hay, incluso, dudas justificadas de si realmente los delfines poseen un

lenguaje y, por tanto, un código, aunque, paradójicamente, se haya comprobado que pueden

intercambiar entre sí mensajes de gran complejidad. (p54)

Al igual que podemos comunicarnos de forma no verbal, mediante los gestos, la postura,

la ropa, sonidos o signos. Podemos creer que no entendemos pero no estamos seguros si

estamos establecemos una comunicación, ya que por lo dicho todo tenemos una realidad

diferente y cada quien tiene su forma de interpretarla.

 En síntesis la comunicación sea de los humanos o de los animales de diferentes maneras

nos permite conocer el mundo que nos rodea, organizarnos dentro de la situación que nos

encontremos, expresar nuestros sentimientos e ideas esto referente a los humanos y actuar

como se debe, porque en el comunicar radica la vida y es lo que nos hace ser humanos o

animales.

La etología nos enseña que todos los animales reconocen que hay a su alrededor y en torno

a sus semejantes una burbuja de respeto, un área territorial de la cuales se siente seguros, y

conocen como adversario al que sobrepasa dicho límite. (Watzlawick, 2000, p.98)

Ahora bien la diferencia existente entre la comunicación humana y animal radica en lo

siguiente: Los seres humanos nos diferenciamos de los animales porque tenemos la capacidad

de hablar con nuestros semejantes, emitiendo palabras entendibles y tenemos esa capacidad

de raciocinio para generar ideas acertadas o erróneas con nuestra especie. “la antropología

cultural nos ha demostrado que esta burbuja varía según las culturas, y que la proximidad de

interlocutor, que para unos pueblos es expresión de confianza, para otro es una intrusión y

una agresión” (Watzlawick, 2000, p98).

La comunicación animal es intraespecifica (entre animales de la misma especie). Por

ejemplo; las señales de cortejo y apareamiento son la comunicación intraespecifica más

importante, ya que la especie animal debe ser capaz de reconocer y llamar la atención de una

pareja para reproducirse.

Asimismo la comunicación animal puede ser interespecifica (entre animales de diferente

especie), también puede producirse comunicación entre animales de diferente especie porque

cuando bastantes animales comparte dentro una habitad aprenden a usar señales de otras

especies diferentes a la suyas por la necesidad de supervivencia y adaptación para poder

sobrevivir en ese mundo adverso al suyo. Lo mismo hacemos los seres humanos adaptarnos a

como este la situación.

Los animales también se comunican, pero a su manera Para que pueda existir

comunicación debe haber la interacción de uno o más sujetos, porque de esta forma podemos

comunicarnos los seres humanos los unos a los otros e igual los animales a través de sus

códigos, mediante los cuales podemos entendernos bajo señales, signos y representaciones de

una u otra forma entre las misma especie humanos con humanos y animales con animales.

Porque si no existiese esa comunicación dual, no podría ser comunicación, porque tanto los

animales como los seres humanos podamos mostrar al mundo nuestras convicciones

necesitamos reflejar y manifestar las ideas ante los otros porque si no de qué forma

podríamos comunicarnos y hacer saber a los demás nuestras necesidades y condiciones para

poder subsistir en este mundo de complicaciones tanto para la vida animal, como para las

personas.
 Conclusión

No podemos estar seguros de que la verdadera realidad esté presente, y seguramente nos

va a costar mucho encontrar cual es la auténtica realidad, puede que nunca la encontremos.

Son simplemente teorías que solo predicen el comportamiento de nuestra realidad aparente.

Nuestros sentidos juntos con nuestro cerebro son los que crean una ilusión de lo que es el

universo, cuando tocas algo, cuando escuchas tu canción favorita, cuando ves un hermoso

paisaje, lo único que estas sintiendo es una realidad que creamos en nuestro cerebro. Intentar

imaginar cómo puede sentir cualquier otro ser vivió del universo resulta ser un fracaso, ya

que no conocemos ninguna realidad aparte de la que existe en nuestra mente.

La realidad no está afuera si no dentro de la cabeza la que necesita que nosotros existamos

para para que pueda existir, ya que todo lo que vivimos sentimos y experimentamos lo

podemos hacer gracias a nuestra mente que interpreta esa realdad y que existe por que

existimos.