Вы находитесь на странице: 1из 11

BUENAS NOCHES:

GRACIAS A THEOFILOS VANDOROS Y A LA ORGANIZACIÓN BABYLONIA


JOURNAL POR LA INVITACIÓN A PARTICIPAR EN EL FORUM DE
FILOSOFÍA. LAMENTABLEMENTE NO PUEDO ESTAR ALLÁ
PERSONALMENTE COMPARTIENDO CON USTEDES. EL ESTADO NO ME
RENOVÓ EL PASAPORTE PARA PODER SALIR DEL PAÍS. VIOLANDO CON
TODO EL PESO DEL PODER REPRESIVO MI DERECHO A LA LIBRE
CIRCULACIÓN Y MOVILIDAD.

2018-2019 ¿PORQUE VENEZUELA?


Diálogo escrito a cuatro manos por
María Eugenia Cisneros 1 y Oscar Viloria R. 2

Vamos a enfocar el caso de la actual crisis sistémica en Venezuela desde un mosaico de


reflexiones de la Filosofía de la Praxis, la Economía Política y la literatura management.
La Filosofía de la práctica,3 como práctica filosófica, convierte su discurso en economía,
política, psicología conductista, filosofía de la historia, filosofía clínica, etc.
La Economía política estudia las leyes naturales de la producción, la distribución y la
circulación de las mercancías como mega-tendencias con arreglo a las cuales se mueve la
sociedad capitalista; leyes que tienen naturaleza social, histórica y estocástica, y que permiten
vislumbrar el largo plazo.
La literatura management gira en torno a la estrategia, las técnicas de gestión, el arte de las
ventajas competitivas, el arte de la persuasión y el arte de la oportunidad.
Podríamos definir la crisis que actualmente vive Venezuela como una crisis sistémica en el
sentido de que ella es una crisis general. Se trata de un marco de circunstancias complejo
que ha deteriorado el ordenamiento institucional y que ha devenido en el colapso de la
sociedad venezolana.
¿Qué está pasando en Venezuela? En los noticieros aparece como la transición de la
dictadura a la democracia, enrarecida por el signo de una dualidad del Poder: por un lado, el

1
María Eugenia Cisneros Araujo. Licenciada en Estudios Internacionales, Abogacía y Filosofía, M.Sc. en
Filosofía de la Universidad Central de Venezuela; cursante Doctorado en Filosofía, Universidad Simón Bolívar,
Caracas. Profesora Instituto de Filosofía, Universidad Central de Venezuela.
2
Oscar Viloria R. Economista. Profesor investigador jubilado de la Universidad Central de Venezuela.
3
Del original alemán Philosophische Praxis. Traducción inglesa: Philosophical Practice. Traducción
española: Filosofía aplicada.
poder autocrático del Presidente Nicolás Maduro, quien, habiendo concluido el período de
su mandato se re-elige en condiciones monopolísticas utilizando manipulaciones electorales
no convencionales que lo convierten, de suyo, en un impostor que busca perpetuar el modelo
ruso del “socialismo en un solo país” de Stalin, cuyos vestigios son hoy Corea del Norte y
Cuba; y, por otro lado, el poder legitimado del Presidente de la Asamblea Nacional, Juan
Guaidó, quien, de acuerdo a lo establecido por la Constitución Nacional vigente debe asumir
la presidencia de la República y llamar a elecciones.
Para aclarar esta cuestión se requiere plantear dos interrogantes: la primera, ¿cómo llegamos
hasta aquí? nos ofrece una visión retrospectiva de las mega-tendencias heredadas del pasado;
y la segunda, ¿a dónde queremos ir? nos ofrece una visión del futuro. Estas preguntas que
implican el pasado, el presente y el futuro, se manifiestan en el devenir de un ciclo
generacional. Aquí interesa el futuro como expresión de una generación de relevo. La
generación del presente, que representa el “status quo” enfrenta los retos siguiendo el marco
conceptual convencional heredado; en tanto que la generación de relevo, como expresión del
futuro, le corresponde hacerse las preguntas universales que dan sentido de vida: ¿qué hacer?
¿cómo hacerlo? ¿a quién rendir cuenta?¿Por dónde empezar?¿En qué concentrarse?
preguntas que están vinculadas a la estrategia, al proyecto de país, al orden jurídico-
institucional, al clima necesario para recuperar la economía, y, a mayor plazo, a la ley
económica natural con arreglo a la cual se desenvuelve la sociedad moderna siguiendo las
especificidades de la formación social venezolana, considerada como una economía abierta
que, como tal, es vulnerable a los impactos de shocks provenientes de la economía mundial.
En la transición, se quiebra el entorno de “condiciones normales” y se rompe el equilibrio
general, cuando irrumpen presiones estructurales acumuladas a lo largo del tiempo,
creando un escenario caótico que desorienta la observación del especialista, cuando tiene
que diagnosticar la situación, fijar metas y objetivos, y recomendar medidas adecuadas,
pues, por su contemporaneidad, se confunden dos cosas distintas: condiciones
estructurales y condiciones coyunturales. Así entonces, el pasado y el futuro invaden el
presente, el cual se reduce a una frontera, a una línea tenue, en la que el corto plazo y el
largo plazo se funden y se mimetizan, generando incertidumbre.
La crisis venezolana está sobre-determinada por tres situaciones simultáneas, y a su vez
inter-dependientes. La primera: el final de la era de la sociedad industrial; la segunda: el final
de un ciclo económico de onda larga, y la tercera, el final de la economía rentista.
1. El final de la sociedad industrial.
Peter Drucker señala que cada doscientos años hay una “crisis de civilización” y las
identifica con el final de los siglos XIII, XV, XVIII y XX.
Para Drucker el lapso comprendido entre la década final del siglo XX y las dos primeras
décadas del siglo XXI es una “crisis de civilización” cuyo impacto habrá de cambiar el orden
mundial, la forma de ver el mundo y los hábitos de la sociedad. La calidad de este tiempo de
cambios, que tiene el sello de la Revolución cibernética, es equivalente a la fractura de la
estructura y del ritmo de la evolución del capitalismo en la transición de la última década
del siglo XVIII, y las dos primeras décadas del siglo XIX que corresponde a la Revolución
industrial; y de un tenor equivalente a la transición de la última década del s. XV y las dos
primeras décadas del s. XVI, que corresponde al Renacimiento. El siglo XV es la transición
del feudalismo al capitalismo, y la larga gestación del capitalismo se remonta al período
comprendido entre los siglos XIII y XIV.
Drucker califica de sociedad post-capitalista la crisis de civilización de comienzos del siglo
XXI, y de transición a la sociedad del conocimiento y la organización.

2. El final del cuarto ciclo económico de onda larga.


El tiempo comprendido entre la Revolución industrial en el tercer tercio del siglo XVIII y las
dos últimas décadas del siglo XX es el lugar histórico del desenvolvimiento de la sociedad
industrial capitalista, y en ella ocurrieron cuatro grandes expansiones económicas que fueron
motivadas por innovaciones tecnológicas a las cuales sucedieron cuatro grandes depresiones
seguidas de una prolongada fase de decrecimiento. Por analogía con el comportamiento del
“ciclo económico” se les denominó “ciclos económicos de onda larga”. El perfil de estos
ciclos se pueden sintetizar de la siguiente manera: a) De naturaleza mundial; b) De intensidad
no regular y de amplitud promedio de 50 a 60 años; c) Tiene como escenario a los países
industrializados y afecta con desfase a los países atrasados; d) La cima o cresta y la sima o
valle del ciclo de onda larga no son compulsivos como en el ciclo económico o ciclo de los
negocios. En la crisis (cresta) las fuerzas expansivas se van agotando y luchan contra las
fuerzas de crecimiento, este agotamiento puede durar hasta más de cinco (05) años; en la
reanimación (valle) las fuerzas expansivas luchan contra las fuerzas del estancamiento; e) En
el prolongado ascenso de la onda larga se acentúa la fase de auge y se amortigua la fase de
depresión del ciclo económico; en tanto que en el prolongado descenso se acentúa la
depresión y se acelera el auge del ciclo económico; f) Schumpeter las denominó “Ciclos de
Kondratieff”.
Tres ciclos de onda larga están definidos por las innovaciones tecnológicas que operan como
agentes impulsores de la economía. El primer ciclo Kondratieff: industria, siderúrgica (acero,
carbón), industria textil (telar mecánico de varios husos); máquina de vapor. Energía: carbón.
Segundo ciclo de Kondratieff: ferrocarril, buque de vapor, canales y carreteras. Energía:
carbón. Tercer ciclo de Kondratieff: electricidad, automóvil, aluminio, industria
metalmecánica, radio, telecomunicaciones, armamento. Energía: petróleo. Cuarto ciclo de
Kondratieff: bienes de consumo de uso durable (lavadoras, automóviles, televisión,
armamento). Energía: petróleo.
Nos interesa el tema porque la “Gran Depresión” de los años treinta en el siglo XX, que
provocó la Segunda Guerra Mundial, impulsó la sustitución del carbón por el petróleo como
fuente de energía. El petróleo fue la energía barata que ayudó a impulsar la larga expansión
económica que siguió a la guerra en la década de los cincuenta y sesenta. Puede decirse que
el comportamiento de la economía venezolana sigue el curso del desenvolvimiento del cuarto
ciclo de Kondratieff. La larga expansión de la posguerra se prolonga hasta comienzos de la
década de los 70. En ella, la hegemonía mundial se desplaza a los Estado Unidos de
Norteamérica y se caracteriza por una sociedad de consumo (Modo de vida americano), una
sociedad de clases medias y una revolución de la gestión, del liderazgo de las grandes
corporaciones.
La transición de finales de los 60 a la primera crisis petrolera 1973-1974 viene la larga caída
que llama Galbraith la era de la incertidumbre y denomina Krugman la era de las expectativas
disminuidas. Recesiones: 1968-1970; 1974-1975; 1980-1982; 1990-1992; 2000-2002; 2008-
2012. Para Krugman la recesión del 2008 tiene el perfil de una Gran Recesión. El efecto de
esas recesiones fue la oscilación en los precios del petróleo. Tal situación deterioró la
economía venezolana. La Gran Recesión repercutió en Venezuela cuyos efectos devastadores
fueron contrarrestados en principio con la expansión del comercio internacional chino. No se
previó un fondo anticíclico y el impacto retardado de la recesión que significó la caída de los
precios del petróleo desestabilizó a las instituciones venezolanas.
3. El final de la economía rentista en Venezuela.
Venezuela, un país agro-exportador que en el primer cuarto del siglo XX dependía de los
impuestos de aduana a las exportaciones de café y cacao, se convirtió en una economía
petrolera. Más aun, es prácticamente a partir de la década de los cincuenta cuando se impulsa
la urbanización y la modernización, siendo importantes en este proceso la absorción de la
población rural, la inmigración de España, Italia y Portugal, y, finalmente, la inmigración de
Colombia y Ecuador, Venezuela es un país prácticamente construido por inmigrantes y sus
descendientes. Este fenómeno es muy importante para el proceso de urbanización, que fue
creando un sentido de integración y pertenencia venezolana. Venezuela es la suma de cinco
regiones diferenciadas: el Caribe, los andes, la cuenca amazónica, el llano y la depresión del
Zulia. Teniendo los recursos financieros provenientes del ingreso perolero y un ejército
industrial de reserva, la industrialización no paso más allá de ser una industria muy limitada
de ensamblaje y de bienes de consumo, dependiente de insumos importados. La exportación
petrolera capturaba un quantum importante de plusvalía de los países industrializados la cual
regresaba a sus países de origen al pagar las importaciones de bienes de consumo y los
insumos para una industria que atendía una sociedad de consumo, dándose la paradoja de que
la circulación de la plusvalía, en lugar de convertirse en capital productivo en el país,
alimentara una economía rentista.
Estas tres situaciones son importantes para explicar la magnitud de la crisis. El éxodo masivo
puede entenderse con la ruptura de la “circulación de la plusvalía” y la caída de los precios
del petróleo que deterioró el modo de vida y obligó a los habitantes a emigrar. Cobra
importancia entonces explicar el colapso institucional. Las instituciones son las reglas del
juego en una sociedad. Las instituciones son las limitaciones, formales e informales, ideadas
por el hombre para dar forma a la interacción humana; reducen la incertidumbre porque
brindan una guía para la cotidianidad.
Los países subdesarrollados son vulnerables a los cambios inducidos por la globalización. El
tema de los cambios institucionales estuvo particularmente ligado a las privatizaciones y a
las reformas institucionales de la década de los noventa en el siglo pasado promovidas por el
Fondo Monetario Internacional. Es innegable que en los países subdesarrollados las más de
las veces muestran unas instituciones inadecuadas en relación a la modernización
José Ayala Espino4 profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, muestra un
juicio objetivo:
“No es suficiente aplicar reformas al mercado, diseñar políticas macroeconómicas adecuadas,
tener buenos programas de inversión y financiamiento, contar con infraestructura básica,
incorporar el desarrollo tecnológico, invertir en capital humano y social, para alcanzar un
crecimiento económico más eficiente, estable, y equitativo. Es necesario contar con nuevas
y eficientes instituciones para enfrentar los desafíos de los cambios estructurales, diseñar las
nuevas políticas económicas y encarar el entorno internacional más competitivo.”
Ayala, en un juicio crítico, advierte:
“Las reformas del mercado y del Estado, tales como la privatización, la desregulación, la
apertura comercial y liberalización financiera no son per se políticas que permitan asegurar
eficiencia y equidad. Al contrario, en muchas ocasiones estas políticas generan resultados
económicos socialmente indeseables.
Y añade otra advertencia:
“La introducción de nuevas instituciones o su reforma no garantizan per se soluciones
definitivas a los complejos problemas que han obstruido el desempeño eficiente a lo largo
de muchos años”.
Y una advertencia adicional:
“Los arreglos institucionales que han funcionado en una economía no necesariamente son
eficientes en otras. Por esta razón, entre otras, deben adaptarse creativamente a las
condiciones estructurales específicas de una economía determinada”.
Es obvio que la acelerada urbanización y modernización de la economía rentista requería
reformas institucionales. Esto no fue entendido por la clase dirigente en los años noventa.
De allí debemos partir para hilvanar la explicación de la actual crisis.
La certidumbre sobre la necesidad de un cambio no nace de la nada. Se sustenta en un
conjunto de condiciones específicas que se evidencia como continuidad histórica que induce
a la colectividad a comprometerse con lo que considera la gran oportunidad para un cambio
institucional al percibir la posibilidad de un futuro distinto y mejor, que el cambio puede

4
Jose Ayala Espino. “Instituciones y Economia. Una introduccion al neo-institucionalismo económico”.
FCE. Mexico, 1999
reconocerse como meta, y convertirse ella misma en el agente elegido para alcanzar ese fin.
La factibilidad de la gran oportunidad se basa en:

i). Impacto de las megatendencias del siglo XXI como contexto mundial.

ii). Razones geográficas, demográficas y geo-políticas.

iii). El legado de la visión continental del Libertador Simón Bolívar.

iv). El final de la era de economía rentista y la ventaja de volver a comenzar de cero.

v). La elevada potencialidad del mercado interno, presionado por una demanda global
diferida y acumulada de medios de producción, de bienes y servicios públicos, de bienes de
consumo de uso durable y de bienes de consumo básico, que exige un crecimiento
prolongado y sostenido de la oferta global para atenderla; como condición favorable para
incentivar la producción e impulsar la prosperidad económica.

vi) El comienzo de un nuevo ciclo generacional. La generación de relevo, que incluye a tirios
y troyanos, liberada del acondicionamiento cognitivo programado por la pugna entre dos
modelos incompatibles de economía pura: la economía de mercado de libre competencia y
la economía estatal centralizada, y de sus correspondientes ideologías, opta por la elección
de un futuro distinto y mejor (sabiduría, pluralidad y apertura) en lugar de un pasado gris
(polarización y atraso) y entiende que debe darse las manos con las otras generaciones en
busca del consenso para realizar la gran oportunidad. A la hora de la verdad, nadie quiere
cambiar. Nadie quiere abandonar su “zona de confort”. Se requiere altas dosis de voluntad,
de interés y de entusiasmo. A la generación de relevo le corresponde contagiar su espíritu
emprendedor.

vii) Un historial rico en experiencias de oportunidades perdidas y errores cometidos que


integran una experiencia única, convertida en un capital de información para saber que
errores no volver a cometer; con cual piedra no volver a chocar. Saber que “no-hacer” es un
punto de partida importante para volver a empezar a realizar el cambio institucional,
consolidando el pacto social de una alianza inter-generacional, inter-regional y poli-clasista,
y convertir la crisis en una gran oportunidad para crear una sociedad moderna; y ver la
autocrítica como una actitud de rectificación y de acción.
viii) La necesidad de contener la fuga de talentos y de impulsar a la generación de relevo,
como plataforma de un plan de formación masiva de capital humano.

ix) La necesidad de reconstruir el ordenamiento institucional y político-territorial.

En el subtítulo señalamos que se trata de un “Dialogo escrito a cuatro manos” y en el primer


párrafo prometemos que vamos a enfocar el caso de la actual crisis sistémica en Venezuela
desde un mosaico de reflexiones de la Filosofía de la Praxis, la Economía Política y la
literatura management. Cumplimos con los dos primeros, pero estamos en deuda con lo de
literatura management aplicado al caso venezolano.
El diálogo, en nuestro caso, es un ejercicio de pensar en voz alta desde el punto de vista de
dos generaciones diferentes. Un profesor octogenario retirado, miembro de la generación
silenciosa (nacidos entre 1925-1942) y una profesora de mediana edad de la generación X
(nacidos entre 1961-1981) que conjugan la intensión deliberada de elaborar la proposición
de un modelo de simulación de una Escuela de Emprendedores como un programa de auto-
acondicionamiento cognitivo para generar ventajas competitivas y manejarse en la
incertidumbre de un tiempo de cambios, un mundo sin fronteras y la californialización de la
cultura, referido a la “generación de relevo” de tirios y troyanos, moros y cristianos, creyentes
e incrédulos, y otros opuestos excluyentes, que han sido elegidos por las circunstancias, en
Venezuela, como emprendedores.
Perfil del Emprendedor.

El “emprendedor” es un constructo hipotético que representa una actitud de continua


creatividad y superación motivada, en términos de José Ortega y Gasset, por una gran
capacidad de insatisfacción provocada por lo incompleto e imperfecto de cuanto da la
realidad que le rodea, de la cual no es culpable ni responsable, y, a la par, descontento
consigo mismo porque tiene conciencia de que sería posible evitarla, cuando menos en cierta
medida, e insatisfecho también por el gesto petulante del que es ciego para percibir las
cualidades valiosas residente en los seres. 5
El joven de la generación de relevo, partiendo de que si se puede cambiar el mundo heredado,
de que si se puede luchar por un futuro distinto y mejor, no tiene necesidad de cambiar él
para cambiar la realidad que lo circunda; solamente tiene que inventarse.

5
Jose Ortega y Gasset. La “Filosofía de la Historia” de Hegel y la Historiografía.
Arquetipos: i) Zaratrusta y Buda, dirigen su discurso a sí mismo, simbolizan la “identidad
personal” como individualismo. ii) Confucio, Lao Tse (Tao) y Ben Sirá
(Eclesiástico), dirigen la enseñanza de la sabiduría a una élite. iii) Moisés y Jesús, se dirigen
a la muchedumbre; representan dos niveles y dos tipos diferentes de “identidad compartida”.
En el emprendedor se conjugan estas tres actitudes: dirigirse a sí mismo (la auto
++-superación); dirigirse a una élite (la institución), y dirigirse a la multitud (el pueblo),
creando una personalidad polifacética que es síntesis de crítico y auto-crítico; egoísta y
altruista; especialista y generalista; local y universal.
El emprendedor es una persona instruida;6 es un teórico y es, a la vez, un gestor, quien vive
su tiempo con visión de futuro, actúa localmente con proyección mundial; promueve la
sociedad del saber contagiando la sabiduría como una necesidad social.
El emprendedor es un agente activo de la innovación que llama a cruzar la frontera que
separa el presente (la cultura de la sociedad tradicional y de la economía rentista, signada
por instituciones ineficientes y anacrónicas) y el futuro (la cultura de la sociedad del
conocimiento, signada por el talento, la ética, la ciencia, la tecnología, la organización, el
crecimiento y la apertura al comercio mundial); actitud que requiere, de suyo, desaprender
y reaprender para comenzar de nuevo -una ventaja que permite interpretar el ocaso de la
presente época, y convertir a la innovación en un factor de destrucción creadora y de
respuesta creativa;7 y la acción en una ruta que conduce al mundo asombroso del eterno
retorno de la transición entre dos épocas.8
El emprendedor se identifica con la “nueva generación de relevo” que internaliza el espíritu
de cambio y el compromiso de superar el infortunio de la polarización, auspiciando un
entendimiento entre tirios y troyanos, incluida la diáspora,9 para superar la fractura de la
sociedad, impulsar la transformación del país, promover un liderazgo compartido sobre la
base de un acuerdo social inter-generacional, inter-regional y poli-clasista, y crear el clima
general para la recuperación económica.

6
Persona instruida: emblema de la sociedad del saber. Peter Drucker: “La sociedad poscapitalista”.
7
Destrucción creadora y Respuesta creativa: conceptos de J. Schumpeter para definir la innovación.
8
El “eterno retorno” no es una repetición cíclica; tampoco un comportamiento pendular ni circular del tiempo.
Es discontinuidad. “Lo que fue eso será. Lo que se hizo, eso mismo se hará. Nada hay nuevo bajo el sol”
(Eclesiastés). En la transición la heterodoxia se convierte en la nueva ortodoxia.
9
Diáspora: dispersión de un pueblo en el exterior. La familia está separada pero no disuelta.
Perfil del Programa.
“Tener la cabeza bien puesta y los pies bien puestos en la tierra” es un programa de auto-
acondicionamiento cognitivo, dirigido a obtener un estado de habilidad óptima que se
adquiere con actitudes y conductas asertivas y la elección de un estilo de vida. Es un conjunto
ordenado de habilidades medulares seleccionadas dirigido a desarrollar un programa
personalizado de ventajas competitivas de desempeño, dirección y control, que se multiplica
por contaminación, Así, el saber se hace viral.
Por “tener la cabeza bien puesta” 10 se entiende la convergencia de la “identidad personal”
(acoplamiento bio-energético de los planos existenciales físico, mental, emocional, y
espiritual, que constituye el ser interior), y la “identidad compartida” (retroacción de la
“identidad personal” y el plano existencial social, que constituye el ser ciudadano
universal), en una consonancia que genera “sentido de pertenencia”.
Por “tener los pies bien puestos en la tierra” 11 se entiende un comportamiento personal que
adopta la sabiduría, la justicia y la eficiencia, 12 en el desempeño cotidiano, partiendo de los
“tres principios que rigen la dinámica de cómo las personas toman decisiones: el
pensamiento automático, el pensamiento social, y el pensamiento fundamentado en modelos
mentales.” 13
El pensamiento automático, que origina respuestas inmediatas está, a su vez, determinado
por la estructura cognitiva, el inconsciente colectivo, los mapas mentales y las normas
sociales.
Por “tener los pies bien puestos en la tierra” 14
se entiende existir y estar en los procesos
reales; no confundir la fantasía con la realidad; no vivir de ilusiones ni de espejismos
inhibidores de la acción; darse cuenta; concentrarse en lo que se está haciendo;15 ser versátil
y vivir el día sin desestimar las posibilidades que se abren con el amanecerá y veremos; ser
pragmático; vivir con sentido lúdico y con sentido hedonista; atreverse a actuar con audacia,
pero sin aventurarse, por vocación de corsario, en terrenos no propicios y tiempos no

10
Montaigne. “Vale más una cabeza bien puesta que una repleta”.
11
Frederick Perl: “El enfoque gestáltico es una forma de vivir con los pies bien puestos en la tierra”
12
Sabiduría: combinar el “saber saber” y el “saber hacer”. Justicia: práctica de la equidad. Eficiencia:
búsqueda de la optimización.
13
Banco Mundial. “Informe sobre el Desarrollo Mundial. 2015. Mente, Sociedad y Conducta”.
14
Y también “tener los ojos bien abiertos” para ver en el crepúsculo de la incertidumbre.
15
Taisen Deshimaru: “La práctica del Zen” (Zen: budismo chino)
oportunos, para la acción; rechazando acuartelarse en una fortaleza usando como arma de
defensa la teoría pura.
Venezuela es hoy el ombligo del mundo, es un haz de rectas, es una referencia obligada sobre
la transición al futuro y deja al descubierto los mitos creados por el eurocentrismo. Que los
gigantes del mundo discutan sobre el destino final de Venezuela no reproduce de ninguna
manera el hecho del retiro de los misiles en Cuba por el acuerdo llegado en los sesenta por
Kennedy y Kruchev sin contar ni informar previamente a Fidel Castro. En todo caso la huida
de Fulgencio Batista en Cuba en la noche de fin de año de 1959 obedeció a un efecto dominó
de la caída de las dictaduras militares en América Latina, después de Perón en Argentina,
Strosner en Paraguay, Odría en Perú, Rojas Pinilla en Colombia, Pérez Jiménez en
Venezuela. La tesis del foquismo según la cual las condiciones subjetivas se pueden crear si
están dadas las condiciones objetivas carece de toda cientificidad. Debemos, eso sí, reconocer
el gran sentido pragmático y sentido de la oportunidad de Fidel Castro. El socialismo es un
sistema económico, no un sistema ideológico; de allí que pudo muy bien decir Den Xio Ping
“un país dos sistemas” cuando propuso la política de “apertura y modernización” en China
a finales de los setenta. Frente a la fatalidad del devenir generacional de pasado, presente,
futuro, no fue posible el envejecimiento del hombre nuevo. Hoy es la hora de la generación
del milenio. Pongan los ojos en Venezuela: “de te fabula narratur”.

GRACIAS

Вам также может понравиться