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LOS GRITOS

DEL
SILENCIO
FIDEL SANTACRUZ

1
INDICE

Viaje a una mirada Prólogo ------------------------------------------------------ 4


Palabras del hijo lejano ------------------------------------------------------ 7

Tu Sonrisa y los Años ------------------------------------------------------- 10


Tan Cerca de tus Ojos ------------------------------------------------------- 11
Helechos de la Noche ------------------------------------------------------- 12
Tu Silencio y la Tarde ------------------------------------------------------- 13
Casi Solos - - - - - - - - - -------------------------------------------------------- 14
Añorando Paisajes -------------------------------------------------------- 14
Oasis Lastimados -------------------------------------------------------- 15
Latigazos del Camino -------------------------------------------------------- 16
Auroras silenciosas ------------------------------------------------------- 17
Túnel del Olvido - - - - -------------------------------------------------------- 18
Me Grita tu Silencio -------------------------------------------------------- 20
Carcomas de un Pasado ------------------------------------------------------- 21
Cadalsos Sombríos - - - ------------------------------------------------------- 22
Tus Últimas Miradas -------------------------------------------------------- 23
Los Días Quebrados -------------------------------------------------------- 25
Longevas Caracolas -------------------------------------------------------- 26
Roídas Amapolas -------------------------------------------------------- 27
Para Decirme Nada -------------------------------------------------------- 28
Ilusión Perdida -------------------------------------------------------- 29
Redes de las Horas ------------------------------------------------------- 30
El Mundo del Silencio ------------------------------------------------------- 31
Tus Gritos Silenciosos ------------------------------------------------------- 32
Estrellas Apagadas ------------------------------------------------------- 33
La Sombra de tus años ------------------------------------------------------- 33
Entre Neso y Baco -------------------------------------------------------- 34
Amaneceres y Ocasos --------------------------------------------------------- 35
Distancias lejanas --------------------------------------------------------- 36
Estero sin Retorno --------------------------------------------------------- 37
Horas Sin Reposo ---------------------------------------------------------- 38
Ramaje de la Noche -------------------------------------------------------------- 39
Ojeras de la Tarde -------------------------------------------------------------- 40
Albores de Sonrisa -------------------------------------------------------------- 40

2
Los Murmullos -------------------------------------------------------------- 41
Dormida en la Penumbra ----------------------------------------------------------- 42
Olvidos Florecidos - - - - ------------------------------------------------------------- 43
La Aurora - - - - - - - - - - - -------------------------------------------------------------- 44
Alborada - - - - - - - - - - - --------------------------------------------------------------- 45
Solamente Su Mirada ---------------------------------------------------------------- 46
Pedacitos de Recuerdos ------------------------------------------------------------ 47
Miradas Perdida ---------------------------------------------------------------- 47
Diciembre ---------------- ----------------------------------------------------------------- 48
Postrer Lucero ------------------------------------------------------------------ 59
Los Costados del Silencio ------------------------------------------------------------ 50
Sin Laureles ------------------------------------------------------------------- 51
Los Últimos Pasitos ---------------------------------------------------------------------- 52
Luceros de mi Alama ------------------------------------------------------------------- 53
Penumbras Lejanas -------------------------------------------------------------------- 53
Nostalgia de los Años ------------------------------------------------------------------ 54
Lánguida Esperanza -------------------------------------------------------------------- 55
La Sima del Silencio --------------------------------------------------------------------- 56

DEDICATORIA

A TOD0S LOS FAMILIARES Y CUIDADORES(AS) DE PERSONAS AFECTADAS DE


CUALQUIER DEMENCIA Y ESPECIALMENTE DE ALZHEIMER

3
VIAJE A UNA MIRADA

PRÓLOGO

Tengo en mis manos un nuevo libro del poeta Fidel Santacruz


(1939). Es uno más, de sus hijos literarios, que cual ramaje de un
añoso árbol, se nos ofrece para recordarnos a nosotros, habitantes
de este inicial siglo, que la poesía mantiene su intacta lozanía, en
medio de un mundo, que es diferente, pero no esencialmente
ajeno, a todo lo que el ser humano ha construido a lo largo de su
peregrinar.

Desde Homero y Horacio, atravesando las galerías de la historia,


hasta la poesía que actualmente se escribe en los móviles,
tabletas y pantallas de los ordenadores, el canto es,
sustantivamente, el mismo.

Para el caso de “Los gritos del silencio”, tenemos a un cantor que


alza su dolida voz ante su amada Idis, incapaz ya de articular
palabra o movimiento alguno. Sólo su corazón permanece
íntegramente atento, en sintonía con la música del aeda. Y es su
mirada, su portentosa mirada - que no se apaga nunca- el medio
supremo por donde viaja toda una vida compartida, desde la
juventud, las penas, el vergel de los hijos, las luchas sociales, una
guerra; y luego, los actuales otoños.

Esta es una poesía de recurrentes vocablos, que nos señalan las


constantes, el universo emotivo, la intensidad espiritual articulada
en metáforas, símiles, imágenes, símbolos. Este es un discurso

4
que funciona con una economía inconsciente de palabras, las
justas, las necesarias. Lo grandioso radica en el uso, en la fuerza
expresiva de las connotaciones, en la reiteración que nunca es
estéril, que nunca se agota. Por esa vía transitan las palabras
como en un carrusel, llevándonos a las distintas estancias del
mismo jardín, donde florece el perfumado rosal del dolor y del
amor, y ahí, ya no hay más explicaciones.

En estos versos encontramos gritos, albores, alboradas, cadalsos,


miradas, huesos, algas, flagelos, silencios y olvidos. En un
fragmento de uno de sus más logrados poemas (“Solamente una
mirada”), Fidel Santacruz dice: “Si me acerco a ella, no sabe quién
soy/ no sabe qué hacer más allá de su mirada/ sólo su mirada me
retiene/ me retiene entre la luz o las tinieblas/ entre sus brazos
decaídos/ entre la sombra lacerante del silencio/ entre sus
humedades invisibles/ sin saber que existo para ella/ pero con el
poder de su silencio/ con las hojas marchitas de sus sueños/ me
atrapa, me retiene, me sostiene/ solamente, solamente, con su
mirada”.

“Los gritos del silencio” es un canto, insisto, al amor, a la


esperanza. Nacido de la difícil experiencia de acompañar, de
cuidar a la esposa, aquejada por el Alzheimer. Acto que sólo el
amor sostiene: “Yo me agarro del amor y de tus penas/ de las
brisas ausentes de la tarde/ apartando latigazos del camino/ que
viajaron en tu nombre y tus batallas” (Del poema: “Latigazos del
camino”).

Dichosos sean todos los que lleguen a la resplandeciente luz que


arde en estos poemas, con toda seguridad, no serán ya los
mismos. Como bien decía el recordado escritor Álvaro Menéndez
Leal: “Nadie sabe cuánto tuvo que vivir el poeta, para darnos un
verso, ese verso”.

5
Gracias a Fidel, por esta nueva obra, que perdurará con toda
seguridad, en la universal biblioteca del corazón humano.

Fidel Santacruz se dedicó a la lectura, a la escritura literaria y a


las actividades revolucionarias desde muy joven. Dos cualidades
lo distinguen como persona y como poeta, su sencillez y su
transparencia. Es autor de varios volúmenes de poesía, algunos de
ellos galardonados en certámenes nacionales.

Su trabajo inédito - además de la lírica- incluye también el cuento


y la narrativa testimonial. Es una obra muy abundante, y deberá
publicarse, ya que constituye un valioso legado para la literatura y
para la historia salvadoreña.

ÁLVARO DARÍO LARA


San Salvador-Santa Tecla, junio de 2018

6
PALABRAS DEL HIJO LEJANO

Mamá siempre gozó de una excelente salud, era muy raro que
enfermara, para ella las gripes y catarros comunes fueron eventos
muy ocasionales; pero cuando enfermaba, había que preocuparse,
siempre le llegaban cosas muy graves.
Sin entenderlo vi cómo mamá escapaba de su realidad, conocí sus
temores, pero no las verdaderas causas; vi cambios en su
carácter, eran gritos de ayuda que nadie entendió. Todo sucedió
tan de prisa, de pronto nos enteramos que mamá estaba enferma
y nadie estaba preparado. Éramos sus tres hijos y su esposo los
responsables de ella desde ese momento.
Para la familia todo empezó hace más de doce años, sucedió tan
despacio que nadie se percató de lo que pasaba con mamá, nadie
sabía qué necesitaba apoyo y menos lo que le esperaba.
Posiblemente ella se daba cuenta que requería ayuda, ella conocía
los síntomas, sin embargo, decidió callar, no quiso alarmarnos.
A pesar de las dificultades la familia siempre había tratado de
mantenerse unida. En algunos momentos con mayor frecuencia y
en otros no tanto, pero siempre hubo disposición a apoyarnos
mutuamente. En ese momento, quién entendía mejor lo que
venía por delante era papá. Su conocimiento y experiencia le
permitían ver la ruta que seguiría mamá en sus últimos años.

7
Seguramente quién no ha tenido un familiar con Alzheimer no
conoce las pruebas a las que se somete la familia; cada miembro
de la familia debe enfrentar esa realidad, decidir su relación con
sus seres más queridos incluido el principal afectado por la
enfermedad. En mi familia, fue papá quien asumió el rol completo
de cuidador, acompañante, esposo, cocinero, guía, enfermero,
pareja de baile, el encargado de su aseo personal, de su
entretenimiento y cientos de actividades más. Para ello, papá ha
tenido que luchar contra el tiempo, contra su propia salud, contra
las incomprensiones y reclamos familiares y por supuesto contra
sí mismo.
A más de doce años de escuchar aquel diagnóstico mamá vive
gracias a papá, mamá ha tenido muchos años más de vida, para
ello papá abandonó su propia vida, su entretenimiento, su salud,
sus amigos e incluso sus sueños revolucionarios.
Es impresionante el temple de papá, incontables días sin inicio ni
fin, sin horario de entrada ni salida, sin remuneración, sin siquiera
derecho a enfermarse o a ser feliz. Sus últimos años papá los ha
entregado a mamá, el fruto de su entrega y sacrificio se refleja en
la vida mamá. Pero, papá no se queda solo con la obra de amor,
papá decide entregarle al mundo y especialmente a los(as)
familiares y cuidadores de personas con Alzheimer esta colección
de poemas, así como ya ha entregado otras obras de su autoría.
Los gritos del silencio son los gritos del esclavo, es un viaje por la
mente de Nabuko para decir estoy cansado y atrapado, la
angustia de ver el ocaso acercarse lentamente, es la manera
artística de sacar energía para alcanzar a llegar al punto de
partida, es un otoño melodioso que se convierte en invierno, es
un viaje por la memoria añeja con la vista en el inevitable futuro y
los pies es el duro presente.

8
Estos son los gritos del esclavo de la soledad, del desamparo, del
amor, de la enfermedad, del cansancio, de sí mismo, de la falta de
alegría, de los años, de la música, de la falta de descanso, de la
rutina, del deterioro, de los besos distantes de la persona amada.
Los gritos del silencio es un poemario con la inspiración de un
poeta, que dice no ser poeta ni escritor, pero que refleja su
sobrevivencia en medio de la tempestad, es una auto-recompensa
por entrega cuando nadie ha sido capaz de reconocer en lo más
mínimo su sacrificio por Idis.
Papá, un simple gracias no es nada para expresar todo el
agradecimiento y admiración que le tengo por tanto que ha hecho
por mamá, por su ejemplo, por su vida y por su obra literaria.

Yuri Santacruz
Moscú, 22-28 de julio de 2018

9
En Ahuachapán es 15 de Mayo de 2016, día domingo por la tarde y nos
quedamos solos con Idis. Todo mundo se ha ido de paseo.
Desde Diciembre anterior, no había escrito un solo verso y no hay deseos de
hacerlo, como propósito.

TU SONRISA Y LOS AÑOS

Mordiéndote los dedos, los años y dolores


Languidece el ocaso en la noche cercana
Corren sombras dolidas en la era del día
Recordando tu nombre sin un lis nacarado.

Nos quedamos solos con el viento y la tarde


con las crueles cadenas triturando tus huesos
con las palmas mechudas de don Jorge Bahia
con la yedra que canta pedacitos de albores.

Me detengo a tu lado mendigando el silencio


mendigando una frase que florezca en el alba
con el alba de un grito que retenga tus alas
y las vuelva legibles en tus cielos ausentes.

Ya no cabe la tarde en el arca del alma


en la luz casi rota de la tarde que muere
los helechos tardíos en el tiempo y la sombra
nos sonríen cercanos con caricias de luna.

Caben flores marchitas en los dientes del día


con las viejas distancias rodeando luceros
caben sobre la tarde los arrullos cercanos
las palomas que cantan sobre nuestras cabezas.

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Flageladas las horas del eterno cansancio
me detengo en tus huesos arañando luceros
en la noche se pierden las sortijas diluidas
pero canta el silencio, tu sonrisa y los años.

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Con Yeol Eum Son al piano y el Concierto 21 de Mozart, se me ocurre trasladar


estos versos que escribí el 26 de Junio anterior. Dos días totalmente solos con
Idis y caminando sobre los once años de cuidarla, arrastrando sus olvidos, su
silencio.

TAN CERCA DE TUS OJOS

Me quedo con las algas, esporas y helechos


con las raíces muertas de orquídeas que murieron
sobre la cumbre rota del cielo vespertino
y la mirada ausente, muriente de tus ojos.

Arrullo de palomas me dicen que vivimos


Que estamos en la cumbre del cielo que nos mira
Debajo del naranjo sonriente con el musgo
Que vela nuestro sueño y nuestras soledades.

Me quedo con las frases visibles de la tarde


con canto de palomas que arrullan sus polluelos
yo canto la postrera queja de la tarde
en el renglón del día que viene feneciendo.

Diviso tu mirada en la postrera sombra


en la lejana aurora que viaja por tu nombre
en la silente brisa que sopla tus cabellos
en el frescor del día que muere entre tus manos.

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Tan cerca de tus ojos ignoras mi presencia
ignoras los pesares que viajan en mi angustia
cercano a tu mirada que muere en el silencio
sin la cadencia rota tardía de mis sueños.

xxxxxxxxxxxxxxxxx

A mi lado eres sinónimo de soledad. Eres un silencio sombrío y hasta el olvido


inevitable. Yo te hablo y ni siquiera alcanzas a dirigir tu mirada hacia mí.

HELECHOS DE LA NOCHE

Sin las flores juveniles de tu vida


nos abraza el ocaso con sus besos
con las algas perdidas de la tarde
y los últimos marasmos del olvido.

Se me pierden las ganas de reírme


al roer los candados que me oprimen
se me pierden las distancias en la sombra
donde yacen nuestros huesos oxidados.

Al mirar tu columna doblegada


se me caen los helechos de la noche
arrastrando las eses de mis pasos
con las olas del dolor y de los años.

Pero juntos viajamos al futuro


a la senda final de los olvidos
hoy roemos los últimos carbones
la postrer hojarasca del camino.
Jul. 2 2016

12
Mi destino es continuar cuidando de tu tristeza y fortalecer, de alguna manera,
tus peldaños, del mundo que te oprime.

TU SILENCIO Y LA TARDE

A tu lado nos rodea el ocaso


las últimas cenefas de la tarde
donde yacen claveles triturados
de olvidados garrotazos de la vida.

Hay olvidos en tu silencio casi tristes


ausentes de suspiros y congojas
hay un lis de alegría en tu sonrisa
cuando se abren las alas de tu boca.

Me lastiman las ausencias tus olvidos


los cristales lastimados de tus ojos
tu silencio entre arenas movedizas
y tu mirada perdida en la penumbra.

Hay recuerdos ausentes en la noche


Perdidos en carcomas de los años
nos persiguen perdigones en las rocas
en las grietas pendientes de tu nombre.

Hay recuerdos heridos en la noche


en la diadema de tus labios que sonríen
en el último cristal de tu mirada
y los postreros rayos de la luna.

Traspasamos los bordes de la tarde


los bordes del silencio y de las horas
y llegamos al confín de la penumbra
distante del albor que divisamos.

13
CASI SOLOS

Solitarios llegamos al ocaso


sin cultivar los lirios de la tarde
entramos a senderos sin futuro
a cavernas legendarias sin retorno.

Nos abraza la tarde y el silencio


los ruidos del trabajo y de las horas
mendigando tu sonrisa y tu mirada
se resbalan las cascadas de mi alma.

Solitaria en tu mundo de silencio


con tu alcoba infantil muy figurada
en la linde de tu mano que sostienes
el último eslabón de un carboncillo.

Casi solos llegamos al silencio


a la postrer cenefa de la aurora
casi solos morimos en la rada
al último atardecer de tu jornada.
Ah. 10 de Jul. 16

AÑORANDO PAISAJES

Añorando un atardecer de lontananza


en un viaje de ilusión con tu silencio
con las viejas alcobas de la tarde
que desfilan en la linde de tus ojos.

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Añoramos paisajes lisonjeros
oleajes en un mundo ya perdido
cabería el rosal de una sonrisa
en el marco de ilusión de tu mirada.

Yo bogara por tu mundo silencioso


por las grises cortinas del paisaje
viajaría imbuido en la esperanza
de un alegre atardecer con tu mirada.

Sentiríamos las alas del futuro


los largos oleajes de la vida
remaríamos sobre aguas del silencio
donde sufre cada día Prometeo.
Ah. Jul. 16

OASIS LASTIMADOS

Con tu nombre me sobran los recuerdos


me sobran las arañas que rasgan mi nostalgia
renacen los romances de viejas alboradas
de antiguas ilusiones que viajan en tu alma.

Viajamos por un mundo de antiguas ilusiones


por una vieja senda de rocas olvidadas
las ascuas nos rodean de todos los desiertos
que tejen las arenas de oasis lastimados.

Yo sigo mendigando los vientos del futuro


con la sonrisa implume de alegres arreboles
si acaso me restaran las canas y los años
con gusto viajaría sobre álgidos senderos.

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Contigo mendigamos las alas del futuro
las alas del reposo de amor y de alegría
con las columnas rotas llegamos al ocaso
con huesos retorcidos y dientes ancestrales.
Ah. Jul. 16 – 16

LÁTIGAZOS DEL CAMINO

Tu columna deformada por los años


a lo largo de la tarde que navega
sobre el último ramaje de la vida
que viajó a tu lado sin reposo.

Yo me agarro del amor y de tus penas


de las brisas ausentes de la tarde
apartando latigazos del camino
que viajaron en tu nombre y tus batallas.

Me castigan los recuerdos que reposan


en las sienes ausentes de la vida
en la luz como símbolo de una creencia
y el martillo destructivo del sendero.

A mi lado se doblega tu columna


con lánguidas cadencias de la tarde
yo me doblo debajo de mis años
arrastrando tus huesos doblegados.

Me detengo a reposar en tu silencio


en las álgidas horas de la tarde
me detengo a llorar frente a tus penas
y al funeral tardío de la noche.
Ah. Jul – 2016

16
AURORAS SILENCIOSAS

Cavando en la distancia tardía de tu nombre


recorro las veredas lejanas de tu angustia
diviso la penumbra de albores casi tristes
ausente de cadenas, de mijo y de centeno.

Albores olvidados se pierden a lo lejos


en un barroco sueño de auroras silenciosas
la lente de los años me dice que sufrías
en la penumbra oscura de nuestro devenir.

Dormías a mi lado como una sombra inerte


como una silenciosa hoguera en la penumbra
las blancas azucenas giraban en tus ojos
donde se recreaban mis sueños juveniles.

Yo siempre enamorado estuve de tu nombre


entraba en los albores de un largo amanecer
rompíamos cadenas de un largo silencioso
que floreció en tus ojos, tu amor y tu esperanza.
Ah. Jul. 17 2016

17
TÚNEL DEL OLVIDO

Casi tristes entramos a la noche


casi solos con huesos corroídos
nos quedamos a mirar las estaciones
las ventanas del tiempo y del silencio
olvidadas con las flores funerarias.

En silencio mendigamos los esteros


de mares carcomidos por las ansias
con arenas antiguas silenciosas
que viajan como sombras ancestrales.

Entramos en el túnel del olvido


a la próxima morada del destino
compartiendo la chatarra de los huesos
y latas oxidadas de los años
que cargamos con la cal de nuestros nombres.

Casi solos con los ruidos de la tarde


con el viento sideral de la penumbra
nos rodea la noche y el silencio
que se cierra en el lis de tu mirada.

Casi solos, casi tristes en la rada


sin amarras de la barca que nos lleva
a la gruta sombría del destino
donde todo se queda en el olvido.
Ah. Jul. 17 – 18 – 16

18
19
ME GRITA TU SILENCIO

Navegando sobre olas del olvido


me quedo con las canas al lado de tu nombre
me quedo casi solo al divisar tus huesos
tu lánguida mirada quebrada en la penumbra.

Diviso las distantes arrugas de tu vida


las álgidas mañanas viajeras de tu angustia
me duelen esos años de amor y sufrimiento
sin alas para el vuelo, sin trigo y sin abrigo.

Reviven mis recuerdos lejanos de tu nombre


me agarro de los años detrás de tu existencia
tú siempre cariñosa, cuidando de los hijos
con luces y estrellas, iluminando sombras.

Me grita tu silencio las algas de los años


las grietas del futuro, cercanas nos anuncian
que vamos arribando al último desierto
donde se desvanecen, los últimos albores.

Me quedo en la alborada lejana de tu nombre


con la mañana rota perdida por los años
me quedo con tus huesos quebrados de la tarde
con tus olvidos crueles, tu amor y tu silencio.

Me basta tu sonrisa, tus años, tu mirada


tu lóbrega columna debajo de los años
tus últimos abrojos perdidos en la sombra
presentes en mis huesos, mi voz y mi cansancio.

20
Casi solos llegamos al silencio
llegamos arrastrando los huesos y los años
con tu columna rota debajo del cadalso
me gritan el ocaso, la noche y los olvidos.
Ah. Jul. 23 – 16

CARCOMAS DE UN PASADO

Como sombras de viejas alboradas


de antiguas ilusiones viajeras del recuerdo
con ilusas distancias extinguidas
en medio de los huesos ancestrales.

Arrastramos carcomas de un pasado


de lóbregas distancias de los años
cabizbajo moramos en la sombra
al final del camino ensombrecido.

Cada vez más cercano del ocaso


nosotros con las horas y los años
yo me agarro de tus huesos olvidados
de las sienes perdidas de tus sueños
donde yacen pedernales retorcidos.

Casi solos llegamos al silencio


al postrer cadalso de la tarde
donde fluye la última alborada
y la noche final de nuestro viaje.
Ah. Jul. 23 – 16

Yo me quedo con los últimos recuerdos


con la fuente de tus años y tus besos
con las sendas viajeras de la tarde
y el ruido de los años y las horas.

21
CADALSOS SOMBRÍOS

Después de los azotes que me dieron


me atrevo a sonreír,
a tragarme el polvo de sepulcros anónimos
donde un día se derrumbarán mis lágrimas
ocultas.

Después de las heridas palidecen los recuerdos


entre amargas0. rocas del camino
fenecen las arugas a la par de los años
se marchitan las heridas con los besos de la angustia
y lloran los senderos alojados en los siglos.

Hay lagunas y sombras entre las horas


desiertos oscuros detrás de la alegría
dolores rezagados más allá de la muerte
y quimeras visibles entre llagas y sonrisas.

Como un barco hundido en el fondo del mar


perdiéndose en el tedio de arenas movedizas
entre lejanas caricias de las olas
ignorado por los grandes pulpos ciegos
solitario como una huella sin nombre
arrastrado por las aguas turbias de un diluvio.

Hay guijaros escondidos en las grietas del alma


colmillos de serpientes en la ruta del día
hay cadalsos sombríos en la oreja del viento
y heridas que sangran en el vientre del fuego.

22
Las cadenas del siglo estremecen los sueños
las pupilas se apagan con las cruces torcidas
más si acaso sonríes en las faz de las horas
lloran rosas heridas con la lid de tu nombre.

II

Flageladas las horas del eterno cansancio


me detengo en tus huesos arrastrando los años
en la noche se pierde la sonrisa diluida
cuando canta el silencio en la cumbre del llanto.

Me detengo en la curva de las horas oscuras


recojo las espumas de tu alegría ausente
nos hiere tu silencio quebrado entre la sombra
quebrándose la ola fugaz de tu sonrisa.

En medio de la tarde, perdido en el cadalso


me quedo con los huesos hendidos de las horas
se alejan las auroras, las alas y los vuelos
cuando me abrazan juntas las zarzas y la noche.

TUS ÚLTIMAS MIRADAS


Muy cerca de tus huesos, mis huesos se derrumban
casi solos, casi ciegos, casi tristes.
Se derrumban todos los recuerdos
las algas muy lejanas, nos gritan lontananzas.

Pedregales, madreselvas destrozadas


como abrazos de pájaros heridos

23
divisando lumbreras del futuro
se reflejan en tu última mirada.

Casi solos, casi ciegos, casi tristes


viajamos como un son de golondrinas
al verano sin fin, sin estaciones
a las últimas nubecillas de la tarde.

Duelen mucho las rocas calcinadas


las alcobas prolongadas del recuerdo
pero duelen las cadenas del reposo
del lucífero pregón de la alborada.

Nubecillas como rosas a lo lejos


se derrumban más allá del último sendero
casi solos viajamos al olvido
a las sombras de la última alborada.

Sonreímos como parias del olvido


como góndolas perdidas en la sombra
me agarro de tu nombre en la distancia
en la cima de la última pendiente.

Arrastrando auroras movedizas


del vaivén lejano de tus alas
se me enredan cual locas aventuras
distantes de tu última sonrisa.

Casi solo viajamos por el mundo


por la vida destrozada sin tu nombre
con algunas florecillas muy cercanas
muy cercanas, marchitas y distantes.

Casi ciegos miramos cercanías


cercanías sin las rosas del futuro
con las hojas marchitas de mi nombre
y mis años destruidos en la sombra.

24
Casi solos viajamos hacia el Hades
hacia el vértice infinito del olvido
y morimos como parias olvidados
como góndolas perdidas en la nada.

LOS DÍAS QUEBRADOS

Se me quiebran los días y los años


divisando las viejas lontananzas
se me quiebran las últimas sonrisas
las ortigas en flor de tus recuerdos.

Las cascadas de las horas que viajamos


a lo largo del cansancio y del silencio
nos arrastran a lejanas curvaturas
donde yacen sombrías mariposas.

Tus ojos reflejados en los años


marchitos como estampas de la tarde
parecieran oscuras golondrinas
como tristes sombras del futuro.

Se me quiebra la mirada en tu silueta


en la curva lejana de tu nombre
se dispersan mis años y mi sonrisa
buscado el albor de tus recuerdos.

Cabe toda la distancia en tu mirada


las quebradas arrugas de la tarde
me dicen que viajamos compartiendo
recuerdos de lejanas primaveras.

25
Caprichosas distancias me lastiman
me recuerdan dispersas mariposas
cascajos del camino y sus abrojos
latigazos del destino y muchas cosas.

El ropaje del estío nos abriga


de lejanas y viejas alboradas
nos revela las grietas del futuro
en la lumbre invernal de tu mirada.

Casi lánguidas me gritan tus rodillas


se doblegan con toda mi nostalgia
se disuelve la sonrisa de la tarde
en la esquina del último crepúsculo.

Casi solos, casi tarde llegamos al ocaso


a la curva de la sima tenebrosa
mi rodilla en la última pendiente
besando el pedestal de tus recuerdos.

LONGEVAS CARACOLAS.

Diviso tus miradas tardías del futuro


se quiebran en la sombra distante y primitiva
ignoran mis sonrisas, mi amor y la alborada
las quejas de mi nombre, que viajan con tus ojos.

Tus ojos me pregonan albores del futuro


viajeras de la cuenca hundida en tu sonrisa
cuando se funden todas las álgidas mañanas
hundidas en las alas viajeras de tus labios.

26
Distante y primitiva perduras en mi nombre
flagelada por tus últimas sonrisas
enviándome pedazos de amor y caracolas
saturadas de amor y primaveras.

Bajo viejas laderas se derrumban


antiguas y longevas caracolas
viajeras por los mundos olvidados
por las grutas antiguas destrozadas.

Se derrumban todos mis anhelos


las viejas lejanías de la tarde
se derrumban las cenefas de tus besos
de tus ojos viajeros en la sombra.

Octubre muy preñado de romances


cuando ciega viajabas por mis brazos
yo cortaba las distancias, tus suspiros
hundidos en la sombra de mis besos.

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

¿…?

Como un suspiro al lado de la tarde


como una flor marchita en la penumbra
como alas viajeras volando a los olvidos
como ciegas mariposas buscando los rincones de una flor
inexistente de la tarde.

27
ROÍDAS AMAPOLAS

Me cansan los abrojos que viajan con tu nombre


los atardeceres crueles de viejas longitudes
me gritan las alcobas de huesos corroídos
que nos persiguen siempre al lado del vacío.

Con la corona abierta del nombre que persigo


me caen las espadas viajera de la tarde
me arrastro con tus huesos en el albor tardío
queriendo refugiarme en la postrera sombra.

Diviso tus encajes de viejas azucenas


las baño de rocío muy cerca del ocaso
roídas amapolas me gritan en tu nombre
para soltar las anclas del último crepúsculo.

Me quedo con la tarde, la noche y tu sonrisa


con la columna enjuta viajera sin ortigas
tus huesos me persiguen como algas tenebrosas
para atrapar mi nombre en el postrer silencio.

II

PARA DECIRME NADA

Diviso tu mirada de lánguida tristeza


de viejas curvaturas al lado de tu nombre
me gritan los estíos lejanos del recuerdo
muy cerca de tus ojos que gritan silenciosos.

Muy cerca de la tarde las nubes nos abrigan


nos traen oscuranas de tu columna rota
me agarro de tu angustia perdida entre la sombra
y lloro en el cadalso tardío de las horas.

28
Para encontrar tu nombre quisiera refugiarme
en la distancia implume lejana del recuerdo
me llaman caracolas viajeras de la infancia
cuando bogó mi nombre por las mañanas grises.

Ya casi no cabemos en el dintel del día


en la sombría angustia que viaja con tus ojos
para decirme nada, para decirme siempre
que miras a mis ojos, para decirme nada.

Quisiera refugiarme al lado de la tarde


al floreciente día que viaja en tu mirada
me miran oleajes floridos de tus ojos
perdidos en la rada lejana del recuerdo.

21-09-17

ILUSIÓN PERDIDA

Hay sombras en la lumbre cercana de tus ojos


auroras y distancias con grietas en tus h
uesos
si acaso en tu mirada se apagan los albores
retornan en la sombra quebrada de tus manos.

Tus manos ya no viajan al mundo de mi nombre


se apagan en la noche de alas sempiternas
pero mis venas rugen, quebradas y sombrías
con un rigor de sueños y lentas amapolas.

Diviso tu columna cansada en la penumbra


tus ojos que no sienten el eco del futuro
me agarro de tus huesos para atrapar el alba
el alba de tus penas, de la ilusión perdida.

29
Me acerco a la distancia lejana de tus huesos
diviso las mañana distantes de tu nombre
entre mis manos mueren las flores, tus recuerdos
y lloran caracolas tardías de mis sombras.

REDES DE LAS HORAS

Entre tumbas florecidas de tristeza


viajamos con el día y con las rejas
clavadas en las redes de las horas
que nos deja cada tarde marchitada.

El sepulcro es más hondo que el silencio


más oscuro que la sombra de los sueños
los clavos de las cruces que cargamos
son las únicas rocas que arrastramos.

Callada y primitiva feneces a mi lado


dependes de mis huesos, cansados en la tarde
la tarde que nos lleva detrás de los recuerdos
para deja
rnos solos al lado del ocaso.

El ocaso nos ampara, nos retiene


para morir añorando la esperanza
que moriremos al frente de la sima
con los cirios ausentes y apagados.

30
Cuando lloran mis huesos doloridos
doblegados en la noche fascinante
me dan ganas de viajar a los abismos
y dejar mis huesos en el Hades.

Se me cansan todos los anhelos


los años, tus olvidos, mis costillas
con otro dolor se suma a mis dolores
mis ojos acercándose al ocaso.

Con gritos y nostalgia diviso tu sonrisa


se me enredan todas las palabras
en fulgores de locas carcajadas
y con lágrimas rodando por mi rostro.

Pero se ríe la mañana y la arboleda


los pájaros cantando a la pradera
cuando ruedan cristales de mis ojos
abrazados con Heredia y con Martí.

A Beethoven lo escucho a pedacitos


casi rotos los tímpanos del alma
y Chopin se me aleja en la distancia
donde muere Ravel desvanecido.

Retorno a la adolescencia de mi madre


a sus viejas canciones mexicanas
y deploro mis raíces campesinas
con Antonio Aguilar y sus Caballos.

31
EL MUNDO DEL SILENCIO

Unas gotas de sol sobre tu nombre


me acercan a los ecos del vacío
al vacío distante de tu risa
de tus manos, de tus últimas miradas.

Hoy viajamos por el mundo del silencio


por los últimos embrujos de la tarde
las distancias moribundas de tus ojos
se me quiebran con mi última caricia.

Las caricias de la tarde nos abrigan


con la selva destrozada de tus sueños
yo me quedo eternamente a tu lado
casi solo en la faz de la penumbra.

Y en la pértiga de la tarde se detienen


las distancias letales de las horas
yo me aferro a tus últimas miradas
resbalando hacia las simas sempiternas.

Me agarro de tus últimas miradas


de las postreras sonrisas de la tarde
cuando todos los recuerdos se marchitan
en la lumbre quebrada de tu nombre.
19-10-17

32
TUS GRITOS SILENCIOSOS

Entre el sueño o el cansancio de las horas


entre el viento o el albor revive la mañana
a deshoras del día o de la noche
sin tus quejas me grita tu silencio.

Sin tus quejas me grita tu silencio


me grita tu columna curvada en la penumbra
me gritan los silencios cercanos de tus huesos
roídos por los años y antiguas alboradas.

Se quiebran en la nada tus gritos silenciosos


la curva de los años con eses y distancias
se yerguen como olas del alma congelada
con gritos en la sombra de la pared del tiempo.

Y luego casi tristes mis huesos se derrumban


al borde de las grietas cercanas del ocaso
con un rigor de penas y llantos nacarados
abrigo las heridas visibles de tu nombre.

ESTRELLAS APAGADAS

La sombra de las horas nos dice que viajamos


al mundo de la noche donde fenece el día
yo viajo casi solo por lentas oscuranas
buscando en la sonrisa callada de tu nombre.

Distantes y sombrías las viejas caracolas


se acercan en las curvas lejanas de tus besos
con ellos se derrumban los últimos albores
los ecos de la tarde y el último romance.

33
Me agarro de la noche, tu luz y tu silencio
las pértigas del alma, destruidas en la sombra
como viajeros sueños, cercanos al ocaso
distantes y remotos de estrella apagadas.
22-10-17

LA SOMBRA DE TUS AÑOS

Las ortigas se marchitan con las horas


con las algas flageladas de tus ojos
cuando mueren las sombras de la tarde
se derrumban los cadalsos de la vida.

Con tus manos y tu risa se derrumban


las postreras cadencias del ocaso
mientras ruedan las cadenas de los años
arrastrando los huesos corroídos.

Se me quiebran las carcomas de los años


los albores distantes del pasado
hasta el fragor que fenece en la penumbra
del dintel que se pierde en tu mirada.

Casi ciegos viajamos entre sombras


entre pasos moribundos sin reposo
casi viejos morimos en la rada
del postrer atardecer que nos oprime.

Se derrumban los hangares de tus huesos,


los distantes oleajes del pasado
se derrumban las últimas cadencias
destrozadas en la sombra de tus años.

34
ENTRE NESO Y BACO

Sin brillos de alboradas feneces en la sombra


con un recuerdo herido de viejas amapolas
perdidas en la dulce cenefa de tu nombre
me oprimen los regalos de Neso tuniforme.

La Túnica maldita fenece en tu mirada


destruye mis recuerdos de viejas alboradas
con eses de mis pasos me alejo de tus huesos
para atrapar la Túnica de un Neso sin futuro.

Me gritan tus silencios de viejas alboradas


me oprimen las distancias lejanas de tus besos
con eses de mis pasos me alejo de tus huesos
con Neso y sus albores distantes y remotos.

Ya casi no florece tu última sonrisa


el alba de tus ojos sonríen en la sombra
yo viajo por el mundo de Baco y sus pasiones
como rigor del tiempo, de Neso y mi alegría.

Con ansias del futuro sostengo tu columna


me agarro de la sombra ideal de tu sonrisa
y lloro cuando tiemblan los ecos del futuro
sonrientes y perdidos entre mis viejos años.

35
AMANECERES Y OCASOS

El lirio de tus manos me recuerda


las distantes hambrunas de la vida
tus luceros amorosos despegados
del pellejo lacerado de tu nombre.

Sobre antiguas rocas remojadas


se hundían nuestros nombres sin futuro
yo viajaba con lámparos sagrados
hundidos en rojísimos infiernos.

Más tus ansias viajaban por las ascuas


por las rocas doloridas sin futuro
mientras todo se hundía en los abismos
nuestros nombres viajaban al pantano.

Yo salí perseguido por las horas


por los vientos nacarados de la tarde
tú quedabas al amparo del silencio
a los frescos murmullos de las olas.

El vaivén de los años nos oprime


nos aparta del albor y los relámpagos
mientras crece la mañana florecida
los soñados albores se derrumban.

DISTANCIAS LEJANAS

Las distancias lejanas de tu nombre


perduran en las sombras del recuerdo
y aún recorren las venas de los años
florecidas con helechos marchitados.

36
Las distancias florecen con tu nombre
con lirios flagelados de los años
cuando todo cambia en la distancia
nuestros nombre unidos se derrumban.

Me abrigo en las hogueras de tus huesos


en las últimas arrugas de la tarde
me detengo a implorar horas perdidas
los brazos de tu nombre y tu sonrisa.

Cuando viejas alboradas se derrumban


en la linde de tus manos sin retorno
yo me agarro de las penas de tus huesos
y te arrastro hacia el futuro de mi nombre.

ESTERO SIN RETORNO

Se oscurecen los sueños del futuro


las lumbreras apagadas de la tarde
así cómo se nublan tus recuerdos
en el fiel justiciero de los años.

Cada día nos vamos alejando


al estero sin retorno de la vida
y perdidos como sombras olvidadas
llegamos a linderos de la noche.

Con los años viajamos al Valhalla


con las viejas osamentas casi rotas
nos reímos de las máscaras sagradas
del postrer homenaje de la vida.

37
Oscuras alegrías nos vienen persiguiendo
nos traen remembranzas de viejas caracolas
reímos en la sombra sin dientes en el alma
sin un laurel caído del viaje compartido.

Los vientos del ocaso se tragan los albores


destruyen las poleas con óxidos oscuros
detienen tus sonrisas ocultas en la niebla
atrapan los silencios, perdidos en la sombra.

HORAS SIN REPOSO

Cuando subo al trono de tus hombros


con Federico Chopin en la alera
se suavizan las barreras y las rocas
y hasta tu mirada se pierde entre los árboles.

La distancia del ramaje de la vida


se diluye en el martirio de tus huesos
en la linde de tus labios casi tristes
se marchitan los besos y mis años.

38
Y te arrastro a los senderos del ocaso
viajando en un pregón de lentos vuelos
en las tardes diluidas del descanso
que perduren a lo largo del sendero.

Cavilando entre horas sin reposo


sin las plumas visibles de la noche
me detengo entre tus huesos doloridos
sosteniendo mis longevas caracolas.

RAMAJE DE LA NOCHE

Distancias más lejanas nos abrigan


en las cumbres oscuras del silencio
mientras llega la noche funeraria
divisamos lumbreras del ocaso.

Sombras de la tarde nos acercan


a viajar por un mundo silencioso
cuando caen las alas del crepúsculo
el ocaso se nos vuelve más oscuro.

El ramaje de la noche se detiene


en el rayo final de tu mirada
yo diviso la distancia de tu ojos
en la tarde perdida de tu rostro.

39
Llegamos a la última pendiente
de la tarde que nos deja casi solos
al frente de la noche que nos llama,
al filo de la sombra que nos cubre.

Así solos llegamos al silencio


en la postrer borrasca de la tarde
nos abraza la noche y sus abrigos
en la curva final de las tinieblas.

OJERAS DE LA TARDE

Se me quiebran las ojeras de la tarde


los ramajes de la vida y el reposo
se me caen los molares del futuro
y los últimos peldaños de mis huesos.

Casi viejo en las poleas del ocaso


en los bordes de la tarde, de las horas
cuando busco los amarres de tus huesos
se derrumban en la linde de mis años.

En las lumbres longevas del silencio


se dispersan los sueños, los albores
yo me quedo con los dientes de la roca
donde yace erguido Prometeo.

40
Los lirios de tus sueños se marchitan
con jacintos florecidos de tus ojos
yo me agarro de los pétalos del alma
divisando los cálices de tus manos.

ALBORES DE SONRISA

Cerca de tus huesos doblegados


diviso en tu columna los veranos
a pesar de la belleza de la tarde
tu mirada se hunde en el vacío
como quien ha perdido un recuerdo.

Las lumbres de la tarde nos abrigan


nos trasladan a visibles panoramas
paseándonos por un haz de la floresta
sin asomos de un lis de tu sonrisa
se divagan todos tus recuerdos.

Tu mirada distante me lastima


tus olvidos de las horas y tormentas
hoy te llevo a los lindes de la tarde
entre un verde y azul, un mar cetrino
y removiendo la hojarasca de otros años
diviso el renacer en pedacitos
de albores de sonrisa en tu mirada.
Nov. 11 - 17

41
LOS MURMULLOS

Los murmullos sombríos de la tarde


se dispersan con aromas del follaje
se saturan con el alma de la tierra
con el sol, el viento y la montaña.

Cada ocaso el romance es más intenso


entre el verde y los negros clarineros
derramando dulzores ocarinos
mientras viaja el día a su descenso.

Me asomo al ramaje más profundo


de las horas longevas del cansancio
pero siento que somos una forma
una sola partícula del mundo.

Las pálidas sombras se detienen


a sentir los murmullos de la fronda
a escuchar las campanas doblegando
en el confín cercano de la noche.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Sé que estás cansada, no puedes decirme nada, pero diviso la curva de tu


columna, tus ojos al borde de cerrarse y tu mirada sin rumbo. Siento un
descanso al percibir la tranquilidad con que yaces en la cama.

Con el Concierto de Aranjuez casi suave, acaricio tu rostro, limpio y


suave; te cubro de besos y advierto tu expresión de alegría. Me sonríes
con la impotencia de tu soledad. Pero, aun así, siento la correspondencia
de tus labios, cuando los beso con ternura.

DORMIDA EN LA PENUMBRA

42
Dormida en la penumbra, me sobran las caricias
en seda se transforman, las rocas de mis manos
dormida y distante, del mundo que percibo
te siento más cercana, más mía, más mía.

En la noche que nos cubre, se abren los recuerdos


se abren las ventanas, que arrastro con tus canas
me quedo con las ganas, cuidando tus heridas
cuidando cicatrices, con el placer entero.
19-11-17

OLVIDOS FLORECIDOS

Estoy a tu lado hablando con tu silencio


trepidando soledades que arrastramos
arenillas que flagelan costados lastimados
esquinas de las yagas que pastan tu pellejo
como larvas hambrientas en la noche nupcial
de un vía crucis que no termina.

Me marchito sosteniendo las poleas


oxidadas de nuestro romance
me agarro de tu silencio
de tu mirada ausente
de la sombra invisible de tu alegría
del eslabón perdido de tus ojos
de la caricia que aún florece en tus manos

43
de los gritos silenciosos que brotan de tu mirada
de la fuerza del destino que nos une
que sostiene nuestros nombres
al sedal venturoso del destino.

Cuando toco las caderas de la tarde


se resbalan recuerdos de viejas alboradas
sonríen los relojes incesantes de la vida
lloran las amapolas entre las costillas del tiempo
se fortalecen los suspiros sobre las cumbres
ascendiendo en la carrera de las horas
con el silencio de tus manos
y tus olvidos florecidos en mi jardín.

44
LA AURORA

La aurora se despierta en tu mirada


con arrullos de floresta y de montaña
cabe toda la alegría en la ventana
la ventura bendecida de la vida.

Con aromas de café, de pájaros y aurora


con murmullos se alimenta la mañana
se levanta el nuevo día con el viento
rebosando de sueños y pregones.

45
Bañados con los risos de la aurora
los pájaros recogen la simiente
yo me agarro a los barrotes de la vida
y al postrer estrado del futuro.

ALBORADA

Como luengas vívidas de estrellas


se levanta risueña la mañana
con arrullos y pedazos de la noche,
con la púrpura llegando a la ventana.

Los nidos se despiertan con albores


con aromas de café y de montaña
se despeja el silencio y mi alegría
en la fase del fulgor de una mirada

46
SOLAMENTE SU MIRADA

Es como una sombra detenida en el silencio


una mirada distante, sin preguntas
sin una luz que ilumine su mundo de tinieblas
una mirada que le aclare quién soy
y cuando acaricio su rostro
todo se diluye en ella,
menos su mirada fija
sin nada más que la acompañe.

Si me alejo de ella, me llevo su mirada


me la llevo hasta el ángulo distante
donde se quiebra la sombra y el silencio
donde se quedan perdidos los recuerdos
sin una luz que ilumine su mundo de tinieblas.

Si me acerco a ella, no sabe quién soy


no sabe qué hacer más allá de su mirada
sólo su mirada me retiene
me retiene entre la luz o las tinieblas
entre sus brazos decaídos
entre la sombra lacerante del silencio
entre sus humedades invisibles
sin saber que existo para ella
pero con el poder de su silencio
con las hojas marchitas de sus sueños
me atrapa, me retiene, me sostiene
solamente, solamente, con su mirada.

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

47
PEDACITOS DE RECUERDOS

Vamos muriendo en la sombría tarde


sobre distantes quebradas del sendero
arrastrando los sueños oxidados
sin la lumbre lejana de tus ojos.

Pero vamos recogiendo la simiente


sobre viejos carruajes de la noche
recorremos las distancias prolongadas
con los huesos marchitos sin reposo.

Entre nubes la luna nos divisa


nos coteja de la noche sempiterna
ilumina pedacitos de recuerdos
con el cáliz luminoso de la aurora.

Otra noche cansada de los años


buscando eslabones de esperanza
cuando vamos recogiendo las espigas
del postrer recodo del futuro.

MIRADAS PERDIDAS

Las distancias lloran en mis ojos


con recuerdos perdidos en las sombras
con arrugas olvidadas de los sueños
con miradas perdidas sin futuro.

Hasta aquí nos grita el horizonte


y nos llama el último lucero
nos abraza el fulgor, la lejanía
el murmullo de un canto pregonero.

48
El frío de la tarde se detiene
en la linde sideral de los recuerdos
yo me quedo en la distancia de sus ojos
en el albor de su mirada peregrina.

Tiemblan cerca los huesos de la tarde


entre un limbo timorato de sonrisa
te arrastro hacia mis brazos moribundos
divisando los pavores de tus huesos.

Entre lloros distingo tus miradas


los gritos de tus huesos y mi nombre
distingos las distancias de la tarde
y el largo camino de las horas.

DICIEMBRE

Verdecía una palmera en las palomas


retozonas con el brío de la brisa
el estío de la tarde nos miraba
y un romance feliz alborecía,
entre la densa niebla de la vida
y otros albores tiernos y rosados
nos abrieron las ventanas de la tierra
así nacieron los primeros besos.

Desde entonces Diciembre nos persigue


Diciembre está en las alas, en el viento
en la ola del día que amanece
en la tarde ventisca

49
en el último viaje de tus manos
en la embriaguez de las horas muertas
en la espuma o en la noche que muere.

Diciembre es el mes en que nacimos


desde entonces vivimos para el día
vivimos para el pájaro que canta
para llevarlo escondido en los recuerdos.
En la desnudez de nuestros sueños
en la madeja de las horas
en tus labios que yacen como dormidos
en tu mirada perdida en la sombra
en la sombra de una noche sin fin.

Diciembre para nacer


Diciembre para vivir y amar
Diciembre para no olvidar
Diciembre vivirá siempre en nuestros nombres.

POSTRER LUCERO

Se dilatan los recuerdos en tu mirada


y se desgarra tu última tosida
mirando esos desgarres de tus años
se me quiebran las postreras alegrías.

Se resbalan las canas de mis años


cada vez que te arrastro hacia el alpiste
la paciencia es más larga que los días
y las ganas de retenerte a mi lado.

50
Yo me agarro de los años y tu nombre
de los dientes carcomidos del silencio
me agarro de tus manos moribundas
y del postrer lucero de la noche.

Me quedo con tu lóbrega mirada


casi sola perdida en el olvido
me quedo con los años, tus huesos retorcidos
con lejanas alboradas y tus besos.

LOS COSTADOS DEL SILENCIO

Arrastrando los huesos de los años


voy arrastrando osamentas del futuro
arrastro los pedazos de mi risa
pedazos de nostalgia, de amor y de locura.

Con las últimas ojeras de la tarde


detengo tus caídas casi rotas
casi rotas las palmeras de tus sueños
de tus sueños y tus últimas miradas.

Con las lóbregas rodillas de tus años


se me quiebra la columna y la sonrisa
se me doblan los huesos de la tarde
arrastrando las rocas del futuro.

Me duelen los ocasos de mis huesos


las tardías penumbras de las horas
pero más me duele tu silencio
y tu mirada perdida en las tinieblas.

51
Con la vaga ilusión de retenerte
Penetro en los costados del silencio
Con las horas moribundas del olvido
Y las últimas caricias de tus manos.

SIN LAURELES

Nos divisa un laurel cada mañana


distante de un Apolo legendario
yo me quedo con Afne y tu silencio
sin laureles a tu nombre envejecido.

Casi lloro en lo cercano del silencio


a las lentas horas de la tarde
casi solos viajamos al olvido
a las ascuas oscuras del ocaso.

Yo me quedo con los cirios de tu nombre


con las tristes alcobas del pasado
y me agarro de tus huesos, tus olvidos
de la primer alborada de tus ojos.

Descendemos a las simas del silencio


al borde de las horas sin futuro
aún así, me agarro de tus penas
y me quedo a tu lado sin palabras.

El frío de la tarde nos abraza


pero más nos abraza tu silencio
tu columna doblegada por los años
y mis huesos entre óxidos del tiempo.

52
LOS ÚLTIMOS PASITOS
I

Diviso tu silueta en la penumbra


rasgando las angustias sin palabras
se me tuercen los pilares de mis ansias
con el sueño, mis penas y mis arrugas.

Los dolores se resbalan de mi nombre


con los últimos marasmos del cansancio
se acumulan todos los castigos
en la escala cansada de los años.

Arrastrando los últimos pasitos


se doblegan todas las hombreras
se doblegan las ganas de reírme
en la postrer pendiente de la tarde.

Se acumulan todos los cansancios


tras las rejas cercanas al cadalso
se acumulan los años y las fuerzas,
disminuyen con el paso de las horas.

II

Viajando en las caderas de la tarde


Pedro Vargas, tu nombre y mi nostalgia
cuando lóbrega se desvía tu mirada
hacia el vacío infinito del olvido.

Mi alegría, la ceiba y la arboleda


se elevan a la cima de mis ojos
hasta donde la divisó Rubén Darío
con los ojos de un Genio y la Poesía.

53
LUCEROS DE MI ALMA

Cabe la tarde en los temblores de tus manos


en la distancia (perdida) que alcanza tu mirada
en los besos de tus labios diluidos en tus dedos
mientras ruedan luceros de mi alma.

Los cojines se dilatan en tus senos


con escaso ropaje de tu nombre
me recuerdan lejanas primaveras
las primeras noches de romance.

Se dilata la tarde en tu mirada


en la curva lejana de tus huesos
escondiendo las sombras del poeta
ocultas en arrugas de sus años.

PENUMBRAS LEJANAS

No me cabe la impotencia de sus años


perdida hacia las luces del futuro
cuando fue perdiendo su coraza
al abrigo de los lances de su suerte.

Cada viento que soplaba en sus albores


los cubría al abrigo de sus senos
así vivió cubriendo las ventiscas
que asolaban detrás de su mirada.

Con las llagas y azotes de sus pasos


fue cubriendo los peligros de sus flores
creciendo a la par de los dolores
a cambio de un amor lleno de rocas.

54
Ahora viaja en ondas del olvido
en los lindes más triste de su vida
cuando nadie divisa su nostalgia
su penumbra se torna más lejana.
20-12-17

NOSTALGIA DE LOS AÑOS

Me acerco a los ocasos del futuro


a los dientes oscuros de las horas
me quedo con los rayos de la luna
con tus manos frías sin caricias.

Cabe toda la nostalgia de los años


en los huesos torcidos, en las venas
caben todos los últimos vigores
al lado de tus últimas miradas.

Te arrastro hacia los bordes del bohío


a la postrer fisura del silencio
sosteniendo tus últimos albores
entre sombras, abrojos y luceros.

Ansiaría divisar una sonrisa


en el lis de tus labios peregrinos
que llegaban a mí, como alboradas
extendiendo las alas del futuro.

55
LÁNGUIDA ESPERANZA

Desde luego ya no cabe su columna


en las horas cercanas al ocaso
se derrumba sobre huesos de mis canas
casi al borde del abismo de mis años.

Me detengo cansado y longevo


de los años detrás de mis espaldas
diviso los derrumbes de sus años
sus olvidos, su lánguida esperanza.

El frío de la tarde nos abriga


como viejos enanos de un pasado
yo me arrastro llevando su silencio
llevando los hangares tardíos del futuro.

56
LA SIMA DEL SILENCIO

Los huesos doloridos se resisten


a viajar con las horas de la tarde
no alcanzan las noches de reposo
los inviernos más lentos, el cansancio
se prolonga con la carga silenciosa
con las llagas purulentas de los años
con el sueño detrás de cada ojo
con los gritos del deber entre las venas.

Con tus huesos cansados caminamos


muy cercanos al silencio prolongado
sosteniendo detrás de cada paso
las grietas sin reposo del futuro.

Con los mares cetrinos de la aurora


los días se levantan con tus ojos
sin los huesos torcidos de tus pasos
sin tu risa, sin la luz de tu alegría.

A lo largo de los días, tu mirada


se detiene más perdida entre la sombra
como hundida en la sima del silencio
como las hojas caídas del otoño.

Pero arrastro tus huesos doblegados


a la par de los días y las horas
y renacen primaveras de alegría
con cadencias perdidas de la tarde.

Ahuachapán, San Salvador, El Salvador, 2016 - 2017

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