La calidad total no solo se aplica a los productos que se emiten en la empresa,
sino que es requisito en todo lo que concierne a la estrategia de la organización,
ya que la calidad es responsabilidad de todos y debe comenzar por la gerencia adoptando Sistemas de gestión de calidad. Las empresas pasan por una serie de situaciones en las cuales se ven obligadas a resolver sus problemas de calidad, ya que es primordial la satisfacción del cliente y para ello se lleva a cabo la planificación estratégica alineada a lo que pide el cliente, un aspecto muy importante que puede hacer un gran diferencia, ya que a estos no les interesa las especificaciones internas de la compañía o los estándares de calidad internos, si no que les interesan son sus propios estándares de manera que sean capaz de percibirlos.
Una forma de ser una empresa líder es mejorar continuamente la productividad de
los procesos, lo cual se puede conseguir a través de gestión de procesos, para lograr que estos sean eficientes, de manera que se pueda obtener el mejor o máximo rendimiento utilizando un mínimo de recursos y así mismo lograr procesos eficaces, un ejemplo sencillo de ello puede verse en una empresa que vende cerámicas, un proceso eficaz es aquel que siempre entrega las cerámicas de los colores y formas correctas, mientras que la empresa de cerámicas es eficiente cuando se elaboran los productos en el menor tiempo posible, ya que se tiene el conocimiento adecuado de la maquinaria a emplear y todos los procesos para crear el producto. Finalmente, para medir los resultados y hacer un análisis de competitividad se hace un seguimiento a través de indicadores con los cuales se puede medir el desempeño de la organización y hacer planes de mejoras según sea el caso.