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UNIVERSIDAD CATÓLICA

“SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO”

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACION DE EMPRESAS

ALUMNO:
ADRIANZEN SILVA OMAR.

TEMA:

CICLO DE VIDA DE UN PRODUCTO.

DOCENTE:

Muguerza Quijano, José Luis.

ASIGNATURA:

Gestión Comercial.

CHICLAYO-PERU

2019- I
EL CICLO DE VIDA DE UN PRODUCTO.
Los mercados están en permanente cambio y en continua evolución, esto conlleva a
que los productos que ofrecen las empresas tengan una vida limitada y experimenten
una evolución desde el lanzamiento hasta su retirada, pasando por diferentes etapas y
sufriendo variaciones en las ventas.
¿QUÉ ES?
En marketing, se entiende como el conjunto de etapas por las que pasa un producto
desde su introducción en el mercado hasta su retirada.
El concepto surge de la analogía entre la evolución de los seres vivos y la de los
productos, ya que ambos pasan por diferentes etapas a lo largo de su existencia. Un
ser vivo traza una curva de vida que pasa por el nacimiento, la adolescencia, la edad
adulta, la vejez y la muerte. En cuanto a los productos se produce un ciclo similar, el
cual podéis apreciar a continuación.

CONSTA DE 4 ETAPAS
La identificación de los factores que afectan a la evolución y la demanda de los
productos, así como la duración de cada una de las fases, determinará la capacidad de
la empresa para poder adaptar sus productos a las nuevas necesidades de los
consumidores. El ciclo de vida de un producto consta de 4 etapas principales:
introducción, crecimiento, madurez y declive.
1. INTRODUCCIÓN

En la etapa de introducción, después de elaborar el plan de marketing, el producto es


lanzado por primera vez al mercado, nos encontramos ante una primera etapa llena de
incertidumbre y de riesgo. Además es la etapa del ciclo de vida de un producto que
conlleva un mayor coste, ya que se produce el primer acercamiento del producto al
consumidor en el que se contempla tanto los estudios de mercado previos y el
desarrollo del propio producto, como la inversión en campañas de comunicación y
acciones de marketing promocional.
Normalmente en esta etapa, la demanda es inferior a la oferta, puesto que el mayor
porcentaje de las ventas provienen de los consumidores más innovadores y los early
adopters, que son los que aceptan un mayor riesgo ante la compra y les entusiasma
experimentar con nuevos productos.
La clave en esta etapa del ciclo de vida de un producto consiste en definir y trabajar el
posicionamiento e investigar la respuesta del mercado hacia el producto, para si fuera
necesario reaccionar con agilidad y poder reorientar las estrategias.

2. CRECIMIENTO

En la fase de crecimiento, el producto se posiciona en el segmento definido, y


comienza a ser aceptado por los consumidores. Esto provoca que las ventas y por
tanto los beneficios vayan in crescendo.
Normalmente, el aumento de los beneficios se produce debido a que los costes de
fabricación se reducen bien por las economías de escala o bien por la adquisición de
experiencia en la fabricación. A pesar de esto, la competencia en esta segunda etapa
del ciclo de vida de un producto no suele ser muy intensa. Es probable que hayan
aparecido nuevos competidores, pero estos nuevos players tratarán de diferenciar su
producto y de comenzar a construir su posicionamiento de marca.
La clave en esta etapa consiste en reforzar el posicionamiento y en realizar
modificaciones para poder adaptar el producto a la demanda creciente.

3. MADUREZ

La etapa de madurez se produce cuando el producto ha alcanzado la cima en cuanto a


cuota de mercado. Esta etapa, la tercera del ciclo de vida de un producto, suele tener
una duración más amplia que el resto.
Las ventas siguen aumentando, pero a un ritmo más lento y decreciente, hasta que
llega el punto que se estabilizan y posteriormente comienzan a detenerse
En esta etapa la competencia ya es considerable, por lo que no se ha de competir
únicamente en precios, sino que además se deben identificar y trabajar otros factores
relevantes para los consumidores, para conseguir realmente un producto y una
propuesta de valor diferenciada.
La clave en esta etapa está en anticiparse a la caída de las ventas buscando propuestas
e innovaciones que vuelvan a hacer el producto atractivo para lograr sostener las
ventas.

4. DECLIVE

Ninguna empresa quiere llegar a la fase de declive, puesto que se trata de la última
etapa del ciclo de vida de un producto. Las ventas comienzan a disminuir
gradualmente debido a que el producto ha sido sustituido por otras opciones más
atractivas para los consumidores.
Los beneficios pueden convertirse en pérdidas y, por tanto, que el producto deje de
ser rentable para la empresa, si no se toman las medidas necesarias.
En esta fase suelo recomendar que se retire el producto del mercado, ya que existen
pocas oportunidades de lograr una reanimación del mismo.
La clave en esta etapa consiste en minimizar la inversión y planificar acciones donde se
tenga en cuenta diferentes vertientes: reemplazar el producto o modificarlo para
enfocarlo nuevamente en el mercado.

CÓMO SE GESTIONA EL CICLO DE VIDA


Aunque estas cuatro etapas se dan en todos los productos, es importante recordar
que cada uno tiene un ciclo de vida diferente. En algunos casos la vida es muy corta,
como ocurre con algunos artículos tecnológicos; en otros, como los alimentos y las
bebidas, pueden mantenerse vivos durante décadas o incluso reaparecer tras una
ausencia.
Como se ha comentado al principio, dominar todas esas fases es clave para aplicar las
estrategias de marketing mix. Cabe recordar que el concepto de marketing mix se
refiere a un análisis estratégico en el que se consideran cuatro variables básicas:
producto, precio, distribución y promoción.

 Producto: engloba al core product (el producto en sí) y a todos los elementos
que lo acompañan, como el embalaje, la garantía o el servicio de atención al
cliente.
 Precio: analiza la información sobre el precio de venta en el mercado y ayuda a
establecerlo. Esta variable contiene un factor muy competitivo porque el precio
determina, en gran medida, el comportamiento del consumidor. Es un dato
muy importante porque es la única variable que aporta cifras sobre ingresos.
 Distribución: sirve para analizar cada uno de los canales por los que transcurre
el producto desde su creación hasta que se entrega al consumidor. Incluye el
almacenaje, los intermediarios y su influencia en el mercado, los puntos de
venta, etc.
 Promoción: esta variable aborda los esfuerzos de la empresa por dar a conocer
el producto entre los consumidores para aumentar las ventas. Trata, por lo
tanto, de la publicidad, las relaciones con los medios, la información sobre la
localización del producto, las ofertas y todo lo que tiene que ver con la
comunicación.
Aplicando el marketing mix para gestionar cada fase del ciclo de vida del producto se
podrían establecer algunos criterios generales.
Por ejemplo, la publicidad en la etapa de introducción debe ser sobre todo
informativa, pero en las de crecimiento y madurez deberá dirigirse hacia la persuasión.
Por último, en la etapa de declive, habrá de estar centrada en mantener el recuerdo.
El precio es más alto mientras se desarrollan las fases de introducción y crecimiento,
pero debe mantenerse competitivo en la madurez para conservar la cuota de mercado
alcanzada.
Con la distribución se podría dibujar una línea en forma de U invertida; debe ser más
baja en la fase de introducción y aumentar en el crecimiento y la madurez. En la etapa
de declive volvería a disminuir.
En cuanto a la promoción, la inversión deberá ser mayor en las primeras fases y decaer
paulatinamente en las etapas de madurez y declive.

ESTRATEGIAS PARA CADA ETAPA


Cada una de las cuatro etapas del ciclo de vida tiene sus propias características y estas
sirven para identificar en qué fase se encuentra el producto en un momento dado.
También sirven para analizar cómo evoluciona el producto en cada una de las fases; es
decir, si se están alcanzando los objetivos, si es competitivo, si ha logrado hacerse con
una cuota de mercado o de qué manera está terminando su ciclo de vida. En esa
última etapa de declive hay tres subfases, según la disminución detectada en las
ventas.

 En la primera (pérdida de hasta el 25 %), la empresa rebaja los precios,


disminuye la distribución y realiza actividades de promoción que intenten
contrarrestar el envejecimiento del producto por modas o desfase tecnológico.
 En la segunda (pérdida de hasta el 50 %), se mantienen los precios anteriores y
se negocian lotes más grandes con los distribuidores. El producto debe ser ya
reformulado o empezar a pensar en ofrecer un sustituto. La promoción se
reduce al máximo y se basa en la lealtad de los consumidores.
 En la tercera (pérdida superior al 50 %), la empresa ya debe programar la
retirada del producto. Se bajan los precios aún más y las ventas se apoyan en la
imagen de marca y la lealtad de los clientes. Es el momento de decidir si la
retirada es definitiva o si hay posibilidad de innovar el producto.

ALARGAR EL CICLO DE VIDA


Como es más barato mantener un producto en el mercado que retirar uno y lanzar
otro, las empresas intentan prolongar al máximo su ciclo de vida. Para retrasar el
declive se suelen utilizar distintas estrategias. Entre ellas destacan el relanzamiento, la
actualización y la prolongación de la fase de madurez.

 Relanzamiento: se trata de ofrecer casi un producto diferente con el nombre


del original. No siempre funciona porque los consumidores fieles no están de
acuerdo con que les varíen las características que aprecian del primero.
 Actualización: tiene menos riesgo porque es más un cambio de imagen. Se
introducen algunas mejoras para que el producto original resulte más atractivo
y no parezca desfasado respecto a la competencia.
 Prolongación de la fase de madurez: el esfuerzo recae sobre todo en la
publicidad. Se busca un uso más frecuente. En otros casos se proponen
cambios de hábito para que el consumo se amplíe en el tiempo o a nuevos
segmentos de población.
Como se puede ver, el conocimiento profundo de cada fase es útil para lograr que un
producto aparezca de la mejor manera, consiga hacerse con una cuota de mercado y
sea rentable durante más tiempo. Del análisis de cada etapa deberán salir
las estrategias de producto más adecuadas para optimizar los recursos y alcanzar los
objetivos hasta el final de la fase de declive.
Sin embargo, no hay que esperar hasta ese momento para que una empresa se decida
a lanzar un nuevo producto que sustituya al primero. Un buen indicador para el nuevo
lanzamiento es cuando se alcanza el punto más elevado en la curva de ventas del
anterior. De esta manera, los beneficios que estaría reportando el primer producto
servirían para poner el segundo en el mercado. Así, la concatenación de lanzamientos
aportaría un crecimiento empresarial continuo.

CONCLUSIÓN:
Es importante conocer y saber gestionar la etapa en la que se encuentra tu producto, ya que
las decisiones a tomar en cada una, varían y son diferentes. Por tanto, es vital llevar a cabo
acciones adecuadas a cada circunstancia, para lograr superar los desafíos que se plantean en
cada etapa del ciclo. Las estrategias de marketing de una empresa deben adaptarse a las
fluctuaciones que sufren los productos en el tiempo, para poder optimizar de la mejor manera
posible la toma de decisiones. Identificar en qué etapa se encuentra tu producto, te ayudará a
definir tu estrategia y a potenciar tus esfuerzos de marketing.

Las empresas por ende tienden a alargar su producto para que tenga una mayor duración en el
mercado y así puedan actualizar su producto ya que retirarlo del mercado sería más costoso o
diseñar otro lo que demandaría una pérdida de tiempo para la empresa.
REFERENCIAS:

https://www.cerem.pe/blog/que-es-el-ciclo-de-vida-de-un-producto

https://robertoespinosa.es/2018/11/04/ciclo-de-vida-de-un-producto/

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