Nanook el esquimal, es el primer film documental en la historia del cine. Su director fue Robert Flaherty, pionero y fundador de este género. Muchos cineastas habían filmado antes escenarios de la realidad, sin embargo, fue Flaherty el primero en dotar a este conjunto de escenas reales una función narrativa y poner el lenguaje cinematográfico a su servicio. A través de esta película, Flaherty establece las funciones del cine documental que años después plasma en un artículo en el cual dice que: “Nunca como hoy el mundo ha tenido una necesidad mayor de promover la mutua comprensión entre los pueblos.” Nanook, es un reflejo de esta oración, Flaherty narra a lo largo de este film la historia de Nanook y su familia, esquimales del pueblo Itivimuit antes de que el hombre blanco llegase a sus tierras a destruir su cultura. Durante este documental se desarrolla un discurso narrativo que construye en el en espectador el entendimiento de una cultura ajena y la compresión hacia el otro, es así como hoy en día perdura esta función del cine documental; a través del mismo se exponen diversas realidades y problemáticas que son ignoradas por la mayoría de la sociedad, instaurando una conciencia que nos forma como mejores seres humanos. El lenguaje cinematográfico se desarrolla desde la toma de los planos hasta la estructura del montaje de los mismos, el cual toma algunas características del montaje de cine ficción. En cuanto a la fotografía del documental a blanco y negro, Flaherty realiza diversos tipos de planos que contienen un significado propio, el uso de planos generales da a conocer el paisaje y las extremas temperaturas que rodean al pueblo Itivimuit; el uso de planos cerrados captura la vida íntima de la familia, es sorprendente la manera en que la cámara consiguió familiarizarse con los protagonistas documentados pues los movimientos están dotados de completa naturalidad a pesar de mostrar en algunas ocasiones instantes muy íntimos como por ejemplo la escena en la que la madre baña a su bebé con su saliva o planos en los que los personajes miran directamente al lente de la cámara. Algunas escenas fueron intervenidas por Flaherty, como lo es la escena del despertar de la familia de Nanook en el iglú, por cuestiones espaciales se vieron forzados a construir la mitad de un iglú que permitió la filmación simulando estar dentro de un iglú completo, sin embargo, a pesar de tal intervención, el carácter documental no se pierde, me atrevería a decir que se fortalece, pues durante estos planos se documenta un acto habitual, tradicional e importante en la vida de la familia de Nanook. Es así como Flaherty establece a través de este film las bases y funciones de un género tan significativo como lo es el documental para la sociedad, una forma de mostrar realidades que generen empatía con los otros, que construyen una lucha compartida y, sobre todo, resalta la importancia de constituir al cine como una herramienta mediadora en la sociedad.