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2018©
Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús
10807 Laurel Street
Rancho Cucamonga, CA. 91730

PUBLICADO POR LA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN CRISTIANA

Editor: Obispo José G. Zúñiga

Coordinador de proyecto: Obispo Francisco Quezada

- PASTORES CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS -

Escritores invitados:

• Obispo Presidente John Fortino


• Obispo Felipe Lugo
• Obispo Misael J. Zaragoza
• Obispo Luciano M. Montes
• Obispo Felipe Gaxiola Gaxiola
• Obispo Elías Páez de la Cerda
• Ismael Martín del Campo III
• Obispo Steven Moran
• Pastor Jacob Rodríguez
• Adam López

Diseño de Portada:
Dominic Moschetti

Diseño editorial:
Enoc A. Osorio López
eaol69@hotmail.com

2
INTRODUCCIÓN
Manual de Actualización Pastoral: Pastores conforme al Corazón de Dios.

La persona clave en una iglesia definitivamente es el pastor. La Biblia así lo identifica, aun-
que hay lugar para otros ministerios en la iglesia, tal como lo dice Efesios 4:11-12: 11: “Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maes-
tros,12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo
de Cristo”. El pastor es el timón que guía a la iglesia hacia nuevos horizontes. Desde luego,todo bajo
la dirección de Dios, ya que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Este manual tiene el propósito de darle al pastor nuevas herramientas en el contexto Apos-
tólico. Hay muchas ayudas y recursos disponibles como también acceso a la tecnología, pero lo que
se necesita es algo más práctico. Los pastores que han escrito estas lecciones son hombres de mu-
cha experiencia pastoral y administrativa. Ellos han sido probados en la batalla, y algunos de ellos
tienen grados académicos, lo cual les da un alto nivel de profesionalismo. Queremos agradecer a
cada uno de ellos por su disponibilidad de escribir estas lecciones. También agradecemos mucho al
Obispo Francisco Quezada por coordinar este proyecto.

En su libro bestseller de Stephen Covey, “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, él
dice que debemos ser como el leñador, trabajando diariamente, y afilando nuestra hacha para me-
jorar en rendimiento. Otro escritor dice que debemos afilar lo siguiente:

• AFILA TU MENTE. Capacítate, renueva tus conocimientos, entrena tus habilidades,


fortalece tus hábitos y tu actitud positiva.
• AFILA TU CUERPO. Haz ejercicio, duerme, y aliméntate sano.
• AFILA TUS DEMÁS HERRAMIENTAS. Mejora continuamente tus herramientas de
recursos, trabajo en red, tecnología, y espacio de trabajo.

Esperamos que este manual sirva para orientar a los nuevos pastores, y a la misma vez, nos
ayude en la tarea de actualizar a los pastores con más experiencia.

“…y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”. Jere-
mías 3:15

Respetuosamente sometido,

Obispo José G. Zúñiga


Secretario de Educación Cristiana

3
4
Manual Pastoral
CONTENIDO

1. Preparación para el Éxito.................................................................. 6

2. Buenos administradores.................................................................... 18

3. Relaciones interpersonales................................................................ 22

4. Ética ministerial................................................................................. 32

5. Rosas y espinas del pastorado........................................................... 39

6. Pescar con caña o pescar con redes.................................................. 46

7. Pastoral de la tecnología digital y los medios sociales.................... 50

8. Cuidado personal del Pastor............................................................. 55

9. Impactando y Cuidando la Nueva Generación............................... 64

10. La Iglesia y tu Comunidad................................................................ 70

5
1. PREPARACIÓN PARA EL ÉXITO
Por Obispo Presidente Dr. John Fortino

I. INTRODUCCIÓN

Hace muchos años atrás, el finado Obispo Leonardo Sepúlveda compartió conmigo algo
que quedó grabado en mi corazón para siempre; refiriéndose al éxito y a los logros en el ministerio,
me dijo: “Es más fácil nadar en las aguas de las críticas, que nadar en las aguas de los aplausos; las
críticas lo llevarán a buscar más de Dios, mientras que los aplausos lo pueden confundir”. Cuando
me lo dijo, no lo entendí muy bien; pero con el correr de los años me he dado cuenta de que es una
gran verdad, que tenemos que considerar todos aquellos que hemos sido llamados de parte de Dios
para servir en el pastorado.

El hablar del éxito pastoral o la preparación para el mismo, indiscutiblemente nos conecta a
otros temas; tales como los fracasos, los miedos, las metas, los esfuerzos, etc. En realidad, el éxito
no es la ausencia de esas cosas, sino el haber aprendido a no rendirse, haber encontrado la manera
de vencer los obstáculos. O sea que no podemos hablar de uno sin mencionar los otros.

Personalmente he usado un dicho popular que me ha servido mucho durante toda mi vida
ministerial: “Es mejor tratar y fracasar, que no tratar por miedo a fracasar”. En muchas ocasiones,
donde he tenido que tomar decisiones muy difíciles en mi vida, he dejado que la Palabra de Dios
guíe mis pasos y no mis emociones. Por supuesto que también sentimos “nudos en el estómago”,
pero es aquí donde la fe en Dios y en su Palabra juega un papel muy importante en nuestra vida.
Pablo decía: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”1. Todos los líderes tendrán que tomar de-
cisiones, algunas sencillas y otras no, pero sea como sea, hay que tomarlas; y todas esas decisiones
sencillas o difíciles, tendrán obstáculos que vencer. Allí está la clave del éxito en el pastorado.

Animarse a tomar decisiones por no tenerle miedo al fracaso o creyendo que todo es posible
en Cristo, son maneras de pensar un tanto peligrosas si se toman fuera de contexto, o sin oración
y guía divina. Se necesita madurez y a veces una segunda opinión. En ocasiones, la mejor de-
cisión es NO decidir. En mi caso particular, soy muy cuidadoso, pero también entiendo que los
riesgos son necesarios para lograr los objetivos en la vida ministerial. Las personas no son re-
cordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito2.
Pero no podemos ignorar los fracasos, o las veces que las cosas no salieron como nosotros
queríamos. El hombre que alcanza el éxito, ha aprendido a mirar los fracasos como maneras de
no hacer las cosas; es decir que él mismo aprende aún de esos errores. El verdadero fracaso llega
1 Santa Biblia: Reina – Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), Filipenses 4.13.
2 Thomas Alva Edison (1847-1931).

6
cuando el pastor toma la decisión de no intentar más, y se rinde ante los errores. El hombre de éxito
llama a sus fracasos experiencia. Entonces, ¿será el éxito la ausencia de fracasos? No, y mil veces
no. El éxito en el pastorado es la actitud de no aflojar, de no rendirse, de seguir un poco más, de no
quedarse cómodo; es más que todo el espíritu de “estirarse” para conseguir algo más. Pablo decía:

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando cierta-
mente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que
somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo re-
velará Dios”3.

¡Qué tremenda declaración del apóstol Pablo! Un hombre de Dios que tenía todas las cre-
denciales para quedarse estático, o disfrutando de las cosas que ya había logrado; y sin embargo
no se conformó, ni con sus logros ni con sus victorias; él siempre quiso más. El verbo “asir” del
griego καταλάβω – katalabo, significa tomar posesión de algo o agarrar algo, pero con esfuerzo4.
El concepto usado por el Espíritu Santo, es el de alguien que se está “estirando” para alcanzar algo.
Es como que los dedos ya lo están tocando, pero necesita un poquito más. Está allí, pero necesita
hacer un poco más de esfuerzo –estirarse– para lograr lo que desea. En efecto, ese es el éxito que
nos llega desde las páginas sagradas. Es tener esa constante inspiración y deseo de lograr algo más.
No necesariamente porque queremos lucirnos, o ser mejores que los otros, sino porque hay un
sueño, una visión que es más grande que nosotros, que viene de Dios, y que siempre nos mueve a
hacer más; pero más para Su gloria.

II. ¿CÓMO SE MIDE EL ÉXITO?

En sus cartas a Timoteo5, el apóstol Pablo habla de las cualidades que deben mostrar los
líderes de la Iglesia y luego menciona las cualidades que Timoteo debe mostrar como futuro líder
de la Iglesia. Si tomáramos esos consejos paulinos como una vara de medir, entonces diríamos que
el éxito es alcanzar y mostrar todas esas cualidades. En la actualidad las cosas se miden de otra
manera. Ahora se miden con números, cantidades y tamaños. Al respecto, dice John MacArthur:

“Hoy en día se alimenta los peores aspectos de la cultura de la celebridad del “evan-
gelicalismo”, ya que la supuesta calidad del ministerio de un pastor se mide en la venta
3 Santa Biblia: Reina – Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), Filipenses 3.12–15.
4 Thayer’s Greek Lexicon – Strongs N.T. # 2638: καταλαμβάνω. http://bibliaparalela.com/thayers/2638.htm. (acce-
sado marzo 25, 2017)
5 Santa Biblia: Reina – Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), 1ª Timoteo 3.2–7; 2ª Timoteo 3.14–4:5

7
de libros, apariciones en televisión y seguidores de Twitter. Cuando la popularidad es
la vara de medir para el éxito en el ministerio, nada es más importante que el tamaño
de la multitud que un pastor atrae”6.

Si el tamaño del edificio o la cantidad de personas realmente demuestra el verdadero éxito


pastoral, pudiéramos decir que el 88% de los pastores de todas las Iglesias en el país, no ha tenido
éxito. El Instituto Barna dice al respecto:

“El análisis de las Iglesias en América arroja estas cifras: Una Iglesia típica pro-
testante tiene un promedio de 89 adultos en asistencia los domingos. En total, el 60%
de las Iglesias tienen una asistencia de 100 o menos adultos los domingos; y un poco
menos del 2% tienen una asistencia de 1000 o menos adultos. Examinando la relación
de dónde los adultos se congregan, las estadísticas muestran que el 41% se congregan
en Iglesias de 100 o menos miembros, mientras que el 12% de los adultos asistentes a
Iglesias, se encuentran en Iglesias de 1000 o más”7.

Por esta mentalidad de números y tamaños, los que han demostrado su capacidad para llenar
los asientos son vistos como los gurús del ministerio; con muchos otros que acuden a sus conferen-
cias de liderazgo para aprender cómo ellos también pueden construir un “imperio” del ministerio.
Es por eso que los modelos de Willow Creek, Saddleback y Hillsong son tan influyentes; se asocia
mucha gente en la iglesia y buenos números con éxito de ministerio.

Con esto no quiero decir que el crecimiento numérico no importa. Lo contrario es lo cierto: sí
importa; sólo que es una medida ineficaz para el éxito espiritual o pastoral. Permítanme ilustrarles este
punto con la historia de Noé y el arca. Noé se volvió conocido por la construcción del arca; pero él no
sólo era un constructor de barcos. La Escritura lo describe más bien como “un pregonero de justicia”8.
Sin embargo, y a pesar de que predicó la verdad y advirtió del juicio de Dios por más de un siglo9,
él nunca vio a una persona venir a la fe y al arrepentimiento. Pero, ¿significa la falta de convertidos
que Noé fue un fracaso?

Podríamos hacer las mismas preguntas con respecto a muchos de los profetas del An-
tiguo Testamento. Jeremías experimentó décadas de rechazo casi universal de Israel. ¿Fue
inútil su ministerio? Incluso el mismo Cristo diezmó Su propio gran número de segui-

6 John F. MacArthur: ¿Como se mide el éxito de un pastor? https://evangelio.blog/2016/03/07/cmo-mide-el-xito-


de-un-pastor/ (accesado, Marzo 23, 2017).
7 The Barna Group, Ltd. 2009. https://www.barna.com/research/small-churches-struggle-to-grow-because-of-the-
people-they-attract/ (accesado, Marzo 21, 2017).
8 Santa Biblia: Reina–Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), 2ª Pedro 2.5.
9 Ibid, Génesis 6.3.

8
dores, alejando a las multitudes al enseñar lo que era demasiado difícil e impactante10.
No cuestionaríamos el valor de los ministerios de héroes bíblicos y mucho menos el del Señor
Jesucristo, pero mediante los criterios numéricos de hoy día, éstos no serían consideradas exitosos.

En pocas palabras, los números no son una medida precisa del éxito en el ministerio. No
debería ser una sorpresa que el criterio de Dios no es el mismo; que aplicamos a los políticos y
estrellas de Hollywood.

Personalmente creo que esta es la vara de medir que Dios usa para medir a los pastores:

1. Fidelidad al Evangelio y a lo establecido por la Iglesia.

2. Enseñar todos los valores de la Iglesia y los requisitos bíblicos para la salvación.

3. Vivir una vida acorde al llamado de Dios.

Cuando estas cualidades están presentes en un pastor, el éxito está garantiza-


do, definitivamente. Así que, se debe medir el ministerio de un hombre, no por la canti-
dad de gente que entra en el edificio, o la cantidad de gente que llega al servicio. La efec-
tividad del ministerio de un hombre se tiene que medir por cuán semejante a Cristo es su
pueblo. Esta es la única medida: ¿Han llegado a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo?11
Y sólo hay una herramienta para tal medición: la Palabra de Dios. Entonces, el éxito de un pastor
se mide en la madurez de su gente.

III. FRASES DE ÉXITO


El conferencista José María Vicedo, uno de los oradores motivaciona-
les más destacados de este tiempo, realza en su libro “El plan de los 50 días” la acti-
tud de vencedor en los hombres y mujeres que tienen o aspiran a un liderazgo fructífe-
ro. Allí él presenta diez frases, proverbios y dichos muy interesantes en relación al éxito12.

1. “El éxito no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca”. –Napoleón Bona-
parte.

2. “No mido el éxito de un hombre por la altura que es capaz de subir, sino por lo alto que
rebota cuando toca el fondo”. –George S. Patton.

10 Ibid, Juan 6.53–56.


11 Santa Biblia: Reina – Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), Efesios 4.13
12 José María Vicedo: https://maximopotencial.com/20-frases-de-exito-para-generar-una-motivacion-insupera-
ble-2/ (accesado, marzo 22, 2017).

9
3. “El fracaso es un requisito para el éxito. Si quieres triunfar rápido, duplica el número de
tus fracasos”. –Brian Tracy.

4. “No hay atajos para conseguir el éxito. Empieza antes, trabaja más duro, termina más
tarde”. –Brian Tracy.

5. “El éxito consiste en hacer cosas ordinarias de manera extraordinaria”. –Jim Rohn.

6. “He fallado una y otra vez en mi vida. Esa es la razón principal de mi éxito”. –Michael
Jordan.

7. “Los grandes logros nacen de grandes sacrificios, y nunca son fruto del egoísmo”. –Na-
poleón Hill.

8. “Éxito es caminar de un fallo a otro sin perder el entusiasmo”. –Winston Churchill.

9. “El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”. –John Fitzgerald Kennedy.

10. “Lo realmente importante no es llegar a la cima, sino saber mantenerse en ella”. –Alfred
de Musset.

IV. EL ÉXITO Y LA BIBLIA

En esta sección voy a presentarles un breve análisis bíblico, de lo que yo creo que produce
el verdadero éxito en el ministerio. Vamos a reflexionar sobre diez versículos bíblicos, para que nos
guíen en este asunto.

1. Deuteronomio 29.9: “Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por
obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis”.

2. Josué 1.7–8: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a
toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a sinies-
tra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará
de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás pros-
perar tu camino, y todo te saldrá bien”.

3. 1º Reyes 2.3: “Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y
observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera
que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo

10
aquello que emprendas”.

4. 2º Crónicas 26.4–5: “E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las
cosas que había hecho Amasías su padre. 5 Y persistió en buscar a Dios en los días de
Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le
prosperó.”

5. Salmos 1.1–3: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo


en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la
ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y
todo lo que hace, prosperará”.

6. Proverbios 3.1–4: “Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis


mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán. La misericor-
dia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu
corazón. Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”.

7. Proverbios 16.3: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirma-
dos”.

8. Proverbios 22.4: “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del


temor de Jehová”.

9. Proverbios 28.13: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa
y se aparta alcanzará misericordia”.

10. Isaías 33.15–16: “El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ga-
nancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa
sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa
mala; 16 éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará
su pan, y sus aguas serán seguras”.

Todos estos versículos nos hablan de que la prosperidad o el éxito, es consecuencia de


algo. Hay tres cosas que vamos a resaltar a continuación de todos los textos sagrados que hemos
leído. Normalmente el éxito está relacionado con la obediencia a la palabra de Dios. Dios no está
obligado a bendecir a alguien que está en una constante desobediencia. Para el éxito hay un precio
que pagar, y a veces es alto, pero vale la pena. En este análisis, solamente quisiera hacer énfasis en
tres virtudes que deben caracterizar al pastor para que pueda lograr el éxito en su vida personal y

11
ministerial. Ellas son:

• Humildad

• Obediencia

• Actitud

A. HUMILDAD

Como dije al principio, a veces es mejor enfrentarnos a la crítica que a los aplausos, ya
que la crítica nos pone de rodillas, mientras que los aplausos pueden producir un orgullo fal-
so y llenar al líder/pastor de vanagloria. Los hombres tenemos la tendencia a no ser humildes;
la humildad no es una posesión de todos los hombres; al contrario, nos cuesta mostrarla y en
algunos casos, es imposible que sea practicada. Pareciera ser en las Escrituras que, cuanto más
se enorgullece el hombre por sus logros, menos aceptación divina tiene. O sea que, en la con-
quista del éxito, debemos considerar seriamente este factor que se llama humildad. Cuan-
to más éxito tengamos, más humildad debemos mostrar. ¡Qué diferencia al consenso del mun-
do! El Rabí Shlezinger, llama al factor humildad “el vínculo esencial para mantener el éxito”13.
Nuestro Señor Jesucristo habló mucho acerca de la humildad, la cual debe caracterizar a sus se-
guidores:

• “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cie-
lo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y
las re- velaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me
fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Pa-
dre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Venid a
mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi
yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y ha-
llaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”14.

En esta declaración magistral de nuestro Señor, observamos que lo más importante es tener
un balance entre lo que hacemos y lo que somos. Creo que aquí está el problema más grave en la
vida del pastor que tiene éxito o está comenzando a ver el fruto de su labor en Cristo. De repente
Dios comienza a usar su vida, de repente suceden milagros de sanidades y conversiones; todo está
caminando sobre ruedas, y también de repente, comienzan a llegar pensamientos de autosuficiencia
y autosatisfacción. El “ego” humano comienza a inflarse y luego comienza a creer que es impres-
13 Rabii Aharon Shlezinger. Pekudei: El vínculo esencial entre el éxito y la humildad (Hebraica Digital, 2013).
14 Santa Biblia: Reina – Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), Mateo 11.25-29.

12
cindible y que sin él no se puede llevar a cabo el trabajo.

Nabucodonosor era un monarca que había llegado a la cúspide del éxito humano. Todo
lo que deseaba estaba al alcance de su mano. Nada quedaba por conquistar; era el rey del mundo
antes conocido. No obstante, cometió un gran error y pensó que todo lo había logrado solo, que no
necesitaba de nadie; hasta llegó a pensar que era un dios. Bueno, la historia de Daniel 4 dice ter-
minó siendo todo lo contrario, llegó a verse como un animal enloquecido y enfurecido, con aspecto
grotesco y de enfermo mental. Nabucodonosor se olvidó de reconocer con humildad quién lo había
ascendido y quién le había dado semejantes poderes; así que, por siete largos años vivió de aquella
triste manera, hasta que la razón le fue devuelta y él dijo una frase que se inmortalizó:

• “Al fin del tiempo, yo Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y mi razón me fue devuel-
ta; y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio
es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En
el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y
mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo Nabucodono-
sor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son ver-
daderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia”15.

Como vemos en este pasaje, existe un “vínculo”, una relación estrecha entre el éxito y la
humildad. Dios no puede bendecir a alguien que no sabe cómo manejar el éxito y los logros. Es
como darle a un niño de dos años cinco libras de chocolates de distinto tipo, de una vez, y luego
decirle: “Come estos chocolates de a uno por día”. Sabemos que el niño no va a resistir ante seme-
jante tentación, y terminará enfermándose. De la misma manera, Dios no puede darle el éxito de
golpe; a menos que se prepare espiritualmente para el mismo.

Otro relato bíblico digno de mencionar es la historia de Mardoqueo16; un hombre con un


profundo sentido nacionalista, amador de Dios y de su historia judía; adorador sólo de Dios. Su
enemigo Amán, enojado porque no le hacía reverencia y se arrodillaba como los demás cuando él
pasaba, hizo que su corazón se encendiera en celo, odio y venganza de muerte contra Mardoqueo.
Amán, ya desesperado planeó la muerte de Mardoqueo y fue al palacio del rey para salirse con la
suya. Pero en medio de aquel complot, Nabucodonosor pierde el sueño y pide que le traigan las
crónicas para leerlas y quedarse dormido. Cuando leen de la hazaña de Mardoqueo que había sal-
vado la vida del rey, éste pregunta cuál había sido la recompensa para aquel hombre y le responde:
15 Ibíd.:
16 Ibíd.: libro de Ester.

13
“Ninguna”. Justo en ese momento se oyen ruidos en el patio del palacio y el rey quiere saber quién
es. Le dicen: “Tu siervo Amán”. El rey lo manda llamar y le pregunta: “¿Qué debo hacer con un
hombre a quien el rey desea honrar?” Amán piensa que el rey está hablando de él y le indica cómo
debería honrarlo, pero de repente se queda inmóvil al escuchar que Nabucodonosor le dice que la
honra es para el judío Mardoqueo. El rey ordena a Amán que todo cuanto le había sugerido como
honra, lo hiciera a Mardoqueo:

• “Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has di-
cho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada
de todo lo que has dicho. Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo,
y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se
hará al varón cuya honra desea el rey”. Ester 6.10-11.

B. OBEDIENCIA

Todo cuanto hagamos en el ministerio para que resulte exitoso, tiene que estar directamente
relacionado con nuestra disposición de obedecer a Dios y a su Palabra. Allí está la clave del éxito
en el pastorado y en todo lo que hacemos en nuestra vida.

• “Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar


y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Je-
hová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti
todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”17.

El Señor desea que todos prosperemos, Él quiere que seamos personas de éxito; sin embar-
go, la obediencia a su Palabra es crucial para que Dios nos bendiga. ¿Qué líder no ha titubeado,
o no ha tenido un momento de duda de su Palabra? ¡Pues todos! Todos hemos tenido momentos
donde parece que Dios nos está pidiendo algo que no tiene sentido, algo que uno no desea hacer:

• A Abraham le dijo que sacrificara a su hijo (Génesis 22).

• A Samuel le dijo que ungiera al hijo menor de la casa de Isaí como rey, cuando todos
ignoraban al muchacho, 1º Samuel 16.

• A Josué le dijo que rodearan la ciudad de Jericó siete veces para que los muros se ca-
yeran, Josué 6.

• A Gedeón le redujo el ejército para asegurar la victoria, Jueces 7.


17 Ibíd., Deuteronomio 28.1-2.

14
• A Pedro le dijo que saliera a pescar “otra vez” después de haber intentado toda la noche,
Lucas 5.

• A sus discípulos les dijo que se quedarían en el lugar donde estaban dos días más,
después que se enteraron de la muerte de su amigo Lázaro, Juan 11.

• A Pablo le dijo que se quedara en la nave, mientras todos querían saltar del barco que
se estaba hundiendo, Hechos 28.

En 1986, el Señor me dijo que no cambiara el sermón que estaba a punto de predi-
car en una Iglesia que se encontraba en una zona de guerra en Wiwili, Nicaragua. Momen-
tos antes de predicar, el Presidente de la Iglesia, quien me acompañó a ese culto, se me acer-
có y me dijo que dos espías del gobierno habían entrado a la congregación y amenazado a la
Iglesia. Lo particular del caso, es que en mis notas iba a hablar acerca de los falsos hermanos18
que se meten en nuestras congregaciones. ¡Gracias a Dios que fui obediente a lo que él me pidió!

Esta es una particularidad de todos los hombres que Dios ha usado en la historia: no son
súper hombres, pero se destacan por su obediencia a Dios19. Usted llegará a tener sus propias expe-
riencias, algo que deberá ir aprendiendo en la marcha. Para ello, necesita conocer muy bien la voz
del Señor; y eso se logra solo en la intimidad con Él.

C. ACTITUD

En su libro “Be Happy Attitudes”20 –Actitudes para ser feliz– que en la década de los 80 fue
un clásico, el finado Robert Schuller hace una declaración sorprendente acerca de las ocho maneras
en que se puede alcanzar la felicidad o el éxito, independientemente de las circunstancias. Todo
está relacionado con la actitud con que nosotros miramos el problema o las cosas que nos suceden
en el liderazgo. En ningún momento estoy promoviendo un espíritu holgazán, de no tomar ac-
ciones, o sencillamente de quedarse sentado a esperar que algo bueno suceda. No; estoy hablando
de ir desarrollando una actitud de triunfador ante cualquier circunstancia. Eso se desarrolla por la
fe en Dios.

Hace mucho leí este adagio que he usado en diferentes ocasiones; hasta en un sermón: “No
es tu aptitud, sino tu actitud, lo que determina tu altitud”. En otras palabras, no es tu capacidad, ni tu
habilidad lo que determinan cuán alto puedes llegar, sino tu actitud. De la historia de Moisés cuan-
do envió los doce espías para reconocer la tierra prometida, en Números 13 y 14, se desprenden
18 2ª Corintios 11.26: la experiencia del apóstol Pablo con falsos hermanos en la Iglesia.
19 Leer la historia de Sadrac, Mesac y Abed Nego, en Daniel 3.
20 Robert H. Schuller. The Be Happy Attitudes: 8 Positive Attitudes That Can Transform Your Life! (New York, NY:
Random House, 1987).

15
tres principios de éxito que fueron aplicados por dos de los doce espías – Josué y Caleb – cuando
tuvieron que enfrentar a una multitud que les era contraria.

1. Tu actitud del comienzo determina si finalizas con o sin éxito.

• De los doce espías, diez regresaron con un reporte muy negativo; mientras que Josué y
Caleb dieron uno bien diferente: “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque
más podremos nosotros que ellos”.

2. Tu actitud determina si eres un vencedor o un fracasado. Los diez espías dijeron:

• “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros… La tierra
traga a sus moradores… los hombres de grande estatura… éramos nosotros, a nuestro
parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”.

3. Tu actitud determina si los problemas son oportunidades o gigantes. Mientras todo el


pueblo quería apedrear a Josué y Caleb, ellos mantuvieron una actitud de triunfadores diciendo:

• “Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque
nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros
está Jehová; no los temáis”.

La actitud del líder es una de sus armas más poderosas. No se dé por vencido tan fácil.
Cuando usted no pueda cambiar la situación enfrente de usted, cambie su actitud.

V. CONCLUSIONES

Siempre he creído que Dios tiene solamente hijos e hijas. Él no tiene nietos. Todos somos
iguales delante de Dios. Él no hace acepción de personas. Todos tienen el mismo privilegio y
oportunidad. Aunque las razas y las culturas sean diferentes, todos venimos de una misma sangre21
y todos tienen la misma oportunidad en la vida de alcanzar el éxito en sus ministerios. Algunos
han encontrado el camino y saben cómo obtenerlo. Otros se conforman en el estado en que están y
no quieren “correr riesgos” y por eso se están perdiendo de las grandes bendiciones que Dios tiene
preparadas para ellos. Y otros solo están esperando que “algo suceda” en sus vidas. Nada diferente
va a suceder en tu vida si siempre haces lo mismo, si nunca cambias nada. ¡Eso es imposible! Tienes
que confiar en el Señor y hacer lo imposible para poder alcanzar lo posible, mirar lo invisible y ver
lo visible.

La vida de un líder de éxito es muy emocionante, llena de situaciones complica-


21 Hechos de los Apóstoles 17.26

16
das pero también de victorias. No hay tiempo para aburrirse cuando se tiene una visión clara
de lo que Dios quiere con tu vida. Dios nunca deja de sorprenderme. Siempre está sucediendo
algo inesperado, a veces para bien y a veces para desafiarnos. Se dice que Jorge III, rey de In-
glaterra, hacía notas en su diario cada día. El 4 de julio de 1776 tenía una única entrada, que
decía: “Nothing important happened today” (nada importante ha sucedido hoy). Ese día se
firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos al otro lado del Atlántico22.
¿Cuántas cosas importantísimas pasan en nuestras vidas que no aprovechamos, o ni siquiera per-
cibimos?

¡Les deseo mucho éxito!

22 http://www.taringa.net/posts/offtopic/8257291/Hoy-no-paso-nada-importante.html (accesado, marzo 10,


2017).

17
2. BUENOS ADMINISTRADORES
Por Obispo Felipe Lugo

Lecturas bíblicas: Éxodo 18.13-26; 1ª Corintios 4.2.

I. INTRODUCCIÓN

La Administración como disciplina es el arte de planear, organizar, dirigir y controlar un


proyecto, negocio u empresa. Tenemos al mejor líder de la historia que es Jesucristo, y desde el
Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, Él nos ha mostrado en las páginas de la Biblia
cómo ser buenos administradores. Nosotros somos ante todo administradores, no dueños; pues lo
que tenemos no es nuestro, sino de Dios. Entre las responsabilidades que hemos recibido de Él,
tenemos dos muy importantes que son la familia y la iglesia. Ahora, para poder administrar una
congregación, debemos aprender primero a administrar nuestras propias vidas. El Pastor empieza
por su casa, de acuerdo a la Palabra de Dios.

II. OCHO PRINCIPIOS QUE NOS ENSEÑA JESUCRISTO

A. SEPA QUIÉN ES USTED (IDENTIDAD)

Jesucristo nunca dudó acerca de quién era. Él dijo de sí mismo: “Yo soy la luz del Mundo”;
“yo soy el hijo de Dios”; “yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”; “yo soy el buen Pastor”. Si usted
no tiene claro quién es usted, cualquiera le dirá quién es usted, lo cual indica que usted carece de
identidad. Dice Juan 1.12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios”.

El usar máscaras y aparentar ser alguien más, indica que hay inseguridad en la persona. La
inseguridad produce presiones en nuestra vida. Hay tres cosas que usted debe de saber de usted
mismo:

1. Usted fue creado por Dios y tiene un propósito.
2. Usted es escogido por Dios y existe un plan para usted.
3. Usted es un hijo de Dios y eso es un privilegio.

B. ORGANICE SU VIDA

No podemos administrar u organizar a otros sin nosotros dar primero el ejemplo.


(1ª Timoteo 3.3-5).

18
1. Sea ejemplo en casa primeramente.
2. Organice su tiempo; aprenda a ser puntual. Que su palabra valga.
3. Concéntrese en un asunto a la vez.
4. Organice sus prioridades así: Dios, familia, iglesia, trabajo.
5. Disciplínese y haga primeramente lo necesario. Jesucristo, el mejor líder de la historia
era disciplinado con sus recursos.
6. Ore; medite en la Palabra; ayune; vaya al templo; sea el primero en dar el ejemplo.

C. TENGA UN PROPÓSITO CLARO

1. Tenga visión, y enfóquela.


2. Que todo lo que haga tenga un propósito. “Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy
testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he veni-
do y a dónde voy…”. Juan 8.14.
3. Sea creativo y claro en su visión.
4. Comunique la visión con su equipo. La comunicación es el éxito de un equipo. Cuando
falta la comunicación, no hay metas, organización ni enfoque. Un pueblo informado se
mantiene motivado.
5. Ambicione cosas que agraden a Dios.

D. AGRADE A DIOS, MÁS QUE A NADIE

Jesús dijo: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es
justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”. Juan 5.30.
Jesús estaba dedicado agradar a su Padre. La fórmula para el fracaso en el liderazgo es tratar de
quedar bien con todos. Si usted está enfocado en agradar mucho a las personas, va a incurrir en
situaciones que para nada son beneficiosas; va a caer rendido a la crítica. Si en tu vida te critican
y eso te deshace, no sabes quién eres. Por otra parte, tener un espíritu competitivo no sano genera
mucho conflicto cuando alguien está en desacuerdo con usted.

E. TENGA UNA MENTALIDAD DE EQUIPO

1. Involucre a otros en su vida. No prive a otros de la oportunidad de servir, tratando de


hacer la mayoría de los trabajos importantes usted solo. Cristo llamó a los que Él quiso,
a gente de escasa preparación. ¿Por qué no llamó a los que ya conocían la ley? (Marcos
3.13).
2. No limite su reclutamiento. Es decir, no mire edad o sexo; no haga acepción de perso-
nas; y aprenda a identificar el potencial de las personas.
3. Forme relaciones afectivas en su liderazgo, en la congregación. Cree amistades, buenas

19
relaciones; conviva, visite a su equipo, llámeles, hágalos sentir importantes, ore por
ellos, entrénelos y capacítelos. Rételos a hacer mejor las cosas; oriéntelos, únase a ellos,
invítelos a comer, invítelos a las fiestas que organiza, reconozca su trabajo. Jesucristo
lo hacía con sus discípulos.
4. El trabajo en equipo es más fácil.
5. Busque especialistas en cada área.

El trabajo en equipo facilita en gran manera el avance del mismo y ayuda a abarcar mayor
extensión de terreno en el cumplimiento de los propósitos. No obstante, y conociendo todo esto,
¿por qué continúan las personas y los líderes fallando específicamente en este tema? Existen tres
razones, entre otras, por las cuales la gente no tiene mentalidad de equipo:
1. El perfeccionismo. Las personas perfeccionistas tienen una mentalidad en la que, como
desean que salga bien el trabajo, lo hacen ellos mismos. Debemos saber que Cristo pudo
hacer mejor trabajo que sus discípulos y mucho mejor trabajo que nosotros; pero aun
así, nos dio la Gran Comisión.
2. Temor de que el alumno supere al maestro. Esto es una inseguridad perjudicial para
todos. En mi experiencia, he entrenado a otros que ahora son mejores que yo y eso es
provechoso para la Iglesia en general.
3. Espíritu antisocial. Muchos líderes creen en la filosofía de “El Llanero Solitario”.

F. SIGA LA VISIÓN

Como buenos servidores de Dios, como Pastores, debemos entender que la visión de Dios
para Su Iglesia vendrá a nosotros. Si somos siervos obedientes, nos apegaremos y abrazaremos
dicha visión. Deje que Dios lo guíe. Aprenda a depender de Dios. Las siguientes preguntas nos
pueden ayudar en este crucial asunto: ¿Cuál es la visión de Dios para mi iglesia? ¿Comprendo bien
y acepto la visión? ¿Cómo puedo trabajar para lograrla? esta visión?

G. APRENDA A ESTAR BAJO AUTORIDAD

1. La obediencia es el secreto del éxito. La Biblia dice que es mejor la obediencia que los
muchos sacrificios. Dice también: “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová,
y apártate del mal”. Proverbios 3.7.
2. Obedezca a las autoridades superiores. Jesucristo mismo fue ejemplo de estar bajo
autoridad, respetando las leyes terrenales: “Dad, pues, a César lo que es de César, y a
Dios lo que es de Dios”. Mateo 22.21.
3. Recuerde siempre lo que dice la Biblia: “Sométase toda persona a las autoridades supe-
riores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas”. Romanos 13.1.
4. Respete al ungido de Dios. David entendió que sujetarse al ungido de Dios era muy im-
portante. En la carta a los hebreos también dice: “Obedezcan a sus pastores, y sujétense

20
a ellos; porque ellos velan por vuestras vidas...”. Hebreos 13.17.
5. Luche porque “el espíritu de Absalón” no lo invada (2º Samuel 15).
Recuerde siempre que ser líder no requiere de títulos, es cuestión más bien de actitud y
disposición en su vida la que le permitirá ser líder.

H. NO PIERDA LA PASIÓN

Este ingrediente es esencial. La pasión por nosotros llevó al mejor líder del universo a venir
a esta tierra a enseñarnos a hacer bien cosas. La pasión por nosotros llevó al mejor líder de todos los
tiempos a morir por usted y por mí, y a resucitar para nuestra salvación. La pasión es lo que un líder
necesita para poder agradar a Aquel que lo dio todo; al mejor líder, Jesucristo: “El cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse; sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. Filipenses 2.6-7.

III. CONCLUSIÓN

Dios quiere que su pueblo camine organizadamente, y unido a la vez. Cambiemos nuestra
forma de pensar y entendamos cómo lo hizo Él, el mejor líder. Comprendamos cómo desea Él que
hagamos nuestro trabajo. Un reino dividido contra sí mismo, cae. Debemos aprender a identificar
los comportamientos y las costumbres que han hecho que nuestro reino esté dividido. Comence-
mos a dejar a un lado nuestras propias percepciones de las personas que conforman nuestra con-
gregación, y enseñémosles a involucrarse en la organización de la Iglesia. Apliquemos los princi-
pios básicos de obediencia, sujeción y trabajo en equipo. Como líderes, debemos tomar el riesgo de
delegar – digo “riesgo” porque para muchos lo es. Pero seamos maduros y empoderemos a nuestros
colaboradores; dejémoslos trabajar, siempre dentro de un plan de acción, y sepamos cómo super-
visarles abriendo el camino para que los líderes con potencial crezcan. No importa si otros llegan
más alto que nosotros. Seamos de ayuda en todo lo que podamos y nunca seamos tropiezo para que
los proyectos cumplan su propósito con fluidez. Aprendamos a trabajar en equipo teniendo siempre
como objetivo agradar a Dios. Amén.

21
3. RELACIONES INTERPERSONALES
Por Obispo Misael J. Zaragoza

I. INTRODUCCIÓN

Pastores, obispos, ancianos, ministros y líderes actuales de la Asamblea Apostólica, inclui-


dos todos aquellos que de alguna manera desempeñamos actividades comunes y corrientes en el
diario vivir; todos sin excepción estamos expuestos al trato con nuestros semejantes. Desde nuestra
niñez aprendimos a tener relaciones con las personas que nos rodeaban, a veces buenas, a veces
malas, dependiendo del ambiente en el que nos desarrollamos.

Después aprendimos a defendernos y adquirimos una variedad de destrezas, buenas o ma-


las, para subsistir o para sobresalir en la vida. Así, desarrollamos destrezas en diversas áreas, como
la mecánica, la carpintería, la lectura, el aprendizaje, las ciencias, y otras habilidades, talentos,
artes, y hasta mañas que nos dieron experticia en “saber-cómo”. Tristemente, en muchos casos
nadie se preocupó por impartirnos un buen curso sobre relaciones humanas. Algunos tuvieron el
privilegio de cursar estudios en escuelas superiores, y tomaron la materia de relaciones humanas,
no porque les interesara directamente, sino porque era parte del currículum, pero ese interés se
acabó cuando terminaron la materia.

Sin embargo, las personas que se especializan en las relaciones humanas en el mundo de
los negocios, han hecho estudios en los que descubrieron cosas interesantes. Al preguntársele a 39
empleadores cuál era la destreza más importante en la contratación de personal, el primer lugar
lo ocuparon las relaciones sociales23. George Yancey preguntó a 76 graduados de Bachillerato en
Psicología y a 44 en la maestría del mismo campo, ¿cuál era la capacidad indispensable en su pro-
fesión? Destrezas interpersonales fue la respuesta que ocupó el primer lugar. 24 Johanson y Fried
hicieron la misma pregunta a otros 144 graduados en Psicología, y la respuesta fue análoga. 25

Este hecho nos demuestra que el ministerio apostólico en todos sus niveles, y en el amplio
campo que debe cubrir, nos exige dar prioridad a las relaciones humanas en todos los rangos. Los
nuevos proyectos de crecimiento de la Asamblea Apostólica conllevan la obligación de que cada
ministro y líder esté debidamente equipado en esta área social. Y aquí, debemos confrontar reali-
dades no muy alentadoras que prevalecen en algunos puntos de nuestra organización, y reconocer
que algunos líderes (afortunadamente pocos) actúan con poco tacto en el trato con sus compañeros
de ministerio, cuando llegan a ocupar cargos directivos, debido a la ausencia de estos valores.

Estamos conscientes tanto de los alcances favorables, así como de las notas negativas que
se manifiestan a lo largo y ancho de nuestro ámbito, pero al ponerlos en la balanza, es mucho mayor
la actitud positiva que prevalece dentro del ministerio apostólico.
23 Appleby, D. C. (2000, Spring). Job skills valued by employers who interview psychology majors. Eye on Psi Chi, 4,
P 17.
24 Yancey, G. B. (2001, April). Job skills students need in today’s world of work. Poster presented at the annual
convention of the Southwestern Psychological Association, Houston, TX.
25 Johanson, J. C., & Fried, C. B. (2002). Job training versus graduate school preparation: Are separate educational
tracks warranted? Teaching of Psychology, 29, P 241-243.

22
Esta realidad nos hace ver la necesidad de que todos los candidatos y aspirantes al ministe-
rio en nuestras filas apostólicas – al igual que los ministros de las nuevas generaciones que aspiran
al pastorado, y los que ya estamos ejerciéndolo – anhelemos la superación en las relaciones inter-
personales para servir mejor a la Iglesia del Señor. Más todavía, lo que Pablo en Efesios 4.11-16
está dirigido a todo el cuerpo ministerial, desde el que tiene la más alta responsabilidad hasta el mi-
nistro más sencillo. Aquí el Apóstol explica que las funciones ministeriales son “para perfeccionar
a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. Efectivamente,
buscamos perfección en todo lo que hacemos para la Obra de Cristo. Esto se traduce en que debe-
mos cumplir nuestro llamado con excelencia. Tal debe ser nuestro lema: La excelencia.

II. RELACIONES Y RESPONSABILIDADES DEL MINISTRO DEL SIGLO XXI

Las ciencias sociales tocan diversos campos específicos en las relaciones humanas; como
los negocios, los deportes, la política, la ciencia, la familia, el gobierno, la religión, etc. Para el
ministro apostólico, en principio, el interés debe enfocarse en tres aspectos fundamentales:

1. La familia
2. La comunidad
3. La Iglesia y sus relaciones interministeriales. Veamos en primer lugar, las necesidades
de la familia:

La figura anterior muestra la jerarquía de necesidades humanas propuesta por Maslow,26


representadas en forma de pirámide.

26 Abraham Harold Maslow, psicólogo (1908-1970), fue uno de los fundadores de la psicología humanística y
creador de la pirámide jerárquica de necesidades.

23
Pablo enseña en 1ª Timoteo 5.8 que: “si alguno no provee para los suyos, y mayormente
para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”. Como simples individuos ciu-
dadanos del mundo, y como sacerdotes del hogar, tenemos la onerosa obligación de cumplirle a
nuestra familia con los satisfactores que llenan las necesidades básicas del ser humano.

La base de la pirámide se concreta a lo más elemental, yendo en aumento conforme la


responsabilidad llega a la cúspide, que es la auto-realización. Alguno dirá: “Yo estoy cumpliendo
con mi familia, pues les proveo en todo lo necesario”. Necesitamos detenernos un momento…
analizar, reflexionar si hemos cumplido en todo. Muy posiblemente somos buenos proveedores de
comida, techo, abrigo, y nuestra familia no carece en lo fisiológico y eso es bueno; pero, como dice
Pablo, es nuestra obligación proveerles.

El segundo escalón: La seguridad (protección, orden, ley, límites, estabilidad); va más allá
de lo físico. ¿Qué tan seguros se sienten nuestros hijos por el ejemplo de fe que les damos? Tome
su tiempo para considerar si les estamos proveyendo de recursos físicos, emocionales y espirituales
que les den seguridad para la vida presente y la vida eterna. Claro que queremos que terminen High
School y que estudien una carrera que les dé certidumbre y confianza; pero al mismo tiempo se les
debe inculcar el temor del Señor (Salmos 127.1).

Tercer escalón: Las necesidades sociales de amor y pertenencia (familia, afecto, rela-
ciones, trabajo en grupo). ¿Cuánto tiempo dedicamos a nuestra familia, a dialogar con nuestro
cónyuge o con cada uno de nuestros hijos? Algunos psicólogos han hecho enmiendas a la pirámide
de Maslow, pero aún cuando ésta se basa en un punto de vista meramente humanista – y que sin
duda algunos cuestionarán – su contenido tiene aplicación a las realidades de la vida cristiana. Las
necesidades sociales que Maslow enumera son las necesidades de la comunicación, de la interac-
ción con nuestros semejantes. Entonces, debemos practicar estos principios con la familia que Dios
nos dio.

Si somos buenos observadores, nos daremos cuenta que en este escalón (el tercero), se
mencionan tres componentes (familia, relaciones y trabajo en grupo) que representan el elemento
humano. Sin embargo, el afecto es el ingrediente fijador o emulsionante. El afecto es el agente que
amalgama las moléculas familiares, las relaciones entre amigos y en los grupos (Lea Eclesiastés
4.9, Proverbios 18.22, Efesios 4.26, Salmos 127.1 y Hebreos 10.39 para matizar este peldaño). Es
en este paso donde se refleja la amabilidad, los buenos modales, el respeto, la cortesía, la compren-
sión y demás virtudes que contribuyen a que la sociedad sea mejor.

Cuarto escalón: necesidades de estima (logros, estatus, fama, responsabilidad, reputa-


ción). Los escalones 1, 2 y 3 son el fundamento para que el cuarto escalón rinda frutos. Si no hay
atención a lo más elemental, ni a la seguridad, ni al aspecto social, los resultados son el rechazo y
la descalificación. Aquí se prende un foco rojo para usted pastor, obispo, ministro, líder y aspirante
al ministerio o pastorado. ¿Por qué? Porque el triste ejemplo del sacerdote Elí, nos muestra cómo
sus hijos fueron una vergüenza para el ministerio sacerdotal.

Elí no puso atención al cuidado de su familia. 1º Samuel 2.12 nos dice que sus hijos “no
tenían conocimiento de Jehová”. ¡Los hijos del Pastor no fueron enseñados sobre la doctrina he-

24
brea de aquel entonces! Su padre no sentó bases firmes en ellos. Los versos 22 al 36 relatan la
tragedia de las perversidades cometidas por sus hijos, y la profecía de que la descendencia de Elí
quedaba excluida del santo sacerdocio. Aquellos muchachos no lograron nada digno para Jehová,
destruyeron el estatus sacerdotal con sus vilezas, no dieron muestra de responsabilidad y la reputa-
ción de la familia quedó por los suelos. Cuando Elí quiso llamarles la atención ya era demasiado
tarde. ¡Cuán importante es enseñar a nuestra familia las relaciones interpersonales, dedicándoles
tiempo y atención personal!

Quinto escalón: necesidades de auto-realización (crecimiento personal). La ley de la vida


lleva a cada uno a la formación de su propio hogar, su propia familia. Lo hermoso es que vayan
encaminados hacia el éxito. Cuando se alcanza el quinto escalón, el joven o la señorita están prepa-
rados para enfrentar los retos de la vida. Hermanos: nuestra misión en la vida es preparar mejores
ciudadanos, mejores cristianos, para que ellos también se sientan seguros de formar una familia de
éxito.

III. RELACIONES INTERPERSONALES EN LA COMUNIDAD Y LA IGLESIA

En la pirámide jerárquica no se toman en cuenta las necesidades espirituales del hombre y


la mujer. Eso prueba cómo piensan los que no conocen a Cristo. Pablo habla que: “el hombre natu-
ral no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura”. 1ª Corintios 2.14.

Job 14.1 dijo: “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores”. Por
eso es importante percatarnos, sobre cómo debemos interactuar en la comunidad y en la Iglesia. Por
lo general, una comunidad donde sus miembros consideran haber alcanzado cierto prestigio que los
hace sentirse “realizados”, piensan igual o muy parecido a lo que sugieren los cinco escalones de la
pirámide. Su meta es el éxito terrenal, la auto-realización. Esto es normal, justo y humano. Necesi-
tamos aprender a tratar con ellos, de manera que: “así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo
5.16. Nuestro radio de acción es la comunidad que necesita aceptar el plan de salvación. Nuestro
ejemplo y enseñanza en los grupos puede más que una discusión que se gana, pero se pierde la
amistad y con ello la oportunidad de ganar un alma para el reino de los cielos.

El trato con los miembros de la Iglesia no debe ser diferente al trato hacia la comunidad. La
principal diferencia estriba en que nuestros miembros ya conocen la verdad –a Cristo Jesús– mien-
tras que los no convertidos necesitan ser guiados hacia esa verdad. Por lo consiguiente, el pastor
tiene un deber muy grande: aconsejar con la Palabra para que el pueblo se guarde en santidad.
Cuando Cristo le dice a Pedro: “Apacienta mis corderos”, “pastorea mis ovejas” y “apacienta mis
ovejas” (Juan 21.15-17) le está facultando para que instruya, eduque, vigile y enseñe a quienes han
de venir a ser parte de Su rebaño.

¿Cómo va a ejercer el pastor esa facultad de instruir a la grey? Preparándose en el estudio


del comportamiento humano, tomando cursos introductorios, medios y avanzados de relaciones
humanas, asistiendo a los seminarios de superación ministerial que la Asamblea Apostólica imparte
con regularidad en los distritos. Todavía hay pastores que no han tomado el curso de Bachillerato
en el CBAI, y en algunos casos ni siquiera el curso de Asociado.

25
Posiblemente Pedro recordó las palabras de Cristo, cuando en 1ª Pedro 5.1–5 se dirige a
los pastores y ancianos diciendo: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando
de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pron-
to”. Y sigue con una serie de recomendaciones que hoy, en pleno siglo 21, necesitamos atender y
no solamente reflexionarlas. Claro que nuestra prioridad es ensanchar el reino de los cielos y ser
atingentes en el cumplimiento de la Estrategia de Jesús; pero también debemos “apacentar”, que en
teología pastoral significa llevar a las ovejas donde hay buen pasto. El salmista decía “en lugares
de delicados pastos me hará descansar”. El que apacienta cierra la puerta trasera para que todos
los que lleguen se queden.

IV. LAS RELACIONES INTERMINISTERIALES

Las relaciones entre ministros de una misma denominación, son una extensión de las rela-
ciones interpersonales. No importa qué tan excelente sea el diagrama organizativo de una corpo-
ración; lo que la hace funcional son las buenas relaciones interpersonales entre sus miembros. La
Asamblea Apostólica cuenta con una estructura constitutiva de varios niveles. La membresía de
cada iglesia cuenta con sociedades o departamentos, grupos de amistad y diversos departamentos
según el sistema que el pastor siga. A su vez, cada departamento está jerarquizado como sociedad
local, fraternidad sectorial, federación distrital y confederación nacional. Por lo general los depar-
tamentos son Dorcas, Varones, Jóvenes y Juniors. El pastor y su cuerpo ministerial deben llevar
buenas relaciones interpersonales con los líderes y personal de departamentos, de células y de gru-
pos que en cada iglesia se formen.

Nuestra organización tiene los siguientes nombramientos ministeriales:

Diácono iniciado Mesa directiva general compuesta por ocho


Ministro ordenado obispos con cargos nacionales o generales:
Asistente de pastor Presidente
Co-pastor Vicepresidente
Evangelistas locales, distritales y nacionales Secretario general
PASTOR Tesorero general
Mesa directiva distrital compuesta por: Secretario de misiones extranjeras, secretario
Obispo supervisor (uno en cada distrito) de misiones nacionales, Secretario de educa-
Ancianos auxiliares ción cristiana y Secretario de Asistencia Social.
Secretario distrital El concilio episcopal
Tesorero distrital La convención general ministerial

El pastor necesita tener buenas relaciones interpersonales tanto con los que están bajo su
supervisión como con sus superiores. Sin embargo, aunque el pastor es el eje que pone en movi-
miento toda la estructura organizacional, todo comienza desde antes que éste haya sido iniciado
al diaconado. Un pastor que no supo llevar buenas relaciones con sus superiores cuando apenas
era miembro de la congregación, y no se superó cuando pasó por la iniciación, la ordenación y el
ministerio pre–pastoral, tarde o temprano descubre que las relaciones humanas son un elemento

26
vital en el ejercicio de su profesión pastoral, y que requiere de aprender acerca del comportamiento
humano si piensa tener éxito en su carrera.

V. ¿QUÉ SON LAS RELACIONES HUMANAS?

Relaciones humanas son aquellas en que, a pesar de las divergencias lógicas entre las perso-
nas, hay un esfuerzo por lograr una atmósfera de comprensión y sincero interés en el bien común.
Son la formación y esfuerzo adquirido para tratar a los demás y ser tratados por los demás. Aquí
podemos aplicar la regla de oro de Mateo 7.12: “Así que todas las cosas que queráis que los hom-
bres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas”.

Las siguientes normas para la superación organizacional aplican a todo el cuerpo ministe-
rial, sea cual fuere el nombramiento. La página web “what-are-good-leadership-skills.com”27 seña-
la que las diez destrezas sobresalientes del liderazgo son: (1) Integridad (2) visión/estrategia (3)
comunicación (4) relaciones (5) persuasión (6) adaptabilidad (7) trabajo en equipo (8) capacitación
y desarrollo (9) toma de decisiones (10) planeación.

1. Integridad. La integridad y la honestidad van de la mano. Aquí se ponen de relieve


las convicciones doctrinales y de fe. Si somos capaces de comprometer nuestra fe ante
la presión de nuestros iguales, o de mantenernos firmes (Hebreos 10.23). Una persona
íntegra siempre defenderá sus principios y valores (Salmos 25.21).

2. Visión y/o estrategia. Aquí se requiere que los pastores, líderes, obispos y ministerio
en general “sepan hacia dónde va su barco”. Vivir un día a la vez para Cristo está bien,
pero Jesús dijo “…los campos están listos para la siega”. Lo cual significa que nuestra
responsabilidad está comprometida día tras día, mes tras mes. Por eso estamos tenien-
do evaluaciones mensuales, para despertar la visión y la estrategia. El estratega se fija
metas y las realiza, no se desenfoca haciendo nada, siempre está considerando qué es
lo mejor para su congregación, estableciendo nuevos proyectos. Dios usa a quienes se
mantienen ocupados. Recuerde que la ociosidad es la madre de la inutilidad (Proverbios
6.6).

3. Comunicación. ¿Qué tanta atención le ponemos a las sugerencias de nuestros subal-


ternos? ¿Contamos con, o más bien, hemos seleccionado a un grupo de apoyo para que
nuestro ministerio florezca? ¿Sostenemos reuniones periódicas con ellos para valorar
los avances de los proyectos? La comunicación es la base de las relaciones humanas,
pero hay reglas que seguir: el respeto, la comprensión, la cooperación mutua. Ecle-
siastés 4.9 dice: “Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo.
Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando
caiga no habrá otro que lo levante”. Esto se resume en la palabra “actitud”. Sus com-
pañeros de ministerio lo van a juzgar a usted por su buena o mala actitud: esto quiere
decir que el éxito o el fracaso de su congregación, su distrito o su campo evangelístico,
dependen en gran parte del trato humano que apliquemos a la grey del Señor (1ª Pedro
5.1–3).
27 http://www.what-are-good-leadership-skills.com/example-leadership-skills.html

27
4. Relaciones. Esto va íntimamente ligado a la comunicación. Si hay buena comunicación,
lo más probable es que haya buenas relaciones y viceversa. El factor confianza juega un
papel preponderante en las relaciones. Confianza significa que uno puede depender de,
descansar en, o apoyarse sobre alguien. El secreto está en “saber construir” esas buenas
relaciones con nuestros compañeros de ministerio. La confianza se gana o se pierde,
entre más alto sea el rango, mayor es la responsabilidad relacional y administrativa.
Somos seres sociales, nos necesitamos unos a otros. Pablo lo dice tan claro cuando usa
la analogía de la Iglesia como un cuerpo. Todos somos miembros del mismo cuerpo,
nadie puede funcionar por sí solo.

Si queremos buenas relaciones necesitamos aprender a aprender. Ese es el reto que con-
frontan las organizaciones que sufren transiciones generacionales, y nosotros somos parte de este
grupo. Meditemos, ¿Cuándo fue la última vez que le pedimos perdón a nuestro cónyuge, a nuestra
congregación, al pastor, o al obispo? ¿Perdonamos a alguien que se acerca a nosotros con ese fin?
Esto es elevar el nivel de confianza y confrontar las adversidades cara a cara. Así es derrotado el
diablo y la Iglesia se fortifica en el Espíritu. Es cuestión de actitud, es cuestión de relación.

5. Persuasión. Aquí interviene la palabra “influencia”. Una característica de un ministro


exitoso es el carisma. La persuasión es la habilidad de lograr que las personas se mue-
van hacia el rumbo que les indicamos. Muchos que dependen de las órdenes que usted
dé, nunca van a hacer nada si no reciben su influencia. El reto es: Gánatelos. ¡Hazlos
parte de tu equipo, mediante las buenas relaciones!

6. Adaptabilidad. Un buen líder debe ser flexible. El barco va a enfrentar tempestades y


situaciones inesperadas. Cuando las cosas no salen como se planearon, no claudiques.

Dice la poesía “Date una tregua”: Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino sólo cuestas que subir, cuando tengas poco haber, pero mucho que pagar
y precises sonreír aun teniendo que llorar, cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, des-
cansar acaso debes, pero nunca desistir. Si en la lucha el destino te derriba; si todo en tu camino,
es cuesta arriba; si tu sonrisa, es ansia insatisfecha; si hay siembra excesiva y pésima cosecha; si
a tu caudal, se le oponen diques; date una tregua, pero ¡no claudiques!”.

7. Trabajo en equipo. No es cuántas reuniones a la semana tenemos con nuestros líderes,


sino el grado de cooperación que se tiene. Si hemos de trabajar en equipo, pensemos
en los deportes como el beisbol y el futbol; un solo jugador no puede ganarle a nueve
o a once. Un líder no necesariamente es el que tiene las mejores ideas, sino el que sabe
aceptar las ideas de los demás y se une al grupo para ejecutarlas. Los mejores líderes
son los mejores discípulos y el Trabajo en equipo lo dice todo. Los once se pararon
con Pedro para apoyar su disertación el Día del Pentecostés. Pablo y Silas hicieron un
tremendo equipo de evangelismo. Los pioneros de la Asamblea Apostólica hicieron un
estupendo trabajo de equipo.

8. Capacitación y desarrollo. El clamor de las empresas que terminan en bancarrota es


que el fracaso se debió a la falta de entrenamiento de sus empleados claves. Josué y

28
Caleb recibieron la capacitación de Moisés; él les dio el entrenamiento necesario para
que finalmente conquistaran la tierra de Canaán. La pregunta para los líderes de hoy y
de mañana es si estamos preparando a las futuras generaciones para que los principios
doctrinales y nuestra estructura organizacional siga teniendo vigencia. La prudencia nos
aconseja que le demos prioridad a este aspecto de las re- laciones humanas. Desarrollar
a otros es un imperativo en las filas apostólicas. Hermano líder: haga a un lado el celo.
Usted honra su ministerio cuando se preocupa porque aquellos que están mejor prepa-
rados que usted, también sean bendecidos. La capacitación y el desarrollo son destrezas
que el buen líder debe cultivar y esto es parte de las buenas relaciones interpersonales
e interministe- riales.

9. Toma de decisiones. Josué fue claro: “Yo y mi casa serviremos a Jehová”. Nuestras
decisiones deben llevar firmeza y unción. David se ponía de hinojos ante Dios y con-
sultaba al profeta de Dios antes de lanzarse a una batalla. Pastor, usted sabe lo que
significa llorar, ayunar, orar y clamar cuando la Obra del Señor nos demanda realizar
ciertas tareas. No siempre tiene que ver con lo administrativo, sino con asuntos morales
y espirituales. Muchas veces, de las decisiones que tomamos depende la salvación de
una persona o las relaciones de una pareja; o el intento de suicidio de un joven o una
señorita. Pero también se requiere asumir la responsabilidad de cada decisión que toma-
mos; las relaciones del pastor con su obispo de distrito, o las del obispo de distrito con
su propia mesa directiva y con la directiva general, etc.

El cumplimiento de los deberes que a todos nos es impuesto por la organización a la que
pertenecemos, es una decisión que no debe pensarse, porque son normas constitucionales. Si usted
está aquí porque aspira a un ministerio pastoral, debe asumir las responsabilidades que la Palabra
de Dios y nuestra Constitución nos señala como un mandamiento. Lamentablemente, hay quienes
quieren seguir pensando si lo aceptan o no. Sea usted un Josué, firme y ungido; esto le ayudará a
establecer un vínculo de identidad y de pertenencia.

10. Planeación. Haga un espacio en su maleta para formular un plan de actividades y


proyectos, pensando en la gente, en sus compañeros ministros, en los ujieres, en el
cuerpo ministerial, en sus superiores y en el trato adecuado para con cada uno de ellos.
Recuerde: el respeto, la cortesía, la amabilidad y los buenos modales, son la clave del
éxito en las relaciones humanas. Repase la pirámide jerárquica, y comience una nueva
etapa de superación personal.28

Repase su lista de prioridades, y si no la tiene, ¡formule una! Planear significa prepararse


para los imprevistos, darse las habilidades para crear proyectos bajo la dirección del Espíritu Santo
y acorde con sus necesidades locales. Eso es estar listo para actuar “en caso de que…”. Planear
significa mantenerse firme en sus decisiones, llevarse bien con sus compañeros de ministerio, con
sus subalternos y con sus superiores. Prepárese para el futuro o prepárese para el fracaso.

28 Algunas de las ideas fueron tomadas de http://www.what-are-good-leadership-skills.com/example-leader-


ship-skills.html

29
VI. AUTOEXAMEN

¿Qué tan buen líder relacional es usted?

1. ¿Cree usted que la gente es básicamente buena y le gusta hacer lo correcto, aunque a
veces no sepan qué es lo que están haciendo, o no saben cómo hacerlo?

2. ¿Se acercan a usted las personas para informarse de cosas, intereses, problemas, alegrías,
o simplemente pasar el rato?

3. ¿Se lleva usted bien con casi todos? Sabemos que hay gente difícil, pero en general,
¿puede usted co-existir en paz con la mayoría?

4. ¿Tiene usted una pasión o un fuerte entusiasmo por la organización y su misión?

5. ¿Es usted accesible y está disponible para quienes le rodean?

6. 6. ¿Puede usted y está dispuesto a comunicarse frecuentemente y hacer de la comuni-


cación una alta prioridad en su papel de líder?

7. ¿Posee usted una medida sana de humildad?

8. ¿Puede usted hacer decisiones firmes y actuar, y a la vez tomar en cuenta las necesi-
dades y sugerencias de los demás?

• Cada respuesta debe ser contestada con honestidad. Si todas sus respuestas fueron SI,
usted es una persona apta para las relaciones interpersonales.
• Si contestó NO a una de las preguntas, puede irle bien en el liderazgo.
• Si su respuesta honesta fue NO a dos o más preguntas, y aun así piensa que las re-
laciones interpersonales son para usted, debe esforzarse doblemente para alcanzar la
superación personal.29

Bibliografía

D. C. Appleby, (2000, Spring). Job skills valued by employers who interview psychology majors.
Eye on Psi Chicago.

Johanson, J. C., & Fried, C. B. (2002). Job training versus graduate school preparation: Are sepa-
rate educational tracks warranted? Teaching of Psychology.
Maslow, Abraham Harold, psicólogo (1908-1970), fue uno de los fundadores de la psicología hu-
manística y creador de la pirámide jerárquica de necesidades.

29 Para una mayor información sobre las respuestas, por favor vaya a http://www.what-are-good-leadership-skills.
com/assessments-for-leadership-abilities-answers.htm

30
Yancey, G. B. (2001, April). Job skills students need in today’s world of work. Poster presented at
the annual convention of the Southwestern Psychological Association, Houston, TX.

31
4. ÉTICA MINISTERIAL
Por Obispo Luciano M. Montes

I. INTRODUCCIÓN

“Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te


salvarás a ti mismo y a los que te escuchen”. 1ª Timoteo 4.16.

Los ministros de hoy en día, caminan sobre una cuerda floja en lo referente a Ética ministe-
rial. En un momento pueden servir como profetas, sacerdotes o educadores; en el siguiente pueden
ser administradores, consejeros o líderes de adoración. Cada uno de estos papeles suscita dilemas
éticos y expone a una vulnerabilidad moral que no tienen que enfrentar los médicos, los abogados
y otros profesionales.

Si los ministros han de ser éticamente saludables y saludablemente éticos, es nuestra con-
vicción que estos pilares de verdad deben sostenerse vigorosa y profundamente.

1. Estamos convencidos de que la mayoría de los ministros quieren ser personas de inte-
gridad; personas cuya vida profesional sostenga los ideales éticos más elevados. El im-
perativo moral de Cristo en el Sermón del monte: “Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. (Mateo 5:48), es un llamamiento a la
madurez cristiana en todos los discípulos.

2. Ser un bueno ministro implica el desarrollo de un carácter y una conducta moralmente


rectos; un proceso difícil. Ni la experiencia de Salvación, ni el llamamiento al Ministe-
rio aseguran la rectitud ética.

3. Aunque el carácter moral básico de los ministros ha sido formado antes de entrar al
seminario o principiar el ministerio en una congregación, cada ministro necesita un
entrenamiento en el área de la Ética y la formación espiritual. El éxito en el ministerio
depende de qué tan bien te llevas con la gente y qué tan semejante eres a Cristo. Estos
dos rasgos son habilidades aprendidas, no dotes naturales.

4. ¿Cómo la Ética puede ser mejorada a través del estudio diligente? Hay un arte en hacer
Ética, uno que también puede aprenderse. Antes de entrar al ministerio del evangelio,
cada dirigente ordenado de la iglesia debe ser examinado por algún grupo responsable
para determinar su idoneidad moral y espiritual. Los cristianos correctamente suponen
que una persona apartada por una iglesia o denominación, llena las normas bíblicas
enumeradas en 1ª Timoteo 3.1-7.

5. La elección moral central que enfrenta el ministro cristiano es la misma que enfrentan
todas las personas profesionales: ¿Seré un habilitador o un explotador? Los ministros,
como los médicos y los abogados, deben asegurarse de que el servicio que prestan sea
para habilitar, no para manipular financiera o sexualmente; o en cualquier otra forma.

32
6. Esta afirmación final puede sorprenderles: un código de Ética ministerial, si se usa apro-
piadamente, puede ser benéfico tanto para los ministros como para las iglesias que sir-
ven. Si una vida de integridad moral es la meta de cada pastor del pueblo de Dios, y si la
comunidad cristiana desea estimular y sostener ese intento, un pacto ético escrito puede
acrecentar ese propósito. Desde tiempos bíblicos hasta el presente, el carácter moral del
proclamador del evangelio se esperaba que fuera ejemplar e “irreprensible” (1ª Timoteo
3.2). Ser un buen ministro siempre ha significado más que mantener normas mínimas.
Ser un servidor del reino de Dios implica señorío, es decir las reglas y el reino de Dios
sobre todas las áreas de su vida.

II. LA VOCACIÓN DEL MINISTRO: ¿CARRERA O PROFESIÓN?

Oliver Sacks inicia su libro The Man Who Mistook His Wife for a Hat (El Hombre que
confundió a su esposa con un sombrero), con la fascinante historia de una persona que sufría de
agnosia. El Dr. P. (el paciente), era un músico distinguido y profesor en Berlín. Sus estudiantes por
primera vez reconocieron su extraño comportamiento cuando no pudo identificar a las personas
que conocía. Además, a menudo equivocaba objetos como medidores de estacionamiento y tomas
de agua para incendios, confundiéndolos con niños. Al concluir una sesión con el doctor Sacks, el
Dr. P. empezó a buscar su sombrero. Finalmente, alcanzó la cabeza de su esposa y trató de ponérse-
la sobre la suya.

Agnosia es el término psiquiátrico para la pérdida de la habilidad de reconocer objetos


familiares. La enfermedad del Dr. P. le impedía reconocer personas, porque veía los rostros sola-
mente en partes y pedazos. Aunque retuvo una habilidad cognoscitiva abstracta superior, podía ver
a los seres sólo como formas parciales. Increíble como parecía, el Dr. P. pudo funcionar bien a pesar
de su incapacidad y pudo trabajar hasta el fin de su vida.

Gracioso, aunque trágico, el caso del Dr. P. se asemeja al ministerio y a la ética ministerial.
El ministro de hoy tiene que usar muchos “sombreros”. Cada estudiante de teología sabe que un lla-
mamiento a ser ministro de una iglesia, es un llamamiento a varias tareas. Predicación, enseñanza,
consejo, visitación, administración, promoción, reclutamiento, dirección de la adoración y servicio
a la comunidad; son únicamente unas cuantas de las responsabilidades. El peligro invisible para
el trabajador religioso muy ocupado es “agnosia ministerial”, ¡convirtiéndose en el ministro que
confunde a los miembros de su iglesia con uno de sus sombreros! En poco tiempo, las personas se
pueden perder en medio de un ministerio activo.

¿Qué ha causado esta multiplicación de funciones que aumenta el riesgo de contraer ag-
nosia ministerial y pasar por alto a las personas? La historia del Dr. P. es una parábola de lo que
puede pasar a cualquier sobreveedor de Iglesia. Sin darse cuenta, los pastores y otros ministros
pueden deslizarse creyendo que todo está bien en tanto las “partes y pedazos” de las personas son
visibles. El ministerio puede llegar a ser muy impersonal. Los miembros de la iglesia empiezan a
contemplarse como clientes orientados al consumo, y la Iglesia misma toma la apariencia de una
corporación cuyo ejecutivo principal debe trabajar para mantener altas las “ganancias” y felices a
los “clientes”. En medio de esta ocupación, el propósito real del ministerio puede perderse.

33
III. EL LLAMAMIENTO AL MINISTERIO

Un pre-requisito básico para un ministerio ético es un entendimiento claro del llamamiento


del ministro. ¿Cómo entra una persona al servicio cristiano vocacional? ¿Recibe el candidato un
llamamiento de Dios, o simplemente escoge una carrera? ¿Es el ministerio una ocupación o una
profesión? ¿Qué es lo que el cargo en sí requiere del ordenado? ¿una vida moral inspiradora, lide-
razgo eclesiástico efectivo, habilidades ministeriales refinadas, creencias teológicas sanas, conduc-
ta profesional inequívoca, o alguna combinación de estos atributos ministeriales?

Qué importante es para el ministro primerizo tener un entendimiento claro de su papel.


Cada Iglesia tiene una lista no escrita de expectativas para su ordenado y, en forma similar, cada
nuevo pastor llega con un cuaderno lleno de planes y prioridades. Las dos propuestas, rara vez
coinciden. Mucha contrariedad y muchas tensiones durante los primeros años surgen de tales malos
entendidos. El resultado puede ser catastrófico: conflicto en aumento, fatiga ministerial, incluso
terminación forzada. El profesor de Yale, Gaylor Noyce, afirma: “El agotamiento del ministro, del
que tanto se publica, es más un resultado de una identidad pastoral confusa que de sobrecarga de
trabajo. La ética profesional bien enseñada, contrarresta esa clase de fatiga”.

“Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo, cuidándolo no por la fuerza, sino
de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas, sino de corazón; no como tenien-
do señorío sobre los que están a vuestro cargo, sino como ejemplos para el rebaño”. 1ª Pedro
5.2,3.

Al buscar un entendimiento claro del llamamiento del ministro, debe notarse también que
los términos “vocación”, “profesión” y “carrera” tienen múltiples significados. William F. May,
un profesor metodista estadounidense, ha sugerido que esta confusión de terminología ha creado
tensiones. Primero señala que cada cristiano tiene una vocación, que tradicionalmente ha signifi-
cado un compromiso hacia Dios y el prójimo. Sin embargo, una carrera es algo más egoísta; es un
medio para lograr las miras y propósitos privados de uno mismo. En lugar de preguntar cuál es la
necesidad de la comunidad, una persona de carrera pregunta, ¿qué es lo que yo quiero ser y a dónde
quiero ir? Si esta última pregunta es la que está en primer lugar en su mente, ¿no querrá decir eso
que usted está buscando una carrera y no respondiendo a un llamamiento?

Si nosotros, los que somos ministros, nos llamamos profesionales, ¿qué significado tiene
esto para nuestra ética ministerial? Reconociendo el peligro de ser redundantes, afirmemos una vez
más que si el ministro cristiano es un profesional, él está comprometido con ciertos ideales. Las
normas de la práctica profesional que aplican al ministerio cristiano, incluyen estas obligaciones
éticas:

1. Educación. El ministro se preparará para el servicio cristiano (con la experiencia de)


una educación general amplia, seguida por un entrenamiento especializado en teología
y ministerio. Los ministros estarán también comprometidos con un proceso de estudio
de toda su vida y un crecimiento que los prepare para el servicio continuo (2ª Timoteo
2.15).
2. Competencia. El pastor de la Iglesia desarrollará y refinará dones pastorales y habili-

34
dades vocacionales, para actuar competentemente en cualquier situación que requiera
los servicios del ministro (Efesios 4.11-12; 1ª Corintios 12.7).

3. Autonomía. El ministro es llamado a una vida de toma de decisiones responsables que


implica potencialmente consecuencias peligrosas. Como un dirigente espiritual, el mi-
nistro tomará decisiones y ejercitará autoridad pastoral a la luz del modelo de líder-sier-
vo ejemplificado por Cristo (Juan 13.1-16).

4. Servicio. La motivación del ministro para el ministerio no será posición social ni re-
compensa monetaria, sino el amor agape para servir a otros en nombre de Cristo. (1
Corintios 13).

5. Dedicación. El ministro “profesa” proporcionar a la sociedad algo de gran valor, las


“buenas nuevas” de la salvación de Dios y la demostración del amor de Dios a través
del ministerio cristiano. A estos valores está dedicado el llamado de Dios. (Romanos
1:11-17).

6. Ética. En relación con la congregación, los colegas y la comunidad, así como con la
vida personal, el ministro ordenado vivirá bajo la disciplina de una ética que sostiene las
normas más altas de la moralidad cristiana (1ª Timoteo 3.1-7; 2ª Timoteo 2.15).

“Ser un buen ministro en un mundo que no es tan bueno” es, obviamente, un asunto de ser.
Sin embargo, es también un asunto de hacer y un asunto de vivir. Como un taburete de tres patas,
se necesita cada uno de estos soportes éticos para preservarnos de caer y fallar en nuestras opciones
morales.

IV. SER BUENO: LA ÉTICA DEL CARÁCTER

En una forma u otra, cada ministro ha sentido el peso de su propia humanidad. Todos no-
sotros hemos fallado, si no en la carne, entonces en el espíritu. La pregunta no es: “¿He fallado
alguna vez?”. Más bien es: “¿Cómo vivir como ser humano en el mundo sin ser controlado por
mis apetitos humanos?”. Todo principia con el desarrollo de la vida interior: eso que llamamos
carácter.

1. El significado de carácter. El carácter es básico para todas las decisiones éticas. Quien
es usted, determina lo que usted hace. Jesús dio importancia a esa verdad en sus en-
señanzas, especialmente en el Sermón del Monte (Mateo 5-7). Jesús enseñó que es fútil
orar o dar obsequios a los pobres para “ser honrados por los hombres” (6.1-8), porque
los motivos equivocados nulifican las buenas acciones. Él condenó la justicia superfi-
cial de muchos escribas y fariseos.

2. Hacer bien: La ética de la conducta. Los ministros modernos son especialmente vul-
nerables a esta trilogía de tentación; las tres están relacionadas en forma única. “El
dinero se manifiesta como poder. El sexo se usa para adquirir dinero y poder; y al poder
se le llama a menudo “el mejor afrodisíaco”. El mundo del ministro con frecuencia se

35
asemeja a un antiguo coliseo romano con tres leones voraces: codicia, lujuria y poder.
Los escritores bíblicos a menudo usan la palabra bueno para identificar los valores mo-
rales y espirituales. “¡Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de
ti Jehová? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con
tu Dios”. Miqueas 6.8.

3. Vivir bien: La ética de la integridad. De ningún otro profesional se espera que sea
modelo de integridad, como de un ministro de la Iglesia. El término “integridad” apa-
rece dieciséis veces en la Escritura. La palabra hebrea es tom o tummah y significa:
“completo, sano, ileso, perfección”. Se usa para describir a los personajes bíblicos como
David (Salmos 7.8), Salomón (1º Reyes 9.4) y Job (Job 2.9). Ninguno de estos hombres
fue perfecto moralmente, pero cada uno modela una vida de integridad y madurez. En el
Nuevo Testamento, Pablo le recuerda a Timoteo que quien ha sido llamado a pastorear
el rebaño de Dios debe ser irreprochable en carácter personal, relaciones familiares y
compromisos espirituales (1ª Timoteo 3.1-7)

V. EL CÓDIGO CONGREGACIONAL

1. ¿Cómo un ministro controla su propio tiempo? Él debe dar una pauta de honor dando
un servicio completo a su congregación. Parte del servicio del ministro como líder de su
pueblo es reservar tiempo suficiente para estudio serio, de manera que pueda dominar
su mensaje concienzudamente, mantenerse al día del pensamiento actual, y desarrollar
sus capacidades intelectuales y espirituales.

2. Es también deber del ministro mantenerse físicamente apto. Debe disfrutar, para des-
canso y recuperación física y emocional, de un día libre a la semana y vacaciones cada
año.

3. Como un intérprete público de la revelación divina y el deber humano, el ministro debe


decir la verdad como la percibe y presentarla con tacto y en forma constructiva.

4. Es una falta de ética que el ministro use material de sermón preparado por otro, sin
reconocer la fuente de la cual proviene.

5. Como líder ético en la comunidad, es obligatorio que el ministro sea escrupulosamente


honesto, que evite las deudas y pague sus cuentas en el tiempo establecido.

6. El ministro debe ser cuidadoso de no causar reproche a su llamamiento, mediante la


unión en matrimonio con personas no adecuadas.

VI. RELACIONES CON LA CONGREGACIÓN

1. Al aceptar un pastorado, un ministro asume obligaciones que debe cumplir fielmente


hasta que se le releve en la forma establecida.

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2. Como un profesional, el ministro debe dar prioridad a su ministerio y la remuneración
es secundaria.

3. Un ministro no debe involucrarse regularmente en otra clase de trabajo remunerado,


excepto con el conocimiento y consentimiento de los líderes de la Iglesia.

4. Las declaraciones confidenciales que le hacen a un ministro los miembros de la Iglesia,


son sagradas y no deben divulgarse.

5. Como ministro tiene el encargo especial de estudiar la paz y la unidad de la Iglesia;


además, no es sabio ni ético que el ministro favorezca a ninguna facción en su iglesia,
excepto en casos excepcionales.

6. El ministro es el siervo de la comunidad y no solamente de la Iglesia, y debe encontrar


en el servicio ministerial general, la oportunidad para evidenciar el espíritu cristiano.

VII. EL MINISTRO Y LOS MIEMBROS

1. El ministro debe recordar que es pastor de todos. Debe evitar la manifestación de pre-
ferencias y el cultivo de intimidad dentro de la congregación; elementos que pueden
ser interpretados como evidencia de parcialidad. No debe unirse a ningún grupo social,
ya sea en la congregación o en la comunidad. No debe permitir que sus sentimientos
personales interfieran con la naturaleza imparcial de su ministerio.

2. En el caso de controversia en la Iglesia, el ministro debe mantener una actitud de buena


voluntad hacia todos, aun cuando él mismo sea el sujeto de la controversia.

3. No es ético divulgar las confidencias de los miembros sin su consentimiento.

4. El servicio profesional debe brindarse gustosamente a todos, sin importar la compen-


sación, excepto por gastos necesarios en los que se hayan incurrido.

VIII. EL MINISTRO Y SUS HERMANOS MINISTROS

1. No es ético que un ministro brinde servicio profesional a los miembros de la Iglesia de


otro ministro, o, que ocupe el púlpito de otro ministro sin su consentimiento; siempre
que sea posible, este consentimiento debe darse de buena gana.

2. Debe ser muy cuidadoso de no hacer prosélitos entre los miembros de otra Iglesia.

3. Debe desanimar todas las proposiciones de una congregación cuyo ministro no ha re-
nunciado todavía.

4. Debe hablar siempre con buena voluntad de otro ministro, especialmente del que le ha
precedido o seguido en una iglesia. Sin embargo, puede ser su deber llamar la atención

37
de los oficiales responsables de la organización, ante cualquier caso de mala conducta
profesional o personal que pueda perjudicar el buen nombre del ministerio.

5. El ministro debe ser muy generoso en responder a peticiones razonables de ayuda de sus
hermanos ministros y de los directivos de la Asamblea, recordando que forma parte de
un compañerismo más grande.

6. Es su deber mostrar un interés amistoso y cooperador con sus hermanos ministros,


asistiendo a las reuniones de grupo de los ministros, ayudando a sus hermanos mi-
nistros con obras de amor, defendiéndolos de la injusticia, y atendiéndoles con interés
bondadoso en sus horas de necesidad o angustia.

Extractos del libro Ministerial Ethics, Being a Good Minister in a Not So Good World,
Escrito por Joe E. Trull y James E. Carter; publicado por Broadman & Holman.

38
5. ROSAS Y ESPINAS DEL PASTORADO
Por Obispo Felipe Gaxiola Gaxiola

I. INTRODUCCIÓN

Cierto rey que buscaba un buen esposo para su hija, hizo un llamado a todos los jóvenes del
reino a que participaran en un concurso para seleccionar el marido ideal para ella. Todos los inte-
resados debían presentarse en traje de baño frente a la gigantesca alberca del palacio del monarca.

El día llegó y allí estaba un numeroso grupo de jóvenes y apuestos aspirantes en la orilla de
la alberca, infectada de cocodrilos, tiburones, y otros peces que, desafiantes y hambrientos, espera-
ban el momento en que alguno de los jóvenes cayera en las aguas para devorarlo inmediatamente.
El vocero del soberano les comunicó que el que se atreviera a lanzarse a las aguas y pudiera llegar
sano y salvo hasta la otra orilla, ése sería el esposo de su hija y el nuevo sucesor del trono.

Los minutos pasaban y parecía que nadie se animaba a arrojarse al agua. De repente se
oyó un ruido de uno de ellos que cayó en la alberca y que nadaba apresuradamente, seguido a toda
velocidad por las fieras marinas que trataban de despedazarlo a como diera lugar, para poner fin a
su ayuno forzado. Una vez que salió del agua, victorioso por llegar sano y salvo a la meta, y como
suele suceder fue entrevistado por un presentador de televisión, quien lo felicitó por la hazaña y
le preguntó: “¿Cómo hizo para conquistar tal trofeo?”. Y el muchacho contestó: “Qué hazaña ni
nada; lo que yo quiero saber es quién fue la persona que me empujó haciéndome caer en la alber-
ca”. Y hasta ahí llegó la entrevista.

II. TODOS NECESITAMOS UN “EMPUJÓN” DE VEZ EN CUANDO

Creo que casi todos los que somos pastores hemos llegado a esta posición porque, además
de Dios, alguien nos dio un “empujón”. Me propongo con estas notas dar a mis compañeros y
también a quienes están esperando la oportunidad de ingresar a las filas pastorales, unas palabras
de ánimo; esperando les ayuden a no dejarse vencer por las dificultades que – no dudo – están pre-
sentes entre los que en el momento actual cuidan sus congregaciones y los que en el futuro también
lo harán.

Antes de seguir adelante, quiero aclarar que soy aprendiz de escritor de la “vieja guardia”
y en esos tiempos no se acostumbraba acompañar una obra con las fuentes de donde se obtuvo tal
información. Creo que es bueno que en la época moderna se sujeten los escritores a dar detalles de
lo antes mencionado, para evitar los plagios que pudieran traer consecuencias legales. Hasta donde
me es posible, trato de sujetar estas notas lo más apegado a los cánones contemporáneos en el arte
de escribir.

Lo que aquí describo son experiencias personales de mi vida como pastor por casi cincuenta
años, en que hasta hoy, por la gracia de Dios, todavía permanezco trabajando para el Señor. Por
medio de estas letras, espero compartir con mis colegas algunas de las muchas lecciones que el
ministerio me ha enseñado. Agradecido además, por la oportunidad que me han dado los encarga-

39
dos de esta publicación, que me hacen sentir muy honrado al haberme invitado a colaborar en el
presente proyecto.

III. LA ROSA, LA REINA DE LAS FLORES

La rosa es la flor más popular que existe en el mundo. Se le considera también la más
antigua; los expertos han encontrado rosas fosilizadas de hace más de cuarenta millones de años.
Dicen también que las rosas ya existían mucho antes de la aparición del hombre, por lo cual, no nos
extrañaría entonces que fuera una de las primeras flores en hermosear este planeta durante uno de
los siete días de la Creación, de acuerdo con el libro de Génesis.

Las rosas son flores de elevado precio, y también son las más vendidas y solicitadas para
un evento cívico o religioso; como bodas o funerales. Por su gran belleza, su exquisita fragancia y
su amplia gama de colores, las rosas se han convertido en la forma perfecta de demostrarle a un ser
querido cuánto significa él o ella para nosotros.

En tu misma Iglesia las has visto adornando el santuario, en el día de la amistad, decorando
el comedor o el salón, donde se celebran eventos que tienen como propósito principal expresar
amor, buenos deseos y transmitir mensajes llenos de cálidos sentimientos, inclusive sin tener que
decir siquiera una sola palabra.

IV. VER A LA IGLESIA COMO UN JARDÍN DE ROSAS

La iglesia es como un jardín saturado de rosas, pero hay a quienes les sucede lo que dijo
Ralph Waldo, ensayista y poeta norteamericano (1803-1882): “Muchos pasan por el prado, pero
pocos ven las flores en él”.

No sé si alguna vez me he expresado negativamente de alguna de las congregaciones que


he pastoreado, pero algo que he aprendido en estos últimos años es a no difamar, ni hablar mal de
ningún miembro de la congregación a mi cargo. Si acaso lo hice en el pasado, desde esta tribuna
ofrezco mil disculpas. Algo que también me he propuesto es no referirme negativamente de ningu-
na iglesia o pastor, y mucho menos de los miembros de otras congregaciones.

El pastor y obispo J. Frank Morales (QEPD) me honró con su amistad mucho antes que
fundara la Iglesia de National, City, CA, en el año 1961. En muchas ocasiones lo visité y prediqué
en la que era y es una de las más hermosas congregaciones del Sur de California. En un momento
en que lo saludé durante una convención general en Anaheim, CA, platicamos acerca de una futura
visita que me haría para predicar en la congregación que pastoreo, que es la Primera de Fresno,
CA. “Al fin me va a tocar conocer esa congregación” me dijo, “pero antes dime cómo es esa
iglesia”, agregó. Mi respuesta fue: “Cuando me visite, usted tendrá el honor de predicar en la
mejor congregación de la Asamblea Apostólica”. Creo que esta fue la única vez que vi al pastor
Morales molesto y turbado. No me lo dijo, pero por la expresión de su rostro supuse que él estaba
en ese momento pensando que yo era un pastor demasiado presumido. Desde entonces, me sigo
refiriendo a mi “prado” de la misma manera. Yo lo veo como un jardín de rosas, y no doy mucha
importancia a sus espinas.

40
La iglesia local es como un prado o jardín, y desde que a alguien se le delega la respon-
sabilidad de ir a dicha congregación para cuidar del rebaño del Señor, debe tal persona tener un
elevado concepto del lugar a donde irá; sea grande, pequeño, con buena o mala fama; rico, pobre,
con cualidades o defectos. No te olvides que vas a hacerte cargo de “la Iglesia del Dios viviente,
columna y fundamento de la verdad”. 1ª Timoteo 3.15.

Cuando un ministro es enviado a ocuparse de alguna congregación etiquetada como “difí-


cil”, es probable que no tenga éxito si percibe o se imagina que esa iglesia no tiene futuro porque
abundan allí los “malos hombres”. Si el ministro no cree que va a ayudar a mejorar el ambiente de
la congregación, aportando la parte humana, entonces ¿a qué va? Cuando San Pablo envió a Tito a
hacerse cargo de los hermanos cretenses, le instruyó en la estrategia de cómo “un buen bombero”
debía apagar el fuego que estaba destrozando a dicha iglesia. Pablo le entregó instrucciones por
escrito acerca de cómo debía actuar para reestablecer el orden entre los cretenses. Dudo que exista
otra iglesia con tantos problemas como los que hubo en Creta, al grado de que a Pablo no le tembló
la mano para escribir que algunos de sus miembros eran contumaces, habladores y engañadores
(Tito 1.10). Y como si fuera poco, también dice que uno de sus propios poetas los llamó mentirosos,
malas bestias y glotones (1.12). Pero entre semejantes espinas, en la congregación había también
rosas (como en todo grupo). Tito no esquivó la misión que Pablo le encomendó; él fue elegido por
el Apóstol pues tenía cualidades para ordenar a los desordenados. Pero nótese que Pablo no le dijo:
“Expulsa, echa afuera, corre a los que no se porten bien” o “quédate con las rosas y despréndete de
las espinas”.

V. UN PROYECTO CLARO Y CONCISO

La carta a Tito es como un manual de adiestramiento para que un ministro digno de la con-
fianza del Apóstol le representara en aquella iglesia y le ayudara a terminar el trabajo que se había
empezado. Pablo no le oculta nada a Tito referente a las características de la congregación que iba
a tomar, sino que le da consejos prácticos sobre lo que debía hacer y, al mismo tiempo, le advierte
que no esperara caer “en un lecho de rosas”; como dijo Cuauhtémoc – el último emperador azteca–
cuando le quemaron los pies.

El Nuevo Comentario de la Biblia de Editorial Caribe (pág. 1588), refiriéndose a la misión


de Tito dice: “Pablo se apoyó en Tito para que le ayudara a establecer el liderazgo en Creta, y
para resolver otras deficiencias. Sus luchas se repiten en todas las épocas, de modo que esta carta
es tan relevante hoy como lo fuera en el tiempo de Tito”. Cuando un obispo envía a un ministro a
servir en una congregación, es porque el obispo no puede estar en todas partes. Por eso nombra en
su lugar a otro ministro, como hizo Pablo, quien además le delineó a Tito las funciones que tenía
que observar de los miembros de la iglesia. También le dio toda la autoridad para corregir lo defi-
ciente y ayudar a madurar a los que no estaban creciendo.

Usted mismo quizá, fue uno de los muchos que fue instalado en una obra sin llevar un plan
para lo que se tenía que hacer allí. Me viene a la mente algo que leí de un joven que se había gra-
duado recientemente de maestro de primaria; fue enviado a hacerse cargo de una escuela ubicada
en un remoto lugar, donde todos los maestros anteriores habían fracasado y por ende, regresado
a sus casas. Los alumnos se comportaban tan mal que ningún maestro los soportaba. Pasaron los

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meses, y al ver que el maestro no se regresaba como los anteriores, el inspector del distrito deter-
minó ir a verlo al rancho. Lo encontró muy tranquilo y algo más “rechoncho”. Cuéntame – le dijo el
superior – ¿A qué se debe que hayas logrado disciplinar a los alumnos y que te veas más repuesto
que cuando te enviamos? Contestó el profesor: “Muy fácil. Al que se porta mal le como el lonche”.
No nos parece una estrategia muy apropiada para que un pastor la aplique en una congregación,
pero sí hay que reconocer que el maestro llevaba un plan. Hay pastores que, por no tener un plan,
no tienen éxito.

“Si tu fallas en planear, planeas para fallar”, fueron las palabras que nos dejó Benjamín
Franklin (1706–1790), uno de los padres fundadores de los Estados Unidos. Hay que aplaudir al
maestro porque al menos llevaba un plan. A muchos de nosotros nos mandaron a pastorear una
congregación y el único plan que nos dieron fue: “Dios te va ayudar”. Y no digo que no está bien
que le digamos eso al que enviamos a tomar el cargo de Pastor –a lo mejor también está faltando
ese “plan” para que nuestros jóvenes ministros vayan con más confianza en Dios a trabajar en la
obra. Pero creo que, si el futuro pastor lleva un proyecto conciso, práctico, escrito y con objetivos,
tendrá menos posibilidades de “espinarse”. Y si quiere un modelo para no fallar, que utilice el que
usó Tito. En la segunda carta a los corintios, Pablo cuenta el gran éxito que tuvo Tito en la difícil
misión que le encomendó de poner las cosas en orden en el lugar antes señalado.

VI. LA QUEJA SOBRE LAS ESPINAS DE LA ROSA

Aunque no lo puedo probar, sospecho que algunos de nosotros los pastores, queriendo jus-
tificarnos por la poca productividad de nuestro trabajo en la Iglesia, echamos la culpa a los miem-
bros; y los que se llevan la mayor parte de la culpa son aquellos que no se “sujetan” al Pastor – esos
que llamamos “problemáticos”.

El “yo” personal siempre anda buscando estrategias conscientes o inconscientes para


preservar su imagen, porque a nadie le gusta verse mal. Uno de tantos mecanismos de defensa es
la “proyección”, que consiste en colocar faltas en otras personas, cuando en realidad son nuestras.
La mente siempre busca “chivos expiatorios”, para que tomen nuestro lugar por nuestras faltas. El
día de la expiación era una de las grandes ceremonias del pueblo judío, en la cual se expiaban los
pecados de toda la nación. Entre otras cosas que se practicaban en esa fiesta, se soltaba un chivo
para que se perdiera en el desierto. Antes de liberarlo, el sumo sacerdote imponía sus manos encima
y descargaba todos los pecados del pueblo en el animal. A la pobre e inocente víctima, la hacían
huir cargando en ella las culpas de millones de personas. Este es el origen de la expresión “chivo
expiatorio”.

Estudiemos enseguida lo que falta para completar la idea del título de la presente sección,
que debió decir más bien: “Podemos quejarnos porque las rosas tienen espinas, pero sería mejor
que nos regocijáramos porque las espinas tienen rosas”. Esta frase es atribuida al presidente núme-
ro 16 de los Estados Unidos, Abraham Lincoln (1809–1865), quien es reconocido como uno de los
mejores presidentes de Norteamérica. Uno de sus más grandes logros fue abolir la esclavitud en
el país. Durante varias ocasiones que compitió para llegar a la presidencia, fue derrotado por otros
candidatos. Sus enemigos le pusieron miles de trampas para que no fuera presidente, sin embargo,
nunca se desalentó y siguió intentándolo hasta que al fin logró llegar a sentarse en la silla presidencial.

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Decíamos en otra sección, que todo siervo de Dios debe ver su campo de trabajo como si
fuese un jardín de rosas. ¡Alégrate hermano Pastor porque las espinas tienen rosas! Quizá, si no
fuera por las críticas de las espinas, no te pudieras dar cuenta de tus defectos, ni de lo que hace falta
mejorar en tu ministerio. El apóstol Pablo se ubicó en un elevado nivel de excelencia ministerial,
donde ningún ministro de su tiempo y de todos los tiempos le ha podido superar. Escaló alturas que
ningún otro ministro ha subido, pero luego él mismo comprendió que tantas distinciones de parte
de Dios le estaban afectando en diversos sentidos; hasta el punto de que se estaba volviendo or-
gulloso por las extraordinarias hazañas que había logrado. Viajando a través de las nubes, alcanzó
a tocar el mismo tercer cielo. No sabiéndose manejar en ese nivel, hubo necesidad de que Dios lo
bajara de la nube y de allí en adelante, como el mismo Apóstol lo dice, le fuera clavada una dolo-
rosa espina. Esto nos lleva a la siguiente sección.

VII. QUIEN NO SE ARRIESGA A ESPINARSE, NUNCA OBTENDRÁ LA ROSA

Hablé una vez con un joven candidato al pastorado para cierta congregación, en la cual el
obispo planeaba instalarlo. El muchacho vacilaba en tomar el lugar que se le había ofrecido, y una
de sus preocupaciones principales era que el pastor saliente seguiría congregándose en la misma
iglesia. Analizando las distintas situaciones que se presentan en este tipo de transiciones pastorales,
he observado, que casi todos los que van a recibir una congregación, la situación anterior es la que
más les preocupa. Considero que tales inquietudes son normales y como decíamos anteriormente,
son formas en que nuestro “yo” reacciona ante algo que nos provoca ciertas molestias.

Las lecciones que se aprenden de experiencias como la que inquietaron al futuro pastor, son
aquellas vividas en carne propia, y este servidor ha pasado por circunstancias parecidas y las men-
cionaré como un ejemplo a seguir en estos casos. Quizá no sea yo el mejor modelo, pero a mí me
dio muy buenos resultados. Mi situación era aun de más peso, porque estaría recibiendo una iglesia
donde el Pastor era el mismo Obispo de distrito. Esto me sucedió en dos ocasiones distintas y a
ambas las considero como un gran privilegio, pues dos obispos me tuvieran la confianza suficiente
para encomendarme las iglesias que ellos habían cuidado amorosamente.

Nunca me preocupé ni me acordé por preguntarle al Obispo dónde se iba a congregar una
vez que me entregara la iglesia. Estaba tan emocionado y entusiasmado por mi nueva asignación,
que no le di importancia a eso. Terminando el evento de entrega del pastorado, el Obispo me dijo
que él y su familia se estarían congregando con nosotros. Muchos pensamientos vinieron a mi men-
te en ese instante, pero después con más calma, razoné en las cosas que pudieran suceder teniendo
a la máxima autoridad del distrito como miembro de mi congregación.

Primero, me sentí tranquilo al comprender que si él me entregó el rebaño que pastoreaba,


era porque confiaba en mí. Segundo, por estar él tan cerca de los miembros de la iglesia, cada
vez que yo hiciera algo que no les agradara, no tendrían que ir muy lejos para quejarse y el mis-
mo Obispo se daría cuenta de lo que pasaba, casi sin necesidad de que terceras personas se lo
contaran. Tercero y más importante, pienso que no solamente fue el Obispo o alguna autoridad
humana la que me trajo aquí, pues mi llamamiento viene de Dios y con Su ayuda y recursos que Él
me ha dado, saldré adelante exitosamente. De todos modos, debo vivir agradecido con mi obispo,
porque después de Dios fue él quien me dio la oportunidad de estar aquí.

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Han pasado muchos años de lo que les acabo de contar, y hoy puedo decir con mucha
satisfacción que en uno de los casos que les relaté, los meses en que más respaldado por mi au-
toridad me sentí fueron aquellos en que algunas espinas trataron de que no lograra llegar a las
rosas. En uno de tantos incidentes, faltó solamente que me abofeteara una pareja que me llevó
a un cuartito junto con el Obispo. ¡Me dijeron de todo! Lo bueno fue que el Obispo me había ad-
vertido desde antes que me cuidara de ellos, porque me podían causar problemas. Creo que fue
profético. Un buen día sentí que dos espinas salieron de repente de mi cuerpo, porque aquella
pareja fue a “dar lata” a otra congregación.

Muchas decisiones que tomamos en la vida implican riesgos; cambiar de residencia, cam-
biar de trabajo, cambiar de iglesia, etc. Tomar el cargo de una congregación también implica arries-
gar muchas cosas. Si eres solamente un diácono en tu iglesia local y se presenta la oportunidad de
tomar a cargo una congregación, pero al principio flaqueas en tu decisión, es mejor pensarlo bien.
Si crees que vale la pena arriesgarte por algo que has deseado durante años, deja a un lado tus mie-
dos y empieza desde hoy a creer en las cosas buenas que vendrán, porque Aquel que te dice: “Hijo
mío, ve a trabajar a mi viña” te sostendrá. El libro de Josué nos muestra cómo un nuevo líder que
opera bajo las instrucciones de Dios, no tiene que ser derrotado (Josué 1.9).

VIII. SI NO ACEPTAS LAS ESPINAS, NO BUSQUES ROSAS

Cuando Dios creó las rosas, les proveyó espinas con el propósito de que éstas las protejan.
Dios debió haber pensado: “Semejante belleza necesita ser escoltada con púas para que se man-
tenga segura y los seres humanos disfruten no solo de su hermosura, sino también de su exquisito
perfume”.

Desde aquel momento creacional de la rosa, siempre han existido rosas en las espinas y
espinas en las rosas; se trata de una ley universal que nadie puede cambiar. Desde el principio de la
Iglesia en el Nuevo Testamento, los pastores disfrutaron de las rosas y a la vez tuvieron que sufrir
por las espinas del pastorado. Las espinas son inherentes (algo que por su naturaleza está unido
inseparablemente a otra cosa) al pastorado; son parte del paquete que, junto con el cargo, recibe el
pastor que llega a tomar una congregación. Moisés, Daniel e Isaías entre otros, desarrollaron sus
ministerios entre rosas y espinas; o sea, entre grandes alegrías y satisfacciones, y a la vez dolores
de todo tipo.

La casa pastoral en donde vivo, cuenta con un pequeño jardín, donde florecen como unos
seis rosales. Como todo pastor que le gusta delegar, le pedí a un miembro de la congregación que
me los sembrara. Él lo hizo con muy buena voluntad y cuántas veces puedo le recuerdo que tuvo
“buena mano” para plantarlos. Hace cerca de veinte años que los sembró y gracias a la misericordia
de Dios –no a mis atenciones– aún siguen floreciendo. Quiero confesar que si un servidor cuidara
de la iglesia como cuido a esos rosales, hace mucho tiempo que me hubieran pedido que entregara
el pastorado. De vez en cuando me gusta abrir las cortinas de mi ventana y deleitarme contem-
plando los hermosos rosales que adornan mi humilde jardín. En otras ocasiones me les acerco y
descubro que no todos los botones se abrieron y algunos no alcanzaron a florecer. Hormigas y otros
insectos entorpecieron su productividad. Hay veces en que corto las que me parecen más bonitas y
se las doy a mi esposa para que prepare un ramo y las exhiba en algún lugar de la casa.

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En este jardín fue donde nació el título de estos apuntes; en una de esas “tantas veces” que
me acerqué a las rosas. Me deleita contemplar la preciosidad de estas flores. Cuando en principio
las comencé a tratar, no me agradaban las espinas y las sentía como una amenaza; ya que si cortaba
una rosa tal vez sus púas traspasarían mis manos y me harían sangrar. Pero lo más serio iba a ser el
dolor causado por atreverme a cortar las rosas. Algunas veces he usado guantes para protegerme,
pero ni aun así me he escapado de ser espinado.

Fue en algunos de esos momentos con mis rosales que aprendí dos grandes verdades; las
cuales he tratado de aplicar a mi trabajo como pastor, como hago con la mayoría de las lecciones
que aprendo. Contemplar las rosas me proporciona un gran placer; me ayuda a relajarme y a tran-
quilizarme, pero desde una ubicación confortable. Allí no puedo tener una percepción completa de
mi ministerio; por lo que también necesito tomar en cuenta el lado del dolor, y sentirlo en carne pro-
pia para que mi ministerio se perfeccione. Dice un pequeño cuento: “Había una vez un rosal que se
sentía muy privilegiado por haber aportado sus rosas para que sirvieran como alfombra cuando
Cristo hizo su entrada triunfal a Jerusalén. Pocos días después, llegaron unos soldados y brusca-
mente cortaron las espinas de las rosas para hacer una corona y ponerla en su frente cuando fue
crucificado”. Así como Cristo vivió las dos emociones antagónicas u opuestas en el cumplimiento
de Su misión, así nosotros sus enviados cumplimos el llamamiento entre alegrías y dolor.

Repasando a las Iglesias del Nuevo Testamento, en ellas encontramos militantes con her-
mosos testimonios de fidelidad a Dios, pero también “hermanos” que causaban dolores de cabeza a
sus guías espirituales. Algunas de las muchas rosas pudieran haber sido: los siete diáconos, Tabita,
Bernabé, el etíope, Cornelio, Lydia y el carcelero. Las espinas fueron Ananías y Safira, algunos
miembros de la iglesia de Corinto, “hermanos” de la iglesia de Creta, Alejandro el calderero, etc.

IX. CONCLUSIÓN

Las espinas del ministro no solamente son los hermanos difíciles, también existen otras
situaciones que nos causan dolor en el ministerio. El Cristo que caminaba por la “Vía Dolorosa”
rumbo al Gólgota, sentía dolor, pero no por la pesada cruz que cargaba. Su dolor era más por la
traición, por el desprecio y por la incomprensión del pueblo que quería salvar.

Pablo fue uno de los pastores que trabajó con más dolor; probablemente más que cual-
quiera de nosotros. Él disfrutó de las rosas del pastorado, pero también tuvo que sufrir toda clase de
dolores característicos del llamamiento de Dios. Pablo sufrió azotes, naufragios, encarcelamiento,
persecución, enfermedades, críticas. Posiblemente sufrió más dolencias que cualquier otro ministro
en la historia de la Iglesia.

Para terminar este tema, les dejo la siguiente reflexión, del Dr. J. Robert Clinton, autor y
profesor del Seminario Fuller, de Pasadena, CA: “Nunca confíes en un líder que no camine co-
jeando”. En otras palabras, el dolor es una marca o distintivo del liderazgo. Así como no puede
haber rosas sin espinas, en el pastorado no puede haber alegrías sin dolor. Si no sientes dolor en tu
ministerio, o si todo es un lecho de rosas, algo anda mal.

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6.PESCAR CON CAÑA O PESCAR CON REDES
Por Obispo Elías Páez de la Cerda

Mateo 4.19: “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”.

I. INTRODUCCIÓN

Por “pescar con caña” durante muchos siglos, la Iglesia ha mantenido el paradigma de que
el Pastor es el responsable de traer o ganar las almas. Esto representa a una persona con una caña
yendo a pescar al mar. La historia ha demostrado que este sistema de crecimiento es limitado y muy
pequeño, y no puede cumplir con el propósito de Dios, que es llevar mucho fruto.

Juan 15.8 dice: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así
mis discípulos”. La caña está limitada a un pez por carnada y se necesita mucho esfuerzo humano
para lograr una buena pesca, es decir, una pesca que sea suficiente para alimentar a muchos.

II. SISTEMA DE “ESTANQUILLO”

La Iglesia de hoy necesita dejar el sistema de estanquillo o pequeño negocio, atendido por
una sola persona; cuyo trabajo va desde abrir, vender, cobrar, limpiar, inventariar, etc. La Iglesia
necesita regresar al sistema bíblico, que es pescar con redes. Las redes fueron diseñadas para pescar
–en una misma redada– una gran multitud de peces, y esa es la orden de nuestro Señor: echar las
redes; no usar cañas. Lucas 5.4: “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y
echad vuestras redes para pesca”.

A Jesucristo le gustan las pescas grandes, y por ello nos ha dejado una estrategia para
usarla. Podemos ver esta estrategia en Lucas 5.5-6: “Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda
la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y
habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía”. Las redes representan
la Iglesia de Cristo entrelazada, trabajando todos en el mismo propósito. A eso nos mandó pre-
cisamente el Señor: “…les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
Marcos 16.15.

Nunca pasó por la mente del Señor delegar el trabajo de pescar a un solo hombre. Él se lo
ha dado a todos los santos: “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a
quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir” Versículo
5: “En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa”. Lucas 10.1, 5.

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,


pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edifi-
cación del cuerpo de Cristo”. Efesios 4.11-12.

Veamos un breve cuadro comparativo de la Iglesia del Nuevo Testamento y las iglesias de
hoy:

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IGLESIA DEL N.T. IGLESIA DE HOY
UBICACIÓN Templo y casa Edificios y templos
TAMAÑO Grupos pequeños Grande e impersonal
PROGRAMA Diario Semanal
Pastoral (recurrir al pastor en
SISTEMA DE AYUDA Unos a otros
caso de problemas)
RELACIONES Íntima, transparente Remota, poca transparencia
DISCIPULADO Directo, verbal Clases, libros, predicación
Equipar a los santos para el
TAREA DE LOS LÍDERES Cumplir con un programa
ministerio
Limitada, decisión individual
ORACIÓN Diaria, con mucho énfasis
o programa
TAREAS PASTORALES Discipular a los creyentes Predicar en el púlpito
EXPECTATIVAS DE LOS
Ministrar a otros, servicio Asistir, trabajar en el programa
MIEMBROS
VISIÓN Grupos pequeños como centro Congregacional
PALABRAS CLAVES “Id y haced discípulos” Congregarse
Aplicación de las escrituras a Apego al credo y normas de la
ENSEÑANZA
las necesidades y relaciones organización
DONES Ejercicio regular por todos Eclesiásticos
COMPROMISO El reino de DIOS Institucional
EVALUACIÓN Cómo servimos Qué sabemos
Servidores desarrollados y
RELEVO MINISTERIAL Clerical y profesional
probados dentro

En la pesca con redes, el pastor recobra su función bíblica: “En aquellos días, como cre-
ciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que
las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron
a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios,
para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen tes-
timonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y no-
sotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. Hechos 6.1-4. “Obedeced a
vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de
dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.
Hebreos 13.17.

La iglesia primitiva entendió bien esta estrategia de pesca del Señor, y llevó el evangelio a
las casas usando a TODOS los miembros del cuerpo para pescar. Hechos 5:42: “Y todos los días,
en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”.

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III. EL NEGOCIO DE JESUCRISTO

La Iglesia tiene una sola misión aquí en la Tierra: llevar el precioso mensaje de salvación
a los perdidos, a aquellos que se encuentran sin Dios y sin esperanza. Cualquier otra tarea que la
Iglesia realice, por más bondadosa que parezca, si no cumple con esa misión, es pérdida de tiempo.
La Iglesia puede construir, pero no es una empresa constructora; puede ofrecer comida, pero no es
un restaurant. Podemos hacer muchas cosas y pueden ser buenas cosas, pero sólo si no olvidamos
que la Iglesia existe para ganar al mundo para Cristo.

Existen dos aspectos de este tema que son muy importantes y debemos considerar: (1) El
negocio pertenece a Dios: “Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en
los negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Lucas 2.49. (2) Ganar almas nos hace sabios.
“El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio”. Proverbios 11.30.

En otras palabras, lo más sabio que como iglesia podemos hacer es dedicarnos al negocio
de Dios, a la misión para la cual la Iglesia fue establecida en la Tierra por Dios, que es reconciliar
a los perdidos con Jesucristo: “Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo
por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros
la palabra de la reconciliación”. 2ª Corintios 5.18-19.

IV. LLEVAR MUCHO FRUTO O GANANCIA

Ningún negocio terrenal es establecido para que la gente diga “qué hermoso lugar” o “qué
limpio lo tienen”. Claro que no. Eso sería lo mínimo que un negocio debe ofrecer. La razón o
propósito principal de todo negocio es generar ganancias a su dueño. Es triste que haya quienes
piensan que el Dueño de la Iglesia la estableció sólo para ser un lugar bonito, donde la gente se
sienta bien.

La Iglesia fue fundada por Cristo para ser un lugar que lleve mucho fruto o ganancia para
Su reino eterno. Por eso dijo Él: “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el
fuego”. Mateo 7.19. “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva
fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”. Juan 15.2. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que
yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;
para que todo lo que pidiereis al Padre en mi Nombre, él os lo dé”. Juan 15.16. De esto hablaba
también el apóstol Pablo: “Saludad también a la Iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado
mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo”. Romanos 16.5.

V. CONCLUSIÓN

Concluimos este capítulo con dos ideas muy importantes:

1. Cada iglesia es una sucursal del Cielo, y el Señor Jesucristo espera de cada un bueno
resultado, ganancias para el reino de los cielos.

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2. Cada miembro dará cuentas de su mayordomía a Dios, acerca de cómo administró lo
que Dios le dio a fin de ofrecer los mejores resultados.

1ª Corintios 4.1: “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y admi-
nistradores de los misterios de Dios”. 1ª Pedro 4.10: “Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”.

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7. Pastoral de la tecnología digital y los medios sociales
Por Ismael Martín del Campo III

I. INTRODUCCIÓN

Vivimos en una era de avances tecnológicos sin precedentes. Gordon Moore, cofundador de
la compañía Intel, cristalizó esta aceleración observando que cada dos años se duplica el número
de transistores30 en un microprocesador – el cerebro de todo dispositivo digital. La “ley de Moore”
es evidente en cualquier teléfono inteligente de hoy en día: estos teléfonos son miles de veces más
poderosos que los computadores que mandaron al hombre a la Luna. Moore escribió esto hace
sesenta años, lo cual hace apremiante la reflexión de la iglesia y su misión en el contexto de los
avances de la tecnología digital, y las posibilidades que abre al futuro humano.

Abraham, David y Jesús; todos vivieron en mundos que cambiaban y avanzaban rápida-
mente. Ellos enfrentaron cambios tecnológicos, así como nosotros hoy día. Por ejemplo, Abraham
vivió el fin de la era del bronce –caracterizada por el auge del bronce– el desarrollo de los primeros
sistemas de escritura por símbolos y la expansión de ciudades. Ellos vivieron por grandes disrup-
ciones sociales causadas por avances tecnológicos.

Los avances de hoy día irrumpen en nuestra sociedad y cambian la manera en que los hu-
manos se relacionan entre ellos y con Dios. Por eso la Iglesia debe saber responder pastoralmente a
estos asuntos. La práctica histórica de nuestra iglesia ha sido crítica hacia los avances tecnológicos.
Por ejemplo, hubo prohibiciones de usar la radio y después la televisión; pero, con el paso del tiem-
po, las mismas generaciones que habían puesto aquellos límites, revisaron con más detenimiento
esas tecnologías y convalidaron su uso, aunque con guías pastorales. Los avances de ahora – cada
vez más rápidos – no nos dan mucho tiempo para su revisión. No obstante, es necesario hacerlo; es
decir, identificar las nuevas tecnologías, estudiarlas y luego hallar la mejor manera de incorporarlas
a la vida de la Iglesia, como se hizo antes.

Para que la Iglesia pueda abordar apropiadamente el tema de estos avances es necesario
regresarnos a las Sagradas Escrituras, a la práctica de los Apóstoles, estableciendo un fundamento
bíblico para nuestro pensamiento y trazando una dirección concerniente a la tecnología. Debemos
entonces hablar de los problemas relacionados con este auge tecnológico, a la vez que analizar las
nuevas posibilidades y oportunidades que éste ofrece a la Iglesia. Consideramos necesario dar a
conocer los recursos tecnológicos a nuestra disposición actualmente.

II. LA BIBLIA Y LA TECNOLOGÍA DIGITAL

Tecnología es definida por la Real Academia Española como el “conjunto de teorías y de


técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico”. En la historia hu-
mana que narra la Biblia, la aplicación práctica de la ciencia surge desde el principio. En el cuarto
capítulo de Génesis leemos cómo Caín construyó una ciudad (4.17). Para diseñar una ciudad, para
levantar sus edificios y casas, se requiere planeación e ingeniería; en otras palabras, ejercicio prác-
30 Moore, Gordon E. “Lithography and the Future of Moore’s Law.” IEEE Solid-State Circuits Society Newsletter, vol.
11, no. 3, Sept. 2006, pp. 37–42., doi:10.1109/N-SSC.2006.4785861.

50
tico de un conocimiento. Después leemos que Jubal y Tubal-Caín (4.21-22), fueron los maestros e
ingenieros que desarrollaron instrumentos musicales y la metalurgia. En estas primeras instancias,
la Biblia no celebra ni condena la creación y el uso de estos avances.

La Biblia es clara respecto a que Dios involucra la tecnología humana en su misión para
con la humanidad. El Arca de Noé fue un barco gigantesco, cual nunca antes había sido visto, ni
construido. Dios le ordenó esta maravilla de la ingeniería a Noé. ¿Debe la iglesia preocuparse
tanto en la preparación de sus ministros ordenados como en la preparación de sus ingenieros? La
construcción del Arca del Pacto (Éxodo 31.3-5) y después el Templo (1º Reyes 7), requirió de me-
didas precisas y trabajo experto con los metales. El Arca de Noé, el Arca del Pacto, y el Templo de
Salomón fueron objetos claves en la vida del pueblo de Israel bajo su pacto con Dios.

Dios ha incluido a la tecnología humana en su propia misión. También parece que Dios
tomó una invención originalmente humana –la ciudad hecha por Caín– y la utilizó para crear el
lugar de la vida eterna –la Nueva Jerusalén; aunque lo opuesto puede considerarse cierto también:
que aquella idea provino de Dios, lo que en todo caso refuerza el concepto que estamos tratando de
establecer.

En cuanto al tema de la tecnología digital que nos ocupa en este estudio, si seguimos la
pauta de las Sagradas Escrituras en cuanto al ejercicio científico de los hombres, vemos que sí es
aceptable para Él que usemos esta tecnología para honrarlo; siempre y cuando mantengamos el
propósito Suyo. El propósito de todo lo que hagamos humanamente debe girar en torno al gran
mandamiento, esencial en la vida cristiana en general y en el ejercicio pastoral en particular. Éste
dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y
con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”. Marcos 12.30-31.

Dios ordenó en la antigüedad que la tecnología de ese entonces le sirviera a Él, para salvar
al pueblo de Israel de la perdición. Hoy debemos ser sensibles al Espíritu Santo y aprender a uti-
lizar la tecnología digital para honrar a Dios y salvar a otras personas. Esto último obedece al hecho
de que la tecnología digital hoy nos abre nuevas avenidas para el evangelismo.

La tecnología digital también sirve para acercar a los humanos entre sí, facilitando la pues-
ta en práctica del segundo gran mandamiento, que es amar al prójimo. Por ejemplo, personas
geográficamente distantes que el querer ver de nuevo nos costaba un boleto aéreo, ahora están al
alcance de nosotros mediante esta tecnología; del mismo modo el conocer personas. Gracias a la
tecnología digital tenemos también a nuestro alcance más recursos que antes, por ejemplo, libros y
estudios bíblicos que nos ayudan a ser mejores cristianos; también recursos para predicar a perso-
nas que nunca antes han escuchado el Evangelio.

Así que es positivo y beneficioso que usemos todo aquello que sirva para enseñar, sanar,
liberar, acercar y ponernos en contacto con seres queridos y nuestros prójimos. De esta manera, el
Cuerpo de Cristo trasciende su corporeidad física y se hace virtualmente presente en muchas par-
tes.

51
III. ALGUNOS PROBLEMAS PRODUCIDOS POR EL AUGE TECNOLÓGICO

Idolatría y “Dataísmo”. La tecnología digital está transformando el acercamiento humano


a las ideologías y las religiones, entre otros. En este acercamiento existe una verdadera amenaza,
que podemos catalogar como idolatría. Yuval Harari, profesor de historia de la Universidad Hebrea
de Jerusalén y autor del libro ‘Sapies’ –Bestseller del New York Times en el 2014– argumenta que
en el futuro cercano habrá dos tipos de religiones: las religiones tradicionales y el “Dataísmo” –
también conocido como la religión de Silicon Valley. Esta es una religión que ya no pone a Dios –ni
siquiera al humano– en el centro, sino a la información digital31.

Puede sonar extraña esa idea, y hasta risible, pero Harari argumenta que su práctica ya se
ha vuelto generalizada entre los seres humanos: decidimos dónde comer mediante aplicaciones
como Yelp; qué leer por medio de Amazon; a dónde ir mediante Google Maps; y hasta de quién
enamorarnos mediante un sitio web de citas amorosas. Y todo gracias a la información digital ahora
disponible.

La crítica profética de las Sagradas Escrituras es clara en torno a esta nueva amenaza: “Los
ídolos de ellos son plata y ora, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan. Tienen
ojos, mas no ven. Orejas tienen, mas no oyen. Tienen narices, mas no huelen. Manos tienen,
mas no palpan. Tienen pies, mas no andan. No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son
los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. Oh Israel: Confía en el Señor”. Salmos
115.4–9.

La Palabra de Dios presenta toda religión falsa y toda idolatría como una mera proyección
del hombre, como simples tradiciones humanas: “Nadie os engañe por medio de filosofías y hue-
cas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no
según Cristo”. Colosenses 2.8.

El debate todavía está abierto: ¿Puede la inteligencia artificial ser “consciente”? El filósofo
David Chalmers presenta el argumento de que estamos creando un mundo con más inteligencia,
pero sin una conciencia real. Ante esta amenaza creíble, es necesario que enseñemos a nuestras
congregaciones que, aunque el uso de la tecnología digital puede ser muy provechoso, nuestra vida
nunca debe dejar de estar centrada en Dios y dirigida por Él.

Estos son algunos ejercicios espirituales y relacionales que nos pueden ayudar a mantener
un balance sano en este tema: Limitar el tiempo en que usamos Internet; desconectar todo aparato
para orar y ayunar; apagar los teléfonos para comidas y tiempo en familia; continuar usando Biblias
impresas para tiempos devocionales; limitar el tiempo de interacción en las redes sociales; promo-
ver reuniones “cara a cara”.

Adicción a Internet. Esta adicción es un desorden donde el uso malsano y excesivo de In-
ternet interrumpe la vida cotidiana de una persona. Esta adicción también está ligada a la ansiedad
producida por la separación del teléfono –un síndrome que muchos usuarios de la tecnología digital

31 Harari, Yuval N., et al. Sapiens: a brief history of mankind. Vintage Books

52
experimentan. Este y otros desórdenes están correlacionados con el deterioro de las habilidades
cognitivas, el aislamiento social y un escaso desarrollo de las relaciones personales.

El uso excesivo de dispositivos digitales también está relacionado con daño neurológico en
el desarrollo de los cerebros de los menores. Se crea así una generación de niños que prefiere estar
pegada a una pantalla que hacer amistades, disfrutar de la naturaleza o pasar tiempo con su familia.
Por eso se recomienda que infantes menores de dos años no tengan acceso alguno a dispositivos
electrónicos; y que se limite el mismo a los niños y adolescentes.

Pornografía. La pornografía es una pandemia en los Estados Unidos. Philip Zimbardo,


erudito en sicología que organizó el famoso experimento de prisiones de Stanford, dio una plática
en TED y escribió dos libros sobre cómo los video-juegos y la pornografía están haciendo que los
niños y los jóvenes fracasen en sus relaciones románticas y en sus vocaciones32. Noticias ABC
reporta que la pornografía es un negocio de diez mil millones de dólares anuales; “más grande
que NFL, NBA y MLB combinados”. Todo dispositivo digital ahora se puede convertir en un cine
pornográfico al instante; y ver pornografía está ligado a la violencia.

Es importante entonces que tomemos medidas radicales y demos enseñanza cada año sobre
estos temas. Se pueden celebrar con los padres talleres de prevención de pornografía y de uso de
dispositivos electrónicos. Los padres son los agentes claves para el desarrollo discipular de los
niños y adolescentes de la Iglesia. Instalar programas o filtros de supervisión de actividad en Inter-
net, es sumamente importante para la familia cristiana y también para los templos de nuestras igle-
sias. Retiros varoniles o reuniones semanales con varones que batallan con este problema pueden
ser un recurso útil para pelear contra la pornografía. Se debe incluir a los adolescentes: para la edad
de diez, la mayoría de los niños ya han sido expuestos a la pornografía. También es importante que
los ministerios femeniles traten este tema, incluso con las adolescentes, pues es bien conocido que
más y más mujeres están viendo pornografía.

IV. ACERCAMIENTO PASTORAL DE LOS RECURSOS DIGITALES

Software; recursos administrativos. Hay muchos recursos que las iglesias pueden usar para
mejorar su administración y desempeño ministerial. Programas como Planning Center, Breeze,
Church Community Builder, etc. ayudan a registrar y mantener expedientes de membresía. Este
tipo de programa es esencial para todo secretario/a de iglesia local. Planning Center, por ejemplo,
también puede ayudar a coordinar el ministerio de alabanza. El sistema audiovisual más popular al
momento es ProPresenter, aunque también existen programas como MediaShout. Estos programas
son para proyección de videos, presentaciones e himnos. La Tesorería General de nuestra iglesia
recomienda el programa Quickbooks para el manejo de las finanzas locales.

Recursos pastorales. El acceso a los textos originales de la Biblia en hebreo y griego, co-
mentarios, concordancias y libros están fácilmente disponibles para toda persona interesada ahora.
Los programas más populares en este tema son Logos y Accordance. Logos tradicionalmente es
mejor en computadoras con Windows, y Accordance en computadoras de Apple. Hay muchos re-
cursos para la predicación, cuidado pastoral, estudio de las Sagradas Escrituras, Iglecrecimiento,
32 Zimbardo, Philip . TEDx Talks, YouTube, 30 July 2015, www.youtube.com/watch?v=sgAu1i6aChs.

53
etc. disponibles para estos programas. Un aviso: es importante tomar tiempo y hacer muchas pre-
guntas para conseguir exactamente lo que usted quiere.

Sitio Web. Hay dos clases de sitio webs para iglesias. Las iglesias con más de 500+ perso-
nas tienen sitios webs integrados que sirven muchos propósitos: como mantener bitácoras, mostrar
sermones y música, subir muchos recursos, y otros temas. Las iglesias con menos de 500 personas,
que no tienen el personal dedicado o los fondos para sostener un sitio web integral, es mejor tener
un sitio web simple que sirva como presentación para nuevas almas. Si se intenta mantener muchas
cosas en un sitio web, por lo general éste cae en desuso. Un sitio web de una iglesia pequeña o
mediana debe ser como una tarjeta de negocios: simple, informativa y atractiva.

Los sitios web que son exitosos tienen un enfoque hacia los no convertidos. Recomiendo
que la primera página de su sitio web de iglesia sea atractiva, invitando a los que no conocen de
Jesús a asistir al culto dominical o a un grupo de amistad. Un número telefónico o correo elec-
trónico debe ser claro. No intente llenar su sitio web con mucha información: lo más importante es
que el sitio web sirva como una introducción de su iglesia. Describa los servicios y ministerios de
la iglesia, dónde está localizada; así como el propósito y los valores de la iglesia, y qué enseña su
iglesia. Wix y Squarespace son generadores de sitios web económicos para las iglesias medianas y
pequeñas. En la iglesia también hay hermanos y hermanas que pueden crear sitios webs.

Redes sociales. Medios como Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat son muy populares
hoy y se conocen como “redes sociales”. Su propósito es conectar a las personas cibernéticamente.
Facebook es la red social más popular en América Latina, lo que justifica que cada iglesia tenga
presencia en la misma, si quiere alcanzar mejor a su comunidad hispana. Facebook es probable-
mente la más compleja de las redes sociales, permitiendo que el usuario se conecte con otros
usuarios, con organizaciones y con empresas. Twitter es más simple, pues limita a sus usuarios a
leer y compartir mensajes breves, de pocos caracteres. Instagram es como Twitter, pero en vez de
mensajes escritos, se concentra en que los usuarios compartan fotografías. Instagram se usa prin-
cipalmente desde un teléfono como una aplicación. Y Snapchat es más popular entre adolescentes;
una aplicación que permite a un usuario mandar una imagen o video a otro usuario o a todos los
usuarios que están suscritos a su cuenta, pero que desaparece en segundos.

Las organizaciones y las iglesias pueden tener –y es bueno que tengan– cuentas de Face-
book, Instagram, Twitter o Snapchat, pues por medio de estos servicios, los pastores o sus designa-
dos pueden tener mejor comunicación con los miembros de la iglesia y los simpatizantes o amigos.

54
8. CUIDADO PERSONAL DEL PASTOR
Por Obispo Steven Moran

I. INTRODUCCIÓN

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. (1 Corintios 6:20).

La primera porción del primer libro de los Corintios desafía al creyente, no tan solo a enfo-
carse en el componente espiritual de su vida, sino también a tomar un enfoque más holístico, donde
la mente, el cuerpo y el alma están entrelazados. El grado de nuestro bienestar espiritual necesita
estar en paralelo con el bienestar de nuestros cuerpos físicos y nuestra mente. El reto está claro;
necesitamos traer gloria a Dios no sólo por medio de nuestra salud espiritual, sino también por la
salud corporal, pues no somos de nosotros mismos sino de Dios. Aunque muchas veces este tema
es ignorado, el grado de salud física que mantenemos tiene una correlación directa con nuestro
ministerio como pastores.

Pastor saludable significa ministerio saludable y realizado. Parecerá una realidad bastante
fuerte, pero un pastor enfermo implica un ministerio enfermo. Cuando un pastor no se encuentra
saludable, aunque su corazón esté bien centrado, su cuerpo no podrá responder al deseo de su cora-
zón. Como resultado, hay una urgencia en cuando a nuestra salud; ella no puede ser una preocu-
pación tardía; tiene que ser una prioridad para que podamos tener un ministerio satisfactorio. He
atendido casos de pacientes pastores que han ido de una condición física totalmente descuidada y
maltratada, a un estado de salud física en plenitud que les ha permitido volver a cumplir de buena
manera sus deberes pastorales. Pero para ello, tuvieron que poner la diligencia necesaria en cuanto
a la salud de sus cuerpos.

Hay pastores que me han expresado su tristeza por no poder ayunar como antes, a causa de
su enfermedad física; y eso ha afectado su vida espiritual. Es interesante que la palabra “enferme-
dad” indique que la persona ha ido de un estado de salud óptimo a uno de falta de salud deseable.
Tenemos la responsabilidad ante Dios de esforzarnos al máximo para poder ser pastores que estén
completamente saludables y funcionales. No solo Dios merece nuestro mejor esfuerzo; también
nuestra familia y congregaciones lo merecen de su pastor y líder espiritual. Dios exige que seamos
buenos mayordomos de lo que Él ha puesto en nuestras manos, siendo eso un bienestar espiritual
entretejido con un bienestar físico balanceado.

II. EVALUACIÓN PASTORAL FÍSICA

Para poder conseguir este balance del estado físico de bienestar, necesitamos tener un pun-
to de donde comenzar con nuestro esfuerzo para obtener este equilibrio. Para esto hay un índice
sencillo que podemos utilizar para medir aproximadamente en donde está ubicada nuestra salud.
Al menos cada dos años deberíamos tener un examen físico completo con su análisis de sangre cor-
respondiente. Una recomendación es que, después de los 50 años de edad, este examen sea anual
para poder contar con una evaluación más actualizada y veraz.

55
A continuación, usaremos un índice llamado BMI, sigla que significa Índice de Masa Cor-
poral. En la gráfica usted sólo necesita encontrar su estatura y proceder a la derecha hasta que
encuentre su peso, con lo cual procede a la línea de arriba, donde hallará la anotación de su masa
corporal. Esta anotación le pondrá en una categoría que puede ir de “normal” hasta “obesidad ex-
trema”. Este índice es importante porque conforme se eleva su BMI aumentan también sus proba-
bilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, alta presión sanguínea, diabetes tipo 2, cálculos
biliares, problemas respiratorios, ciertos tipos de cáncer, fatiga, pérdida de energía, depresión y
desánimo. La lista podría continuar. Como usted puede ver, el factor BMI no solo afecta nuestra
salud física, sino también la mental y emocional.33

Este índice le da a usted una idea de dónde está situado, a la vez que le dice dónde debe estar
para tener la salud física necesaria para cumplir con las metas deseadas. Pero, así como “Roma no
se edificó en un día” o –para más ser más bíblicos – tampoco el esfuerzo de Nehemías de reedificar
los muros de Jerusalén fue un proyecto de un solo día. Así tampoco es el alcanzar la meta de una
salud óptima, sino que esto dependerá en gran medida de dónde está situado usted en el índice de la
gráfica. Se requiere un esfuerzo proporcional de su parte, metódico y diligente, para lograr la meta
deseada. La palabra “diligente” que empleo aquí es para enfatizar la definición que implica hacer
todo el esfuerzo para alcanzar la salud óptima. Una vez más, necesito enfatizar: Pastor saludable,
familia saludable, ¡iglesia saludable!

III. GUÍAS PRACTICAS

A continuación, presentamos unas consideraciones básicas que necesitan ser tomadas con
su corazón para alcanzar un estado de buena salud integral. Aquí vamos a dirigirnos a las facetas
de lo que es la dieta, el ejercicio, el descanso y el relajamiento. Todo esto requiere un esfuerzo bien
concertado de lo que es la disciplina espiritual. La autora Adele Calhoun, describe este esfuerzo
dentro del contexto de la disciplina espiritual. Ella dice que para poder experimentar la presencia
33 National Institute of Health, National Heart, Lung and Blood Institute,
https://www.nhlbi.nih.gov/health/educational/lose_wt/BMI/bmicalc.htm

56
de Dios en su plenitud, se requiere descanso, retiro y cuidado personal.34 Del libro de Marcos,
ella recalca la escritura que dice: “Debemos amar a otros como a nosotros mismos. No hay otro
mandamiento que esté en el mismo rango que estos”. Marcos 12.31, The Message. Si en realidad
amamos a otros, vamos a procurar el bienestar de ellos. A la vez, necesitamos procurar el bienestar
para nosotros. Si hacemos esto, podemos ser de gran ayuda a otros en esta área.

Todo esto a lo mejor parezca demasiado severo para nosotros, por cuanto solemos ser
hipócritas diciéndoles a otros que necesitan cuidarse y sostener una dieta saludable, hacer ejercicio,
dormir bien y tomar tiempo para relajarse y aun tomar vacaciones; pero no aplicamos todo eso a
nosotros mismos. Durante su tiempo en la Tierra, Jesús solía decir: “Vosotros, hipócritas…”. Hay
también un refrán que dice: “Debemos practicar lo que creemos y creer lo que practicamos”. Si en
realidad creemos que mantenernos en forma saludable es vital para un ministerio exitoso y prolon-
gado, necesitamos ser el ejemplo en ello. Timoteo fue amonestado por Pablo para ser “ejemplo de
los creyentes en palabra y en conducta…”.

A. Dieta

Habiendo ministrado en diferentes países del mundo, puedo decir que somos suprema-
mente bendecidos por vivir en un país de tanta abundancia. Algunos pastores con crecimiento de
su ministerios también han experimentado “un crecimiento” alrededor de su cintura. En el libro de
James Giles “De Pastor a Pastor”, él acusa a muchos pastores del pecado de glotonería. 35 ¿Qué es
la glotonería? Considere usted la siguiente definición: glotonería es la auto indulgencia excesiva
que lleva a la persona al punto en que ya no come para vivir, sino que vive para comer. Mucho
cuidado se debe tener, que el comer se vuelva un medio de consolar nuestras congojas o hacernos
sentir mejor emocionalmente, dejando de ser el fundamento desde donde podemos lanzar un mi-
nisterio saludable y vibrante.

El refrán que dice “somos lo que comemos” sí tiene valor. Siendo que la mayor parte de
nuestras iglesias son de alrededor de 100 miembros, hay un peligro al que yo llamo “síndrome
del Pastor de una congregación pequeña”. En tal escenario, el pastor es portador de la carga más
grande, pues está directamente envuelto en las múltiples faces de su iglesia. Él hace esto y lo otro,
va de aquí para allá, hace y recibe llamadas, asiste y hace citas mientras trata de sostener una vida
devocional espiritual. Con esta lista sin fin de “cosas que hacer” hay un constante peligro de no
sostener toda esta actividad con la nutrición apropiada.

La comida “chatarra” (¿o debiera decir “engordadora” y “basura”?) llena la dieta de muchos
pastores. En su libro para pastores, Steve Bierly, comparte una historia donde encuentra un amigo
débil, mareado, confuso y que duerme todo el día. Al investigar el por qué descubre que su amigo,
por su extenso horario de trabajo, ha estado consumiendo sólo comida chatarra. Pronto, después de
implementar una dieta llena de frutas y vegetables, él pudo llegar a estar funcionalmente saludable
de nuevo.36
34 Calhoun, Adele Ahlberg. Spiritual Disciplines Handbook, Practice That Transform Us. Downers Grove, Ill.: Inter
Varsity Press, 2005. 60-73.
35 Giles, James. De Pastor a Pastor. El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1988. 37-39.
36 Bierly, Steve R. How to Thrive as a Small Church Pastor. Grand Rapids, Michigan: Zondervan Publishing House,
1998. 120-122.

57
La demanda de la vida pastoral es altísima, agotadora, no sólo emocionalmente sino tam-
bién físicamente. Tal estilo de vida necesita ser apoyado con una dieta bien balanceada. Muchos me
han preguntado por mi opinión sobre los suplementos de vitaminas. Mi sugerencia es que, debido
a las limitaciones de tiempo y las demandas de nuestro trabajo pastoral que producen lapsos donde
los hábitos dietarios apropiados no son posibles, el cuerpo no deje de recibir las vitaminas y mine-
rales necesarios para sostener una buena salud.

La realidad es que la mayoría de los miembros de nuestras congregaciones aman que el


pastor y su familia estén con ellos en sus celebraciones –que en nuestra cultura apostólica siempre
incluyen una plétora de comida. Es difícil resistir esos frijoles deliciosos cocidos con manteca,
o esas tortillas maravillosas hechas a mano con un poco de chicharrón y queso fresco, así como
esas enchiladas repletas de carne y queso, sin mencionar esos postres deliciosos de tres leches o
de flan; y la lista puede hacerse más larga. Podemos decir “apártate de mí, Satanás” pero al final
lo que hagamos será nuestra decisión. Las celebraciones son inevitables, y siendo que los fines de
semana es cuando se llevan a cabo la mayor parte de las mismas, es muy importante que durante
la semana tratemos de mantener una dieta saludable en el hogar. Si comemos saludablemente du-
rante la semana, podremos darnos el lujo de comer con moderación lo que nos ofrezcan durante el
fin de semana. Necesitamos aprender a comer hasta que estemos satisfechos y no necesariamente
“llenos”.

Aquí hay una lista fácil de entender de la Universidad de California Berkeley Wellness, con
unas buenas guías y comprobaciones de investigaciones en el área de la dieta saludable. Se trata de
14 claves para la dieta:

1. Consuma comida variada. No todos los nutrientes necesarios para nuestro organismo
se encuentran en un mismo alimento. Para contribuir a una buena salud es necesaria una
gran selección de distintos tipos de alimentos y comidas, que nos permitan recibir todo
el potencial de las proteínas, vitaminas y otros nutrientes de las comidas que refuerzan
la lucha contra los distintos tipos de enfermedades.

2. Mantenga un ojo sobre las porciones. Se puede comer todo el brócoli y espinacas que
uno desee, pero para comidas altas en calorías, la porción pequeña es la clave.

3. Coma suficientes productos agrícolas. Póngase una meta de 2½ tazas de vegetales y 2


tazas de fruta por día, conforme a una dieta de 2000 calorías. Si consume más calorías,
ponga una meta más alta; si consume menos de 2000 calorías, puede comer menos. In-
cluya productos agrícolas de color verde, anaranjado, rojo, azul/morado y amarillo. Los
nutrientes, la fibra y otras substancias en estas comidas pueden proteger contra ciertos
tipos de cáncer y otras enfermedades. Las legumbres son abundantes en fibra y cuentan
como vegetales, aunque son moderadamente altos en calorías. Escoja fruta en vez de
jugo de fruta, para obtener más fibra.

4. Más granos. Al menos la mitad de sus granos deberían ser enteros; por ejemplo trigo
entero, cebada y avena. El grano entero mantiene el salvado y el germen; así, todos o
casi todos los nutrientes y fibra se encuentran en el grano. Busque en la etiqueta del

58
producto que éste sea “100% trigo” o “grano entero”.
5. Limite los granos refinados y el azúcar añadido. Los carbohidratos en el pan blanco,
pasta regular y la mayor parte de las comidas “snack” tienen poco o nada de fibra dieta-
ria y han sido privados de muchos nutrientes. En las etiquetas de los productos, revisa
si vienen ingredientes como “trigo emblanquecido”, “blanco”, “refinado” o “harina en-
riquecida”. Limite los alimentos con azúcar añadido, tales como sodas y dulces. Estas
fuentes de calorías “vacías” sólo contribuyen al aumento de peso.

6. Disfrute más de pescado y nueces. Nueces, pescado grasoso, aguacate y aceite vegetal
proporcionan grasa no saturada saludable. Es mejor comerlos en lugar de otras comidas
de altas calorías. Por ejemplo, sustituya la mantequilla con aceite de oliva o canola. El
pescado grasoso ayuda a reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares y tiene
otros beneficios, en gran parte por sus grasas de omega-3 no saturadas.

7. Reduzca el consumo de grasa animal. Las grasas saturadas, especialmente de carne


roja y carne procesada, aumentan el LDL o colesterol “malo”. Para limitar su consumo,
seleccione carnes con poca grasa, aves domesticadas sin su piel y productos lácteos
con poca o ninguna grasa. Es buena idea reemplazar las grasas saturadas con las grasas
“buenas” mencionadas en el punto 6.

8. Evite las grasas “trans”. Estas grasas son suplidas por aceites vegetales parcialmente
hidrogenados, usados en muchas comidas procesadas como productos de panadería,
snacks, margarina en barra y comidas chatarras tales como papas fritas. Las grasas
trans elevan el LDL o colesterol malo, a la vez que reducen el HDL o colesterol bueno,
elevando así el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

9. No se preocupe tanto del colesterol. Aunque un límite de 300 mg por día de colesterol
ha sido por recomendado durante mucho tiempo, ahora hay abundancia de evidencia
que el colesterol en la comida tiene poco efecto en el nivel de colesterol de la mayoría
de la gente. La mejor manera de bajar el colesterol para la mayoría de las personas es
reduciendo las grasas saturadas – carnes– y grasas trans – aceites hidrogenados par-
cialmente en comida procesadas. Una posible excepción es la gente con diabetes, que
debería consultar con su doctor respeto a la ingesta de colesterol en su dieta.

10. Mantenga el sodio bajo y el potasio arriba. El exceso de sodio eleva la presión de la
sangre, además de provocar otros efectos dañinos. Pasados los 50 años de edad, aque-
llos con hipertensión, diabetes o enfermedad de riñón crónica, y la mayor parte de los
adultos deberían limitar su consumo a 1.500 mg por día; o sea, la tercera parte de una
cucharada de sal. A la vez se debe consumir más potasio, el cual reduce la presión de
la sangre. Alimentos con mucho potasio son las frutas cítricas, los plántanos, las papas,
los frijoles y el yogurt.

11. Vigile el calcio y la vitamina D. Estos nutrientes son vitales para la salud de los huesos.
Obtenga calcio de productos lácteos bajos en grasa o sin grasa y de comidas fortificadas

59
como jugo de naranja y bebidas de soya. Si no alcanza los 1.000 a 2.000 mg de calcio
por día en las comidas, tome un suplemento de calcio. Es difícil conseguir suficiente vi-
tamina D en las comidas y obtenerla de los rayos de sol es riesgoso. Mucha gente, espe-
cialmente los que pasan de los 60 años y viven en latitudes del norte o tienen la piel más
oscura, tal vez van a necesitar un suplemento de vitamina D de 800 a 1000 IU por día.

12. Escoja comida en vez de suplementos. Los suplementos no pueden sustituir una dieta
saludable, pues ésta suministra un sinnúmero de compuestos beneficiosos, aparte de
vitaminas y minerales. Las comidas también proveen la sinergia que muchos nutrientes
requieren para ser efectivamente usados en el cuerpo. Aun así, para muchas personas
los suplementos multivitamínicos y minerales pueden proveer algunos de los nutrientes
que les faltan.

13. Controle las calorías de los líquidos. Hay bebidas que aportan más del 20% de las ca-
lorías de la dieta promedio en América. Algunas bebidas saludables como la leche y el
jugo de fruta puro aportan bastantes calorías; pero la mayoría de las calorías de líquidos
ahora provienen de gaseosas y otras bebidas azucaradas. La mayoría de la gente no de-
bería tomar más que una taza por día de éstas. Las bebidas alcohólicas también aportan
muchas calorías.

14. Disfrute su comida. Sea consciente de lo que come, pero también disfrute. ¿Qué le
ayuda a comer menos y disfrutar más? Muchas culturas alrededor del mundo enfati-
zan el disfrutar de los alimentos. Esto incluye con frecuencia el cocinar y comer con
otros, como un ingrediente clave para la buena salud. Incluso en nuestras guías dietarios
americanas, se sostiene la idea de que comer saludable envuelve disfrutar la comida y
celebrar la cultura y tradiciones en la comida. Según investigaciones, comidas compar-
tidas especialmente durante los años de la niñez, sirven como un factor protector para
muchas enfermedades relacionadas con la nutrición, así como comportamiento social
positivo en la edad adulta.37

Con lo relatado en estas recomendaciones hay que disfrutar de nuestro pan cotidiano y
celebrar nuestra cultura Apostólica, pero en formas que promuevan sostenibilidad en respeto a
nuestra salud y bienestar general siendo que somos el templo de Dios.

B. Ejercicio

1ª Timoteo 4.8 dice: “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la pie-
dad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”.

Como pastores, hemos leído y disertado sobre este versículo muchas veces. El problema
contextual que se presenta con el mismo es la diferencia entre la cultura del tiempo en que este
verso fue escrito y nuestra cultura actual. Ahora, grandes aviones y diversas formas de transporte
mecanizado prácticamente han eliminado nuestra necesidad de caminar. Cuántas veces buscamos
37 University of California, Berkeley Wellness. 2017 Remedy Health Media Llc.
http://www.berkeleywellness.com/healthy-eating/food/lists/14-keys-to-a-healthy-diet/slideid_190

60
el estacionamiento más cercano a la tienda para evitar caminar demasiado; muchas veces porque
nuestra agenda diaria demanda que aprovechemos al máximo el tiempo. Aún así deberíamos pensar
seriamente en estacionarnos más lejos, para obligarnos al ejercicio. En mis viajes, me quedo impre-
sionado por el buen estado físico que tienen personas de otras culturas, donde por falta de medios
de transporte están obligadas a andar a pie la mayor parte del transcurso de su vida.

En los días bíblicos, las personas caminaban un sinnúmero de horas por día. En nuestro
tiempo, no nos ejercitamos lo suficiente en absoluto. Un poco de ejercicio podría ser todo lo que
necesitamos para conseguir un mejor estado físico y mental, es decir el bienestar. Existe gran va-
riación en cuanto a lo que se cree que caminó Jesús durante su vida, pero en general se calcula que
fueron entre 15,000 y 20,000 millas; un promedio de 20 millas diarias. Un día de sol caminando
equivalía a unas 20 millas. Con esos hábitos, no había necesidad de poner tanto énfasis en el ejer-
cicio físico como hoy día se debe poner, y especialmente en los EE.UU.

La siguiente es una lista de beneficios del ejercicio físico según el CDC (Centro de Control
de Enfermedad):

1. Controla el peso.
2. Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
3. Reduce el riesgo de diabetes tipo 2.
4. Reduce los riesgos de ciertos tipos de cáncer.
5. Fortalece huesos y músculos.
6. Mejora la salud mental y el humor.
7. Produce más agilidad.
8. Mejora la capacidad para realizar otras actividades diarias.
9. Aumenta la probabilidad de vivir más años.38

La mayoría de las investigaciones concuerda en que 20 o 30 minutos de ejercicio aeróbico


por día, ya sea caminando, montando en bicicleta al aire libre, usando una cinta de andar o una
bicicleta estacionaria y otras formas de actividad como nadar o deportes regulares, es suficiente
para lograr los beneficios previamente mencionados. La conclusión aquí es que usted necesita de-
sarrollar una actividad factible y agradable para su estilo de vida. Con buena razón Jesús declaró:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. En
otras palabras, ¡es tiempo de andar con Jesús!

C. Descanso y relajamiento

No es inusual para un pastor que su semana de trabajo tenga entre 50 y 80 horas, a un ritmo de
24/7. Como resultado de la enorme magnitud de estrés, presión emocional y agotamiento físico,
no quedan dudas sobre la necesidad de descanso adecuado y relajamiento para prevenir el agota-
miento pastoral. Según Pastorburnout.com, 1,500 pastores dejan sus oficios mensualmente como
consecuencia de ese desgaste39 ; y muchos de los que se quedan, están a punto de pasar a un estado
38 Centers for Disease Control and Prevention, US Department of Health and Human Services, Atlanta, Georgia.
https://www.cdc.gov/physicalactivity/basics/pa-health/
39 Pastorburnout.com. 2016-2010 Daniel Sherman. http://www.pastorburnout.com/pastor-burnout-statistics.html

61
de total agotamiento pastoral.

El primer punto a analizar es el mal dormir, o directamente la falta de descanso en la vida de


la mayoría de los pastores. Definitivamente, hay grandes beneficios en el dormir apropiadamente.
La National Sleep Foundation recomienda a los adultos dormir un promedio de entre siete y nueve
horas por noche, diariamente. Claro que habrá ocasiones cuando eso no sea posible, pero la regla
general es lograr esas horas de reposo como meta.

Veamos tres conclusiones de http://healthysleep.med.harvard.edu respecto al dormir bien:


(1) Las investigaciones sugieren que el dormir tiene un rol importante en el funcionamiento de la
memoria. Se necesita dormir antes y después de aprender algo nuevo. (2) Aunque todavía hay pre-
guntas sin responder sobre el rol del dormir en el formar recuerdos y guardar memorias, el consen-
so general es que dormir durante toda una noche es lo óptimo para consolidar recuerdos, aprender
y memorizar.40 (3) Por otra parte, la falta de dormir adecuadamente afecta el humor, la motivación,
el juicio y nuestra percepción de los eventos.

Aun Jesús tomó tiempo en su ministerio para dormir y retirarse de la gente; así que necesi-
tamos seguir su ejemplo de práctica del reposo y el relajamiento. Los beneficios de reposar, sea a
diario o en una vacación prolongada, son numerosos, tanto para el Pastor como para su familia in-
mediata y la congregación. Estos son algunos de los beneficios del relajamiento, según un artículo
del Huffington Post:

1. Protege el corazón.
2. Reduce el riesgo de contraer resfriados.
3. Aumenta la energía.
4. Mejora la memoria.
5. Reduce el riesgo de derrame cerebral.
6. Contrarresta la depresión.
7. Ayuda a tomar mejores decisiones.
8. Le mantiene delgado.
9. Disminuye el acné.
10. Le mantiene en un buen humor sexual.41

Las vacaciones según Health.Net pueden reducir la enfermedad cardiovascular, disminuir


la depresión, reducir el estrés y mejorar la productividad.42 Es claro el asunto aquí; definitivamente
hay una necesidad de descanso o tiempo de relax, y debemos programarlo como manda la Consti-
tución. El tiempo de descanso no solo será de beneficio para usted como pastor sino también para
su congregación. La fórmula es sencilla: nosotros como pastores necesitamos “glorificar a Dios en
nuestros cuerpos”, para elevar al máximo el potencial de nuestros ministerios particulares.

40 Harvard School of Medicine, Division of Sleep Medicine.


http://healthysleep.med.harvard.edHealth u/healthy/matters/benefits-of-sleep/learning-mem
41 Klein, Sarah. The 10 Health Benefits of Relaxation. TheHuffingtonPost.com.
http://www.huffingtonpost.com/2014/08/14/stress-awareness-day-relaxation-benefits_n_1424820.html
42 Health Net. 2017
https://www.healthnet.com/portal/home/content/iwc/home/articles/health_benefits_of_vacations.action

62
IV. CONCLUSIÓN

Si los que estamos en el maratón del pastorado aprendemos a balancear lo espiritual y lo


corporal, podremos rendir grandes dividendos, y no solo a corto plazo sino también a largo plazo.
No hay necesidad de ver a Jesús en el cielo antes de lo establecido; por eso dice la Biblia que “todo
lo que el hombre sembrare eso también segará”.
Su familia, su congregación y usted mismo merecen lo mejor, pero usted necesita tomar las
acciones necesarias para que ello se concrete. Pastor saludable, familia saludable, iglesia saludable
y Jesús feliz…

“Bien, buen siervo y fiel…”.

63
9. Impactando y Cuidando la Nueva Generación
Por Pastor Jacob Rodríguez

“Generación a generación celebrará tus obras ...”. (Salmo 145:4)

Mileniales. Es una palabra que se está escuchando mucho en estos días. Mucha gente tiene
una perspectiva pesimista sobre los mileniales, pero yo creo que esta generación está posicionada
para transformar la cultura y el mundo hacia Jesucristo. Para muchas iglesias y pastores los mile-
niales (usando aquí una cita de Winston Churchill), son “una adivinanza cubierta en misterio dentro
de un enigma”. Yo estaría de acuerdo con la declaración de Churchill hasta cierto grado, pero la
adivinanza de cómo dirigir a una nueva generación si se puede descubrir. Una vez que entiendes
que inspira a los mileniales, este conocimiento se vuelve una mina de oportunidades que puede
acelerar el progreso de la iglesia y salvar a esta generación antes de que sea muy tarde.

Primero, ¿que son los mileniales? El término milenial describe la generación de personas
que ha nacido entre los años 1980 a 2000. Esta generación también se conoce como la Generación
Y. Algo que caracteriza esta generación es su mayor uso y familiaridad con las tecnologías, co-
municaciones, y medios digitales. De acuerdo a Wikipedia, “Las características de los mileniales
varía de región a región, dependiente de condiciones sociales o económicos. Sin embargo, esta
generación se le conoce en general con su mayor uso y familiaridad con tecnologías, comunica-
ciones, medios digitales. En la mayoría del mundo, la crianza de los mileniales fue marcada por un
incremento en un acercamiento más liberal hacia la política y la economía; cuyas consecuencias
siguen siendo debate”.43 Es imperativo que nosotros los pastores crezcamos en conocimiento de la
generación de los mileniales, y aun de ellos que siguen los mileniales que son la generación Z (los
adolescentes de hoy en día), para poder guiarlos de una manera efectiva, y no alejarlos. Creo que
necesitamos pedirle al Espíritu Santo que nos guíe y nos de sabiduría para alcanzar y retenerlos en
la iglesia Apostólica.

Técnicamente yo soy parte de esta generación al nacer en el año 1980, aunque yo nunca
me he descrito de esa manera. Pero como un plantador apostólico de una iglesia y el actual pre-
sidente nacional de los Mensajeros de Paz, creo que tengo una perspectiva única en cómo piensan
los mileniales y que ha contribuido en general a su manera de pensar. Cuando yo planté la iglesia
CityLight en Mountain View, California en el otoño de 2013, yo me di cuenta que los tiempos
habían cambiado - en la sociedad secular y en la cultura de la iglesia - de los tiempos que nuestros
amados plantadores apostólicos de iglesias y pastores de muchas décadas atrás. Por su puesto, hay
principios básicos para plantar una iglesia y pastorear que nunca deben cambiar, como la necesidad
de la oración, planear, predicar, enseñar, depender del poder del Espíritu Santo, y activar patrones
apostólicos de crecimiento que fueron establecidos desde la iglesia primitiva. El evangelio tiene
poder en cada era, en todo lugar, en toda persona - y los mileniales no son la excepción.

La pregunta que nos debemos plantear como líderes es, ¿cómo alcanzamos la próxima ge-
neración? Para poder responder a esa pregunta, debemos observar a la cultura en la que vivimos,
y entonces hacer un intento de ver al mundo con los lentes de ellos. Si intentamos entenderlos y
43 Millennials. (2017, April 25). In Wikipedia, The Free Encyclopedia. Retrieved 23:29, April 27, 2017, from
https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Millennials&oldid=777067857

64
dirigirlos sin hacer el trabajo diligente de entender porque piensan cómo piensan, nos volveremos
aún más frustrados, o peor aún-los culparemos a ellos. La responsabilidad de legar la fe de gene-
ración a generación siempre está sobre el predecesor, no sobre el sucesor. Elías debe conectarse con
Eliseo (en su medio ambiente) y prepararlo para tomar el manto.

En mi libro Shift, yo hice un intento de ayudar a creyentes mileniales a conectarse con la


previa generación, y de al menos intentar entender el lado de ellos. Cito mi libro, donde razono con
ellos y les ofrezco una solución lógica:

“La dicotomía entre la sabiduría de la generación mayor y el celo de la nueva generación


nos presenta con dos opciones: colisionar o colaborar. Si chocamos, nos quedaremos estancados,
cayendo en un punto muerto donde todos perdemos. Ninguna organización, iglesia o negocio, es
inmune a etapas donde barreras se desarrollan que pueden detener su crecimiento a largo plazo.
Mientras que nuestras doctrinas esenciales no sean cambiadas, es razonable adoptar o enrique-
cer una cultura colaborativa. Pero, debido a que yo mismo soy aun un creyente joven, me siento
obligado a despertar a mi generación y a recordarle que debemos estar prestos a escuchar una voz
demandante. Muchas veces reaccionamos a modelos antiguos y conclusiones de un lado del de-
bate. Queremos reformar sin entender la forma original de las cosas — porque las cosas son como
son y las fuerzas históricas que ha influenciado esos paradigmas. Esto es cierto en casi todas las
formas de las tradiciones, sea en la iglesia, la familia, o la cultural. Si nuestra generación no tiene
cuidado, puede imponer su propia ceguera cultural mientras que critique la ceguera de la gene-
ración anterior”.44

Yo escribí esto a creyentes jóvenes, en la esperanza de dirigirlos hacia la colaboración, y


alejarlos de chocar con las generaciones anteriores. Sin embargo, la responsabilidad recae sobre
el liderazgo (los pastores, plantadores de iglesias, y líderes) de ir más allá para entenderlos. Un
estudio hecho por LifeWay Research, concluye que “más de dos tercios de los jóvenes adultos que
asisten a la iglesia la dejan entre las edades de dieciocho y veintidós.”45 ¿Cuáles son sus razones?
El estudio encontró las siguientes diez razones por las cuales los cristianos jóvenes dejan la iglesia:

1. Deseaban tomar un receso de la iglesia.


2. Los miembros parecían críticos e hipócritas.
3. Ingresaron al colegio y dejaron de asistir a la iglesia.
4. El empleo no les permitió asistir a la iglesia.
5. Se mudaron muy lejos, no pudieron seguir asistiendo a la iglesia.
6. Se volvieron muy ocupados.
7. No se sintieron conectados con las personas de la iglesia.
8. No estuvieron de acuerdo con las posturas sociopolíticas de la iglesia.
9. Escogieron tomar más tiempo con sus amigos fuera de la iglesia.
10. Solo asistían a la iglesia para complacer a otros.46

Estos hallazgos nos deben preocupar y ayudarnos a tomar pasos como líderes de la iglesia.
Aunque muchos pastores tengamos temor, no tenemos necesidad de diluir el contenido de nuestro
44 Rodriguez, Jacob (2013-07-02). Shift (pp. 199-200). Kindle Edition.
45 Rainer III, Sam S. (2008-09-01). Essential Church. B&H Publishing. Kindle Edition.
46 Rainer III, Sam S. (2008-09-01). Essential Church. B&H Publishing. Kindle Edition.

65
mensaje para adquirir relevancia cultural o para ser políticamente correctos. Pero si debemos re-
considerar nuestro acercamiento y estar dispuestos a adoptar métodos a causa de nuestros jóvenes
(solteros y casados) - los que tenemos y los que tenemos la esperanza de ganar. No puedo agotar
este tema en una sola lección, pero si quisiera que consideremos cuatro maneras en que podemos
pastorear a la próxima generación - al retener nuestros valores apostólicos. Estas observaciones son
solo puntos de partida para que ustedes puedan abundar en sus propios estudios.

Cuatro maneras en que podemos pastorear e impactar la nueva generación

1. Esté abierto al cambio

Jesús dijó: “Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: el añejo es
mejor” (Lucas 5:39). La nueva generación no entiende porque las iglesias se rehúsan a cambiar un
programa, una actividad, o una cultura, si ya estas se ha probado que son ineficientes o caducadas.
Los mileniales no quieren escuchar que “así siempre ha sido”. Si tienes el hábito de decir o pensar
esto: no podrás conectarte con la nueva generación. No debemos desesperarnos. Una vez más, no
me refiero a las posturas doctrinales o teológicas de nosotros los pastores apostólicos, pero si a las
tradiciones y métodos no bíblicas que fueron introducidas en tiempos que ya pasaron. Como plan-
tador de iglesia, yo hice un compromiso con un mensaje que no cambia, pero cuyos métodos son
flexibles. La aplicación de este principio sin duda será diferente de iglesia a iglesia, al considerar
nuestras situaciones peculiares. Más allá de las tradiciones denominacionales que se han entrete-
jido en nuestra asamblea al correr los años, cada iglesia local tiene su propia cultura y tradiciones.
Cómo pastores, debemos evaluar esas tradiciones y escuchar las ideas de los mileniales.

No estoy abogando por cambiar todas tradiciones, porque algunas son fundacionales a la
identidad y la personalidad de la iglesia - así como las tradiciones de familia son pasadas de una
generación a otra. También, la iglesia no debe ser un camaleón a la cultura, cambiando con cada
novedad y de manera constante prestando de las perspectivas de mega iglesias trinitarias. Sin em-
bargo, no debemos temerle a los cambios saludables que promueven el crecimiento.

En mi libro Shift, yo hice un esfuerzo considerable por hablar desde las generaciones an-
teriores a la nueva generación y de promover la sabiduría en mentes jóvenes. Pero, los mileniales
no son los encargados de tomar decisiones, ni son responsables, espiritualmente, de la dirección de
la iglesia. Otra vez, nosotros los pastores y los líderes debemos dirigir con nuestro ejemplo y tener
mentes más abiertas. Todo concluye en esto. Si la próxima generación mira en ustedes disposición,
eso creará en ellos un nivel más alto de lealtad y comunidad.

Los mileniales, en especial los que son de Norteamérica, han crecido en una sociedad de
progreso social y de reformas reforzadas en la idea de la tolerancia. Por supuesto, muchos de los
cambios que se han visto en la sociedad no son buenas de manera inherente, ni se alinean con los
valores cristianas. Sin embargo, los conceptos de cambio y reforma están instalados en las mentes
de los mileniales, y desafortunadamente la iglesia (como ellos la han visto) es una de los aspectos
de sus vidas que ha resistido el cambio. Pero la narrativa bíblica nos muestra un Dios dispuesto
a cambiar sistemas, a refrescarlas, y hacerlas de nuevo. Dios creo la naturaleza como temporadas

66
cambiantes. El mismo a dicho: “He aquí yo hago cosa nueva”.47

2. Proyecta una visión convincente

Esta generación está muy consciente de su sociedad. Ahora existen más caridades no lucra-
tivas, y organizaciones de derechos humanos y de justicia social como nunca antes, y los mileniales
han sido el motor de esta búsqueda por una causa digna. Aunque muchas son las causas por los
derechos humanos que se han fundado (de manera regional y global), no hay mejor causa que la de
Cristo y la de su Iglesia. Imagina, si nosotros los pastores pudiéramos conectar a esa pasión por la
causa del Evangelio. La solución está en frente de nosotros, y depende de que nosotros proyecte-
mos una visión convincente que capture el interés de los mileniales que buscan un propósito ma-
yor. Craig Groeschel, quien sirve como pastor en una de las iglesias más grandes de América, una
vez dijo: “Si tu visión no convence, mueve, o incomoda a las personas, tu visión es demasiado
pequeña”. La visión que no incomoda, estanca.

Ahora, yo sé que la tentación es contestar de que “ya tengo una visión yo”. Si fuera así, eso
es grandioso. Sin embargo, la pregunta que nos debemos plantear es: “¿mi visión es clara y convin-
cente?” Tener una visión es una cosa, pero es totalmente otra cosa comunicar de una manera clara
a las personas esa visión. El Señor le dijo esto al profeta: “Escribe la visión, y declárala en tablas,
para que corra el que leyere en ellas” (Habacuc 2:2). La visión debe ser tan convincente que inspire
a tus personas, y tan simple que las active en sus vidas cotidianas. Sin duda, el Señor te ha dado
una visión para tu iglesia, para tu ciudad, y para tu iglesia. Si compartes tu visión de una manera
que emocione a los mileniales de tu iglesia, ellos correrán con pasión y trabajarán sin descanso para
cumplirla.

El estereotipo de los mileniales es que ellos son flojos, sin motivación, e irresponsables.
También han sido identificados como creer que se lo merecen todo, inestables, y muy sobreprotegi-
dos por sus padres. Mi preocupación no es por si estas etiquetas o estereotipos sean ciertas. Ustedes
pueden hacer sus propias investigaciones y encontrar estadísticas sobre estas etiquetas. Lo que
yo sé es que esta nueva generación tiene hambre por una causa digna. Ninguna de esas etiquetas
detendrá a un joven alimentado con un fuego de hacer una diferencia. Recuerdo a un joven pastor
de nombre David, quien se paró delante de sus compatriotas para declarar: “¿No hay causa?”48
Nuestros joven creyentes, solteros y casados, correrán al valle de los gigantes y pelearán cuando
estén claros sobre su causa. Solo necesitan una razón por la cual pelear.

3. Confía en ellos con liderazgo (aunque fracasen)

Si quieres correr a la nueva generación de la iglesia, no los pongas a dirigir. Haz lo opuesto,
y los animaras a no solamente quedarse, pero aún a florecer en sus ministerios. A los mileniales no
les importa tanto los títulos o las posiciones tradicionales de la iglesia, prefieren ser confiados con
una tarea sin ser micro-administrado. En algunas culturas de iglesia han experimentado muy lejos,
o con poca experiencia. Comprensiblemente, debemos tener gran cuidado a quien ponemos en li-
derazgo; pero de la misma manera, no podemos poner la barra tan alta que los jóvenes, y creyentes

47 Isaias 43:19 RV60


48 1 Samuel 17:29

67
con menos experiencia no puedan contribuir. Como plantadores de iglesias y pastores, debemos
crear una cultura en nuestras iglesias que permita a los mileniales hacer uso de sus talentos y ha-
bilidades, y sentirse empoderados para dirigir.

Podemos hacer esto real al cambiar nuestra estructura de liderazgo e incluir funciones no
tradicionales para mujeres y hombres que poseen ciertas aptitudes. Las funciones tradicionales
que ocupan los jóvenes usualmente son en las áreas de música, equipo de alabanza, sistema de
sonido, ministerio juvenil y ministerio infantil. Algunas áreas no tradicionales pueden incluir el
diseño gráfico, mercadotecnia, administración de negocios, producción de videos, diseño del altar,
medios sociales, relaciones públicas, activismo comunitario, escribir, etc. Hay muchas maneras de
mantener a esta generación conectada con la iglesia. La llave es activarlos para el reino de Dios en
un área donde tienen las aptitudes y la pasión. Confía en ellos para dirigir iniciativas sin siempre
cuestionarlos.
¿Fracasarán? A veces si lo harán. Para nosotros los pastores ese es el riesgo. Es más seguro
usar a un ministro experimentado, o aun encargarnos nosotros, para minimizar los riesgos poten-
ciales. Si hacemos esto, ya no produciremos nuevos líderes y esencialmente le diremos a la nueva
generación: “No creemos en ustedes”. Necesitamos el espíritu de Bernabé, quien abogó por un
discípulo joven de nombre Juan Marcos, aun cuando había abandonado a Pablo en su primer viaje
misionero. Recordarán que, en los Hechos, en el capítulo 15, cuando Pablo y Bernabé, entraron
en una discusión acalorada sobre si Juan Marcos los acompañaría en su próximo viaje. Eventual-
mente, después, Pablo de manera indirecta reconoció lo que dijo Bernabé: “Toma a Marcos y
tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio”. (2 Timoteo 4:11). El punto es que, Bernabé
tomó un riesgo con Juan Marcos - sabiendo que quizás fracasaría (lo cual hizo) - pero reconoció
en el potencial de liderazgo y continuó creyendo en él. Igualmente, esta generación necesita que
alguien confíe en ellos y desatarlos en el liderazgo.

4. Sé un mentor

En su libro, Me Perdistes, David Kinnaman, hace una observación profunda, “Los cristia-
nos jóvenes viven por un periodo de cambios sociales y tecnológicos sin precedentes, comprimido
de una manera asombrosa, y lo más que tomamos para reconocer y responder a estos cambios, lo
más permitiremos que progrese la desconexión entre generaciones. Pregúntate qué tan disponible
eres hacía jóvenes cristianos. La brecha generacional está creciendo, alimentado en parte por la
tecnología, necesitamos tomar un mayor esfuerzo para estar en la misma página. Sinceramente,
las relaciones profundas solo ocurren con tiempo, y mucho tiempo, en experiencias compartidas.
Los animo a que estén listos para un nuevo movimiento de Dios, alentados por los jóvenes ... Si
dirige una comunidad de fe, priorice las relaciones intergeneracionales. En su mayor parte, estas
conexiones no ocurrirán por accidente. Necesitarás catalizarlos en tu comunidad y modelarlos en
tu propia vida”.49

Es un malentendido común que los mileniales no quieren ser entrenados y que no están
dispuestos a someterse a la autoridad. Es cierto que no responden bien a las formas tradicionales de
liderazgo autoritativo, que trata con mano dura a las personas. La gente de hoy en día no toma bien

49 Kinnaman, David (2011-04-01). You Lost Me: Why Young Christians Are Leaving Church...and Rethinking
Faith (Kindle Locations 3448-3456). Baker Book Group. Kindle Edition.

68
que se le diga qué hacer. Pero esta generación quiere aprender. Quieren crecer. Lo que extrañan, lo
que anhelan, son mentores que inviertan su tiempo y energía en verlos alcanzar su potencial. Ellos
necesitan de padres espirituales que los guíen y modelen el reino a través de relaciones de vida real.
Si estableces una cultura y un sistema de mentoría te permitirá levantar a los mileniales a volverse
los siguientes pastores, evangelistas, maestros, líderes, y constructores del reino. Sinceramente
creo que, si se les da la mentoría correcta, esta generación tomara la unción y el evangelio aún más
allá de lo que podamos imaginar. Cuando nuestra temporada termine, no conocemos el tiempo,
ellos entrarán con santa confianza y valentía para ir más allá. El Señor le dijo a Moisés: “Y las ves-
tiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para
ser en ellas consagrados” (Éxodo 29:29). El plan de Dios es que la nueva y la próxima generación
vistan de atuendos sacerdotales de la unción y el liderazgo apostólico. Pero debemos tomar un gran
interés en la mentoría de ellos, para que cuando el manto pase, alguien capaz lo reciba.

La Biblia nos provee casos para estudiar de mentoría, o su carencia - ejemplos positivos y
negativos. En los casos donde no ocurrió mentoría, el resultado casi siempre fue desastroso. Las
siguientes personas carecieron de mentores o padres espirituales: Sansón, Saúl, Ofni y Fineas,
Absalón, miembros de la iglesia de Corinto.50 Al contrario resaltamos a los siguientes mentores:
Moisés levantó a Josué, Elías levantó a Eliseo, Noemí levantó a Rut, Elizabeth levantó a María,
Jesús levantó a sus discípulos, Bernabé levantó a Juan Marcos, y Pablo levantó a Timoteo. La
mentoría es enseñanza con relación; y es la manera más efectiva de formar líderes para la siguiente
generación. La mentoría es una metodología informal que te pide desenvolverte en diferentes fun-
ciones, como: discipulador, maestro, guía espiritual, y patrocinador.

La nueva generación quiere aprender, pero nuestro acercamiento debe adaptarse. No po-
demos hacer el trabajo de la mentoría desde el púlpito o en salones. Estos son ambientes formales
que sirven un propósito específico en la iglesia, pero son monólogos limitados. La mentoría es
un diálogo. Nosotros, como plantadores de iglesia y pastores, debemos tomar un acercamiento
proactivo y mostrarles cuando ellos nos importan-y cuánto los valoramos. La mentoría te dará la
oportunidad de escuchar sus necesidades, ideas, y preguntas en un contexto informal, facilitado por
medio de la transparencia y la honestidad. La nueva generación quiere que preguntas sean contesta-
das, y sus voces escuchadas, también. Aun si nuestras respuestas no satisfacen todas sus preguntas,
lo que sí es de valor es el diálogo y la transparencia.

CONCLUSIÓN
Las ideas expresadas en esta lección no son originalmente del todo mías, pero son una
muestra de mi propia investigación y observación en los últimos años. Sin embargo, puedo dar
testimonio de cada idea, pues yo he experimentado ambos lados. Al estar en mis treintas ya (un
milenial), yo he sentido resistencia al cambio, a nuevas ideas, y distancia de líderes autorizados a
dirigir esos cambios. Puede ser desalentador y frustrante. Pero el otro lado de esto, como pastor, yo
cargo con la responsabilidad de dirigir una iglesia multigeneracional y también defender las cos-
tumbres de la iglesia que no se deben tirar. Si estás dispuesto a considerar las ideas de esta lección
y aplicarlas a nuestros ministros, estoy seguro que habrá progreso y que nuestras iglesias podrán
adaptarse a tiempos cambiantes - sin perder su herencia espiritual, y sin comprometer el poder de
nuestro mensaje.
50 1 Corintios 4:15

69
10. La Iglesia y tu comunidad
Por: Adam López

En muchas ocasiones hemos escuchado decir que en cuestión de política y el gobierno,


debe haber separación de Estado e Iglesia. Sin embargo, esto no significa que la Iglesia no puede
tener influencia o impacto en su ciudad, comunidad, condado, o gobierno local. La realidad es que
muchas de nuestras Iglesias continúan funcionando dentro de sus cuatro paredes, sin darse cuenta
que podrían ser la Iglesia de influencia en sus alrededores.

Aunque el crecimiento espiritual de la Iglesia como cuerpo e individualmente es de suma


importancia, no podemos ignorar que existe mucha necesidad. No solo dentro de nuestras Iglesias
o con nuestros miembros, sino también en nuestra comunidad y con familias e individuos necesi-
tados.

Entonces la pregunta es siempre la misma. ¿Que se está haciendo para ayudar y ofrecer
recursos y servicios a la comunidad y suplir sus necesidades? La realidad es que la mayoría de
nuestras Iglesias están haciendo muy poco o nada y no han tomado ventaja de todos los programas,
recursos, y servicios que cada Condado ofrece, dependiendo en donde están ubicados.

Pero les tenemos buenas noticias. Existe una Iglesia localizada en Oxnard, California que
podemos usar como ejemplo, pues ellos realmente han salido de esas cuatro paredes y han sido
fieles a su lema de “Bendecidos para Bendecir”. Bajo el liderazgo del Coordinador Comunitario,
han organizado con éxito una Feria de Salud y Empleo los últimos 3 años en donde más de 800
personas participan cada año. Adicionalmente, han coordinado Foros de Inmigración, clases de
nutrición, clases de salud, seminarios, conferencias, talleres, y muchos más eventos comunitarios.
Y por si eso no fuera suficiente, un miembro de esta Iglesia, cuyo nombre es Adam Lopez, actual-
mente está sirviendo una asignación de 2 años como Comisionario de la Ciudad de Oxnard bajo
la Comisión de Relaciones Comunitarias. Una posición y responsabilidad dada a él por el mismo
alcalde de la ciudad. Adam también forma parte de la mesa de consejeros para el Jefe de Policía de
la Ciudad de Oxnard, del mismo modo es parte de la mesa de directores para el Oxnard Performing
Arts Center, y también para la Organización llamada “Action”.

El año pasado, Adam fue el primero en coordinar exitosamente un “Foro de Fe” entre
pastores y líderes de la comunidad y el jefe de Policía. Algo que jamás en la historia de la ciudad
de Oxnard había sucedido, pues más de 80 pastores y líderes de diferentes organizaciones fueron
representados. Tanto fue el impacto, que la ciudad y el departamento de Policía le otorgó un reco-
nocimiento.

Sin duda, el Centro de Avivamiento de Oxnard está logrando ser la iglesia de influencia
en su ciudad y sus comunidades. Han establecido una relación con más de 85 agencias y organi-
zaciones por todo el Condado de Ventura. Reciben apoyo y asistencia de parte de varios dignitarios
de la ciudad, al igual de supervisores que representan diferentes regiones en el Condado.

70
Cuando la ciudad, el Condado, o la comunidad tienen proyectos, fondos que distribuir, o
becas que regalar, siempre acuden primero al Centro de Avivamiento de Oxnard. Esto es resultado
del impacto y la influencia que esta Iglesia ha tenido localmente. Y lo que sucede por naturaleza
cuando uno tiene un impacto tal como este, es que se establece una relación, un patrocinio, y una
colaboración con estas agencias y organizaciones. Y por resultado también se forma un nivel de
confianza entre ambos lados haciendo las metas y objetivos más fácil de alcanzar.

Quizás se pregunten; pero ¿qué tiene que ver todo esto con el crecimiento o salud de la
Iglesia?
¡Tiene que ver bastante! Pues es por medio de estos eventos y actividades muchos han visitado la
Iglesia y aun se han quedado como miembros. La gente va a donde le ofrezcan ayuda y puedan sen-
tir que tienen valor. “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará
como la hiciste sentir”. – Maya Angelou. El llamado de la iglesia a servir, siguiendo el modelo de
Jesús, “hacer y enseñar”. No podemos “enseñar y no hacer”

Algunas de las actividades y proyectos que usted puede llevar a sus Iglesias y comunidades,
son las siguientes:

- PRECINTO ELECTORAL:

Usted como Iglesia se puede convertir en un lugar de votación, simplemente registrándose


con la División de Elecciones en su Condado. Esto hace que toda persona registrada para votar
conozca en donde están ubicados. Esto también le da bastante exposición y promoción a su Iglesia.
Además, esto demuestra un gran interés y mejoramiento de relación con una agencia en su Conda-
do.

- FERIAS DE SALUD Y EMPLEO:

La mayoría de las agencias que forman parte del Condado tienen por objetivo e iniciativa el
participar en eventos y programas para la Comunidad. Estas agencias reciben fondos y ayuda del
gobierno basado en la necesidad que existe y también en la actividad que demuestren. Lo que esto
significa es que simplemente están esperando una invitación para participar en cualquier evento
que usted como Iglesia organice. Esta es una de las formas más eficientes y efectivas para poder
ser la Iglesia de influencia en su ciudad y su comunidad. Es cuestión de conectarse con la gente y
ofrecer servicios y recursos que puedan ser de gran beneficio y ayuda para toda la familia.

- CLASES DE NUTRICIÓN Y SALUD:

La agencia de salud de su Condado, también opera con fondos y ayuda monetaria que está
asignada específicamente para educar a la gente sobre nutrición, salud, bienestar, y alimentación
sana. Estas agencias siempre están buscando organizaciones tal como iglesias que puedan colabo-
rar y abrir sus puertas para llevar a cabo estas clases. Esta es una muy buena estrategia y plataforma
para invitar a la comunidad y conectarse con gente nueva.

71
- FOROS DE INMIGRACIÓN:

La realidad es que todavía existe mucha incerteza, preocupación, y miedo en cuestión a


los problemas, retos, y situaciones con respeto a inmigración. Su Iglesia podría tener un impacto
significante si llevara a cabo un foro de inmigración y presentara un panel compuesto de expertos
y profesionales del departamento de policía, el consulado de diferentes países, abogados de inmi-
gración, y consejeros. Esto sería una buena forma de dejar una impresión de unidad, buena ética, y
moralidad positiva hacia la humanidad.

Si usted quisiera más información o apoyo con sus esfuerzos y actividades comunitarios,
nuestro hermano Adam López está disponible para proveer entrenamientos y talleres para formar
un equipo eficiente y capaz para su Iglesia. También está disponible para conducir entrenamientos
de capacitación de cómo ser líderes efectivos y cómo tener comunicación efectiva.

Adicionalmente, nuestro hermano Adam puede facilitar un foro de inmigración como me-
diador o maestro de ceremonias y presentar seminarios o conferencias con respeto al crecimiento
comunitario.

Siempre recuerdo esto, “Si usted no lo hace, alguien más va a venir y lo va hacer”.

Usted se puede comunicar directamente con el hermano Adam López llamando al (805)
450 2591 o a través por correo electrónico al alopez@go2orc.com

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